La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semaren) dio a conocer un informe en donde comprobó que el relleno sanitario de Acapulco daña al medio ambiente.
La dependencia emplazó a las autoridades de este municipio a que apliquen medidas correctivas de forma urgente.
El titular de esta Secretaría, Ángel Almazán Juárez, dijo que recomendaron a los funcionarios de la Dirección de Ecología de Acapulco y a la directora del relleno sanitario construir una nueva celda de emergencia.
Los trabajos de supervisión que realizaron autoridades ambientales en el relleno sanitario ubicado en el sitio conocido como Paso Texca es por la serie de denuncias que se han dado a conocer a través de las redes sociales sobre el ecocidio.
«El relleno sanitario de Acapulco está desbordado, los lixiviados inundan el lugar y están yéndose a los mantos acuíferos así como al río Texca», escribió en su cuenta de Twwiter, Ramiro Solorio Almazán, dirigente del Movimiento Ciudadano (MC) en este municipio.
«Una de las recomendaciones que hicimos es que se deben de realizar obras necesarias para evitar el derrame de lixiviados sobre todo en esta temporada de lluvias», expresó Almazán Juárez.
Indicó que se van a realizar estudios de suelo y agua para determinar el nivel de contaminación del relleno sanitario.
En este vertedero que está a cielo abierto se depositan diariamente 800 toneladas de basura.
En temporada de vacaciones el número es de mil y hasta mil 200.
«Después de los resultados de los estudios que haremos de los daños naturales podríamos presentar un plan de remediación del sitio contaminado», expresó el funcionario estatal.
Almazán Juárez aseguró que el relleno sanitario no está saturado.
De las 104 hectáreas del relleno, sólo utiliza el ayuntamiento un 40 por ciento de residuos.
«El personal que labora en el relleno sanitario no compacta debidamente los residuos y no los cubre con material biológico para que se eviten los malos olores y el escurrimiento de los lixiviados hacia las partes bajas», dijo.
Según el funcionario, este miércoles se corrigió el derrame de lixiviados en una de las tres tinas del relleno sanitario.
Almazán Juárez afirmó que debido a las lluvias esa tina se saturó de lixiviados y provocó su derramamiento hacia las partes bajas.
En agosto del 2021, derivado de la acumulación de la basura tirada en las calles y las irregularidades ambientales del relleno sanitario, la Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Copriseg) emitió una alerta sanitaria al municipio de Acapulco.
Esto ocurrió durante la administración municipal de la también morenista Adela Román Ocampo.
En mayo de este 2022, con la actual alcaldesa Abelina López Rodríguez, la Copriseg levantó esta alerta sanitaria.
«La anterior administración municipal no manejó bien el relleno sanitario y eso derivó en que se emitiera una alerta que ya se levantó pero ya hicimos la recomendación a las actuales autoridades que contraten más personal y maquinaria para operar el relleno», expuso el funcionario.
La operatividad de este relleno sanitario género una serie de protestas y bloqueos de parte de los pepenadores.
En marzo de este año, los pepenadores cerraron el relleno sanitario para exigir a las autoridades municipales que ordene a los trabajadores recolectar el material como el fierro, aluminio y botellas de plástico.
Hasta ahora, son los pepenadores quienes recolectan material y es lo que les genera un sustento económico.
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A casi un mes de que un supuesto dueño de una parte del parque Pezuapa apareciera, cortara árboles, y colocara una malla ciclónica, vecinos del barrio Tequicorral exigen a las autoridades resolver el conflicto a favor del área verde y evitar el despojo.
Texto: Itzel Urieta
Fotografía: Amílcar Juárez
Chilpancingo
La población de Chilpancingo ha decidido luchar para recuperar su espacio recreativo que es el Pezuapa en dos vías: La legal ante las autoridades judiciales y la política, realizando actos culturales para difundir la importancia de tener este lugar en manos de la ciudadanía.
A casi un mes de que un supuesto dueño de una parte del parque Pezuapa apareciera, cortara árboles, y colocara una malla ciclónica, vecinos del barrio Tequicorral exigen a las autoridades resolver el conflicto a favor del área verde y evitar el despojo.
Además de lo que pueda resolver el ayuntamiento, los vecinos interpusieron una demanda de amparo ante un Juzgado de Distrito de Chilpancingo para que invalide las escrituras que posee una persona que se dice dueño el predio.
El pasado viernes diez de junio un actuario del Juzgado acudió al parque Pezuapa para llevar a cabo una diligencia de desahogo de pruebas a la que acudió la gente.
Dicho funcionario judicial habló brevemente y dijo que el caso de este amparo que interpuso una parte de los interesados sigue en curso pero que faltan una serie de pruebas para determinar a quien se le da la razón.
Los vecinos dijeron que pese a que en esta diligencia se le invitó a que estuvieran presentes funcionarios del ayuntamiento de Chilpancingo nadie acudió.
Indicaron que con la falta de presencia de algún enviado municipal se demuestra una vez más que a la alcaldesa morenista Norma Otilia Hernández Martínez no le interesa resolver el caso pese a que ella sabe que anteriores administraciones municipales son responsables de haber avalado supuestas escrituras a un particular que ahora pretende vender el predio.
Mencionaron que incluso el propio Juzgado de Distrito en donde se interpuso el amparo se le hizo un requerimiento a la autoridad municipal para que estuviera presente en la audiencia del pasado 10 de junio.
Después de la audiencia los vecinos dijeron que el Registro Público de la Propiedad del Gobierno estatal no ha aportado los datos sobre la propiedad de este predio además de que falta que se realicen peritajes.
Pero mientras dura el litigio ante la autoridad judicial federal, la gente que disfruta este parque siguen difundiendo este asunto organizando festivales culturales los fines de semana en el Pezuapa.
Este domingo 12 de junio se realizó una muestra pictórica y fotográfica donde diversos artistas plásticos y fotógrafos expusieron parte de su obra.
Las obras de diez artistas, que acudieron ese día al parque para solidarizarse con los vecinos, se colocaron alrededor de la malla que cercó el particular cuadros de pinturas y fotografías.
“Nosotros como artistas independientes nos sumamos a las actividades que se están haciendo aquí, propusimos hacer esta exposición al aire libre como intervención simbólica para hacer un poco de ruido hacia está situación”, comentó R. Foster uno de los artistas participantes.
Con esta exposición los vecinos pretenden visibilizar de manera pacífica la importancia de los espacios públicos y su utilidad en la vida de la población.
El pasado 28 y 29 de mayo se realizó el Festival Pezuapa, una muestra artístico cultural donde participaron artistas, deportistas y sociedad, además de un tendedero de listones sobre la malla que cerca el espacio del que se pretende apropiar.
En los listones las personas colocaron palabras de apoyo al parque.
“Dios hizo el mundo grande para todos, pero demasiado pequeño para los ambiciosos”, se lee en uno de los listones que continúan colgados.
La crisis climática es el colapso de una forma de pensamiento antropocéntrico, colonial, capitalista y patriarcal, define la pensadora india en la conferencia #Clacso2022, que arrancó con discusiones sobre feminismos, roles de género y políticas de cuidado, y un duro cuestionamiento al “iluminismo de la razón”
Texto: Arturo Contreras Camero y Daniela Pastrana / Pie de Página
Fotografía: Isabel Briseño
9 de junio de 2022
Ciudad de México
¿Qué tienen que ver los bienes públicos con el cambio climático y la forma de entender el mundo? Si usted no encuentra una línea inmediata, es probable que tenga que recalibrar su sistema de sentido en el mundo. Cambiar la forma de entender nuestra relación con todo lo que nos rodea es, quizá, el reto más grande que tenemos como humanidad.
De ese tamaño ha sido el planteamiento puesto sobre la mesa en las conferencias magistrales de la novena Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales, que se realiza en la UNAM. En una de las mesas más abarrotadas y aclamadas, la filósofa ecofeminista Vandana Shiva sostuvo que el cambio climático no es sólo una cuestión de temperatura.
“El cambio climático tiene que ver con la mente fosilizada que se olvidó que la Tierra está viva y que somos parte de la biodiversidad. Tiene que ver con la fosilización de nuestros corazones que olvidaron la solidaridad. No es un índice de un fenómeno; es el colapso de una forma de pensamiento”, dijo Shiva en un video enviado por internet.
Aseguró que “la mente colonizada del pensamiento mecanicista” nos separó de la Tierra, y en un apartheid ecológico, creó una superioridad artificial de los humanos sobre otras especies. Con el antropocentrismo, dijo, llegaron el racismo, el patriarcado “y todas las demás jerarquías”.
Por eso, lanzó una convocatoria:
«Éste es el momento para que las culturas indígenas del sur se rebelen; para que las mujeres del mundo se manifiesten; para que los jóvenes del mundo construyan un futuro para el último insecto, la última abeja, el último gusano (…) Tenemos que pasar de un ideal destructivo y mecanicista sobre la economía de la codicia a una mente ecológica y una economía del cuidado».
Vandana Shiva.
México puede ser punta de lanza
Vandana Shiva apuntó al colonialismo como el gran impulsor de la propiedad privada. Ella lo conoce por la historia colonial de su país, la India, que de un plumazo quedó bajo propiedad del imperio inglés. Así pasó también con México y con todo el sur global, dijo la filósofa.
“Las personas pertenecen a la Tierra, no la Tierra a las personas”, recordó.
“La semilla no es una fábrica, no es una propiedad de Monsanto, ni una invención del cartel del veneno de los cuatro integrantes”, dijo en referencia a las cuatro mayores empresas de la agroindustria mundial: Dow DuPont, Bayer-Monsanto, ChemChina-Syngenta y BASF.
El mensaje de Vandana fue el inicio de una mesa en la que el economista y sociólogo ambiental Enrique Leff planteó la crisis climática como una crisis de la razón.
«Vemos la degradación de las relaciones humanas, de la moral humana. La crisis ambiental es una crisis del conocimiento», dijo Leff.
«Estamos ante la más crítica crisis de la razón humana como el privilegio y la soberanía del ser humanos sobre el planeta. El iluminismo de la razón como aquello que habría de orientar los destinos de la vida».
El economista recordó la primera conferencia mundial sobre el medio ambiente, celebrada en 1972 en Estocolmo. Su conclusión fue dura:
«Cincuenta años no han sido suficientes para recomponer, para reorientar los destinos de la vida y los modos de comprender la vida y de habitar el planeta (…) Hoy la vida ya no evoluciona a través de las leyes de la naturaleza. Hoy la vida se degrada por la intervención de un régimen ontológico. Un régimen de racionalidad que se ha apoderado del mundo y del planeta, que interviene el metabolismo de la vida, orientándolo hacia la muerte entrópica del planeta».
Enrique Legg. Foto: Isabel Briseño
Un nuevo modelo desde el sur
El antropólogo colombiano Arturo Escobar se sumó a la discusión al asegurar que el cambio tiene que atender no solo a las formas en que funcionamos como sociedad o como entes económicos, “sino en cómo nos explicamos a nosotros mismos como parte de un planeta vivo”.
Si bien puede sonar a un cambio muy radical, Escobar es optimista, pues considera que hay una conciencia creciente del carácter destructivo que impera en todos los sistemas económicos.
Y la respuesta, anuncia, no vendrá de los países desarrollados, sino del Sur, de los países colonizados, que tendrán que encontrarla colectivamente, sin recetas.
Aún no existe un país que esté intentando dar este salto a una transición socioecológica radical, como él la llama, y de la que se puede conocer más en el ¨Pacto Ecosocial del Sur, que desde su perspectiva es una de las inspiraciones de las propuestas de gobierno de Gustavo Petro en Colombia.
Los cuidados en el centro
La conferencia de Clacso, que tiene como tema transversal “Las tramas de las desigualdades”, arrancó con dos temas centrales para la agenda de las ciencias sociales del siglo XXI: feminismos y políticas de cuidados.
“Es fantástico poder estar iniciando estos diálogos magistrales con la temática del cuidado. Muchas de las que están aquí saben que esto no hubiera sido posible hace unos años”, destacó la socióloga uruguaya Karina Batthyány, secretaria ejecutiva de Clacso.
En la mesa magistral “Sociedad del cuidado y políticas de la vida”, Batthyany aseguró que a quienes no habían descubierto la importancia de este tema “el cuidado les estalló en su casa” con la pandemia.
Nos encontramos en sociedades que sufrirán necesariamente reconfiguraciones en el corto y el mediano plazos. Y es necesario que sigamos trabajando para colocar en esas reconfiguraciones el cuidado y a las personas en el centro. Que el cuidado y la vida sean los ejes organizadores. Y no el mercado, como es hoy en la mayoría de las acciones que se realizan», insistió.
Batthyany destacó que los estados tienen que desarrollar políticas públicas que trabajen para que el cuidado esté en el centro; deben hacerlo desde una perspectiva feminista y con sistemas universales de protección.
Pero ¿cómo avanzamos a que personas y sociedad reconozcan y valoren la importancia de las diferentes formas del cuidado sin reforzarlas como una tarea de mujeres y niñas?
“Se dice muy fácil, parece muy simple, pero sabemos que es una de las transformaciones sociales más difíciles y que enfrenta grandes resistencias y ataques”.
Karina Batthyány, secretaria ejecutiva de Clacso
Aquí puedes ver la sesión completa:
Nadya Araujo, integrante de la Academia Brasileña de Ciencias y profesora de sociología de la Universidad de Sao Paulo, Brasil, consideró que “mirar a las intervenciones políticas desde el punto de vista del cuidado es estratégico” para los países de la región.
«Hablar de cuidado es hablar de la multiplicidad de las formas de existencia de las mujeres en sociedades desiguales. En ese sentido, pensar en políticas es pensar en los destinos de distintas mujeres, la parte dominante de los proveedores de cuidados”.
Nadya Araujo.
Vulnerables e interdependientes
La argentina Eleanor Faur, doctora en Ciencias Sociales, planteó que la organización social que tenemos está fundada sobre supuestos que tenemos que empezar a deconstruir de forma radical.
Uno de ellos es pensarnos como sujetos desligados de otros, autosuficientes e invulnerables, “cuando en realidad somos personas vulnerables y hay que aceptar esto y pensar en la sociedad de cuidado es reconocer la interdependencia y la vulnerabilidad”.
La sociedad capitalista se ha construido a partir de la lógica de acumulación del capital y el mercado como regulador de toda la organización social de la vida. Frente a eso, “tenemos que poner la sostenibilidad de la vida en el centro de todo (…) Y repensar la construcción social de las masculinidades porque no hay manera de revalorizar los cuidados si no estamos todas y todos comprometidos con esto”.
El planeta, insistió la feminista, no está para que lo usemos y desechemos, sino para que vivamos en él, reconociendo nuestra vulnerabilidad e interdependencia.
«Frente a la cultura de lo descartable, la cultura de la restauración colectiva”, concluyó.
Eleanor Faur
Mesa, «Feminismos, géneros y luchas en América Latina y el Caribe” con la participación de Montserrat Sagot, Dora Barrancos y Marta Lamas. Presenta Karina Batthyány Fotos: Isabel Briseño
El feminismo crítico y la reflexividad
#Clacso2022 abrió el martes con una mesa dedicada a los feminismos. Ahí, la antropóloga mexicana Marta Lamas planteó uno de los principales debates actuales:
«Tenemos una gran posibilidad de pensar en un feminismo crítico, antiesencialista, que asume, antes de desarrollar cualquier tarea política, el imperativo ético de la reflexividad”. Dijo la feminista, en un mensaje que destacó por el lenguaje incluyente y la defensa de las identidades no binarias.
«La pregunta para las ciencias sociales no sería qué es la transexualidad, sino más bien, ¿cuál es el significado social y político de que cada vez más seres humanos rechazan ajustarse a los modelos convencionales de ser hombre o ser mujer?».
Gran parte del agua que Chilpancingo consume proviene del parque Omiltemi , que es el inicio natural de la microcuenca del Río Huacapa-Río Azul.
Texto: Itzel Urieta
Fotografía: Oscar Guerrero
Chilpancingo
En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, la ambientalista Ángela Memije Alarcón exigió a las autoridades estatales y municipales atención al área natural de Omiltemi para garantizar un ambiente natural sano y proveer de agua suficiente a Chilpancingo.
Sin bien este domingo 5 de junio se festeja este el día mundial del Medio Ambiente, ambientalistas y estudiantes se manifestaron porque las autoridades atiendan la emergencia climática.
En entrevista, Angela Memije, pidió que el parque Omiltemi se conserve como un área natural protegida, que se detenga la tala de bosques para que el bosque siga generando el agua que llega a la capital y se conserve la biodiversidad que es única en el mundo.
“Es una deuda que se tiene de todas las administraciones para que ese lugar se conserve como un bosque, que regresen a ver a la naturaleza porque estamos en un momento de crisis ambiental como nunca la hemos tenido”, dijo Memije Alarcón.
De acuerdo con la ambientalista, proteger el parque Omiltemi beneficia a la biodiversidad y especies endémicas importantes para el estado y considera importante la conservación de este lugar para que haya agua suficiente en la ciudad.
Gran parte del agua que Chilpancingo consume proviene del mencionado parque, que es el inicio natural de la microcuenca del Río Huacapa-Río Azul.
La ambientalista explicó que Omiltemi es “la cabeza de la cuenca” porque a través de sus manantiales inician las dos grandes cuencas que existen en Guerrero, la cuenca del Pacifico a través del Río Huacapa y la cuenca del Balsas que es a través de un río subterráneo que termina en Zumpango y se una con el Río Balsas.
La microcuenca abarca cinco municipios, los principales son Chilpancingo, Mochitlán y Quechultenango, y otros dos secundarios que son Tixtla y Zumpango
Que abarca alrededor de 10 municipios de la entidad.
Hizo un llamado a las autoridades de esos municipios a tomar acciones para beneficiar el medio ambiente.
“En este tema tenemos que hacer a un lado las diferencias y división política, el ambiente no conoce de eso, y tenemos que unirnos para rescatar y restaurar la micro cuenca”, mencionó.
Agregó que las acciones de conservación del parque son para evitar lo que catalogó como una “Tragedia ambiental”.
Estas declaraciones las realizó durante una jornada de actividades en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente que organizó Memije Alarcón.
En la actividad se invitó a 43 escuelas de la región e instituciones para dar conferencias y talleres acerca de la importancia del cuidado del medio ambiente.
La jornada concluyó este lunes con una marcha de más de mil estudiantes de escuelas de preescolar, primaria y secundaria por las avenidas Guerrero, Benito Juárez e Ignacio Ramírez.
Con el grito de “queremos a la tierra”, los estudiantes concluyeron la marcha con un mitin en la plancha de la plaza Primer Congreso de Anáhuac de esta capital.
En plena temporada de incendios que se registran en Guerrero, brigadistas de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) iniciaron este miércoles un paro de labores porque sus patrullas están en malas condiciones mecánicas además no les han entregado uniformes y herramientas.
Se trata de 22 brigadistas de la región centro y Atoyac de Álvarez que se instalaron en plantón afuera de las oficinas de la Conafor que están en el interior de las instalaciones de la delegación de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
A unos metros donde está la protesta de los trabajadores permanecen las patrullas contra incendios forestales estacionadas.
“Desde enero de este año cuando empezaba la temporada de incendios se le enviaron oficios a la dirección general de la Conafor pidiéndole que se repararan las unidades pero no han dado ninguna respuesta”, afirmó Juan Manuel Cervantes, secretario de conflictos de la Sección 22 del Sindicato de Trabajadores de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).
Dijo que aquí en Guerrero a nivel local la directora de la Conafor no les resuelve nada y es por eso que solicitan que de manera directa resuelva sus peticiones la dirección general de esta dependencia federal.
Señaló que a este grupo de brigadistas de la Sección 22 les corresponde atacar los incendios forestales que se registren en la zona centro del municipio de Chilpancingo y en Atoyac de Álvarez, en la Costa Grande.
Sin embargo dijo que los incendios que sigan activos en estas dos zonas de Guerrero seguramente los está combatiendo otras brigadas, la del Ejército y Protección Civil del estado y de los municipios. En el pliego de demandas que plantearon los brigadistas es la entrega puntual de gasolina para las patrullas.
«El otra vez los compañeros brigadistas se quedaron varados en una patrulla a media carretera porque la unidad se quedó sin combustible y ellos tuvieron que poner de su bolsa para pagar la gasolina», dijo. Los brigadistas también piden herramientas, entre las cuáles machetes, rastrillos y radios GPS. El dirigente sindical denunció que varias trabajadoras de la Conafor Guerrero sufren violencia de género. Los brigadistas dijeron que van a seguir con su protesta en caso de que no les den una solución a sus peticiones. Según el dirigente sindical hasta este martes se tenía el registro de 18 incendios forestales activos en Guerrero.
Personal de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) no arregló un desperfecto en la compuerta de una presa de Guerrero quedándose sin agua y como consecuencia miles de peces han muerto.
Se trata de la presa Andrés Figueroa que está ubicada en la comunidad de Las Garzas, del municipio de Ajuchitlán del Progreso, en la región de la Tierra Caliente.
Los lugareños que en su mayoría son pescadores de esta zona se percataron de la baja de agua en la presa el pasado 10 de mayo cuando notaron que toneladas de peces estaban muertos cerca de la compuerta principal.
Elfego Jiménez Figueroa, presidente de la cooperativa Pescadores Unidos de las Garzas denunció que el personal de la CONAGUA nunca pudo manejar el desfogue del agua de la presa y dejaron que millones de litros de agua se salieran.
Contó que cuando los pescadores le pidieron una explicación al personal de la CONAGUA por la mortandad de peces recibieron como contestación que eso no les importaba y que les interesaba más drenar la presa.
Jiménez Figueroa dijo que nunca había pasado una situación como esta y lo peor es que al quedar sin agua la presa las familias de esa zona que viven de la venta del pescado y de su alimentación van a sufrir más.
Antonio Jaimes Terrones, presidente de la Cooperativa Pescadores Liberales Ajuchitlecos señaló que en lo que falló la CONAGUA fue en no sellar la compuerta de la presa lo que provocó la salida de agua y miles de peces que murieron fuera de su hábitat.
«Se perdieron millones de pesos por la irresponsabilidad de la CONAGUA porque todas las familias de la comunidad de Las Garzas tienen como principal actividad económica la pesca», señaló.
Según el dirigente de los pescadores la gente de esta localidad vende la mojarra a los nueve municipios de la Tierra Caliente.
Los dirigentes de las cooperativas pesqueras pidieron el apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador, a la gobernadora Evelyn Salgado y al alcalde de Ajuchitlán del Progreso Hugo Vega Hernández que ayuden a las familias para que no se queden sin sustento económico.
«Para poder recuperarse de esta tragedia que es un ecocidio se necesita que en las próximas semanas llueva para que de nueva cuenta se llene la presa y sembrar los alevines», afirmó.
Los dirigentes de las cooperativas denunciaron que tiene ocho años de que las autoridades no los apoyan para la siembra de alevines que es una actividad de suma importancia en acuicultura.
Dijeron que en caso de que de nueva cuenta se llene la presa de agua es necesario que la CONAGUA repare la compuerta para que no se vuelva a presentar el mismo problema de que se salga el agua.
Las mujeres son las principales afectadas por la falta de agua, pero también se han convertido en luchadoras para acceder a este derecho.
Texto: Samedi Aguirre / Animal Político
Fotografía: José Miguel Sánchez / Archivo
13 de mayo de 2022
Son las 5:00 de la mañana y Marisela se levanta para juntar y calentar el agua con la que Francisco, su hijo, se bañará antes de irse a trabajar. Ellos viven en el municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México, en donde la falta de agua en algunas colonias es una constante y su acceso al recurso es a través de pipas, que “hay que corretear”.
Al igual que muchas otras mujeres, Marisela es la responsable de cuidar que una de las pipas les dejen agua. Y como no se sabe a qué hora van a pasar, los martes y los jueves ella no sale de su casa y se asegura de quedarse frente a su portón el tiempo que sea necesario, para lograr que la pipa abra su manguera solo por un minuto. De no ser por Marisela, Francisco no se podría ni bañar.
“La escasez de agua, la contaminación y su mala gestión afecta a muchas comunidades en el mundo; pero históricamente son las mujeres las encargadas de los cuidados y servicios del hogar, así que la falta de agua afecta más a las mujeres”, explicó a Animal Político la doctora Helena López, académica del Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM, quien recalcó que la principal causa de esto es la división del trabajo por razón de género.
Es decir, socialmente se asignan tareas y responsabilidades diferentes para hombres y mujeres. Por ejemplo, a las mujeres se les asigna el rol de cuidadoras y encargadas de las labores del hogar, sin que por ello perciban un sueldo, y a los hombres el del trabajo remunerado fuera de casa.
Basta con ver las cifras de INMUJERES para saber que esto va más allá de un concepto, pues durante el primer trimestre de 2021, la tasa de participación en trabajo no remunerado, es decir, que realizan alguna labor sin recibir un sueldo, fue de 72.7 para hombres, pero de 95.38 para mujeres.
De acuerdo con el INEGI, en 2020 el valor económico de las labores domésticas y de cuidados reportó un monto de 6.4 billones de pesos, equivalente a 27.6% del PIB del país. Y fueron las mujeres quienes aportaron 2.7 veces más valor económico que los hombres por sus actividades de labores domésticas y de cuidados en el hogar.
Hablando específicamente de agua, un estudio realizado en Hidalgo que se encuentra disponible en la plataforma Scielo concluyó que “los problemas de escasez, falta de calidad y deficiente gestión ponen en riesgo el ejercicio del derecho humano al agua de las mujeres”.
Y esto implica sobrecargas de trabajo para abastecerse de otras fuentes y gastos adicionales para comprar agua. “Como responsables de todas las tareas domésticas, las mujeres son las primeras afectadas por esta situación”, destaca.
“Las desigualdades de género en el ámbito del agua son profundas y persisten en todos los niveles, con graves repercusiones en los esfuerzos internacionales para el logro del desarrollo sostenible”, recalca la Unesco.
Dicha institución describe que el género define los roles, las responsabilidades y las oportunidades de las personas en la sociedad y, muy a menudo, determina potencial, conocimientos, talentos y oportunidades que pueden alcanzar.
“El género también determina la relación que establecen las personas con el agua al moldear las necesidades, acceso, uso y beneficios de este recurso vital”, señala.
Mujeres que luchan por el agua
Nezahualcóyotl es una de las demarcaciones de la zona metropolitana del centro del país a la que el Sistema Cutzamala provee del 30% del agua que utiliza. Pero esa agua proviene de las presas Tuxpan y El Bosque, en el estado de Michoacán, y Colorines, Ixtapan del Oro, Villa Victoria, Valle de Bravo y Chilesdo en el Estado de México.
Es decir, el agua que usamos en la Ciudad de México y parte del área metropolitana se extrae de otros sitios. Esto sucede desde hace 40 años, debido a la sobreexplotación de las cuencas de los valles de México y Toluca-Ixtlahuaca.
Este es un ejemplo de extractivismo, que se entiende como esta situación en la que se explota la riqueza natural de un lugar, en este caso el agua, para exportarla a otro sitio sin ningún tipo de compensación para los habitantes de donde se saca el recurso, aunque eso implique reordenar los territorios.
Por ello, la investigadora señala que para resolver el problema del acceso al agua en particular, y del extractivismo en general, “lo más importante es cambiar la cultura patriarcal, colonial y racista”.
Mi cepillo de dientes, mi pantaloneta licrada, mis tenis para correr, la carcasa del celular, el cesto de la ropa sucia, la cafetera, los fertilizantes de los alimentos que consumo, el labial rojo de mi novia… todo contiene algún derivado del petróleo. Nuestra vida gira alrededor del petróleo, industria que cada minuto de cada día recibe 11 millones de dólares
Texto: Fabián Martínez G. / Bocado / Pie de página
Fotos: Bocado, Pexels
2 de mayo del 2022
Son las diez y cuarenta y cinco de la noche. Silencio mi celular, le doy vuelta al teléfono sobre la mesita de madera, apago la lámpara y me quedo dormido acariciándole la panza a mi perro. Sueño que camino por la playa. El mar apesta a petróleo. Sobre la arena veo cadáveres de pelícanos, garzas, gaviotas, halcones, tortugas y peces. El mar oscuro los escupe sobre la tierra muerta. Miro mis manos y están aceitosas y negras hasta las uñas. Me paso las manos por la cabeza y descubro que chorreo crudo por mi mandíbula. La boca me sabe a gasolina. Alguien a mi lado arroja una colilla encendida sobre la piel del agua. El océano se convierte en un huracán de fuego que devora al mundo.
Me despierto antes de las seis de la mañana. Repaso las noticias sobre el reciente derrame de crudo en el Perú. Once mil barriles vertidos en el litoral de la provincia del Callao. Catástrofe ambiental para el ecosistema marino, innumerables peces y aves muertas; tragedia económica y humana para los pescadores artesanales de Bahía Blanca en el distrito de Ventanilla. La responsable: la multinacional energética petroquímica española, Repsol. Empresa que ocupó el puesto No. 46 entre las 100 empresas encargadas de contaminar con al menos el 70% de las emisiones industriales de gases invernadero entre los años 1988 y 2015, según el estudio Carbon Major Report, publicado en 2017. El puesto número 46 en ese top 100 de empresas multimillonarias responsables del cambio climático durante casi 30 años.
Voy al baño y me lavo los dientes con el cepillo que tiene cerdas planas, es suave con mis encías y es capaz de remover la inmundicia más enquistada entre los dientes. Me pongo una pantaloneta para trotar, escojo la que tiene el interior licrado para mayor comodidad de mis pelotas. Salgo de la casa y corro cinco kilómetros. Los hago en 32 minutos. Hace rato no soy capaz de hacerlos en menos de media hora. Estoy hecho una morsa. Le echo la culpa a los automóviles que pasan y expulsan sus gases que respiro en mi ruta. Malditos combustibles de mierda, digo. Tanta toxicidad no permite que yo tenga un mejor performance. Observo el cielo gris cargado de smog y de gases de efecto invernadero. Alguien a mi lado tose con escándalo. Escucho las bocinas de los autos atrapados en un trancón cercano.
Regreso a casa. Tomo agua del purificador que tengo en la cocina. Miro en mi celular las noticias y me entero de que el fondo del mar de Ventanilla aún está repleto de petróleo. La tragedia se agrava. El mundo ahogándose en petróleo y seguimos como si nada. Claro, las ganancias de este negocio son multimillonarias y aseguran un confort artificial en detrimento de todos los seres vivos que vivimos en este planeta. La riqueza y el confort por encima de todo. Solo en el año 2020, según el Fondo Monetario Internacional, la industria de los combustibles fósiles recibió alrededor de 6 billones de dólares. Eso significa que cada minuto de cada día de cada semana esta industria recibió 11 millones de dólares (también durante cada minuto en los que dormíamos y soñábamos con el fin del mundo).
Foto: Pexels
Me saco las zapatillas del running hechas con tejido de nailon y taloneras de plástico, arrojo la pantaloneta licrada en el cesto plástico de la ropa sucia, pongo un CD de Juan Gabriel en el reproductor de audio que tengo emplazado en el baño. Bailo y canto en la ducha. Estoy frente al abarrotado Palacio de Bellas Artes con un traje de lentejuelas doradas. Termino mi presentación. Descorro la cortina transparente de polipropileno. Mi perro me recibe batiendo su cola con frenesí. Lo consiento. Acaricio su barrriga. Me pongo desodorante rico en cyclomethicone y fragancia de pinos sintéticos. Me visto con camiseta de algodón y una chaqueta de cuerina, hace frío y quiero protegerme del helaje bogotano. Me calzo unas botas con agujetas sintéticas. Pongo a hacer café en la cafetera de vidrio y base plástica. Me preparo para la entrevista del día. Repaso las preguntas que voy a hacer. Le sirvo una buena porción de concentrado a Maxi, mi perrito dorado. Desayuna con fruición. Se ve feliz mientras come.
Inicio la sesión de Zoom programada con el Ingeniero de Petróleos, Fernando Torres. Me cuenta sobre la historia del petróleo, sobre los grados API que sirven para medir la calidad del crudo en relación a su gravedad específica y densidad. Cuantos más grados API tenga será de mayor calidad, y sus productos serán más refinados y costosos. El ingeniero Torres me cuenta acerca de las las condiciones geológicas -temperatura y presión- y de depositación de material orgánico en algunas áreas. Esta mezcla de factores hacen que el mejor petróleo se dé en ciertos territorios como Kuwait, Irak, Arabia Saudita o Venezuela. Le planteo lo del derrame en el Perú, lo de lo tóxicos que son los gases provenientes de los combustibles, lo de las millonarias ganancias que recibe la industria, lo de la indolencia generalizada con el medio ambiente y el bienestar humano y animal. Él me escucha con atención y me explica que de un barril de petróleo, sólo alrededor del 56% se emplea para hacer gasolina y diesel, es decir sólo el 56% va a parar como generador de energía de autos, aviones y demás máquinas transportadoras. Me dice que el restante, el 44% (casi la mitad) se utiliza en la industria petroquímica y los derivados del petróleo.
El ingeniero Torres me pide que le cuente mi día. Son las nueve y media de la mañana. No hay mucho que contar, es muy temprano todavía. Insiste. Le cuento lo que he hecho. Él me explica que mi cepillo de dientes, por ejemplo, al igual que mi pantaloneta licrada, mis tenis para correr, la carcasa de mi teléfono celular, el cesto de la ropa sucia, la cafetera que mantiene el café caliente, el CD con el que canto y bailo Juan Gabriel, la cortina de la ducha y el desodorante que previene el mal olor de mis sobacos están hechos o contienen algún derivado del petróleo. Y continúa, señalando lo que llevo puesto: la chaqueta de cuerina, las botas con sus agujetas sintéticas y el chicle que masco frente a la pantalla del computador también. Sacudo la cabeza con incredulidad.
“Incluso la comida que le pusiste a tu perro tiene glicerol y propilenglicol, dos sustancias derivadas del petróleo que aseguran que eso que le gusta tanto a tu perrito se mantenga fresco y con buen grado de humedad”, me dice el ingeniero, quien continúa con el rosario de productos provenientes del mar negro de mis pesadillas nocturnas. Los colorantes como la tartracina, conocida como E102 o Yellow 5, está presente en los snacks amarillos como los doritos o los cheetos. La tartracina puede producir hiperactividad infantil. El Red 3 o erythrosina se utiliza para agregarle color a las gomitas azucaradas rojas y puede estar asociado al cáncer de tiroides, al igual que el Red 40 que se le echa a algunas papas Pringles y a los chocolates M&M. La cera de parafina, derivada del petróleo, la tienen algunos chocolates y chocolatinas, y el aceite de soja hidrogenado con TBHQ está presente en los nuggets de pollo, galletas de soda y algunas pizzas precocinadas.
Le digo al ingeniero Torres que todo eso que mencionó es comida chatarra y afortunadamente no la consumo. Que es muy importante el etiquetado frontal en todas las cajas y paquetes para saber qué estamos comiendo. Que es impresionante la cantidad de basura que comemos desde niños. Que yo comía doritos y cheetos como si no hubiera mañana. Que fui adicto a esa comida de paquete por años, pero que afortunadamente ya no la como más. Que yo solo consumo productos comprados en la plaza de mercado, provenientes del campo. Tomates chonto, cherry y uvalina; zanahorias chantenay, danvers o nantes; cebollas moradas, largas u ocañeras; plátanos maduros y verdes, papas sabanera y pastusa, habichuelas, pimentones, fresas, feijoas, mandarinas, duraznos, ciruelas y un largo etcétera de origen natural.
El ingeniero sonríe y me explica que la industria del agro de donde provienen la mayoría de los productos de la plaza emplea fertilizantes y pesticidas derivados de petroquímicos. Y eso si solo se habla de las técnicas de cultivo y siembra, porque si se tienen en cuenta los motores de las máquinas cosechadoras, los motores de los tractores y de los camiones que sacan el producto del campo a las plazas de mercado (solo en el mercado local, sin tener en cuenta las importaciones y exportaciones en este mundo globalizado) el petróleo empapa toda la cadena productiva y de consumo que va desde la siembra de semillas del tomate, por ejemplo, su cultivo y cosecha, hasta que llegan a la mesa aderezados con limón, sal y aceite de oliva, en una jugosa y nutritiva ensalada.
El ingeniero se despide y me desea suerte. Cierro la sesión y apago mi portátil. Me percato de que mi laptop, sus teclas con las que escribo este texto, sus esquinas y marcos negros están hechos de algún derivado plástico, es decir, de petróleo. Tomo agua del purificador de tecnología coreana y noto que el envase, así como la tapa y otras piezas son derivadas del petróleo. Tomo una manzana roja del frutero, la muerdo y pienso que es así de sabrosa debido a las sustancias petroquímicas que la fortalecieron y mantuvieron a salvo de las plagas. ¿Qué estoy comiendo?, me pregunto.
Mi perro me mira de reojo y me exige paseo por el parque. Salimos a la calle. Está lloviznando y le pongo un impermeable plástico que proviene del petróleo. Me cubro con un paraguas cuya tela elástica deriva del petróleo. Caminamos bajo los árboles urapanes y los eucaliptos color lavanda. El canto de los pájaros es engullido por el sonido de las ambulancias. El cielo sigue cargado de gases de efecto invernadero. La luz es gris. El perro corre alrededor mío. Le arrojo la pelota azul derivada de algún componente petroquímico. Corre, atrapa la pelota, a veces en el aire, a veces arrastrada sobre el césped. Me la trae. Se la vuelvo a arrojar. Así pasan cuarenta minutos en los que la industria de los combustibles fósiles ha ganado 440 millones de dólares. Yo mismo he contribuido con la compra de la pelota con la que juego con mi perro. Con el impermeable, la sombrilla, mi chaqueta, mis botas y cientos de cosas más que no logro enumerar.
Regreso a casa arrastrando mis botas. Paso por una farmacia para comprar condones. Si bien el látex es una sustancia que se extrae del árbol de caucho, también puede ser obtenido sintéticamente de la polimerización de derivados del petróleo. En ninguna de las cajas de las marcas disponibles se encuentra la aclaración del origen del látex. Compro los que suelo comprar. Espero que no deriven del petróleo. Dios Santo. Qué pensará mi novia cuando le cuente todo esto. Llego a casa. Preparo el equipaje. Hemos planeado pasar unos días en la montaña. Mi novia, mi perro y yo.
Empaco algunas cosas para hacer un par de cenas, desayunos y almuerzos. Verduras, huevos, chocolates, espaguetis, aceite, frutas, nueces, latas de atún. Todo lo acomodo en el baúl del carro que utiliza gasolina para que funcione el motor. Me demoro cuarenta y cinco minutos en llegar a su apartamento que queda a veinte calles del mío. El tráfico de Bogotá está imposible. Lleva años siendo imposible. Ahora es peor. Con la pandemia mucha gente, temerosa del contagio en el transporte público, compró carro. Más gasolina. Más combustión. Más contaminación. Más demanda para la industria del petróleo.
Recojo a mi novia. Tiene el pelo suelo y los labios pintados de rojo. Está radiante. Siento alivio al salir de la ciudad y su imperio de combustibles fósiles. Alexa sonríe, canta alguna canción del CD de George Harrison que acaba de poner. Se ve hermosa con el viento alborotándole el pelo. Con los potreros verdes pasándole detrás de la cabeza. Me siento mejor. En la frescura del campo encontraré algo de paz. En los deliciosos labios rojos de mi novia. En esos labios pintados con aceites minerales e hidrocarburos saturados derivados del petróleo.
*Este reportaje fue producido por la red de periodismo latinoamericano Bocado.lat
Este trabajo fue elaborado por el equipo de Pie de Página y lo reproducimos como parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie.
Se necesitan de 500 a 600 litros por segundo para que el tandeo de agua sea por lo menos una vez a la semana, pero las fuentes de captación en buenas temporadas solo logran recolectar 350
Texto: José Miguel Sánchez
Fotografía: Amílcar Juárez
22 de marzo de 2022
Chilpancingo
La activista por el medio ambiente, Ángela Memije Alarcón, denunció que cinco de las seis plantas tratadoras de aguas residuales que se ubican en la micro cuenca del Río Huacapa – Río Azul siguen sin funcionar, y la de Chilpancingo, que es la única en activo, no está operando al cien por ciento.
Explicó que esta micro cuenca comienza en la comunidad Omiltemi, en la Sierra de Chilpancingo, y termina en Quechultenango, donde el Río Azul se convierte en Río Omitlán para juntarse con en el Papagayo y finalmente desembocar en las aguas del Océano Pacífico, en Acapulco.
Para sanear el recorrido que hace el agua existen seis plantas tratadoras para la micro cuenca, las cuales se ubican en Jaleaca, Amojileca, Chilpancingo, Tepechicotlán, Cozcamila y Quechultenango, de las cuales la única que funciona es la de Chilpancingo, dijo Memije Alarcón.
Agregó que el proyecto de las seis plantas tratadoras era sanear toda el agua de la cuenca desde río arriba con el objetivo de llegar al río Omitlán lo menos contaminada y que en el proceso el agua tratada fuera de ayuda para los agricultores de la zona.
“Tenemos seis plantas de tratamiento, ya existe la infraestructua, lo que le pedimos a las autoridades es que se rehabiliten para lograr sanear el agua”, comentó.
A pesar que la planta tratadora de Chilpancingo es la única en funcionamiento, no está trabajando el cien por ciento debido a la descompostura de algunos equipos necesarios para sanear el agua.
Memije Alarcón explicó que eso es una problemática que se debe abordar con todos los niveles de gobierno e hizo un llamado a las autoridades municipales, estatales y federales para, en conjunto, resolver la problemática del agua.
“Se deben gestionar tarifas especiales para que los organismos operadores de agua como Capach no paguen tanto por el servicio de luz, los costos elevados hacen que se bombee menos agua y que las plantas tratadoras no funcionen”, dijo.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) aseguran que en México hay 44 millones de personas que no tienen acceso diario al agua, y ocho millones no cuentan con tuberías que les provean este servicio a sus hogares.
Chilpancingo vive estrés hídrico
De acuerdo con datos de Capach a Chilpancingo ingresan 250 litros de agua por segundo, lo que es insuficiente para abastecer a toda la ciudad.
Se necesitan de 500 a 600 litros por segundo para que el tandeo de agua sea por lo menos una vez a la semana, pero las fuentes de captación en buenas temporadas solo logran recolectar 350.
La falta de agua en Chilpancingo genera un fenómeno llamado estrés hídrico, y de acuerdo con Memije Alarcón eso es el causante de las protestas y bloqueos de los colonos de Chilpancingo porque la demanda de agua es más alta que la cantidad disponible.
“Nos dan agua cada 20 días o tres meses y tenemos que bañarnos, lavarnos las manos, lavar nuestra ropa, pero ¿cómo vamos hacer todo eso si no hay agua? eso al ama de casa, al estudiante, al padre de familia le causa estrés, porque no sabe cómo le va hacer”, dijo.
Datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) indican que para el año 2025, mil 900 millones de personas vivirán en países o regiones que enfrentan una escasez absoluta de agua, y dos tercios de la población mundial en una situación de estrés hídrico.
La ambientalista que este martes participò en un acto oficial por el Día Mundial del Agua y que se desarrolló en la plaza central de Chilpancingo, planteó que para solucionar el tema del agua es necesario realizar acciones conjuntas entre la autoridades y sociedad.
Es decir, detalló, que haya propuestas que sean apoyadas económicamente desde los tres niveles de gobierno.
México se encuentra en la lista de países latinoamericanos más peligrosos para ser defensoras o defensores del medio ambiente con 83 asesinatos; los años con mayores crímenes fueron 2015 y 2016, esto debido a las consecuencias que generó la Reforma Energética, aprobada en 2013.
Quienes fueron víctimas de la violencia se oponían a la sobre explotación de los recursos naturales, el despojo del territorio de comunidades indígenas y la generación de conflictos socio-ambientales que eran ignoradas por el Estado.
El activismo es la acción que se realiza con el fin de efectuar un cambio de índole social o político, la Real Academia de la Lengua Española, la define como: “la dedicación intensa a una determinada línea de acción en la vida pública”.
La politóloga, socióloga y comunicadora social, Paola Sotomayor, señala que:
“El activismo son todas las acciones que están siguiendo una serie de pasos sistemáticos para poder apoyar a un grupo vulnerado o un grupo marginalIZADO, generando estrategias para poder visibilizar la violencia o abolirla”.
Por lo tanto, un activista medioambiental es aquel que ve a la naturaleza como un ser vivo, razón por la busca implementar acciones para el cuidado y concientización con el fin de visibilizar el daño causado por los seres humanos; por tanto, busca proteger a la biodiversidad de los megaproyectos extractivistas que pretenden acabar con la misma.
Sin embargo, los activistas ambientales son los más perseguidos, amenazados y violentados, esto debido a intereses económicos y políticos que pretenden generar un avance o mejora a costa de la destrucción de áreas naturales que están, en su mayoría, en territorio de comunidades indígenas; en consecuencia, este grupo social ha sido despojado de sus tierras: “los indígenas son un grupo muy vulnerable y muy marginado por la sociedad mexicana y el gobierno, hay muy pocas organizaciones que los protegen y no tiene el mismo acceso a los derechos humanos como cualquier otra persona”, comenta la activista Arlene Bernardo Valle, coordinadora de Fridays For Future Guadalajara.
En 2018, se estima que 11 de los 14 asesinatos de defensores del medio ambiento en México eran activistas indígenas. En Oaxaca, Puebla y Michoacán, el 100% de los agredidos fueron personas de pueblos originarios.
Paola Sotomayor comenta que estas problemáticas que enfrentan las comunidades indígenas tienen que ver con los privilegios con los que se nace, esto hace que los grupos que si nacen con estos privilegios violenten y vulneren a los que no:
“Los privilegios son adquiridos por algo que es circunstancial ningún privilegio es algo que te ganas, los privilegios existen por el entorno en el que naces y tu contexto, por el hecho de haber nacido en un lugar y pertenecer a una etnia ya estas vulnerado y vas a ser violentado de muchas maneras, no vas a tener la oportunidad de comunicarte adecuadamente con el resto del país, porque no vas a ser tomado en cuenta como una persona con la misma seriedad”.
Además, agregó:
“vivimos en un país altamente racista en donde se ejerce la violencia no solamente a las personas indígenas sino a cualquier persona que no sea considerada aria de acuerdo con los estándares que nos dice la publicidad”.
Todo lo anterior es un detonante y está ligado en cuanto a la violencia que se ejerce en contra de las comunidades indígenas que intentan proteger sus territorios.
Es alarmante que América Latina tenga el título de la región más peligrosa del mundo para los defensores de la tierra y el medio ambiente, pues los siete países más peligrosos para ser medioambientalista,seis se encuentran en Latinoamérica. Más de la mitad de los asesinatos están relacionados con comunidades afectadas por la minería, seguido por la actividad forestal (tala clandestina), los proyectos sobre agua y presas.
Estos asesinatos ocurren en países de hostilidad generalizada hacia el activismo; Colombia encabeza la lista negra, seguido por Brasil, México, Honduras, Guatemala y Venezuela. La falta de justicia, la corrupción y la debilidad estatal vulneran a los ambientalistas.
En 2018, México figuró como el sexto país donde más ambientalistas son asesinados, según Global Witness. Estos asesinatos estuvieron asociados con el crimen organizado y autoridades.
El narcotráfico juega un papel muy importante en la violencia ejercida contra los activistas, Alma Delia Méndez de Jesús, bióloga egresada de la UNAM menciona que:
“el narcotráfico no es solo una cuestión de drogas, también es una cuestión de recursos forestales, un ejemplo muy claro es Michoacán han muerto o han sido amedrentados varios activistas ambientales, porque ellos quieren resguardar sus tierras pero el narcotráfico ha desplazado a muchas comunidades de su territorio para hacer plantíos de aguacate”.
El gobierno mexicano se comprometió a proteger a los defensores ambientalistas mediante la firma del acuerdo Escazú, impulsado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), se trata del “primer tratado internacional del mundo que reconoce a las personas defensoras de derechos humanos y genera obligaciones especificas a los países firmantes para proteger a quienes enfrentan riesgos por luchar por la preservación del medio ambiente”.
La firma de este acuerdo fue un paso muy importante para la protección de los ambientalistas y defensores de los derechos humanos; sin embargo, falta más para poder garantizar protección:
“el acuerdo ya está ratificado en 11 países en América Latina, sirve para poder hablar de la problemática sirve para poder tejer redes entre activistas medioambientales, activistas por los derechos de los animales y derechos humanos, pero de cualquier manera es insuficiente, sirve para que pueda ser una herramienta para monitorear las operaciones que suceden en estos países y tratar de tener un apoyo internacional, pero se requieren muchas herramientas más”, comentó Paola Sotomayor.
A pesar de que el acuerdo ya está ratificado, los mecanismos de seguridad existentes son deficientes, así que las amenazas, secuestros y asesinatos ocurridos en México contra defensoras y defensores esta rebasado, por lo general, quedan impunes:
“las denuncias no son un método muy funcional de protección a las personas que son ambientalistas, no hay algún interés muy marcado por parte del gobierno de dar la protección, principalmente a las áreas naturales, en las zonas del sur, son zonas que siempre se han dedicado a defender la selva con estos proyectos que son invasores está claro que este gobierno no tiene ningún interés primero en proteger las áreas ni en las personas que están en la causa”, mencionó Arlene coordinadora de Fridays for future.
Entre las principales causas de contaminación ambiental y cambio climático se encuentra la industria ganadera, dentro de esta misma hay intereses muy marcados por parte del gobierno y empresas, es por eso que muchos ambientalistas se han dedicado a la protección de los animales y la promoción de la reducción del consumo de carne para lograr generar un impacto; sin embargo, estos activistas en pro de los derechos de los animales son fuertemente violentados.
Ana Carranza, activista miembro de la asociación “Animal Save Movement”, relata que el hecho de ser mujer y ser activista la ha hecho sentir más expuesta a sufrir violencia e incluso acosos, comenta que no se siente segura ejerciendo su activismo, es por ello que junto con compañeros activistas tratan de crear redes para protegerse.
Expresa que compañeros cercanos a ella han recibido amenazas graves que atentan en contra de su seguridad, incluso relata que: “al momento que tenemos protestas afuera de la plaza de toros, las personas que asisten son muy violentas, llegan a gritarte en cara, a amenazarte, me ha tocado ver muchas detenciones arbitrarias durante las protestas”.
En México te matan por ser activista, te matan por ser defensor de la tierra y la biodiversidad, como sociedad tenemos la responsabilidad de contribuir desde nuestra trinchera, no podemos ser indiferentes ante estos hechos o la muerte de todos aquellos defensores habrá sido en vano. Debemos exigir al gobierno que se garantice la seguridad y protección, la libertad de expresión no solo debe estar plasmada en nuestra constitución sino ser ejecutada y todo acto que atente contra ella ser castigado debidamente.
Este texto fue elaborado por el equipo de Zona Docs y lo reproducimos como parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie.