Su nombre es Rafael y su obsesión es la limpieza. Se trata de un adulto mayor que vive en la calle Barranca del Coro, en la colonia Obrera, en Chilpancingo.
Asumió el hábito de barrer su calle todos los días, desde muy temprano hasta las seis de la tarde, aproximadamente.
No permite que la calle donde vive esté sucia, si ve una basura de inmediato la barre o, en otras ocasiones, él mismo regresa la basura y hace ese procedimiento varias veces durante el día.
De acuerdo con los testimonios de los vecinos, Rafael padece demencia.
Algunas veces platica bien, pero en otras ocasiones, a pesar de no ser grosero con la gente, dice cosas incoherentes o suele confundir a las personas por otras.
Lleva varios años con esa enfermedad.
Algunos días barre una gran parte de la calle y, en otras, solo una pequeña área.
Rafael vive con su esposa, quien muchas veces lo acompaña mientras barre, como su guardiana, otras, ella se pone a barrer con él. Su esposa está bien de sus facultades mentales, pero también es una adulta mayor, quien vive pendiente de su esposo.
En el domicilio también vivien sus hijos, nueras y nietos, pero éstos no suelen salir a acompañarlo.
Los vecinos cuentan que por seguridad de Rafael, algunas ocasiones sus familiares cierran la puerta para que no salga a barrer la calle.
Rafael fue una de las primeras personas que llegaron a poblar la calle Cerrada del Coro. Vive en el número 6C, donde los vecinos recuerdan que había un árbol enorme de amate.
Es una persona pensionada, debido a que trabajó en la Secretaría de Agricultura y Ganadería.
Hace muchos años, Rafael vivía en el campo, parece que fue una etapa feliz en su vida, porque cree todo el tiempo que está en el campo. Cuando habla es de temas relacionados con la vida en el campo. Se imagina que la basura que junta a diario es para usarla como abono para sus cultivos.
Después de pasar cerca de dos días con sus muertos, a las cinco de la tarde del 3 de noviembre, es hora de ir a dejarlos al panteón de nuevo.
En un arroyo, a la entrada del panteón, ocurre la despedida.
A las cinco de la tarde, las familias salen de sus casas para congregarse afuera de la iglesia.
Para cada muerto de la familia preparan un tanate con comida para que éste la lleve consigo.
Con el paso del tiempo, la tradición se ha modificado un poco, pero mantiene la esencia.
En Ocotequila, una comunidad nahua del municipio de Copanatoyac, a las cinco de la mañana del 3 de noviembre, es hora del chocolate y pan con los muertos.
Los tanates, una especie de morrales circulares hechos de palma, los sustituyeron por morrales de plástico. Cada tanates cuesta alrededor de 80 pesos y los morrales alrededor de 20. Los tanates ahora son caros porque la mayoría de la gente que los tejía ya murió y porque la palma ya no abunda.
Los habitantes de Ocotequila dejan a sus muertos en una procesión colectiva.
En otros pueblos nahuas esto pasó a ser una acción individual, cada familia, de acuerdo con sus tiempos, lleva de regreso a sus muertos.
En Ocotequila se convoca a todos a reunirse a las cinco en punto. Las familias salen de sus casas de forma apresurada, porque a algunas se les hace tarde con los tamales que llevarán sus muertos a su regreso.
Una habitante de Copanatoyac apegada a la tradición lleva la comida para sus muertos en tanates que por la escasez ahora son un artículo muy caro.
Los días 2 y 3 de noviembre que conviven vivos y muertos. Los habitantes vivos y los muertos van y vienen del panteón a la casa familiar para compartir alimentos y convivir.
A las seis de la tarde del 2 de noviembre, llevan alimentos para cenar en el panteón. Después de un tiempo, la gente retorna a sus hogares.
A las cinco de la mañana del 3 de noviembre regresan al panteón para tomar chocolate con los muertos. Con el paso del tiempo esto pasó a ser simbólico. Ya no llevan el chocolate humeante a las tumbas. Sólo unas barras de cacao hechas en casa que colocan en canastas para que los muertos degusten.
Regresan a sus casas, se supone que los vivos y los muertos, después les dan de almorzar los tamales del día anterior recalentados. Los vivos también los comen así.
Para la despedida, hacen de nueva cuenta tamales. Ahora son de masa y de frijol, o nejos, solo de masa con ceniza. Algunas familias, las de mayor posibilidad, agregan mole. La mayoría hacen el bastimento para los muertos solo con tamales.
Esos tanates de palma los han sustituido por morrales de plástico.
Así inician la procesión para llevar de regreso a los muertos al panteón.
Aquí se despiden de sus muertos. Depositan las flores que durante estos dos días animaron el reencuentro.
Cada año, feligreses católicos de Tlapa participan en la elaboración de tapetes monumentales hechos con aserrín de colores en honor al Señor del Nicho.
Después, los tapetes en los que se llevó muchas horas de elaboración, sirven de alfombra para la procesión en honor al santo.
La procesión sale de la Catedral, ubicada en la calle Fonseca y avanza por varias calles del centro tapizadas de estos tapetes coloridos y retorna al lugar donde inició.
Julio Moranchel es arquitecto de profesión, actividad que hizo a un lado para dedicarse a su verdadera pasión: la moda.
En 2010, Moranchel creó su propia marca llamada como su apellido
Esta semana Moranchel presentó su colección Lolita en el Fhasion Week (semana de la moda) en París, uno de las acontecimientos más importantes de la moda a nivel internacional.
La colección de Moranchel consiste en algunas prendas estilizadas de los bordados y telares de Xochistlahuaca y Tlacoachistlahuaca, en la región de laCosta Chica.
Faldas, vestidos, enterizos, blusas y pantalones con bordados similares a los hupiles de Xochistlahuaca, forman parte de la colección que Moranchel presentó el miércoles en París.
Los colores vivos de los telares, las flores y diseños sobresalieron en la colección.
Las modelos lucieron las creaciones de Moranchel en una pasarela, observadas por personas de diferentes partes del mundo.
Al final de la presentación de la colección, apareció Moranchel con una camisa realizada también con telares representativos del estado.
Moranchel se convirtió en el primer Chilpancingueño en participar en este suceso.
Por su participación en el Fashion Week, muchas personas mostraron su apoyo a Moranchel a través de redes sociales y lo felicitaron.
A las felicitaciones se unió la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, quien a través de su cuenta de Faceebook envió sus felicitaciones y buenos deseos al diseñador.
Moranchel es uno de los diseñadores encargados de vestir a Salgado Pineda, fue quien realizó su traje de toma de protesta como gobernadora y quien diseñó los vestidos con los que la mandataria dio los gritos del 15 de septiembre, en 2022 y 2023.
Julio es un diseñador de alta costura, reliza vestidos para novias, quinceañeas y cualquier ocasión especial.
En los últimos dos años agregó este concepto de mezclar la alta costura con lo tradicional.
Sus creaciones también las portan reinas de belleza nacionales. Además de Salgado Pineda, la ex Miss Universo 1991 y primer Miss Universo mexicana, Lupita Jones Garay, ha lucido prendas de Julio.
Esta tarde, el Congreso local otorgará Post Morten a la guerrerense Benita Galeana Lacunza la presea Sentimientos de la Nación. Con base en el libro Benita, escrito por ella misma, aunque una gran parte de su vida fue analfabeta, se cuenta cómo fue la vida de esta mujer, principalmente su experiencia en las filas comunistas
Texto: Marlén Castro
Foto: almomento.mx
13 de septiembre 2023
Chilpancingo
—¿Quiénes son esos que están haciendo escándalo? Preguntó Benita Galeana a un grupo de soldados a quienes conocía como compañeros de trabajo en el Cuartel Mesones, en la Ciudad de México. Aunque no lo específica en sus memorias, probablemente era el año 1928.
—Son unos comunistas que acaban de caer.
—Pobres muchachos, ¿por qué serán comunistas?
—Son unos tontos, porque el gobierno de Calles no los dejará vivos. Dicen que los van a matar a todos.
—¡Pobres! ¿Qué pudiéramos hacer por ellos?
—Nada, si los tienen incomunicados.
—No le hace; hay que hacer algo. ¡Tenemos que salvarlos!
—¿Pero cómo?
—Ustedes deben ir a los periódicos a avisar que aquí hay comunistas presos.
—Bueno, si usted quiere lo haremos.
—Pronto, vayan a la prensa, digan que en esta prisión hay comunistas.
Benita Galeana trabajaba en ese cuartel, al separarse de su marido Manuel Rodríguez, por quien inició su militancia en el Partido Comunista Mexicano. Obvio, no les dice que ella misma es comunista y así se salvó ella y a los presos.
“Los soldados se fueron. Yo no podía comunicarme con los compañeros. Sabía que si los veía, me cogían presa a mí también. Un soldado fue a los periódicos e informó. Por la tarde, los diarios decían que estaban presos como cien comunistas por querer matar al Primer Magistrado. Eso no era cierto, sino que habían caído por luchar contra el Servicio Militar Obligatorio que se quería implantar entonces. Esa misma tarde sacaron a los comunistas”.
Después de este episodio Benita Galeana regresa con su marido, a través de quien conoce a José Revueltas y a Diego Rivera, además de otros militantes comunistas famosos.
Aquí un episodio con Revueltas, precisamente después de que varios comunistas son encarcelados en el Cuartel Mesones.
—Ahora sólo falta ir con los trabajadores de las fábricas y hacer mítines y protestar por la detención de ellos. Vete a ver a José Revueltas para que se pongan de acuerdo y ver cómo le hacen para salvar a esos compañeros, instruyeron en el Partido Comunista a Benita Galeana.
“Salí a buscar a Revueltas. La policía tenía ya órdenes de cogerme otra vez. En eso me encuentro a Revueltas.
Me dice: —Mana, te ando buscando para que hagamos un mitin por los presos. —Pues a eso vengo yo también.
Estábamos en la calle de San Juan de Letrán. En ese momento llega un agente y nos dice: “¡Quedan detenidos!”. Vimos que un compañero se acercaba con propaganda. Entonces yo pegué un grito: “¡Viva el Partido Comunista!”, en señal de que estábamos presos».
Una de las visitas frecuentes en la casa de Benita Galeana era Diego Rivera. Aquí el episodio de cuando lo conoció.
“Un día se me presenta con Diego Rivera en mi casa, por Dr. Lavista. Como yo no conocía a semejante elefante, y tan feo, hasta me dio miedo de pronto. Me dice Manuel: —Es el pintor de quien tanto te he hablado. —Mucho gusto, señor, siéntese. Yo no sabía bien todavía las cosas políticas. Empezaron a hablar del famoso Trotski».
Sus memorias
Benita Galeana escribe sus memorias probablemente a partir de 1939, con la ayuda del periodista Mario Gill, quien escribía en El Machete, el órgano informativo del Partido Comunista. Gill es su pareja hasta 1973, cuando este muere.
Sus memorias arrancan cuando ella tiene seis años, que es el recuerdo más lejano que tiene de su propia vida.
«Las primeras palabras que recuerdo son éstas: —Pero, mujer, ¡si está muy chiquita! —¡Qué chiquita, si ya está bastante grande! ¡Ya tiene seis años! ¡Ya está buena para que ayude a trabajar… y por eso la chingo, para que aprenda!».
Esta escena es entre su hermana Camila, la mayor de todas, quien la cuida al morir la madre y porque el padre se tira al vicio.
Esta parte de la vida de Benita Galeana es bastante triste. Su hermana le pega por todo, aunque se encarga a tan corta edad de muchos de los quehaceres de su casa, encima soporta a su cuñado, a quien le corta dos dedos una noche que quiso abusar sexualmente de ella, cuando sólo tenía ocho años.
Estos son los recuerdos de Benita Galeana de ese momento.
“Estaba muy oscuro. Me levanté sin hacer ruido y fui adonde guardaba los fierros que yo usaba cuando mataba puercos. Cogí un cuchillo y me volví a la cama. Al poco rato volvió la mano a andar tentando. Se la cogí rápidamente y con el cuchillo le di una cortada. Nomás oí un pujido, pero no dijo nada. Dejó un reguero de sangre.
Pedro dejó de venir diez días a la casa. Cuando volvió traía la mano vendada. Le había cortado dos dedos de la cuchillada”.
La vida de esta mujer indómita está llena de aventuras y de desventuras. Creció en un entorno desfavorable y arriesgado para una niña.
“Cerca de la casa donde vivíamos, había un estero. El estero estaba lleno de lagartos. Como estos no tenían que comer, se salían a buscar comida. Seguido se llevaban los animales. Había uno, muy grandote, que le decíamos “El Panteón”, porque se bajaba hasta una vaca. Ya se había bajado a varias. Nosotros nos habíamos familiarizado con los lagartos y ya no les teníamos miedo. Sabíamos cómo defendernos de ellos.
Nunca dejábamos que se nos pusieran de lado. Para luchar con ellos, había que llegarles por delante, porque así no atacan. Luego, les brincábamos al lomo y los cogíamos de las dos patas delanteras y los volteábamos boca arriba. Enseguida, les metíamos una estaca en el hocico para que no mordieran”.
Benita Galeana vivió hasta los 14 años con su hermana Camila, en San Jerónimo de Juárez, donde nació en el año 1904 o 1907, no se sabe con certeza el año. Después, cuando ya no la aguantó más y porque quería casarla con un adulto mayor, se fue a vivir a Acapulco con su hermana Guadalupe, quien también la explotó.
Siempre quiso vivir en la capital del país; después de su estancia en Acapulco, en donde se junta a vivir con un escribiente de un juzgado y tiene una hija, todo lo que hace en la vida es buscar la forma de llegar a la Ciudad de México, cuando lo hace finalmente, conoce a Manuel Rodríguez, por quien se inicia en el Partido Comunista, en donde se convierte en activista por la libertad de presos políticos, por los derechos de los trabajadores y en la creación del Frente Único Pro-Derechos de la Mujer.
El monumento a Aurora Mesa Andraca, que la administración municipal pretendía colocar en la Plaza Cívica Primer Congreso de Anáhuac, el Cabildo de Chilpancingo lo revaloró y aprobó su instalación en el andador Emiliano Zapata, afuera del Museo José Juárez, espacio donde vivió la primer alcaldesa del país América Latina que pretenden homenajear.
Con siete votos a favor y dos abstenciones, el Cabildo de Chilpancingo, en sesión ordinaria, aprobó la tarde de ayer la instalación del monumento en el andador Zapata. Fue una propuesta de la regidora del PAN, Reynalda Pablo de la Cruz.
A favor del acuerdo votaron, además de la regidora que lo propuso, Lizeth Guadalupe Calvo Soberanis, Guadalupe Aguilar Alcocer, Inés Camarillo Balcázar, Neshme Natzalleth Azar Contreras, Jesús Salgado Carachure y Samir Daniel Avila Bonilla.
Se abstuvieron el regidor Juan Valenzo Villanueva y la regidora Carmen Yamileth Castillo Valenzo.
Así culmina una disputa entre los ediles y una discusión pública sobre el lugar donde colocar el monumento.
A mediados de agosto, por órdenes de la alcaldesa de Chilpancingo, la morenista Norma Otilia Hernández Martínez, iniciaron la construcción del basamento en una de las jardineras ubicadas afuera del Palacio de la Cultura, donde colocarían el monumento de Mesa Andraca, considerada la primera Presidenta Municipal de México y América Latina.
Hernández Martínez recibió varias críticas por la acción, de la cual se deslindaron regidores del PRI, PAN y PRD, y argumentaron que la decisión de colocar la estatua en ese lugar fue una decisión sólo de la alcaldesa y no del Cabildo.
Un día después de iniciar la construcción del basamento, la alcaldesa anunció la suspensión de la obra e informó que funcionarios del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Guerrero (INAH) llevarían a cabo un análisis para recomendar la ubicación del monumento en la Plaza Cívica.
El lunes, el INAH respondió a la alcaldesa y recomendó que la construcción de la estatua no era viable en el lugar donde lo pensó por la «saturación visual», y que el monumento a Mesa Andraca no correspondía con el periodo histórico de las otras cuatro estatuas que ya están en la Plaza Cívica.
El lunes pasado, durante la conferencia de prensa matutina, Hernández Martínez dijo que se reuniría hoy con cuatro ex alcaldes del PRI que le solicitaron una audiencia para hablar sobre la construcción de la estatua.
A través de un comunicado, Hernández Martínez informó sobre el cambio y dijo que su intención no fue politizar el caso.
«La instalación en la Plaza Cívica Primer Congreso de Anáhuac era para enfocar la visibilización del Primer monumento de una mujer en el poder, jamás para polarizar ni politizar y hoy lo estamos reiterando al acatar las recomendaciones de los expertos».
El basamento en el que colocarían el monumento a Aurora Mesa Andraca, en la jardinera afuera del Palacio de la Cultura. Foto: Óscar Guerrero.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Guerrero recomendó al Ayuntamiento de Chilpancingo no colocar el monumento de Aurora Mesa Andraca en la jardinera del pórtico principal del Palacio de la Cultura por considerarla una «ubicación forzada».
A través de un oficio dirigido al secretario de Obras Públicas del municipio, Carlos Alberto Leyva Vázquez, el Centro INAH Guerrero emitió sus recomendaciones técnicas sobre la colocación del monumento de Aurora Mesa Andraca, y concluye que no es viable la construcción del monumento en una de las jardineras de la fachada del Palacio de la Cultura, espacio que alberga la Secretaría de Cultura del estado y la librería Educal.
El pasado 16 de agosto, la alcaldesa de Chilpancingo, la morenista Norma Otilia Hernández Martínez, se reunió con funcionarios del INAH para solicitar una opinión técnica sobre la colocación del monumento, aun cuando esta reunión ocurrió tres días después de iniciar la construcción del basamento donde sería colocada la estatua a Mesa Andraca.
El primer punto por lo que el INAH considera inviable la construcción es porque está «inadecuadamente establecido en un área verde» que genera una «saturación visual».
«La escala, simetría y altura del monumento propuesto resultan desproporcionado en referencia al inmueble colindante, llegando a la altura media del edificio (el Palacio de la Cultura)», se lee en el oficio de contestación.
En dicho documento, el INAH argumenta que con la construcción solo del basamento bloquean visualmente los elementos arquitectónicos como columnas, pretiles y ventanas del Palacio de la Cultura.
Otro de los puntos que el INAH menciona es que la estatua de Mesa Andraca no corresponde al contexto histórico de los otros cuatro monumentos colocados en el Plaza Cívica Primer Congreso de Anáhuac.
Actualmente en la Plaza Cívica hay cuatro monumentos, el de Nicolás Bravo, José Maria Morelos y Pavón, Vicente Guerrero y Juan Álvarez, personajes de la independencia de México, lo cual es un punto en contra de la colocación de Mesa Andraca.
«El colocar el monumento a Aurora Mesa Andraca no corresponde conceptualmente a dicho período histórico (la independencia), independientemente de su importancia político social», se lee en el documento del INAH.
También aclaró que estos puntos son sólo una recomendación y que ellos como dependencia no pueden evitar la construcción, porque el lugar no es declarado un monumento histórico, como si lo es el Museo Regional y la Catedral de Santa María de la Asunción.
En conferencia de prensa ayer por la tarde, los regidores de oposición a la alcaldesa, los priistas Antonio Guzmán, Inés Camarillo Balcázar, Guadalupe Aguilar Alcocer; la panista Reynalda Pablo de la Cruz, y la perredista María de los Ángeles Pastor informaron sobre la recomendación del INAH y emplazaron al secretario de Obras Públicas a derribar el basamento o si no ellos mismo lo harán.
En las últimas dos semanas el nombre de Aurora Mesa Andraca fue repetido entre distintos actores políticos, sociales y medios de comunicación, después que la alcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez, intentó colocar una estatua de ella en el edificio viejo del Ayuntamiento.
¿Quién es Aurora Mesa Andraca? ¿Realmente fue la primera alcaldesa de México y de América Latina?
Aurora Mesa Andraca desempeñó diversos cargos en la administración pública municipal, estatal y federal.
Nació el 9 de septiembre de 1900 y murió el 28 de abril de 1978 en Chilpancingo, capital del estado de Guerrero.
Su lugar de nacimiento aún es discutido por historiadores. La Enciclopedia Guerrerense menciona que nació en Chilpancingo, mientras en el libro Las Indispensables, publicado por el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) indica que nació en Chilapa.
Aurora Mesa fue parte de una familia de intelectuales progresistas. Sexta hija de Nicolás Mesa, abogado poblano que llegó a Guerrero al final del siglo XIX, cuando fue nombrado magistrado del Tribunal Superior de Justicia, quien conoció en Chilapa a Aurelia Andraca, se lee en la la página 59 del libro Las Indispensables, en el capítulo II Las Pioneras.
El matrimonio entre Nicolás y Aurelia procreó a seis hijos: Joaquín, Soledad, Aurelia, Magdalena y Aurora.
De acuerdo con Las Indispensables, debido a las actividades profesionales de Nicolás, la familia Mesa Andraca salió de Chilapa para trasladarse a Chilpancingo, donde Aurora inició su educación primaria.
El padre de Aurora, en 1911, por instrucciones directas de Francisco I Madero, fue designado como juez de distrito en Acapulco, por lo que Aurora terminó su educación primaria en el puerto.
Cuando Aurora cumplió 15 años, la familia se trasladó a la capital del país, donde ella y sus hermanas fueron inscritas en la Escuela Secundaria Profesional para niñas Sor Juana Inés de la Cruz, un espacio educativo que impartía una educación liberal.
En esa escuela, Aurora recibió cursos especiales de cultura, bordado y economía doméstica, lo que se definió más tarde como la carrera técnica de trabajo social.
A los 20 años, Aurora ingresó a laborar como trabajadora social a la Secretaría de Salubridad y Asistencia.
Con 21 años Aurora viaja junto con Joaquín, su hermano mayor y pianista de formación, a París y en 1922 su padre y madre residen en Europa por varios años.
“En París, Aurora tomó cursos de historia de las artes, se muestra muy interesada en los museos, la literatura y conocer la presencia de México en el contexto internacional. Es contratada por la representación diplomática de México en París, lo que le permitirá adquirir experiencia en la diplomacia”, se lee en un párrafo de Las Indispensables.
A su regreso a México y durante el gobierno estatal del general Gabriel Guevara, su padre vuelve a ser nombrado magistrado del Tribunal Superior de Justicia, y Aurora tuvo empleo como trabajadora social en Chilpancingo, con el doctor Enrique Olea y Leyva, en la Secretaría de Salubridad del estado, de acuerdo con la Enciclopedia Guerrerense.
En la biografía de Aurora Mesa Andraca hay fechas pocos claras, de acuerdo con Sara Lovera López, autora del capítulo II de Las Indispensables, porque hay “escasa documentación sobre su vida”.
En 1935, durante la administración gubernamental de José Inocente Lugo y un clima político de efervescencia, originado por la pugna entre el presidente Lázaro Cárdenas y el ex presidente Plutarco Elias Calles que pretendía, fuera declarado en Guerrero la desaparición de poderes el 5 de noviembre de 1935.
En ese contexto, Aurora fue nombrada presidenta del Concejo Municipal de Chilpancingo; cargo del que tomó posesión del 1 de enero de 1936 al al 22 de marzo de 1937.
Por dicho nombramiento le otorgaron el título de la primera mujer en México y en América Latina, en desempeñar el cargo de alcaldesa.
Aunque no fue votada en urnas y formalmente era presidenta del Consejo Municipal, una figura legal que surgió ante la inestabilidad política de aquellos años.
A Aurora se le reconoce el título de primera alcaldesa porque 16 años después el Poder Legislativo federal aprueba una iniciativa presidencial de otorgar el voto a la mujer.
El nombramiento de Aurora en el ámbito político fue seguido tres años después, por Rosa Torres, quien fue nombrada alcaldesa de Mérida, Yucatán.
«En 14 meses que estuvo al frente del Concejo Municipal realizó el empedrado de las calles de Colón, Ignacio Ramírez, Mina, 5 de Febrero y Amado Nervo; se construyó un puente en el barrio de Tequicorral; instaló la planta de luz que producía la energía para alumbrar a la ciudad; logró que las fuentes públicas siempre tuvieran agua suficiente, pues de ellas se surtían los habitantes de la ciudad; a las mujeres que lavaban ropa ajena, les acondicionó los lavaderos de San Mateo; se bardeó el panteón municipal», se lee en la Enciclopedia Guerrerense.
Además, de acuerdo con la misma fuente, Aurora estableció la primera guardería infantil que funcionó en Chilpancingo, fundó la delegación de la Cruz Roja en el estado; adquirió el predio del actual Centro de Salud de la Alameda y se le atribuye la realización del primer censo socioeconómico de la ciudad.
Una vez terminado su cargo, en 1938, vuelve a Europa y permanece en París hasta mayo de 1939.
A su regreso a México ingresa a la Secretaría del Trabajo como trabajadora social y realiza actividades de tipo asistencial en Huitzuco y Arcelia. Se jubiló en 1966.
La Enciclopedia Guerrerense menciona que los últimos años de su vida los pasó en Chilpancingo con su hermano Manuel Mesa Andraca, en el domicilio ubicado en la calle Emiliano Zapata número 21, donde hoy está el Museo Universitario José Juárez.
La Tigrada de Chilapa, considerada como una tradición para los habitantes del municipio, es una celebración que ha tomado aspectos de carnaval por intervención de las autoridades municipales que le dan un uso político.
Esta fue la sensación de los asistentes a la celebración en la cabecera municipal, donde lo que más impactó fue la verbena popular nocturna que rompió con el contexto.
La celebración, de manera original, al menos así lo recuerdan los habitantes, está asociado a las niñas y a los niños del pueblo, quienes son los protagonistas de las “correteadas”. Unos vestidos de tigres y otros de perros con la cara tapada; en una especie de juego comenzaban a perseguirse y a provocarse. Ganaba el equipo que logra capturar al rival, quienes después enfrentan un castigo: solían amarrarlos a un poste y hacerles comer algo picoso hasta que su manada acudía a rescatarlos.
Así transcurría el juego las tardes del 1 al 15 de agosto en las calles más concurridas de la comunidad.
Hubo cronistas locales que les adjudicaron a la celebración una carga de ritualidad de la petición de lluvia de la zona nahua de Guerrero, pero el profesor Luis Aguilar Nava, uno de los cronistas más conocidos del municipio le suprime esa asociación, al aclarar que el tigre de Chilapa sólo es una figura de diversión que se convirtió en una tradición del pasado reciente.
En otras partes de nahuas de Montaña baja, como en el municipio de Zitlala o en la comunidad de Acatlán, que pertenece a Chilapa, los tigres sí son rituales, es decir, asociados a la cosmovisión de sus antepasados.
“El tigre de Chilapa es un tigre para la diversión no para el ritual. En Chilapa, el tigre de hace 50 años se dedicaba corretear en las calles a niños y a espantar a señoritas”, menciona el profesor.
La celebración tampoco tenía un nombre establecido. Sólo decían “ya vienen los tigres” para hacer referencia a que se acercaba agosto y el juego de los niños y las niñas en las calles.
El cierre de las «correteadas» coincide con el Día de la Asunción de la Virgen María, conocida también como la Virgen de las Manzanas, que tiene su templo justo en la catedral de la cabecera municipal, el máximo recinto católico del municipio, que suele ser visitado también por ciertos tigres en estas fechas, pero en realidad no tienen conexión.
El aspecto ceremonial y la religión son dos elementos que suelen conjugarse en casi todos los rituales de petición de lluvias de la zona nahua, pero éste no es el caso.
Durante los últimos años, esta celebración viró a una verbena con el nombre de La Tigrada: un contingente de personas, en su mayoría hombres, de todas las edades, vestidos de tigres y con máscaras llamativas que recorren las principales calles de la cabecera municipal, acompañado de grupos con representaciones tradicionales de otras partes del estado.
Estos felinos en realidad son jaguares, porque son los ejemplares que habitan en las serranías de Guerrero, pero durante la Conquista, los españoles los confundieron con tigrillos, y es muy probable que derivado de la fusión de culturas, en las ritualidades de Guerrero fuera apropiado como tigre, de acuerdo con las reflexiones de una historiadora local.
Aguilar Nava comparte que el nombre en realidad fue instaurado apenas a finales de los ochentas, y que desde el período del alcalde Sergio Dolores Flores (2009-2012) hay una intervención directa del Ayuntamiento en la celebración.
En el contingente de este año de La Tigrada estuvo Óscar Abarca, un joven que lleva más de 20 años en ser un tigre de agosto en Chilapa, de donde es originario. Esta vez participó junto a amigos y familiares, entre ellos su hijo pequeño y esposa, por una tradición que siguen en casa, y no por poseer la máscara de tigre más grande o llevar la banda de música más potente, elementos en los que, cree, sostienen la celebración en la actualidad.
Pero, a su juicio, la tradición está en el pasado, en su época de niño. “La tradición que nosotros llamamos La Tigrada, es salir nosotros como niños y torear, atraer al tigre, para que nos correteara, nos alcanzara y nos hiciera una travesura, un castigo por hacer eso”, comenta.
Hay aspectos importantes que han modificado La Tigrada en Chilapa, como el uso político que le dan las autoridades locales, y eso fue visible anoche, en el zócalo donde había un templete con la primera plana de la administración municipal, encabezada por el alcalde Aldy Esteban Román, vestido de tigre. Desde ahí recibió y entregó reconocimiento a los ediles y servidores públicos de los otros municipios que llevaron contingente al recorrido de tigres ayer.
Después hubo un baile en el zócalo para cerrar la celebración.
“Todo lo politizan y no, no es el caso, nosotros lo hacemos por tradición”, agrega Óscar.
En esto también coincidió un hombre que circulaba por el zócalo vestido de tigre y que, dijo, era trabajador del gobierno municipal y lo obligaron a vestirse. “No estoy de acuerdo en la imposición”, comenta en una charla.
Existe un rasgo mayor que ha modificado todos los escenarios posibles en la Montaña baja, la inseguridad producto de una violencia que por mucho tiempo ha mantenido como rehén a los habitantes de esta zona. Algunos de ellos comentaron que hubo un tiempo en que tuvieron miedo de participar en las tardes de “correteadas”, por no saber las relaciones que llegara a tener quien fuera el tigre.
Tampoco es que el escenario haya cambiado, porque los hechos violentos en la región continúan, pero hay cierta habitualidad a que ocurran. El domingo pasado, en el contexto de la celebración de La Tigrada, asesinaron a dos hombres, uno muy joven, en la gasolinería ubicada en la avenida Eucaria Apreza, una de las vías más transitadas de la cabecera municipal.
Con este antecedente todo contexto tiene un viraje.
Texto: Itzel Urieta Fotografía: Óscar Guerrero 13 de agosto del 2023
Chilpancingo
Rafael Miranda es originario de Chilapa de Álvarez, municipio conocido por sus artesanías de palma, pero él emprendió a partir de 2020 con accesorios artesanales que realiza junto a su hermana Lupita y a su amigo Gerardo.
Su emprendiendo lo llamaron Tochán, una palabra en náhuatl, que en español significa nuestra casa.
Los accesorios son ideas de ellos. Sombreros, collares, aretes, bolsas de palma y monederos son parte de sus productos. Todos son realizados a mano y llevan un toque artesanal, como bordados de las regiones de la Montaña y la Costa Chica.
Tochán ayudó a Rafael a mantenerse durante la pandemia pasada, aunque en esa temporada bajaron las ventas. “La artesanía fue lo que nos ayudó a sobrevivir a la pandemia”, menciona Rafael.
Por la pandemia, que inició el mismo año de su emprendimiento, Tochán se dio a conocer por redes sociales, todas sus ventas comenzaron en línea debido a las restricciones sanitarias.
Tochán ofrece productos artesanales insipirados y creados por artesanas y artesanos de Guerrero. Foto: Oscar Guerrero
Pero cuando hubo las condiciones para salir nuevamente a las calles, Rafael comenzó a asistir a bazares y expos ventas para dar a conocer su emprendimiento.
Algo que distingue a Tochán de otras marcas de accesorios, de acuerdo con Rafael, es que sacan modelos nuevos de manera constante e invierten en materiales de calidad. Para la elaboración de los collares tardan entre un día y día y medio para, según el diseño.
Gracias a los clientes que hicieron a través de redes sociales han enviado collares a otros estados de la República; sus collares también llegaron a Estados Unidos y España.
Una de las dificultades para Tochán, es la falta de reconocimiento al trabajo artesana de la gente.
Collares, bolsas, diademas, sombreros son algunos de los productos que ofrece Tochán. Foto: Oscar Guerrero.
“La gente aquí muy poco lo valora. Lo importante es tener creatividad, sacar algo nuevo y plasmarlo en los diseños que elaboramos”, comenta.
Tochán reúne y apoya a otros artesanos. Muchos de los insumos que utiliza los consigue con artesanos de Chilapa y de otros municipios, con eso genera algunos empleos.
Para Rafael Lupita y Gerardo son parte fundamental de Tochán, cada uno aporta su creatividad, tiempo y talento en las piezas que realicen.
Una de sus metas es ser reconocido a nivel estatal, nacional e internacional; que sus accesorios lleguen a muchos lugares.
Tochán ya está registrada ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) y tiene un espacio en la plaza Alcatraz, ubicada en el andador Emiliano Zapata, en Chilpancingo. Rafael no descarta en un futuro tener su local propio con diferentes sucursales.
“Valoren lo que está hecho a mano y lo que tenemos aquí (en Guerrero), porque en otros lados lo quieren”, agrega.
Rafael Miranda creador de Tocán, una marca de productos artesanales de Chilapa. Foto: Oscar Guerrero.
Magdalena Hilario Petra es originaria Huehuetoca, municipio de Tlacoachistlahuaca, en la Costa Chica de Guerrero. Se dedica a la elaboración de prendas artesanales con telar de cintura, oficio que aprendió desde que era niña, al igual que la mayoría de mujeres de su comunidad.
Magdalena elabora hupiles, blusas, vestidos, fundas para almohadas.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el telar de cintura es un instrumento utilizado desde la época prehispánica por las mujeres para elaboración de distintas prendas.
Está formado por dos grupos de hilos: la urdimbre (hilos verticales que definen el largo y ancho del tejido) y la trama (hebras que se entrecruzan horizontalmente con la urdimbre).
Para realizar un huipil sencillo Magdalena se lleva hasta tres y en uno más elaborado de nueve meses a un año.
Griselda Ramos Hilario es su sobrina, ella también es de Huehuetoca, pero salió de su comunidad hacia Chilpancingo para estudiar; lleva 15 años en la capital.
Griselda acompaña a su tía Magdalena. La apoyó para que tuviera un espacio en la Expo Venta del Encuentro de los Pueblos Indígenas y Afromexicanos que se realiza en el Auditorio Sentimientos de la Nación, en el marco del Día Internacional de los pueblos Indígenas y afrodescendientes.
Para Magdalena este evento es una oportunidad de dar a conocer y vender sus prendas, por ñla lejanía con la ciudad y el gasto que implica trasladarse; los revendedores suelen compran las prendas y las llevan hasta las zonas más urbanizadas.
Es por eso que Magdalena aprovecha estas oportunidades para vender y obtener una ganancia directa de meses de trabajo, porque se dedica 100 por ciento a la venta de ropa artesanal.
Una de las dificultades que más enfrenta es el regateo.
«Aquí en Guerrero no valoramos nuestras artesanías, se supone que nosotros deberíamos valorarlo porque es parte de la riqueza cultural de Guerrero» mencionó Griselda, sobrina de Magdalena.
Las artesanas como Magdalena se enfrentan diariamente al regateo por personas que desconocen el valor y el trabajo que hay detrás de cada prensa artesanal, como el huipil elaborado por mujeres ñomndaa de la Costa Chica.
Muchas de las prendas artesanales que se venden la capital y en las zonas más urbanizadas de Guerrero es por revendedores que recorren las comunidades de las artesanas y regatean el producto para obtener ganancias económicas personales.
«Con el regateo no se le gana nada, porque inviertes tiempo, hilos, esfuerzo y venderlo no es tan fácil, te puedes llevar un año hasta dos para que salga», dijo Griselda.
«Los verdaderos artesanos no hablan español o te entienden muy poco y muchas veces por eso mismo hasta se equivocan en los precios, y lo que nos gustaría es que le dieran el valor», mencionó.
Las mujeres como Magdalena aprendieron a elaborar sus huipiles desde los ocho años. Las madres, abuelas, bisabuelas heredan estos saberea del tejido por generaciones.
Hay una gran variedad de técnicas que emplean para tejer y que da como resultado una serie de iconografías representativas de su comunidad.
«A mí me gustaría invitar a las personas a que conozcan y adquieran el trabajo de las artesanas, de una manera directa y les consuman», agregó Griselda.
La Expo Venta del Encuentro de los Pueblos Indígenas y Afromexicanos estará hasta mañana (10 de agosto) en el vestíbulo del Auditorio Sentimientos de la Nación, donde también hay productores de pueblos originarios y afromexicanos.
El evento estaba previsto en la Plaza Cívica Primer Congreso de Anáhuac, en el zócalo de Chilpancingo, pero la sede fue cambió de lugar, de acuerdo con fuentes extra oficiales, por los últimos hechos de violencia.
El Encuentro de los Pueblos Indígenas ocurrió en dos partes, la inauguración en el Auditorio José Joaquín de Herrera, dentro de la Sede del Recinto del Poder Ejecutivo, que estuvo a cargo de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, acompañada de su padre, el senador Félix Salgado Macedonio y los titulares de la Secretaría para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y Afromexicanos de Guerrero, Pánfilo Sánchez Almazán y del delegado del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), Manuel Vázquez Quintero.
La segunda parte es la Expo Venta Artesanal en el Auditorio Sentimientos de la Nación; estará hasta mañana.
El monumento representa un sitio de memoria por la lucha y la vidas arrebatas por la autonomía de la Universidad Autónoma de Guerrero, pero en el proyecto original de remodelación de la alameda pretendían sustituirlo por fuentes danzarinas
Texto: Itzel Urieta
Fotografía: Oscar Guerrero
Chilpancingo
En los trabajos de rehabilitación del Sistema de Parques Urbanos de Chilpancingo, promovido por la alcaldesa, Norma Otilia Hernández Martínez, existe un espacio que aún no es demolido, se trata del Monumento a los caídos del 30 de diciembre de 1960, ubicado en la Alameda Central Francisco Granados Maldonado.
Desde el inicio de la administración de Hernández Martínez este monumento estuvo en la mira de la alcaldesa; con varios intentos de ser demolido y cambiar el símbolo de ser un espacio de memoria a uno con fines de recreación.
Este monumento es emblemático porque representa uno de los momentos de represión gubernamental que inició en Guerrero al periodo denominado como guerra sucia, que dejó un saldo de cientos de personas asesinadas y desaparecidas por el Ejército y grupos paramilitares.
El 30 de diciembre de 1960 ocurrió en Chilpancingo, una represión cometida por tropas del Ejército contra un movimiento estudiantil y popular iniciada en octubre, que buscaba la autonomía del entonces Colegio del Estado.
En la represión, el Ejército asesinó a 19 personas, entre estudiantes y ciudadanos que mantenían un plantón en contra del gobernador de entonces Raúl Caballero Aburto.
“Se trató de una salvaje respuesta a un espontáneo movimiento que fue surgiendo de las entrañas del pueblo guerrerense cansado de un excesivo autoritarismo y esperanzado por los cantos de sirena que formulaba el entonces presidente de la República, Adolfo López Mateos, quien llegó a decir que los caciques duran mientras los pueblos los toleran”, se lee en la Enciclopedia Guerrerense.
“La matanza del 30 de diciembre de 1960 fue la gota que derramó el vaso y, ante la magnitud de la tragedia, el Senado de la República decretó la desaparición de poderes en Guerrero el 3 de enero de 1961 y nombró gobernador provisional al licenciado Arturo Martínez Adame, quien de inmediato liberó a los estudiantes presos y encaminó los pasos para otorgar la autonomía de la Universidad Autónoma de Guerrero”, es otra parte de ese texto en Enciclopedia Guerrerense.
En memoria de las personas asesinadas durante el movimiento fue construido un monumento en la parte central de la Alameda Granados Maldonado, que constaba de una fuente al centro rodeada de una pérgola con 19 muros en representación de cada una de las personas asesinadas.
De acuerdo con la fundadora del Comité Independiente de Solidaridad con las Familias de los Caídos de 1960, Roberta Campos Adame, los muros representan los cimientos sobre los que se construyó la Universidad Autónoma de Guerrero (ahora Uagro).
Desde hace un año, en el 2022, el Ayuntamiento de Chilpancingo comenzó una serie de trabajos para remodelar la alameda.
La primera acción fue demoler la fuente y en su lugar colocar una serie de juegos infantiles, acción que generó inconformidad en organizaciones sociales.
La Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG) y su dirigente, Nicolas Chávez Adame, el 4 de julio del 2022, durante una movilización retiró los juegos del monumento y los dejó en la entrada principal del edificio del Ayuntamiento capitalino.
El 2 de junio del 2022, Hernández Martínez, junto con la gobernadora Evelyn Salgado Pineda dieron el banderazo de inicio de obras de Rehabilitación del Sistema de Parques Urbanos de Chilpancingo, el cual contempla la remodelación de cuatro parques del centro de la ciudad, incluida la alameda.
En estos parques han destruido jardineras, el piso, bancas, mesas y pequeñas edificaciones, como baños públicos y locales comerciales.
El proyecto inicial contemplaba que el espacio donde está el Monumento a los caídos del 60 sería remplazado por unas fuentes bailarinas.
Hernández Martínez aseguró en su conferencia matutina del lunes 17 de julio que no se “ha tocado” el monumento hasta llegar a un acuerdo con todas las partes involucradas.
Pero dijo que las fuentes saltarinas ya las mandaron a pedir porque requieren “ser encargadas con meses de anticipación”.
Hasta el momento se desconoce cuál es la protesta alternativa de la alcaldesa para respetar un sitio de memoria.
Campos Adame dijo que el Comité de Solidaridad no ha buscado a la alcaldesa ni el Ayuntamiento de Chilpancingo se ha acercado a ellos para conocer sus opiniones.
Ante la falta de comunicación con el Ayuntamiento, Campos Adame por su propia cuenta buscó a los ingenieros y arquitectos que se encargan del proyecto y les contó la historia del monumento.
“Los arquitectos que son egresados de la Universidad (Autónoma de Guerrero) y originarios de Chilpancingo dijeron que desconocían el significado y lo respetarían, y hasta hoy creo eso se ha cumplido porque esa parte es la única que no se ha demolido”, mencionó.
El temor para Campos Adame es que cambien el significado del lugar. “Ellos no le están dando la importancia al espacio, porque con esas fuentes pretenden cambiar el concepto del espacio, porque ellos no le están dando el sentido de la memoria histórica ni de la lucha social por una de circo y de fiestas”, agregó.
Durante un recorrido que realizó Amapola, periodismo transgresor por los trabajos de construcción de la obra se constató que el único espacio sin demoler son los pasillos que conectan con el Monumento a los caídos del 60. Uno de los trabajadores comentó que aún no reciben indicaciones de qué hacer con ese espacio.
El pasillo y el monumento son flanqueados por una maya cubierta con plásticos negros que impide ver el avance, aun con eso pudo observarse parte de los trabajos.
Ya fue demolido el quiosco, el teatro hundido, las jardineras y el suelo. Sólo está el monumento de pie justo en medio de la alameda.