Una combinación de Intereses políticos y criminales decidieron la decapitación del alcalde de Chilpancingo



La exhibición de su cabeza sobre el toldo de su propia camioneta en la que se fue a Mochitlán fue un mensaje contundente para otro destinatario diferente al criminal


Texto: Marlén Castro y Margena de la O

Foto: Antonio Castañón 

Chilpancingo

Lunes 9 de diciembre del 2024


Reportaje completo


El día que lo asesinaron, el alcalde de Chilpancingo Alejandro Arcos Catalán (43 años) confió a las 11 personas que iban con él que “tenía que ir a atender un tema, solo”. Eso ocurrió en el entronque de Tepechicotlán, a las doce del día, el 6 de octubre del 2024, apenas seis días después de rendir protesta como primera autoridad municipal.

Cuatro horas y media después, su cabeza decapitada apareció en el toldo de la camioneta Robust, Volkswagen en la que se fue rumbo a Mochitlán, un municipio en el que la gente sabe y lo dice de forma coloquial que se está en terreno ardillo, es decir, en una porción de territorio guerrerense controlado de forma férrea por el crimen organizado conocido como Los Ardillos, compuesto por grupos políticos, económicos, agentes estatales y criminales.

Desde su llegada a la alcaldía pesaba sobre el alcalde una advertencia por el asesinato de quien sería su secretario de Seguridad Pública, Ulises Hernández Martínez, la cual se convierte en una sentencia porque a los tres días de estar en funciones matan a quien nombra como el secretario general del Ayuntamiento, Francisco Gonzalo Tapia Gutiérrez, que lo obliga a pedir ayuda al gobierno del estado para su seguridad, pero la gobernadora Evelyn Salgado Pineda nunca le toma la llamada.

Entonces, creó su propio equipo de seguridad, porque tampoco confiaba en los policías municipales a cargo de Germán Reyes Reyes, a quien nombró encargado de despacho de la Secretaría de Seguridad Pública, y a quien detuvieron el 12 de noviembre, acusado como autor intelectual de su crimen. El primer día en funciones, sus escoltas lo dejan andar solo en territorio ardillo, donde ocurre su muerte.

Para líderes del PRD, el asesinato de Alejandro Arcos acabó totalmente con ese partido.

“Siendo él el alcalde de la capital era el dirigente más visible del partido para los próximos años”, compartió el líder de su corriente en el PRD, Celestino Cesáreo Guzmán.

Para el sacerdote Filiberto Velázquez Florencio, quien junto a otros obispos de Guerrero han mediado con grupos criminales durante crisis violentas en Chilpancingo, las motivaciones del crimen de Alejandro Arcos “son más amplias que un simple ajuste de cuentas”.

El sacerdote sostiene que el asesinato del alcalde por parte de Los Ardillos, como estableció la Fiscalía General del Estado (FGE), es una forma de calentar el terreno de manera innecesaria. Recuerda, entonces, que el Estado suele utilizar a “la delincuencia organizada o a ciertos grupos” para generar este tipo de escenarios.

El móvil que sostiene la FGE es la negativa de Alejandro Arcos a nombrar incondicionales de Los Ardillos en su gabinete, pero hay quienes sostienen, también dentro de lo que fue su equipo, que espacios de la administración debieron otorgarse solo con la anuencia del grupo del crimen organizado, lo que expone dos posibles escenarios: acuerdos o imposiciones.

Una fuente del equipo cercano de Alejandro Arcos expuso que el tema de los cargos en el gabinete no pudo ser la razón del asesinato, porque el alcalde nombró a todos los que le impusieron y debió hacer a un lado a sus colaboradores cercanos.

La escena viralizada de la cabeza de Alejandro Arcos sobre el toldo de su propia camioneta tambié aporta elementos para sostener que éste es un asesinato con motivaciones políticas, ejecutada por criminales.

La forma en la que sus asesinos dejaron expuesta su cabeza, si bien es una imagen cruenta porque existe la intención clara de exhibirlo, la escena es limpia. No hay sangre y extremidades regada por todos lados, como deja el crimen organizado a sus víctimas para enviar mensajes al grupo rival, es decir, pareciera que este mensaje tiene otro destinatario.



Primera parte

Alejandro Arcos, un político que desde la infancia trazó destino

Era un día de campaña del proceso electoral local del 2012, en un recorrido por la colonia CNOP, al oriente de la ciudad de Chilpancingo. El resto del equipo avanzó y él, un tanto a propósito, se rezagó. Entró a una pequeña casa que le quedó al paso y fue directo al fogón de la cocina, donde hervía un caldo; tomó un plato y se sirvió, como si estuviera en su casa.

La dueña de aquella casa modesta vio aquel acto con tanto beneplácito que desde entonces fue su seguidora y simpatizante en cada uno de sus proyectos políticos. También enfrentó su asesinato como una doliente directa.

Alejandro Arcos solía hacer este tipo de cosas. En una plática informal, uno de sus colaboradores cuenta que era común que bajara de su carro, saludara y abrazara a las personas, las conociera o no. Por esa razón no le pareció extraño que el día que lo mataron decidiera ir solo a Tepechicotlán para repartir por su cuenta las despensas a los afectados por las lluvias de John.

Alejandro solía tocar a las personas, aun cuando llegara a interpretarse como un acto de exceso de confianza, porque con eso rompía cualquier tensión en el trato, además, siempre utilizaba la palabra “hermano” para referirse a propios y extraños, cuenta el abogado Valentín Sandoval Montiel, uno de sus amigos cercanos.

Tiene un recuerdo entre ambos que cree lo definen. En una ocasión fueron al campo, a un sembradío de elotes, los que más tarde comerían pero, primero, decidieron hervir frijoles en una olla de barro que dejaron abandonada en un anafre. Cuando volvieron, la olla había tronado porque se sobrecalentó. Alejandro se sirvió los frijoles que quedaron a salvo en la cuenca de lo que fue la olla.

En realidad, estas formas en los políticos locales son comunes –como si fueran herencia de una vieja guardia priista que ocupó la mayoría de los espacios públicos–, que parece se graduaron en la misma escuela.

Arcos Catalán logró la alcaldía como un escalón para conseguir su objetivo de vida: ser gobernador de Guerrero. Trabajó, en cargos públicos y fuera de ellos para tratar de conseguirlo; se graduó como licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública, en la Universidad Sentimientos de la Nación (USN).

En el argot de la clase política se sabe que su gurú era el exgobernador Ángel Aguirre Rivero, quien formó parte de la vieja camada del PRI. Durante los primeros meses de su administración como gobernador por segunda vez (ya como parte del PRD, 2011-2014, no hizo su mandato completo hasta 2015, por el caso Ayotzinapa), lo nombró titular del Instituto Guerrerense para la Atención Integral de las Personas Adultas Mayores (Igatipam) y lo arropó para ser diputado local en el periodo 2012-2015. En ese recorrido proselitista por la CNOP, Alejandro, como candidato del PRD, buscaba las simpatías para ser diputado local.

Arcos y Aguirre se conocieron cuando el primero era adolescente y el segundo, gobernador interino (1996-1999), al suplir a Rubén Figueroa Alcocer, revocado por la matanza de Aguas Blancas.

Existen dos versiones de cómo ocurrió ese encuentro entre ambos en 1996. Queda claro que Alejandro tenía el deseo de convertirse en gobernador del estado desde adolescente.

José Villanueva Manzanares, quien fue el secretario particular de Aguirre durante su interinato, narra una de ellas. Era la inauguración de la primera tienda de autoservicios en la ciudad, ubicada a la altura del paseo Alejandro Cervantes Delgado, y el gobernador y su comitiva estaban en lo que, entonces, era un acto de mucha relevancia. Un jovencito de evidente carisma –tendría entre 15 y 16 años; nació el 12 de febrero de 1981– llegó hasta el mandatario y tendiéndole la mano le dijo: ‘Yo algún día quisiera ser gobernador como usted, ojalá me conceda una audiencia para platicar’.

La otra versión la ofreció el mismo Aguirre. En su anécdota, el encuentro ocurrió en Casa Guerrero, entonces la residencia oficial, durante un acto público. Al término llamó al joven que se hizo notar para preguntarle su nombre y qué quería ser de grande, quien le contestó ‘gobernador, como usted’. Desde entonces, expone, asumió el papel de su “tutor” político.

Las dos narraciones de lo que se supone es un mismo momento fueron publicadas a manera de artículos de opinión por esos personajes políticos en el periódico El Sur, en ediciones distintas después del asesinato de ese joven que, con 43 años, logró convertirse en el alcalde de la capital de Guerrero.

Hay quienes veían en él toda la influencia de Aguirre en su manera de hacer política.

–¿Cómo es Aguirre?,–increpa el empresario local Pioquinto Damián Huato en una entrevista sobre su opinión de lo que ocurre en Chilpancingo, después del asesinato de Arcos Catalán. Pero no consigue respuesta y se responde solo. –Le encanta prometer. Así era Alejandro.

Otras personas que lo conocieron le dan sólo a él, el crédito de sus logros políticos, porque siendo casi un niño trazó su objetivo. “Yo no sé cómo sea la gente en particular, lo que sí sé es que hay gente que tiene claras sus metas. Él (Alejandro) nunca se preguntó si iba a poder ser gobernador, él sabía que iba a ser gobernador”, agrega el abogado Sandoval.

Para ese propósito, comparten otros que también lo conocieron muy de cerca, sabía que necesitaba dos cosas: dinero y que más personas lo conocieran.

Su ocupación personal, un hombre joven casado con Sandra Elena Solís Peralta, padre de un hijo menor de 10 años, era la de comercializador o proveedor de productos en diferentes ramos, hasta en el de medicamentos, a la iniciativa pública y privada. Era miembro de una familia tradicional de una evidente medianía económica. Sus padres, Leonel Arcos Luna y María del Socorro Catalán Chávez, son personas muy conocidas en la ciudad, al igual que sus otros dos hijos, hermanos de Alejandro.

A partir de sus ingresos y gestiones realizaba acciones –aun sin cargos públicos– que en la política gustan nombrar como sociales, cuenta una persona cercana de quien se guarda su identidad.

Buscaba, además, tener círculos de convivencia variados, hasta la de corredor de maratones, para eso su carisma y don de socializar le ayudaron, pero su objetivo era el político. Desde 2005, cuando tenía apenas unos 24 años, fundó la asociación civil Muévete por Guerrero, en la que amparó sus acciones con ese propósito.

“Entendía que esto (las aspiraciones políticas) se movían con dinero y para acceder al cargo tenía que tener dinero, para cuando no había campañas, hacer obras. Entendía mucho el esquema de cómo hacer política”, cuenta alguien más.

Pero el rasgo común que le veían varios es que, al final, jugaba solo. Tuvo la simpatía de Aguirre, pero no era su incondicional, lo consideraba aliado, pero lo mismo trataba con él, como con otros. El exgobernador Héctor Astudillo Flores lo mantuvo como director de Catastro en su administración como alcalde de Chilpancingo (2009-2012).

En 2012, Alejandro tuvo una fricción con Aguirre, comparte uno de sus allegados, porque como diputado local buscó ser el coordinador de la bancada del PRD, en ese entonces con la mayor fuerza a nivel estatal, para convertirse en la máxima figura en el Congreso local, pero no tuvo su apoyo.

En ese trienio legislativo (2012-2015), el coordinador del Congreso local fue Bernardo Ortega Jiménez, el político perredista que es hermano de los líderes del grupo criminal de Los Ardillos, Celso y Jorge Iván Ortega Jiménez, quienes tienen su feudo en la zona donde asesinaron a Arcos Catalán.

Alejandro siguió en su objetivo de ganar simpatías, porque era “perspicaz», “inteligente”, pero, sobre todo, “amigable”. “Así como él era, imposible que no los tuviera”, dice alguien del PRD cuando se le pregunta si tenía amigos adentro del partido. Esto no significa que necesariamente fuera solidario, aclara alguien más cuando lo describe, porque “su ambición era personal”.

Cierta o no esta última interpretación sobre él, muchos en Chilpancingo no se resistieron a su trato, porque en la votación del 2 de junio del 2024, aun con una diferencia pequeña, logró lo que parecía casi imposible: venció a Morena, el partido que tiene todas las mayorías en Guerrero y se quedó con la alcaldía de la capital del estado, la más importante.



Segunda parte

La de Alejandro, una campaña política, con respaldo ardillo

“Ser alcalde no era su sueño principal, pero era la forma de llegar a él”, afirmó su amigo el abogado Valentín Sandoval Montiel.

Por eso, Alejandro se empeñó en ser presidente municipal. Compitió en 2021, como parte de la alianza PRI-PRD. Lo derrotó Norma Otilia Hernández Martínez, de Morena-PT, por 13,586 votos. Tres años después, en la contienda de 2024, se volvió su aliada y en gran parte, artífice de su triunfo, después de que, a ella, en su partido, le negaran la reelección en la alcaldía y la candidatura al Senado.

Arcos Catalán pertenecía al PRD y, de acuerdo con el convenio de coalición suscrito entre PRI y PRD, para la contienda del 2024, le tocaba a un priista y quien se anotó fue Bonifacio Montúfar Mendoza.

Bonifacio Montúfar no era cualquier adversario. Bonifacio y sus hermanos Erit y Abel tienen historia en las fuerzas policíacas de Guerrero y en varios episodios de violencia a nivel estatal y local. Son originarios de la región de Tierra Caliente y militantes del PRI. Bonifacio Montúfar fue director de la Policía Municipal cuando Héctor Astudillo Flores, exsenador y exgobernador, era el alcalde de Chilpancingo, en los años 2009-2011. Esa fue la época en que aparecieron las primeras personas asesinadas desmembradas y decapitadas en la ciudad, como el hecho que ocurrió el 11 de diciembre del 2009, cuando en la entrada de una secundaria céntrica aparecieron los cadáveres de cuatro hombres desmembrados, poco antes del inicio de clases, a la vista de estudiantes, madres, padres y personal docente.

Erit Montúfar Mendoza fue director de la Policía Judicial, ahora Policía Ministerial, en los gobiernos de René Juárez Cisneros y Zeferino Torreblanca Galindo, entre 1999 y 2011. En el gobierno de Héctor Astudillo Flores, Erit Montúfar fue el titular de la Delegación de Gobernación y Bonifacio director del Instituto de la Policía Auxiliar (IPAE), cargos a los que renunciaron en 2019, en medio de señalamientos públicos contra su familia de planear varios crímenes en la región de Tierra Caliente. A Abel Montúfar Mendoza, alcalde con licencia de Coyuca de Catalán, municipio de la región de Tierra Caliente y candidato a diputado local, lo asesinaron en mayo del 2018. Los rumores de que los Montúfar formaban parte de un grupo del crimen organizado no se cesaron con el asesinato del alcalde con licencia.

En 2023, Bonifacio Montúfar reapareció en la escena política, como un fuerte aspirante a ser candidato del PRI a la alcaldía en la capital. Del lado del PRD, ya se mencionaba de nuevo a Alejandro Arcos, pero se descartaba su participación porque ya había sido candidato en 2021.

Sin embargo, en marzo del 2024, las dirigencias partidistas acordaron definir al candidato mediante una encuesta para que compitiera por la alcaldía el aspirante mejor posicionado.

La encuesta se realizó entre el 24 y 27 y se anunció el 29 de marzo. Los resultados no se dieron a conocer públicamente sólo se informó que Alejandro Arcos había ganó la encuesta y, en segundo lugar, quedó Bonifacio Montúfar. El 1 de abril, Bonifacio emitió un comunicado en el que alegó que los resultados de la encuesta fueron manipulados y que insultaban la inteligencia de la ciudadanía.

Los partidos de la coalición, en la que ya estaba sumado el PAN, llamaron a Bonifacio Montúfar, a la estructura del PRI y a la dirigencia estatal a unirse al proyecto.

En medio del disgusto de las bases priistas, Alejandro Arcos, quien inició en ese partido su carrera política, arrancó su campaña para sentarse en la alcaldía.

El 20 de abril del 2024, en la alameda Granados Maldonado, inició su campaña política. Su principal adversario era Jorge Salgado Parra, ahora de Morena, antes del PRI y también del PRD, quien tampoco tenía el apoyo de las bases de ese partido, porque lo consideraban una imposición del senador Félix Salgado Macedonio, padre de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda.

El día del arranque, Alejandro Arcos pidió ser evaluado por la ciudadanía conforme a los ideales del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, adversario de las cupulas partidistas que postulaban a Alejandro. Lo que dijo generó un silencio incómodo entre la concurrencia. No aplaudieron, no vitorearon, no corearon ninguna consigna.

Al lado de Alejandro Arcos estuvo Magdalena Hernández Martínez, hermana de Norma Otilia Hernández Martínez, la alcaldesa de ese entonces y a quien Morena no respaldó para la reelección. En esa ocasión, Alejandro Arcos levantó la mano de Magdalena Hernández y dijo: “la alianza será con los ciudadanos, más allá de las ideologías partidistas”.

La presencia de la hermana de Norma Otilia Hernández en sus actos de campaña fue leída como el respaldo de la entonces alcaldesa de Morena al candidato de la coalición PRI-PRD-PAN y no al de su partido.

Norma Otilia Hernández se distanció de Morena, mejor dicho, de la gobernadora Evelyn Salgado y de su padre Félix Salgado, cuando se difundió un video en el que aparecía con uno de los hermanos líderes del grupo del crimen organizado Los Ardillos, Celso Ortega Jiménez, después de otro hecho de violencia extrema en la capital, el asesinato de siete integrantes de una familia, quienes estaban desaparecidos y sus restos aparecieron decapitados y desmembrados el 24 de junio del 2023 casi frente a la iglesia de San Mateo, en el centro de la ciudad. Los asesinos dejaron las siete cabezas sobre el toldo de una camioneta y los restos desmembrados dispersos en la calle. Tenían una cartulina con un mensaje para Norma Otilia Hernández, acerca de un segundo desayuno. Poco después se difundió un extracto de un video con Norma Otilia desayunando con, se supone, era Celso Ortega.

Alejandro Arcos seguía viento en popa en su campaña, mientras Jorge Salgado Parra se movía en eventos deslucidos, donde había poca gente. El equipo del candidato de Morena denunció que no los dejaron hacer campaña en el valle de El Ocotito, que cuando iban por Mazatlán, fueron interceptados por civiles armados, quienes les dijeron que no tenían permiso para sus actividades partidistas.

El Ocotito y Mazatlán forman parte de un corredor conectado por la carretera federal México-Acapulco, en la que después de varios años de confrontación entre diferentes grupos criminales, con asesinatos masivos e incursiones violentas en las comunidades, fue controlado económica, política y criminalmente por Los Ardillos, al igual que algunas localidades de la Sierra, las que se ubican en las partes altas de ese corredor.

Otro candidato que se quejó de que no podía hacer campaña en el valle de El Ocotito y algunas comunidades de la sierra fue el expriista Víctor Manuel Martínez Toledo, de Movimiento Ciudadano. Martínez Toledo denunció que el único candidato que podía hacer campaña en esos lugares era Alejandro Arcos.

“Norma Otilia les organizaba a los comisarios de esos lugares para que lo recibieran”, compartió un integrante de confianza del equipo de Alejandro Arcos, quien después del asesinato del alcalde, por su seguridad, se alejó de Chilpancingo y se retiró de actividades políticas. “Ella se encargaba de eso”, aseguró la fuente.

El 2 de junio, Alejandro Arcos ganó la elección con 48,658 votos. Jorge Salgado tuvo 46 mil 953 sufragios. Una ligera ventaja de 1,705 votos.

Como la ventaja era mínima, se creía que en el conteo se podía revertir esa diferencia.

La confirmación de que con los votos de habitantes de comunidades controladas por Los Ardillos ganó Alejandro Arcos, fue la presencia de vecinos de esas comunidades en las sedes distritales para vigilar el conteo de votos.

Habitantes de unas 30 comunidades de ese corredor, encabezados por el Frente de Comisarios de la Sierra y del Valle del Ocotito tomaron las oficinas distritales en la víspera del cómputo, para exigir respeto al voto a favor de Alejandro Arcos.

El cómputo no revirtió los resultados y Alejandro Arcos con el apoyo de las comunidades, reconocidas abiertamente por el control de Los Ardillos, recibió su constancia de mayoría.


 


Tercera parte

Los rasgos políticos que brotan en el crimen de Alejandro Arcos

En la elección local del 2024 nadie quería al PRD, un partido que perdió toda su razón de origen y, como consecuencia, en esta elección su permanencia a nivel nacional, expone una de las personas más cercanas Alejandro Arcos Catalán para tratar de dimensionar lo que este político logró al convertirse en alcalde de Chilpancingo desde esa militancia.

Cree que debió tener simpatías genuinas para conseguirlo, porque tampoco es que el PRI o el PAN, sus aliados, sumaran demasiado, si Guerrero es una referencia nacional sobre la mayoría de Morena. Después del proceso del 2024, el partido guinda se quedó sin Chilpancingo, la alcaldía más importante de entre los cuatro municipios más relevantes del estado, porque tiene en sus manos el Ejecutivo y el Legislativo local.

Desde el lado político, el exsenador Celestino Cesáreo Guzmán, líder de la corriente interna del PRD estatal, Alternativa Democrática Guerrerense (ADG), donde militaba Arcos Catalán, evalúa el asesinato, porque nunca habían asesinado a un alcalde de estas dimensiones, en cuanto a la importancia del municipio.

“Su repentina muerte y la forma en cómo se llevó a cabo nos lastimó profundamente, y también puedo decirte que descabezó al PRD en general, el PRD estatal, porque siendo él el alcalde de la capital, era el dirigente más visible del partido para los próximos años”, menciona. Con esto, expone que los perredistas locales pusieron sobre los hombros de Arcos Catalán un peso mayor a la de ganar una elección, la esperanza de sostener el futuro del partido que con dificultades conserva su registro local.

Arcos Catalán le ganó a Jorge Salgado Parra, el candidato de Morena por poco más de 1,700 votos, en realidad una ventaja mínima, porque los votos nulos fueron casi 4,000, de acuerdo con los resultados disponibles en el portal del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado (IEPC) de Guerrero.

El sacerdote Filiberto Velázquez Florencio, quien junto a obispos guerrerenses medio con líderes de grupos criminales en varios momentos de crisis por la violencia en Chilpancingo, también puso los ojos en los aspectos de corte político, como posibles causas del asesinato.

Por todo el contexto que conoce, a Velázquez Florencio le parece inviable, si la responsabilidad material del caso está orientada hacia uno de los grupos criminales asentados en Chilpancingo –extendidos hasta la zona Centro y Montaña de Guerrero, de acuerdo con la información oficial de la criminalidad–, que fuera un asunto por cuenta propia.

“Sería una tontería generar o calentar el propio territorio donde ellos operan con algo así, o sea, si no hubo de por medio algún acuerdo que beneficiara con el riesgo de que se calentara su propio territorio, o que generara una reacción de desbandada en contra de algún grupo, se me haría tontería haberlo hecho así”.

El cura expuso con contundencia que en Guerrero y el país se vive en una democracia de apariencia donde simplemente no se respetan las libertades, porque existe un Estado que usa grupos de presión para disuadir contrincantes.

Con este comentario como antecedente plantea una hipótesis del caso “más amplia que simplemente un ajuste de cuentas”, porque conoce cómo operan los dos grupos, sus intereses y códigos.

Velázquez Florencio medió en febrero pasado entre Los Ardillos y Los Tlacos para que dejaran de atacarse, donde la ciudad de Chilpancingo fungió como escenario y los transportistas, otra vez, como el blanco, lo que pegaba de manera directa en el grueso de la población que depende del transporte público y que, al igual que los propios transportistas, salen diario a trabajar. En los días previos a la tregua asesinaron a siete conductores del transporte público en la ciudad.

En el caso particular del asesinato del alcalde expone que pudieron involucrase diferentes actores con un fin político: “No puede operar en impunidad un grupo del crimen organizado si no existe, de una manera, en este caso, una estrategia de no confrontación. (…) Uno de los mensajes es medir la fuerza del Estado, tanto federal como estatal, y ya lo estamos viendo, pareciera que no hay una persecución frontal si los perpetradores son los que el mismo Estado está señalando, de ahí vienen otras hipótesis: el propio Estado puede utilizar a la delincuencia organizada o a ciertos grupos para generar este tipo de escenarios que, al final, lo que tiene es un beneficio político, y de alguna manera el Estado se lava las manos al decir que es algo del crimen organizado”.

Una persona que fue muy cercana a Arcos Catalán, de quien su guarda la identidad, dice –en lo que no parece un intento de glorificar su imagen, porque lo reconoce como una persona excesivamente amigable, más no solidaria en el aspecto político– que le cuesta creer que lo que pasó tenga que ver con malos acuerdos entre Arcos Catalán (y su figura como alcalde) y líderes criminales, porque hay más implicaciones políticas de por medio.

Hay quienes sostienen, también dentro de lo que fue el equipo del alcalde asesinado, que espacios de la administración debieron otorgarse solo con la anuencia de Los Ardillos, lo que expone dos posibles escenarios: acuerdos o imposiciones.

Una fuente del equipo cercano de Alejandro Arcos expuso que el tema de los cargos impuestos en el gabinete no pudo ser la razón del asesinato, porque el alcalde nombró a todos los que le impusieron.

En los casos donde Alejandro no podía tomar una decisión, porque implicaba hacer a un lado a gente que lo acompañó y con quienes personalmente se comprometió, esas personas recibieron llamadas amenazantes para que se hicieran a un lado.

“Nos hicimos a un lado, entendimos que esos compromisos eran de otra índole”, aseguró.

Una fuente que conoce la actuación de los grupos criminales comparte con contundencia que Los Tlacos se deslindaron del asesinato del alcalde y del secretario general del Ayuntamiento de Chilpancingo, Francisco Gonzalo Tapia Gutiérrez, asesinado tres días antes que Arcos Catalán.

No ocurre lo mismo con quien estaba previsto sería el secretario de Seguridad Pública, Ulises Hernández Martínez, un capitán retirado del Ejército y quien ocupó el cargo de coordinador de la Unidad de Fuerzas Especiales en Guerrero, asesinado el 28 de septiembre pasado, antes de arrancar la actual administración municipal. La fuente explica que el posible servidor público vivía fuera de Guerrero y volvió por el cargo, pero olvidó que tenía cosas pendientes con Los Tlacos por sus pasadas acciones policiales.

La investigación oficial expone un único autor intelectual relacionado con Los Ardillos, aun cuando la jueza del caso refutó que la FGE no presentó elementos contundentes para comprobar esa relación.

El empresario local Pioquinto Damián, quien conoce el municipio en su dimensión social y política, no tiene elementos para decir que el trasfondo en el caso del alcalde sea concretamente político, “pero lo cierto es que pasó algo, que ofendió a alguien, le falló a alguien, eso es incuestionable”.


Fotografía con una intervención hecha por Antonio Castañón.

Cuarta parte

6 de octubre, el día del asesinato

Cuando llegaron al entronque de Tepechicotlán, alrededor de las doce del día, Alejandro Arcos Catalán detuvo la marcha de la Gran Cherokee. Los conductores de las camionetas Robust y Amarok que lo seguían, hicieron lo mismo.

“Tengo que ir a atender un tema. Yo solo”, les dijo a los cuatro colaboradores que lo acompañaban. El manejaba. Se bajó de su vehículo.

Se dirigió a la camioneta Robust, de la Volkswagen, donde iban seis de sus escoltas recientemente contratados, a quienes les dijo lo mismo, que “tenía que ir a atender un tema. Solo”. A las once personas de esta comitiva, a bordo de tres camionetas, la tercera era una Amarok, también de la Volkswagen, pidió que realizaran las actividades programadas en Tepechicotlán y, después, él se incorporaba.

Se subió a la Robust y se adentró al libramiento Héctor Astudillo Bello. Una carretera de excelentes condiciones construida en el arranque del gobierno del priista Héctor Astudillo Flores, en 2015, una vía para llegar directo a Mochitlán. El libramiento lleva el nombre del padre del gobernador Héctor Astudillo Flores. Se lo puso el alcalde de Mochitlán Jhobanny Jiménez Mendoza, del periodo 2015-2018, en honor al padre del gobernador.

“Lo vimos alejarse de nosotros, sin preguntarle nada, qué podíamos preguntarle ¿qué tema vas a atender? ¿Con quién? ¿Por qué solo? Si estábamos en un área de la que sabemos lo que significa. Cuando la camioneta se perdió en el libramiento nosotros nos metimos a Tepechicotlán a realizar varias tareas”, contó una de las personas que acompañaron ese día a Alejandro.

Desde Petaquillas, una comunidad rural de 12 mil habitantes, pegada a la capital y que forma parte del municipio de Chilpancingo, la gente sabe y lo dice de forma coloquial que se está en terreno ardillo, es decir, en una porción de territorio guerrerense controlado de forma férrea por un grupo del crimen organizado conocido como Los Ardillos. El grupo tiene control desde el acceso a Petaquillas mediante diversos retenes de integrantes de este grupo disfrazados de policías comunitarios. Después, al llegar a Mochitlán, un retén de vigilancia de policías municipales detiene e interroga a todos los que ingresan a este territorio. “¿A dónde van? ¿Cuánto tiempo?” Son las primeras preguntas, después de ver identificaciones y corroborar la identidad de las visitas. Del mismo modo operan los policías municipales de Tixtla, otro municipio pegado a la capital, por el que se accede a la Montaña, otra región en la que varios municipios están controlados por Los Ardillos y tiene conexión con Mochitlán.

“Cuando la camioneta de Alejandro se nos perdió de vista, nosotros nos dirigimos a Tepechicotlán a hacer las tareas programadas, lo primero que fuimos a ver fue las máquinas de desazolve en la limpieza del río”, detalló la fuente.

Alejandro no le dijo a nadie de su equipo que al llegar a Tepechicotlán él se iba a separar y se iría solo. Es lo que cree la fuente porque nadie habló una sola palabra antes y, tampoco, después por la sorpresa y lo difícil de la situación.

“Cuando lo vi alejarse y perderse en el libramiento sentí algo que me puso inquieto, pero cuando él se fue no iba temeroso, no iba con miedo, creo que confiaba demasiado en el enlace o los enlaces que tenía, creo que sólo él conocía quién o quiénes eran sus enlaces y confiaba demasiado en ellos. Alejandro era así: muy confiado”.

Lo raro era que Alejandro se fuera confiado. Para esas fechas, ya habían asesinado a Francisco Gonzalo Tapia Gutiérrez, su secretario general del Ayuntamiento, a solo tres días del arranque del gobierno municipal, el 3 de octubre. Francisco Gonzalo era parte del equipo que formó Alejandro para llegar a la alcaldía.

Se trataba, además, del segundo asesinato de alguien relacionado con él. Antes de rendir protesta, el 28 de septiembre, asesinaron a quien asumiría el cargo de secretario de Seguridad Pública en el municipio, Ulises Hernández Martínez, un capitán retirado del Ejército y ex director de la Unidad de Fuerzas Especiales (UFE), junto a su esposa. Se supo que Ulises Martínez fue asesinado después de asistir a una reunión a la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, como un acto previo a asumir esa oficina.

Después del asesinato de Francisco Gonzalo, por razones de seguridad, desde el jueves 3 de octubre, Alejandro se fue a vivir al domicilio de uno de sus hermanos, al centro de la ciudad. Se fue solo para facilitar su traslado al Ayuntamiento, también ubicado en el centro. Su esposa y su hijo se quedaron en el domicilio familiar. El día del asesinato, de acuerdo con lo que contó a la Fiscalía General del Estado (FGE) la esposa de Alejandro, ella y él se comunicaron temprano por una videollamada. Ahí ella se enteró que iban a Tepechicotlán a atender a los afectados del huracán John.

No le dijo nada sobre “el tema” en cuestión y, menos, que iría solo.

“Con el paso de los días he analizado mucho esta situación y he llegado a la conclusión que la organización de esta gira a Tepechicotlán fue generada por Alejandro para tener una cobertura que le permitiera atender ese asunto que tenía que atender”, agregó la persona que acompañó a Alejandro a esa gira.

El viernes 4 de octubre, al día siguiente del asesinato de su secretario general, Alejandro tuvo actividades en el Ayuntamiento. De hecho, después de rendir protesta el 30 de septiembre, era en sí el primer día que Alejandro despachaba en el edificio municipal. Le tocó asumir el gobierno en medio de la contingencia por el huracán John y sus primeras actividades fueron en territorio, para atender a los afectados y albergados en refugios por las lluvias.

Gran parte de ese viernes, Alejandro lo dedicó para entablar comunicación con la gobernadora, la morenista Evelyn Salgado Pineda, para plantearle el tema de su seguridad, revelaron fuentes cercanas al alcalde.

“La gobernadora nunca le tomó la llamada”, dijeron.

Después del asesinato de Francisco Tapia, Alejandro comenzó a armar un equipo de escoltas para su seguridad. Su padrino político, el perredista y expriista, el exgobernador Ángel Aguirre Rivero le recomendó a Severiano Promotor Guzmán, quien había sido su jefe de escoltas cuando fue gobernador.

Las pruebas que tiene recabadas la FGE indican que Alejandro buscó escoltas, porque no confiaba en los policías municipales, de los que se supone era jefe. Para entonces, ya había nombrado encargado de despacho de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal al teniente retirado del Ejército, Germán Reyes Reyes, quien se había desempeñado como agente especial de Delitos Graves en la FGE. Reyes Reyes fue detenido como autor intelectual del crimen de Alejandro, el martes 12 de noviembre.

En una breve entrevista en la audiencia inicial de formulación de imputación, Reyes Reyes indicó que una persona de confianza de Alejandro se comunicó con él para decirle que el alcalde quería que lo apoyara en Seguridad Pública, que se entrevistaron y Alejandro le entregó su nombramiento el 1 de octubre.

Las fuentes que se consultaron en el Ayuntamiento y con su equipo de confianza aseguraron que Alejandro no buscó a Reyes Reyes, que nadie lo conocía cuando el alcalde lo nombró encargado de despacho. Entendieron que el nombramiento era resultado de las presiones que recibía por parte de Los Ardillos, probablemente, por algunos acuerdos.

Los seis escoltas que acompañaron a Alejandro a Tepechicotlán fueron contactados un día anterior por Severiano Promotor Guzmán, a quien le recomendó Aguirre para que se hiciera cargo de su seguridad. Severiano Promotor iba al frente del equipo. Era el primer día de trabajo de todos ellos.

Se conoce, aunque no hay forma de probarlo, que los grupos del crimen organizado presionan a los alcaldes para que, en Seguridad Pública, Finanzas y Obras Públicas, principalmente, nombren a personas que ellos indican.

Los once colaboradores desahogaron la agenda en Tepechicotlán y Alejandro no se incorporó. Cerca de las cuatro de la tarde, habitantes del pueblo los invitaron a comer.

“Como a las cuatro y media de la tarde nos llegaron las primeras noticias de que habían dejado a un hombre decapitado, con la cabeza sobre el toldo de una camioneta blanca. A mí, de manera inmediata, me dio mucho escalofrío, la piel se me puso chinita. Cada vez que me acuerdo de él, me sigue ocurriendo”, confió la fuente.

La Fiscalía indicó en la audiencia inicial de Reyes Reyes que Alejandro falleció “a causa de una hemorragia masiva por decapitación”, es decir, estaba vivo cuando su cabeza fue desmembrada.

El equipo de Alejandro en Tepechicotlán comenzó a buscar inmediatamente en las redes sociales fotos del hecho.

“Lo que reconocimos de inmediato fue la camioneta y las placas. Nos dimos cuenta de que sí podía ser él”.

A los pocos segundos, llamó uno de los hermanos de Alejandro, contando también la noticia que se hizo viral en redes. El hermano del alcalde les pidió que se regresaran y que lo acompañaran al lugar donde dejaron la camioneta con la cabeza decapitada, en la colonia Villas del Roble, a la salida hacia Tixtla, cuya cabecera conecta con Mochitlán.

Las personas que formaron parte del equipo de confianza del alcalde, además de la tristeza por la pérdida del amigo, sienten que su integridad también está en riesgo y tienen muchas dudas sobre la causa verdadera del asesinato.

En la audiencia inicial de formulación de imputación de Germán Reyes, la FGE reveló que Alejandro fue asesinado por oponerse a nombrar a más personas de Los Ardillos en su gabinete.

“Dicen que lo asesinaron porque se negó a que hubiera más gente de Los Ardillos en su gabinete. La realidad es que prácticamente a todas las personas que nombró en su gabinete, fueron las que ellos (Los Ardillos) impusieron”, reveló.

La Fiscalía acusó a Germán Reyes Reyes de formar parte de la estructura criminal de Los Ardillos. De acuerdo con la FGE, Germán Reyes es parte de la estructura jerárquica del grupo criminal y tiene poder de tomar decisiones.

Germán Reyes Reyes es originario de Oaxaca. Es uno de los funcionarios de corte militar que llegaron a Guerrero al mismo tiempo que la extitular de la FGE, la teniente Sandra Luz Valdovinos Salmerón, nombrada por la gobernadora Evelyn Salgado Pineda.

“Gran parte del equipo cercano de Alejandro no quedó en ningún cargo. A la mayoría de los que él quería nombrar, los llamaron y les ordenaron: ábranse, es decir, que se hicieran a un lado”.


La imagen de archivo corresponde a una actividad del proceso de campaña de Alejandro Arcos en su aspiración por la alcaldía de Chilpancingo.

Alejandro a bordo de su camioneta Robust

Lo que ocurrió entre las 12:00 y las 4:34 de la tarde, tiempo en el que Alejandro se fue solo por el libramiento de Tepechicotlán y lo regresaron en la misma camioneta, pero ya decapitado y con signos de desmembramiento en las cuatro extremidades del cuerpo, se desconoce.

La FGE sostiene que Alejandro estuvo en un rancho de Quechultenango, bastión principal de Los Ardillos, en donde Germán Reyes Reyes, ordenó privarlo de la libertad y asesinarlo. La orden se la habría dado a El Michoacano, el Jimmy y el Junior.

La Fiscalía libró orden de aprehensión contra Germán Reyes Reyes y Marco Antonio Osorio Castrejón, El Michoacano, pero hasta ahora el único detenido es Reyes Reyes.

El único elemento concreto acerca del asesinato es una serie de grabaciones sobre la camioneta Robust, manejada por quien se supone es el supuesto Michoacano, cuando entra a Chilpancingo, por la parte oeste de la ciudad que conecta con Tixtla.

Las cámaras en diferentes puntos de la ciudad captaron a un individuo en motocicleta y atrás la camioneta Robust, en la que llevan al alcalde decapitado, hasta la calle Moctezuma, en la esquina del hotel Moreli, en la colonia Villas del Roble.

La moto se mete primero a la calle cerrada del costado del hotel, después la camioneta Robust y después de unos segundos, un par de individuos salieron a bordo de la moto.

Para el empresario Pioquinto Damián Huato y el sacerdote Filiberto Velazquez la escena que se propagó de este crimen, de la cabeza del alcalde sobre el toldo de la camioneta, aporta elementos de un asesinato de otra índole.

Coinciden en que la decapitación del alcalde pareciera “hecha con bisturí” y la forma en que dejaron expuesta la cabeza, si bien es una imagen cruenta porque existe la intención clara de exhibirlo, la escena es limpia. No hay sangre y extremidades regada por todos lados, como deja el crimen organizado a sus victimas para enviar mensajes al grupo rival, es decir, pareciera que esta escena tiene otro destinatario.

Una parte de la evidencia, o sea el video en el que se ven al par de individuos que dejan la camioneta de Alejandro, fue filtrado a un periodista de la Ciudad de México, lo que pone en riesgo el elemento de prueba y a las personas que proporcionaron las imágenes que captó la cámara de su domicilio.

“La imagen con la que me quedo de Alejandro es la siguiente. Va confiado. Maneja su camioneta Robust por el libramiento. Yo lo sigo con la mirada hasta que se pierde en el libramiento de Tepechicotlán”, compartió quien lo acompañó el último día de su vida.

Exigen a Semarnat cancele permiso de tala que está secando acuífero

Texto: Beatriz García

Fotografía: José Luis de la Cruz

27 de mayo del 2020


idatarios de Chautipan, municipio de Chilpancingo, exigieron a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) la cancelación de un permiso de aprovechamiento forestal que está secando los mantos acuíferos.

El pograma Estratégico Forestal de Guerrero de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) 2009-2030 señala que la pérdida de vegetación en el periodo 1993 -2002 es mayor a las 40 mil hectáreas por año, que  “presenta como una importante pérdida de masa forestal, de difícil recuperación”.

Siguiendo esta línea, es probable que en los últimos 10 años en el estado se perdieron 400 mil hectáreas de vegetación.

En conferencia de prensa, en representación de 46 ejidatarios de la comunidad, expusieron su inconformidad por la tala de árboles, que es apoyada por 30 ejidatarios, y quienes se quedan con el pago de utilidades por esta acción.

El ejido de Chautipan está localizado en la zona serrana de Chilpancingo, donde habitan 86 familias en una superficie de 3,700 hectáreas.

Los ejidatarios prefirieron no dar nombres y hablar por todos.

Explicaron que Semarnat otorgó el permiso de uso forestal a una empresa que desconocen su nombre, pero que venden la madera, y que esto está trayendo problemas principalmente en el abastecimiento de agua.

Por ese motivo, el 12 de diciembre del 2019 llevaron un escrito a Semarnat para solicitar la suspensión del permiso que otorgó. Les aseguraron que en 10 días les darían respuesta. Pero no fue así.

Apenas este jueves los ejidatarios acudieron a la dependencia para saber el procedimiento del oficio que entregaron. Les dijeron que no se revisó porque no es competencia de ellos, sino de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

Los ejidatarios lamentaron que la dependencia estatal, siendo quien otorgó el permiso, no les puedan solucionar el problema.

Este miércoles llevaron el oficio a Profepa, y esperan que sean ellos quienes paren la tala de árboles en su ejido y evitar más deterioro en el ambiente,  y sus manantiales,  barrancas y arroyos no se sequen.

También pidieron la intervención del gobernador Héctor Astudillo Flores, pues en la localidad hay “anomalías” por parte de los ejidatarios que permiten continúe la tala, de las cuales no dieron más detalles.


Texto: Beatriz García

Fotografía: Amapola Periodismo

27 de mayo del 2020

Chilpancingo


Ejidatarios de Chautipan, municipio de Chilpancingo, exigieron a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) la cancelación de un permiso de aprovechamiento forestal que está secando los mantos acuíferos.

El pograma Estratégico Forestal de Guerrero de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) 2009-2030 señala que la pérdida de vegetación en el periodo 1993 -2002 es mayor a las 40 mil hectáreas por año, que “presenta como una importante pérdida de masa forestal, de difícil recuperación”.

Siguiendo esta línea, es probable que en los últimos 10 años en el estado se perdieron 400 mil hectáreas de vegetación.

En conferencia de prensa, una representación de 46 ejidatarios de la comunidad, expusieron su inconformidad por la tala de árboles, que es apoyada por 30 ejidatarios, y quienes se quedan con el pago de utilidades por esta acción.

El ejido de Chautipan está localizado en la zona serrana de Chilpancingo, donde habitan 86 familias en una superficie de 3,700 hectáreas.

Los ejidatarios prefirieron no dar nombres y hablar por todos.

Explicaron que Semarnat otorgó el permiso de uso forestal a una empresa que desconocen su nombre, pero que venden la madera, y que esto está trayendo problemas principalmente en el abastecimiento de agua.

Por ese motivo, el 12 de mayo pasado llevaron un escrito a Semarnat para solicitar la suspensión del permiso que otorgó. Les aseguraron que en 10 días les darían respuesta. Pero no fue así.

Apenas este jueves los ejidatarios acudieron a la dependencia para saber el procedimiento del oficio que entregaron. Les dijeron que no se revisó porque no es competencia de ellos, sino de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

Los ejidatarios lamentaron que la dependencia estatal, siendo quien otorgó el permiso, no les puedan solucionar el problema.

Este miércoles llevaron el oficio a Profepa, y esperan que sean ellos quienes paren la tala de árboles en su ejido y evitar más deterioro en el ambiente, y sus manantiales, barrancas y arroyos no se sequen.

También pidieron la intervención del gobernador Héctor Astudillo Flores, pues en la localidad hay “anomalías” por parte de los ejidatarios que permiten continúe la tala, de las cuales no dieron más detalles.

Reprochan negligencia gubernamental en el caso de los 17 desaparecidos de Chautipan


Texto: Amapola Periodismo

Foto: Cromática agencia fotográfica y multimedia / Oscar Guerrero

Viernes 8 de noviembre de 2024

Chilpancingo


«Si las autoridades hubieran hecho las cosas bien no hubieran pasado estas cosas que no se esperaban», reclamó una mujer de Chautipan que se llevó en un ataúd los cadáveres de su esposo y su hijo, hallados junto con otras nueve personas desmembradas en una camioneta la noche de este miércoles 6 en Chilpancingo.

La mujer, con la cabeza envuelta con un rebozo, exige que el gobierno siga buscando a los otros seis, ya que entre ellos está su otro hijo, Leandro Geovani Cabrera Sacristán.

Entre los 11 asesinados hallados el miércoles 6, están Alfonso Francisco Cabrera, de 33 años, y Diego Alfonso Cabrera Sacristán, de 17 años, esposo e hijo de la entrevistada afuera del Servicio Médico Forense (Semefo) momentos antes de que en tres carrozas fueran trasladados los cadáveres de nueve hombres y dos mujeres a Chautipan, donde este viernes se les rezará, para mañana sábado sepultarlos en el panteón del pueblo.

«Diego Alfonso ya vivía con su pareja y, pues, como tenía necesidad de tener dinero para mantener a su mujer, se fue a vender trastes a las comunidades de Chilapa», refirió uno de los familiares.

«Ya fue encontrado, pero muerto», dijo el familiar de Diego Alfonso.

Los familiares que desde ayer miércoles llegaron al Semefo para identificar a sus parientes asesinados, permanecieron allí más de 24 horas.

Los 17 de Chautipan, municipio de Chilpancingo, desaparecieron en forma paulatina en los municipios de Chilapa y Quechultenango durante el mes de octubre.

Un primer grupo de pobladores que se dedican a la venta de trastes de peltre y plástico salió de Chautipan el 21 de octubre; al siguiente día, el 22, salió otro contingente.

Como ninguno regresaba ni contestaban el teléfono, varios de sus parientes salieron el 27 de octubre hacia Quechultenango y Chilapa a buscarlos.

«Nadie de ellos hacía males; fue injusto lo que les hicieron», recriminó un familiar de una de las 11 víctimas.

«Lo que pedimos a las autoridades es que sigan buscando a los demás (a seis), ya que ahorita no nos dijeron nada si va a seguir la búsqueda», expuso la mujer a la que le asesinaron al esposo y al hijo.

El 5 de noviembre, el comandante de la 35 Zona Militar, Jorge Pedro Nieto Sánchez, dio a conocer que 400 militares de las fuerzas especiales iban a sumarse a la búsqueda de los 17, en Mochitlán, Quechultenango, Chilapa y en la parte sur de Chilpancingo, que es la zona de control del grupo criminal Los Ardillos.

A más de 24 horas del operativo de búsqueda de la Sedena, 11 de los 17 aparecieron desmembrados en la batea de una camioneta que fue remolcada por la Fiscalía General del Estado (FGE), acción con la que, según un abogado penalista de Chilpancingo, se borraron las evidencias de la escena del crimen.

Tormenta tropical Kristy se forma al sur de costas de Guerrero y Michoacán; ocasionará lluvias en el Valle de México

La tormenta tropical Kristy se formó en el Océano Pacífico y aunque se encuentra lejos de suelo mexicano, provocará fuertes lluvias en el centro del país.


Texto: Animal Político

Foto: Archivo Amapola 

Martes 22 de octubre del 2024

Chilpancingo


La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que la tormenta tropical Kristy se formó durante la tarde de este lunes, al sur de las costas de los estados de Guerrero y Michoacán y se encuentra a 440 kilómetros al suroeste de los municipios de Acapulco, y a 490 de Lázaro Cárdenas, respectivamente.

En un comunicado, la dependencia indicó que tiene vientos que recorren los 65 kilómetros por hora (km/h) y rachas de 85 km/h y desplazamientos hacia el oeste a 28 km/h.


Se prevén lluvias en el centro del país

Aseguró que se avizoran lluvias muy fuertes en Jalisco, Colima, Michoacán y Guerrero; así como chubascos en Nayarit. En tanto, la Ciudad de México y la Zona Metropolitana tendrán fuertes precipitaciones, así como en las entidades cercanas.

Las lluvias podrían generar encharcamientos, incremento en niveles de ríos y arroyos, así como deslaves e inundaciones en zonas bajas de los estados mencionados, por lo que se exhorta a la población, turistas y navegación marítima a atender los avisos del Servicio Meteorológico Nacional de la Comisión Nacional del Agua, seguir las recomendaciones de Protección Civil”, comentó la dependencia.

Alertó que habrá vientos con rachas que podrían ir de los 40 a los 60 kilómetros en las costas de Jalisco, Colima, Michoacán y Guerrero y ocasionará oleaje elevado que llegará hasta los 2 metros de altura.



Ruta de tormenta tropical Kristy

De acuerdo con el gráfico proporcionado por la Conagua, Kristy podría llegar a ser huracán categoría 1 el miércoles a la medianoche, y para el jueves se estima que alcance la categoría 2 a partir de las 00:00 horas, pero se encontraría ya muy lejos del territorio mexicano.

Por otra parte, la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de Guerrero, pidió a la población a estar preparados, pues las temporadas de lluvias aun no terminan y sugirió a planear, preparar y actuar ante una posible tormenta tropical o huracán como lo fue John.

“Conserva la calma, si te piden salir, dirígete al lugar seguro, sigue las indicaciones de los responsables de Protección Civil”, indicó la secretaría.


Baja niveles de agua en Tixtla, Guerrero

El gobierno municipal de Tixtla, en Guerrero, aseguró que sigue la supervisión del desfogue en calles del municipio.

Tras el paso del huracán John, dejó severas inundaciones.

“Se dio atención de manera emergente, y ahora anuncia un nuevo ciclo de acciones para lograr el desfogue total y la atención a familias afectadas”, indicó en redes sociales.


Tercer acto de la gobernadora y el alcalde de Chilpancingo en una semana


Texto y Foto: Jesús Guerrero

Viernes 18 de octubre de 2024

Chilpancingo


El presidente municipal de Chilpancingo, Gustavo Alarcón Herrera, fue sacado casi en vilo por dos de sus escoltas, mientras atendía a unas personas al finalizar el acto que encabezó junto con la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, del arranque de la rehabilitación la avenida del Encauzamiento del Río Huacapa, tras las afectaciones por el huracán John.

Los guardaespaldas condujeron al primer edil hasta una camioneta blanca blindada y lo metieron al vehículo, que tenía el motor encendido y arrancó cuando Gustavo Alarcón todavía no se acomoda bien en el asiento del copiloto, seguida de otros dos vehículos repletos de escoltas.

Este viernes 18 de octubre, Gustavo Alarcón, un político de extirpe priísta que en los últimos seis años intentó ser alcalde bajo los emblemas del PAN y Morena, cumplió ocho días en el cargo, en sustitución Alejandro Arcos Catalán quien fue asesinado el domingo 6 de octubre.

En poco más de una semana en el cargo, Gustavo Alarcón ha sido invitado por la gobernadora Evelyn Salgado a tres actos públicos en Chilpancingo, cuando en más de un año la mandataria estatal dejó de tener contacto directo con la primera autoridad del municipio de Chilpancingo, por las diferencias políticas que tenía con la exalcaldesa Norma Otilia Hernández Martínez, a raíz de que ésta se reunió con el líder del grupo criminal de Los Ardillos, como consta en materiales audoivisuales difundidos en redes sociales.



Este viernes, Evelyn Salgado, junto con su padre, el senador Félix Salgado; su hermana Liz Salgado, presidenta estatal del DIF estatal, y el alcalde Gustavo Alarcón, encabezó el inicio de los trabajos de rehabilitación del Huacapa.

Parte de la avenida fue cerrada con vallas metálicas y había guardias de seguridad vestidos de civil en todo el perímetro.

«Gobernadora Evelyn, gobernadora Evelyn», le gritó desde atrás de la valla metálica una mujer que llevaba a su pequeña hija en brazos. La mujer quería hablar con la gobernadora para hacerle una petición de ayuda para su hija.

A unos 15 metros de distancia, Evelyn Salgado escuchó el grito de la mujer y solo levantó la mano en señal de saludo.

Luego, la gobernadora se introdujo a su camioneta blanca Grand Cherokee blindada, bajó los vidrios polarizados y se acomodó en su asiento. La mujer que le gritó a Evelyn la vio a través de los cristales de la camioneta que dobló hacia el carril norte-sur de la avenida del Huacapa.

Tras el acto, decenas de empleados de las dependencias del gobierno estatal que fueron obligados asistir al evento, se retiraron caminando en dirección sur-norte. A los burócratas se les veía el rostro de fastidio.

«Lo bueno es que de último momento nos dijeron que el acto de la góber era a la una y no a las cuatro de la tarde», dijo un trabajador.

Uno de los últimos en retirarse del lugar fue el senador Félix Salgado, debido a que no paraba de tomarse selfies con sus seguidores, quienes le echaban porras

Félix caminó por el carril norte-sur de la avenida Huacapa; atrás él iba un grupo de 30 seguidores que lo seguían vitoreando como si fuera un acto de campaña.

«Hay toro», le gritaba el séquito al senador morenista, que ordenó que la camioneta Grand Cherokee que utiliza permaneciera estacionada en el carril norte-sur de la avenida.

Los reporteros que cubrieron el acto intentaron entrevistar a la gobernadora o tomar algunas fotos, pero como de costumbre se escabulló mientras sus guardaespaldas forcejeaban con los comunicadores para impedirles acercarse a la mandataria.

Levanta gobernadora veto al ayuntamiento de Chilpancingo con llegada de Alarcón Herrera

Con el nuevo alcalde, la relación con la gobernadora es tan estrecha, que hasta compartirán la decisión de elegir al titular de la Secretaría de Seguridad Pública en el municipio.


Texto: Margena de la O

Foto: Facebook Evelyn Salgado Pineda 

Jueves 17 de octubre de 2024

Chilpancingo


La gobernadora Evelyn Salgado Pineda levantó el veto a la administración pública municipal de Chilpancingo, desde que Gustavo Alarcón Herrera es alcalde de la capital del estado.

Alarcón Herrera llegó al cargo en lugar de Alejandro Arcos Catalán, asesinado este 6 de octubre, en situaciones que aún no son clarificadas por la Fiscalía General del Estado (FGE), instancia encargada del caso.

Horas después de que Gustavo Alarcón rindió protesta, el jueves 10 de octubre, la gobernadora estuvo con él en una actividad pública en el encauzamiento del río Huacapa, cuyo crecimiento por las lluvias del huracán John afectó en varios tramos.

El acto oficial, que tuvo lugar después de las cinco y media de la tarde, se denominó “Estrategia de Coordinación Integral para la Atención del Río Huacapa”. Antes, la mandataria estatal y el alcalde capitalino se reunieron en privado tan pronto éste salió de rendir protesta del Congreso local. Él mismo dijo que iría a verla, y ella posteó el encuentro en redes sociales.


La gobernadora no se reunía con un gobernante municipal desde su distanciamiento con la exalcaldesa Norma Otilia Hernández Martínez, a raíz de que se difundió en internet, incluidas redes sociales, un video donde está reunida con quien fue identificado por las autoridades federales como el líder del grupo del crimen organizado Los Ardillos, Celso Ortega Jiménez.

La última actividad que tuvieron juntas, de acuerdo con una revisión en redes sociales oficiales de la exalcaldesa, fue el 2 de junio de 2023, en la alameda _Granados Maldonado_, para arrancar las “obras del sistema de parques urbanos”. Hasta asistió, entre otros, el senador Félix Salgado Macedonio, padre de la gobernadora.

La alcaldesa, la gobernadora y el senador compartían la militancia de Morena, partido por el que llegaron a sus respectivos cargos, pero Norma Otilia Hernández fue expulsada del instituto político después. Su situación en el partido, aún se define en el Tribunal Electoral del Estado (TEE).

La gobernadora tampoco estuvo en ninguna actividad oficial formal con el alcalde Alejandro Arcos Catalán en los seis días que duró en el cargo. Su inicio de gobierno coincidió con las lluvias de John, y Chilpancingo fue de los municipios que resultaron con daños.

Antes del asesinato del alcalde, mataron a quien nombró como secretario general del Ayuntamiento de Chilpancingo, Francisco Gonzalo Tapia Gutiérrez, el jueves 3 de octubre, y antes de que incluso arrancara el trienio, el 28 de septiembre, asesinaron a quien se sabía sería su secretario de Seguridad Pública, Ulises Hernández Martínez.

Alejandro Arcos llegó al cargo por la alianza PRD-PRI-PAN. Los resultados de la elección del 2 de junio pasado indican que entre él y el candidato de Morena, Jorge Salgado Parra, hay una diferencia de 1,705 votos. Con este margen le quitó la principal alcaldía de Guerrero al partido que tiene la mayoría de los espacios públicos en el estado y el país.

Pasó un año, cuatro meses y ocho días para que la gobernadora volviera a compartir un acto público con quien encabeza el Ayuntamiento de la capital de Guerrero.

El acto del encauzamiento del río Huacapa fue el primero; luego, la mandataria invitó al alcalde a una gira más por colonias de la ciudad con afectaciones por las lluvias de John durante la tarde y parte de la noches de este martes 15 de octubre.

Estuvieron juntos por las colonias San José, Norberto Flores Baños, Galeana, Valle de Bravo, de acuerdo con las transmisiones en vivo que compartió por su página de Facebook la gobernadora.


El alcalde Gustavo Alarcón Herrera durante una entrevista en sus oficinas del ayuntamiento de Chilpancingo. Foto: Amapola Periodismo.

En este recorrido por Chilpancingo, además del padre de la gobernadora, que otra vez es senador, estuvo la plana mayor del Morena en cargos públicos, hasta el dirigente estatal, Jacinto González Varona, y quien fuera el candidato guinda a la alcaldía, Jorge Salgado Parra.

“No lo vean así. Lo dijo la ciudadana gobernadora: los partidos están allá atrás; ya cambió, vamos a trabajar. La idea es (…), bueno, yo soy sociedad civil, yo hablo con todo mundo”, justificó el alcalde cuando en una entrevista, Amapola Periodismo le preguntó de ese encuentro con la cúpula morenista.

–Pero también es alcalde –se le atajó.

–Sí, pero, bueno, va a subir el que quiera subir, y va a crecer el que quiera crecer. Yo no tengo por qué detener a nadie. Y con honor a la verdad le digo, a mí me gusta ser amigo de todos.


Gobernadora tomará decisiones en gobierno municipal

El alcalde en gira con la gobernadora por colonias de Chilpancingo la tarde del 14 de octubre pasado. Foto: Oficial.

Lo que ha dejado claro el alcalde es que la relación con la gobernadora es tan estrecha, que hasta compartirán la decisión de elegir al titular de la Secretaría de Seguridad Pública del municipio.

Lo expuso desde el primer momento en una entrevista con reporteros el viernes 11, al día siguiente de que rindió protesta, pues, dijo, en todo caso, la ley la asiste para hacerlo.

En entrevista, este miércoles 16 lo ratificó. De hecho mencionó que ya tiene unos cinco perfiles que analizan y de donde puede salir el próximo secretario, pero evitó mencionar quiénes son los candidatos, con el argumento de que los tenía en unas fichas que no estaban a la mano, aun cuando el lugar de la entrevista eran sus oficinas en la alcaldía.

Pero aceptó que existe una coordinación con Evelyn Salgado para la decisión final.

–¿Son propuestas directas de la gobernadora? –se le preguntó.

–Entre los dos. Entre los dos. Y claro, yo tengo que escuchar también las propuestas de nuestra presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.

De hecho, mencionó que las fichas de los perfiles se los mandaron del gobierno estatal. “Me los dieron en tarjetas informativas por parte del área del gobierno”, mencionó.

También informó que el secretario no será precisamente un mando militar, pero analizan perfiles. “Hablan de militares como si fuéramos a una guerra. No vamos a una guerra. Voy a que Chilpancingo esté sin problemas”, agregó.

Alejandro Arcos buscó diálogo para lograr la paz en Chilpancingo: obispo José de Jesús González


El jerarca católico encabezó la misa del novenario del alcalde asesinado en la catedral de Santa María de la Asunción.


Texto: Jesús Guerrero

Foto: Amapola Periodismo

Miércoles 16 de octubre de 2024

Chilpancingo


El presidente municipal de Chilpancingo asesinado, Alejandro Arcos Catalán, buscó el diálogo para que en Chilpancingo hubiera paz, aseguró el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández.

Durante una misa que ofició en la catedral de Santa María de la Asunción, el prelado eclesiástico agregó que Alejandro Arcos tenía el compromiso de trabajar por la paz.

Al cumplirse once días del asesinato del alcalde perredista se llevó a cabo la última misa de su novenario de rezos acto en el que cientos de personas llenaron la catedral de la capital del estado.

La esposa de Alejandro Arcos, familiares, amigos, ciudadanos y políticos del PRI y el PRD, así como funcionarios del ayuntamiento asistieron a la homilía que celebró el obispo José de Jesús González.

Durante su mensaje, el jerarca católico recordó que durante la campaña electoral, Alejandro Arcos asistió al acto de la firma de la paz a la que convocó la iglesia católica a todos los candidatos y candidatas a un cargo de representación popular.

«Alejandro (Arcos Catalán) ya dejó un camino empezado para buscar la paz», valoró el jerarca religioso.

Al final de la misa, la esposa de Alejandro Arcos, Sandra Elena Solís Peralta, dirigió un mensaje para agradecer a los asistentes sus muestras de solidaridad, gestó que arrancó un largo aplauso de parte de la feligresía.

El alcalde de Chilpancingo, Gustavo Alarcón, quien asumió el cargo a raíz de la muerte de Alejandro Arcos, no asistió a la celebración religiosa.


Momento en que Sandra Solís, viuda Alejandro Arcos, el alcalde asesinado, agradece a todas las personas que asistieron a la misa por acompañarlos.

Este miércoles 16 de octubre se cumplieron 11 días de que el alcalde perredista Alejandro Arcos fue hallado decapitado, a seis días de haber asumido el cargo.

Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana dijo que Alejandro Arcos se dirigió solo y sin escoltas a la comunidad de Tepechicotlán, a «una reunión específica».

Hasta el momento, la Fiscalía General del Estado (FGE) no ha informado nada sobre este caso.

En este sentido, la dirigencia estatal del PRD exigió a la FGE que no deje tirado el caso y condenó los actos públicos que ha realizado la gobernadora Evelyn Salgado y su padre, el senador Félix Salgado, en diversas colonias de Chilpancingo.

El sol azteca calificó de «frívolos» los eventos políticos de la mandataria estatal en una ciudad que está de luto por el asesinato de su presidente municipal.

En los actos de Evelyn y Félix Salgado en las colonias, para llevar ayuda a las familias afectadas por el huracán John, acuden militantes de Morena para echarle porras a la gobernadora.

Todos los funcionarios de ayuntamiento de Chilpancingo están bien protegidos, asegura el alcalde


Texto: Jesús Guerrero

Foto: Facebook Gustavo Alarcón Herrera

Lunes 14 de octubre de 2024

Chilpancingo


El presidente municipal de Chilpancingo, Gustavo Alarcón Herrera, al que cuidan 20 escoltas y usa camioneta blindada, aseguró que todos los funcionarios del ayuntamiento cuentan con seguridad.

«Todos (los funcionarios) están bien protegidos, no hay ningún problema», dijo el alcalde a cuatro días de asumir el cargo y a ocho días que su antecesor, Alejandro Arcos Catalán, fue asesinado y decapitado.

Este lunes 14 de octubre, Gustavo Alarcón visitó el jardín de niños Club Rotario, acompañado por policías estatales vestidos de civil y efectivos de la Guardia Nacional (GN) con dos patrullas.

Después del recorrido por la escuela, el alcalde se dirigió al ayuntamiento, donde recorrió las oficinas para saludar a los trabajadores, y cerca de la una de la tarde se retiró del edificio.

Hasta este lunes, todavía no había sido designado el titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Chilpancingo.

Gustavo Alarcón aseguró que el nombramiento del secretario de Seguridad lo hará el gobierno federal con anuencia de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda.

La versión es que dicho nombramiento recaerá en un miembro del Ejército o de la Marina.

El 28 de septiembre, dos días antes de que Alejandro Arcos asumiera la presidencia municipal, Ulises Hernández, el virtual titular de la SSP del municipio, fue asesinado a balazos junto con su pareja sentimental, cuando iban en automóvil por la calle 17 de Febrero, a tres cuadras del mercado central Baltasar Leyva Mancilla.

Ulises Hernández, quien durante el gobierno del priista Héctor Astudillo Flores fungió como director de la Unidad de Fuerzas Especiales de la Policía Estatal, asumiría la titularidad de la Secretaría de Seguridad una vez que Alejandro Arcos tomara posesión de la presidencia municipal.



Desde el jueves 10 de octubre que el expriista y expanista Gustavo Alarcón asumió la alcaldía, ha realizado cuatro recorridos oficiales.

El jueves 10 en la tarde, horas después de haber tomado protesta en el Congreso local, Alarcón Herrera hizo un recorrido con la gobernadora Evelyn Salgado, en la avenida Encauzamiento del Río Huacapa, para evaluar los daños materiales originados por el huracán John.

El sábado 12 de octubre, asistió a la Unidad Deportiva de Chilpancingo a un partido de futbol entre el equipo de Segunda División de la serie «A» Avispones contra los Venados de Mérida, Yucatán.

Los jugadores de Los Avispones le dedicaron el partido al alcalde asesinado Alejandro Arcos Catalán.

Este lunes por la tarde, el alcalde de la capital acompañó a la gobernadora Evelyn Salgado a una reunión con habitantes de la colonia Galeana, ubicada en el norte de ciudad.

El senador del Morena Félix Salgado Macedonio, padre de la gobernadora Evelyn Salgado estuvo en el evento organizado para que la gente diera a conocer las afectaciones sufridas por el huracán John.

La gobernadora Evelyn Salgado no había tenido ningún acto público con la primera autoridad de Chilpancingo desde marzo de 2023, cuando junto con la entonces alcaldesa Norma Otilia Hernández Martínez, dio el banderazo del inicio de la remodelación de la alameda Granados Maldonado y de otros parques recreativos en distintos puntos de Chilpancingo.

El distanciamiento de Evelyn con Norma Otilia se originó cuando ésta apareció en un video en redes sociales reunida con un hombre armado que la Fiscalía General del Estado (FGE) ubicó como Celso Ortega Jiménez, líder del grupo criminal Los Ardillos.

Alejandro Arcos asumió la presidencia municipal el 30 de septiembre; y ese mismo día, tuvo una conversación telefónica con Evelyn Salgado.

De acuerdo con fuentes del ayuntamiento, luego del asesinato del secretario general del Ayuntamiento, Francisco Gonzalo Tapia, Alejandro Arcos pidió medidas de seguridad al gobierno estatal y no le dieron respuesta.

Rechaza la CETEG la decisión de la SEP de regresar a clases en Acapulco


Hay desabasto de agua y muchos planteles aún tienen daños por el huracán John, argumenta la organización magisterial.


Texto: Jesús Guerrero

Foto: Cromática agencia fotográfica y multimedia 

Lunes 14 de octubre de 2024

Chilpancingo


La dirigencia de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación del Estado de Guerrero (CETEG) consideró inadecuado que las autoridades educativas hayan ordenado el regreso a clases presenciales este lunes en Acapulco, cuando sabían que no hay abasto de agua y, además, muchos de los planteles todavía tienen daños por las lluvias del huracán John.

«No había condiciones del regreso a clases, y eso se lo dijimos a las autoridades de la Secretaría de Educación en Guerrero”, declaró el líder de la CETEG, Héctor Torres Solano.



Este lunes 14 de octubre, el titular de la Secretaría de Educación Pública, Mario Delgado Carrillo, recorrió escuelas de Acapulco para verificar el regreso a clases de manera presencial.

A raíz de este recorrido, el funcionario federal informó que a partir de este lunes hay posibilidades de que en un 80 por ciento de las escuelas regresen a clases en forma paulatina en Acapulco.



Según las autoridades educativas, más de 200 escuelas de educación básica en Acapulco resultaron con daños por el huracán John.

En redes sociales se ha difundido que en muchas escuelas no hubo regreso a clases presenciales por la falta de agua y la falta de limpieza.

Reyna Bello de la Cruz, integrante de la Coordinadora Sectorial de la CETEG, criticó que fue «irresponsable» que la SEG y la SEP hayan dado el visto bueno para el regreso a clases presenciales en Acapulco y en otros municipios de Guerrero afectados por el huracán John, cuando ni siquiera hay un censo del número de planteles con daños materiales, ni la cuantificación de maestros y alumnos que son damnificados.



«Y lo más grave es que en muchas escuelas de Acapulco hubo apertura de clases, cuando hay una severa crisis de falta de agua en todo el municipio», señalo Reyna Bello.

En entrevista, la líder magisterial advirtió que por la falta de agua en las escuelas, pueden desatarse epidemias gastrointestinales o de dengue en la población estudiantil.

«Ya lo vivimos con la pandemia del Covid-19, luego con el huracán Otis, en el que se obligó a los estudiantes regresar a clases cuando no había condiciones de prevención de enfermedades», refirió.



Reyna Bello afirmó que las autoridades estatales y municipales tienen la obligación de otorgar todos, los servicios en las escuelas, ya que los padres de familia no tienen ninguna obligación de pagar cooperaciones para que haya suficiente agua.

La SEG informó que los alumnos de las escuelas que están sirviendo como albergues para las familias afectadas por el huracán, recibirán clases de manera virtual.

Efectivos del Ejército Mexicano están realizando la limpieza en los planteles educativos de este puerto.

Reyna Bello afirmó que la SEG no ha dado a conocer el número de escuelas de la Costa Chica, Montaña y región Centro que resultaron con daños por las lluvias.

El abasto de agua en las escuelas de Acapulco se realiza a través de pipas por parte de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (Capama).

De acuerdo con un reporte que dio a conocer el ayuntamiento acapulqueño, en un plazo de 10 días se normalizará el suministro de agua al cien por ciento en el municipio.


Exigen justicia para el alcalde de Chilpancingo asesinado más de dos mil personas


En la manifestación de esta tarde, se lanzaron consignas de repudio contra la gobernadora Evelyn Salgado.


Texto y Foto: Jesús Guerrero 

Jueves 10 de octubre de 2024

Chilpancingo


Con la exigencia de justicia y paz, más de dos mil personas se manifestaron la tarde de este jueves 10 de octubre, en las calles de Chilpancingo, para exigir castigo a los asesinos del presidente municipal Alejandro Arcos Catalán.

La marcha salió poco después de las cuatro de la tarde del parque Margarita Maza de Juárez, ubicado en el norte de la ciudad. La mayoría de los manifestantes llevaban ropa blanca y, algunos, globos y veladoras.

En la vanguardia, la mayoría eran mujeres; de los dirigentes del PRI, PRD y PAN no se vio a ninguno.



Los tres partidos se aliaron en la elección del 2 de junio, para llevar como candidato a la presidencia municipal de la capital guerrerense a Alejandro Arcos.

«Justicia»… «queremos paz», fueron las exigencias lanzadas a gritos por la gente, que también coreó consignas contra la gobernadora Evelyn Salgado Pineda.

Una de las versiones de la gente es que la mandataria estatal no le asignó medidas de seguridad a Alejandro Arcos, luego de que el secretario general del Ayuntamiento y el virtual jefe de la policía municipal fueron asesinados días antes que el alcalde.

Existe la versión de que Evelyn Salgado ni siquiera contestó las llamadas telefónicas a alcalde perredista.

Los organizadores calcularon que la marcha arrancó con mil personas y concluyó con más de dos mil.

Y es que conforme el contingente avanzaba por la avenida Constituyentes y luego por la Benito Juárez, la gente se fue sumando.

Lo que más resonó entre el griterío fueron los nombres de Alejandro Arcos, de su esposa Sandy y el de la gobernadora Evelyn Salgado, pero el de esta última para repudiarla.



Por cierto, cuando la multitud se aproximaba al zócalo, se supo que Evelyn Salgado realizaba un recorrido, justo en ese momento, con el alcalde Gustavo Alarcón en el encauzamiento del río Huacapa, que hubo afectaciones por las lluvias del huracán John.

Cerca de las cinco de la tarde, la marcha llegó a la plancha del zócalo, donde se coreó el nombre de Sandra Solis, esposa del alcalde asesinado.

«Sandy, no estás sola», «Sandy, aguanta, el pueblo se levanta», retumbó en la Plaza Primer Congreso de Anáhuac.

«No vamos a permitir que el nombre de Alejandro Arcos se manche», advirtió uno de los oradores en el mitin.

La protesta se desarrolló frente al edificio del ayuntamiento, donde desde el lunes 7, luego del sepelio de Alejandro Arcos, hay más de 500 veladoras en el piso y 12 coronas de flores apiladas en los muros del edificio.

«Queremos paz», exigió la gente a todo pulmón.

Durante el mitin gritaron el nombre de la gobernadora Evelyn Salgado.

«Fuera», «fuera», gritaron en referencia a la mandataria estatal.



Al final de la protesta, uno de los organizadores pidió a la gente que se trasladara a la catedral de Santa María de la Asunción, donde se ofició una misa para participar en los rezos en memoria de Alejandro Arcos.

Un grupo de mujeres, niños y personas de la tercera edad prendió veladoras y colocó flores en el pórtico del edificio del ayuntamiento, que se ha convertido en un altar para recordar al alcalde asesinado.

Protesta como alcalde de Chilpancingo quien sustituye al presidente asesinado


Texto: Margena de la O

Foto: Luceli Pastrana

Chilpancingo

Jueves 10 de octubre del 2024


A las 13:47 horas de este jueves, Gustavo Alarcón Herrera rindió protesta como alcalde de Chilpancingo, en sustitución de Alejandro Arcos Catalán, asesinado y decapitado el pasado domingo, cuando apenas cumplía seis días en el cargo. «Por Chilpancingo y por Alejandro, sí, protesto», dijo al momento de alzar el brazo el nuevo alcalde.

El ahora alcalde de la capital del estado era el suplente de Arcos Catalán. Informó que aceptaba asumir el cargo el 8 de octubre pasado, al día siguiente del funeral del alcalde asesinado. Antes hubo varias horas de especulaciones, porque a la mañana siguiente del crimen, informó a la prensa que analizaría si aceptaba o no el encargo.

Para cuando hizo público que sí lo asumiría, Alarcón Herrera ya tenía seguridad personal oficial asignada, tanto de policías municipales como estatales, de acuerdo con lo que él mismo dijo en una entrevista.

Esta mañana, al llegar al recinto del Congreso local, se observaron a varios policías de distintas corporaciones alrededor.



Alarcón Herrera bajó de una camioneta color gris; lo seguían varios hombres vestidos de civil. Hasta tránsitos estatales se encargaron de regular el flujo vehicular de las vías frente al edificio. Uno de estos elementos aceptó que su presencia era por el acto en el que el alcalde rindió protesta.

La sesión en el Congreso local inició a mediodía. La protesta como alcalde fue programada y efectuada en el penúltimo punto del orden del día, de ocho contemplados, con la asistencia de 42 diputadas y diputados de 46 que son en total.

La seguridad con la que se mueve el nuevo alcalde tiene que ver con el nivel de riesgo de su cargo. Arcos Catalán, a quien suple en las funciones de primer edil, fue asesinado y decapitado.

Acudió, informó el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, a una «reunión particular» a Petaquillas; este es un pueblo de Chilpancingo que forma parte de un camino que conecta con Quechultenango, municipio de donde son originarios los líderes del grupo del crimen organizado de Los Ardillos, Celso e Iván Ortega Jiménez. En Chilpancingo es conocido que esa es una vía vigilada por civiles y también riesgosa.


«Yo vengo a trabajar», dice Alarcón Herrera al asumir la alcaldía

En una breve entrevista al salir del pleno, donde quedaron formalizadas sus nuevas funciones, Alarcón Herrera dijo que su apuesta es el trabajo, en el entendio de que las condiciones en Chilpancingo son complicadas.

«Yo vengo a trabajar, a cumplir con las actividades que están pendientes, y vamos a sacar el trabajo de Alejandro, como se venía participando que, al final, es el trabajo que todos veníamos desarrollando. Queremos la paz para Chilpancingo», mencionó.

Después expuso que tenía cierta prisa por salir, porque habría de reunirse con la gobernadora Evelyn Salgado Pineda para hablar sobre el momento que atraviesa Chilpancingo.

En efecto, la reunión ocurrió más tarde. La gobernadora usó sus redes oficiales –su mecanismo de información– para confirmarlo y decir que trabajarán juntos.

«Acordamos una ruta de trabajo coordinado y respetuoso, asegurando que el desarrollo y la gobernabilidad de nuestro amado Chilpancingo se mantengan como prioridades», es uno de los párrafos posteado en su nombre.

Versiones y contradicciones sobre el asesinato del alcalde Alejandro Arcos


Texto: Margena de la O

Foto: Facebook oficial Alejandro Arcos Catalán 

Miércoles 9 de octubre del 2024

Chilpancingo



Petaquillas es un pueblo de Chilpancingo que forma parte de un corredor que conecta hasta Quechultenango, municipio de donde son originarios los líderes del grupo criminal Los Ardillos, los hermanos Celso e Iván Ortega Jiménez. Esto lo convierte en un lugar muy vigilado –y no precisamente por las instituciones del Estado– y de peligro para algunos. Se llega por la parte sur de la ciudad.

Ese camino habría transitado el presidente municipal de Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán, según el secretario de Seguridad Pública Federal, Omar García Harfuch, la única autoridad que hasta el momento ha ofrecido información. Este martes 8, en la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, el funcionario compartió que el alcalde acudió solo a Petaquillas a una reunión particular, sin escoltas.

“Lo que sabemos; obviamente no podemos mencionar por la secrecía de la investigación, pero el alcalde iba a acudir a Petaquillas, a una reunión, solo. Sale de Chilpancingo y se va rumbo a Petaquillas en su camioneta, sin escoltas, sin chofer. Sabemos que iba a una reunión específica; no iba acompañado; se pierde comunicación en una comunidad y posteriormente el hallazgo del cuerpo sin vida del alcalde”.

El secretario se reservó detalles, aun cuando admitió que tenían mucha información, acerca de con quién o quiénes se reuniría Arcos Catalán.

Aclaró que las investigaciones las lleva la Fiscalía General del Estado (FGE), pero que ha mantenido un contacto permanente con la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, para apoyar las investigaciones.

En Guerrero, las autoridades locales no han ofrecido, hasta ahora, una versión oficial de los hechos. La FGE, que investiga el caso, sólo confirmó el asesinato mediante un breve boletín donde, en realidad, exponía que investigaba el homicidio de Alejandro “N” y que abrió una capeta de investigación.

Este martes por la noche Ampola Periodismo preguntó al enlace de Comunicación Social de la FGE si existía alguna información adicional o una versión oficial de lo que pasó con el alcalde de Chilpancingo, y contestó que no había más información.

La gobernadora, quien tampoco se distingue por mantener abiertos los canales de comunicación, no ha ofrecido una explicación de lo ocurrido. Sólo posteó en sus redes sociales oficiales un video donde dice que condena los hechos y habla de coordinación entre los niveles de gobierno y una supuesta garantía de gobernabilidad.


La imagen corresponde al velorio del alcalde en la iglesia de la Santa Cruz. Foto: Margena de la O.

La unión de los cabos sueltos

Lo oficial es que el alcalde tendría una reunión en el rumbo de Petaquillas, donde tienen su mayor flujo Los Ardillos.

En un mapa que hizo este gobierno estatal el año pasado para ilustrar la presencia de los grupos criminales, al cual se tuvo acceso, Chilpancingo está sombreado de dos colores, azul, con el que distingue a Los Ardillos, y un tono magenta, con el que marca el binomio Los Tlacos/Cartel de la Sierra.

El periódico Reforma publicó a ocho columnas este martes, que el alcalde se habría reunido con Los Ardillos, pero sin precisar cuándo ocurrió el encuentro.

No es la primera vez que se sabe de este tipo de reuniones entre servidores públicos locales y miembros de este grupo criminal. El caso más público es el de la exalcaldesa de Chilpancingo Norma Otilia Hernández Martínez reunida con Celso Ortega Jiménez, porque el video del encuentro se filtró por redes sociales.

Como parte de la información que dio García Harfuch más tarde de que fueron públicas las ocho columnas del medio, el alcalde acudió a la reunión en su camioneta. El cadáver del alcalde fue abandonado en una camioneta color blanco en una colonia ubicada al oriente de Chilpancingo.

Uno de los colaboradores de Arcos Catalán, de quien no se citará el nombre, compartió que la camioneta donde dejaron los restos del edil era la misma en la que él viajaba para ir a Tepechicotlán, un pueblo de Chilpancingo que está adelante de Petaquillas, sobre el mismo corredor.

Desde el Ayuntamiento de Chilpancingo se propagó la versión de que el domingo 6 de octubre que lo asesinaron, Arcos Catalán acudía a Tepechicotlán solo, para verse con los habitantes comunidad que salieron afectados por las lluvias de John, pero que ya no llegó.

Es poco común que un alcalde, o cualquier otro servidor público o funcionario, viaje solo a una actividad relacionada con su encargo. A esas alturas, a Arcos Catalán ya le habían matado a dos colaboradores.

La versión de la visita a Tepechicotlán coincide con el último posteo de ese domingo en el perfil oficial de Facebook de Arcos Catalán, el cual incluye unas fotografías en las que él no aparece, donde dan a conocer que fue activada la “brigada especial para atender a las familias afectadas”. El posteo quedó a las 16:59 horas.

La visita de la que informan en el perfil del alcalde, de acuerdo con personas que estuvieron en el pueblo, en realidad corresponde a la de un recorrido de la tarde del jueves 3 de octubre, donde estuvieron funcionarios del gobierno estatal, al cual Arcos Catalán no llegó.

La tarde de jueves fue asesinado uno de sus colaboradores cercanos, el secretario general del Ayuntamiento de Chilpancingo, Francisco Gonzalo Tapia Gutiérrez, en una calle del centro de la ciudad. Al parecer, ese fue el motivo de que no llegara a Tepechicotlán.

Era su segunda pérdida de personas cercanas. El 28 de septiembre, un par de días antes de que tomara protesta –el relevo del ayuntamiento se dio el 30 de septiembre–, asesinaron a quien, se sabía, sería su secretario de Seguridad Pública, Ulises Hernández Martínez.
El domingo 6, a los pocos minutos del_

posteo de la visita a Tepechicotlán –que no era de ese día– comenzó a circular en grupos de redes sociales que en la calle Moctezuma, de la colonia Villa del Roble, en la parte oriente de la ciudad, cerca del libramiento a Tixtla, abandonaron una camioneta con restos humanos. El primer mensaje al que se tuvo acceso con esa información es de las 17:08 horas.

Después de eso vinieron varias horas de especulaciones, porque aun cuando circularon fotografías de los restos humanos abandonados, incluida la cabeza cercenada que exponía la identidad del alcalde, la confirmación de la FGE ocurrió hasta la noche, a las 21:02 horas.

A las 20:54 horas, el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, ya lo había confirmado en su perfil de la red social X.

Pasaron casi cuatro horas para que hubiera una confirmación de la FGE sobre el asesinato del alcalde, aun cuando los habitantes de Chilpancingo pedían en sus redes sociales que aclararan lo que pasaba. En el perfil del Facebook del Ayuntamiento de Chilpancingo subieron un comunicado de confirmación hasta las 23:25 horas de ese domingo.

El costo de que una autoridad sea expuesta de reunirse con algún líder criminal es alto, según refleja el caso de la exalcaldesa de Chilpancingo. La expulsaron de su partido, Morena y durante más de un año fue relegada por autoridades estatales y colegas políticos, incluida la gobernadora. Desde la filtración del video, nunca se les volvió a ver juntas en actos oficiales.

Las administraciones estatales y municipales separaron sus agendas.

La incógnita todavía es con quién o quiénes se habría reunido el alcalde.



La campaña, algunos antecedentes

Durante la campaña del pasado proceso electoral, dos de los candidatos a la presidencia municipal de Chilpancingo, Jorge Salgado Parra, de Morena-PT-PVEM, y Víctor Martínez Toledo, de Movimiento Ciudadano, denunciaron que no pudieron hacer proselitismo en ciertas comunidades, en particular del Valle del Ocotito y unas zonas del corredor hacia Quechultenango, porque se los prohibieron personas del crimen organizado.

Quien sí acudió a estos lugares, porque hay registros públicos, y porque lo denunciaron los otros candidatos o colaboradores de éstos, fue Alejandro Arcos Catalán, postulado por la coalición PRI-PRD-PAN.

El expriísta Martínez Toledo, quien fue síndico y diputado local con esas siglas, expuso que desde el 20 de abril pasado, a él le dejaron claro “esas personas”, como se refirió a los criminales, esa imposibilidad.
“Solamente él (Alejandro Arcos) tiene autorización, los demás no tenemos autorización, salvo acuerdo como el que saca el candidato de Morena, Jorge Salgado, que ya subió a los pueblos santos, pero quisiéramos preguntarle con quién sacó permiso, nosotros no podemos hacer campaña desde Petaquillas”, es un párrafo de una declaración de Toledo Martínez publicada por el periódico El Sur el 23 de mayo pasado.

El Ocotito es parte de la zona rural de Chilpancingo; y para llegar también se enfila hacia el sur de la ciudad. Las comunidades a las que le prohibieron el paso fue Petaquillas, Tepechicotlán, Julián Blanco, Dos Caminos, Buenavista de la Salud, El Ocotito, Mazatlán, Mohoneras, Azinyahualco e Inscuinatoyac. De esta denuncia también hay registros en este medio.

Del lado del otro candidato, la denuncia la hizo gente de su equipo. En la sesión del jueves 9 de mayo pasado de la Junta Local del Instituto Nacional Electoral (INE), el representante suplente del PT ante el órgano electoral, Marco Antonio Barrera Salas, denunció que unos hombres impidieron a colaboradores de Salgado Parra llegar a Mazatlán, ubicado rumbo a El Ocotito, y se regresaron a la ciudad. En este portal hay más detalles de esa denuncia.

Todo esto ocurrió en medio de una pugna político-partidista, porque Salgado Parra representaba la coalición liderada por Morena, partido que tenía la administración municipal con Norma Otilia Hernández Martínez, quien fue exhibida con el líder de Los Ardillos. Al final, Arcos Catalán se quedó con la alcaldía con una diferencia mínima sobre Salgado Parra, de poco más de 1,700 votos, después de que hubo un recuento.

El color azul del mapa criminal diseñado por autoridades estatales sombrea gran parte de la región Centro y otras partes de Guerrero, pero quien vive en la capital sabe que es la mayor de sus fortalezas es la zona rural, por la vigilancia desplegada.

Pero la interrogante principal sigue sin respuesta: ¿a qué iba Alejandro Arcos solo a Petaquillas?


Así luce el acceso del ayuntamiento de Chilpancingo, donde conocidos, amigos y colaboradores del alcalde asesinado han colocado una veladora o un arreglo floral en su memoria. Foto: Margena de la O.

 

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