¿Sequía? Sembrar nubes no es la solución

Los bajos niveles de las presas del sistema Lerma-Cutzamala, que surten a agua casi la mitad del Valle de México, serán aliviadas por “siembra de nubes”, un proceso de geoingeniería que será llevado a cabo por la Secretaría de la Defensa y que puede no ser la mejor respuesta a esta sequía.


Texto: Arturo Contreras Camero / Pie de Página

Foto: José Miguel Sánchez (Archivo)

28 de marzo del 2023

Ciudad de México

 

Con la sombra de la sequía que azotó Monterrey el año pasado, en la Ciudad de México, sus habitantes y su gobierno empiezan a tomar medidas para afrontar un estiaje que, dicen algunos, será histórico. Ante tal amenaza, el gobierno Federal anunció que llevará a cabo un programa de siembra de nubes a lo largo del sistema Lerma-Cutzamala, para que sus presas puedan llenarse y surtir a la ciudad.

Según anunció el secretario de la Defensa, Luis Crescencio Sandoval,se llevará a cabo un plan para hacer llover en la capital del país mediante el bombardeo de nubes. Adelantó que el plan se está coordinando con la Comisión Nacional del Agua para realizar la maniobra de bombardeo durante marzo, abril y mayo para que las presas del Cutzamala puedan recargarse.

En la urbe, la noticia suena coherente para muchos, que no asoman los riesgos que semejantes acciones puedan esconder.

Intervenir el planeta para corregir nuestros errores

“Lo más preocupante es que esté ganando terreno la idea de que podemos intervenir el sistema planetario para corregir los síntomas de lo que nosotros hemos creado. Ese es el principio de la Geoingeniería”, comenta al respecto Dolores Rojas, coordinadora del eje verde de la Fundación Heinrich Böll, que promueve la ecología, la sustentabilidad, la democracia, la autodeterminación y la justicia.

La Geoingeniería reúne un compendio de técnicas que han ido ganado popularidad entre los grupos más poderosos del mundo. Es un método para mitigar e incluso controlar la Emergencia Climática. Se tratan de acciones a escala global o regional que usan tecnología de punta para diseminar algas que absorban CO2, sembrar nubes o, incluso, tapar la luz del sol con nubes volcánicas.

“Se entiende que en este momento, cuando te dicen que las presas están en un mínimo histórico, quieras hacer lo que se pueda, claro porque es la preocupación de la gente. Pero esta medida es solo un remiendo, es querer remedar al planeta, de algo que causamos los seres humanos”, comenta Dolores Rojas.

“Podemos empezar con eso y seguir con lanzar sulfato al cielo para reflejar los rayos solares, o lo de sembrar plancton para absorber el exceso de CO2. Basta empezar. Me parece que el riesgo es ese. Pensar que siempre van a haber tecnologías para salvarnos”.

Detrás de esta discusión, queda pendiente atender los temas que han llevado a la sequía que enfrentamos, que van desde la tala clandestina a la siembra semindustrializada de aguacate y pasa por nuestros hábitos de consumo diarios.

Un sueño viejo

Desde tiempos antiguos, las prácticas para hacer llover han variado entre diferentes sociedades; desde hacer danzas, lanzar doncellas a cenotes, sacar santos en procesión, ninguna había probado ser tan efectiva como lanzar litros de yoduro de plata para apurar la precipitación.

Hoy, la Organización Meteorológica Mundial señala que la siembra de nubes produce resultados positivos en muchos casos, pero que depende de muchos factores como la especificidad de las nubes, la velocidad y dirección del viento y el terreno. A pesar de ello, la Sedena ha invertido 35 millones de pesos de presupuesto y cuatro aviones que han bombardeado los cielos de Sonora, Sinaloa, Chihuahua y Coahuila, según reporta el diario El País.

Por ejemplo, el pasado 14 de abril, el gobernador de Nuevo León, Samuel García, anunció con gusto el plan de bombardeo de nubes en Nuevo León para mitigar un incendio en la sierra de Santiago y aliviar la falta de agua en la región.

«Estamos diciendo: vamos a sembrar o bombardear nubes para provocar lluvia, pero ¿qué impactos se pueden tener? De eso no han hablado y no lo sabemos, hay poca información pero no se está comunicando, igual no tiene efectos secundarios más que la lluvia, pero si pensamos que no tiene consecuencias, es ignorar lo que hemos aprendido después de mucho tiempo, que es que todos estos sistemas naturales están interconectados», sentencia Dolores Rojas.

Un plantío de maíz seco en el municipio de Mártir de Cuilapan, Guerrero. Foto: José Miguel Sánchez (Archivo Amapola)

Este texto es propiedad de Pie de Página y lo reproducimos como parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Puedes leer el originar en este enlace. 

Mueren miles de peces en presa por culpa de CONAGUA, acusan pescadores

Texto: Jesús Guerrero

Fotografía: Cortesía

15 de mayo de 2022

 

Personal de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) no arregló un desperfecto en la compuerta de una  presa de Guerrero quedándose sin agua y como consecuencia miles de peces han muerto.

Se trata de la presa Andrés Figueroa que está ubicada en la comunidad de Las Garzas, del municipio de Ajuchitlán del Progreso, en la región de la Tierra Caliente.

Los lugareños que en su mayoría son pescadores de esta zona se percataron de la baja de agua en la presa el pasado 10 de mayo cuando notaron que toneladas de peces estaban muertos cerca de la compuerta principal.

Elfego Jiménez Figueroa, presidente de la cooperativa Pescadores Unidos de las Garzas denunció que el personal de la CONAGUA nunca pudo manejar el desfogue del agua de la presa y dejaron que millones de litros de agua se salieran.

Contó que cuando los pescadores le pidieron una explicación al personal de la CONAGUA por la mortandad de peces recibieron como contestación que eso no les importaba y que les interesaba más drenar la presa.

Jiménez Figueroa dijo que nunca había pasado una situación como esta y lo peor es que al quedar sin agua la presa las familias de esa zona que viven de la venta del pescado y de su alimentación van a sufrir más.

Antonio Jaimes Terrones, presidente de la Cooperativa Pescadores Liberales Ajuchitlecos señaló que en lo que falló la CONAGUA fue en no sellar la compuerta de la presa lo que provocó la salida de agua y miles de peces que murieron fuera de su hábitat.

«Se perdieron millones de pesos por la irresponsabilidad de la CONAGUA porque todas las familias de la comunidad de Las Garzas tienen como principal actividad económica la pesca», señaló.

Según el dirigente de los pescadores la gente de esta localidad vende la mojarra a los nueve municipios de la Tierra Caliente.

Los dirigentes de las cooperativas pesqueras pidieron el apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador, a la gobernadora Evelyn Salgado y al alcalde de Ajuchitlán del Progreso Hugo Vega Hernández que ayuden a las familias para que no se queden sin sustento económico.

«Para poder recuperarse de esta tragedia que es un ecocidio se necesita que en las próximas semanas llueva para que de nueva cuenta se llene la presa y sembrar los alevines», afirmó.

Los dirigentes de las cooperativas denunciaron que tiene ocho años de que las autoridades no los apoyan para la siembra de alevines que es una actividad de suma importancia en acuicultura.

Dijeron que en caso de que de nueva cuenta se llene la presa de agua es necesario que la CONAGUA repare la compuerta para que no se vuelva a presentar el mismo problema de que se salga el agua.

Defensoras del agua: cómo la escasez afecta más a las mujeres y luchan por ella

Las mujeres son las principales afectadas por la falta de agua, pero también se han convertido en luchadoras para acceder a este derecho.


Texto: Samedi Aguirre / Animal Político 

Fotografía: José Miguel Sánchez / Archivo 

13 de mayo de 2022

 

Son las 5:00 de la mañana y Marisela se levanta para juntar y calentar el agua con la que Francisco, su hijo, se bañará antes de irse a trabajar. Ellos viven en el municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México, en donde la falta de agua en algunas colonias es una constante y su acceso al recurso es a través de pipas, que “hay que corretear”.

Al igual que muchas otras mujeres, Marisela es la responsable de cuidar que una de las pipas les dejen agua. Y como no se sabe a qué hora van a pasar, los martes y los jueves ella no sale de su casa y se asegura de quedarse frente a su portón el tiempo que sea necesario, para lograr que la pipa abra su manguera solo por un minuto. De no ser por Marisela, Francisco no se podría ni bañar.

“La escasez de agua, la contaminación y su mala gestión afecta a muchas comunidades en el mundo; pero históricamente son las mujeres las encargadas de los cuidados y servicios del hogar, así que la falta de agua afecta más a las mujeres”, explicó a Animal Político la doctora Helena López, académica del Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM, quien recalcó que la principal causa de esto es la división del trabajo por razón de género.

Es decir, socialmente se asignan tareas y responsabilidades diferentes para hombres y mujeres. Por ejemplo, a las mujeres se les asigna el rol de cuidadoras y encargadas de las labores del hogar, sin que por ello perciban un sueldo, y a los hombres el del trabajo remunerado fuera de casa.

Basta con ver las cifras de INMUJERES para saber que esto va más allá de un concepto, pues durante el primer trimestre de 2021, la tasa de participación en trabajo no remunerado, es decir, que realizan alguna labor sin recibir un sueldo, fue de 72.7 para hombres, pero de 95.38 para mujeres.

De acuerdo con el INEGI, en 2020 el valor económico de las labores domésticas y de cuidados reportó un monto de 6.4 billones de pesos, equivalente a 27.6% del PIB del país. Y fueron las mujeres quienes aportaron 2.7 veces más valor económico que los hombres por sus actividades de labores domésticas y de cuidados en el hogar.

Hablando específicamente de agua, un estudio realizado en Hidalgo que se encuentra disponible en la plataforma Scielo concluyó que “los problemas de escasez, falta de calidad y deficiente gestión ponen en riesgo el ejercicio del derecho humano al agua de las mujeres”.

Y esto implica sobrecargas de trabajo para abastecerse de otras fuentes y gastos adicionales para comprar agua. “Como responsables de todas las tareas domésticas, las mujeres son las primeras afectadas por esta situación”, destaca.

“Las desigualdades de género en el ámbito del agua son profundas y persisten en todos los niveles, con graves repercusiones en los esfuerzos internacionales para el logro del desarrollo sostenible”, recalca la Unesco.

Dicha institución describe que el género define los roles, las responsabilidades y las oportunidades de las personas en la sociedad y, muy a menudo, determina potencial, conocimientos, talentos y oportunidades que pueden alcanzar.

“El género también determina la relación que establecen las personas con el agua al moldear las necesidades, acceso, uso y beneficios de este recurso vital”, señala.

Mujeres que luchan por el agua

Nezahualcóyotl es una de las demarcaciones de la zona metropolitana del centro del país a la que el Sistema Cutzamala provee del 30% del agua que utiliza. Pero esa agua proviene de las presas Tuxpan y El Bosque, en el estado de Michoacán, y Colorines, Ixtapan del Oro, Villa Victoria, Valle de Bravo y Chilesdo en el Estado de México.

Es decir, el agua que usamos en la Ciudad de México y parte del área metropolitana se extrae de otros sitios. Esto sucede desde hace 40 años, debido a la sobreexplotación de las cuencas de los valles de México y Toluca-Ixtlahuaca.

Este es un ejemplo de extractivismo, que se entiende como esta situación en la que se explota la riqueza natural de un lugar, en este caso el agua, para exportarla a otro sitio sin ningún tipo de compensación para los habitantes de donde se saca el recurso, aunque eso implique reordenar los territorios.

Por ello, la investigadora señala que para resolver el problema del acceso al agua en particular, y del extractivismo en general, “lo más importante es cambiar la cultura patriarcal, colonial y racista”.

 

No solo es Nuevo León: Sequía en México es 3 veces mayor este año que en 2020

La emergencia solo puede atenderse con políticas públicas para regular la escasez y desigualdad en el acceso al agua


Texto: Samedi Aguirre / Animal Político

Fotografía: José Luis de la Cruz (Archivo) / Animal Político 

4 de abril de 2022

 

La falta de agua en Nuevo León ha prendido las alarmas de autoridades, por eso el presidente López Obrador prometió visitar el estado, también se anunció del “Plan Agua para Todos”; pero la situación de esa entidad es solo una muestra del problema al que México se enfrenta: 15 de los 32 estados de la república padecen un nivel de estrés hídrico “extremadamente alto”, según un reporte de WRI. Lo que significa que la demanda de agua es más alta que la cantidad disponible.

Y de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), al 15 de marzo de 2022 el área del país con sequía —de moderada a excepcional— fue de 30.4%; en 2021, el porcentaje a nivel nacional fue de 65.21 %; mientras que en el mismo periodo pero de 2020 el porcentaje a nivel nacional de sequía de moderada a extrema fue de 8.97 %.

Es decir, aunque es menor que el año pasado,en 2022 el área de sequía es casi 3 veces más de lo que se vivió a inicios de la pandemia.

La emergencia solo puede atenderse con políticas públicas para tratar de regular la escasez y desigualdad en el acceso al agua, coincidieron especialistas entrevistados.

Una sequía pronunciada

La ausencia de lluvias en Nuevo León ha provocado un desabasto de agua en las presas Cerro Prieto y La Boca. En consecuencia, el gobierno emitió una declaratoria de emergencia por sequía, y anunció “cortes de agua” semanales a partir del 22 de marzo.

Este martes, el gobernador Samuel García se reunió con el presidente López Obrador para hablar sobre el tema que, según dijo, “se arreglará de una vez por todas”.

Sin embargo, hay que considerar que el “tema del agua”, como lo llama García, es multidimensional, pues intervienen diversos factores que van desde las condiciones geográficas de cada zona, los usos que se le da al agua en cada cuenca, y las políticas públicas.

Alberto Búrquez Montijo, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM, destaca que la sequía es una construcción social sobre “la percepción humana de la escasez de agua”, por lo que cada comunidad lo percibe diferente.

En el caso de Monterrey, dice, la falta de agua depende de diferentes factores. Entre ellos, la suma de sequías meteorológicas, agrícola e hidrológica, combinada con aspectos socioeconómicos como el estado de la infraestructura y la distribución del agua en la zona.

De acuerdo con el monitor de sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), durante la primera quincena del mes de marzo del 2020 hubo fenómenos meteorológicos que favorecieron precipitaciones “por arriba de lo normal”, en algunos estados.

Pero este año, aunque se observaron lluvias por arriba del promedio en Tabasco, Chiapas y la Península de Yucatán, no fueron suficientes para contrarrestar la sequedad del suelo.

Imagen: Animal Político 

Eduardo Hinojosa, del Instituto de Recursos Mundiales (WRI por sus siglas en inglés), explicó a Animal Político que “la sequía se refiere a una escasez temporal de agua en comparación con condiciones normales o habituales.También se le refiere como una anomalía transitoria, ya que regularmente pues es por un tiempo determinado y tiene una conclusión este fenómeno”.

La sequía es solo uno de los problemas derivados de la falta de agua, y entre ellos uno de los que más preocupa es el llamado estrés hídrico, que básicamente consiste en extraer más agua de la que logra ingresar al sistema para recargarlo. Es como sacar del banco más dinero del que ganamos.

Ahora mismo, como ejemplo de esa situación, la presa La Boca de Monterrey, Nuevo León, sólo tiene el 13% de su capacidad; mientras que Cierro Prieto sólo tiene el 7%, según la Conagua.

“Yo creo que no logramos dimensionarlas en su totalidad como sociedad pero en resumen la cantidad y calidad de agua que tenemos a nuestra disposición, se va reduciendo, se ha ido reduciendo y esto tiene efectos nocivos en la salud pública en el desarrollo económico de la sociedad en general en la biodiversidad y los ecosistemas”, señala Hinojosa.

La ‘tragedia de los comunes’ 

Búrquez explica que hay algunos recursos naturales de uso colectivo, que al ser reconocidos como de la comunidad, terminan por ser sobreexplotados y terminan por agotarse. A esto se le conoce como la “tragedia de los comunes” y el agua forma parte de ello.

El especialista de la UNAM señala que el agua se ha considerado como un recurso inagotable desde tiempos inmemoriales, aunque no necesariamente es así.

Un tema que es de conocimiento general es el funcionamiento del ciclo hidrológico, todos aprendimos que el agua que usamos se evapora y regresa a la tierra de forma aparentemente infinita

Pero aunque Hinojosa reconoce que en términos físicos el agua ciertamente no se pierde, el agua de la que disponemos para consumo sí se ha ido reduciendo debido a la contaminación y deterioro de las fuentes de agua.

Si bien el ciclo hidrológico sigue su camino, los seres humanos lo hemos afectado, por ejemplo, al pavimentar zonas por donde se infiltraba el agua a los acuíferos.

De acuerdo con atlas de riesgos hídricos elaborado por WRI,  México ocupa el lugar número 24 del mundo en un nivel de estrés hídrico definido como alto, esto significa que entre el 40 y el 80% del agua disponible se extrae cada año.

Pero de forma local, la situación es un poco más complicada pues 15 de las 32 entidades federativas se encuentran un nivel extremadamente alto y esto significa que al año se extrae más del 80% del agua que se tiene disponible, explica Hinojosa.

De acuerdo con este instrumento casi la mitad de los estados de la República están bajo una situación de estrés hídrico extremadamente alto.

Baja California Sur encabeza la lista, seguido de Guanajuato, Ciudad de México, Aguascalientes, Estado de México y Querétaro. Siguen Zacatecas, Chihuahua, Hidalgo, Sonora, Sinaloa, Nuevo León, Morelos, Jalisco y Tamaulipas.

Manejo ineficiente del agua 

De acuerdo con el INEGI, en México, 76% del agua se utiliza en la agricultura; 14% en el abastecimiento público; 5% en las termoeléctricas y otro 5% en la industria.

Cifras que, de acuerdo con Búrquez, deberíamos empezar a repensar.

“Utilizamos el agua de una manera muy desordenada en general. La agricultura, por ejemplo, es una actividad que utiliza el agua de manera sumamente ineficiente, utilizamos los mismos métodos que se utilizaban hace 4 mil años”.

El especialista también señala que más del 60% del agua que llega al servicio público se pierde en fugas; mientras que el 5% que se emplea para la industria es agua que se toma directamente del acuífero y que muchas veces no se ve, pero que ahí está.

Búrquez destaca que necesitamos incrementar la eficiencia en el uso,  mejores sistemas agrícolas, ganaderos y forestales; así como mejorar la infraestructura urbana y suburbana para distribución del agua.

Pero lo más importante, de acuerdo con Búrquez, es reconocer que las responsabilidades en el uso del agua no son únicamente de los ciudadanos.

“Esta idea de que hay que ahorrar el agua (en casa) como una medida que va a ser que disminuya la la posibilidad de una sequía no es no es real”, señala.

De acuerdo con el especialista “el ciudadano debe de ahorrar agua y hacer lo posible por utilizar la menor cantidad de agua, pero eso no va a ser que las cosas cambien. Lo que va a hacer que las cosas cambien realmente va a ser cuando tengamos legislación adecuada que regule los grandes usuarios del agua, el agua de carácter agrícola, el agua ganadera y el agua asociada a procesos industriales como la minería y los textiles”.

Hinojosa coincide y señala que, además de las acciones individuales, “como ciudadanos podemos demandar ciertas acciones de nuestros gobiernos, para que ellos establezcan políticas públicas y se vayan creando las bases para tener acciones mucho mucho más potentes y más definidas”.

Destaca que algunas de las acciones para mejorar las condiciones en relación al agua se denominan como soluciones basadas en la naturaleza, como podrían ser la implementación de Sistemas de Captación de lluvia.

Fotografía: José Luis de la Cruz (Archivo)

 

Este texto es propiedad de Animal Político y lo reproducimos con su autorización, puedes leer el original en el siguiente enlace. 

Se incrementa la falta de agua en Chilpancingo

“Llevamos semanas hablando con todas las autoridades, desde el secretario particular de la presidenta, el director de Capach, el director operativo y dicen que mañana habría agua, pero no es cierto”


Texto: José Miguel Sánchez

Fotografía: José Luis de la Cruz (Archivo)

1 de abril de 2022

Chilpancingo

 

En la última semana aumentó la exigencia de la población para exigir el suministro de agua a la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (Capach). Todos los días vecinos de distintas colonias bloquearon calles de Chilpancingo para pedir el suministro de agua.

Este viernes fueron vecinos de la colonia Universitarios, quienes bloquearon el puente denominado Capricho, ya que dicen tener más de tres meses sin agua y piden a la autoridad municipal resuelva la problemática de escasez.

“Llevamos semanas hablando con todas las autoridades, desde el secretario particular de la presidenta, el director de Capach, el director operativo y dicen que mañana habría agua, pero no es cierto”, denunció Apolinar Ramos García, presidente de la colonia.

De acuerdo con Ramos García son alrededor de 60 familias las afectadas en la colonia. Las pipas de agua no son una opción ya que la mayoría de las casas se ubican en andadores, lo que hace difícil el acceso, dijo.

Por esa razón pidieron a Capach ser más constantes con el tandeo de agua.

Al bloqueo llegó el director de atención a usuarios de Capach, Arturo Carranza Martínez, acompañado del equipo de técnico del organismo, quienes se comprometieron a hacer llegar el agua el día de hoy.

Los vecinos dijeron que no se retirararían hasta ver que se cumplía el acuerdo de mandar el agua a su colonia.

Esta protesta no fue la única, desde el lunes pasado, vecinos del barrio de San Antonio bloquearon las calles 5 de febrero y Niños héroes, en el centro de la ciudad, durante tres días esperando el suministro de agua.

Ese mismo lunes vecinos de las colonias del oriente de Chilpancingo, bloquearon el antiguo Libramiento a Tixtla por la mismo razón, la falta de agua en sus hogares.

El miércoles fueron vecinos de la colonia Obrera quienes bloquearon la lateral del bulevar Vicente Guerrero exigiendo agua.

Año con año, durante la temporada de estiaje la falta de agua en Chilpancingo se hace más evidente, los colonos bloquean constantemente las calles para exigir el suministro de agua.

Datos de la paramunicipal indican que a la ciudad entran 250 litros de agua por segundo, lo cual es insuficiente para abastecer a las 700 colonias de Chilpancingo.

Para que el tandeo de agua sea regular se necesitan, mínimo, que ingresen 600 litros de agua por segundo, pero ni en temporada de lluvias hay esas cifras, lo máximo que recauda la Capach son 350 litros.

Pese a que estos datos fueron proporcionados por Capach, el miércoles durante una entrevista el síndico de Chilpancingo, Andrei Marmolejo Valle, dijo que en Chilpancingo si hay agua, pero el déficit en el abasto es por problemas en las válvulas y las tuberías.

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