De acuerdo con la organización CIMAC predomina la violencia psicológica. Se denuncian mecanismos de bloqueo informativo, hostigamiento, actos de intimidación, campañas de desprestigio, amenazas y descrédito
Texto: Leon Forte / Perimetral
Foto: Francisco Rodríguez/Pie de Página
09 de enero 2023
El estado de Jalisco ocupa el segundo lugar dentro de las entidades con mayor cantidad de atentados contra mujeres periodistas en el último trimestre de 2023.
De acuerdo al registro del Programa de Libertad de Expresión y Género, de la organización Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC).
El reporte contabiliza los casos del primero de septiembre al 30 de noviembre 2023.
De acuerdo al número de casos, el reporte registró un alza en la tendencia de la violencia ejercida contra las periodistas respecto al trimestre anterior, con 55 casos.
La lista de entidades con la mayor concentración de atentados en contra de mujeres periodistas fueron:
Ciudad de México con 12 agresiones; Jalisco con siete; Coahuila y Puebla con seis.
Los medios más atacados: los digitales
Los medios en los que colaboran la mayor cantidad de periodistas agredidas son digitales.
De las 55 agresiones, 50 fueron contra medios digitales; tres contra televisivos y al final están los impresos y la radio, con una agresión cada uno, respectivamente.
En cuanto a las líneas editoriales -en pleno inicio del proceso electoral 2023-2024- la más atacada fueron las vinculadas con la política.
De los 55 casos, 33 fueron contra reporteras, 15 a directoras de medios y 4 a columnistas.
Los agresores
Del perfil de los agresores, 14 de ellos no fueron identificados, cifra que ha venido en aumento; siguen funcionarios estatales y municipales con ocho casos cada uno y cinco funcionarios federales, los principales.
También se registraron agresiones por parte de personas usuarias de redes sociales, estructuras criminales, empresarios y miembros de partidos políticos.
Según el reporte, la que predomina es la violencia psicológica con 41 casos entre mecanismos de bloqueo informativo, hostigamiento, actos de intimidación, campañas de desprestigio, amenazas y descrédito de su labor.
Le siguen actos de violencia física, con 11 casos, dos casos de violencia patrimonial y uno de violencia sexual.
Se cumple una semana de la agresión contra periodistas y la Fiscalía General del Estado (FGE) aun no reporta avances
Texto: Margena de la O
Fotografía: José Miguel / Archivo
Chilpancingo
5 de diciembre del 2023
Para el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, el caso de los periodistas atacados a balazos, el martes 28 de noviembre, es de “bajo riesgo”, porque no hay antecedentes de algún tipo de amenaza.
La exoneración de riesgos a los periodistas ocurrió al día siguiente de los hechos, el miércoles 29, cuando tuvieron contacto por primera vez con los operadores del Mecanismo, después de aplicarles un cuestionario con preguntas como qué tipo de información cubrían o si habían tenido algún tipo de intimidación.
El ataque contra cuatro periodista que hoy cumple ocho días fue directo contra ellos, ocurrió cuando regresaban de cubrir un asesinato en la colonia La Palma.
Los periodistas se estacionaron afuera del Sexto Batallón de Ingenieros para mandar su información y hasta ahí llegaron dos hombres en moto y les dispararon.
En ese hecho hirieron a Víctor Mateo, quien cubre información de hechos violentos. Fue quien recibió la agresión directa, porque le dispararon en el rostro; la bala entró y le lesionó la mandíbula.
Otro de los lesionados fue el periodista Jesús de la Cruz, quien recibió una bala en la espalda. De la Cruz fue dado de alta desde el jueves 29 y no puede dormir; la bala le quedó alojada cerca de las cervicales y aún le causa molestias porque roza con algunas partes internas de su cuerpo, contó uno de sus colegas.
Lo que se sabe de De la Cruz es que después de su alta salió de la ciudad, en busca de más tranquilidad, ante la impresión del hecho.
Protesta de periodistas de Chilpancingo en la delegación de la Fiscalía General de la República (FGR), el pasado 29 de noviembre del 2023, un día después del ataque a balazos.Los otros dos atacados son los fotorreporteros Oscar Guerrero y Héctor Camacho, el primero de éstos tuvo un rozón de bala en el brazo izquierdo, a quien le quedaron esquirlas en su cuerpo y, el segundo, salió ileso.
Nunca antes las organizaciones de periodistas habían documentado un ataque armado directo.
El otro tema, independiente de la evaluación institucional, es una lesión menos evidente: la emocional. Oscar Guerrero, por ejemplo, sigue convaleciente de manera física, porque tiene el brazo inmovilizado, pero expone que el mayor impedimento es el temor, que complica todo al momento de intentar salir a la calle. Es “pensar (todo el tempo) que yo no hice nada malo, sólo trabajar”.
Este martes se cumplen ocho días de la agresión a los periodistas y de acuerdo con uno de ellos, no les han aportado avances de la denuncia de hechos ante la Fiscalía General del Estado (FGE).
Lo único que le han ofrecido a algunos es que policías estatales hagan rondines alrededor de sus domicilios y están en una evaluación para que sean candidatos al botón de pánico, el artefacto auxiliar para alertas en caso de riesgo que ofrece el Mecanismo del, que otros periodistas, se quejan porque no funciona.
Sobre la evaluación de la reacción de las autoridades al ataque a los periodistas, el secretario general de la Delegación 17 del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP), Abel Miranda Ayala, expuso que si existe alguna atención a sus colegas, por ejemplo, en el tema médico fue en realidad porque se vieron obligadas a responder por la reacción y actuación pronta del gremio periodístico.
Los periodistas de Chilpancingo reaccionaron de manera inmediata a la agresión de sus colegas. Algunos llegaron incluso al lugar de los hechos, antes de que los elementos de la Guardia Nacional del área del Batallón los llevaran al Hospital General Raymundo Abarca Alarcón. Después, la mayoría llegó al hospital, desde donde comenzaron a exigir garantías para el ejercicio periodístico.
“Las autoridades se vieron obligadas a responder. No es que hayan respondido de manera eficiente por gusto propio. Algo que sí tenemos que resaltar es que la movilización de los compañeros reporteros inició a minutos del ataque”, comentó en entrevista.
Otra acción fue la marcha que encabezaron periodistas en Chilpancingo y que fue secundada por organizaciones sociales, y replicadas por sus colegas en diferentes partes del estado, como Acapulco. Esa ocasión los periodistas exigieron libertad de prensa; para eso, las instituciones debían garantizar la seguridad pública a la ciudadanía.
Exigen a la FGE investigar el origen de la agresión
Texto: Margena de la O
Fotografía: José Miguel
Chilpancingo
29 de octubre del 2023
Periodistas de Chilpancingo, quienes fueron respaldados por contingentes de organizaciones sociales, marcharon en la ciudad en exigencia del libre ejercicio periodístico, porque el ataque de ayer a balazos contra cuatro periodistas genera un efecto inmovilizador contra la prensa local.
La protesta en Chilpancingo tuvo un efecto de continuidad, porque por la tarde, pasadas las 14:00 horas, un grupo de periodistas de Acapulco también protestó en apoyo a sus colegas de Chilpancingo y en reclamo de que la Fiscalía General del Estado (FGE) investigue el origen del ataque.
Estuvieron concentrados por algunos minutos en la costera Miguel Alemán, en ese tiempo bloquearon el paso en ambos sentidos de esta vía turística.
En el contexto de la protesta en Chilpancingo, se supo que de los tres periodistas baleados ayer, Víctor Mateo sigue internado en el Hospital General Raymundo Abarca Alarcón, de Chilpancingo, ya no necesitó ser trasladado, pero eso no lo exhime de complicaciones, debido a que una bala le atravesó el rostro, lo que le generó daños en la mandíbula; ayer estaba grave, hoy más estable, pero en observación, según sus compañeros.
El joven periodista Jesús de la Cruz, otro de los lesionados, ya fue dado de alta y está en su casa. Durante el mitin que mantenían sus colegas afuera de la sede del Ejecutivo después de marchar por esta ciudad y hacer varias paradas durante el trayecto en reclamo de justicia para él y sus compañeros, se comunicó por teléfono y dijo que esa bala le quedará alojada en su cuerpo.
“Por ahora ya me encuentro fuera de peligro, pues, tristemente la bala no la pudieron retirar de mi cuerpo, voy a quedar con la bala dentro de mi cuerpo”, mencionó.
De la Cruz solo lleva unos meses de comenzar su carrera periodística; en el ataque recibió un bala en la espalda.
Poco después de las diez de la mañana, el contingente de periodistas salió de las instalaciones de la delegación 17 del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP), ubicadas en el centro de la ciudad. Pararon por primera vez frente al Ayuntamiento de Chilpancingo, en la explanada del zócalo, para exigir garantías para el libre ejercicio periodístico, porque la alcaldesa, Norma Otilia Hernández Martínez, mantiene una acusación en órganos institucionales contra un grupo de periodistas por violencia política de género.
Los periodistas atravesaron por el inmueble y gritaron consignas dirigidas a la alcaldesa.
Una vez fuera siguieron su trayecto hasta llegar a la delegación de la Fiscalía General de la República (FGR), donde irrumpieron con el mismo reclamo de garantías, donde tuvieron un altercado con los elementos de seguridad que, de alguna manera, intentaron inhibir la protesta.
Los periodistas siguieron con sus consignas dentro de la delegación, pero uno de los guardias de seguridad le arrebató su teléfono a uno de los comunicadores. Esto generó que el resto de los periodistas le exigieran que regresara el equipo; al principio, el guardia se negaba a hacerlo y propició la molestia del contingente.
Después, continuaron hacia la sede del Ejecutivo, donde insistieron que el ataque hacia sus cuatro colegas fue una agresión directa, sin titubeos, lo que significa un ataque a la libertad de prensa desde diferentes poderes.
“Claramente lo decimos y lo hemos venido repitiendo una y mil veces y lo seguiremos diciendo: No concebimos que existan grupos de la delincuencia organizada y criminales que actúen de manera tan impune como lo hicieron ayer en contra de nuestros compañeros, si no es con la complacencia y complicidad de las autoridades”, dijo el dirigente de la delegación 17 del SNRP, Abel Miranda Ayala, en el mitin.
Denunció que llevan documentadas 14 agresiones de diferentes índoles contra periodistas de Guerrero en los dos años de la administración de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, de los cuales, cuatro fueron asesinados, tres en Acapulco y uno en Chilpancingo.
Esta cifra contempla a los cuatro periodistas atacados en Chilpancingo y a los tres comunicadores de Taxco que fueron privados de su libertad, pero ya fueron liberados.
A los comunicadores de Taxco se refirió el presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia de prensa de esta mañana, cuando tocó de manera muy breve el tema de periodistas agredidos en Guerrero.
Dijo que rescataron a seis reporteros en Taxco, pero lo que fue documentado en los medios de comunicación es que cinco personas fueron privadas de su libertad, de ellos sólo tres eran comunicadores.
“Tenemos que lamentar esto, cuatro periodistas baleados, dos están graves, uno más en Apatzingan; también, una buena, es que habían secuestrado a seis periodistas en Taxco, Guerrero y ya los rescatamos a seis”, mencionó.
Los periodistas reprocharon que el discurso de odio del presidente hacia los periodistas da licencia a la agresión.
En el mitin intervinó el periodista Sergio Ocampo Arista, quien es miembro de la Asociación de Periodistas del Estado de Guerrero (APEG) y planteó que estas agresiones no pueden comprenderse sin la intervención del Estado. Agregó que algunos no han entendido que la función de los periodistas es informar y darle espacio a todos los grupos, se entiende que sociales y políticos, sin que eso los convierte en parte de esos sectores.
Texto y fotografía: Amapola periodismo Chilpancingo 28 de noviembre del 2023
Esta mañana, alrededor del mediodía, un hombre armado a bordo de una motocicleta atacó a balazos a tres reporteros de Chilpancingo que venían de cubrir el homicidio del conductor de una unidad del servicio público.
Se reporta que están graves los periodistas Víctor Mateo, del medio digital El Gráfico y Jesús de la Cruz, de Reporte Guerrero.
El fotorreportero Oscar Guerrero, colaborador de este medio, recibió un rozón en el brazo derecho. Un cuarto periodista más salió ileso.
Una hora antes, los periodistas acudieron a la colonia Las Palmas, al poniente de Chilpancingo, a cubrir el asesinato de un conductor de una urvan del transporte público del área.
Los reporteros hicieron la cobertura y bajaron al bulevard para hacer su reporte, cerca de la zona Militar, para mayor seguridad.
Cuando reportaban en sus medios este hecho de violencia, el segundo asesinato de un conductor de urvan del transporte público este mismo martes, un hombre a bordo de una moto se acercó a ellos y sin decir nada más, los atacó a balazos.
Cuatro periodistas fueron atacados a balazos por dos hombres que viajaban en motocicleta cerca de unas instalaciones militares. Tres de ellos salieron heridos, dos de gravedad, el tercero tuvo un rozón de bala y el cuarto resultó ileso.
Los periodistas venían de cubrir la noticia de un asesinato en la colonia La Palma, al poniente de Chilpancingo. El segundo homicidio de un chófer del transporte público ocurrido este mismo martes.
Los periodistas que siguen internados en el Hospital General Raymundo Abarca Alarcón de Chilpancingo son Víctor Mateo, colaborador para varios medios locales de comunicación, como ANG, AHORA Guerrero, Quadratín, y Jesús de la Cruz, quien es reportero del medio Noticias Reporte Guerrero. Ambos tienen heridas graves y pueden ser trasladados fuera del estado a un hospital más especializado.
El primero de éstos es reportero exclusivamente de información de violencia, y el segundo lleva unos tres meses como trabajador de los medios de comunicación.
El tercer lesionado es el fotorreportero Oscar Guerrero, colaborador de Amapola periodismo transgresor, tuvo un rozón de bala en el brazo izquierdo; fue dado de alta después de recibir atención médica, pero lo más grave fue la impresión emocional del ataque.
El cuarto reportero que vivió el ataque, Héctor «N», salió ileso, sin que esto signifique que esquivara el susto.
Los periodistas cubrieron los hechos donde mataron al chofer de una unidad del transporte público y cuando regresaban se detuvieron afuera del Batallón Militar de Ingenieros para escribir y enviar su información, cuando un par de hombres en moto pasó a su lado, avanzaron, se regresó y después les dispararon.
Otros tantos comunicadores estuvieron en la cobertura de la noticia y minutos antes habían pasado por el lugar de la agresión. Nunca sospecharon lo que podía ocurrir, pero algunos contaron que vieron motos cerca de la escena del crimen.
Los cuatro, como pudieron, se subieron en el auto en que viajaban, avanzaron unos metros y después siguieron a pie para refugiarse en esa área militar, donde pidieron auxilio. Una ambulancia y patrulla de la Guardia Nacional los trasladó hasta el Hospital General de Chilpancingo, ubicado en Tierras Prietas.
Hasta este punto se reunieron la mayoría de los periodistas de Chilpancingo, primero, para saber qué pasó con sus colegas, y después para desde ahí exigir garantías para el ejercicio periodístico, porque fue un ataque directo contra los comunicadores.
Al hospital también llegó personal de la Fiscalía General del Estado (FGE), del área de atención especializada a periodistas, para seguir la investigación del ataque intencional, ocurrido en una vía muy transitada y a unos metros donde están policías militares.
El director del hospital, José Antonio Ramírez, salió a informar el estado de salud de los periodistas que siguen hospitalizados.
«Probablemente se tenga que trasladar a un paciente fuera del hospital, probablemente, eso va a ser conforme tengamos los gabinetes. Se van a hacer ahorita estudios de tomografía, ya con eso vamos a valorar con el médico que estaba en el servicio de Urgencias», comentó.
A las tres y media de la tarde se supo afuera del hospital general que a los periodistas los sacaron a una clínica privada local para hacerles los estudios correspondientes para su evaluación de salud.
Este es el primer ataque armado directo documentado contra periodistas en una jornada cotidiana de trabajo.
Algunos de los reporteros atacados cubrían otras actividades del día en el Congreso local, cuando supieron del asesinato del chofer, de donde salieron a prisa. Algunos hasta se cooperaron para irse en el mismo taxi. Llegaron al lugar de los hechos e hicieron su cobertura normal.
Los comunicadores Marco Antonio Toledo Jaimes, Silvia Nayssa Arce Avilés y Alberto Sanchez Juárez, de Taxco, fueron privados de su libertad en hechos distintos por unas personas armadas, sin que haya pistas de su paradero, denunciaron sus conocidos y familiares.
Toledo Jaimes fue privado de su libertad desde el sábado pasado junto a su familia, informaron reporteros de la zona Norte del estado.
A Silvia Nayssa y Alberto los privaron de su libertad ayer por la tarde, denunció en redes sociales la hermana de ella, la actvista Julissa Natzely Arce, al exigirle a las autoridades información sobre su paradero.
A través de las mismas redes sociales, el usuario Tonatiuh López etiquetó un posteo al perfil de Facebook de Marco Antonio, en el que da a conocer que el comunicador fue privado de su libertad junto a su esposa, Guadalupe Denova Flores y a su hijo, Alberto Toledo Denova, de 28 años.
También colgó las fichas de búsqueda de la familia que la Fiscalía General del Estado (FGE) ya puso en circulación. En la ficha particular del joven se lee que desapareció el sábado 19 de noviembre en Taxco y que la denuncia de su desaparición la presentaron ayer.
En el mismo posteo, el usuario Tonatiuh escribió que el periodista y su familia fueron privados de su libertad por personas armadas y que el joven es trabajador del sector Salud.
También incluyó un dato que asocia con la privación del periodista y su familia, en la que implica de manera directa al alcalde de Taxco Mario Figueroa Mundo.
Silvia y Alberto son pareja. Los privaron de su libertad ayer por la tarde; unas personas armadas se los llevaron, algunos dicen que de su casa, otros que de una plaza, pero ambas versiones coinciden que junto a sus tres hijos, de tres, cinco y 13 años, a quienes después abandonaron en una calle.
«Yo le pido al público que esta noticia se sepa, se conozca, para que nos puedan regresar a mi hermana y mi hermano. Mi cuñado es como un hermano. Que nos los regresen sanos y salvos», expuso Julissa en un video que compartió en sus diferentes redes sociales.
La activista –quienes la conocen dicen que ha hecho una labor en favor de inmigrantes en Estados Unidos– después de pedir la colaboración ciudadana por la desaparición de sus familiares, extendió este llamado a las autoridades que alguna vez le reconocieron su labor.
«Una vez el @Gob_Guerrero me llamó un orgullo de Guerrero. Hoy les pido su apoyo. Mi hermana Nayssa Arce Avilés y cuñado Alberto Sánchez, quienes son periodistas, fueron privados de su libertad por civiles armados en Taxco Guerrero. Ayuda», escribió en la red social X.
Exigió a los gobiernos información sobre los tres comunicadores. Sabía del caso de Marco Antonio.
Periodistas que los conocen saben que la pareja privada de su libertad tienen a su cargo la página de noticias Red Siete Taxco, que maneja información diversa, pero más reportes institucionales del gobierno estatal y de algunas otras de actividades de la ciudad de Taxco.
Ella en particular fue directora de Comunicación Social de los administraciones municipales encabezadas por los alcaldes, el priista Omar Jalil Flores Majul (2015-2018) y el panista Marcos Efrén Parra (2018-2021), informaron algunos de sus compañeros de manera reservada.
Es sabido que desde hace meses, en el municipio de Taxco el crimen organizado, que involucra a grupos criminales, políticos y económicos, decide la mayoría de las actividades, desde las comerciales hasta las sociales, lo que ha dificultado hasta el hecho de que la información fluya.
Ya circulan alertas de organizaciones de protección a periodistas, como Artículo 19, sobre los casos de los comunicadores desaparecidos.
Ismael Villagómez Tapia inició su carrera como reportero gráfico en Ciudad Juárez hace 24 años, su última cobertura periodística la realizó este 15 de noviembre en Ahumada, Chihuahua, para El Heraldo de Juárez. Lo mataron horas después de salir de la redacción
Texto: Marco Antonio López / La Verdad
Fotografía: Cortesía / La Verdad
17 de noviembre 2023
El fotoperiodista Ismael Villagómez Tapia, asesinado la madrugada de este jueves en Ciudad Juárez, inició su trabajo en los medios de comunicación desde 1999, cuando ingresó al periódico Norte de Ciudad Juárez cuando tenía 19 años. Nació el 31 de julio de 1980.
Tenía 24 años de experiencia como reportero gráfico profesional cuando fue asesinado de un tiro mientras trabajaba como chofer de InDrive– una compañía de servicio de vehículos de transporte para pasajeros que opera con una aplicación digital– luego de su jornada laboral en El Heraldo de Juárez, de la cadena periodística Organización Editorial Mexicana (OEM).
El miércoles 15 de noviembre Ismael salió del periódico alrededor de las seis de la tarde, de acuerdo con el subdirector del Heraldo de Juárez, Ramón Ortiz, que lo vio alrededor de las 5:30 de la tarde cuando este último salía de la redacción y le preguntó cómo le fue en la cobertura que hicieron en Ahumada, a unos 125 kilómetros al sur de Ciudad Juárez.
Ismael Villagómez le contestó que bien y le mostró desde la pantalla de su cámara las fotos que hizo, se despidieron, “lo veo mañana”, le dijo Ortiz y se retiró de la redacción.
A la 1:53 de la madrugada del 16 de noviembre entró una llamada al 911 para reportar un disparo en el cruce de las calles Artículo 27 y Sinaloa de la colonia Francisco Sarabia, se generó el folio 0705780133 para dar seguimiento a la denuncia.
A las 2:00 de la mañana llegaron los agentes Juárez Macías y Gutiérrez Martínez a bordo de la Unidad 110 de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal.
En el lugar encontraron un auto Hyundai, Elantra, color gris, impactado con otro auto estacionado, en el interior, del lado del piloto el cuerpo de Ismael con un disparo en la cabeza.
De acuerdo con el peritaje la bala 9 milímetros entró por la nuca y salió por un globo ocular, se impactó en el vidrio frontal y cayó en el interior del vehículo, dijo el fiscal Zona Norte, Carlos Manuel Salas.
Ismael se encontraba trabajando como chofer de la plataforma digital InDrive, pero no se encontró su celular en el auto, dijo el fiscal Zona Norte, solo su cartera que estaba en el compartimiento de la puerta del lado del conductor.
De acuerdo con un familiar de Ismael el auto que conducía no era de su propiedad, se lo prestó un sobrino para que pudiera trabajar después de su trabajo como fotógrafo, actividad que venía realizando desde hacía seis meses aproximadamente, dijo su familiar. Hacía esta actividad para completar el costo de la reparación de su vehículo, el usaba para trabajar como fotoperiodista.
“Formalmente a mí no me lo platicó. No me lo informó. Pero sí platicaba él a otros que cuando se iba trabajaba en la tarde noche en una plataforma, yo no sabía hasta ahora que es la plataforma InDrive, su familia ha informado a la Fiscalía que sí trabajaba en la plataforma para complementar sus ingresos”, dijo el subdirector del periódico, Ramón Ortiz.
De acuerdo con el fiscal de la Zona Norte, el caso sería turnado a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos contra la Libertad de Expresión porque una línea de investigación que se debe seguir es la de su trabajo como periodista e incluso su reciente cobertura en Ahumada.
“A la cobertura de Villa Ahumada fue acompañando a nuestra compañera Alejandra Carrión a aquel municipio para pues para cubrir los eventos del Ayuntamiento lo que está haciendo el gobierno municipal regresó como a las 5:30 de la tarde”, dijo Ortiz.
Sin embargo, mencionó que no tuvieron reporte de alguna amenaza ni altercado, como no lo han tenido desde que él ocupa el cargo hace tres años, dijo.
“La postura del periódico es la exigencia de justicia para Ismael, exigencia de justicia que implica el esclarecimiento pleno de los hechos incluyendo el móvil y la razón o causa o motivo que hubo, que tuvo la o los que participaron en quitarle la vida al compañero, porque ante todo es una persona, en segundo lugar porque es compañero del gremio y no creemos que la muerte de los periodistas deba a seguir sin esclarecerse.
Entonces si su muerte no tuvo que ver con el desempeño periodístico, que esto es lo que de entrada creemos, sí en cambio exigimos que se esclarezca por qué lo privaron de la vida, quiénes fueron, que proceden a su detención, a su procesamiento y condena, para que cumpliera una sentencia”, dijo Ramón Ortiz.
Ismael Villagómez ingresó al Heraldo de Juárez el 26 de agosto de 2021, era uno de los tres fotógrafos del periódico, cubría migración, Gobierno del Estado y finanzas. Entraba a trabajar a las 8:00 am, descansaba los domingos.
El jueves 16 de noviembre cerca de las 2:00 am aún estaba trabajando como chofer y ya no llegó a la redacción como acostumbraba, a las 8:00 am.
Uno de los sectores sociales afectados por el huracán Otis son los periodistas locales de Acapulco, quienes además de enfrentar sus propios daños deben informar el saldo y los estragos de la devastación, aun con las imposibilidades mismas de comunicar.
El huracán categoría cinco dejó por días aislado a Acapulco. Los servicios de energía eléctrica y telefonía y los caminos y carreteras quedaron suspendidos por los daños que acarreó la intensidad del aire y el agua desde las primeras horas del 25 de octubre que ocurrió el huracán.
Hasta ahora, 23 días después, hay colonias que no tienen luz eléctrica, y aún cuando la telefonía móvil y el internet fue reactivado por las compañías, el servicio no es eficiente.
Una de las consecuencias de la falta de estos servicios fue que los periodistas locales no pudieran reportar lo que ocurría en el puerto, además de que debían decidir entre informar o, como cualquier habitante afectado de Acapulco, enfrentar la devastación. La mayoría de los comunicadores debieron sobreponerse pronto, aun cuando algunos perdieron su equipo, y a la vez resolver cómo enviar su información.
“No te puedes dar el lujo de quedar desempleada”, comenta Karla Benítez, una periodista local de 26 años, al momento de reflexionar sobre la falta de condiciones laborales que tiene ella y la mayoría de sus colegas en Guerrero. Los reporteros o periodistas en general que reportan desde las calles, no es el caso de la mayoría de los dueños de medios de comunicación, son un gremio con la función social de informar a la ciudadanía, desde una condición precarizada, porque la mayoría no cuentan con prestaciones laborales.
Karla tiene seis años de experiencia laboral y en ninguno de los medios de comunicación con los que colabora, un multimedios de cobertura nacional y una televisora local, tiene prestaciones de ley. Lleva la mitad de los gastos en su casa, la que Otis dejó inundada, sin barda perimetral ni cristales en las ventanas, y sin aparatos electrónicos funcionales. A ella, en particular, la dejó hasta sin ropa.
Fue el 27 de octubre que Karla pudo hacer contacto con los coordinadores del multimedios para el que colabora y dar un reporte. Viajó a la ciudad de Chilpancingo, la capital de Guerrero, ubicada a menos de horas del puerto, aunque ese día les llevó más de seis; salió junto a su padre a buscar víveres y agua.
Alguien, en algún lugar de la ciudad, le permitió cargar su teléfono y se comunicó. Después, recuerda, dio un reporte que en realidad era su testimonio personal de cómo enfrentó la contingencia y lo que ella había visto de la tragedia y los daños, como los 14 cadáveres con los que se topó a las horas siguientes que bajó de su casa para buscar comida y ayuda en general.
Aunado a todos los impedimentos de informar por la misma catástrofe, las instituciones oficiales tampoco hacen fluir de manera eficiente la información de los daños, según algunos periodistas.
Con la imposibilidad de la comunicación desde Acapulco, los primeros reportes periodísticos no salieron de los periodistas locales, donde hay colaboradores para medios de comunicación de todas las dimensiones (locales, nacionales e internacionales). Lo hicieron quienes son de fuera de la ciudad.
Las primeras imágenes aéreas conocidas durante la mañana siguiente después del paso de Otis las dio a conocer una de las televisoras nacionales más grandes del país. Otros reportes salieron esa misma tarde porque periodistas de Chilpancingo, como Ángel Galeana, llegaron a Acapulco minutos antes del huracán, y hallaron hoteles que tenían servicio de internet aun cuando la señal era muy débil.
Otra información se conoció por la noche y al día siguiente porque otros tantos periodistas viajaban de Chilpancingo al puerto, y volvían, con todas las dificultades del camino, para mandar información.
Periodistas que trabajan para el periódico estatal El Sur en la capital, por ejemplo, viajaron durante los primeros días hacia Acapulco para recabar datos, porque las oficinas centrales están en el puerto y no había manera de que informaran, ni siquiera sabían cuáles eran las condiciones personales de algunos reporteros.
Los periodistas locales acapulqueños, aunado a sus afectaciones particulares, quedaron en desventaja de informar sobre Otis ante la infraestructura de grandes empresas, como las televisoras.
“La verdad me daba mucha envidia porque estaban llegando los enviados nacionales de las grandes empresas, con equipos, estructuras y estaban transmitiendo. Yo no sabía lo que pasaba en la televisión, porque no estaba viendo televisión, porque no tenía electricidad en mi casa, todavía no tengo teléfono y por eso me bajo aquí a trabajar”, dice en entrevista el periodista Misael Habana de los Santos en un punto de plaza Marbella, frente a la escultura de La Diana.
Un grupo de comunicadores aprovecha la cobertura de internet y parte de las instalaciones de unas oficinas públicas para enviar su material, porque hasta hoy ningún servicio público está resuelto por completo en el puerto.
Los periodistas de Acapulco deben buscar también la manera de resolver la incomunicación. “De la crisis y la necesidad había que informar, había que hacer algo”, agrega Misael Habana después de compartir que salió de su casa al tercer día, primero, porque debió asumir la catástrofe y recontar parte de los daños, aun cuando no pudiera resolverlo.
Segundo porque todo el tiempo estuvo solo y debió esperar a su compañera, que estaba fuera de Acapulco el día del huracán, para no dejar sola la casa, por el riesgo de que saquearan la vivienda como lo hicieron muchos con las tiendas y negocios establecidos, otro problema que empujó a los habitantes del puerto a tomar sus propias medidas.
Los periodistas, se documentó antes, como todos los habitantes, viven las mismas necesidades y enfrentan las mismas circunstancias que todos en Acapulco.
A diferencia de muchos periodistas de fuera, que van y vienen o que están por algunos días en el puerto y se retiran, los locales deben de enfrentar que en sus casas faltan, además de los servicios para la comunicación, otros tantos básicos, como el agua, o el transporte público que, aun cuando circulan algunas unidades no son todas, porque también el combustible escaseó.
Para resolver la incomunicación el esfuerzo es doble. “Porque nunca es el mismo día, o sea hoy tienes internet aquí en la iglesia, pero mañana se puede descomponer, entonces vete al Infinitum de Calinda (un hotel de zona dorada), como puedes estar ahí, como no puede haber internet. El Copacabana (otro hotel de la misma zona) lo cerraron el 30 de octubre y había una fuente de internet, pero por una clave que me pasó una amiga. Entonces, yo lo comparo con los videojuegos, ya ves que los personajes llevan una moral, tu ánimo sube o baja de acuerdo con las circunstancias”, comparte Héctor Briseño, otro periodista del puerto.
Los comunicadores en busca de señal de internet han hecho de algunos espacios centros de trabajo y los han convertido en sitios de reencuentro para saberse cómo están ellos o cómo están los otros colegas. Algunos han coincidido, por ejemplo, en la acera de los establecimientos al otro lado de lo que quedó de Galerías Acapulco; otros en las inmediaciones del hotel Hotsson Smart, donde hay una fuente de señal de internet u otros en la plaza Marbella.
Desde «la oficina improvisada» frente a Galerías Acapulco fue que el fotoperiodista Javier Verdín, a quien sus colegas buscaban después del huracán, subió una foto a su perfil de Facebook con la que se reportaba y, a la vez, aprovechó para narrar parte de lo que sentía. «Cuando amaneció después de la noche del huracán Otis bajé para hacer fotos a la costera, caminando desde Cumbres de Llano Largo, me cayó un árbol de ceiba con espinas grandes y me dañó la pierna y eso me menguó; tardé cinco horas en subir el cerro de regreso a la casa destruida. La verdad es que a todos nos fue mal, pero también considero que es un buen momento para reflexionar, organizar, repensar, volver a soñar, desde el caos volver a sacar la belleza y hacer poesía», es sólo un fragmento de lo que compartió.
Las complicaciones para comunicar han orillado a algunos periodistas a ajustar sus propias maneras de difusión. El equipo del programa de radio de Al Tanto Guerrero, que coordina Misael Habana, al no funcionar las ondas electromagnéticas que transmiten la señal de radio, hacen su programa sólo a través de las redes sociales desde un pasillo de la plaza donde les facilitan internet, que antes sólo eran otra vía de difusión del programa que hacen de dos a tres de la tarde. “Estamos trabajando sin nada, porque no tenemos nada”, agrega Misael.
En medio de todo esto se debe informar aun con todo lo emocional que acarreó una manifestación natural como Otis.
“Me ha costado tanto hacer una nota”, dice Héctor Briseño al compartir que lo más duró del huracán es la afectación emocional.
Así están otros de sus colegas. En el encuentro para la entrevista, Karla Benítez, lo primero que hace es disculparse de manera anticipada por si se desbordaba en la conversación, porque tiene claro que no ha procesado lo que vivió como cualquier otro habitante. Misael Habana compartió también que él no pudo evitar derrumbarse la primera vez que se asomó de casa para ver los daños.
Aun así, había que informar, aun cuando se trate de narrar parte de su propia supervivencia.
Alejandro Encinas Rodríguez, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración
Enrique Irazoque Palazuelos, director general del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas
Este sábado 30 de septiembre ocurrió una agresión directa contra Estrella Pedroza, colega periodista y colaboradora de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie por parte de elementos de la policía del estado de Morelos.
Se documentó por el sitio Aristegui Noticias, para el cual colabora, que se “dirigía al veterinario con su perrita, cuando se detuvo frente a las instalaciones de la Fiscalía Anticorrupción para tomar unas fotografías en seguimiento de una cobertura que realiza sobre las denuncias vecinales por presunta prepotencia policiaca en la zona”.
Agentes de la Guardia Nacional se acercaron y ella se identificó, luego subió a su automóvil y se movió del lugar, pero los policías estatales que resguardan las instalaciones de la Fiscalía Anticorrupción la persiguieron, alcanzaron, rodearon y forcejearon con ella para bajarla a golpes.
Los elementos intentaron subirla como detenida a la patrulla con número 00784, para presentarla como presunta implicada en un intento de homicidio. Pedroza pudo contactar a su familia, a compañeros del gremio y un abogado. Sobrevivió a esta agresión.
La Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie condena este hecho. Quienes formamos esta Alianza consideramos que un hecho como este es un ataque contra la sociedad en general.
Exigimos a las autoridades estatales y federales que atiendan el caso de manera inmediata, se dicten medidas urgentes de apoyo a Estrella Pedroza y se inicie una investigación correspondiente contra los elementos de la policía de Morelos.
Es urgente que se realicen las indagatorias, pues la violencia contra nuestra compañera tiene agravantes importantes, debido a que es una mujer periodista que realizaba su trabajo con un celular y fuerzas estatales utilizaron la fuerza, incluyendo armas, patrullas y fuerza humana para agredirla.
Los principales agresores de las periodistas son el funcionariado municipal, estatal y federal, equipo de Comunicación Social del gobierno, civiles armados, elementos de Seguridad Pública estatal y federal.
Texto: Itzel Urieta Fotografía: José Miguel Sánchez 17 de agosto del 2023
Chilpancingo
Guerrero ocupa el cuarto lugar en agresiones hacia periodistas mujeres con 73 casos, de acuerdo a la documentación que ha hecho la organización Comunicación e Información de la Mujer AC (CIMAC) y que dieron a conocer sus integrantes en el informe Palabras impunes: estigmatización contra las mujeres periodistas en México 2019-2022 esta mañana en Chilpancingo.
Estos datos correaponden del 2019 al 2023. Chilpancingo, Iguala y Acapulco son los municipios que más denuncias acumulan agresiones hacia las mujeres periodistas.
La coordinadora de comunicación de la CIMAC, Cirenia Celestino Ortega, mencionó que este informe visibiliza el aumento de violencia hacia mujeres periodistas durante el sexenio del presidente de la República Andrés Manuel López Obrador.
En el informe compararon los primeros tres años de los gobiernos de Enrique Peña Nieto (2012-2018) y el de Andrés Manuel López Obrador, y concluyeron que hubo un aumento de agresiones contra mujeres periodistas a nivel nacional.
De 2013 a 2016 registraron 248 agresiones y de 2019 a 2022, durante la administración de López Obrador, 767 casos.
En el informe señalan a los servidores públicos como los principales agresores y que los ataques son multiplican en espacios digitales.
La responsable del programa de libertad de expresión y género de CIMAC, Adriana Ramírez Venegas, agregó que las direcciones de Comunicación Social, grupos armados, policías y simpatizantes de Morena son los que más violentan a las mujeres periodistas en el estado.
«Los ataques contra mujeres periodistas en Guerrero son perpetrados en su mayoría por personas civiles (19.04 por ciento), seguidos de integrantes de integrantes de las estructuras criminales (14.28 por ciento). Los particulares -o civiles- muchas veces son afines al gobierno en turno, como el actual de la morenista Evelyn Salgado Pineda», se lee en el aparato de Guerrero del informe.
Uno de los origenes de la violencia hacia las mujeres periodistas, considera el informe, es el «prejuicio basado en el discurso institucional estigmatizante que ha proliferado en los últimos años de que los medios obedecen a intereses ajenos a los de la ciudadanía».
En la presentación del informe estuvieron presentes mujeres periodistas de diferentes partes del estado, quienes compartieron sus experiencias.
Antonia Ramírez Marcelino, originaria de Tlapa de Comonfort, directora de el portal El Jale Noticias y corresponsal de el periódico El Sur, recordó la agresión que sufrió en el 2017, cuando guardaespaldas del ex gobernador Héctor Astudillo Flores le impidieron acercarse a él para entrevistarlo.
«Cuando yo estaba delante del gobernador, el guardia me levanta y me saca. Levanté mi queja y me dijeron que no hubo elementos suficientes y que no pude comprobar que esas personas eran trabajadores del gobierno del estado», contó Antonia.
La falta de sensibilización y de conocimiento del Programa de Atención a Periodistas son obstáculos que permiten el desarrollo del ejercicio periodístico.
Una constante detectada entre las periodistas, es que en el caso de Salgado Pineda, su equipo de seguridad y de Comunicación Social impiden que las reporteras se acerquen a realizar entrevistas. Táctica también la aplican para los periodistas.
En algunos eventos de la gobernadora han ocurrido agresiones hacia mujeres periodistas.
Las principales agresiones, de acuerdo con el informe, son hostigamiento, actos de intimidación, campañas de desprestigio hacia las reporteras, insultos, amenazas y bloqueos informativos.
Y los agresores son el funcionariado municipal, estatal y federal, equipo de Comunicación Social del gobierno, civiles armados, elementos de Seguridad Pública estatal y federal.
Simpatizantes de los partidos políticos también aparecen como agresores en el informe.
Con este informe la CIMAC busca que se deje de obstaculizar el trabajo periodístico de las mujeres, también que reconozcan su labor periodística y garantías para la libertad de expresión.
El informe se presentó en el hotel Holliday Inn, ubicado en Chilpacingo. Participaron las periodistas Antonia Ramírez Marcelino, Alina Navarrete Fernández y Natividad Ambrosio con sus experiencias, casos y reflexiones sobre los contextos en que hacen periodismo.
El periodista fue agredido en la colonia Roma Sur mientras paseaba a su mascota, las agresiones le dejaron múltiples lesiones y una fractura en la nariz. Sin embargo, las autoridades de la Ciudad de México no quisieron tomar su denuncia ni garantizarle su seguridad
Texto: Daniela Rea / Pie de Página
Foto: Cortesia
Este jueves 20 de julio, a la 9:00 horas, Paris Martínez fue agredido por el dueño y dos empleados de una tortillería ubicada en la esquina de las calles Bajío y Coatepec, en la colonia Roma Sur.
Paris Martínez denunció los hechos en redes sociales: “Hoy, el dueño de una tortillería y sus empleados me golpearon en la colonia Roma Sur, luego de que mi perrita se comió una bolita de masa que arrojaron a la banqueta y que, según ellos, era de los pajaritos”.
Los hombres lo empujaron, lo golpearon y lo patearon ya que estaba tirado en el suelo. Resultó con nariz fracturada, lesión en la mandíbula y moretones en la espalda.
Más allá de la agresión, está el hecho de que las autoridades no respondieron. Ni las policías de la Secretaría de Seguridad Pública, ni los MP de la Fiscalía General de la Ciudad de México, ni el personal de la Secretaría de Salud de la ciudad.
“Policías de la @SSC_CDMX me encontraron segundos después, sangrando en la calle. No quisieron proceder contra los agresores, aunque estaban a unos metros de distancia, solo me preguntaron si quería una ambulancia @martibatres”, escribió Paris Martínez en su twitter.
“Llegó una ambulancia del gobierno capitalino. No me quisieron ayudar a llegar a un hospital, aunque sangraba profusamente y resulté con golpes y patadas en todo el cuerpo, porque, literal, no tenía heridas que pusieran en riesgo mi vida… @SSaludCdMx”
“Con golpes por todos lados y la nariz fracturada, tuve que caminar hasta Hospital General, donde me atendieron, pero luego se negaron a darme un comprobante médico de lesiones, necesario para presentar una denuncia en el Ministerio Público”.
Paris fue a la Fiscalía de Investigación Territorial Coordinación Territorial CUH-7 con sus heridas como “única prueba para intentar denunciar”. Ahí, “la médico legista dijo que no podía certificar mis lesiones y me mandó a un hospital del gobierno local para la certificación, sin ella, me aclararon, no van a tomar mi denuncia”.
Este viernes intentará poner de nuevo la denuncia. “A mí lo que me espanta es perder la tranquilidad de andar en las calles aledañas a mi casa, yo quisiera una garantía de que esa gente no se me va a volver a acercar”.
Paris Martínez es periodista y desde hace más de una década ha cubierto conflictos sociales, desapariciones forzadas, violencia del Estado y criminal.
Este texto es propiedad de Pie de Página y lo reproducimos como parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Puedes leer el original en este enlace.
El periodista Nelson Matus Peña había recibido en distintas ocasiones amenazas y de manera constante era hostigado por su labor periodística. Fue fundador y director de Lo Real de Guerrero, portal de noticias que documenta el incremento de la violencia en el estado, principalmente en Acapulco.
Matus era un reportero muy conocido, quien logró consolidar a su portal como uno de los medios digitales de mayor alcance y referencia de nota roja en el estado de Guerrero, así lo relató Jonathan Cuevas de API Guerrero, periodista desplazado.
“Nelson Matus, un compañero muy popular en el estado de Guerrero, un compañero que dedicó parte de su vida a su proyecto Lo Real de Guerrero y Lo Real de Acapulco, un proyecto que impactó rápidamente y se posicionó entre las plataformas con más seguidores en el estado de Guerrero”, indicó en entrevista.
Matus era originario de Pinotepa Nacional, Oaxaca. Al mudarse a Acapulco trabajó como bombero y después incursionó en el periodismo. Al incrementar la violencia en el puerto fundó Lo Real de Guerrero, donde comenzó a publicar reportes de las personas asesinadas, tanto en Facebook como en su página web.
“Él se enfocaba a la nota roja. Era su fuerte en su medio de comunicación. Era un compañero que daba cobertura a hechos de violencia a información policiaca y en las redes sociales este tipo de información es muy consumida por nuestro público. A eso se dedicó, de ahí surgieron sus amenazas”, dijo Cuevas.
En la medida que incrementaban sus seguidores, las amenazas se volvieron constantes.
“El compañero Nelson siempre fue hostigado, amenazado, perseguido. Eran públicas las amenazas en su contra y, además, sufrió un atentado a balazos en 2019 del cual sobrevivió, sin embargo hoy no corrió con la misma suerte, pues las personas que lo persiguieron todo el tiempo lograron su cometido, lo asesinaron”.
En los últimos tres meses se han registrado cinco ataques y agresiones contra periodistas en el puerto de Acapulco.
“La gravedad del asunto. No sé si la alcanzamos a dimensionar todos, pero para mí es un hecho gravísimo que en el puerto de Acapulco haya en un lapso corto de tiempo tantas agresiones contra compañeros comunicadores, algunos periodistas, algunos trabajan para plataformas digitales, pero al final de cuentas nos dedicamos a informar y generar opinión. Son atentados en los que lamentablemente han muerto compañeros, entre ellos el compañero Matus”.
De acuerdo con Paula Saucedo, de Artículo 19, Guerrero es el estado que tiene más periodistas en desplazamiento interno forzado en el país.
“Lo que necesitamos son políticas públicas integrales que prevengan que esto siga pasando no podemos seguir contando periodistas asesinados porque no son un número más, son seres humanos que tienen familia, amigos, hermanos”, externó Saucedo durante la protesta que se realizó este lunes 18 de julio en la representación del estado en la Ciudad de México.
Este martes, durante una manifestación que se convocó para exigir justicia por el asesinato de Nelson Matus, reporteros, fotógrafos y corresponsales guerrerenses entregaron un oficio dirigido a autoridades federales y estatales, donde denuncian que los crímenes contra periodistas no cesan, por lo tanto no hay garantías para ejercer la libertad de prensa.
“No sólo contamos compañeros asesinados, como ocurrió este sábado en Acapulco, Guerrero, con Nelson Matus, fundador de Lo Real de Guerrero, y el crimen más reciente en Nayarit, con el corresponsal de La Jornada, Luis Martín Sánchez, sino que el gremio está expuesto a desapariciones forzadas, a ataques en aumento por parte de funcionarios públicos, entre otras amenazas, desplazamientos y arbitrariedades que se suman a un contexto precario y de muerte. Hay miedo y desolación”.
En el comunicado también hicieron referencia a que no era la primera vez que buscaban atentar contra su vida.
“No era la primera vez que intentaban asesinarlo, pero esta vez tuvieron éxito (…) no lo logró y con su crimen dejó una ola de terror en los compañeros que valientemente todos los días salen a realizar la misma cobertura: la de muertos, desaparecidos y desaparecidas”.
Julio César Zubillaga, periodista desplazado de Guerrero exigió a los gobiernos, estatal y federal, garantías para salvaguardar la integridad física de los comunicadores. “Salimos a trabajar, pero ya nadie tiene la seguridad de regresar a casa”.
Agregó que el homicidio de Matus dejó una herida grande en el gremio periodístico del estado.
“Estamos profundamente consternados, tristes e indignados por la forma en la que ha sido privado de la vida otro compañero. Creemos que es demasiada la impunidad con lo que hoy actúan los grupos del crimen organizado, por eso es que hacemos un enésimo llamado al cumplimiento de los deberes de las instancias encargadas de procurar y salvaguardar la integridad física de los comunicadores”, apuntó.
Este texto es propiedad de Animal Político y lo reproducimos con su autorización