Es el único productor de flor de Noche Buena en Guerrero
Texto: Marlén Castro
Foto: Astrid Cisneros
Chilpancingo
Viernes 29 de diciembre
Hace ocho años, Javier Muñoz Gutiérrez, propietario del Vivero Rubí se propuso demostrar que en Guerrero existen las condiciones para producir Flor de Noche Buena, una especie endémica de Taxco, Guerrero. La planta que se vende en todos lados procede de Morelos y Ciudad de México.
Lo logró. En Chilpancingo, al sur de la ciudad, desde 2016 cada año este espacio pone a la venta alrededor de 20 mil plantas, sembradas y crecidas en el Vivero Rubí.
El próximo proyecto del Vivero Rubí, de acuerdo con Emmanuel Bruno Lázaro, el encargado del espacio, es recuperar la Noche Buena criolla, porque hasta ahora, las noche buenas que siembra y se comercializan proceden de plantas modificadas genéticamente en Estados Unidos, país que tiene la denominación de origen.
La mayoría de la gente de la capital desconoce la existencia de un vivero de esta planta en Chilpancingo. En estas fechas es común hallar diferentes lugares que venden la planta traída de Morelos y Ciudad de México.
La flor de Vivero Rubí tiene precios más accesibles y debido a que se siembra en Chilpancingo en un clima más cálido que las de los viveros de Morelos y Ciudad de México no son sensibles a las altas temperaturas, razón por las que duran más tiempo en buenas condiciones.
El Vivero Rubí se ubica en el Rancho La Ilusión, en la colonia La Cinca. En estos momentos, cuenta con una producción de 15 mil plantas de 21 variedades.
Como la denominación de origen la tiene Estados Unidos, donde hicieron modificaciones genéticas a la planta, los nombres de estas variedades son en inglés. Hay de color blanco, rosa, jaspeada, amarilla, de diferentes tonos rojos y formas.
Esta planta dura más tiempo porque se sembró y creció bajo temperaturas superiores a los 30 grados. Las plantas en los viveros de Morelos y Ciudad de México crecen con temperaturas de 20 grados, en promedio. Cuando las sacan de los invernaderos para venderlas en varias partes del país, la planta tiene cambios por el cambio de temperatura. Eso no pasa con la noche buenas del vivero Rubí y los precios, además, son mejores.
La planta más pequeña es la de ocho pulgadas, la que tiene un costo de 40. Al comparar precios se halló que las plantas traídas de los invernaderos de Morelos y Ciudad de México, la planta de este tamaño cuesta 55 pesos.
La planta de seis pulgadas, en el Vivero Rubí cuesta 53, en los establecimientos que hay en la ciudad está entre 70 y 75 pesos. La de siete pulgadas se consigue en este Vivero en 85, mientras la que es traída de fuera está arriba de cien pesos; la de 10 pulgadas aquí cuesta 175 y en otros establecimientos entre 200 y 210 pesos.
Emmanuel Bruno, el encargado del vivero, contó que este año tienen una producción de sólo 15 mil plantas, por las afectaciones que generaron las lluvias de la tormenta tropical John. La excesiva humedad que generaron cinco días de lluvia hecho a perder algunas plantas y su producción disminuyó.
Contó que el año de mayor producción de la flor en Chilpancingo fue el 2020, cuando sacaron al mercado 23 mil plantas de 21 variedades.
El próximo proyecto del vivero, una vez que demostró por completo que la flor si se da un clima como Chilpancingo es recuperar la planta criolla, la que es endémica de Taxco. La planta originaria es más resistente a los cambios de temperatura y los pétalos de la flor son más alargados.
El Vivero Rubí también da precios de mayoreo para aquellas personas que quieran emprender en esta temporada navideña. El precio de mayoreo es a partir de cincuenta plantas, con un descuento por pieza de alrededor del 10 por ciento.
Los propietarios del Vivero se preocuparon porque la visita al espacio además de agradable a la vista signifique una experiencia navideña. Montaron un set de escenografía navideña para tomarse la foto del recuerdo.
Ante la posibilidad de que se forme un ciclón frente a las costas de Guerrero, lo que podría provocar fuertes lluvias, la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC) envió una alerta a las autoridades para que tomen las medidas preventivas.
«Protección Civil mantiene activos sus protocolos preventivos a la población, debido al pronóstico de lluvias muy fuertes para los próximos días en gran parte del estado derivado de varios sistemas meteorológicos que afectan a la República Mexicana», afirma la dependencia mediante un comunicado este domingo 22 de septiembre.
Existe 70 por ciento de posibilidades de un desarrollo ciclónico, porque hay un sistema de baja presión a 200 kilómetros sur-suroeste de Lagunas de Chacahua, Oaxaca, que incluso eso podría generar una tormenta tropical o huracán en los próximos siete días, pronostica la SGIRPC.
Este domingo 22, Protección Civil estatal previó que a partir de este lunes 23 de septiembre se generen fuertes lluvias en varias regiones de Guerrero.
«Se emitió un alertamiento preventivo a todas las autoridades municipales y a los integrantes del Consejo Estatal de Protección Civil para que se extremen las medidas de precaución necesarias», se lee en el boletín.
El titular de la dependencia, Roberto Arroyo Matus, informó que el gobierno del estado cuenta con 626 refugios temporales y con insumos en reserva para abastecer a las ocho regiones del estado.
En temporada de lluvias podemos hallar diferentes insectos y arañas con más regularidad en nuestras casas que en otras temporadas. Esto es porque muchos de ellos salen a buscar alimento.
En el estado de Guerrero se halla el vinagrillo (mastigoproctus giganteus) el cual es un arácnido que puede crecer hasta 15 centímetros.
Es color negro, con tenazas grandes y redondas, con cola puntiaguda y ocho patas. Y, aunque se vea aterrador, el biólogo Enrique Vázquez Arroyo, del grupo Bio Explora Guerrero, afirma que este arácnido es inofensivo e, incluso, puede ser un buen controlador de plagas en casa.
Los vinagrillos viven en zonas tropicales, desérticas y semidesérticas, comúnmente se suelen hallar bajo las hojarascas o troncos secos, aunque en época de lluvias, como muchos animales buscan refugios en lugares secos, como las casas.
Aunque los vinagrillos están todo el tiempo coexistiendo con nosotros, es más probable que los podamos observar en épocas lluviosas pues es cuando salen a buscar alimento y pareja para reproducirse.
Los vinagrillos se alimentan de insectos, arácnidos y algunos vertebrados como pequeñas ranas o incluso ratones.
El vinagrillo también se distingue por dejar un aroma fuerte a vinagre. En muchas ocasiones cuando la gente lo ve debajo de sus camas o paseando por sus casas intentan matarlo. Lo cual, Vázquez Arroyo comenta que es una de las peores maneras de coexistir con los insectos y bichos con los que vivimos día con día.
“Los insectos y arácnidos solo salen a buscar alimento, es muy raro que sean venenosos, la mayoría de las arañas que se presentan en la ciudad no lo son, tampoco los bichos”, dijo Vázquez Arroyo.
Incluso muchos de ellos son controladores de plaga, buenos para el medio ambiente e inofensivos, por lo que matarlos es la peor decisión.
Además, en el caso particular del vinagrillo que no tiene glándulas venenosas y es completamente inofensivo, cuando se intenta atrapar o matarlo segregan una sustancia en su cuerpo como parte de su defensa, la cual tiene un olor penetrante a vinagre que hará que tu espacio huela por algunos días.
Esta segregación no es venenosa, aunque algunas personas comentan que cuando les ha caído un poco de dicha segregación les salen algunas ronchas.
“Esto se debe a lo ácido que puede llegar a ser el vinagre y algunas veces las pieles son más delicadas que otras, pero no hay nada de qué preocuparse, se pasará a la media hora”, explicó el biólogo.
Vázquez Arroyo recomienda sacarlo de una manera sencilla. Cuando se halle en la casa, se debe de buscar una hoja de papel y un pequeño frasco, cuidadosamente se debe de comenzar a llevar poco a poco la hoja hacía el para que pueda posarse sobre la hoja y después con un frasco atraparla para dejarla inmóvil solo hasta llevarla afuera o a algún lugar seguro.
Recuerda no matar a los bichos y arácnidos que salgan en esta temporada de lluvias, la mayoría son inofensivos y solo buscan un lugar seguro. Además, coexistir con ellos nos ayuda a tener una mejor armonización con el medio ambiente.
El aguamiel, durante siglos, ha nutrido tanto el cuerpo como el espíritu de los pueblos indígenas. Este líquido dulce y refrescante, extraído de las entrañas del maguey, es, entre otras cosas, un testimonio de la herencia cultural de México.
Texto y foto: Noemí Otañez/ ZonaDocs 20 de agosto del 2024
¿De dónde brota el aguamiel?
El aguamiel es la savia que se obtiene del corazón del maguey, una planta que ha sido venerada por las culturas mesoamericanas desde tiempos prehispánicos. El maguey es originario de México, con una historia que se remonta a más de 9,000 años. Su ciclo de vida es largo, tarda entre 7 y 12 años en madurar, momento en el cual puede ser aprovechado para la extracción de aguamiel.
La importancia del maguey
El maguey es una planta multifuncional, capaz de crecer en condiciones difíciles. Prosperando en terrenos áridos y semidesérticos, ha sido utilizada por comunidades indígenas, especialmente en el Estado de México, como límite natural entre terrenos.
Esta planta es productora de alimentos. Anteriormente, “la raspa” del maguey se utilizaba como alimento en tiempos de escasez. Actualmente, las pencas del maguey son empleadas para envolver la carne de borrego, creando el platillo mexicano: Barbacoa de borrego con penca de maguey.
Además, las pencas también se utilizan para extraer fibras para textiles, cuerdas, pueden emplearse como techos o paredes de viviendas rurales o bien para la fabricación de papel.
Sin embargo, en Barrio San Diego Pueblo Nuevo, una comunidad mazahua con una población registrada hasta mayo de 2024 de 759 habitantes, el principal uso del maguey es la extracción de aguamiel que, al fermentarse, se convierte en pulque, una bebida alcohólica tradicional de México. En esta comunidad, la extracción de la savia forma parte de la economía local, ya que su venta y consumo se limitan a los pobladores de dicha comunidad.
Extracción del aguamiel
El proceso de raspado del maguey es crucial para la producción de aguamiel. Al raspar el corazón de la planta, se estimula la producción. Este proceso inicia una vez que el maguey ha entrado en su fase adulta (de 7 años en adelante), y se distingue de los demás magueyes una vez que las pencas se han curvado y las hojas del centro se han compactado, señaló Valentín, habitante de San Diego Pueblo Nuevo y extractor de aguamiel.
Una vez identificado el maguey, se corta una penca por el centro y se talla hacia la parte inferior hasta formar un hoyo por medio del cual se recogerá el aguamiel después de una semana.
La extracción del aguamiel suele ser diaria y con una frecuencia de dos veces al día (cada 12 horas) para maximizar la producción del maguey. El primer raspado se realiza durante el amanecer, alrededor de las 6 o 7 de la mañana, mientras que el segundo raspado suele ser al atardecer, aproximadamente a las 5 o 6 de la tarde.
El proceso de fermentación del aguamiel puede durar, dependiendo del clima, entre unas horas y hasta cuatro días aproximadamente. En climas cálidos, la fermentación se acelera; en climas fríos, disminuye. Esto depende del tipo de pulque que se desee obtener. Cabe mencionar que el sabor del aguamiel es dulce.
El aguamiel contiene nutrientes con propiedades probióticas, lo que beneficia la salud digestiva. Además, contiene inulina, un tipo de fibra que favorece el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino, por lo que es una fuente de energía rápida debido a sus azúcares naturales. En tiempos antiguos, el aguamiel era consumido por nobles y guerreros, y se le atribuían propiedades revitalizantes y curativas.
La producción de aguamiel varía según el crecimiento y desarrollo del maguey, influenciado por los nutrientes disponibles en la planta, así como por los cambios de clima y patrones de lluvia, que impactan de manera directa su crecimiento. El periodo de extracción del maguey es de tres a seis meses de manera continua, durante los cuales se pueden obtener hasta 1,500 litros de dicho líquido.
El aguamiel para el campo, el pulque para la ciudad
En el campo, el maguey es un símbolo del paisaje y de la economía, mientras que en la ciudad, estos agaves que se encuentran en los camellones de las grandes avenidas pasan inadvertidos. Sin embargo, no sucede lo mismo con la bebida que de ellos emana: el pulque, que se ha popularizado como una bebida de moda, a diferencia del aguamiel.
Esta diferencia en la aceptación o comercialización entre estas dos bebidas se debe a que el pulque es un producto más procesado (ya que en algunas pulquerías se mezcla con frutas, por ejemplo, pulque natural con mango) y tiene una mayor capacidad de almacenamiento y distribución en comparación con el aguamiel fresco, el cual se deteriora rápidamente.
En cuanto a la planta, la urbanización ha llevado a una desconexión y desconocimiento de la naturaleza, lo que ocasiona que, debido al ritmo de vida, los magueyes no se raspen. Cuando un maguey no se raspa, todas las pencas se abren y del centro de la planta crece una estructura llamada “quiote”.
El quiote es un tallo largo que emerge del centro del maguey y puede alcanzar varios metros de altura. En la punta del quiote, la planta produce flores que eventualmente se convertirán en semillas para la reproducción del maguey.
Según un estudio de Juan Manuel Vera Morales y otros autores en 2023, tanto el pulque como el aguamiel contienen un alto grado de probióticos, los cuales, al ingerir estas bebidas, previenen enfermedades inflamatorias intestinales o trastornos gastrointestinales. Sin embargo, estos especialistas señalan que el consumo de estas bebidas ha disminuido
: “en años recientes su consumo ha disminuido de manera drástica debido a que los consumidores perciben a las pulquerías como lugares poco higiénicos”.
Este texto es original de ZonaDocs y es reproducido por Amapola Periodismo como parte de una alianza de medios. Puedes leer la nota original aquí.
Las lluvias de los últimos dos meses en La Montaña han agravado los daños en la carretera Tlapa-Metlatónoc, al grado de que está intransitable en muchos tramos porque el gobierno del estado no le da mantenimiento, denunciaron dirigentes de organizaciones sociales.
En julio de 2023, la Comisión de Infraestructura Carretera y Aeroportuaria del Estado de Guerrero (CICAEG) y la Secretaría para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y Afromexicanos (Sedepia) dieron a conocer que habría una inversión de cinco millones de pesos para darle mantenimiento y rehabilitar un tramo de la carretera Tlapa-Metlatónoc-Cochoapa el Grande.
«Creo que desde el 2018 esta carretera no ha tenido mantenimiento; y lo que dicen las autoridades es mentira, ya que nosotros recorremos esta vía y prácticamente está tirada», dijo Elvira García Rodríguez, representante de los pueblos indígenas del municipio de Cochoapa el Grande.
La caretera Tlapa-Metlatónoc, cuya pavimentación se inauguró en 2005, tiene una extensión de 76 kilómetros.
Por ser una carretera estatal, corresponde al gobierno del estado, a través de CICAEG, darle mantenimiento.
Ciudadanos y autoridades de esa región de la Montaña refirieron que es el tramo de nueve kilómetros de Tlapa-Igualita donde está transitable.
Elvira García señaló que es en la época de lluvias cuando la carretera Tlapa-Metlatónoc se vuelve más peligrosa, porque hay derrumbes y grandes hoyos llenos de agua.
«Es en esta época cuando hay más accidentes en la carretera, además de que los vehículos transitan a vuelta de rueda», aseguró la activista indígena.
Esta carretera de la Montaña conecta a Metlatónoc y Cochoapa el Grande, que son dos de los municipios de Guerrero con niveles de más alta marginación y pobreza extrema.
La gente de estas dos demarcaciones tienen que bajar a Tlapa para vender sus productos del campo y realizar trámites administrativos en oficinas del gobierno.
Elvira García dice que ella vive en Dos Ríos, municipio de Cochoapa el Grande, y tarda casi nueve horas en vehículo particular para llegar a Tlapa por esta carretera.
Menciona que la carretera de Cochoapa que conduce a su comunidad de Dos Ríos ya quedó como un camino de terracería, porque el pavimento que le colocaron «lo arrasó el agua».
«Nosotros suponemos que las carreteras que han construido en la Montaña, como la Tlapa-Metlatónoc y Tlapa-Marquelia, hubo mucha corrupción, porque le colocaron una capa muy delgada de asfalto», denunció Elvira García.
Mencionó que por las malas condiciones de esta vía, dificulta que la gente que tienen una emergencia de atenderse por algún problema de salud, pueda llegar con prontitud a un hospital de Tlapa o de Chilpancingo.
«En las comunidades indígenas de la Montaña alta sí hay clínicas, ahora llamadas IMSS-Bienestar, pero lo único nuevo es el nombre, pero no hay medicinas ni médicos; y por eso es necesario que por lo menos haya una buena carretera para llevar a nuestros enfermos a un hospital de Tlapa o de Chilpancingo», afirmó Silvia García.
Fuentes del gobierno estatal aseguran que los trabajos de mantenimiento a las carreteras Tlapa-Metlatónoc y Tlapa-Marquelia se realizan en la época cuando no hay lluvias.
«En estos momentos no tiene caso que acuda la maquinaria a la vía, porque las lluvias van a echar a perder todo el trabajo que se haga», argumentó un funcionario.
Lección uno en el Festival Mundial de las Serpientes: no te salen al paso para asustarte, lo último que quieren es toparse con el peligro que cualquier humano representa
Texto y foto: Marlén Castro
24 de julio de 2024 Tixtla
–¿Cuántas serpientes vieron? Pregunta con tono de discurso motivacional el biólogo Eduardo Yesua Barrera Nava a un grupo de unas sesenta personas al final de un recorrido en el cerro del Pacho, en Tixtla, con motivo del Día Mundial de las Serpientes.
–Ninguna, –contestan niñas y niños desmotivados.
–No sé sientan desilusionados –les explica– de esto se trata el recorrido; que vean que las serpientes no van a salir a encontrarnos cada vez que nosotros salgamos al bosque. Al contrario, se van a esconder, para que no les hagamos daño, –remata Eduardo Yesua en el Jardín Cultural Texcalzín, un espacio verde y salpicado de las tradiciones tixtlecas, propiedad de la familia Campos Zamudio.
Efectivamente, eso ocurrió el domingo 14 de julio en el Tercer Festival Mexicano de las Serpientes, en el cerro del Pacho, al noroeste de Tixtla, pegado a la Laguna Negra. Los amantes de la naturaleza y científicos especialistas en el medio ambiente no vieron ninguna serpiente en el bosque. La única serpiente que se pudo ver fue una Boa sigma, conocida como boa, mazuata, mazacoa o mazacuata –recibe nombres diferentes en cada región– que llevaron los biólogos para que al final del recorrido, los asistentes conocieran aspectos generales para despejar mitos y la mala fama de los reptiles.
El recorrido y sus novedades
La cita fue a las ocho de la mañana en la iglesia de San Antonio, en el barrio del mismo nombre, al noroeste de Tixtla. Fue una mañana despejada de nubes, con un cielo azul claro. La actividad, como parte del Tercer Festival de las Serpientes, fue convocada por Bio-Explora Guerrero, Natural Serpentes y Biólogos por el Ambiente y la Actualización Educativa (BIOAAE), para enseñar a la población humana la coexistencia con reptiles, cuidar su hábitat y la importancia de su existencia en los ecosistemas.
Muy pocas veces en su vida la gente ve serpientes, la mayoría siente un pánico incomprensible. Si alguna vez llega a ver una culebra, lo primero que pasa por la cabeza de esa persona, es eliminarla.
Bio-Explora, Natural Serpentes y BIOAAE, tres organizaciones que trabajan en la educación ambiental para que la gente cuide su entorno, junto con los animales y bichos que hay en todo ecosistema, hacen trabajo de concientización para que las personas dejen de sacrificar o maltratar a las serpientes por miedo e ignorancia.
El grupo que respondió a la convocatoria fue nutrido. Llegaron alrededor de sesenta personas, entre niñas, niños y adultos. Se formaron dos grupos. Uno especialmente para las infancias y personas adultas que pudieran tener dificultades para trepar cerros se armó un recorrido corto, para el resto, otro más largo, que sería de dos horas aproximadamente. Cada grupo llevaba cuatro guías. Los convocantes estaban felices de que tanta gente se hubiera interesado en el recorrido para aprender sobre serpientes. Enrique Vázquez Arroyo, uno de los organizadores integrante de Bio-Explora explicó que el interés de la gente por su hábitat va en aumento.
Varias personas originarias de Tixtla, aunque estaban en sus cerros y en su laguna, nunca habían pisado esta parte de su cabecera municipal. El recorrido fue una novedad. Otras personas que asistieron eran de otros municipios, conocer de cerca el valle de Tixtla y la Laguna Negra, fue una revelación. Se sorprendieron cuando los biólogos contaron cómo han luchado por erradicar el lirio acuático de la laguna, una plaga que acaba con peces y otras especies porque no permite la filtración de luz.
–Yo siempre pensé que esto era bueno y bonito para la laguna, exclamó una profesora de Tixtla, frente a la superficie extensa de lirio acuático con flores morado tenue.
Resulta que a causa del lirio acuático muchas especies de aves migratorias dejaron de hacer estación en la laguna de Tixtla, entre ellas, los pelícanos americanos.
La orilla de la laguna tiene racimos gruesos de lirios secos que empiezan a revivir con las lluvias. Uno de los guías explicó que en los últimos tres años convocaron a jornadas de erradicación del lirio y aunque la gente acudió las primeras veces e hizo una labor importante nunca llegó una máquina para llevarse los racimos de lirio que se extrajeron.
“Las autoridades sólo vinieron a tomarse la foto”, lamentó un guía.
El cerro del Pacho es selva baja caducifolia, el ecosistema de mayor presencia en México, que se caracteriza por que las plantas pierden su follaje durante la época seca y reviven con las primeras lluvias. El Pacho es un bosque cerrado en el que se consiguió observar cien pies y mil pies. Bio-Explora contó que en esta zona colocó cámaras trampas y captó la presencia de jaguarundi, una especie que es difícil avistar, y aquí salió en las cámaras a pesar de que el cerro es una zona perturbada por la cercanía con la ciudad.
Al final del recorrido en el cerro se organizó la visita a una gruta, ligada a varios mitos y leyendas entre la población tixtleca. Se le conoce como la Cueva del diablo. Se trata de un recoveco de unos cinco metros de profundidad en el cerro, pero la gente considera que va más allá de lo que está a la vista. Hay varias cuevas bautizadas así en la orografía guerrerense, todas ligadas a que son un portal entre la tierra y el inframundo.
Se regresó del cerro sin que nadie avistara una serpiente, lo cual no fue un fracaso del Festival, sino un punto para abonar sobre el respeto a esta especie.
La explicación
Enrique Vázquez carga en una pequeña caja de plástico un costal en el que algo se mueve. Se trata de la Boa sigma, conocida en esta parte de Guerrero como mazacuata, única serpiente que se avistó en este festival. Se trata de una hembra de unos tres años y de dos metros de largo, aproximadamente. La boa sale con elegancia de su costal y lanza su lengua bífida de inmediato para percibir el ambiente. Unas sesenta personas la observan. La boa se arrastra por el local en el que se da la explicación y en el que se montó una exposición sobre las diferentes especies de serpientes de México.
Esta especie de serpiente, en varios pueblos de Guerrero, tiene fama de pegarse al pecho de la madre de los recién nacidos y que, mientras lo hace, mete su cola en la boca del bebé.
Eduardo Yesua dice que las serpientes no tienen el diseño para hacer succión y su organismo no puede digerir leche. Este tipo de especies no son venenosas. Hay otras especies que sí, pero eso no significa que sean peligrosas para las personas, porque para empezar la primera verdad que se asomó en este recorrido es que las serpientes nos evaden, y si esto ocurre, fue un día de mala suerte para la serpiente.
En Guerrero se tiene el registro de 17 especies de serpientes, entre ellas, la cascabel, la coralillo y la falsa coralillo, explica el herpetólogo.
Las serpientes venenosas producen veneno para alimentarse y requieren muchos días para generarlo, picar a un animal grande que no está en su cadena alimenticia o a un ser humano, a los que no se va a comer, es una pérdida de energía, por eso, aunque sean venenosas, su instinto hace que huyan.
Las especies que están en su cadena alimenticia, la mayoría de las veces, son bichos que son foco de infección para los humanos, así que tenerlas en el hábitat es bueno.
La próxima vez que veas a una serpiente déjala que huya. Encontrarte fue lo peor que le pudo pasar.
Texto: Andrea Mendoza Foto: Bio Explora Guerrero 23 de julio de 2024 Chilpancingo
Amar a los no amados: serpientes y otros monstruos es una de las conferencias del Tercer Festival Mexicano de las Serpientes que se realizará en Chilpancingo el 27 y 28 de julio.
En este tercer festival habrá pláticas y ponencias sobre el cuidado de tlacuaches, avistamientos de aves en la capital y la importancia de reconocer bichos y serpientes venenosas.
También, y como parte del festival habrá talleres impartidos por especialistas y biólogos que enseñarán el cuidado del hábitat, la biodiversidad, las serpientes y un taller sobre el cuidado de los tlacuaches, impartido por Sicarú tlacuaches, un refugio de estos marsupiales en la capital.
El propósito de este festival es concientizar a la gente sobre los cuidados y el hábitat de estos réptiles para evitar el maltrato por la desinformación y la ignorancia de las personas.
Este Tercer Festival Mexicano de las Serpientes estará a cargo de la asociación civil Bio Explora Guerrero con los biólogos Enrique Vazquez Arroyo y Edgar Salmerón Barrera.
El festival comenzará el sábado 27 de julio con la charla “Amar a los no amados: serpientes y otros monstruos”, a cargo del biólogo Leonardo López en punto de las 11 de la mañana en el lobby del H. Ayuntamiento ubicado en el zócalo de la ciudad.
Posteriormente habrá una charla sobre algunos animales de importancia toxicológica a cargo de la maestra en ciencias Paulina Solís.
Ese mismo día, se inaugurará una exposición fotográfica que se podrá apreciar todo el mes de agosto en el Museo Regional, ubicado en el zócalo de la capital.
Esta explosión fotográfica es de fotógrafos profesionales, amateurs y aficionados de los bichos y reptiles que cumplan con los requisitos indicados por Bio Explora.
Para finalizar, el Club de Observadores de Aves Chilpancingo impartirán un taller sobre el cuidado de la biodiversidad.
El domingo 28 de julio habrá tres ponencias acerca del cuidado de reptiles, respeto a su hábitat y su conservación.
Para terminar con el festival habrá tres talleres, uno impartido por la bióloga Thalía Selene Martínez Nava integrante de Sicarú Tlacuaches llamado Taller Tlacuaches y Refugio Sicarú Tlacuaches Chilpancingo.
Por último los biólogos Eduardo Barrera Solos y Ricardo Palacios Aguilar, integrantes de Bio Explora Guerrero finalizarán este tercer festival con el taller acerca de la importancia de las serpientes.
Texto y foto: Andrea Mendoza 8 de julio de 2024 Chilpancingo
En México, Guerrero es el mayor productor de pápalo quelite
En Guerrero se produce 63 por ciento del pápalo que se consume en México, de acuerdo con El Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
Morelos y Puebla son dos estados que también producen y consumen esta rica planta, pero en menor cantidad.
En Guerrero, se siembran 406 hectáreas de pápalo y se obtiene una cosecha de más de 6.3 toneladas, indicó el SIAP.
EL pápalo se distribuye comúnmente en mercados, tianguis y emprendimientos locales en todo el estado.
El pápalo o papaloquelite es una planta comestible herbácea originaria de México, que se distingue por sus hojas en forma de mariposa.
Su nombre también esconde historia, pues es de origen náhuatl. La palabra pápalo proviene del náhuatl ‘papalotl’ que significa mariposa.
El biólogo Francisco Oropeza egresado de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro) comentó que esta planta posee diversas propiedades medicinales, funciona como un antimuscular, ayuda con problemas de visión y mejora los niveles de anemia; también es rico en antioxidantes y minerales.
El pápalo se recomienda comer crudo, pues de esa manera se aprovechan sus nutrientes.
Esta planta de origen náhuatl se acompaña con todo, desde tiempos prehispánicos.
Bernardino de Sahagún en su obra Historia de las cosas de la Nueva España, hecha entre los años 1540 y 1585, menciona que la población indígena consumía esta planta.
Hoy en día, el pápalo se consume con comidas como condimento, o crudo, acompañado con tacos, carne o cómo en el estado de Guerrero acompañado con frijoles negros, huevo o queso fresco.
Algunos vendedores del mercado Baltasar R. Leyva Mancilla comentaron que esta planta se da todo el año, aunque en lluvias hay una menor producción.
Si los vendedores cuidan sus racimos, el pápalo puede durar hasta dos semanas en su puesto, en buenas condiciones. Solo tienen que tenerlo en lugares frescos y en agua.
Los vendedores del mercado contaron que el pápalo que ellos venden lo compran a campesinos de Chilapa, Iguala y Mochitlán. En Iguala, indicaron, es donde crece más rápido por el calor y el riego adecuado.
Don Tomás, vender pápalos para subsistir
Don Tomás, un vendedor ambulante del mercado Baltasar, no cuenta con un local propio para su venta, durante la madrugada busca espacios para vender sus racimos de pápalo. Suele traer entre dos o tres kilos que vende en manojos de 10 pesos.
“Sembrar parece mágico, como si fuera un regalo de la naturaleza”, cuenta Tomás, quien de los mismos racimos siembra nuevas matitas.
Tomás dice que eso se puede hacer con las hierbas, por eso lo ve como un milagro, porque puede sembrar y cosechar en todo momento, siempre y cuando cuide sus plantas.
Un día de buenas ventas Tomás puede comprar dos pollos y verduras para su familia y pagar sus pasajes.
Hay días que no son así, que desde las siete de la mañana a las seis de la tarde apenas obtiene 200 pesos. Ese día Tomás solo puede comprar tortillas.
Tomás siempre va vestido de camisa, pantalón, guaraches y sombrero, y aunque sabe que no puede tener clientes que le compren solo a él, pide que los clientes no regateén, pues el pápalo siempre es fresco.
La catástrofe ambiental de los laboratorios clandestinos
Miles de laboratorios clandestinos para fabricar drogas sintéticas están arrojando toneladas de químicos tóxicos en los ecosistemas más frágiles del país. ¿Quién está a cargo de proteger el medio ambiente contra el creciente número de estos laboratorios? Quinto Elemento Lab investiga.
Sin caminar demasiado, se encuentran bandejas, contenedores y hasta cilindros de gas entre la naturaleza. Algunos están dentro del agua, sobre todo en los lugares donde los ríos hacen curvas, y se huelen olores que no encajan con el ambiente.
Son utensilios para la fabricación de droga sintética, muchas veces arrastrados por las lluvias desde narcolaboratorios en lo alto de la sierra en Sinaloa.
Así los ha visto Mauro Aguirre Zazueta, medioambientalista que estudia la preservación de la flora y fauna que están en peligro en el serrano municipio de Cosalá.
“Sí afecta, porque manejan ácidos y son muy peligrosos; si los derramas en una planta, pues la planta no va a durar mucho tiempo viva, se van a secar”, explicó.
Es la catástrofe ecológica del narco. Con una epidemia de adictos a opioides en Estados Unidos, la producción de drogas sintéticas en México ha ido a la alza en una manera que nunca se había visto.
Mientras el impacto a la salud por drogas ilícitas ha sido bien cuantificado —unos 110 mil muertos de sobredosis en EUA de enero del 2022 a enero del 2023— el daño medioambiental en México por los residuos en el proceso de elaboración de estas sustancias es desconocido.
Una investigación de Quinto Elemento Lab encontró que las autoridades mexicanas encargadas de manejar y perseguir los crímenes medioambientales no han intervenido en ningún caso de contaminación ocasionado por laboratorios clandestinos.
No es por falta de información. En los últimos 5 años, la cifra de laboratorios descubiertos a nivel nacional ha crecido más de 16 veces, de 58 en 2018 a 948 en 2023. Ha habido 2 mil 79 hallazgos en el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), 3 veces más que en la administración anterior, según cifras de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
El crecimiento de los laboratorios clandestinos
La misma Sedena reporta la incautación de 488 mil 707 kilogramos y 1 millón 215 mil litros de químicos y precursores en los laboratorios asegurados desde 2018.
Son equivalentes a 17 contenedores de carga largos y más de 40 pipas de las que transportan combustible Pemex repletos de químicos peligrosos, capaces de causar envenenamiento, intoxicación, discapacidad temporal, hemorragias cerebrales y hasta la muerte a las personas que están en contacto con ellos prolongadamente.
Como un ejemplo del impacto al medio ambiente, en México fueron asegurados 556 mil 308 kilogramos de metanfetamina entre 2018 y 2023. La ONU estima al menos 6 kilogramos de desechos por cada kilo de esta droga producida ilegalmente, y en algunos casos podría ser aún mayor.
Los narcolaboratorios representan un riesgo para quienes manipulan los químicos pero también para las personas que se encuentran en dichos espacios, tal como ocurrió en mayo de 2024 en el poblado de El Pozo, al norte de Culiacán, donde nueve militares resultaron heridos, algunos gravemente, por la explosion de un laboratorio clandestino, obligando a las autoridades a evacuar las escuelas cercanas.
Además, los químicos empleados para la fabricación de droga sintética matan de inmediato la flora en los sitios donde fueron instalados los narcolaboratorios, mientras sus desechos son arrastrados por el agua o terminan en el subsuelo. En ambos casos ocasiona la muerte de animales y representa un riesgo latente para los humanos. Los espacios contaminados pueden tardar hasta 25 años en recuperarse.
Solicitudes a través de la Plataforma Nacional de Transparencia de parte de Quinto Elemento Lab encontraron nulos diagnósticos por parte del gobierno sobre este daño ambiental.
Tampoco hay evidencia de protocolos que deban seguir los primeros respondientes que llegan a los laboratorios, ni quienes decomisan las sustancias peligrosas ni quienes deberían resarcir el daño al ecosistema.
La mayoría de los narcolaboratorios ha sido encontrado en Sinaloa, Durango, Michoacán y Jalisco. Pero la producción de droga sintética aumenta tan rápido que ya se han detectado laboratorios clandestinos en más de la mitad de los 32 estados, extendiendo la narco-contaminación por el territorio nacional.
Sin embargo, la estrategia del gobierno federal bajo el liderazgo de López Obrador se ha centrado en negar que el fentanilo, un opiáceo sintético, se produzca en México.
La gente que corre el riesgo de estar expuesta a los químicos —y a quien la autoridad tiene la responsabilidad de proteger— sabe de la inminencia del peligro ecológico cuando encuentra ganado muerto cerca de un pozo de agua contaminada, o un mangle donde ya no se puede pescar, o por la explosión de químicos en una bodega o por un derrame en la carretera. En algunos casos los daños ecológicos podrían dejar secuelas permanentes, terminando con la agricultura, ganadería o pesca en la región.
“Es inevitable ver el impacto tan tremendo que el crimen organizado ha tenido en el medio ambiente (…) de lo que no hay datos, de lo que no hay ni siquiera una estrategia de prevención o de mitigación”, dijo Siria Gastélum, sinaloense que trabaja en Iniciativa Global Contra el Crimen Organizado Transnacional, una organización civil que documenta y hace recomendaciones frente a los estragos del crimen organizado internacional. “No digo que no dé miedo. A todos nos da miedo. Creo que ustedes ya saben en lo que se meten, pero es impensable no hacer nada y dejar que se queme todo”.
Lugares más aislados
Los laboratorios clandestinos en México están ubicados en las áreas más remotas del país, a menudo en los ecosistemas más frágiles de la Sierra Madre Occidental y a lo largo de los bosques de manglares costeros. Ahí se evita la detección por parte de las autoridades a la vez que se encuentran fuentes de agua esenciales para fabricar las drogas sintéticas.
Muchos son de metanfetamina, pero varios son capaces de producir otros tipos de drogas y a veces mezclarse. No son operaciones caseras, sino de escala industrial con capacidad de producir toneladas diariamente.
Los lugares donde se instalan estos laboratorios se han vuelto más complicados en los últimos años por el aumento de operativos por parte de la Sedena y la Marina, bajo la presión de los Estados Unidos de cesar el flujo de estas drogas a su país. Por eso, se enfrentan a la tarea de operar con sustancias químicas peligrosas en terrenos difíciles.
Las autoridades han reportado el aseguramiento de más de 60 sustancias encontradas en los laboratorios de droga sintética, y de acuerdo al Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos de las Naciones Unidas, estos productos son catalogados nocivos, corrosivos, inflamables, tóxicos, peligrosos para la salud y dañinos para el medio ambiente. Algunos como el cianuro de potasio, del que se han asegurado 510 kilos y 7 mil 658 litros en Sinaloa, tienen hasta cuatro de estas advertencias.
Entre 2018 y 2022, la mitad de los laboratorios encontrados a nivel nacional estaban en Cosalá, el municipio con menor densidad poblacional de Sinaloa y un Pueblo Mágico enclavado en la Sierra Madre Occidental. El área es tan aislada, que fue el sitio donde en 2015 la actriz mexicana Kate del Castillo y la estrella de Hollywood Sean Penn se reunieron con Joaquín “El Chapo” Guzmán, entonces el prófugo más buscado del mundo que ahora está cumpliendo una cadena perpetua en Estados Unidos.
Ahí se encuentra la Reserva Nuestra Señora Mundo Natural de Cosalá perteneciente a la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), y que cuenta con un observatorio astronómico, museo, jaula de guacamayas rescatadas y viveros de especies nativas.
El lugar se caracteriza por una selva seca, donde sus árboles no rebasan los 10 metros de altura, y más del 75 por ciento de su vegetación pierde sus hojas durante la época de sequía, dejando un paisaje con montañas en tonos café. Aún así, es hogar de guacamayas, venados y algunos felinos, destacando la presencia del jaguar, dijo Manuel Guillermo Millán, profesor en la Universidad para el Bienestar Benito Juárez en Cosalá, quien ha estudiado detalladamente los ecosistemas en la región.
“Estamos hablando de especies que únicamente se distribuyen en cierta región”, dijo al confirmar que se encuentran protegidas por las autoridades federales.
Mientras los ambientalistas trabajan y los ecoturistas realizan diversas actividades -como senderismo, paseo en tirolesa, y observación de fauna silvestre- los narcos vigilan desde la entrada al pueblo, sin esconderse. Jóvenes “empecherados”, es decir, usando chalecos tácticos, se trasladan a bordo de una camioneta de doble cabina, sin placas y con los vidrios abajo, portando radios y armas largas frente al Palacio Municipal.
David Jacobo, biólogo de UAS, no tiene duda que la cantidad de químicos desechados por los laboratorios están destruyendo el ambiente.
El acecho de las autoridades aleja la instalación de laboratorios a sitios más apartados o poco comunes, y ahora aparecen en municipios donde antes no tenían presencia. Ya se han detectado laboratorios en 11 de los 18 municipios de Sinaloa.
A principios de octubre del 2023 la Sedena encontró un laboratorio de metanfetamina en el municipio de Sinaloa, uno de los más alejados y de difícil acceso que han localizado, según las propias autoridades. Los narcos se apoderaron de un predio de 10 hectáreas rumbo al estado de Chihuahua. Desmontaron y construyeron más de 2.5 kilómetros de camino y equiparon el lugar en energía eléctrica para ser capaces de fabricar droga las 24 horas del día.
No habría sido posible ubicarlo vía área y hacerlo por reconocimiento terrestre resultó en un enfrentamiento contra el grupo de narcotraficantes que dejó un militar sin vida.
En este laboratorio construyeron siete fosas en toda una ladera de la montaña para deshacerse de los residuos de los reactores, donde se mezclan los químicos y precursores a grandes temperaturas hasta obtener la droga, un proceso que afecta a la vegetación.
Los árboles alrededor de las fosas estaban completamente secos, los escurrimientos provocados por las lluvias habían extendido el daño, y en los alrededores se escuchaba ganado. Los militares dicen que en otros laboratorios han encontrado vacas muertas cerca de los desperdicios.
El líquido que abastecía a este laboratorio era extraído de un arroyo, pero los contaminantes regresaban a él, sin importar que aguas abajo estaba un poblado.
Los narcotraficantes saben de los riesgos, por eso colocan sus dormitorios arriba de la fuente de desechos.
Los responsables
La Sedena ha localizado la mayor cantidad de laboratorios clandestinos en la actual administración federal: el 89 por ciento de los aseguramientos han sido realizados por militares, según el informe de seguridad que se dió a conocer en mayo del 2023. Sin embargo, su función se limita a encontrar, resguardar e inhabilitar pero nunca la limpieza.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, o Semarnat, es la responsable de establecer las políticas ambientales del país, con el fin de regular acciones para la preservación y restauración del equilibrio ecológico y la protección al ambiente.
Es la responsabilidad de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) hacer cumplir las leyes en materia ambiental y formular denuncias. Pero Sedena no da aviso a ninguna de ellas luego de encontrar un laboratorio clandestino, únicamente notifica a la Fiscalía General de la República (FGR) para que incauten y aseguren los químicos.
Al solicitar vía Transparencia a Profepa y Semarnat información sobre los laboratorios, ambas dependencias respondieron que hicieron búsquedas al respecto y no encontraron nada.
Quinto Elemento Lab hizo varias solicitudes formales a través de las áreas de comunicación de Semarnat y Profepa para conocer más detalles y cuestionar sobre su responsabilidad en la materia.
Semarnat sólo hizo un deslinde de responsabilidades al señalar que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) es la instancia que se tendría que consultar.
La autoridad, que se encarga de “la prevención y el control de los efectos nocivos de los factores ambientales”, respondió que no tiene nada que ver con contaminación por los laboratorios clandestinos
“Es un tema total y absolutamente asociado a temas delictivos, no sanitarios,” dijo un vocero.
Mientras tanto, Profepa respondió mediante su vocera que en sólo un caso “la Fiscalía General de la República solicitó la coadyuvancia de la Profepa en la dictaminación pericial del grado de contaminación al área y la afectación al ecosistema de manglar, del cual se presentó el peritaje correspondiente”.
Ocurrió en 2022, y “no se ha requerido por el juzgado la participación de la Profepa” desde entonces. Cuando Quinto Elemento Lab pidió el lugar y detalles de este caso, la entidad dejó de responder.
Las autoridades estatales y federales están al tanto de la contaminación que producen los laboratorios clandestinos, según personas que lo han informado directamente a las autoridades correspondientes.
Porfirio Fuentes Vélez, Comandante de la Novena Zona Militar en Culiacán, dijo haber expuesto el tema el 9 de octubre de 2023 en la Mesa de Seguridad Estatal, donde están presentes autoridades de los tres niveles de gobierno con representación en Sinaloa. Les pidió hacer todo lo posible para reducir la contaminación y revertir el daño provocado por los laboratorios.
“Hubo poco interés”, reconoció el mando militar, quien volvió a plantear el tema tiempo después por una probable contaminación de aguas al sur de Culiacán. Las autoridades habían desmantelado unos laboratorios en la comunidad de San Lorenzo y los químicos esparcidos habrían causado la muerte de ganado.
Por acuerdo de de la Mesa de Seguridad se instruyó a la Secretaría de Salud a tomar muestras en la zona e involucrar a la Secretaría de Agricultura y Ganadería para averiguar más sobre posibles daños a los productores, pero hasta el momento no se ha informado sobre resultados y el tema no se ha vuelto a tratar en la Mesa de Seguridad.
Antes de finalizar el reportaje, Quinto Elemento Lab preguntó en la Secretaría de Salud si tenían algún avance de dicho estudio, pero dijeron desconocer el asunto, al igual que en la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios de Sinaloa (Coepriss), argumentando que las sustancias y residuos peligrosos son competencia federal.
Los funcionarios estatales han sabido al menos desde 2018 sobre la instalación de estos laboratorios gracias a un proyecto de reforestación de mangle en las costas de Sinaloa realizado por Humedales Sustentables AC.
Pescadores locales informaron desde entonces acerca de la presencia de estos laboratorios y que algunos de sus colegas utilizaron sus embarcaciones para suministrar agua y combustible a quienes los operaban, según Leonardo Moroyoqui Rojo, académico de la UNAM y experto en ecosistemas costeros.
Según Moroyoqui, surgió el tema de la seguridad para implementar dichos programas y el reconocimiento de laboratorios de droga sintética en la zona de mangles en una reunión en 2023 con la Secretaría de Bienestar y Desarrollo Sustentable de Sinaloa. Pero ellos negaron haber participado en mesas en las que el tema del daño ecológico por precursores químicos fuera abordado.
Lejos de haber hecho una limpieza en las áreas contaminadas por los narcolaboratorios, hay muchos ejemplos en que las autoridades quemaron químicos al aire libre, esparciendo más contaminación, los dejaron en el lugar, los transportaron inadecuadamente o los guardaron de manera incorrecta.
Por un mal almacenamiento de las sustancias aseguradas, las bodegas de la Delegación en Sinaloa de la FGR han explotado en dos ocasiones, una en 2015 y otra en 2021.
A finales de septiembre de 2023, la Semar informó del aseguramiento de uno de los más grandes laboratorios incautados a orillas del Río San Lorenzo (que nace en Durango y pasa por municipios de Sinaloa como Culiacán y Cosalá hasta llegar al Océano Pacífico), donde fueron asegurados 8 mil kilogramos de metanfetamina, 33.1 mil kilos de precursores químicos, 12 reactores, 21 condensadores, batidoras y material diverso para la alteración de droga.
La única forma de tener acceso al laboratorio era por agua, una nueva modalidad para evitar los operativos de los militares que ya ha sido puesta en práctica en otros municipios sinaloenses.
El problema en este tipo de instalaciones, al igual que en la zona serrana, es que las autoridades no pueden trasladar todos los químicos y recipientes incautados, por lo que optan por destruirlos en el lugar, dejando más contaminantes esparcidos en el área.
En las fotografías incluidas en los comunicados de prensa de Sedena y Semar se observa a su personal destruyendo utensilios, rompiendo bolsas de químicos y quemando algunos de ellos al aire libre al no lograr una forma de extraerlos de los sitios en donde fueron localizados.
El narcolaboratorio considerado el segundo más grande que se haya descubierto durante el periodo de López Obrador se encontró en el poblado de Angostura, localizado en medio de unos cultivos de maíz dentro de la reserva natural de la Bahía Santa María. Disperso en un terreno de 3 hectáreas protegidas por el techo de los árboles, con sus 36 reactores distribuidos en 10 módulos era capaz de producir hasta 3 toneladas de metanfetamina diariamente.
El agua utilizada por este laboratorio era extraída de los canales de riego que abastecen los campos de maíz, y regresaba a la tierra junto a otros desechos, a escasos metros de los cultivos. De acuerdo con la FGR, en el lugar aseguraron 10 mil 724 litros de metanfetamina, 2 mil 369 litros de tolueno, 589 litros de ácido clorhídrico, 140 litros de ácido sulfúrico, 39 litros de metilamina, 39 litros de acetona, y 39.9 kilos de ácido fenilacético.
Entre los arbustos se escondían materiales y tinas abandonadas, corroídas por los químicos y decenas de bidones sin nombres para identificar las sustancias, pero en la tierra se observaba un cambio en la coloración, dejando un aspecto rojizo.
Cuando Quinto Elementos Lab preguntó vía Transparencia que pasó con esos desechos, la Sedena señaló que todo fue puesto a disposición de la FGR, y esta autoridad se negó a compartir más información relacionada con dicho laboratorio.
El laboratorio de Angostura ostentó el título de ser el más grande descubierto en el sexenio hasta febrero de 2024, luego de que Marina encontró uno de 72 rectores, 102 condensadores y 32 centrifugadoras, en Quiriego al sur de Sonora, donde había insumos para producir hasta 41 toneladas de metanfetaminas.
Las recomendaciones internacionales
En el Informe Mundial Sobre las Drogas 2022 de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC), se reconoce el impacto al ambiente por la fabricación de drogas sintéticas, advirtiendo que sus efectos pueden ser considerables a nivel local o comunitario, porque las drogas suelen ser fabricadas en lugares remotos y su producción conlleva vertidos o descargas de desechos a bosques y ríos.
La UNODC dispone de una guía para eliminar las sustancias encontradas en un laboratorio, destacando la distancia mínima de cuerpos de agua, campos, zonas agrícolas, poblados, pozos de agua y huertos, la cual puede variar de 500 a 750 metros, y puede llegar a ser hasta de 1 kilómetro en caso de aguas subterráneas.
Al no obtener respuestas de la autoridad federal, Quinto Elemento Lab indagó en la base de datos filtrada por Guacamaya Leaks, donde encontró una guía básica para el procedimiento de laboratorios clandestinos y gestión de sus desechos, elaborada por la Coordinación General de Servicios Periciales de la FGR.
En un correo enviado el 27 de enero de 2021 desde el despacho de la Coordinación de Supervisión y Control Regional, se adjuntó la propuesta de guía para su análisis, en seguimiento a una reunión de trabajo interdisciplinaria realizada cinco días antes y donde las autoridades abordaron el tema del manejo de los residuos que dejan los narcolaboratorios.
“Ante la importancia del tema, dicho documento es una guía básica para los procedimientos del manejo de las sustancias, así como del apoyo técnico requerido, la cual contempla requerimientos, personal técnico, métodos para la destrucción (excavación segura, quema al aire libre e incineración)”, dice el correo destinado a personal de FGR y de Sedena, con cargos de generales, tenientes y mayor.
Luego del hallazgo se preguntó vía Transparencia a la FGR -por ser quienes elaboraron la guía- confirmar su existencia. Pero respondieron que dicho material era considerado reservado, y mandos militares en Sinaloa no lograron confirmar su uso en la práctica.
Este equipo periodístico preguntó al menos a tres comandantes y a un teniente militar sobre los protocolos para desmantelar los laboratorios de droga sintética en los sitios donde fueron descubiertos, pero no lograron dar una respuesta detallada.
En la Plataforma Nacional de Transparencia se localizaron contratos de la FGR con al menos tres empresas dedicadas al acopio y destrucción de residuos peligrosos, pero vía acceso a la información, negaron tener una relación vigente con ellas, y no quisieron compartir datos sobre carpetas de investigación en específico al considerar que la información contiene datos personales.
Droga y quimicos asegurados en laboratorios clandestinos
COMESA es la empresa encargada de recoger y destruir los contaminantes en Sinaloa, según mandos de la Novena Zona Militar con sede en Culiacán.
En su página de internet, la compañía menciona procedimientos para deshacerse de sustancias peligrosas provenientes de la industria, agricultura, clínicas y hospitales, pero no señala nada sobre laboratorios de droga sintética, a pesar de reconocer públicamente que la FGR figura entre sus clientes.
Los intentos de Quinto Elemento Lab para comunicarse con COMESA y las solicitudes de entrevistas con sus directivos fueron ignorados hasta el cierre de este reportaje.
¿No se fabrica fentanilo en México?
La preocupación del gobierno federal en el tema de las drogas no son las políticas ambientales, sino dar el mensaje que el daño ocasionado por el fentanilo no es culpa de México. AMLO por casi un año insistió en su país que no fabrica este opiáceo sintético.
Esto a pesar de docenas de comunicados emitidos por la propia Sedena, donde presume de haber incautado más de 80.3 mil kilos y 76.9 mil litros de precursores y sustancias esenciales para la fabricación de fentanilo en México entre 2018 y 2022, incluyendo piperidona, cloruro de propionilo, tetrahidrofurano y piperidina, precursores químicos empleados para la fabricación de ese opioide. En un boletín de febrero de 2023, Sedena también reportó, “personal del Ejército Mexicano llevó a cabo el aseguramiento de un centro de manufactura de pastillas de fentanilo”.
En el otoño pasado, el nuevo secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, general retirado Gerardo Mérida Sánchez, se metió en problemas con el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, cuando en su primera conferencia de prensa reconoció que la entidad es un lugar de producción y trasladado de fentanilo.
Hasta “Los Chapitos”, los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzman que ya lideran el Cartel de Sinaloa y a quienes Estados Unidos culpa de la epidemia de sobredosis en su país, niegan que haya producción de fentanilo en el estado, según mantas colgadas supuestamente por aquel cartel.
En el mensaje el grupo se deslindó de este negocio, aunque es imposible confirmar quién colgó las pancartas.
“En Sinaloa, queda estrictamente prohibido la venta, fabricación, transporte o cualquier tipo de negocio que involucre a la sustancia conocida como fentanilo … Nunca hemos sido ni seremos afines a ese negocio. Aténgase a las consecuencias. Att. Chapitos”, decían las 11 mantas colgadas en diversos puntos de Sinaloa el 2 de octubre de 2023.
Luego AMLO admitió que sí, con los Estados Unidos y Canadá, México produce fentanilo, en una entrevista con el programa de noticias estadounidense 60 Minutes. Pero también, el titular de la Agencia de Investigación Criminal de la Fiscalía General de la República tuvo que retractar una declaración en abril que “México ha sido campeón en la producción de metanfetamina y ahora fentanilo”, por contradecir la narrativa del presidente.
No se deja la limpieza a los ciudadanos
Por la falta de procedimientos gubernamentales y ante la negación como una estrategia para no enfrentar el problema, a los pobladores solamente les queda la opción de tomar el asunto en sus propias manos.
En 2019, un guardabosques detectó un laboratorio dentro de la reserva ecológica de la Bahía de Santa María, en el municipio de Angostura, pero no se atrevieron a denunciarlo.
A principios de la pandemia de Covid en 2020, los criminales lo abandonaron y los ambientalistas esperaron a que alguna autoridad acudiera a desmantelarlo, pero eso no ocurrió.
Después de esperar infructuosamente que alguien acudiera a limpiar y llevarse los desechos, decidieron hacerlo ellos mismos. El intenso olor que desprendían los contenedores los guió hasta el sitio exacto, donde había una gran cantidad de desperdicios, recuerda Ximena, quien solamente ofrece su nombre de pila por asuntos de seguridad.
Para instalar su narcolaboratorio, los delincuentes destruyeron parte de la vegetación de esta zona destinada a la conservación de cactáceas, una especie protegida por las autoridades federales.
Ximena recuerda haber visto tinacos, barricas de fierro, recipientes de distintos tamaños, quemadores, cilindros de gas, ladrillos ahumados, decenas de ollas de peltre y otros utensilios repartidas en al menos 3 hectáreas, aisladas por canales de riego.
Varios recipientes aún tenían líquidos, y no olvida el olor, similar al emanado por un baño abandonado.
A pesar del temor de estar en el laboratorio abandonado y del riesgo que implicaba trasladar esos materiales, comenzaron a levantar los desechos para transportarlos en una camioneta hacia un basurero a cielo abierto localizado a una media hora del lugar.
Ninguna autoridad se los impidió.
“Sabían lo que estábamos recogiendo porque parecíamos hormigas y pasamos por el medio de todas las comunidades (…) no había manera que no se dieran cuenta que estábamos acarreando como hormiga una camioneta, otra camioneta, y otra camioneta con tambos”, relató.
Los pobladores no lograron hacer ningún trabajo de restauración porque no existían programas para replantar cactáceas en la zona. En febrero de 2023 las autoridades detectaron otro narcolaboratorio dentro del área natural protegida, a tan solo 15 kilómetros de distancia de donde habían instalado el antiguo laboratorio abandonado.
Este Festival organizado por tres organizaciones ligadas a la conservación y bienestar animal se realizará en Tixtla los días 14 y 15 de julio próximo
Texto: Andrea Mendoza
Foto: Bio-explora Guerrero
Jueves 27 de junio de 2024
Chilpancingo
Para abonar a que la gente deje de sacrificar o maltratar a las serpientes por miedo o ignorancia se creó el Festival Mexicano de las
Serpientes, cuya tercera edición se llevará a cabo en Guerrero el próximo 14 y 15 de julio en Tixtla, cabecera de un municipio pegado a la capital.
El propósito del Festival organizado por tres organizaciones ligadas a la conservación y bienestar animal, Bio-Explora Guerrero, Natural Serpentes y BIOAAE, es enseñar a la población a coexistir con reptiles, cuidar su hábitat y enseñar la importancia de su presencia en el ecosistema.
Bio-Explora Guerrero es una red de conocimiento para los amantes del bosque, cuidado del ecosistema y enseñanza de animales; en ella participan los biólogos Edgar Salmerón Barrera y Enrique Vázquez Arroyo, coordinadores del tercer Festival Mexicano de las Serpientes, en Tixtla.
Natural Serpentes es una organización sin fines de lucro, fundada en el 2019 con el propósito de dar a conocer información sobre la flora y fauna silvestre en Guerrero.
BIOAAE (Biólogos por el Ambiente y la Actualidad zación Educativa) es una organización sin fines de lucro fundada en el 2017; la conforman biólogos y estudiantes de biología que mediante actividades, pláticas y ponencias enseñan a cuidar el medio ambiente.
Enrique Vázquez Arroyo, coordinador de Bio-Explora, comentó que herpetólogos, biólogos y personas que trabajan en pro del bienestar animal, como Ricardo Palacios, Jean Cristian Blancas, Yesua Nava y Francisco González, se sumaron a esta actividad.
En Guerrero hay más de 90 especies de serpientes, de acuerdo con información de Guerrero Jaguar, una asociación guerrerense sin fines de lucro dedicada a preservar la conservación de flora y fauna del estado y en especial a los felinos salvajes.
De las 90 especies de serpientes que habitan en el estado de Guerrero, 90 por ciento son inofensivas y no tienen veneno, informó el biólogo Francisco Oropeza, egresado de la Uagro.
Entre las serpientes endémicas más conocidas en Guerrero se hallan la serpiente nariz ganchuda, la cual se halla bajo protección especial debido a la escasez de su especie, informó el biólogo.
También se halla la agujilla hormiguera, que como su nombre lo dice, se alimenta de pequeñas hormigas y vive en bosques y hormigueros de la sierra de Guerrero, esta serpiente no es venenosa.
En el Festival se exhibirán cinco ejemplares de especies endémicas y no endémicas que se pueden adquirir con permisos y ser adaptadas para mascotas; el festival también incluye un recorrido por los alrededores de Tixtla, con el fin de apreciar la flora y fauna el domingo14 y el lunes 15 se programaron ponencias acerca de los reptiles y distintos talleres pensados para las niñas y niños. Se espera cerrar el Festival Mexicano con un acto circense y música regional.
Vázquez Arroyo indicó que se propuso hacer una actividad similar en Chilpancingo, sin embargo, aún no se logra concretar nada.
Colorín pecho naranja es una ave endémica de México y una de las más hermosas que se pueden ver en Guerrero, pero por sus llamativas características son víctimas de tráfico para venderlas como mascotas y así condenarlas a vivir en cautiverio.
Depende de la región, el nombre del ave es cambiada por los lugareños. Otros nombres que les asignan son colorín ventridorado, colorín pechinaranja o azulillo pechinaranja, pero el más común es colorín pecho naranja. Su nombre científico es Passerina leclancherii.
Estas aves son muy pequeñas, pero de gran belleza; en su etapa adulta miden 12 centímetros. Los machos tienen el plumaje de sus dorsales color azul, la corona verde y una mancha verde por la espalda; sus ventrales y máscara son de un amarillo brillante y al altura del pecho les nace un tono naranja. Las hembras son pardo oliváceo en el dorso, amarillo limón en las parte ventrales y tienen un anillo ocular amarillo.
De acuerdo con la maestra en Ciencias Biológicas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Marisol Castro Torreblanca, esta ave no está en ninguna categoría de amenaza de las Normas Oficiales Mexicanas de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). No hay información puntual que determine que esta especie esté en riesgo o que sea vulnerable.
El ave en realidad habita desde Jalisco hasta Oaxaca, entre ellos está Guerrero. Castro Torreblanca, quien además es bióloga egresada de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro), en entrevista explicó que la distribución de esta ave es por toda la franja costera de la entidad; también por la cuenca del río Balsas, y otros puntos donde la vegetación es selva baja caducifolia, bosques arbustivos, zonas de hierbas y áreas de pastos abiertos y tierras de cultivo abandonadas.
La alimentación principal de esta especie son insectos, semillas y en ocasiones frutos, debido a eso ayudan en gran medida a los ecosistemas naturales porque podría considerárseles dispersores de semillas y, además, controlan las poblaciones de insectos que se consideran plagas.
Extracción ilegal, un problema para la vida silvestre
Castro Torreblanca puntualizó que la caza de ésta y cualquier otra especie tiene impactos negativos en el ecosistema, porque las poblaciones pueden disminuir y no habrá quién cumpla las funciones de dispersión de semillas y control de plagas.
El biólogo Enrique Vázquez Arroyo externó su preocupación en la red social de Facebook por la extracción de esta ave para la venta ilegal como mascota, porque, aun cuando no está catalogada en amenaza, consideró que la extracción de cualquier especie de flora o fauna silvestre debe denunciarse.
En el mercado municipal Baltasar R Leyva Mancilla, de Chilpancingo, principalmente los fines de semanas, se observan decenas de aves enjauladas para la venta sin que haya una consecuencia por tráfico de especies.
La maestra en Ciencias Biológicas y coordinadora del Programa Aves Urbanas (PAU) Chilpancingo dijo que las autoridades no han actuado por frenar la caza de esta ave, quizá porque de manera oficial no está en riesgo, sin que esto niegue un problema por la caza ilegal de la especie.
La maestra también comentó que hay ejemplares que probablemente están a la venta y que provienen de alguna Unidad de Manejo Ambiental (UMA) o de Predios o Instalaciones que Manejan Vida Silvestre (PIMVS), espacios donde la vida silvestre es confinada con propósitos de reproducción controlada o son poblaciones para su aprovechamiento con fines comerciales, pero, insiste, los interesados deben cerciorarse de que todo esté en regla al momento de comprarlas.
Hay instituciones que tienen las responsabilidad del cuidado de las especies de flora y fauna y de vigilar y evaluar el cumplimiento de las disposiciones jurídicas aplicables para la restauración, preservación y protección de los recursos naturales, como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Procuraduría de Protección Ambiental del Estado de Guerrero (Propaeg).
Castro Torreblanca comentó que en Guerrero estas instituciones no vigilan ni supervisan la venta ilegal de las poblaciones de las aves silvestres y de la fauna en general.
Dijo que hacer una denuncia para atender la venta ilegal de fauna silvestre es un trámite engorroso porque es un delito federal y, aún así, la supervisión y la vigilancia no se lleva a cabo.
El informe Estados del Océano 2024, de la Unesco, señala que se ha incrementado la acidificación mientras que se están reduciendo los niveles de oxígeno en los océanos.
Texto: Anima Político/ Yvette Sierra Praeli/ Mongabay
Foto: Animal Político/ Sindicato de Pescadores de Ventanas
Sábado 22 de Junio del 2024
El océano se está calentando de manera acelerada, al doble del ritmo de lo que ocurría hace 20 años, lo que está ocasionando consecuencias preocupantes como el aumento del nivel del mar. En 2023, se registró uno de los mayores aumentos de temperatura desde la década de 1950. Así lo estableció la Organización Meteorológica Mundial (OMM) a inicios de este año y el último informe, Estado del Océano 2024 de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), presentado recientemente, confirmó la información.
“Mientras que las temperaturas atmosféricas tienden a fluctuar, el océano se está calentando de manera constante y sostenida”, indica el reporte.
El informe elaborado por más de 100 científicos de casi 30 países, ofrece un panorama nada alentador con datos inquietantes sobre las amenazas que enfrenta el océano. La contaminación por plástico; la eutrofización por el aumento del nitrógeno y de fósforo; la reducción de los niveles de oxígeno y la intensificación de eventos como los tsunamis son algunos de los problemas descritos en el reporte.
“Tiene que haber cambios en las políticas, pero eso no está sucediendo en la mayor parte de los países. Somos conscientes del diagnóstico, pero no estamos haciendo nada por hacer un cambio, creo que hay que avanzar mucho más rápido. El aumento de temperatura lo venimos escuchando hace más de 20 años, pero sigue aumentando y el escenario sigue siendo malo”, señala el chileno Carlos Gaymer, director del Centro de Ecología y Manejo Sostenible de Islas Oceánicas (ESMOI) y profesor del Departamento de Biología Marina de la Universidad Católica del Norte.
Para Juan Carlos Riveros, director científico de Oceana en Perú, el informe muestra que estamos “avanzando hacia una extinción en términos de las condiciones de vida que podría haber en el océano en los próximos 20 años”. Riveros menciona que estamos casi a la mitad de la Década de los Océanos, y no se ha hecho mucho. “Estamos en un punto de quiebre”.
En diciembre de 2017, la Organización de las Naciones Unidas proclamó el Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible que se iniciaba en 2021 y se extendía hasta 2030. El propósito fue establecer una alianza científica para unir a las personas con el océano, además de garantizar la relación entre la ciencia y la política para asegurar una buena gestión de los océanos y de las costas.
En medio de este panorama complicado, también hay tiempo para la esperanza. El informe menciona los esfuerzos que se están haciendo para recoger información con el fin de tener mayor conocimiento sobre el papel fundamental del océano en la vida del planeta, así como los programas de cultura oceánica que se están implementando en diversas partes del mundo. Estos esfuerzos incluyen el reconocimiento de los conocimientos de los pueblos indígenas que han observado, utilizado y conservado el océano y sus recursos durante cientos de años.
“La idea del Estado del Océano 2024 es también llamar la atención a todas las audiencias sobre los problemas que enfrentamos como humanidad. Pero más allá de solo continuar hablando, debemos priorizar acciones para reducir o contrarrestar lo que hemos venido haciendo por décadas”, señala Daniela Hill, una de las investigadoras que participó en la elaboración del informe.
Un mar que se calienta
Uno de los datos que revela el documento es que la temperatura del mar ha subido en promedio 1.45 °C por encima de los valores preindustriales. Sin embargo, hay zonas en el Mediterráneo, el Océano Atlántico Tropical y el Océano Meridional donde la temperatura ya alcanzó los 2 °C por encima de los niveles preindustriales. Esto significa que en el mar ya se superó el límite establecido en el Acuerdo de París, de no sobrepasar los 1,5 °C en relación a la era preindustrial, para frenar el calentamiento global y sus consecuencias dramáticas para el planeta.
El calentamiento del mar puede ocasionar consecuencias críticas como el aumento del nivel del mar. “El océano absorbe el 90 % del exceso de calor liberado en la atmósfera y, a medida que el agua se calienta, se expande”, señala el informe. Además, según explica Carlos Gaymer, director del ESMOI, el calentamiento del mar está derritiendo los hielos, lo que también contribuye al aumento del nivel del mar.
Sumado a eso, el reporte señala que una mayor temperatura en el mar “altera las corrientes oceánicas” e indirectamente puede incidir en las trayectorias de las tormentas. Al respecto, Gaymer asegura que se trata de algo “tremendamente crítico”, porque los cambios en las corrientes marinas pueden impactar en el funcionamiento de los ecosistemas. “Estos cambios pueden generar, entre otras cosas, variaciones en la distribución de especies y como consecuencia afectar actividades productivas como la pesca, puesto que también se producen variaciones en la distribución de los recursos pesqueros”.
La situación es, además, particularmente preocupante si se considera que los ecosistemas marinos también están siendo afectados por otras amenazas, como la eutrofización, es decir, el exceso de nutrientes orgánicos como fósforo y nitrógeno lo que provoca una disminución del oxígeno en el agua y la variación en el PH marino, es decir, su acidificación. Todo ello está fomentando una pérdida de biodiversidad,extinción de especies, blanqueamiento de los corales, enfermedades infecciosas y l cambios en el comportamiento animal incluídos la reproducción y la distribución de hábitats.
Por otra parte, Juan Carlos Riveros, de Océana Perú, agrega que el calentamiento del océano aumenta la probabilidad de “un mar más movido”, lo que implica generalmente oleajes que afectan las estructuras costeras como muelles, puertos e incluso zonas urbanizadas. En ese sentido, menciona que la frecuencia de accidentes o de eventualidades que pudieran tener los pescadores va a aumentar notablemente como consecuencia de este desequilibrio en la temperatura.
Según el estudio, el océano contiene 40 veces más carbono que la atmósfera. “Eso hace que actúe como una especie de refrigerante, pero también tiene sus consecuencias, pues así como absorbe dióxido de carbono, plásticos y otros elementos, eso tiene un límite”, dice Riveros.
Esto significa que en el futuro cada vez habrá menos pescados, indica Riveros, y que muchas especies serán reemplazadas, paulatinamente, por otras de menor valor nutricional, con ciclos de vida más cortos y que no requieren tanta complejidad en su desarrollo como un pez grande. “En cierto sentido nuestro capital de alimentación que tenemos en el océano cada vez es más pobre, hay menos especies y están siendo reemplazadas por variedades con menor valor nutricional. Mientras sigamos sobreexplotando el océano lo que vamos a tener es un mar empobrecido”, asegura Riveros.
Más contaminación y menos oxígeno
“El océano sigue actuando como un sumidero, absorbiendo grandes cantidades de carbono” señala el informe de la Unesco, cuyos datos indican que el mar absorbe alrededor de la cuarta parte de las emisiones anuales de dióxido de carbono (CO2) de origen antropogénico que se emiten hacia la atmósfera. Eso aliviana los impactos del cambio climático en el planeta, pero produce que el océano se acidifique, explica el documento, lo que amenaza organismos marinos y servicios ecosistémicos, incluidos la seguridad alimentaria porque se reduce la biodiversidad y se degradan los hábitats.
La eutrofización es otro de los problemas expuestos en el informe. Esto ocurre cuando el océano recibe un exceso de nutrientes, particularmente de nitrógeno (N) y de fósforo (P), que llegan principalmente de la producción agrícola y la descarga de aguas residuales domésticas e industriales, y que favorece un rápido crecimiento de algas y otras plantas que cubren la superficie del agua. En un primer momento, la proliferación de algas provoca que la luz solar no pueda penetrar profundo en el agua y, como consecuencia, la vegetación muere al no poder llevar a cabo la fotosíntesis. Luego, los microorganismos que se alimentan de la materia muerta, como las bacterias, consumen el oxígeno que necesitan otras especies como peces y moluscos para sobrevivir.
“El aumento de la eutrofización finalmente ocasiona que zonas completas empiecen a morir. Hay lugares donde esto significa disminución de oxígeno a nivel local y un riesgo altísimo de que se produzcan floraciones de algas nocivas que tienen efecto directo en la distribución de especies y en la comunidad que consumen organismos que viven en zonas aledañas”, explica Gaymer.
Las denominadas ‘zonas muertas’, son lugares donde casi no queda vida marina debido a la disminución de la cantidad de oxígeno. Este descenso de los niveles de oxígeno está asfixiando a las especies costeras, señala el estudio.
En Latinoamérica, agrega Gaymer, los mayores efectos están ocurriendo en la costa atlántica y el Caribe. “En toda la zona de Brasil se ve el aumento de la eutrofización. También en Argentina, así como en el Caribe. Lo estamos viendo cada vez más en las zonas costeras asociadas a las desembocaduras de los ríos que aportan grandes concentraciones de contaminantes”, menciona el científico del ESMOI.
“Desde la década de 1960, el océano ha perdido el 2 % de su oxígeno como consecuencia del calentamiento de las temperaturas y los contaminantes, entre ellos las aguas residuales y la escorrentía agrícola. Las áreas costeras son las más afectadas”, se indica en el informe según el cual se han identificado aproximadamente 500 de estas zonas.
Juan Carlos Riveros explica que muchas de estas zonas muertas son temporales, pues se producen sobre todo en época de lluvias cuando éstas arrastran nutrientes al mar, principalmente nitrógeno, fósforo y potasio como resultado de la actividad agrícola o del mal manejo de los desechos. “Lo que sucede en el mar es un aumento de la actividad bacteriana y fotosintética que finalmente absorbe el oxígeno y todo lo que ingresa en ese espacio muere porque no puede respirar”.
Riveros menciona que en la costa de Perú, en la desembocadura de los ríos por ejemplo, se presentan estas zonas muertas temporales.
A todos estos factores contaminantes del mar se suma el plástico que, desde la década de 1990, ha aumentado significativamente. “La contaminación por plástico no tiene solución posible en este momento si es que no se considera realmente reducir la producción de plástico de un solo uso y de plástico en general”, señala Gaymer.
En busca de soluciones
“Las áreas marinas protegidas brindan refugio a la vida marina contra estos factores estresantes. Más del 70% de especies en peligro de extinción buscan refugio en estas zonas. Y esos puntos críticos de biodiversidad marina son cruciales para apoyar tanto la seguridad alimentaria como la salud general de los océanos ahora y en el futuro”, señala el informe.
Según el reporte, estos espacios protegidos albergan el 72 % de las 1500 especies marinas en peligro de extinción incluidas en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). “Los nuevos datos de la Unesco demuestran que, cuanto mayor es el nivel de regulación en una área marina protegida, más efectiva es en la protección de los ecosistemas locales”, se lee en el documento.
También se propone un mejor entendimiento y valoración del océano como un camino para intentar detener la degradación de los océanos, de tal forma que la sociedad en general reconozca sus vínculos con el océano y desarrolle un sentido de cuidado y conexión, generando cambios en valores, comportamientos y acciones.
Daniela Hill, directora de la Fundación Amiguitos del Océano en Ecuador y uno de los 20 científicos que integra el Grupo de expertos en cultura oceánica de la Unesco, explica que entender que la relación entre los seres humanos y el océano es un camino de doble vía. “La idea es lograr que las personas realmente encuentren este sentido de conectividad y de cómo nuestras propias acciones están beneficiando o no a esta casa común que tenemos todos”. Lo que se espera, insiste, “es que la gente entienda de que todos estos problemas que son del océano, que es la base fundamental de la vida en el planeta Tierra, nos repercute a todos. No solo es un tema de biodiversidad, sino también de economía y de la parte social”.
En ese sentido, el informe subraya la importancia de la participación no solo de los científicos en el conocimiento de los mares, sino también de quienes no forman parte del mundo académico.
El reporte destaca también la importancia del conocimiento de los pueblos indígenas. “Su conocimiento sobre cómo mantener el intrincado equilibrio entre la naturaleza y la humanidad sigue siendo un importante recurso al que pueden recurrir los investigadores y los responsables de la formulación de políticas”, señala el documento.
Este texto es original de Animal Político y es reproducido por Amapola Periodismo. Puedes leer el texto original y completo aquí.