La casa de las piñatas un emprendimiento que le da una segunda vida a materiales desechados

Texto y foto: Alberto Ramírez 

Viernes 21 de junio del 2024

Chilpancingo


La casa de las piñatas es un emprendimiento que se destaca por el cuidado en los detalles al elaborar una piñata, porque usan materiales reciclados, como cartón, periódico, revistas y hojas usados, para darle una segunda vida.

Jesús Ángel Barrios Legorreta, de 27 años, y Luis Fernando Radilla González, de 25, decidieron emprender este negocio con esta consigna de reutilizar. En Chilpancingo es común la elaboración tradicional de piñatas.

El cartón se los regalan algunos vecinos o lo consiguen en el mercado; a veces hasta lo toman de la calle, si está en buenas condiciones lo usan. Las revistas, periódicos y hojas recicladas también se las regalan personas que los conocen.

El papá de Jesús, por ejemplo, trabaja en una oficina y las hojas que ahí desechan se las lleva para que trabajen con ella; las revistas de ofertas en ocasiones se las regalan en las tiendas de conveniencia porque ya no les sirven. Hasta los lapiceros para trazar las líneas de las piñatas se los dan unos familiares.

Además, tratan de no desperdiciar el material, ni siquiera los que usan para el diseño o decoración de las piñatas, aun cuando sólo sea un pedazo de hoja, fomi, cartón.

“En otros lugares los tiran (los pedazos de papel, cartón y fomi) nosotros no, guardamos cada pedacito porque de ahí pueden salir los ojos, la boca o alguna otra parte”, dijo Luis.

En La casa de las piñatas ponen su mayor esfuerzo para satisfacer a los clientes. El local está ubicado en la calle 30 de agosto de la colonia Sección séptima. Desde varios metros antes se observa la creatividad de los dos emprendedores; desde la entrada del negocio hay piñatas de diferentes temáticas: personajes de películas, actores, cantantes, objetos. La mayoría de los trabajos los realizan por pedido.

Para Jesús y para Luis el emprendimiento no es fácil, porque antes de la piñatería tuvieron una tienda de abarrotes, pero lo dejaron porque no les fue rentable. Antes dejarlo, Luis hizo una piñata para exhibirla en la tienda y con eso empezó a tomar forma un nuevo emprendimiento.

Compartió que desde niño tiene el gusto y la habilidad de hacer piñatas; cuando tenía unos 10 años hizo la primera, después, junto con su hermana, decidieron emprender para aportar a la economía de su familia, pero el negocio no les resultó.

Años más tarde, cuando conoció a Jesús hicieron planes juntos y en octubre del 2021 materializaron y emprendieron el proyecto de las piñatas.

La piñata más viral en redes sociales elaborada por La casa de las piñatas. Foto: Cortesía Jesús Ángel Barrios Legorreta

Ambos coincidieron que al principio fue difícil, pero siguieron y con la ayuda de las redes sociales se dieron a conocer en Chilpancingo, en otras ciudades.

“Las redes sociales nos han ayudado mucho, subimos un vídeo a TikTok de una piñata de Jeni Rivera y una persona que vive en Cuernavaca la vio, le gustó, nos contactó y vino hasta acá por ella”, contó Luis.

Al principio no estaban de lleno en el negocio, porque Luis trabajaba en una crepería y Jesús dedicado a sus estudios. Pronto Luis sintió que el ambiente laboral en su trabajo no era bueno y dejó el empleo para dedicarse por completo a la elaboración de piñatas. Ambos lo hacen; uno se encarga de armar la estructura y otro de los detalles.

Por la calidad que se autoexigen para sus piñatas, tardan hasta tres días en elaborar una; depende del diseño que requiera el cliente, pero siempre trabajan con la convicción de hacerlo bien.

Luis y Jesús comentaron que el trabajo suelen hacerlo en su local, pero ciertas situaciones de inseguridad en la ciudad los ha orillado a trabajar en su domicilio.

Los emprendedores consideran que iniciar un negocio es una buena opción, arriesgarse es bueno, siempre y cuando sea un producto que la gente lo requiera por muchas razones.

La casa de las piñatas también ofrece servicios de decoraciones de eventos, elaboran mezcales de sabor y tacos de canastas, también por pedido. Los jóvenes intentan que su emprendimiento se expanda con más opciones.

Piñatas Lolita, 10 años de tradición familiar en Chilpancingo

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Emilia Barrera

24 de diciembre del 2023

Chilpancingo

 

Sobre la calle 20 de noviembre del barrio de Tequicorral, en el Paseo Alejandro Cervantes Delgado, los colores vivos de las de las piñatas resaltan entre las casas y los negocios.

En esa zona sobre el encauzamiento del río Huacapa es común ver piñatas en venta durante todo el año, pero esta temporada de diciembre y hoy que es noche buena y mañana navidad, es de las más fuertes.

Erika Yanel Vargas Domínguez sigue una tradición familiar de 10 años en la elaboración de piñatas. Su cuñada fue quien les enseñó el oficio a ella y a su familia.

 

Piñatas Lolita es como conocen su local y su emprendimiento; lleva ese nombre en honor a su madre.

Los 10 años de experiencia de Erika se reflejan en la agilidad y rapidez para armar las piñatas; tarda unos 20 minutos en armar una piñata.

El puesto de Erika y su familia es permanente, diciembre es de las mejores. Las piñatas que vende en esta temporada son para las posadas, convivios de escuela y trabajo, para la celebración de navidad y para recibor el año nuevo.

Entre las 100 piñatas que a diario están en el local, las más vendidas son las estrellas de siete picos porque, según creencias religiosas, simbolizan los siete pecados capitales que se destruyen al romperlas.

Las piñatas de figuras como botas y algunos personajes navideños también son de las más solicitadas.

Para que una piñata llegue a manos de un cliente, participan por los menos dos o tres personas más.

“Nos vamos dividiendo el trabajo y lo terminamos rápido. Estoy yo con mi mamá, mi hermano y mi papá nos ayuda a ofrecer», explicó Erika.

Los precios varían entre los 60 y 150 pesos, depende del material, si son de olla o de papel, si son de alguna figura o personaje.

“Empezamos desde el 1 de diciembre a vender, otros años empezamos antes. Ahorita sí ha estado bien la venta”.

 

Les llega a pegar el aumento de precios en los insumos en esta temporada, porque deben aumentar el precio de las piñatas y, a veces, los clientes no quieren pagarlo.

Para evitar estos aumentos en su producto, Erika y su familia adquieren el material durante el año, así aminoran gastos y cuando llega la temporada están preparados.

La venta de piñatas inicia de las nueve de la mañana hasta la tarde-noche. Erika contó que los 24 de diciembre, como hoy, venden desde muy temprano hasta las once de la noche.

Erika espera que en su familia continúe el legado familiar de la elaboración y venta de piñatas. Actualmente sus sobrinos están en proceso de aprender a realizarlas.

“Para nosotros ya es como una costumbre esto y nos gusta hacer esto de las piñatas”.

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