En Guerrero habitan 92 especies de serpientes que coayuvan al bienestar del ecosistema

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

En Guerrero habitan más de 92 especies de serpientes que ayudan al equilibro del ecosistema, de acuerdo con datos de Guerrero Jaguar, asociación dedicada a la conservación de la flora y fauna del estado.

La crotalus intermedius, conocida comúmente como cascabel enana, es una serpiente de la que hay registros en parte de la Sierra de Tecpan de Galeana, en la Costa Grande, lo que la hace una especie endémica del estado.

Esta serpiente es de color gris con pigmentos negros, mide alrededor de un metro. Su veneno es fuerte. No hay registro de esta especie en otros estados de la República.

De acuerdo con datos de Guerrero Jaguar está catalogada en la NOM-059 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales Federal (Semarnat) como una especie en peligro de extinción.

Al ser una serpiente endémica del estado y estar en la NOM-059, la hace más vulnerable; no hay más serpientes de ese tipo registradas en otros estados.

«Al rededor del 23 por ciento de las serpientes que hay en México están en el estado», mencionó Fernando Ruiz Gutiérrez, jefe de departamente de Vida Silvestre de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales Guerrero (Semaren) e intengrante de Guerrero Jaguar.

De estas especies la mayoría son inofensivas y sólo unas 11 tienen veneno.

«Es importante que las cuidemos porque muchas de estas especies sólo están aquí en Guerrero, no hay en otras parte», agregó Ruiz Gutiérrez.

Hoy, 16 de julio, se conmemora el Día Internacional de la Serpiente, en ese contexto Guerrero Jaguar, la Semaren y otras instituciones organizaron el primer Festival de las Serpientes, actividad que se hizo en todo el país.

Estos festivales llevan dos años haciéndolos a nivel nacional, en el estado es la primera vez que lo organizan.

Aquí hubo talleres y conferencias para concientizar a las personas sobre las serpientes y quitar algunos estigmas alrededor de ellas.

La importancia de las serpientes en el ecosistema

Eduardo Yeshuar Barrera Nava es biólogo y desde hace seis años trabaja con serpientes. Se dedica principalmente a dar talleres sobre el manejo adecuado de estos reptiles.

Explicó que la importancia de las serpientes radica en que ayudan al control de plagas, como los roedores.

«Si no tenemos conocimiento sobre las serpientes vamos a seguir creyendo que son agentes que están aquí para hacernos daño, que sólo están existiendo de mordernos y de espantarnos, cosa que no es así», dijo.

El agredir o matar una serpiente puede desencandenar consecuencias como enfermedades emergentes, además de cambios en la cadena alimenticia.

Las enfermedades emergentes son aquellas que aparecen por primera vez o que ya existen y aumentan su incidencia.

A través de talleres de manejo de serpientes, Barrera Nava busca crear conciencia entre las personas sobre los beneficios de mantener a las serpientes y no matarlas.

Los talleres los imparte principalmente en la sierra de Atoyac y en la sierra de Tecpan, lugares donde tienen más registro de serpientes.

Barrera Nava también ha impartido talleres en Chilpancingo, en Tixtla y otros lugares de la zona centro.

Aun cuando su función es concientizar sobre las serpientes es para eliminar el estigma de que las «serpientes son seres malignos», Barrera Nava reconoce que con los talleres que imparte ve que las personas de a poco toman conciencia de no matar o agredir serpientes.

«Es un trabajo constante que se tiene que hacer mes con mes, año con año, de decir no las mates. Es un trabajo lento pero que va a rendir frutos».

 

El colorín, la flor prehispánica ligada a la cocina ancestral mexicana

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: José Miguel

Chilpancingo

 

Pito, zompantle, pemuches, machetes son algunas de las formas que en distintos puntos del país conocen a una pequeña flor roja comestible de la que hay registro desde la época prehispánica. En la zona Centro de Guerrero esta flor es conocida como colorín por su color intenso.

El árbol que da las flores de colorín es grande, puede alcanzar los ocho metros de altura y crece en los cerros de la zona Centro de Guerrero.

Los pétalos de las flores colorín son alargados, parecen pequeñas vainas. En este estado la consumen en caldo, frijoles, hervidas o capeadas.

A partir de los primeros días de diciembre comienza la venta de este producto. Los racimos de colorín cuestan entre 15 y 20 pesos en el Mercado Baltasar R Leyva Mancilla, en Chilpancingo.

Esta flor es vendida por comerciantes locales. Hay familias que salen a recolectar la flor del árbol silvestre desde finales de noviembre hasta enero.

Gelacia Martínez Nava es una mujer adulta que vende este producto en una calle aledaña al mercado central que se mencionó. La coloca junto a otros productos que vende: frijol, lechuga, ejote, cilantro y otras hortalizas.

Entre los diferentes tonos de color verde destaca el colorín con su peculiar tono rojo.

Gelacia viaje desde Chilapa a Chilpancingo, un trayecto de una hora y media, para vender sus productos; no todos los produce ella.

«Lo compran mucho las personas de por aquí de Chilpancingo y los alrededores, la verdad es que cuando es su temporada sí se vende bien», comenta Gelacia.

Ella sabe que este árbol es muy común en Chilapa y que muchas personas tienen en sus casas o cerca de ellas árboles que dan esta flor.

Las flores de colorín son consideradas un platillo ancestral, el árbol es originario del Centroamérica y fue considerado sagrado para los Mayas y los Mexicas, de acuerdo con el Códice Florentino, un documento redactado por frailes españoles en el que relatan las formas de vida de la población originaria.

«Las flores rojas son utilizadas como alimento, muchas personas lo combinan con huevo, en guiso con carne de puerco, para tamales o tortas», cuenta Gelacia.

De acuerdo con Gelacia, el colorín también tiene propiedades que ayudan a ciertos malestares, como el dolor de muelas. De la semilla del colorín se hace una infusión y se bebe para calmar esos dolores.

Después que termina su período de vida del árbol donde crecen las flores del colorín, su madera es utiliza para la elaboración de máscaras artesanales.

El colorín se consume en los municipios de Apango y Chilapa.

Es común que durante la temporada, las familias preparen y consuman la flor de diferentes maneras.

«Muchas personas que no saben creen principalmente que el árbol tiene una función ornamental, pero no saben que sus flores se comen y que también tiene un pasado muy interesante», cuenta Gelacia.

En el ya mencionado Código Florentino existen unos escritos que exponen que las flores se exprimían en la boca de los niños y esto les ocasionaba sueño.

También la semilla del colorín es una especie de frijol rojo que se usa como amuleto, porque existe la creencia de que es símbolo de protección y fortuna.


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Misión del herbario de la Uagro: preservar la flora de los pueblos originarios

Texto y fotografía: José Miguel Sánchez

Axaxacualco

 

Cuatro personas caminan entre el bosque, alejados de la civilización, sortean piedras, tepetates, campos de siembra, árboles y espinas. En el recorrido es probable que topen con animales peligrosos.

El camino es angosto, de herradura, solo pasan personas y una que otra vez campesinos con sus burros cargados de leña. Kilómetros atrás quedó la carretera.

El grupo de caminantes consta de un guía y tres biólogos que buscan plantas para la colección del Herbario de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro). La misión principal es hallar dos especies de plantas muy específicas: un tipo de pericón nativo y, probablemente, un nuevo tipo de orquídea que crece en las zonas más alejadas de la región.

El punto de partida fue la comunidad de Axaxacualco, municipio de Eduardo Neri, a unos 40 minutos de Chilpancingo.

En Axaxacualco, el grupo de biólogos junto con otros académicos de la Uagro, realizaron un taller en una primaria para que los niños conozcan la biodiversidad en la que habitan; sus plantas, sus aves, murciélagos, la importancia de los polinizadores y de los fósiles.

Después del taller, el grupo de investigadores se retira y solo se quedan dos biólogas y un biólogo, para internarse en el bosque a buscar plantas nativas del lugar para la colección del Herbario Universitario.

Una moto taxi acerca a este grupo de biólogos hasta donde la carretera se los permite, de ahí caminaran una pendiente de cuatro kilómetros hacía un punto conocido por los pobladores como El Sótano.

El guía Manuel de la Cruz García, un campesino algo regordete, de mirada amable y risueña, va adelante. Siempre que mira suelta una sonrisa que da confianza, no sabe leer ni escribir, sin pena admite que toda su vida la dedicó al campo, pero con su conocimiento ahora acompaña y guía al grupo de biólogos.

Manuel abre paso con su machete. Como acompaña a los biólogos en estos recorridos sabe que plantas faltan por recolectar y a donde hay que ir para hallarlas.

Conoce las plantas, los caminos y las formas de vida de la población, es el campesino que sin estudios es el biólogo, antropólogo y sociólogo de su comunidad.

Detrás de Manuel camina Natividad Herrera Castro, directora del Herbario Universitario. Es la mujer con más experiencia en recolección del grupo, le siguen Luis Javier González Almazán y Celia Gallardo García, biólogos recién egresados de la Escuela Superior de Ciencias Naturales.

En la imagen, el grupo de biólogos conformado por Natividad Herrera Castro, directora del Herbario Universitario; Javier González Almazán; Celia Gallardo García y el guía Manuel de la Cruz García durante una recolección de plantas en el cerro del Epazote en Axaxcualco, municipio de Eduardo Neri.

El cerro El Epazote

El camino comienza en las faldas del cerro El Epazote, a 1,698 metros sobre el nivel del mar y se avizora una larga caminata hacía el punto más alto del ejido de Axaxacualco.

El camino es estrecho, entre plantas y árboles se hace angosto, la labor de este grupo de biólogos consiste en recolectar plantas con flor, que serán prensadas y llevadas a Chilpancingo para su resguardo.
“Con esto logramos tener un registro sobre diversidad florística que hay en las comunidades», explica Javier González.

Aunque parece una tarea sencilla, la labor va más allá de sólo caminar y cortar flores.

Javier porta una prensa especial para recolección de plantas; un cuadrado que hace mucho bulto. Son dos rejas de madera y en el interior papel periódico y cartón que, como su nombre la indica, prensan las plantas.

La prensa, la herramienta de trabajo más importante, es pesada y aún no lleva nada.

El grupo camina, se adentra en la vegetación espesa y cada cierto tiempo se detiene a recolectar.

Hablan con tecnicismos y nombres científicos. “Parece de la familia Malvaceae, córtala y corroboras”, le indica Herrera Castro a su grupo de biólogos.

Javier González guarda la planta. Después, retoman la caminata.

En la imagen, la directora del Herbario Universitario, Natividad Herrera Castro recolecta una flor en el cerro del Epazote en Axaxacualco. Foto: José Miguel Sánchez.

Primera parada

Durante la primera hora de camino recogen siete plantas. Es hora de hacer una parada.

La parada no es para descansar. Sacan una por una las plantas ya recolectadas. Es hora de prensar. “Es la parte más tediosa de esto”, menciona Javier.

Buscan un lugar para estar cómodos. Javier y Celia se acomodan en el suelo y revisan todo lo recolectado.

De la planta recolectada cortan un tramo. La pieza tiene que incluir el tallo, la hoja y la flor. La ponen sobre papel periódico y en una ficha anotan todos los datos acerca de ella, posible familia a la que pertenece, nombre científico, nombre común, lugar donde se halló, altitud y coordenadas, todo para identificar sus características.

Las plantas puestas sobre el papel periódico van a la prensa y así serán transportadas.

“Las prensamos en papel periódico para que éste absorba toda la humedad”, explica Javier, quien investiga sobre mariposas pero también conoce de plantas.

Después del primer descanso la caminata cerro arriba continúa. El día está nublado, eso ayuda a mitigar la fatiga.

Conforme se sube el paisaje cambia, ya no es una selva tupida, en la cima del cerro de El Epazote hay planicies. Ahí se puede descansar un poco.

Ahí aparece una de los flores objetivo, el pericón silvestre de esta zona del estado.

Javier corta algunas flores y las embolsa, el procedimiento sigue igual, cortar, embolsar y caminar.

La bolsa ya va cargada de plantas por segunda ocasión, es hora de prensar de nuevo.

Se sientan, ya fueron dos horas y media de camino y falta llegar al Sótano, el punto donde puede estar un nuevo tipo de orquídea originaria de la región.

El cansancio y la hora ya no permiten continuar, en poco tiempo anochecerá y no es buena idea que caiga la oscuridad.

“Faltan otros 40 minutos para llegar al Sótano, al paso que vamos tardaríamos otra hora», menciona el guía.

El equipo de biólogos vuelve a prensar todas las plantas recolectadas en la segunda mitad del camino, sentados en piedras y bajo un árbol aprovechan para conversar.

Manuel, el guía, se pierde por un rato, solo se escucha el ruido de su machete.

De repente regresa con una flor amarilla. «¡La encontré!», exclama Manuel con singular alegría. La muestra a los biólogos y después de observarla concluyen que esa no es la flor que buscan.

Deciden regresar. Bajar requiere de dos horas mínimo. A la mitad, se suelta una fuerte lluvia. Cubren la prensa con bolsas e impermeables. En su interior van 80 plantas.

Ya en Axaxacualco, se sabe que a la flor amarilla que halló Manuel se le dice popularmente como flor de sobaco, porque dentro tiene pelitos que parecen bellos corporales.

La orquídea que buscan se conoce como flor de globo, por la manera en que sus hojas envuelven el centro y que en la región es muy popular para ofrendar a los difuntos en las festividades del día de muertos.

Aunque no se halló uno de los objetivos prioritarios, este tipo de recolecciones que realizan los biólogos terminan en el Herbario de la Universidad, un espacio de conservación de la flora local.

En la imagen, los biólogos Javier González Almazán y Celia Gallardo García prensan las plantas después de la recolección. Foto: José Miguel Sánchez.
En la imagen, Javier González observa la llamada flor de sobaco después de su recolección. Foto: José Miguel Sánchez.

Cancelan encuentro para la conservación de la flora y Fauna, acusan desinterés de la Semaren

Texto: Itzel Urieta

Chilpancingo

 

El Primer Encuentro Nacional para la Conservación y Bienestar de la Flora y Fauna de México fue cancelado por el biólogo Manuel Alfonso Anzaldo Meneses, quien lo estaba organizando.

Anzaldo Meneses acusó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales Guerrero (Semaren), a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a a la Secretaría de Bienestar y a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, de no interesarse por la Unidades de Medio Ambiente (Umas) ni los Predios de Manejo de Vida Silvestre (Pimvs).

El encuentro se realizaría los días 8, 9 y 10 de septiembre del 2022 en las instalaciones del Parque Papagayo, en Acapulco.

El biólogo anunció la cancelación de este encuentro en favor de la flora y fauna a través de las redes sociales, por donde tenía una amplia difusión.

“Los acuerdos y convenios que alegremente firman son solo documentos vacíos en los cuales, los actores detonantes siguen ausentes”, se quejó el biólogo.

Fernando Ruiz Gutiérrez, jefe de Departamento de Vida Silvestre, informó que esta actividad no era organizado por Semaren Guerrero.

Explicó que Anzalda Meneses se acercó a ellos para solicitar apoyo, el cual brindaron como Secretaría.

“Fue más bien un tema de logística y mala organización, él (Anzalda Meneses) se acercó a nosotros y nos pidió apoyo, pero ya faltaban 15 días. Entre permisos y oficios se fue el tiempo. Apoyamos en todo lo que estuvo en nuestras posibilidades”.

Ruiz Gutiérrez también explicó que se ofrecieron otras alternativas como sede del evento porque en el Parque Papagayo se cobra, trataron de gestionar que el costo disminuyera.

En este encuentro participaría Ruiz Gutiérrez con una ponencia sobre el jaguar, tema que trabaja desde hace varios años.

Por los comentarios emitidos, Ruiz Gutiérrez lamentó el mal entendido por parte de Anzalda Meneses y externó su apoyo y disposición (siempre y cuando se avise con anticipación), por si el encuentro se retoma.

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