“Se los ruego, que mi hija llegue con bien”, dice madre de Marisol Monserrat, menor desaparecida en Chilpancingo

La última ubicación que arrojó el celular de la menor fue de Morelia, Michoacán


Texto y foto: Andrea Mendoza

11 de junio de 2024

Chilpancingo

Familiares de la menor Marisol Monserrat Jiménez Bernabé que está desaparecida desde ayer, madres y padres de familia y amigos protestaron en la entrada de la secundaria Raymundo Abarca, ubicada en el centro de la ciudad, y bloquearon algunas avenidas aledañas, para exigir el paradero de la menor.

Marisol Monserrat desapareció ayer alrededor de las siete de la mañana, camino a esta secundaria, donde estudia. Su abuelo comentó que la dejó a unos metros del portón del plantel, como todos los días; pero nunca ingresó.

A la concentración también se unieron integrantes del Colectivo de familiares de personas desaparecidas María Herrera, encabezados por la representante, Gema Antúnez.

La madre de la menor desaparecida, Brenda Bernabé denunció que la Fiscalía General del Estado (FGE) no ha dado una respuesta sobre el caso de Marisol Monserrat.

Ayer, antes de su desaparición, Marisol Monserrat estaba contenta, acordó con su madre pasar a comprar algunas cosas después de sus clases en la secundaria. Su madre llegó hasta la secundaria Raymundo Abarca a recogerla, pero Marisol Monserrat nunca salió.

Sus familiares la definen como una niña tranquila, un poco introvertida y buena alumna.

Alumnas de la escuela secundaria Raymundo Abarca, en Chilpancingo.

Lo que supieron sus familiares es que la menor nunca entró a la secundaria; pidieron a la FGE las grabaciones en video del C4 para saber qué pasó, pero hasta el momento las autoridades no se las han proporcionado.

Los dueños de una propiedad privada les compartieron las grabaciones de su local, donde vieron que la menor caminó en dirección hacia el centro, a la altura de una tienda de conveniencia.

Las únicas pistas de Marisol Monserrat hasta el momento son los de esa única grabación de escasos segundos, y la última ubicación que arrojó su celular en Morelia, Michoacán.

La madre de la menor no ha dormido desde ayer, tampoco comió, contaron los familiares. Para poder estar de pie le suministraron una inyección de B12 y suero.

 

“Ustedes que son madres, saben lo que se siente cuando un hijo desaparece… Se los pido, se los ruego, ayúdenme a localizar, ya no quiero pasar otro día sin verla”, dijo la madre de Marisol Monserrat, con la voz entrecortada y un temblor en el cuerpo, durante la concentración.

Momentos después, ingresó a la secundaria para hablar con el director y pedir su apoyo. En ese momento las madres y los padres de familia que la acompañaban cerraron las avenidas Ignacio Ramírez y Juan Ruiz.

“Acérquense los papás, recuerden que a cualquiera de nosotros nos puede pasar”, dijo una de las madres para alentar a los demás a bloquear las calles.

Media hora después, dos elementos de la FGE y una policía municipal del escuadrón de género interceptó a uno de los padres y le pidió que no bloquearan las avenidas.

Le expuso que el bloqueo no haría que la menor apareciera más pronto, por el contrario, planteó que la acción entorpecería la búsqueda.

Los padres y las madres de familia realizaron el bloqueo por alrededor de una hora, hasta que la madre de la menor salió del plantel, pero sin mayores noticias.

La madre comentó a reporteros que está desesperada por saber de su hija. “Se los ruego, que mi hija llegue con bien”, comentó.

Los inconformes adelantaron que mañana harán una marcha.

El temor de madres y padres

Alrededor de la una de la tarde, los estudiantes de la secundaria Raymundo Abarca comezaron a salir de clases. Las madres y los padres ya los esperaban en la entrada de la secundaria.

En todo el tiempo de espera nunca despegaron la vista del portón blanco de la secundaria, el acceso principal; algunas madres parecían aliviadas cuando veían a sus hijos salir.

Algunos jóvenes comentaban entre murmullos la situación de su compañera.

“Pero es que dicen que no entró”, «que la vieron pasando un oxxo”, fueron algunos comentarios.

Padres de familia esperando por sus hijos en la salida de la escuela secundaria Raymundo Abarca, en Chilpancingo.

Gema Antúnez, del Colectivo María Herrera, informó que apoyarán a la madre y familiares de Marisol Monserrat hasta hallarla.

También reprochó la situación que vive en Chilpancingo, porque las desapariciones de persons son constantes.

Después hubo una marcha hacia la FGE para exigir información contundente sobre el caso de la menor.

Ahí convocaron a una nueva marcha para mañana a las siete a acudir. El punto de reunión será en la secundaria Raymundo Abarca.

Protestan colectivos de personas desaparecidas en la CEAV para exigir pago atrasado de tres meses

Texto y foto: Andrea Mendoza

28 de mayo de 2024

Chilpancingo

 

Los colectivos de familiares de desaparecidos, María Herrera, Lupita Rodríguez Narciso y un colectivo independiente de Iguala, protestaron en la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas (CEAV) para exigir el pago pendiente desde hace tres meses, al sur de la ciudad.

La representante del colectivo Maria Herrera, Gema Antúnez Flores, comentó que esta no es la primera vez que suceden este tipo de atrasos en el pago a los familiares de desaparecidos.

Integrantes de tres colectivos de familiares de desaparecidos protestaron esta mañana para exigir el pago atrasado de tres meses .

El pago de 2,000 pesos mensuales del gobierno está estipulado en la Ley General de Víctimas, en donde se reconoció como un deber del Estado aportar un apoyo económico a los familiares directos de personas desaparecidas.

Algunos familiares expresaron su molestia y opinaron que dicho dinero que no se les da desde hace tres meses, no es un acto de caridad, sino un derecho que les compete.

También acusaron a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda y a la titular de la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas, Enedina Medrano Serrano, de hacer caso omiso a las necesidades de las víctimas y no resolver las problemáticas económicas.

Antúnez Flores recalcó que esta es la segunda ocasión en la que las personas de familiares de desaparecidos exigieron respuesta sobre su pago mensual en la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas.

Integrantes de tres colectivos de familiares de desaparecidos protestaron esta mañana para exigir el pago atrasado de tres meses .

La única respuesta que le dieron a Antúnez Flores fue que por el momento no hay recursos económicos para pagar las mensualidades a los familiares.

Esta situación va más allá de una problemática de retraso del dinero pues los familiares denunciaron que hace un año tuvieron el mismo problema por dos meses y tal dinero nunca fue reembolsado en las siguientes mensualidades.

Algunas mujeres alegaron venir desde Chilapa e Iguala, la mayoría dejó a sus hijos y nietos en sus casas, y otras no tuvieron opción más que llevarlos consigo.

Los familiares se reconocieron como víctimas y tomaron este acto como un caso de revictimización al no ser apoyados por las instancias gubernamentales.

Esperan que el pago del tercer mes sea depositado el día de hoy por la tarde, en caso de que no sea así, los diferentes colectivos de personas de familiares desaparecidos tomarán las calles de Chilpancingo, pues asumen que para el gobierno es la única forma en la que les harán caso.

Empieza busqueda del niño desaparecido hace unos días en Guanajuato

Familiares y el Centro de Desarrollo Indígena Loyola iniciaron la búsqueda, porque la Fiscalía de Guanajuato y la Comisión Estatal de Búsqueda no accionaron con prontitud.


Texto: Jesús Guerrero

Foto: Cortesía del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan

Martes 21 de mayo del 2024

Chilpancingo

 

Colectivos y la Comisión Estatal de Búsqueda de Guanajuato comenzaron la búsqueda del niño Javier Modesto «N», desaparecido la semana pasada en el estado de Guanajuato.

El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan informó que los familiares del niño y el Centro de Desarrollo Indígena Loyola iniciaron la búsqueda, debido a que la Fiscalía General de Guanajuato (FGG) y la Comisión Estatal de Búsqueda no accionaron con prontitud.

Javier Modesto, de tres años y originario de la comunidad indígena na savi Joya Real, municipio de Cochoapa el Grande, perteneciente a la Montaña de Guerrero, desapareció la tarde del 15 de mayo, mientras esperaba a sus padres que trabajaban como jornaleros en El Jaguey, municipio de La Romita, Guanajuato.

En entrevista con reporteros, Tlachinollan señaló que incluso la FGG emitió la ficha de la alerta Amber de Javier Modesto hasta que el Centro de Desarrollo Indígena Loyola presionó para ello.

Hasta el lunes 19 de mayo, la FGG y la Comisión Estatal de Búsqueda iniciaron de manera oficial la búsqueda en la zona de El Jagüey y La Romita, cabecera del municipio del mismo nombre.

De acuerdo con la información del organismo de derechos humanos, este martes 20, se organizaron tres frentes de búsqueda, uno, en el que la familia del niño desaparecido recorrerá las calles de las comunidades para pegar en lugares públicos la ficha de la alerta Amber que emitió la FGG, y pasará casa por casa para preguntar por el niño desaparecido.

Una segunda búsqueda la llevó a cabo la Comisión Estatal de Búsqueda, y otra más la Fiscalía General de Guanajuato, informó Tlachinollan.

A cinco días de la desaparición de Javier Modesto, la FGG finalmente reaccionó, debido a la presión de las autoridades, colectivos de buscadoras y el Centro de Desarrollo Indígena Loyola.

Respecto a las autoridades de Guerrero, Tlachinollan aseguró que no han colaborado en nada.

El día en que desapareció, Javier estaba sentado a la sombra de un árbol, a unos 50 metros donde sus padres Anselmo Modesto Martínez y Maura Moreno estaban trabajando en el corte del tomate, pero cuando éstos fueron por su hijo, ya no lo encontraron.

Anselmo Modesto y Maura que son originarios de la comunidad de Joya Real, del municipio de Cochoapa el Grande, en la Montaña Alta de Guerrero, junto con Javier Modesto y sus otros seis hijos salieron de su pueblo el 30 de abril de este año hacia Guanajuato para trabajar en el corte de tomate en el rancho de un empresario en la localidad de El Jagüey.

«La familia se trasladó por su propia cuenta a esa comunidad para trabajar», especificó Tlachinollan.

También mencionó que el niño Javier Modesto no habla español y que todavía es amamantado por su madre.

Tlachinollan mencionó que el niño Javier Modesto no estaba al cuidado de sus demás hermanos, porque al igual que sus padres trabajaban en el corte del tomate.

El Centro de Derechos Humanos refirió que no se tienen antecedentes de la desaparición de algún niño de Guerrero en las zonas agrícolas de estados del país donde, durante todo el año, familias de la Montaña se emplean como jornaleros.

Hasta este martes, el niño Javier Modesto no había sido localizado.

 

“Yo sólo quiero recuperar a mi esposo”

María José no entiende el por qué nadie quiere decirle qué pasó con su esposo, José Luis Valle Soto, quien fue desaparecido el 5 de septiembre de 2023 en la colonia La Moraleja en Zapopan. En su búsqueda, ella le ha entregado a la Fiscalía de Jalisco toda la información que le ha sido posible, pero a cambio sólo ha recibido nulos resultados.


Texto: Darwin Franco/Zona Docs

Foto: Zona Docs 

16 de febrero del 2024 

 

José Luis Valle Soto salió de su casa en la colonia La Moraleja para realizar un trabajo. Él es contratista y aquel 5 de septiembre de 2023 partió en su carro para realizar una cotización a un domicilio ya conocido; sin embargo, nunca llegó a éste.

Aquel día, una tormenta azotó al municipio de Zapopan; por ello, su esposa María José no pudo buscarlo inmediatamente. José Luis siempre se mantenía en comunicación con ella, pero ese día su celular no conectaba.

María José pensó que la incomunicación era a causa de la tormenta, pero no era así. A José Luis lo habían privado de su libertad: ¿Cómo pasó esto?

Las autoridades, a la fecha, no saben qué pasó, pues resulta que esa noche ninguna de las cámaras de seguridad del sistema C5 (estatal) o las C3 (municipal) colocadas sobre la Avenida Juan Gil Preciado, no sólo no funcionaron correctamente, sino que además, aseguran las autoridades, no captaron ninguna conducta que pudiese considerarse delictiva.

“Para ser honesta, realmente me siento muy frustrada. Me siento muy desesperada… con esa impotencia de no poder hacer más de lo que realmente se puede hacer por él, ya que al acudir a la Fiscalía me comentaron que las cámaras del C5 dieron negativas… ahora resulta que ninguna cámara captó a mi esposo… así que, entonces, es como si literalmente se lo hubiera tragado la tierra”, precisa María José.

La falta de acciones de parte de la Fiscalía Especial en Personas Desaparecidas, ha llevado a María José -como pasa en la mayoría de los casos- a encabezar ella misma la búsqueda. Esto lo hizo desde el inicio, pues un día después de que fuera desaparecido José Luis, ella salió a buscarlo, pero lo único que encontró -a 15 minutos de su casa- fue el auto en que su esposo salió de casa.

“Yo encontré el coche como unos 12 o15 minutos aproximadamente caminando de aquí de la casa. Lo encontré en la calle Begonia Villa de las Lomas en Zapopan.Estaba ahí literalmente estacionad, la verdad cuando lo vi empecé a gritarte José Luis dónde estás este entré como en un estado de shock”.

Al preguntar a las y los vecinos de la zona se enteró que el carro fue dejado ahí por varios hombres, quienes lo empujaron para después fugarse en una camioneta. Esto también quedó videograbado, pero es tiempo que en Fiscalía no le da razón de quiénes eran esos hombres y de qué rumbo tomó la camioneta en la que se fueron quienes ella cree que se llevaron a su esposo.

“Yo reporté todo eso a la Fiscalía, y a los pocos días vinieron los peritos a levantar huellas, pero a la fecha tampoco me han dicho qué salió de eso… no tengo absolutamente nada de lo que vinieron a hacer”, explica María José.

Lo que tampoco tiene es acceso a la sábana de llamadas, lo que para a ella resulta más que importante porque así podría saber, por ejemplo, qué llamadas recibió o hizo José Luis, pero aún más relevante: “cuál fue la última ubicación que registró su celular”, pues queda claro que no fue el lugar donde encontró el carro, pues quienes lo dejaron ahí, no llegaron al lugar con su esposo.

A más de cinco meses de la desaparición de José Luis, lo que María José desea es que le den avances concretos, pues considera que “nadie desaparece así como arte de magia”. Ella desea que le digan qué resultados dieron los peritajes, desea que le expliquen qué trayectoria pudo haber tomado su esposo luego de ser llevado por estos hombres y, lo más importante, qué pistas concretas hay para localizar a José Luis.

“Lo que realmente exijo es que me digan lo que realmente pasó con mi esposo, ya que parece que literalmente se lo comió la tierra claro. Quiero que me digan qué se ve realmente en esas cámaras, pues no creo que no se haya registrado nada… ahora resulta que literalmente la luna fue la única testigo de lo que le pasó a José Luis”.

María José hoy forma parte del Colectivo Luz de Esperanza, participa en sus acciones y marchas como la que se realizó, el pasado 14 de febrero. Es consciente de que la crisis de desapariciones es grande y de que la demanda de atención es mucha, pero lo que no se puede explicar es el por qué en todos los casos no hay ningún resultado.

“Yo no busco culpables solamente quiero a mi José Luis de vuelta”, concluye María José.

FGE emite ocho fichas de búsqueda de personas no localizadas en Taxco

Las fichas de búsqueda pertenecen a seis hombres y dos mujeres, ninguna pertenece a Anabel Gutiérrez, la directora del relleno sanitario


Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Fiscalía General del Estado de Guerrero 

29 de diciembre del 2023

Chilpancingo

 

La Fiscalía General del Estado (FGE) emitió ocho fichas de búsqueda de las personas que fueron reportadas como no localizadas en Taxco.

La noche del 28 de diciembre se difundió en redes sociales que varias personas habían sido privadas de su libertad, entre ellas, la directora del relleno sanitario, Anabel Gutiérrez, un trabajador del Ayuntamiento y trabajadores del reciclaje de residuos.

En ese momento, la FGE emitió un comunicado en el que informó que había iniciado una carpeta de investigación

“por desaparición cometida contra particulares”.

El comunicado decía que no había ninguna denuncia formal ante las autoridades.

Esta mañana se publicaron en la página de Facebook de la FGE ocho fichas de búsqueda. No se sabe con exactitud el número de trabajadores privados de la libertad, de manera extraoficial se habla de 12.

Las fichas de búsqueda pertenecen a seis hombres y dos mujeres, ninguna pertenece a Anabel Gutiérrez, la directora del relleno sanitario.

Las fichas de búsqueda son de Tomás Eladio Bustos Hermández, de 68 años, José Carlos Hernández Ávila, de 43, Alan Rubén Sainz Morales, de 18, Brayan Alexis Sainz Morales, de 22, Diego Jeovany Sainz Morales, de 22 y Fermín Alberto Sainz Avilez, de 22.

“Desapareció en el municipio de Taxco de Alarcón”, es la única descripción en las fichas.

Los hermanos Sainz Avilez y Hernández Ávila coinciden en la fecha de desaparición, el 25 de diciembre.

 

Mientras que Sainz Avilez y Bustos Hernánez están no localizados desde el 23 y 26 de diciembre, respectivamente.

En el caso de las mujeres se activó el Protocolo Alba y la fichas pertenecen a Hannia Monserrat Salgado Salas, de 20 años, y Marcela de Jesús Valladares Jacobo, de 37.

Hannia Monserrat y Marcela de Jesús fueron vistas por última vez en el basurero conocido como relleno sanitario, ubicado en la carretera Iguala-Taxco, de acuerdo con sus fichas de búsqueda.

Por su parte, el presidente municipal de Taxco, Mario Figueroa Mundo, mencionó que su gobierno trabaja en la prevención del delito. Dijo que la intromisión de grupos críminales en el municipio “escapa de sus manos”.

“No nos corresponde a nosotros estar yendo detrás de esos delincuentes, nuestro trabajo es la prevención del delito”, argumentó.

Agregó que a diferencia de otros gobiernos municipales, en el suyo, hay una disminución de los homicidios dolosos.

“Del 2015 al 2018 cuando estaba Omar Jalíl eran de 159 (homicidios dolosos), del 2018 al 2021 cuando estuvo Efrén Parra Gómez eran de 148. Del 2021 a la fecha van 45”, dijo Figueroa Mundo.

La osadía de las familias que buscan a fallecidos por huracán en medio de la devastación de Acapulco

Texto: Margena de la O

Fotografía: Oscar Guerrero

Acapulco

31 de octubre del 2023

 

Estefanía Orozco llegó a Acapulco a principios del mes. Se alojó, como lo había hecho antes en casa de Yanet Ortega, su amiga, que vivía en la colonia popular Nueva Era.

La vivienda se desgajó minutos después de que el huracán Otis tocó tierra en el puerto, porque el cauce del arroyo donde estaba asentado reconoció su paso y, con ella, se vinieron cinco de las seis personas que la habitaban, incluida Estefanía.

Este lunes 30 de octubre, los policías ministeriales de la Fiscalía General del Estado (FGE) llegan a la colonia a auxiliar con la búsqueda de cadáveres de víctimas del huracán, y una mujer los increpa y reclama por qué no lo hicieron antes. Es la madre de Estefanía y está molesta o quizá desesperada; sin duda dolida. Es su única hija.

La mujer se mueve de un lugar a otro sobre la entrada de la colonia para que la maquinaria que contrató, junto a familiares de las otras personas, entre a cavar en el desagüe donde impactó la casa donde estaba. Ella repite que sólo quiere el cadáver de su hija para llevárselo.

Estefanía, de 24 años, que vivía con su esposo, Saúl, y su hijo de tres años, venía de la Ciudad de México a Acapulco a trabajar por temporadas cortas. Esta vez sólo estaría casi todo octubre, ayer lunes, debió regresar a casa para asistir al festival de disfraces de terror de su hijo.

Desde la entrada de la colonia, ubicada rumbo a Pie de la Cuesta, se ve la calle empinada por donde descendió la vivienda con los habitantes dentro. El terreno está barrido, en una expresión clara de un deslave. En el punto justo donde alguna estuvo la modesta vivienda, sólo hay palos y escombros.

Yanet Ortega, de 35 años, vivía en casa con sus hijos, Ángel y Camila Trinidad, de 16 y 13 años; también con la pareja de Ángel, una adolescente de nombre Arely, y su esposo, Cándido Trinidad, padre de sus hijos, y tenía hospedada a Estefanía.

De todos ellos, él único que se salvó fue Cándido, porque estaba en un cuarto pequeño, aledaño al dormitorio donde estaban todos los demás. “Llegó mi hijo llorando. Él afortunadamente tuvo suerte de salir. Hubo un momento en que salió a sacar el agua que estaba entrando, y llega un golpe así nomás”, dice Arturo Trinidad, el suegro de Yanet, quien vive más arriba de lo que era su casa.

Cándido no estaba en la zona de búsqueda ayer, reposa en la casita de madera de sus padres, ubicada a unos metros de lo que era la suya, porque quedó herido de su pierna y le dificultaba moverse. Aún así, contaron los vecinos, minutos después de que su casa se desgarró salió a pedir ayuda a gritos.

La gravedad del arroyo donde estaba la casa de los Trinidad, que llevaba muchos años sin formarse, según los vecinos, conduce justo al desagüe donde los ministeriales llegaron a buscar con un canino y un rastreador de la Unidad Canina de Búsqueda y Rescate de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil.

El punto es importante porque el jueves pasado, después de muchas horas, los vecinos sacaron del cuello de botella de ese desagüe, que se forma en la parte baja de la colonia, donde concurren las casas del acceso principal, el cadáver de Arely.

Entre los escombros se asomaba parte de la cabeza; los vecinos veían su pelo. Comenzaron a cavar con sus herramientas y después les ayudaron los militares, a quienes fueron a buscar.

Uno de los vecinos que participó en la búsqueda fue Jesús Arzate Hernández, quien ahora observa los trabajos de localización de personal oficial. “Nos llevamos dos días, porque ya ves que en la noche sin luz, lo teníamos que dejar para otro día”, comenta.

En el lugar también estaba Saúl, el esposo de Estefanía, la última persona con la que tuvo comunicación antes del huracán. Alrededor de las 11 de la noche del martes 24 de octubre, Estefanía le dijo que si la lluvia incrementaba había un refugio cerca al que se iría toda la familia de su amiga.

En ese momento ya se conocía que el huracán era categoría cinco, con una alta probabilidad de que tocará tierra en Acapulco y lo hizo una hora después.

La búsqueda sin rastro

A la búsqueda se sumaron más personas, bomberos e integrantes de organizaciones y servicios privados que están como voluntarios en el puerto devastado por el paso del huracán Otis.

Por lo que dijo de a retazos la mamá de Estefanía, cuando bajaba su enojo, ella y su yerno llegaron desde el domingo al puerto, y nadie les ayudaba a remover escombros, pero los vecinos comentaron que hicieron hasta donde pudieron.

Además de que la máquina pesada contratada rascó hasta donde le fue posible en el desagüe del lado habitacional, el binomio canino y el equipo de Servicio de Urgencias, Capacitación y Rescate (Sucre) con cámaras térmicas con drones rastrearon el otro extremo de la carretera donde desemboca ese canal.

Hasta cerca de las siete de la tarde, cuatro horas después de que comenzaron los trabajos de rastreo y búsqueda, pararon porque en esa zona todavía no hay energía eléctrica, pero tampoco localizaron ninguno de los cuatro cadáveres que buscaban.

 

Los integrantes del equipo reportaron que no habían indicios en sensación térmica y rastreo canino de que pudieran estar por la zona. Plantearon la probabilidad de que fueron arrastrados al mar. Todo es una probabilidad, no hay ninguna certeza.

En medio de la falta de certezas fue que Saúl comenzó a hacer preguntas que no tienen respuestas en medio de la devastación. Una de ellas fue que si el cadáver de su esposa no estaba en esa zona, dónde podría estar.

La madre de Estefanía, con el margen probabilidades, se movió, ya a oscurecer, hacia el Servicio Médico Forense (Semefo), ubicado en El Quemado, al otro extremo del puerto, a cerciorarse de que el cadáver que sacaron del desagüe no fuera el de su hija, aun cuando los habitantes de la colonia sabían que era el de Arely.

Ella había dicho que haría todo para llevarse a su hija en cualquier estado.

La madre y esposo de Estefanía se funden en un abrazo en un momento de búsqueda en la colonia Nueva Era.

Familiares y campesinos cumplen dos semanas en la búsqueda de maestro desaparecido

Texto: Jesús Guerrero

Fotografía: Tlachinollan

Chilpancingo

14 de octubre del 2023

 

Aristóteles Espinobarros Sierra cumple más de dos semanas buscando en los cerros de los municipios de Acatepec y Zapotitlán Tablas a su hermano el profesor Uriel Espinobarros Sierra, quien desde el pasado 28 de septiembre está desaparecido.

Personal de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas de la Fiscalía General del Estado (FGE), Guardia Nacional y la Policía del Estado acompañan a Aristóteles.

“Aquí seguimos un día más en los montes buscando a mi hermano”.

Uriel Espinobarros es primo del abogado de los padres y madres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, Vidulfo Rosales Sierra. Es maestro de Historia en el Colegio de Bachilleres en Acatepec, cabecera de este mismo municipio, región de la Montaña.

La tarde del 28 de septiembre, Uriel Espinobarros se dirigía a bordo de su automóvil marca Nissan, tipo Tsuru, a Zapotitlán Tablas.

Familiares, amigos y elementos de las corporaciones Guardia Nacional, Policía Estatal y personal de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas de la Fiscalía General del Estado (FGE) en la operación este sábado 14 de octubre para hallar al profesor Aristóteles Espinobarros Sierra, desaparecido el pasado 28 de septiembre. Foto: Cortesia Tlachinollan.

La última vez que se le vio a Uriel Espinobarros fue cuando pasaba por el crucero El Lucero, en el municipio de Zapotitlán Tablas.

Familiares del profesor interpusieron la denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE) por lo que se emitió la ficha de búsqueda ¿Has visto a…?

“Mi hermano no tenía problemas de tipo laboral en la escuela ni tampoco familiar”, dice Aristóteles, quien también es profesor del Colegio de Bachilleres, en Acatepec.

Uriel Espinobarros, de 42 años, es abogado. Fue líder del PRI en el municipio de Zapotitlán Tablas hace años y en sus tiempos libres daba asesoría a los campesinos sobre conflictos de tierras, principalmente.

“Ya caminamos por varios cerros cerca de El Lucero, donde fue visto la última”, dijo Aristóteles Espinobarros.

En la ficha de búsqueda que emitió la FGE indica que el profesor Uriel Espinobarros tiene tatuajes en las muñecas con los nombres de «Zeidel» y «Bania” y en el brazo derecho la imagen de un dragón y en el brazo izquierdo un vikingo.

“Ya buscamos muchos montes y no hemos hallado ningún indicio de mi hermano”, dice Aristóteles.

Campesinos y familiares del profesor Uriel Espinobarros que está desaparecido desde el 28 de septiembre realizan su búsqueda en veredas y montes del municipio de Zapotitlán Tablas

A las nueve de la mañana de este sábado, Aristóteles junto con los integrantes de la Comisión de Búsqueda de la FGE iniciaron otro recorrido más por los cerros y veredas de la zona.

“Mucha gente que ha sido apoyada por mi hermano también está participando en las búsquedas”.

Uriel Espinobarros no es el único en esa zona de la Montaña alta de Guerrero desaparecido. Desde mayo del 2022, están desaparecidos Zeferino Cristino Vázquez y Elmer Said Vázquez.

Las dos víctimas también fueron vistas la última vez en las inmediaciones del crucero El Lucero.

«El Veladero parece un cementerio clandestino», dice madre buscadora

Texto: Jesús Guerrero

Fotografía: Especial

Chilpancingo

28 de septiembre 2023

 

En 11 días de búsqueda de fosas clandestinas en el Parque Nacional de El Veladero, en Acapulco, los integrantes de los colectivos hallaron 17 cadáveres.

Los restos humanos fueron trasladados a la Unidad del Servicio Médico Forense (Semefo), de Acapulco.

«Esto parece un cementerio clandestino», dijo en entrevista Socorro Gil Guzmán, integrante de la colectiva Memoria, Verdad y Justicia, quien desde hace casi cinco años busca a su hijo Jonathan Guadalupe Romero Gil.

Este viernes los integrantes de la colectiva guerrerense Memoria, Verdad y Justicia, continúan la búsqueda de personas en fosas clandestinas en varios puntos del Parque Nacional del Veladero, en él área del Cerro del Encinal del puerto de Acapulco. Fotografía: Cromática Agencia Fotográfica y Multimedia.

 

En diciembre del 2018, Jonathan fue detenido y desaparecido junto con su amigo, por policías municipales cerca de la playa Tlacopanocha, en Acapulco.

Hasta este jueves, los rastreadores de fosas clandestinas localizaron 17 cadáveres pero los trabajos continúan con la participación de personal de las comisiones Nacional de Búsqueda de Personas, Comisión Estatal de Personas Desaparecidas y la Fiscalía General del Estado (FGE).

Este jueves, una excavadora extrae tierra de otra fosa, en la que hasta el momento no aparecen indicios de que haya cadáveres.

La jornada empezó el pasado 18 de septiembre e iba a concluir el 22 de este mismo mes pero como los colectivos detectaron más puntos con probabilidades de hallar más cadáveres, ampliaron los trabajos.

Fotografía: Especial

Sin embargo, la FGE y las comisiones de búsqueda nacional y estatal se negaban a participar en los trabajos, por lo que los familiares de las personas desaparecidas se instalaron en plantón en El Veladero.

Debido a la presión de los familiares de las víctimas, las autoridades de los gobiernos federal y estatal aceptaron seguir acompañándolos.

Este lunes 25, los colectivos levantaron el plantón en El Veladero pero continúan en la búsqueda.

«No sabemos hasta cuando vamos a seguir buscando aquí cadáveres creo que esto va para largo», indicó Socorro Gil.

En la búsqueda también participan familiares de personas desaparecidas de otros estados del país.

«Ya estamos cansados pero no podemos parar porque no hemos hallado a nuestros familiares».

 

Madres en búsqueda de sus desaparecidos en terrenos de Chilpancingo deben lidiar con la actitud sobrada de peritos

Texto: José Miguel Sánchez

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

Madres del Colectivo Memoria Justicia y Verdad Acapulco-Chilpancingo continúan en su segundo día de búsqueda en terrenos de las inmediaciones de Chilpancingo con miedo, comentan, pero con la esperanza de hallar algo, un indicio o una fosa en la que pueda estar alguien de sus desaparecidos.

La cita es a las ocho de la mañana, en el estacionamiento de una tienda comercial al sur de Chilpancingo. Llegaron 15 madres y hermanas que buscan un familiar desaparecido.

Más tarde llegan los elementos de la Policía Estatal, Guardia Nacional, Fiscalía General del Estado (FGE), con el binomio canino especializado en búsqueda de personas y una unidad de Bomberos de Protección Civil.

El objetivo es hallar a sus seres queridos o a otras personas que también las esperen en su hogar. La búsqueda de hoy es al poniente de la capital, rumbo a la Sierra de Chilpancingo.

“Toda jornada de búsqueda es un día desafiante para nosotros como madres”, menciona la vocera del colectivo, Socorro Gil Guzmán.

Una vez reunidas todas las instituciones, el convoy conformado por siete vehículos oficiales emprende el camino y toma la carretera interestatal Chilpancingo-Amojileca.

Antes de llegar a Amojileca, pueblo de Chilpancingo, el convoy toma la desviación hacía el poblado de San Vicente; en el kilómetro tres se detienen para comenzar los trabajos de búsqueda.

Los elementos de la Guardia Nacional y la Policía Estatal son los encargados de la seguridad, cuidan los accesos y la carretera; los dos elementos de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas (CEBP) que los acompañan, en el papel, están a cargo de la búsqueda, pero son las madres buscadoras las que dirigen los trabajos.

El binomio canino de la FGE está para comprobar y descartar olores. Kira, una perra pastor alemán, es la que tiene esa tarea.

Antes de comenzar la búsqueda las madres integrantes del colectivo se reúnen y oran; tiene fe de hallar algo. Al final de su oración y antes de comenzar la búsqueda gritan: ¡Por qué los buscamos! ¡Porque los amamos!

“Hay que evitar entrar a los terrenos cercanos para evitarnos problemas”, es la advertencia que hacen los elementos de la Policía Estatal al colectivo.

Socorro Gil Guzmán y Francisca Ramírez Mayo, ambas madres que buscan a sus hijos, toman el mando de la operación y crean dos equipos para buscar tierra removida o algún indicio que este fuera del lugar o que indique la existencia de una fosa clandestina.

Esta primera búsqueda del día es la inmediaciones de la comunidad de Tenamicoya, ubicada en el kilómetro tres, sobre la carretera interestatal Chilpancingo-San Vicente, cerca de la colonia Cuernavaca en Chilpancingo.

La búsqueda es sobre la carretera y pequeños caminos que llevan a rancherías.

_Martín_es un hombre que fue invitado para ayudar en la búsqueda, es parte del Colectivo Los otros desaparecidos de Iguala y tiene experiencia en búsquedas. A Martín se le cambió el nombre por seguridad.

Martín y Socorro vieron una primera pista y enterraron una varilla en el suelo. La varilla es la herramienta más importante de los colectivo de búsqueda. Una vez que la entierran miden la profundidad que alcanza, en eso estriba la primera posibilidad de que haya una fosa.

Entre Socorro, Martín y el personal de la CEBP escarban con pico y pala para enterrar la varilla, y cada vez que la sacan la huelen para saber si “tiene olor a muerto”.

“No huele a nada, ni a muerto ni a tierra mojada, está muy raro”, dice Martín tras cavar unos 80 centímetros.

“¿Me permite?”, les dice la perito de la FGE y toma la varilla, la huele y corrobora lo que dijo Martín. La varilla va nuevo a la tierra.

Después de varios intentos y excavaciones no hay indicios de una fosa clandestina.

“En mi experiencia como perito en investigar entierros ilegales, les puedo decir que aquí no habrá nada, ya se excavó mucho y si hubiera algo ya lo hubiéramos encontrado”, dice la agente.

“Pero hay algo raro aquí, las tierra son diferentes”, responde Martín.

“¡Qué me va a decir a mí! Yo tengo experiencia en esto”, vuelve a responder la agente y agrega: “pero traemos al canino y que el descarte, ¿Les parece?

Un grito rompió el incomodo momento, “pasen un pico, ¿ya lo desocuparon”, dice Francisca que cava cinco metros arriba.

Después del diálogo, entró en acción Kira, quien rasca y remueve la tierra un poco más y después de unos segundos se detiene. “Aquí no hay nada, pero si quieren excavamos un poco para descartarlos por completo”, dice la agente.

Cinco metros arribas, justo a la lado de la carretera, Francisca cava otro pozo, pero tampoco hay resultados. Kira excavó y descartó.

La escena se repite otras dos veces en este punto, hasta que decidieron avanzar a el basurero.

Además de Socorro y Francisca, otras 12 mujeres están en la búsqueda, pero no quieren hablar con reporteros, dicen que tienen miedo porque muchas fueron amenazadas por su labor de búsqueda y por las investigaciones.

Francisca es madre de Johnnattan Munivez Mayo, un joven de 21 años que desapareció en la capital en 2008, después de que policías municipales entraran a su domicilio y se lo llevaran.

El caso que representa Socorro es parecido. Elementos de la Policía Municipal de Acapulco detuvieron a su hijo en el puerto en 2018 y desde entonces no es localizado.

“Lo que nosotros queremos es a nuestros hijos, a estas alturas ya no buscamos culpables”, es la frase que repitió Francisca en el segundo día de búsqueda.

La búsqueda terminó en el basurero; por segundo día no hallaron restos humanos.

La jornada de búsqueda del Colectivo comenzó ayer en el cerro del Marqués, al sur de Chilpancingo, donde tampoco tuvieron hallazgos.

 

Abandonan la pesca para dedicarse a buscar a sus tres compañeros desaparecidos

Texto: Amapola Periodismo

Fotografía: La Lente de Guerrero

Chilpancingo 

 

Pescadores de Mezcala, municipio de Eduardo Neri, se sumaron a la búsqueda de sus tres compañeros que desde hace días está desaparecidos, al parecer, fueron privados de su libertad por personas aún desconocidas.

El grupo de pescadores utilizan sus lanchas para acompañar al personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) en las labores de búsqueda.

El pasado domingo desaparecieron los pescadores Juan Carlos Catalán Silva, Guadalupe Bautista Astudillo, Ángel Cabrera Ávalos y su hijo, Ángel Ensauly Cabrera García, un adolescente de 16 años que apareció ayer; lo soltaron vendado de los ojos y a pie por la carretera federal Iguala-Chilpancingo, a la altura de Mezcala.

Después de que este martes, los familiares, amigos y vecinos de los pescadores bloquearon más de cuatro horas la vía federal, personal de la Comisión Estatal de Búsqueda de la Fiscalía General del Estado (FGE), Guardia Nacional y Policía Estatal llegaron a la comunidad e iniciaron la búsqueda hasta ahora, sin resultados.

La aparición del menor del 16 años no es resultado de alguna operación de búsqueda de la FGE, lo liberaron sus captores, aclararon familiares de los desaparecidos.

Javier Bautista Garduño, padre del pescador desaparecido Guadalupe Bautista Astudillo, dijo que desde el día que su hijo desapareció ni él ni su esposa, Genoveva Astudillo, duermen.

“Mi esposa no duerme y está en el embarcadero esperando que llegue nuestro hijo”, dijo.

Mezcala está ubicada a 60 minutos de Chilpancingo, es una comunidad donde la mayoría de sus habitantes viven de dos actividades económicas, la minería y la pesca.

“Nosotros tenemos fe que nuestro hijo regrese con vida, pero pasan los días y estamos muy desesperados porque no sabemos nada”, mencionó Bautista Garduño.

Pescadores sobre el río Mezcala sumados a las actividades de búsqueda de los pescadores desaparecidos el 18 de julio pasado.

Comentó que fue a ver a Ángel, el adolescente liberado, a su casa, donde es atendido por las heridas que traía en las piernas y en otras partes del cuerpo, para saber si sabe algo de su hijo y los otros pescadores desaparecidos, pero no pudo. “Sus padres me dijeron que no podía verlo porque tiene mucho miedo y está herido”, dijo.

“Yo ya quiero saber si mi hijo ya no vive para no seguir buscándolo”, agregó.

Mencionó que los habitantes de Mezcala colaboran con la búsqueda de los pescadores desaparecidos.

En Mezcala son más de 100 familias las dedicadas a la pesca, pero desde el pasado lunes pararon las actividades. “Los compañeros de los desaparecidos están apoyando con sus lanchas para acompañar a los de la Fiscalía en las labores de búsqueda en el río”, insistió.

Cada pescador, compartió Bautista Garduño, saca diariamente 35 kilos de tilapia, mojarra y langostino. Todo este producto es distribuido en los mercados de Chilpancingo. Debido a que los pescadores de Mezcala pararon sus lanchas empezó la escasez de este producto, según este señor.

El secretario General de Gobierno, Ludwing Marcial Reynoso Núñez, aseguró que la FGE sigue con la búsqueda de los tres pescadores desaparecidos.

“La búsqueda se realiza por tierra, aire y por el río”, dijo el funcionario estatal.

Comentó que la zona donde desaparecieron tienen actividades delictivas los grupos criminales de Los Tlacos y la Familia Michoacana. Lo que no dijo es por qué si lo saben permiten su funcionamiento.

Con regularidad las autoridades exponen que existencia de grupos criminales en zonas con conflicto para no dar más explicaciones. Reynoso Núñez dijo que aún no establecen si alguna de estas dos agrupaciones son los autores de la desaparición de los pescadores.

 

Golpeado y vendado de los ojos aparece con vida uno de los cuatro pescadores desaparecidos

Texto: Amapola periodismo

Fotografía: Oficial FGE

Chilpancingo

Golpeado y vendado de los ojos apareció este miércoles Ángel Esauly Cabrera García, de 16 años, quien junto con tres adultos, todos pescadores, fueron privados de su libertad el pasado domingo en el río Balsas, en la comunidad de Mezcala, municipio de Eduardo Neri.

La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que en la operación policiaca que desplegaron lograron la localización del menor, pero que siguen en la búsqueda de su papá, Ángel Cabrera Ávalos, y de Juan Carlos Catalán Silva y Guadalupe Bautista Astudillo.

Los familiares contaron que el adolescente llegó solo, vendado de los ojos y a pie por la carretera federal.

En la revisión que le hicieron vieron que el menor traía huellas de golpes en varias partes del cuerpo.

Juan Carlos Monge, director de comunicación social de la FGE, informó que el personal de esta institución sigue con la operación de búsqueda por río y por tierra de los otros tres pescadores desaparecidos.

El pasado domingo 16, los cuatro pescadores salieron a las seis de la mañana a bordo de una lancha sobre las aguas del río Balsas

Ante la falta de respuesta por parte de la FGE, ayer martes, familiares y vecinos de los cuatro desaparecidos cerraron durante más de cuatro horas la carretera federal Iguala-Chilpancingo, a la altura de la comunidad de Mezcala, para exigir a las autoridades su búsqueda y presentación con vida.

Por la tarde arribó al pueblo el personal de la Comisión de Búsqueda de Personas de la FGE, Guardia Nacional, Policía Ministerial y Policía Estatal para realizar la búsqueda.

El menor de 16 años apareció esta mañana; ahora está en su casa.

 

Concluye búsqueda de fosas clandestinas en Tlapa y hallan 11 restos óseos

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan 

23 de junio del 2023

Chilpancingo

 

Durante la octava jornada de búsqueda que realizó el Colectivo Luciérnaga, de familiares de personas desaparecidas, en las inmediaciones de Tlapa de Comonfort, en la Montaña de Guerrero, se hallaron 11 restos óseos que las familias integrantes del Colectivo esperan se identifiquen lo más pronto posible.

El hallazgo de estos 11 restos óseos se dio en paraje al sur de Tlapa, ya en la periferia de la ciudad y de acuerdo con información recabada por el Colectivo Luciérnaga en esa zona hay casas de seguridad donde grupos delictivos retienen a personas secuestradas.

La búsqueda fue los días 21, 22 y 23 de junio y fue ayer, último día, en el que se halló la mayor cantidad de restos.

Se planeó buscar en seis puntos, pero por el hallazgo de varios restos en el punto cuatro se detuvo la búsqueda en los dos lugares restantes.

Ayer, a las 10 de la mañana, el Colectivo, acompañado por un arqueólogo y un antropólogo forense de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas (CNBP), hallaron el primer resto; se trató, de acuerdo con los especialistas, de una costilla humana.

El hallazgo detuvo las labores de búsqueda todo el día porque se tuvo que esperar a la Fiscalía General del Estado (FGE), que acudió desde Chilpancingo, a cinco horas de camino, para realizara el levantamiento y las diligencias de ley correspondientes.

Al siguiente día, la búsqueda se reanudo en el mismo punto y fue que hallaron otros 10 restos óseos de los cuales, hasta el momento, se desconoce a que parte del cuerpo pertenecen.

De acuerdo con Isidoro Vicario Aguilar, integrante del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, quien da acompañamiento al Colectivo Luciérnaga, los peritos de la FGE realizaron las diligencias de ley de estos 11 restos y posteriormente se trasladaron a Chilpancingo para ser identificados.

«Lo que la Fiscalía hizo es; los agrupo, se identificó que fueran humanos y al final les mostró los restos a las familias para ser llevados a laboratorio para sacar algún un perfil genético y hacer un confronta para ver si correspondería con algún integrante del Colectivo Luciérnaga», mencionó Vicario Aguilar.

Por el retraso que generó la tardanza de la FGE el segundo día, quedaron pendientes dos puntos que el Colectivo Luciérnaga espera recorrer pronto con la ayuda de las instituciones, aunque programar un búsqueda, reconocen, es un proceso lento.

Esta octava jornada de búsqueda se programó desde el mes de abril y participó, además de la CNBP, elementos de la Guardia Nacional y del Ejército para brindar seguridad.

La FGE dijo que por cuestiones de agenda no podría asistir, pero debido a los hallazgos tuvo que intervenir y por trasladarse desde Chilpancingo atrasó un día la búsqueda.

«Cuando hay un hallazgo se podría decir que hay una esperanza por parte de los y las integrantes del Colectivo de hallar a sus familiares aún sin vida, pero cuando no se halla nada también puede haber esperanza de encontrarlos con vida y son muchos sentimientos encontrados», dijo Vicario Aguilar.

 

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