Empieza busqueda del niño desaparecido hace unos días en Guanajuato

Familiares y el Centro de Desarrollo Indígena Loyola iniciaron la búsqueda, porque la Fiscalía de Guanajuato y la Comisión Estatal de Búsqueda no accionaron con prontitud.


Texto: Jesús Guerrero

Foto: Cortesía del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan

Martes 21 de mayo del 2024

Chilpancingo

 

Colectivos y la Comisión Estatal de Búsqueda de Guanajuato comenzaron la búsqueda del niño Javier Modesto «N», desaparecido la semana pasada en el estado de Guanajuato.

El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan informó que los familiares del niño y el Centro de Desarrollo Indígena Loyola iniciaron la búsqueda, debido a que la Fiscalía General de Guanajuato (FGG) y la Comisión Estatal de Búsqueda no accionaron con prontitud.

Javier Modesto, de tres años y originario de la comunidad indígena na savi Joya Real, municipio de Cochoapa el Grande, perteneciente a la Montaña de Guerrero, desapareció la tarde del 15 de mayo, mientras esperaba a sus padres que trabajaban como jornaleros en El Jaguey, municipio de La Romita, Guanajuato.

En entrevista con reporteros, Tlachinollan señaló que incluso la FGG emitió la ficha de la alerta Amber de Javier Modesto hasta que el Centro de Desarrollo Indígena Loyola presionó para ello.

Hasta el lunes 19 de mayo, la FGG y la Comisión Estatal de Búsqueda iniciaron de manera oficial la búsqueda en la zona de El Jagüey y La Romita, cabecera del municipio del mismo nombre.

De acuerdo con la información del organismo de derechos humanos, este martes 20, se organizaron tres frentes de búsqueda, uno, en el que la familia del niño desaparecido recorrerá las calles de las comunidades para pegar en lugares públicos la ficha de la alerta Amber que emitió la FGG, y pasará casa por casa para preguntar por el niño desaparecido.

Una segunda búsqueda la llevó a cabo la Comisión Estatal de Búsqueda, y otra más la Fiscalía General de Guanajuato, informó Tlachinollan.

A cinco días de la desaparición de Javier Modesto, la FGG finalmente reaccionó, debido a la presión de las autoridades, colectivos de buscadoras y el Centro de Desarrollo Indígena Loyola.

Respecto a las autoridades de Guerrero, Tlachinollan aseguró que no han colaborado en nada.

El día en que desapareció, Javier estaba sentado a la sombra de un árbol, a unos 50 metros donde sus padres Anselmo Modesto Martínez y Maura Moreno estaban trabajando en el corte del tomate, pero cuando éstos fueron por su hijo, ya no lo encontraron.

Anselmo Modesto y Maura que son originarios de la comunidad de Joya Real, del municipio de Cochoapa el Grande, en la Montaña Alta de Guerrero, junto con Javier Modesto y sus otros seis hijos salieron de su pueblo el 30 de abril de este año hacia Guanajuato para trabajar en el corte de tomate en el rancho de un empresario en la localidad de El Jagüey.

«La familia se trasladó por su propia cuenta a esa comunidad para trabajar», especificó Tlachinollan.

También mencionó que el niño Javier Modesto no habla español y que todavía es amamantado por su madre.

Tlachinollan mencionó que el niño Javier Modesto no estaba al cuidado de sus demás hermanos, porque al igual que sus padres trabajaban en el corte del tomate.

El Centro de Derechos Humanos refirió que no se tienen antecedentes de la desaparición de algún niño de Guerrero en las zonas agrícolas de estados del país donde, durante todo el año, familias de la Montaña se emplean como jornaleros.

Hasta este martes, el niño Javier Modesto no había sido localizado.

 

Más de 3,000 niñas y niños en la Montaña dejan la escuela para ser jornaleros: Tlachinollan

Texto: José Miguel Sánchez

Foto: Cortesía de Tlachinollan

Viernes 23 de febrero del 2024

Chilpancingo

 

El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan documentó en 2023 que 3,997 niñas y niños abandonaron sus estudios para irse de jornaleros agrícolas al norte del país.

 

De acuerdo con el coordinador del Área de Migrantes de Tlachinollan, Paulino Rodríguez Reyes, familias completas migran del estado, por lo que hay un caso grave de deserción escolar en niñas, niños y adolescentes.

 

Tlachinollan tiene un registro de 12,993 jornaleros agrícolas de la región de la Montaña que migran a estados del norte del país en busca de trabajo. De esta cifra, la organización precisó que 6,063 son mujeres y 6,430 hombres.

 

La imagen corresponde a una de las salidas de migrantes jornales a campos agrícolas del norte del país, foto: Tlachinollan

De acuerdo con Rodríguez Reyes, los principales factores que provocan la migración agrícola son la falta de empleo y que muchas familias no tienen terrenos para sembrar en sus lugares de origen.

 

Los estados a los que más migran los jornaleros guerrerenses son Jalisco, Sinaloa y Baja California.

 

“Más de 3,997 niñas, niños y adolescentes dejan sus escuelas. Algunos ya no van a la escuela, otros la dejan a la mitad porque se van con sus padres a los campos agrícolas”, dijo Rodríguez Reyes.

La imagen corresponde a una de las salidas de migrantes jornales a campos agrícolas del norte del país, foto: Tlachinollan

Denunció que no hay ningún programa en los campos agrícolas que atienda a las niñas, los niños y adolescentes que garantice su derecho a la educación.

 

“A partir de la pandemia al cierre del año 2023 se cuenta con un registro de más de 54,000 personas jornaleras, hombres y mujeres de todas las edades”, agregó.

 

Explicó que estos datos son de las personas que pasan a registrarse al área de migrantes en Tlachinollan, pero hay otros tantos que no lo hacen, y cree que es un número alto.

 

Reprochó que no hay apoyo de ninguno de los tres órdenes de gobierno para atender el problema de la migración y el derecho a la educación de las infancias y adolescencias.

 

Los datos de Tlachinollan indican que la población que más migra es la na’savi, con 6,017 personas; le sigue la me’phaa, con 3,180 migrantes; de la población hahua salen 2,656 y, por último, los mestizos, 640 personas.

Jornaleros agrícolas acusan a gobierno de Guerrero de cancelar apoyos

Texto: Amapola periodismo

Fotografía: Tlachinollan

Chilpancingo

Jornaleros agrícolas de la región de la Montaña denunciaron que desde hace más de un año el gobierno de la morenista Evelyn Salgado Pineda les canceló el presupuesto que destinaban para la compra de los víveres que les daban cuando viajaban a los estados del norte del país a trabajar en los campos agrícolas.

El jornalero Miguel Martínez contó que en el gobierno de Zeferino Torreblanca Galindo había un presupuesto de 300,000 pesos para la compra de los insumos, en el gobierno de Ángel Aguirre Rivero bajó a 250,000 pesos, y en el de Héctor Astudillo a 50,000; en este gobierno sólo desapareció.

«Con ese dinero se compran sacos de arroz, frijol y otros productos que se utilizan como una despensa que nos llevamos para cocinar durante los primeros tres días de estancia en los campos agrícolas», dijo el jornalero.

Durante una conferencia de prensa en las instalaciones de la Unidad de Servicios Integrales (USI) en Tlapa, que transmitieron en un en vivo por Facebook, los jornaleros, junto con el responsable del Área de Migración del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Paulino Rodríguez Reyes, pidieron al gobierno instale la comisión interinstitucional para que vigile que las empresas que contratan a los jornaleros no violen sus derechos humanos en materia de salud, laboral y de educación.

«Nos dice el gobierno que no tiene dinero para regresarnos ese apoyo, pero bien que hay presupuesto para que el senador Félix Salgado Macedonio (padre Evelyn Salgado) le hayan hecho tres fiestas en un solo día por su cumpleaños; una en Iguala, otra en Chilpancingo y en Acapulco», comentó Miguel Martínez Peralta.

«El gobierno sabe que allá en los campos agrícolas donde nos contratan nos explotan vilmente, pero incluso somos las mujeres las que sufrimos más, porque aparte de que trabajamos, cocinamos, lavamos y le damos de comer a nuestra familia», comentó la jornalera Hermelinda Santiago Ríos.

Denunció que en los campos agrícolas las empresas que los contratan no los alojan en una vivienda digna, carecen de atención a su salud y sus hijos tampoco tienen acceso a la educación.

«Somos vilmente explotados y el gobierno de Guerrero lo sabe, pero no hace nada para ayudarnos; nos vamos a trabajar en esas condiciones porque aquí en la región de la Montaña el gobierno no hace nada para crear fuentes de empleo», agregó la jornalera.

De acuerdo con Tlachinollan cada año migran unos 15,000 jornaleras de los municipios de la Montaña.

«Allá en los lugares donde vamos a trabajar muchas de nosotras sufrimos acoso sexual e incluso agresiones sexuales», dijo Martina Ramírez Domínguez.

Los jornaleros mencionaron que en el 2018, cuando ganó la presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, pensaron que las condiciones de la Montaña iban a cambiar para bien de sus habitantes que, muchos de ellos, viven en alta marginación.

«Pero no ha pasado nada porque seguimos trasladándonos al norte del país para que nos exploten las empresas», dijo Martina.

El jornalero Miguel Martínez dijo que eso también ceyeron cuando Morena se quedó con la gubernatura en Guerrero, «pero resultó peor, porque ya nos quitaron el presupuesto para la dotación del frijol, arroz y otros productos para nuestras despensas que nos llevamos en el viaje hacia los campos agrícolas».

El abogdo Paulino Rodríguez Reyes denunció que en febrero pasado dos menores de edad de la comunidad de Tonayán, municipio de Tlapa, murieron por desnutrición en unas galeras de un campo agrícola de Mazatlán, Sinaloa, donde laboraban sus padres.

En el 2022, informó también, seis jornaleros agrícolas de diversas comunidades de la Montaña fueron asesinados a balazos en distintos lugares y hechos en los estados de Baja California y Sinaloa.

Han muerto 14 jornaleros agrícolas de Guerrero en lo que va de este 2022, dice Tlachinollan

Texto: Jesús Guerrero

Fotografia: Tlachinollan

Chilpancingo

 

En condiciones laborales deplorables y con el riesgo de sufrir algún accidente e incluso la muerte, unos 30,000 jornaleros agrícolas guerrerenses se van a trabajar cada año a los campos de distintos estados del norte del país ante la falta de empleo en sus comunidades.

En lo que va de este año han muerto 14 jornaleros agrícolas de la región de la Montaña, informó el abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Paulino Rodríguez Reyes.

En estos momentos un jornalero que murió al caer de un tren sigue en el Servicio Médico Forense de Guadalajara, Jalisco porque sus familiares no tienen dinero para traer su cadáver y sepultarlo en su comunidad.

Es un habitante de la comunidad de Ojo de Agua, del municipio de Iliatenco, quien murió al caerse del tren de carga La Bestia, al cual subió cuando cruzaba el municipio de Ocotlán, Jalisco.

«Esta persona estaba trabajando de jornalero en los campos de Michoacán y quería cruzar la frontera para llegar a Estados Unidos y encontró la muerte, pero sus familiares no pueden sepultarlo porque no tienen dinero para traerlo y el gobierno del estado ni los apoya», comentó el abogado.

Este jornalero agrícola dejó huérfanos a dos niños.

Rodríguez Reyes dijo que aun con esos peligros la gente de las comunidades de la Montaña y Costa Chica siguen trasladándose a diferentes estados del país para emplearse de jornaleros agrícolas.

Este fin de semana, 800 personas, entre adultos y niños de la comunidad de Ayotzinapa, del municipio de Tlapa, se trasladaron en 14 autobuses a los campos agrícolas de la comunidad de Costa Rica, municipio de Culiacán, Sinaloa.

Este grupo de personas fueron al corte de verduras que se exporta a Estados Unidos.

El éxodo de jornaleros agrícolas en los municipios de la región de la Montaña inicia en estas fechas, siempre después del Día de Muertos.

La empresa que contrató a los jornaleros agrícolas es la Golden Fields y los lleva directamente a la localidad de Costa Rica, donde están los campos agrícolas.
Dijo que la organización lleva un registro y cada año alrededor de 30,000 indígenas van a trabajar a los campos agrícolas de los estados del norte del país en condiciones de inequidad laboral.

«La situación para los jornaleros ha sido muy complicada desde siempre porque enfrentan problemas de todo tipo, como el abuso y la explotación laboral, discriminación, y carecen de seguridad social además de que los gobiernos federal y estatal no los respaldan», comentó Rodríguez Reyes.

Hizo un llamado a las autoridades federales y estatales para que le den seguimiento a los jornaleros durante su estancia en Sinaloa.

El abogado activista denunció que el gobierno de la morenista Evelyn Salgado Pineda ni siquiera apoya con la dotación de insumos básicos en la Casa del Jornalero Agrícola, ubicada en Tlapa, principal cabecera de la región Montaña.

«Estas instalaciones del jornalero no cuentan con lo básico para preparar comidas calientes y tampoco despensas», contó.

Agregó que desde que Salgado Pineda llegó al gobierno ordenó el retiro de los recursos públicos para el mantenimiento de las Unidades de Jornaleros Agrícolas, ubicadas en los municipios de Ometepec, Tlapa y Chilapa. «Dejaron de dar entre un millón y tres millones de pesos que otorgaban anualmente a estas unidades».

 

Jornaleros agrícolas salen a trabajar sin apoyo gubernamental

Texto: José Miguel Sánchez

Fotografía: Tlachinollan

Chilpancingo

Esta tarde, familias nahuas de la comunidad de Ayotzinapa, municipio de Tlapa de Comonfort, en la Montaña de Guerrero, salieron a trabajar a los campos agrícolas del estado de Sonora sin algún apoyo gubernamental, denunció el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan.

El abogado de Tlachinollan que da acompañamiento a los jornaleros agrícolas, Paulino Rodríguez Reyes, denunció que de parte del gobierno estatal y federal no hay respaldo para los trabajadores en materia laboral.

«La situación para este sector ha sido muy complicada desde siempre porque enfrentan problemas de todo tipo como la explotación y abuso laboral, discriminación y carecen de seguridad social y no hay programas gubernamentales que los respalden», mencionó Rodríguez Reyes.

Los jornaleros que se dirigen hacia Costa Rica, municipio de Sinaloa, son alrededor de 800, donde los emplea la empresa Golden Fields para el corte de verduras que exporta a Estados Unidos y Canadá.

La Golden Fields mandó 14 autobuses para el traslado de los jornaleros, quienes salieron esta tarde del crucero de Ayotzinapa, en Tlapa, y se le sumarán más en Chilapa.

Los jornaleros trabajarán en los campos agrícolas durante seis meses.

Rodríguez Reyes mencionó que Tlachinollan lleva un registro de 14,000 jornales que migran a los estados del norte del país, pero la cifra a nivel estatal pueden ascender a 40,000.

«Por eso se deberían crear programas que mejoren las condiciones de los jornales, como se está haciendo en otros estados expulsores de migrantes», dijo Rodríguez Reyes.

A nivel estatal, denunció el abogado, la Secretaria de Asuntos Indígenas y Afromexicanos, no apoya a la Casa del Jornalero, un espacio para la protección de los trabajadores, ni con insumos básicos para realizar su labor.

«Estas instancias no cuentan con lo básico para preparar alimentos calientes para los migrantes y tampoco les proporcionan despensas, el comedor sigue sin operar”, denunció.

Empresa abandona a jornalera Ñuu Savi tras accidente

Como muchos de sus paisanos Herlinda llegó a Rancho Los Pinos, en Baja California, para emplearse como jornalera agrícola. Y también, como a muchos de sus paisanos, la empresa la abandonó después de un accidente de trabajo. Esta es su historia, pero también la de muchas personas más


Texto y fotografía: Kau Sirenio / Pie de Página

Ciudad de México

 

Rancho Los Pinos dejó a su suerte a Herlinda Santiago Martínez después del accidente que sufrió en el surco de la empresa agrícola rancho Los Pinos, en Baja California. Los hechos ocurrieron el 23 de septiembre, en la malla 6 del sector 5, cuando Herlinda deshojaba las plantas de tomate en la empresa agrícola.

La jornalera llegó a la pizca de tomate y pepino de la temporada primavera-verano. Se fue con el compromiso de regresar a su comunidad de origen después de la cosecha. El enganchador le prometió a Herlinda que mientras trabajaba en los campos tendría vivienda digna, atención médica inmediata y áreas de trabajo seguras.

Herlinda Santiago Martínez habla la lengua tu’un savi (mixteco). Eso le impidió tener información clara sobre el trabajo que le prometieron. Ella salió de Cochoapa el Grande, en la montaña alta de Guerrero, para trabajar en la empresa agrícola Rancho Los Pinos. Ahí trabajaría por una temporada de seis meses.

Entre las promesas que le hicieron a la jornalera Ñuu Savi están: Que después cumplir con contrato laboral, la empresa la regresaría a sus comunidad de origen en un transporte adecuado. Sin embargo, esto no se cumplió. Tampoco la seguridad en el trabajo, ni la atención médica.

No es la primera vez

La denuncia en contra de rancho Los Pinos Desde no es de ahora. Pues desde hace 28 años que los na savi llegan a este lugar para trabajar en condiciones deplorables. Por ejemplo, el 26 de septiembre de 2016 Gudelia Lazaron, otra trabajadora, murió atropellada en los surcos del sector 1, malla 20, de esa empresa. La arrolló un camión que la llevó a ese lugar para cortar jitomate.

De acuerdo con fuentes cercanas a Herlinda Santiago Martínez, la trabajadora agrícola trató de incorporarse pero no le dio tiempo de moverse. Ahí fue cuando se dio cuenta que tenía fracturada la pierna derecha y la rodilla. La jornalera pidió auxilio en tu’un, pero la única que llegó a socorrerla fue su hermana.

Después de eso, el mayordomo pidió una ambulancia que llegó una hora tarde para trasladarla a la clínica 13 de la colonia La Cali. Sin embargo, los médicos que la recibieron le negaron atención médica. Así que la trasladaron a Ensenada,  donde fue abandonada por rancho Los Pinos en la clínica 08 del Instituto Mexicano del seguro Social (IMSS). Herlinda se quedó sin interprete ni acompañante.

En el hospital, la víctima no recibió información de su estado de salud en tu’un savi. Tampoco la empresa agrícola le proporcionó un intérprete. Herlinda estuvo en calidad de desconocida durante 13 días en la clínica 08 del IMSS, donde le suministraron paracetamol para calmar su dolor.

Violencia laboral y abandono

Después de buscarla por más de una semana, uno de sus sobrinos, que también es jornalero en Rancho Los Pinos, la ubicó en Ensenada, Baja California. A partir de ese día, el joven ñuu savi, se hizo cargo del cuidado de la jornalera, a pesar de ser un adolescente con español elemental.

Ante la falta de atención medica y dinero, Herlinda y su sobrino decidieron abandonar el hospital para regresar al campamento El Vergel, del rancho Los pinos. Los médicos del seguro social la obligaron a ella y su sobrino a firmar una responsiva en la que se deslindaban de la salud de la víctima.

Cuando llegaron llegaron a El Vergel, el campero de la cartería, Luis Andrés Huerta Chaires, y la trabajadora social Erika Guerrero Valera impidieron el ingreso de los jornaleros al campamento. El argumento fue que habían dejado el hospital. Tras esto, los administrativos de Los Pinos despidieron a la jornalera y su sobrino.

Los ñuu savi de Cochoapa se refugiaron con una paisana en el fraccionamiento Las Casitas de Santa María Los Pinos. Eso lo hicieron mientras buscaban regresar al estado de Guerrero. Sin embargo, al día siguiente se apersonó Luis Andrés Huerta Chaires con un cheque de tres mil pesos para finiquitar a la jornalera.

El argumento era que rancho Los Pinos le entregaba un apoyo económico a la afectada. Huerta Chaires hizo que la señora Herlinda firmara bajo engaños su renuncia y el deslinde de responsabilidades de la empresa por accidente en el trabajo.

En 2015, Pie de Página documentó la explotación de jornaleros agrícolas en el rancho Los Pinos. A siete años del reportaje, los abusos en esta empresa continúan, mientras el gobierno federal ha hecho poco para sancionar a esta empresa.

Este trabajo fue publicado por el equipo de Pie de Página y lo reproducimos como parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. 

Filemón Ortega y la esperanza de un futuro mejor para su familia

Texto: José Miguel Sánchez

Fotografía: Oscar Guerrero 

Chilpancingo

 

Filemón Ortega Marabel es originario de Rancho las Lomas, municipio de Zitlala, en la denominada Montaña Baja de Guerrero, y desde los siete años trabaja en los campos agrícolas de Sonora en la cosecha de pepino, jitomate y chile, ahora tiene 28 años y espera trabajar en Estados Unidos con la esperanza de un ingreso extra.

Filemón es parte de las 80 personas que esperan ser entrevistadas por el Servicio Nacional de Empleo Guerrero (SNEG) para obtener una vacante de trabajador agrícola en Estados Unidos.

Esta es la cuarta vez que Filemón se presenta en las oficinas del SNEG para obtener una vacante, las tres veces anteriores por falta de documentos, no cubrió los requisitos, pero tiene fe en que esta vez si pueda obtener un espacio.

Desde niño Filemón trabaja en los campos agrícolas, antes lo hizo para ayudar a sus padres y ahora para mantener a su familia, integrada por su esposa y tres hijos.

Antes, recuerda Filemón, cada nueve meses se iba con su familia a los campos agrícolas de Sonora, donde el pago era de 40,000 pesos por los nueves meses que trabajaron.

En su natal Rancho las Lomas como campesino y artesano gana 200 pesos al día.

“Si me quedo en mi pueblo gano 200 pesos al día y ahora si nos vamos al norte esperamos ganar un poquito más”, responde Filemón.

Esta es la primera vez que Filemón se va a Estados Unidos y espera que el pago sea mayor al de los campos agrícolas en Sonora. Su sueño es construir una casa para él y su familia.

El SNEG oferta 120 plazas para el corte de jitomate en los estados de Virginia, Florida y Carolina del Sur por un periodo de tres a seis meses.

De las 80 personas que entregarán su documentación y entrevistarán es posible que no todos queden. Faltará la valoración de la empresa contratante y una entrevista por parte de ellos.

Los trabajadores contratados comenzarán a laborar a mediados de agosto.

Filemón es parte de la población sin empleo. De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Empleo (ENOE), Guerrero registra 22,000 personas sin alguna ocupación laboral fija.

Este programa busca abatir el desempleo en México.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Salir de la versión móvil