Rosa Velia: de sobreviviente a maestra, artesana y líder comunitaria

Rosa Velia Salazar, artesana y líder en Yameto, Sinaloa, transformó su vida tras superar la violencia familiar. Con creatividad, pesca y artesanías de conchas, sacó adelante a sus hijos y su comunidad. Reconocida por su talento, enseña y lucha por mejorar su entorno. Inspiración y resiliencia.


Texto: Redacción Espejo

Foto: DE MEMORIA Y VERDAD: HISTORIAS DESDE LA PESCA

Viernes 29 de noviembre del 2024

Chilpancingo


Rosa Velia Salazar Garay vive en Yameto desde hace 46 años. Llegó en plan de trabajo y ahí se quedó. Hace manualidades para ayudar en el sustento económico de la familia. Su creatividad es reconocida en su comunidad y en las comunidades aledañas. Las conchas son sus mejores aliadas para hacer lo que le gusta.

Tras sufrir violencia familiar, decidió separarse y sacó a sus 7 hijas e hijos adelante. Entre la naturaleza, encontró una oportunidad buscando las conchas más hermosas que estuvieran a su paso y después convertirlas en hermosas creaciones, sabe que pocas personas saben valorar el esfuerzo que implica hacer las artesanías, pero eso ya no la desanima.

Al inicio intentó hacer bisutería, pero no era suficiente y se enseñó a pescar, le empezó a vivir mejor, pero con carencias; le prestaron una casa de lámina rota a la que le entraba el agua y por las noches sin un abanico les picaban los moscos. La pesca le dio para ir mejorando el espacio y sus hijas e hijos empezaron también a pescar tiburón para ayudarla.

Un día una promotora cultural del DIF, Chayito, la invitó a que se capacitara para hacer artesanías, no lo dudó y agarrándose de la riqueza que hay a su alrededor, asistió a la capacitación. Después empezó a ser un apoyo a las maestras que daban capacitaciones y se daban cuenta de su voluntad de aprender y participar.

Un día después de un taller le reconocieron su empeño y la invitaron a trabajar como tallerista, su trabajo era reconocido entre aplausos por su capacidad de compartir conocimiento, esa fue su iniciación en las artesanías. Fueron varias las comunidades que recorrió compartiendo su talento y lo que iba ganando le servía para ella y su familia.

Se considera una mujer humilde, pero sabe que el resto de la comunidad la considera a ella una gran maestra. Con más de 50 diplomas acumulados, sigue luchando con gusto por lo suyo. Ese fue un paso para escapar de la violencia familiar y su ex esposo que también vive en Yameto, ha visto su progreso y cómo lo comparte con sus hijas e hijos.

Su trabajo ha sido expuesto en otros lugares y a Baja California fue a compartir su experiencia. En su infancia vivió en una cueva en el cerro con su familia y se bañaba en el río, por lo que ha sabido apreciar los avances; sin embargo no cambiaría como vivió por “la vida recia” que hay ahora”, de pequeña no le tocó comer comida chatarra y ahora no piensa hacerlo.

Su papá y mamá eran de un ranchito llamado Villa Unión, en Durango, cuidaban unas cabezas de ganado y su paga era leche, se recuerda en un burro cuidando las vacas. También cuidaba frijoles. Sabe que en su familia hicieron lo que pudieron para sacar adelante a ella y sus 13 hermanas y hermanos, enseñando valores, pero con carencias afectivas y materiales.

Trabajó como cuidadora de una adulta mayor en la ciudad de Durango, con eso logró comprar libros y pagarse los pasajes a la escuela. Su desayuno era un pedazo de tortilla y un vaso de leche; su comida un camote tatemado y leche; en la noche una calabaza con leche. En temporada de elotes, le tocaba comerlos.

En la secundaria empezó a llevar una carrera comercial, no le gustó la contabilidad porque necesitaba el idioma inglés. Al huir de ese estudio, se vino a Sinaloa. En Dautillos le recomendaron que fuera a Yameto, porque necesitaban a alguien en la primaria, por lo que le presentaron un maestro que la llevó a Conafe. Ya tenía cuatro hijas e hijos, pero los dejó en otra comunidad en donde los cuidaban.

Le juntaron como 20 niñas y niños y empezó a trabajar. Le pagaban poco, pero la apoyaron con hospedaje, ella estaba en plan de trabajo, aunque solo le duró 2 años. Después le dieron la oportunidad con adultos mayores, también por 2 años. De maestra comunitaria, brincó a la pesca. Conoció a su nueva pareja y se iban a mar alto a trabajar.

Rosa sacaba tiburones hasta cuando estaba embarazada, en el primer día sacó 7 tiburones. Se enseñó a pescar botete, camarón y jaiba. Remendó las tarrayas que se rompían. Ya de grande y separada de su pareja, sus hijos la empezaron a acompañar al mar; a la fecha, sus hijos también pescan.

Cuando llegó a Yameto era un paraje sin casas de materiales sólidos, no había agua, luz ni caminos que conectaran. Las casas las hacían de zacate, tejían el mangle y las hacían paredes. Había canoas y no pangas.

“No se sufría”, dice de los buenos tiempos de la comunidad, cuando creció la población y se podía vivir del mar. Los programas empezaron a apoyar con lanchas, motores y la vida fue mejorando, las casas se hacían de madera, porque había más recurso económico y les llegó una planta de luz. “Luego fue un ranchito, no un paraje”.

Para hacer las obras de su comunidad, Rosa fue pionera en la lucha, todo inició con 40 pies de casa, luego el dispensario médico, iglesia, comedor comunitario y todo por lo que trabajó arduamente. Se le unieron sus hijas, fue cuando lograron la pavimentación y la toma del agua, antes se bañaban con agua de los canales.

Se siente realizada y sigue trabajando por cumplir sus sueños, desea que haya un espacio en el que personas adultas mayores y niñas y niños en situación de calle puedan vivir. La drogadicción y deserción escolar, es algo que lamenta ver y le preocupa. Quisiera también que se mejore el camino a la comunidad.

Hasta la fecha va a trabajar en ocasiones en la almeja y el ostión. Con orgullo se dice artesana, como Jesucristo que trabajaba la madera con sus manos. La mayor satisfacción es compartir su conocimiento para hacer figuras con conchas. Enseñar y participar, su parte favorita de vivir una vida que le costó conseguir y ahora agradece.

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Este es un trabajo de Memoria y Verdad: Historias desde la pesca, que rescata historias de resiliencia en comunidades costeras de Sinaloa, destacando ejemplos de vida digna frente al crimen y la marginalidad.

Desalojan fuerzas de seguridad bloqueo de policía comunitaria a la carretera Iguala-Ciudad Altamirano


Texto: Amapola Periodismo
Foto: Redes
Martes 30 de julio de 2024
Chilpancingo

El bloqueo por más de 24 horas que la autollamada policía comunitaria La Tecampanera mantuvo en la carretera federal Iguala-Ciudad Altamirano, a la altura de Teloloapan, para exigir al gobierno la búsqueda de varias personas que fueron secuestradas, presuntamente, por la organización criminal La Familia Michoacana (FM), fue desalojado la madrugada de este martes 30 de julio por la Guardia Nacional, el Ejército y la Policía Estatal, informó el gobierno estatal.

En el operativo, hubo 20 detenidos que no pertenecen a la autodefensa, informaron fuentes de la propia policía comunitaria.

El subsecretario de Asuntos Políticos y Sociales de la Secretaría General de Gobierno, Francisco Rodríguez Cisneros, afirmó que desde la una de la mañana de este martes la vía federal está despejada.

«Ya se encuentra despejada tanto la vía federal Iguala-Ciudad Altamirano como la vía estatal Teloloapan-Apaxtla; y hay un fuerte presencia de la Secretaría de la Defensa Nacional, de la Guardia Nacional, Policía Estatal. Y los bancos, tiendas departamentales han reiniciado sus actividades a partir de este martes», aseguró el funcionario estatal.

Desde el lunes 29 de julio, las autodefensas de La Tecampanera cerraron la vía e impusieron un toque de queda en Teloloapan, debido a que, aseguraron, se espera la incursión a esta zona de La Familia Michoacana.

La Tecampanera denunció que la FM privó de su libertad a cuatro trabajadores de una empresa gasera de Teloloapan el 19 de julio en el municipio vecino de Ixcateopan.

Líderes de la autodefensa de Teloloapan, señalada de tener vínculos con el grupo criminal La Bandera (antes Guerreros Unidos), también atribuyó a la FM el ataque con drones explosivos a las comunidades de El Terrero, Nuevo Sendero, La Laguna, Guadalupe y El Arenal.

A raíz del ataque, unas 90 familias de esas localidades se desplazaron a la cabecera municipal de Teloloapan, en donde desde hace una semana duermen en una casa de un empresario.
Versiones extraoficiales dieron a conocer que durante el desalojo en las dos vías, las fuerzas federales y estatales detuvieron a 20 integrantes de las autodefensas.

El lunes 29, los comercios de todos los giros comerciales, de Teloloapan, así como oficinas de los gobiernos estatal y municipal, sucursales bancarias y tiendas de autoservicio cerraron debido a que se esperaban enfrentamientos entre los policías comunitarios y la FM.

Los transportistas también suspendieron el servicio.
De acuerdo con fuentes oficiales, los líderes de la Tecampanera fueron los que ordenaron la paralización de todos los servicios en Teloloapan.

Maíz transgénico blanco, por qué lo rechaza Sheinbaum y qué propone para su sexenio

Como parte del “Plan C”, la presidenta electa Claudia Sheinbaum respalda llevar a la Constitución la prohibición del maíz transgénico blanco.

Texto: Animal Político

Foto: Archivo Amapola Periodismo

“La soberanía alimentaria sin siembra de maíz transgénico” es una de las metas del siguiente sexenio. Para lograrlo, la administración de Claudia Sheinbaum planea fijar en la Constitución –mediante una de las reformas que integran el “Plan C”- la prohibición para sembrar y producir maíz transgénico para consumo humano.

En México hay más de 64 especies de maíz, pero existen dos variedades principales: blanco y amarillo. El primero se produce exclusivamente para el consumo humano, y lo podemos encontrar en las tortillas que comemos cada día. Mientras que el amarillo se destina al procesamiento industrial y a la alimentación animal.

El maíz transgénicoes un maíz al que se le inserta un gen, de otro organismo vivo, —comúnmente de una bacteria—, para que adquiera características que naturalmente no podría tener como tolerancia a la sequía o tolerancia a herbicidas como el glifosato.

Por ello, su siembra en el país es considerada por los especialistas como un riesgo, pues puede contaminar y modificar los genes de los maíces nativos existentes en México.

La reforma adherida al Plan C contempla prohibir la siembra del maíz blanco y amarrillo transgénico en suelo nacional, y permite unicamente la importación de maíz amarillo transgénico para consumo animal.

La postura es idéntica al decreto presidencial emitido en febrero de 2023 por Andrés Manuel López Obrador. Solo que en esta ocasión, pretende llevarlo a la Constitución.

“Todo el maíz blanco (de México) no es transgénico y va a seguir siendo no transgénico. La dieta de los mexicanos seguirá siendo derivado de maíz producido aquí en México”, dice en entrevista con El Sabueso Julio Berdegué, agrónomo mexicano y próximo secretario de Agricultura y Desarrollo Rural

“Tenemos 64 razas de maíces nativos, son nuestros ancestros… ese maíz criollo o nativo a nosotros nos interesa mucho ayudar con políticas públicas a que las comunidades lo sigan cosechando, produciendo y consumiendo”.

Riesgo de sembrar maíz transgénico en México 

El riesgo de sembrar maíz transgénico, según especialistas consultados, consiste en que todavía se tiene un conocimiento muy limitado sobre las consecuencias de mezclarlo genéticamente con maíces criollos, ya que pueden existir variaciones en las especies, ocasionando pérdida de calidad y propiedades de manera irreparable.

“Algunos genetistas han encontrado que el gen que determina esa característica, ese sabor al pinole, tiene una frecuencia génica del 0.02%, es muy bajita, esa frecuencia génica dominada por otros genes como un transgénico pueden hacer que desaparezcan esos genes (del pinole)”, explica Carlos Ávila Bello, profesor investigador de la Universidad Veracruzana, y quien ha centrado sus estudios sobre el maíz en la Sierra de Santa Marta en Veracruz.

Inclusive podría desaparecer el teocintle —el familiar silvestre del maíz —, cuyos genes comúnmente son utilizados en investigaciones y desarrollos científicos para mejorar el maíz en aspectos de calidad nutritiva, resistencia a enfermedades, entre otras cosas.

En cuanto al consumo humano, se sabe de la posibilidad de que la semilla transgénica pueda ocasionar alergias o toxicidad, o resistencia a antibióticos, como el caso del maíz transgénico de la marca Starlink en Estados Unidos.

Para usar una semilla transgénica se debe de importar de países como Estados Unidos, Argentina o China, donde producen empresas como Monsanto, Syngenta, Dupont, Bayer Cropscience, y Dow, por lo que se dependería de empresas extranjeras para realizar la producción.

Además, implica el uso de la tecnología del glifosato, un herbicida que se ha documentado puede ser absorbido por las mazorcas e incluso se pueden encontrar restos suyos en los derivados del maíz, como tortillas, totopos y frituras, cuenta Carlos Ávila Bello, profesor investigador de la Universidad Veracruzana

Maíz blanco en México

Actualmente en México no se siembra maíz blanco transgénico, solo maíz blanco nativo en diferentes regiones, que implica una siembra a nivel del mar o hasta los 3 mil metros de altura.

Productores de Estados Unidos, en el marco del Tratado de Libre Comercio, intentaron ingresar el maíz blanco transgénico al mercado nacional, pero se dio la prohibición presidencial de 2023.

El promedio anual de producción de maíz blanco nativo es de 27 millones de toneladas, de acuerdo a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader). Con esta producción, el país es casi autosuficiente para el consumo humano.

El año pasado (2023), México sólo compró 490 mil toneladas de maíz blanco a otros países para abastecer el consumo interno del país.

Bajo el contexto de autosuficiencia, Julio Berdegué, agrónomo mexicano y próximo secretario de Agricultura y Desarrollo Rural celebra el decreto de López Obrador y asegura que la siguiente administración está 100% de acuerdo en la prohibición, además de descartar que la transgenia sea la única tecnología que el país podría emplear para mejorar la calidad del maíz. Tecnología que actualmente no es implementada en el consumo local.

Maíz amarillo transgénico seguirá llegando a México

El maíz amarillo transgénico no será sembrado en el país, pero sí podrá seguir siendo importado para alimentar ganado, como aves y cerdo,  y para usos industriales como producción de aceite y almidón, pues México esté lejos de ser autosuficiente en producción, según Julio Berdegué.

“Nos interesa incentivar la produccion de maiz amarillo en nuestro pais, que será no transgénico, para ir reemplazando todo lo que son importaciones”, apunta.

En el país solo se produce maíz amarillo nativo, con un promedio anual de 15 millones de toneladas. Y en  entidades como Yucatán, en su península, las comunidades tienen la particularidad de consumirlo para la producción de sus tortillas.

México adquiere en promedio anual otras 19.7 millones de toneladas más de maíz amarillo  —estos sí transgénicos—, de los cuales 88.7% provienen de Estados Unidos, detalla el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA ).

Se prevé que, para finalizar el 2024, México tenga una disminución en su importación y sea un total de 14 a 16 millones de toneladas de maíz amarillo transgénico.

Aunque no se produzca maíz amarillo transgénico, su transportación a lo largo del país implica un riesgo de contaminación a las especies nativas, pues el polen puede terminar en los campos de cultivo que se ubican a lado de las carreteras, apunta  Rafael Ortega Paczka,  ingeniero agrónomo y académico de la Universidad Autónoma de Chapingo,

Este riesgo ha permanecido por más de 30 años, pues desde la década de 1990 se ha dado preferencia a la importación de este tipo de maíz.

“Nosotros tuvimos autosuficiencia en los años de 1970, luego durante el sexenio de Carlos Salinas comenzó a ser más barato importar el maíz amarillo que sembrarlo, por eso se descuidó. Ahora enfrentamos varios problemas, aumentó la población, ha habido nuevos usos para el maíz y las grandes superficies de las mejores tierras donde se sembraba el maíz, en el Valle de México, en la llanura de Guadalajara, en el Valle de Toluca, el Valle de Puebla, están sepultados por ciudades”, explica Paczka.

¿Qué alternativas existen al maíz transgénico?

La empresa Monsanto mantuvo una demanda durante cuatro años frente a un decreto presidencial en México —que actualmente no está vigente— y que buscaba prescindir del glifosato y del maíz transgénico blanco y amarillo.

Entre sus alegatos, Monsanto aseguraba que una semilla transgénica tiene asegurada su calidad y puede cosecharse en situaciones adversas dentro de una masiva producción de un solo cultivo. Incluso, usuarios en redes sociales retomaron los dichos de dicha empresa para defender el uso de la transgenia, y “obtener productos de calidad”.

Pero la transgenia no es algo que se permita en la siembra de productos básicos con facilidad a lo largo del mundo. Por ejemplo, la Unión Europea no ha permitido que se siembren trigos transgénicos, y ni Japón ni China permiten la transgenia en el arroz.

Berdegué es optimista y considera que además de la prohibición constitucional en México, la transgenia será superada  por otro desarrollo científico que muestre menos consecuencias negativas.  “Yo creo que de aquí a  unos años más, en algunas décadas, debe ser una tecnología superada”, asegura.

Carlos Ávila Bello, profesor investigador de la Universidad Veracruzana y quien ha centrado sus estudios sobre el maíz en la Sierra de Santa Marta en Veracruz, explica que no es necesaria una tecnología futurista para comenzar a mejorar el maíz, pues ya existen alternativas nacionales con las que se puede trabajar.

“La base mundial para el mejoramiento genético es una raza de maíz mexicano, que se llama tuxpeño, ese es un maíz de alta producción, que ha sido la base para el mejoramiento genético no transgénico, tradicional, que no le mete genes extraños al maíz… y  se pueden hacer programas públicos con los pueblos originarios para estudiar”, apunta como una propuesta de solución.

Además de la transgenia y uso de semillas nativas, existe otra tecnología, se trata de las semillas híbridas. Estas consisten en la mezcla de dos variedades de maíces y cuya combinación puede hacerse de manera manual o artificial.

Ejemplo de producción manual de semillas híbridas, de acuerdo al Manual de Greenpeace.

En el mercado de México se disponen de estas semillas híbridas, algunas son producidas en el centro de investigación del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y garantizan altos rendimientos.

Sin embargo, las semillas híbridas producidas por marcas comerciales despiertan la sospecha entre campesinos.

“Hemos visto que quienes adoptan la siembra de maíces híbridos que provienen de (transnacionales) no pueden sembrar el siguiente año, la semilla ya no germina… sospechamos que tienen una tecnología que hace años llamamos terminator, esa tecnología lo que hace es amarrar al productor al mercado, (cada cosecha) ya no tiene la semilla y tiene que comprar de nuevo”, cuenta Ávila.

Gobierno quiere investigar genes del maíz para cosecha en condiciones extremas

Aunque en las últimas décadas no ha existido un considerable apoyo a la investigación del maíz, para mejorar su calidad y producción, la próxima administración asegura que pretende realizar estudios sobre los maíces nativos del país.

“A nosotros nos interesa mucho sobre los estudios de los maíces criollos en los ámbitos nativos en dos aspectos; uno la investigación desde las ciencias sociales, para entender mejor cómo esas comunidades cuidan, conservan, seleccionan, utilizan esos maíces, y también nos interesa mucho la investigación biológica, genética y agronómica para entender esa enorme diversidad genética de las especies”, dice Berdegue.

El próximo secretario de Agricultura todavía no tiene en mano datos sobre un posible presupuesto o detalles de cómo harán posible la investigación del maíz en México, pero asegura que el reto será investigar los genes de cada uno de los 64 tipos que hay en el país.

“Cada una de esas razas pues tiene un genoma, un contenido genético y no lo conocemos, conocemos la puntita del iceberg, cuando yo te digo es un tesoro de diversidad genética, bueno, ¿en qué consiste ese tesoro exactamente? ¿Habrá genes para las altas temperaturas? ¿En cuál de las razas? ¿Habrá genes para las sequías? ¿Habrá genes para nuevos usos como los farmacéuticos?, cuestiona Berdegué.

Pretende que los resultados de las investigaciones sobre el maíz sean de dominio público. “Que sean propiedad de la nación mexicana y de las comunidades  indígenas que han construido esos maíces, y no pueda ser un conocimiento que pueda ser apropiado por alguna empresa que viene, colecciona semillas y utiliza esos genes para uso privado-particular”, asegura.

Tezquitzin ropa artesanal, un emprendimiento de artesanas guerrerenses que exportan a Estados Unidos

Texto y foto: Alberto Ramirez 

Lunes 24 de junio del 2024
Chilpancingo


Tezquitzin, ropa artesanal, es un negocio familiar de prendas para vestir y bisutería hechas a mano por personas originarias de Chilapa y sus alrededores.

La tienda se ubica en Chilpancingo y va a cumplir cinco años de vestir a niñas, niños, hombres y mujeres del estado, del país e incluso del extranjero.

Cada una de las prendas son confeccionadas, bordadas o pintadas por alrededor de 10 personas que laboran en Tezquitzin.

Una ingeniera civil creó este emprendimiento. Se trata de Mariela Morales Román, de 27 años. Mariela emprendió este negocio en el año 2019 cuando una persona le encargó cinco camisas elaboradas en la región Montaña baja, sin embargo, las prendas nunca las recogieron por lo que se tuvo que quedar con ellas.

En esas fechas ella no había planeado tener su propio negocio, pero como las camisas no las usaría y ya había invertido en ellas, decidió ofrecerlas a través de Facebook en los grupos de venta.

Sin saberlo aún, en ese momento, inició un negocio que le cambiaría su futuro en el ámbito económico y laboral.

De las cinco camisas que le habían encargado y que no recogieron vendió unas piezas y otras le quedaron, pero la gente le empezó a preguntar sobre otras prendas diferentes, así fue como a Mariela le surgió la inquietud de emprender, además su familia y ella saben confeccionar, bordar, elaborar bisuterías y eso era un plus que le ayudaría en su negocio.

El primer año realizó las ventas en línea, pero al siguiente decidió abrir un local para que la gente que le compraba tuviera más confianza y existiera la posibilidad de que pasaran los clientes a ver de manera física las prendas.

Otro motivo que la llevó a dar ese paso fue que se convirtió en mamá y quiso darse un respiro para ella y para su hijo ya que en el lugar que laboraba como ingeniera civil le demandaba mucho tiempo.

A diferencia de muchos negocios, Tequitzi no cerró sus puertas en la pandemia, al contrario, de acuerdo con Mariela, tuvo muchas ventas, pero se efectuaron en línea y exportó muchas piezas a Estados Unidos, lo que le permitió no cerrar su local.

Las redes sociales, principalmente Facebook, fueron de gran ayuda para que su negocio creciera, mucha gente la contactó por ese medio para conocer más acerca de sus prendas, le preguntaban acerca de vestidos para quince años o para novias, de blusas y accesorios y fue así como agregó nuevos productos a su negocio.

Las camisas fueron el principal producto que empezó a vender, luego la gente le pedía “duos” que son prendas para parejas hechas con los mismos colores y diseños.

La emprendedora comentó que lo que le permitió crecer y que muchos de los clientes elijieran sus productos es la atención que les da y que, por lo menos en la plaza donde se ubica, es la única que se dedica a la confección.

“Lo que el cliente necesita se elabora sin ningún problema, a veces me dicen que vieron una prenda en Facebook, pero quieren que le quite o le agregue algo y lo hago”.

Mariela contó que sabe confeccionar un poco gracias a que veía como su mamá lo hacía, que incluso cuando ella y sus hermanas eran niñas su mamá les hacía sus uniformes.

En Tezquitzin su tía es la que se encarga más de eso porque es la que sabe y la que estudió, su mamá también se está preparando con cursos en ese ámbito para hacer los trabajos de la tienda.

*Ser emprendedora en Chilpancingo*

Mariela lamentó que los mismos guerrerenses no valoren el trabajo de sus paisanos porque hay ocasiones en las que preguntan por el precio de alguna prenda, se les hace cara y regatean, pero no conocen el trabajo que hay detrás de esa prenda o aunque lo conozcan pretenden que debe de ser más barato. Devalúan lo hecho a mano, aunque es precisamente lo que lo hace especial, lamenta.

“A veces quiero decirles (a las personas que regatean) que intenten hacer una prenda para que vean que no es fácil como creen y que lo hecho a mano es más complicado aún”.

Los principales materiales que usan para elaborar las prendas son la tela, los hilos y las agujas.

El proceso de elaboración y el precio de las prendas varía de acuerdo con el diseño o el tipo de prenda; una camisa cuesta desde 750 hasta mil 800 pesos.

El tiempo de elaboración de una camisa puede ser de tres semanas, dependiendo de la complejidad de la prenda o los detalles, un vestido para quince años o de novia pueden tardar en elaborarlo hasta seis meses.

Esos aspectos no los valoran muchos de los clientes y pretenden que las artesanas bajen el costo de las prendas.

La violencia que se vive en la ciudad es otro problema que afecta en gran medida en su negocio, Mariela recordó que en los días en los que Chilpancingo se paralizó por la violencia contra los conductores del transporte público casi no tuvo ventas porque la gente no tenía cómo desplazarse o tenía miedo de salir de sus casas.

Lamentó la situación que se vive en el tema de la seguridad porque a los emprendedores les afecta demasiado.

«Tenemos que pagar renta y los demás servicios sin importar que haya tenido ventas o no, es un gasto que se tiene que cubrir».

*Metas y logros de Mariela*

Mariela quiere regresar a ejercer su carrera, su meta es hacerlo, pero no dejar su negocio, sino que quiere que crezca más, que más gente lo conozca.

De las cosas que se siente orgullosa es ser patrocinadora de pasarelas y concursos como Míster Turismo, Señorita Turismo, entre otros, lo que le permite que la gente conozca más de su trabajo y sus prendas.

Tezquitzin patrocina con sus prendas a Miss Earth Guerrero que está concursando a nivel nacional, le realizan una sesión de fotos y esa es la manera en que más personas conocen las prendas que venden.

Miss Earth es un concurso de belleza femenina que se realiza cada año y donde se califican la belleza, la inteligencia, seguridad, elegancia y porte que poseen las candidatas.

A Mariela la contactan a través de redes sociales para preguntarle sobre ciertas prendas que vieron en esos concursos y eso ayuda que sus ventas aumenten.

Tezquitzin ropa artesanal está ubicada en la Plaza Alcatraz en el andador Emiliano Zapata número 11 en el centro de la capital.

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