“En mi corazón de madre siento que mi hijo ya no vive”, dice la madre de Juan Carlos Díaz Gaspar, desaparecido desde hace dos meses y 14 días

Petra Gaspar Mendoza, la madre de Juan Carlos, pide respuestas sobre el paradero de su hijo para darle una sepultura digna


Texto: Andrea Mendoza

Foto: Luceli Pastrana

Lunes 1 de julio del 2024

Chilpancingo

 

“En mi corazón de madre siento que mi hijo ya no vive”, dice Petra Gaspar Mendoza a su hija Dalia Gaspar Díaz sobre sus presentimientos con relación a su hijo Juan Carlos Díaz Gaspar, de 27 años, quien ya lleva dos meses y 14 días desaparecido.

Los primeros días de su desaparición, la familia y amigos de Juan Carlos se movilizaron para exigir la búsqueda del joven, tapizaron la ciudad con su foto, marcharon y cerraron avenidas. Después, como ocurre con decenas de personas desaparecidas, los familiares se callan y muchos, incluso, se van a otra ciudad para resguardar la vida.

David Molina Rodríguez, vocero del Colectivo de Familiares de Desaparecidos Lupita Rodríguez, aseguró que eso ocurre a la mayoría de las familias, porque todas reciben amenazas por teléfono, tan pronto como salen de la Fiscalía General del Estado (FGE), a donde acuden a poner la denuncia y a exigir la búsqueda de la persona desaparecida.

El caso de la familia de Juan Carlos no es la excepción. Dalia Gaspar Díaz contó que recibieron amenazas para que dejaran de hacer marchas.

“No es casual que estas amenazas ocurran después de salir de la Fiscalía a hacer la denuncia”, dice perspicaz Molina Rodríguez, en cuya desaparición de su hermano Josué Molina Rodríguez, en junio del 2014, documentaron la participación de integrantes de la FGE.

La familia de Juan Carlos recibe diversas llamadas. Algunas de amenazas para dejar de buscarlo, otras que piden dinero a cambio de información sobre su paradero. Una de estas llamadas fue para decirles que a Juan Carlos se lo llevaron a la sierra para hacer trabajos forzados para un grupo del crimen organizado.

En medio de este silencio por estas llamadas, la madre de Juan Carlos presiente que su hijo ya no está con vida y espera que le den la información sobre a dónde se lo llevaron para recuperar sus restos para darle una sepultura digna y llorarle.

Juan Carlos desapareció el 17 de abril pasado, la última imagen que tienen de él son de una cámara del restaurante Vips en el que trabajaba al sur de la ciudad. En la imagen Juan Carlos se despide de sus compañeros, mientras avanza hacia la salida. Unos días antes de que ya no regresara, Juan Carlos fue agredido por dos hombres al salir de su trabajo. Los dos hombres estaban esperándolo. Cuando el joven sale, lo interceptan, intercambian frases y después los dos hombres lo golpean.

Las cámaras del C4, de acuerdo con la versión de la FGE, no funcionaban el día que desapareció. David Molina Rodríguez, a partir de conocer otros casos de personas desaparecidas de este colectivo, afirma que no es raro que eso diga la FGE. “Generalmente cuando se trata de proporcionar información esas cámaras no funcionan justo ese día”. Lo mismo ocurrió el día de la desaparición de su hermano Josué Molina Rodríguez, en junio del 2014. “Las cámaras no funcionaban y así ha pasado con otras personas desaparecidas”.

Dalia Gaspar denunció que la FGE no ha investigado el celular de su hermano, el cual fue hallado por una mujer y entregado a la esposa de Juan Carlos.

A pesar del miedo, la hermana de Juan Carlos anunció que marcharán nuevamente cuando se cumplan tres meses de la desaparición de Juan Carlos.

En lo que va de este año hay un registro de 206 desapariciones, de acuerdo con el registro de Amapola Periodismo. En abril, el mes en el que desapareció Juan Carlos, ocurrieron 41 desapariciones.

Contempla madre de desaparecido denunciar a la Fiscalía por extraviar el expediente del caso de su hijo

Texto y foto: Jesús Guerrero

Domingo 12 de mayo de 2024
Chilpancingo

Margarita Leyva, madre de Francisco Fonseca Leyva, desaparecido el 18 de mayo de 2019, no descarta la posibilidad de interponer una denuncia contra la Fiscalía General del Estado (FGE) por el extravió del expediente del caso de su hijo.

Este lunes 6 de mayo, Margarita Leyva acudió a la Fiscalía para preguntar cómo va el caso de su hijo, y se llevó “una sorpresa mayúscula” cuando un Agente del Ministerio Público del Fuero Común (AMPFC) le mostró el expediente en blanco, denunció la propia Margarita, en entrevista el 10 de mayo poco antes de participar en una protesta con otras madres de desaparecidos.

Francisco Fonseca trabajaba como ayudante de albañil, y la última vez que se le vio fue el 18 de mayo de 2019, cuando terminó su jornada laboral en una obra de la colonia Eduardo Neri, ubicada en la zona poniente de Chilpancingo.

«El 18 de mayo de hace cinco años estaba esperando a mi hijo para darle de comer, pero pasaban las horas y no llegaba. No pude dormir toda la noche”, recuerda Margarita Leyva, sin poder evitar las lágrimas.

Mencionó que después de preguntarles a sus compañeros de trabajo si lo habían visto y que le dijeron que no, se dio a la tarea de buscarlo por los cerros de la colonia Eduardo Neri.

 

«Uno como madre tiene que buscar a sus hijos; y lo sigo buscando», remarcó Margarita Leyva.

Comentó que una vez que tuvo una plática con un funcionario de la FGE, éste le inventó que su hijo Francisco se había ido a Estados Unidos a trabajar.

«Yo le exigí a ese funcionario que me mostrara videos o fotografías donde se ve a mi hijo subiendo a un autobús, pero nunca me dio pruebas; y es evidente que me mintió para que ya deje de exigir en las protestas la aparición de mi hijo», denunció.

Margarita Leyva no descartó interponer una denuncia contra la FGE por el extravió del expediente del caso de su hijo.

«¿Cómo es posible que después de cinco años (de) que interpuse la denuncia de la desaparición de mi hijo, la Fiscalía haya dejado en blanco su expediente?», cuestionó.

De acuerdo con los datos del colectivo Lupita Rodríguez Narciso, desde hace casi 12 años, en Guerrero hay cuatro mil personas desaparecidas.

Localizan en Acapulco a seis desaparecidos: a tres en el Semefo y a tres más en el Cereso

Texto: Amapola Periodismo

Foto: Andrea Mendoza 

Jueves 21 de marzo

Chilpancingo

Como parte de una jornada nacional de búsqueda de personas desaparecidas en vida articulada por diferentes colectivos, en Guerrero localizaron a seis personas en esa situación, a tres en el Servicio Médico Forense de Acapulco y a tres más en el Centro de Readaptación Social (Cereso), también en Acapulco.

Esta mañana, el Colectivo Familiares en Búsqueda María Herrera reportó en una conferencia de prensa en Chilpancingo, el resultado de esta jornada nacional en Guerrero.

La brigada nacional de búsqueda en vida de personas desaparecidas culminó este miércoles.

Gema Antúnez, la representante del Colectivo María Herrera, entre otras personas que integran esta organización en Chilpancingo, informó que los cadáveres de tres personas con reporte de desaparición fueron localizadas en el Semefo de Acapulco y otras tres personas más en el Cereso, también en Acapulco.

Gema Antúnez Flores, representante del colectivo Familiares en Búsqueda María Herrera, entre otros familiares de personas desaparecidas, informaron en Chilpancingo de la localización de seis personas con reportes de desaparecidas, a tres los hallaron en el Cereso y tres más localizaron sus restos en el Semefo, de Acapulco. Foto: Andrea García

Los restos de las personas localizadas en el Semefo corresponden a Marla Jiménez Carachure, una maestra desaparecida desde el 21 de julio de 2019, en Acapulco; a Goyita Ortiz Garnica, de Guadalajara, y el hijo de Sonia Povedeno, del colectivo Una Luz en el Camino, de la Ciudad de México.

Las personas localizadas con vida dentro del Cereso de Acapulco son el hijo de Luisa Romo del Colectivo Voz, organización que pide justicia por los desaparecidos de Torreón Coahuila.

Otro localizado en el Cereso es Valentín Santibáñez Ramírez, originario de la Ciudad se México.

El tercer localizado con vida es José Manuel Ramos Catalán, quien lleva cuatro años detenido en el Cereso de Acapulco, sin que su familia fuera informada.

Protestan familiares de Miguel Huerta para exigir a FGE su búsqueda

El Servidor de la Nación, originario de Taxco, hoy cumple un año desaparecido en Temaxcalapa, municipio de Taxco

Texto y foto: Marlén Castro
Miércoles 28 de febrero del 2024
Chilpancingo

A las seis de la tarde del martes 28 de febrero, el servidor de la nación Miguel Huerta Torres, en Temazcalapa, municipio de Taxco, fue privado de su libertad por una mujer y un hombre armados.

Hoy que se cumple un año de su desaparición, su familia en desplazamiento forzado para preservar la vida, interrumpió su exilio para exigir a la Fiscalía General del Estado (FGE) que lo busque, porque aunque están detenidos tres responsables, «no han hablado ni hablarán para decir a dónde se lo llevaron».

Huerta Torres es un líder natural de Temaxcalapa, gestor de diferentes necesidades en la comunidad, a quien seguían los pobladores por su capacidad de gestión.

Temazcalapa, como otras comunidades de la zona Norte, comenzó a sufrir el asedio de un grupo del crimen organizado.

Huerta Torres se opuso a las determinaciones establecidas por gente de ese grupo.

Se lo llevaron al salir de la Comisaría Municipal, a la que convocó a la población para acordar asuntos relativos a su trabajo como Servidor de la Nación.

Es militante de Morena.

La familia de Huerta Torres se integró al Colectivo Familiares en Búsqueda María Herrera y hoy protestaron en la puerta de la Fiscalía para exigir resultados.

Integrantes del Colectivo María Herrera junto con familiares del desaparecido Miguel Huerta protestan en la FGE para exigir labores de búsqueda.

Cuando se lo llevaron a punta de las armas, Miguel estaba con su hijo de cinco años, el más pequeño de los cuatro hijos, quienes esperan volver a verlo vivo.

Al desinterés de la FGE, la familia Huerta se enfrenta también a la prepotencia del delegado del Bienestar, Iván Hernández Díaz, quien no canaliza el salario a sus hijos, tres de ellos son menores, aunque un Tribunal Federal ordenó la protección de los menores.

El Colectivo María Herrera convocó a una marcha que partiría del Monumento a Las Banderas a la Fiscalía, la que se transformó en una protesta en la puerta principal de la FGE porque ante el temor acudieron solamente unas once personas.

Familiares de víctimas de la guerra sucia exhumados exigen entrega de cadáveres a la FGE

Texto y foto: José Miguel Sánchez
Foto:
Domingo 25 de febrero del 2024
Chilpancingo

Familiares de personas desaparecidas y asesinadas durante la guerra sucia, exhumadas en septiembre del 2023, denunciaron que a cinco meses, la Fiscalía General del Estado (FGE), no les entrega los cadáveres.

Se trata de los cadáveres de Bartolo Rojas Nazario Francisco Rojas Nazario, Gervasio Bernardino Román, Eduardo Oviada
Ortíz, Apolonio Hernández Bernardino, José Isabel Rojas Bernardino y el joven Pablo Rojas Terán, de 14 años, asesinados y desaparecidos por elementos del Ejército entre 1967 y 1974.

El 8 de septiembre del 2023, derivado de una demanda que realizó la Unión de Colectivos de Familiares y Víctimas de la Guerra Sucia por desaparición forzada ante la Fiscalía General de la República (FGR), se realizaron labores de búsqueda en la Sierra de Ajuchitlán del Progreso para hallar ocho cadáveres con lo que se probó el terrorismos de Estado, conocido también como guerra sucia.

El representante y asesor jurídico de las víctimas, Octavio Gervasio Serrano, dijo que a seis meses de recuperar los restos, estos no son entregados a sus familiares para darles una sepultura digna.

Integrantes de la Unión de Colectivos Víctimas de la Guerra Sucia protestan afuera de la Fiscalía General del Estado (FGE) para exigir le entrega de los restos de sus familiares exhumados el pasado mes de septiembre

Explicó que la Comisión de Acceso a la Verdad (CEAV) les informó que el retraso se debe a que «son restos de larga data, por lo que es difícil llevar a cabo la prueba científica de identificación humana».

De acuerdo con Gervasio Serrado, para las familias de las víctimas «hay una certeza de que los restos pertenecen a esas personas por el lugar donde fueron localizados y por otras formas que llevan a la identificación de los mismos».

Para exigir la entrega de los restos, la Unión de Colectivos entregaron hoy un oficio en la FGE para solicitar una audiencia con su titular y pedirle agilizar las investigaciones y la entrega de los restos.

De acuerdo con lo explicado por Gervasio Serrado, el 8 de septiembre, los restos fueron trasladados a Chilpancingo en un helicóptero y posteriormente a la Ciudad de México para sus estudios de identificación.

Desde ese momento las familias esperan los restos para darles una sepultura digna.

“Así también solicitamos que se continúe con las investigaciones para castigar a los militares que ejecutaron sumariamente a nuestros familiares”, dijo Gervasio Serrano.

Asesinan en Zumpango a padre de joven desaparecido en 2023

Texto: José Miguel Sánchez

Foto: Amapola Periodismo/Archivo

Miércoles 14 de febrero del 2024

Chilpancingo

 

Noé Sandoval Adame, padre del menor de 17 años desaparecido en 2023, Kevin Sandoval Mesa, fue asesinado a balazos la noche de ayer afuera de su domicilio en Zumpango del Río, cabecera del municipio de Eduardo Neri, pegada a la capital.

Desde noviembre del 2023 que desapareció su hijo Kevin, Noé Sandoval se integró al Colectivo de familiares de Personas Desaparecidas María Herrera, donde en los últimos meses fue un integrante activo, de acuerdo con la representante del Colectivo, Gema Antúnez Flores.

Kevin Sandoval Mesa, de 16 años, desapareció el 17 de noviembre del 2023, al enlistarse en una cuadrilla de trabajo para cortar madera en la Costa Chica de Guerrero.

El menor se fue y ya no regresó; desapareció junto con tres compañeros de trabajo.

Después de la desaparición de Kevin. Su madre y padre se integraron al Colectivo María Herrera. “Tenían esa hambre y esa necesidad de encontrar a su hijo», dijo Antúnez Flores.

Marcha de integrantes del Frente Guerrero por Nuestros Desaparecidos, en Chilpancingo, el 20 de agosto del 2020. Foto: José Luis de la Cruz/Archivo

El asesinato de Noé ocurrió la noche de ayer en Zumpango. Fue atacado a balazos afuera de su domicilio, quedó gravemente herido y fue trasladado al Hospital General Raymundo Abarca Alarcón, donde antes de llegar falleció.

“Él (Noé) estaba en la parte más crítica de su duelo y ahora su familia se tiene que enfrentar a otro duelo más”, agregó la activista.

Noé será trasladado a Cuernavaca por sus familiares, de donde era originario.

El asesinato de Sandoval Adame se suma, en lo que va de este 2024, al de la buscadora Ángela Meraz León, presidenta del colectivo Unión y Fuerza por Nuestros Desaparecidos en Tecate, Baja California, y a la desaparición de la buscadora Lorenza Cano Flores, en Salamanca, Guanajuato.

“El llamado a las autoridades es que ya hagan algo contra estos actos que estamos viviendo, porque no es posible que las personas que buscamos a nuestros familiares seamos víctimas de este tipo de atentados”, agregó Antúnez Flores.

El nuevo censo de desaparecidos confunde a víctimas con familiares que los buscan

Entre las irregularidades del nuevo censo se encuentra el caso de una familia cuyo hijo está desaparecido, pero en el listado fue registrado su papá, pese a que él nunca ha estado en esa situación.


Texto: París Martínez/Animal Político

Foto: Animal Político 

26 de enero del 2024

 

Al cumplirse 15 años desde la desaparición forzada del ingeniero José Antonio Robledo Fernández, ocurrida el 25 de enero de 2009 en Monclova, Coahuila, los familiares de este profesionista denuncian que su caso es un ejemplo de las irregularidades cometidas durante el más reciente censo de víctimas realizado por el gobierno federal, ya que en el nuevo listado no era su hijo el que aparecía registrado, sino el padre de éste, quien, por cierto, nunca ha estado desaparecido.

Aunque este error le fue advertido a las autoridades desde diciembre pasado, hasta la fecha, el nuevo censo sigue presentando al padre del ingeniero como víctima de desaparición.

Durante un “acto de memoria” realizado este jueves en homenaje al ingeniero José Antonio Robledo Fernández, su madre, la señora Guadalupe Fernández, relató que su caso fue registrado en el nuevo censo de desaparecidos sin que las autoridades contactaran a la familia para verificar que la información incluida fuera correcta.

El ingeniero José Antonio Robledo Fernández desapareció el 25 de enero de 2009 en Monclova, Coahuila. Foto: Foto: facebook.com/guadalupe.fernandezmartinez

Dejan sin corregir error en censo de desaparecidos

Los resultados del censo fueron presentados el 14 de diciembre del año pasado, pero los padres del ingeniero desaparecido fue contactados seis días después, momento en el que advirtieron a las autoridades sobre los datos incorrectos que el registro presentaba, pero estos errores nunca fueron corregidos.

“El sábado 20 de diciembre de 2023, al mediodía –narró la señora Fernández–, se presentaron en mi casa dos muchachos jóvenes, en una patrulla. Uno de ellos me preguntó por José Antonio Robledo Chavarría, mi esposo. Yo le pregunté que para qué asunto lo buscaba y me respondieron que José Antonio Robledo Chavarría estaba desaparecido y que venían a preguntar si ya había aparecido.” El señor Robledo Chavarría, no obstante, se encontraba en ese momento sentado en la sala del domicilio.

“Enseguida, yo me indigné –relató la señora Fernández–, y les dije ‘mi esposo está aquí, está vivito y coleando’, estaba yo tan sorprendida y tan enojada, porque tuve que aclararles que mi esposo es el que está buscando a nuestro hijo, nuestro hijo es el desaparecido y se llama José Antonio Robledo Fernández, pero los muchachos del censo sólo se quedaron mirando entre ellos, luego revisaron la documentación que llevaban e insistieron en que ‘no, a él no lo tenemos, al que buscamos es a Robledo Chavarría’… imagínense el grado de indignación que yo sentí en ese momento.”

Guadalupe Fernández, mamá de José Antonio Robledo Fernández, en un acto en el Memorial de personas desaparecidas junto al Palacio Nacional. Foto: Foto: facebook.com/guadalupe.fernandezmartinez

Denuncian falta de capacitación a personal del censo de desaparecidos

Cuestionados por la madre de la víctima, esos dos jóvenes le informaron que eran trabajadores de la Secretaría del Bienestar federal (aunque se trasladaban en una patrulla) y que nunca recibieron ningún tipo de capacitación para realizar el nuevo censo, con el cual, de un plumazo, las autoridades federales redujeron la cifra oficial de víctimas de desaparición de 113 mil, a sólo 12 mil.

A pesar de que esos servidores públicos recibieron en ese momento la información necesaria para corregir el registro sobre este caso de desaparición, dicha enmienda sólo se aplicó a medias. Tal como el nuevo censo muestra en su página de consulta, el ingeniero Robledo Fernández ya fue incluido en el censo con su nombre correcto, pero su papá, el señor José Antonio Robledo Chavarría sigue siendo presentado por las autoridades como víctima de desaparición.

“Es tal el manoseo al Registro Nacional de Personas Desaparecidas –lamentó la señora Fernández– que pareciera intencionalmente hecho para distorsionar la información.”

Inconsistencias del nuevo censo de desaparecidos

Desde principios de enero, Animal Político dio a conocer que el nuevo censo presenta diversas inconsistencias, errores y omisiones, gracias a las cuales la cifra oficial de desaparecidos logró reducirse a finales de 2023.

Por ejemplo, en este listado oficial de víctimas quedaron eliminados los registros de cinco de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala en el año 2014, aunque, en realidad, esos jóvenes siguen sin ser localizados; además, se da por “ubicados” a tres policías municipales de Úrsulo Galván, raptados desde el año 2013, y que permanecen en calidad de desaparecidos hasta el día de hoy, tal como confirmaron sus familiares en entrevista.

Teresa Guadalupe Reyes Sahagún, comisionada Nacional de Búsqueda. Foto: Cuartoscuro/Archivo

Mujer jornalera desaparece en Chilpancingo; lleva 22 días

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Foto Facebook

Chilpancingo

Verónica Zúñiga Nava desapareció el 4 de julio del 2023, lo último que supieron fue que acudió al panteón central de Chilpancingo a dejarle flores a su bebé que falleció hace dos meses.

Desde hace 22 días su familia no sabe nada sobre su paradero, por lo que se acercaron al Colectivo de familiares de personas desaparecidas Lupita Rodríguez Narciso para recibir acompañamiento.

Fue su hermana, Yesenia Zúñiga Nava, quien denunció públicamente la desaparición durante el mitin por los ocho años y 10 meses de la desaparición de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa.

«Antes yo decía y era a lo mejor de las que juzgaba, por que tapaban calles, porque perjudicaban al ciudadano, hoy se acabo mi miedo, porque tenía miedo de venir y hablar, hoy soy capaz de incendiar medio Chilpancingo si se puede por encontrar a mi hermana», comentó.

Al término del mitin, Yesenia contó que el último contacto que tuvieron con ella fue el 2 de julio a través de un mensaje, mediante el cual avisó que estaba en el panteón central de la ciudad, en una visita a la tumba de su bebé que falleció dos meses atrás.

Yesenia Zúñiga tiene 42 años, cuatro hijos, entre ellos dos menores de edad, «para los que Verónica era su padre y madre».

La hermana de Verónica reprochó a la Fiscalía General del Estado (FGE) no realizar las investigaciones correspondientes sobre su paradero, así como no revisar el material audiovisual de las cámaras de videovigilancia cercanas al panteón central.

«Que hagan algo, que se levanten de sus escritorios que dejen el aire acondicionado un rato. Hay cámaras, se supone que están las cámaras de los postes y de negocios, no es posible que no sepan nada de ella», comentó.

Lamentó que las autoridades argumentan que su desaparición se debe a que «se fue con el novio como muchas mujeres desaparecidas en la entidad», aseguró le dijeron en la FGE.

De acuerdo con su ficha de búsqueda, Verónica Zúñiga Nava es de complexión regular, tez blanca, y mide 1.60 metros, la última vez que fue vista vestía pantalón negro en color mezclilla, blusa de tirantes y tenis color negro.

La familia Zúñiga Nava es jornalera en los campos agrícolas de Sinaloa, cada temporada Verónica y Yessenia acuden a cosechar jitomate.

El caso de la desaparición de Verónica Zúñiga Nava coincide con el del policía estatal, Oscar César Bautista Flores, ambos cumplieron 22 días, ambos hechos ocurrieron en el centro de la capital y ambas familias se unieron al Colectivo Lupita Rodríguez para exigir su presentación con vida.

Verónica Zúñiga Nava es madre autónoma y de sus cinco hijos dos dependen de ella. Su hermana Verónica relató que en los últimos dos meses estaba en depresión por la muerte de su bebé, a la que fue a visitar al panteón central de Chilpancingo el día de su desaparición.

Por el caso del elemento de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Oscar César Bautista Flores, su esposa Edith Guadalupe Espíritu González denunció que durante los 22 días ningún superior o de los mandos de la SSP ha tenido contacto con la familia.

Desde que se confirmó su desaparición, también el 4 de julio, en la calle 5 de mayo del centro de Chilpancingo, las autoridades no dan con su paradero.

Ambas familias se sumaron a la exigencia de jusiticia por los 43 normalistas de Ayotzinapa.

 

«La misma tierra trata de invocarte a que los busques»

Al lado de su madre María Herrera y su hermano Juan Carlos, Miguel Ángel Trujillo busca a cuatro de sus hermanos desaparecidos en 2008 y 2010. En 2015, supo que Mario Vergara rastreaba entierros clandestinos en los cerros y le propuso compartir conocimientos. Éste es el primero de una serie de testimonios sobre personas que han volcado su vida en la búsqueda de desaparecidos


Texto: Daniela Rea / Pie de página

Foto: Especial

 

La primera vez que fui a buscar la tengo bien presente. Eso no se me va a olvidar.

Mayra, la hermana de Mario Vergara, nos contactó por Face para invitarnos a una reunión. Escuché a Mario decir: “tenemos tantos cuerpos y estamos encontrando”. Me dije en mi persona: “no manches nosotros siete años s buscando a mis hermanos en papeles y pura burocracia y oficios y no hemos encontrado nada”. Esperé que se acabara la reunión y me presenté con él.

Mario preguntó: “¿saben de lo jurídico?”. Le dije: “Mario, llevamos siete años y de jurídico llevamos lo que no te imaginas, pero tú estás en un nivel donde nosotros queremos estar. Mira, Mario. Haz de cuenta que está esta franja y está este abismo. Tú estás de aquel lado y nosotros de este. Lo jurídico lo tenemos aquí, llevamos a las familias a un límite en el que ya no pasa nada. Y tú, aquí estás encontrando sin lo jurídico. A ti te falta lo jurídico, a nosotros nos falta encontrar. ¿Qué te parece si te enseñamos lo jurídico y tu nos enseñas a buscar?”.

Un día me marca Mario: «¿qué haces?». Era Semana Santa del 2015. Me dijo: “vente para Iguala; si quieres aprender a buscar, vente a buscar». Agarré el camión y me vine a Huitzuco.

Fuimos al maizal y me dijo: “aquí vas a aprender a buscar, a mirar las fosas”. Me empezó a enseñar cómo utilizar la varilla. Y cuando se fue hasta dentro, me dice: “sácala”, la saqué. Cuando la olí, ¡n’hombre!, se me salieron las lágrimas. Huele feo, un olor peor que un animal muerto. Y me dice: “es positiva”… Por el puro olor. “Mira, allá está otra, por las onditas, por las paredes”.

Cuando empiezas a encontrar, son sentimientos encontrados de cómo encuentras a los familiares…

Pedagogía de la búsqueda de personas desaparecidas. Foto Heriberto Paredes

Un día en la Primera Brigada Nacional de Búsqueda en Veracruz, Simón encontró una fosa con restos calcinados y dice: “a estos los quemaron, pero debe haber un lugar donde los quemaron, porque aquí no los quemaron”. Empieza a ver para todos lugares y para todos los lados: «al suelo ya no mires, ya los encontramos”. Caminamos y dice: “aquí los quemaron”; pues empezamos a excavar y ahí estaba lo calcinado. ¿Cómo supo?: “esta rama de los árboles tarda mucho en florecer porque quemaron como las vitaminas de los árboles, tarda mucho en florecer, ahí esta la marca”, y empieza con el machete. “Está seco, mira, para que pueda volver a revivir tarda uno 10 años”… Simón es de campo, de Cocula.

Ya que dimos con el punto donde los quemaron, me dice “ahora hay que medir hasta donde los llevaron, son 500 metros, hay que revisar 500 metros a la redonda, no pudieron caminar más o cargado más”. Y empezamos como un radio y en ese radio fue donde se encontraron al 15 fosas en Amatlán. Y metimos las cubetas de 20 litros y pusimos el tendedero, 5, 6 cubetas de 20 litros.

Puros restos, queríamos que los vieran, que reconociera el gobierno que sí, que son restos humanos. Y es cuando te da alegría, está dando positivo, vale la pena porque van a volver a casa.

Desde que sales al campo vas pensando cómo los llevan. Los llevan a la fuerza, te imaginas todo… vas pensando, yo decía: “si a mí me llevan caminando yo me resisto, si de todas maneras me van a matar, ¿qué voy a caminarles más? ¿A que yo mismo cave mi propia tumba?”. Yo me les rebelaría, ¿por qué no se rebelaron estos? Sabiendo el camino que empezaron, de todos modos ya los iban a matar…  yo me rebelaría… todo eso, piensas puras cosas de esas. ¿Qué necesidad tenían de llevarlo hasta allá?

No sabemos si a todos se los llevaron vivos o muertos.

Si los encontramos en la intemperie, cerquita, ellos lo mataron y nomás fueron y los aventaron, no van a cargar tantos kilos. Si están en fosa, cuando están bien profundos, ellos cavaron su propia tumba, porque los malos son hasta flojos, eso más o menos lo he aprendido también.

Una semana de búsqueda en las entrañas de la tierra. Foto: Mónica González

Buscar en el campo es distinto, según la zona donde busques. La tierra virgen es dura. La tierra que ha sido excavada es suave, no vuelve a ser la misma compactación.

En la arena no te da paredes. Cuando te dan un punto escarbas y te da vida. Por ejemplo, a medio metro o pasado de medio metro, hay humedad y los sapos, ¿qué tiene que hacer un sapo a medio metro, de qué se estaban alimentando? Ya cuando empezamos a escarbar, abajo en la arena debe haber ramas, ¿qué tienen que hacer ramas allá abajo? Cuando lo echaron al cuerpo, las ramas se vinieron con la tierra. La mitad del cuerpo tenía tejido y la mitad no, por la humedad, la mitad se conservó y la otra mitad no. En la arena es diferente.

En la Gallera, en Poza Rica, le dije al perito: “aquí hay que excavar”. Excavé y miré madera quemada, metro y medio de profundidad y la tierra seguía blandita, llegué al terreno virgen de la tierra dura y seguía la madera quemada; caminé tres metros y salieron tres cuerpos pero no eran cuerpos, eran costillas, vértebras. Lamentablemente no eran cuerpos, eran vértebras. La madera. La madera te está guiando.

Leer la tierra, es leer los cambios de la tierra.

En la tierra hay varias capas y cada capa tiene un color de la tierra. En una fosa excavas y vas a mirar los colores de la tierra revuelta. Cuando avientas el cuerpo encima, avientas la tierra que sacaste, que ya quedó revuelta. Los colores ya se revolvieron y cuando empiezas a buscar ves el cambio y ves los colores revueltos. Así es leer, leer la tierra y hacer que la tierra hable.

Porque la tierra te habla, sientes una sensación como de alguien que te pide que lo saques. Fuimos a un lugar que se llama Las Guacamayas, no hemos bajado porque es un pozo, pero te da la sensación de aquí vamos a encontrar, te pones hasta chinito, una sensación como cuando te enamoras de una persona, te tiemblan los pies, te acalambras, una sensación como tenebrosa, pero no te da miedo, una sensación de que lo vas a encontrar, de que ahí está alguien, quieres excavar, en ese mismo rato lo quieres sacar. Necesitas sacarlo.

La misma tierra trata de invocarte a que los busques: “Sácalo de aquí y ve y entrégalo, llévalo a un lugar; no, es que no lo quiero, llevátelo”. La naturaleza no quieren que estén ahí, porque no es su lugar, no es su lugar, la verdad, cada quien tiene que tener su lugar para que te den una bendición, para estar juntos. Dime tú, ni que fueran ermitaños, una unión. ¿Por qué las hormigas están en el mismo hormiguero?, porque todas se necesitan, porque no se van solas.

Yo no confío en la búsqueda de papeles… buscar en papeles, en oficios, oficios que son negados, diligencias que son negadas… Las diligencias no sirven, no sirven, por eso dije mejor la búsqueda en campo, el chiste es sacarlos de ahí.

Pero ahora vemos, como decía  Mario, que sólo los estamos cambiando de lugar, nomás los estamos sacando de la tierra para volverlos a enterrar. No sabes dónde están quedando. Si le preguntas a algún familiar los restos a dónde se los están llevando, quién los resguarda, nadie te sabe decir. Si los desaparecen esos restos se van a echar la culpa entre administración y administración y nadie va a decir nada y ya no vamos a encontrar a nuestros desaparecidos. Hay la duda, si los desaparecidos es mejor [mantenerlos] bajo la tierra cuando ya más adelante que haya tecnología de identificación rápida, hay que sacarlos y que nos los identifiquen.

De la Brigada no se ha identificado ninguno. Sacas restos, se los entregas y nada. Te arriesgas, encuentras y nada… de Iguala, que son como casi 200, han entregado 20 en cuánto tiempo, ¿va a pasar una década o 20 años? Colinas de Santa Fe, El Arbolito, El Km 13.5, La Gallera…. cada que vamos estamos sacando, no le han dado identificación, ¿vamos a pasar un siglo?

Ya lo platiqué con Mario. Yo tengo 44, él tiene 39; la abuelita de Mario, 96, pero es madera fina, nosotros ya no duramos como antes. “Ocupamos hacer algo”, le dije, “ya me enseñaste, Simón me enseñó, las enseñanzas, que yo sé hay que transmitirlas, aventar semillas porque no nos va a alcanzar la vida, Mario, ni siquiera para desenterrar un estado, ni siquiera para un estado”. Hay que hay ir enseñando, aventar la semilla, regarla, que ellos busquen a sus desaparecidos.

Tenemos que aprender a buscarnos a nosotros también, pues si no vamos a tener a familias desaparecidas, perdidas, teniéndolas en casa.

*Junto con su madre María Herrera y su hermano Juan Carlos, Miguel Ángel es cofundador de Enlaces Nacionales, una red que articula a familiares de personas desaparecidas con el objetivo central encontrarlas y regresarlas a sus familias.

 

Este trabajo fue publicado originalmente en Pie de Página, Amapola lo reproduce gracias a la Alianza de Medios, de la cual forma parte.

 

Guerrero es un laboratorio del terror: colectivos de familiares de personas desaparecidas

Texto: José Miguel Sánchez

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

 

Durante el conversatorio Narrativas y memorias de la desaparición en Guerrero, Colectivos de familiares de personas desaparecidas denunciaron los riesgos a los que se enfrentan, la omisión de los tres niveles de gobierno, a demás del desgaste físico, emocional y económico que viven durante la búsqueda de sus seres queridos.

El Colectivo de Familiares de Personas Desaparecidas María Herrera y el de Familias en Búsqueda Lupita Rodríguez Narciso coincidieron en la falta de presupuesto para atender a las víctimas de personas desaparecidas, en la falta de protocolos para investigar los casos de desaparición y en el peligro que implican las búsquedas en fosas clandestinas.

En el conversatorio las integrantes de los colectivo contaron las condiciones en las que realizan sus labores de búsqueda y las dificultades a las que se enfrentan en su lucha por visibilizar la problemática de los desaparecidos.

“Cuando buscamos cuerpos en fosas clandestinas nunca es cerca, caminamos siempre entre ocho y 10 kilómetros solo para que los grupos de la delincuencia nos amenacen con disparos al aire, pero eso nunca nos ha detenido”, comentó durante el conversatorio Ivon Álvarez Gil del colectivo Lupita Rodríguez.

Álvarez Gil busca a su hermano, Juan Álvarez Gil, desaparecido el 5 de julio del 2013, secuestrado por un grupo de civiles armados en las calles de Chilpancingo, para ella la búsqueda de su hermano es un compromiso que hizo con su madre, que falleció hace cinco años. “Mi madre se fue y no le pude cumplir la promesa de regresarle a su hijo”, contó con la voz entre cortada.

Gema Antúnez Flores, del colectivo Lupita Rodríguez, también abordo el tema de las búsquedas.

“Como familiares nos enfrentamos al clima, a los grupos criminales, muchos recibimos amenazas de esos grupos, pero lo que nos mueve es algo más grande, es el amor por nuestros familiares y por eso nunca nos hemos detenido”.

El conversatorio se realizó en el marco de la Caravana Nacional Narrativas y Memorias de la Desaparición en México, capitulo Chilpancingo, donde a demás del conversatorio se realizó una muestra colectiva de carteles, un concierto y un taller para los familiares de personas desaparecidas.

Otro de los temas que se abordaron durante el conversatorio fue el papel de las instituciones gubernamentales y como hacen caso omiso a la problemática.

En el caso de Guerrero, de parte de la administración morenista de Evelyn Salgado Pineda, los colectivos contaron sobre la falta de apoyos que hay hacía su labor.

Gema Antúnez contó que desde el comienzo de la administración, en octubre del 2021, buscan una reunión con la gobernadora pero siempre que agendan les cancelan de último minuto.

Lo único positivo que lograron en esta administración es la apertura al diálogo con la fiscal general Sandra Luz Valdovinos, quien, dijeron, está en la disposición de atender al colectivo María Herrera.

Al respecto, Álvarez Gil mencionó que de parte de su colectivo (Lupita Rodríguez) ya se reunieron con la gobernadora pero no hay acuerdos concretos.

“Es lo de siempre, solo vamos y la gobernadora nos dice que tenemos a disposición a todos los secretarios, pero nosotros no queremos eso, no queremos a un funcionario detrás de un escritorio, queremos que salgan y nos apoyen en nuestras búsquedas”.

Un punto en el que coincidieron los colectivos es en aumentar el presupuesto para los organismos que trabajan directamente con las víctimas y sus familiares, pues denunciaron que las oficinas de la Comisión de Atención a Víctimas (CEAV) en Acapulco no hay ni garrafones de agua para los trabajadores, menos para apoyar y solucionar peticiones de las víctimas y colectivos.

Llamqron a las autoridades a dotar de presupuesto y herramientas como palas, picos y retroexcavadoras para las búsquedas y que queden a disposición de todos los colectivos

En el caso de las fiscalías piden agilizar las investigaciones porque dijeron que los avances que hay en las carpetas de investigación es porque los familiares aportaron todas las pruebas.

Al finalizar el conversatorio Gema Antúnez llamó a los grupos del crimen organizado parar las desapariciones.

“Les preguntamos a todos esos perpetradores, ¿si ya los mataron por qué enterrarlos, que les cuesta dejarlos donde podamos encontrarlos para que sus familias puedan estar en paz”.

Muestra colectiva de cartel

En el marco de la Caravana se realizó la muestra colectiva de carteles Narrativas y Memorias de la Desaparición en México, una serie de 97 carteles creados por artistas de diversos colectivos y universidades que plasmaron su sentir por las desapariciones en el país.

Los carteles tienen la temática de desaparecidos y estará expuesta hasta el próximo viernes en el centro cultural El Zanate Azul, espacio que fue sede de estas actividades.

El evento fue organizado por los colectivos Técnicas Rudas, Amapola periodismo y el Centro de Estudios sobre Infancias y Juventudes en Guerrero (Ceijgro).

Además de la exposición de carteles se realizó un concierto gratuito de los rockeros mexicanos Francisco Barrios, conocido como El Mastuerzo y Arturo Muñoz, Cárcara, quienes cantaron canciones dedicadas a personas desaparecidas.

El Mastuerzo es conocido por formar parte del grupo de rock Botellita de Jeréz, además de ser solidario con diversos movimientos sociales que van desde la Guerra sucia, el levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y actualmente con colectivos de familiares de personas desaparecidas.

Una de las canciones que tocó está dedicada a una sobrina desaparecida durante la guerra sucia.

En el conversatorio tambien participaron la reportera Marlén Castro, de Amapola periodismo y Arturo de Dios, también fundador de este medio nativo digital.

Castro y De Dios señalaron la responsabilidad del Estado en todas las desapariciones registradas en Guerrero, estado en el cual se documento la primera documentación forzada en el país.

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Familiares de desaparecidos rechazan que militares represores sean glorificados

Texto: José Miguel Sánchez

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

 

Colectivos de víctimas de familiares de personas desaparecidas durante la década de los setentas pidieron al secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval González, se retracte de su propuesta, que tiene la venia presidencial, de colocar en letras de oro a los militares abatidos en combate durante el periodo conocido como guerra sucia.

En conferencia de prensa, este martes los representantes de los colectivos hicieron un pronunciamiento dirigido a Sandoval González para, entre otras cosas, desista y pida disculpas por lo dicho el pasado 22 de junio durante el inicio de actividades conjuntas entre la Comisión de la Verdad (Comverdad), y el Ejército para abrir sus cuarteles y archivos.

Sandoval González dijo en esa ocasión que los militares caídos en aquella etapa serán homenajeados.

“Es un agravio y una ofensa para las victimas enaltecer a los perpetradores como si fueran héroes nacionales”, mencionó Octaviano Gervasio Benítez, representante del Colectivo de grupos de desaparecidos de la guerra sucia.

“Por eso pedimos al secretario se retracte de su propuesta de enaltecer a los perpetradores”.

Además de la petición de que el secretario se retracte, los colectivos piden al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y al subsecretario de Gobernación y presidente de la Comverdad, Alejandro Encinas Rodríguez, una serie de peticiones que garantice a las víctimas y familiares un acceso pleno a la justicia.

Los colectivos pidieron que a los trabajos de la Comverdad se sume la Secretaría de Marina (Semar), para que explique el tema de los vuelos de la muerte, donde supuestamente a través de aviones tiraron en el mar a activistas desaparecidos desde entonces.

También pidieron incluir a la Fiscalía General de la República (FGR), para comenzar a judicializar los casos y después la creación de una Fiscalía Especial para los casos sucedidos durante la guerra sucia y poder enjuiciar a los perpetradores y que las entrevistas a los perpetradores sean realizadas por ministerios públicos y no por historiadores.

“Hasta que cada perpetrador sea presentado a la justicia vamos a estar en paz, ya basta de actos protocolarios que fomentan la impunidad“, mencionó Gervasio Benítez quien comentó que su padre fue desaparecido por el Ejército durante la guerra sucia en Atoyac.

Los colectivos también denunciaron el enfoque que la Comverdad a las investigaciones y anunciaron que ellos no quieren un informe o un libro, como pretenden, lo que piden es castigo a los culpables.

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Derechos Humano (CNDH), las victimas directas durante la guerra sucia ascienden a 542 personas, pero los colectivos dijeron que a través de sus propias indagatorias ellos contabilizan alrededor de 1,200.

A tres años del gobierno de López Obrador, los colectivos piden justicia y concluyeron que la ola de violencia y desapariciones que generan los grupos del crimen organizado se debe a que sucesos como la guerra sucia continúan impunes.

 

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«10 de mayo hay nada que festejar», dicen madres de desaparecidos

Texto: Jesús Guerrero

Fotografía: Oscar Guerrero

10 de mayo del 2022

Chilpancingo

 

Entre las fotografías de desaparecidos regadas sobre el piso sobresalen las letras de una consigna: “10 de mayo, no hay nada que festejar”.

El colectivo de madres En Búsqueda María Herrera, realiza muy temprano una protesta junto el kiosco de la plaza central Primer Congreso de Anáhuac para exigir justicia por sus hijos desaparecidos.

Gema Antúnez Flores, representante de esta organización, señaló que para ellas este 10 de mayo no es un día de regocijo o de alegría.

“Para nosotros este día es de duelo, de dolor”, explicó.

Antúnez Flores lleva once años buscando a su hijo Juan Sebastián García Antúnez quien fue privado de su libertad aquí en Chilpancingo.

Desde las diez de la mañana las madres que tienen a un hijo o hija desaparecido llegaron al zócalo.

Doña Gema llevaba pegada a su cuerpo la fotografía de su hijo desaparecido Juan Sebastián.

“En la mesa de nuestra casa está una silla vacía porque falta esa persona”, señala Gema.

Dijo que para el colectivo En Búsqueda María Herrera, prefirieron protestar aquí en Chilpancingo y no ir a la Ciudad de México para participar en una movilización nacional.

Señaló que en Guerrero y en resto del país no hay justicia para las madres que tienen un hija o hijo desaparecida.

“Se habla de cien mil personas desaparecidas en todo el país y aquí en Guerrero seguramente son miles”, expresó.

Desde que su hijo desapareció Gema ha participado en unas 20 búsquedas en campo y en los penales. Contó que en el 2021, en varias búsquedas que realizaron localizaron restos humanos de ocho personas. «Yo seguiré buscando a mi hijo porque para una madre siempre hay una esperanza para encontrarlo aún de que pasa el tiempo y obviamente se pierde la esperanza de encontrarlo con vida pero muertos los queremos encontrar», expresó la activista.

Aclaró que ellas no buscan a culpables y lo único que quieren es encontrarlos con vida. «Queremos lograr esa paz encontrándolos», añadió. Recordó que en esta lucha que han realizando cientos de madres de Guerrero buscando a sus hijos han fallecido muchas de ellas. Las más recientes son las madres de dos normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala. Y en el 2021, doña Guadalupe Rodríguez Narciso quien fue fundadora de uno de los primeros colectivos de familiares de desaparecidos y asesinados en Chilpancingo. Doña Guadalupe murió de Covid-19 en agosto del 2021. «Esto (de las búsquedas) es muy pesado porque nos exponemos a muchos peligros», aseveró.

Busca a su mamá

Una adolescente que tiene a su mamá desaparecida desde 1993, participó en la protesta y junto con su abuela, pidió a las autoridades que le busquen y localicen. «Hoy es un día muy especial y se necesita alguien que esté con nosotros por ejemplo mi mamá», señala la joven quien es hija de Maricarmen Rodríguez Nava. Dice que su mamá fue desaparecida el 9 de diciembre de 1993 aquí en la calle Abasolo, en el centro de Chilpancingo. Carmen Nava González, mamá de la mujer desaparecida, señala que las autoridades siguen sin hacer nada para localizar a su hija. La anciana tiene a su cargo a su nieta desde que su hija desapareció.

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