Bruno Plácido y su historia controversial como dirigente de seguridad comunitaria y autodefensas

Texto: Margena de la O

Fotografía: Oscar Guerrero 

Chilpancingo

20 de octubre del 2023

 

El 21 de enero de 2013, en la cabecera municipal de San Luis Acatlán, el entonces gobernador Ángel Aguirre Rivero llamó a los miembros de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC) a una supuesta reconciliación, porque ya eran públicas las diferencias entre sus fundadores, uno de ellos, Bruno Plácido Valerio, asesinado este martes 17 de octubre en Chilpancingo a la entrada de una dependencia de gobierno.

El ex gobernador hizo el llamado en un acto en la bodega La Luz de la Montaña, donde entregó a la CRAC 1.5 millones de pesos, 1,200 uniformes y cuatro camionetas, como parte del supuesto reconocimiento que su gobierno hacía este sistema de seguridad y justicia de pueblos indígenas.

Se plantea el apoyo institucional como una supuesta voluntad porque está documentado en la prensa que durante el gobierno de Aguirre Rivero, la CRAC-PC vivió una de sus mayores crisis en los 28 años que recién cumplió. Nunca antes la organización había recibido presupuesto público mensual; eso acrecentó las diferencias.

En ese acto, el ex gobernador estaba junto a Pablo Guzmán Hernández, uno de los coordinadores de la CRAC en ese entonces. También estaba presente el extinto Cirino Plácido Valerio–murió a causa de una enfermedad–, otro de los fundadores y hermano de Bruno.

“¡Bruuno!”, soltó el gobernador al verlo atravesar el perímetro de la bodega. Él rió sonrojado.

Cuando Bruno Plácido Valerio llegó hasta el gobernador, éste ya estaba de pie y con la mano extendida.

“¡Es orgulloso!”, se leyó en los labios de Guzmán Hernández cuando susurró a Aguirre Rivero en referencia a Bruno, con un gesto conciliatorio.

Aun cuando el gobernador hizo parecer esto una casualidad, como una muestra de su interés porque los grupos internos de la CRAC-PC dirimieran sus diferencias, dejaba en evidencia otras cosas: un interés inusual por la organización de seguridad y justicia comunitaria más importante de Guerrero, y la cercanía que ya tenía con Plácido Valerio.

Los Plácido Valerio formaban parte de uno de los grupos en ese entonces al interior de la CRAC-PC, el de los fundadores. En ese momento, sus miembros atravesaban una de las diferencias más fuertes, asociada con las directrices de la organización, según lo que fue documentado por los medios de comunicación.

En medio de esas diferencias, sin estar apartado por completo de CRAC-PC, Bruno fundó su propia autodefensa. En este medio se hace una diferencia entre un sistema de seguridad y justicia comunitaria, y una autodefensa; la primera surge en un territorio indígena, a quienes en tratados internacionales le reconocen esa facultad, y la segunda desde diversos procesos organizativos que no precisamente tiene que ver con la seguridad de un territorio, sino con su control.

En la imagen un grupos de policías comunitarios resguardan el acceso a Ayutla, municipio de la región de la Costa Chica.

El 5 de enero de 2013, es decir, apenas unos días antes de la escena con el ex gobernador en San Luis Acatlán, Bruno empujó un levantamiento popular en Ayutla, con el que, dijo, instauró un Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).

La UPOEG nació como un supuesto movimiento contra la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por los altos cobros de luz eléctrica a habitantes de La Montaña, pero pronto se convirtió en un grupo armado que, en el discurso, se amparaba en un sistema de seguridad y justicia comunitaria por su origen indígena.

Plácido Valerio inició su proyecto muy cerca de Aguirre Rivero quien, a su vez, debilitaba la CRAC-PC desde adentro. Eliseo Villar Castillo, uno de los coordinadores de la organización en sus tiempos, fue de manera pública muy cercano al mandatario estatal.

Meses después este hombre fue aprehendido hasta hace poco por los delitos de homicidio y privación de la libertad , y el gobierno de Aguirre Rivero es ubicado como el periodo donde más detenidos miembros de la CRAC hubo, entre ellos Nestora Salgado García, quien ahora es senadora de la República.

Plácido Valerio acudió a varios de los actos públicos de Aguirre Rivero como invitado especial, a la par que “policías ciudadanos” de la UPOEG se extendía a pueblos o zonas de las regiones Costa Chica, Acapulco y Centro, no propiamente comunidades indígenas: Tecoanapa, San Marcos (Costa Chica), Xaltianguis (Acapulco), Tierra Colorada (Juan R. Escudero) y Valle de El Ocotito (Centro).

Servidores públicos del gobierno de Aguirre Rivero en su momento informaron que Plácido Valerio solía llegar a ciertas áreas de gobierno a pedir vehículos e insumos, como gasolina, y se los facilitaban.

Al inicio de esta administración estatal, encabezada por la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, le retiraron la seguridad y una camioneta que usaba por las medidas cautelares que le fueron dictadas todavía en el periodo de Aguirre Rivero, con quien después tuvo diferencias, de acuerdo con lo que él mismo informó a Amapola, periodismo transgresor.

A la UPOEG–y a políticos, empresarios y un magistrado–también les fueron retirados vehículos oficiales que después la administración estatal puso a la venta .

Con el tiempo la UPOEG vivió sus propias fracturas y divisiones sin el cobijo institucional.

La descomposición de la UPOEG

La UPOEG también fue objeto de sus propios procesos. La primera y más grande división ocurrió cuando un grupo grande, coordinado por Crescenciano Ramírez Rodríguez, se separó y fundó el Frente Unido por la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG), por diferencias con Plácido Valerio.

Al año de que fundó la UPOEG, además de Plácido Valerio, Ramírez Rodríguez y Ernesto Gallardo Grande eran los líderes de la autodefensa más visibles. El 23 de enero de 2014, cuando ingresaron al Valle del Ocotito, estaban juntos y coordinados. Para entonces llevaban sumados Ayutla, Tecoanapa, Tierra Colorada y Xaltianguis.

Tres meses después, abril de 2014, ya había conflictos internos: existían dos grupos en el valle, uno que despachaba en Mojoneras, donde inicialmente se instaló la base de operaciones, y la otro en Buena Vista de la Salud.

Al siguiente año, es decir, durante el primer aniversario de la llegada de la UPOEG al valle, y el segundo de la organización, salieron dos grupos de autodefensas a celebrar.

El primero, encabezado por Bruno Plácido Valerio, marchó de Mohoneras hasta la sede de la comandancia en Buena Vista de la Salud, y el segundo, el grupo de Ramírez Rodríguez, montó una caravana de camionetas que recorrieron el tramo desde Mazatlán hasta Ocotito, de acuerdo con lo que fue documentado por la prensa.

Con estas divisiones de la UPOEG comenzó la proliferación de grupos armados en Guerrero amparados en la figura de autodefensas sin ningún tipo de regulación y claridad de su origen, al grado de que en carreteras de diferentes puntos del estado, como la libre que conecta a Chilpancingo con Acapulco, era común ver hombres armados vestidos con playera verde olivo, como si eso les concediera legitimación.

Un ejemplo claro está en el perímetro que rodea esta ciudad. El 31 de enero de 2015 , el FUSDEG llegó hasta Petaquillas, ubicado a una distancia de unos 10 minutos del centro de la capital, como una alternativa de seguridad a las estrategias de las instituciones oficiales. En la actualidad prevalece un grupo armado en este pueblo que es la entrada al corredor que conecta hasta Quechultenango, asentamiento de la organización criminal de Los Ardillos, sin que quede claro a qué intereses obedece.

Desde su llegada a Xaltianguis, zona rural de Acapulco, la UPOEG mantuvo a sus guardias en ese territorio, pero confrontados con grupo que germinó de las mismas filas de la organización que generó una serie de hechos violentos en 2019. Los episodios en esta zona están documentados en la prensa como autodefensas ligados a criminales.

Bruno Plácido Valerio en una entrevista con reporteros, en el centro de Chilpancingo el 27 de julio del 2023.

Casos como este, violentos y, además, que exponían la duda de si eran autodefensas o grupos criminales siguieron reproduciéndose en diferentes puntos donde en su momento llegó la UPOEG, ya sin un líder tan visible, porque Plácido Valerio estuvo desdibujado de la escena pública durante algunos meses. Para entonces, Gallardo Grande, quien era su aliado, fue asesinado en octubre de 2020 con algunos señalamientos delictivos a cuestas.

En medio de todo esto, Plácido Valerio ofreció algunas entrevistas a periodistas en las que mencionó que la UPOEG estaba infiltrada por delincuentes y que necesitaba una depuración .

Hace unos meses, en julio pasado, después de un ataque a unos autodefensas de la UPOEG en Tecoanapa, planteó la necesidad de reaparecer, reorganizarse y reactivar la autodefensa para disminuir la violencia en algunas zonas donde, dijo, estaban asentados algunos grupos criminales específicos.

“Yo creo que nosotros cometimos errores en aflojar porque el gobierno nos ha perseguido y dejamos todo para que las instituciones asumieran la responsabilidad, pero no resolvió la seguridad y eso nos está obligando a reactivarnos”, comentó en esa ocasión.

La reactivación de su grupo de autodefensas fue uno de los últimos planteamientos de Placido Valerio antes de ser asesinado a unos metros de las oficinas centrales de la Secretaría de Salud, donde haría algunas gestiones para los pueblos.

Vinculan a proceso a líder de autodefensas por asesinato del periodista Fredid Román

Texto: Amapola periodismo 

Fotografía: Fiscalía General del Estado (FGE)

13 de abril del 2023

Chilpancingo

 

Un juez de control vinculó a proceso al líder de la supuesta policía ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), José Deibi Barrientos Salazar, por el delito de homicidio en agravio del periodista Fredid Román Román, ocurrido el 22 de agosto del 2022 en Chilpancingo.

La Fiscalía General del Estado (FGE) informó a través de un comunicado que el 6 de abril pasado la Policía Investigadora Ministerial cumplió con una carpeta de investigación en contra de Barrientos Salazar, quien fue puesto a disposición de un juez.

En la audiencia que se desarrolló este martes, un juez declaró un auto de vinculación a proceso.

Durante esta audiencia judicial que se realizó en Ciudad Judicial, ubicada al sur de esta capital, habitantes de la comunidad de El Ocotito, municipio de Chilpancingo, protestaron para exigir la liberación de Barrientos Salazar.

Los manifestantes procedentes de ese poblado arribaron en camionetas, iniciaron con una marcha y después se plantaron frente a las instalaciones del Poder Judicial.

Deibi Barrientos Salazar y su grupo de autodefensas operaba en El Ocotito y desde hace más de cinco años tenía el control de esa zona rural después que se confrontó con el anterior dirigente del grupo armado, Salvador Alanís.

Actualmente Alanís dirige otra organización de supuestos autodefensas de Tlacotepec, señalada por las autoridades de la FGE de tener relación con una agrupación del crimen organizado de la Sierra.

El 22 de agosto del 2022, el director del semanario Realidades, Fredi Román Román, salió de sus oficinas, ubicadas en la calle Prolongación Valerio Trujano, en la colonia Progreso de Chilpancingo; cuando estaba dentro de su automóvil un individuo armado le disparó a quemarropa.

El cadáver del periodista quedó recargado en el asiento de piloto.

Días después familiares de Román Román acusaron a Barrientos Salazar de ser el autor intelectual de su asesinato.

El pasado 14 de febrero la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del estado de Puebla dio a conocer la detención de Barrientos Salazar, a quien le hallaron una arma y droga.

El jefe de la UPOEG también enfrenta delitos del fuero federal que le integró en una carpeta de investigación la Fiscalía General de la República (FGR).

 

Denuncian desaparición de ocho supuestos policías comunitarios; el gobierno estatal lo desmiente

Texto: José Miguel Sánchez y Amapola periodismo

Fotografía: Oficial / Secretaría de Seguridad Pública 

26 de enero del 2023

Chilpancingo

 

 

Los grupos de autodefensa de Heliodoro Castillo y de Apaxtla de Castrejón informaron que ocho de sus integrantes están desaparecidos después de ser detenidos durante un operación de seguridad organizada por el gobierno estatal y federal el pasado 20 de enero.

La versión de la Policía Estatal, una de las corporaciones que realizó la operación, sobre el caso informó que estas personas, o sea los reportados como desaparecidos, fueron regresadas a Apaxtla escoltados por elementos de la Policía Ministerial y Guardia Nacional.

Mediante un comunicado, los grupos de autodefensa que se autodenominan Policía Comunitaria de Heliodoro Castillo y Movimiento Apaxtlense Adrián Castrejón informaron de la desaparición de sus compañeros.

Seis de los desaparecidos forman parte del grupo de Heliodoro Castillo y los otros dos al de Apaxtla de Castrejón.

Los hechos ocurrieron el pasado sábado 20 de enero. La operación de la Policía Estatal era para desalojar a un grupo de 20 civiles armados que resguardaban las entradas al municipio de Apaxtla.

Los civiles armados de ambos grupos de autodefensas, según sus propias versiones, estaban en las entradas de Apaxtla para impedir la entrada de la Policía Tecampanera a su municipio.

La Policía Tecampanera es otro grupo armado amparado como autodefensa que opera en los límites de las regiones Tierra Caliente y Norte del estado, y son acusados por los pobladores de Apaxtla de, a través de diversos retenes por las carreteras de la zona, cobrar un impuesto de 20 a 25 por ciento adicional sobre los productos de la canasta básica que ingresan a la zona.

Los grupos de autodefensa de Heliodoro Castillo y de Apaxtla difundieron que su movimiento también responde a una cuestión de seguridad, al impedir que el grupo delictivo conocido como La Bandera ingrese a la zona.

En respuesta al desalojo de los grupos de autodefensa de Apaxtla, la mañana del 20 de enero, decenas de transportistas de los municipios de Eduardo Neri, Leonardo Bravo y Heliodoro Castillo se apostaron a la salida de Chilpancingo, en el carril su-norte de la Autopista del Sol. Ante la presencia de elementos de la Policía Estatal con equipo antimotin los transportistas decidieron retirarse por su cuenta.

Durante la operación policiaca del sábado, donde fueron detenidas ocho personas, las autodefensas acusaron a las fuerzas de seguridad de violar derechos humanos por el uso excesivo de la fuerza; denunciaron que detuvieron a personas que no portaban armas.

Los detenidos durante la operación policiaca y hoy presuntos desaparecidos son: Jorge Torres Ríos, Juan Torres Rojas, Bernabé Aguilar Lagunas, Jorge Hernández Nava, Carlos Hernández Santiago, Carlos Mosso Barragán, Emilio Hurtado Gonzales, Esteban Silva Delgado, además del chofer de la Urvan en que eran trasladados, Julio César Reyna Díaz.

Los ocho detenidos fueron trasladados a las instalaciones del Ministerio Público de Coyuca de Catalán “acusados por desobediencia y resistencia de particulares, donde fueron dejados en libertad con el apoyo de un abogado”.

“El lunes 23 de enero, las ocho personas iban a ser trasladas a Teloloapan, ciudad por la que se ingresa para ir hacia Apaxtla, pero las familias de estos pidieron a la Fiscalía General del Estado (FGE) que se buscará una ruta alterna ante el temor de un grupo criminal”, se lee en el comunicado de las autodefensas.

Desde ese momento, denunciaron las autodefensas, ya no supieron más de los detenidos.

La Policía Estatal emitió un comunicado en el que asegura que las ocho personas fueron regresadas a Apaxtla escoltadas por un convoy con elementos de Policía Estatal, Guardia Nacional, Policía Ministerial y Ejército.

“Esperamos un tiempo prudente para que aparezcan nuestros elementos, de lo contrario iniciaremos acciones para encontrarlos y llevar a los responsables ante la justicia comunitaria”, insisten los autodefensas.

Confirman autoridades desaparición de autodefensas y asesor

La vocería de la Coordinación para la Construcción de Paz en Guerrero confirmó la desaparición de las ocho personas retenidas durante una operación policiaca en Apaxtla de Castrejón, además del asesor jurídico y chofer del vehículo en el que las trasladaban de regreso a zona Norte después de ser liberadas.

En total son nueve los desaparecidos.

A través de un comunicado, la vocería de la Coordinación informó que las ocho perosnas fueron puestas a disposición del Ministerio Público con sede en Coyuca de Catalán, en la Tierra Caliente de Guerrero, se entiende que después de la operación policiaca, pero que el 21 pasado los liberaron y entregaron a un asesor jurídico.

El mencionado asesor jurídico, se lee en el comunicado, «llevaba un medio de transporte para su traslado (de las ocho personas ya liberadas) al municipio de Apaxtla de Castrejón (municipio de zona Norte)».

El vehículo, informaron, sería escoltado hasta la entrada Apaxtla, pero por petición del asesor jurídico y chofer del vehículo, Julio César Reyna Díaz, tomaron otro camino que incluía entrar al municipio de Riva Palacio, Michoacán.

En ese momento los elementos de seguridad que los escoltaban le dijeron que ese camino ya no era su jurisdicción y, por tanto, ya no podrían acompañarlos.

Desde ese momento, informaron las autoridades, las nueve personas están reportadas como desaparecidas.


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Autodefensas de El Ocotito cumplen nueve años como única opción de seguridad en la zona

Texto: Amapola periodismo

Fotos: Oscar Guerrero

23 de enero del 2023 

El Ocotito

La Policía Comunitaria de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) asentada en esta comunidad que pertenece a Chilpancingo cumplió nueve años de que fue creada, lapso en el que sus integrantes han enfrentado divisiones y muerte.

Esta conmemoración llega con nueve de sus integrantes asesinados en enfrentamientos con delincuentes.

En enero del 2014, pobladores se concentraron frente a una de las bodegas ubicadas a las afueras de la comunidad y ante la presencia del líder de la UPOEG, Bruno Plácido Valerio, se sumaron a su iniciativa de crear la Policía Comunitaria, que en realidad funciona como un grupo de autodefensas.

Este dirigente creó la organización después de separarse de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) y crear migas con el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero, y la extendió por algunos lugares de Guerrero.

La gente se sumó porque en ese tiempo la inseguridad ya era un asunto desmedido en la zona rural de Chilpancingo.

En ese acto estaba el entonces dirigente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) de Chilpancingo, Pioquinto Damián Huato y el alcalde de esta capital, Mario Moreno Arcos.

Durante el acto, Damián Huato acusó al priísta Moreno Arcos de estar coludido con un grupo criminal.

 

Ese mismo día en la noche, de regreso a Chilpancingo a bordo de su camioneta, el empresario fue atacado a balazos por un grupo armado en el puente de la Autopista del Sol, en el punto conocido como El Parador del Marqués. Un hijo y una nuera de Damián Huato viajaban en el mismo vehículo; ella fue asesinada, él salió herido.

En medio de estos hechos de violencia de aquel día arrancaron las autodefensas de El Ocotito.

Durante estos nueve años, estas autodefensas tuvieron varias diferencias con las del Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (Fusdeg) de la comunidad vecina de Mohoneras, que en aquel entonces dirigía Salvador Alanís Trujillo, quien salió de la comunidad y se refugió en la Sierra Tlacotepec, donde fundó otro grupo.

El Fusdeg es un grupo también de autodefensas que surge de las mismas entrañas de la UPOEG, porque se dividieron.

Alanís Trujillo también con sus autodefensas se extendió a otros lugares, por ejemplo a Apaxtla de Castrejón, donde fueron expulsadas este fin de semana por las fuerzas federales y estatales.

Al cumplirse este lunes lo nueve años de haberse fundado la Policía Comunitaria de la UPOEG en El Ocotito, sus integrantes y la población realizaron una marcha de festejo por un tramo de la carretera federal Chilpancingo-Acapulco.

La marcha en que participaron mujeres y niños, empezó en la comisaría y terminó en la gasolinera, ubicada en esta misma comunidad, cerca del poblado vecino de Mohoneras.

“Aquí es el pueblo el que solventa a la Policía Comunitaria”, dijo uno de los líderes de las autodefensas.

En el recorrido los niños y mujeres llevaba globos blancos y los policías comunitarios cadenas de papel en el cuello.

Uno de los líderes de las autodefensas informó que en los nueve años que lleva esta organización, nueve de sus compañeros fueron asesinados en enfrentamientos con delincuentes. Además de que muchos policías comunitarios han salido heridos.

Denunció que otros otros pueblos con Policía Comunitaria fueron infiltrados por las organizaciones criminales, lo que, aseguró, no ha ocurrido con ellos, porque la crearon para defenderse. “Ya nadie podía salir a las calles porque te asaltaban o te secuestraban”, dijo.

Lo cierto es que en Guerrero existen diferentes autodefensas o grupos armados amparados en el nombre de policías comunitarios, una función legítima para las comunidades indígenas.

El Ocotito es una localidad ubicada a 40 minutos de la cabecera municipal de Chilpancingo.

Después de la marcha, los habitantes del pueblo y los policías comunitarios comieron juntos.


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