“A la gente trans todo el tiempo se nos confronta con una demanda de explicación de por qué existimos”: Siobhan Guerrero

En entrevista, la filósofa Siobhan Guerrero habla sobre su acercamiento a la Biología, a la Filosofía y los feminismos; literatura y ciencia ficción; discurre sobre el drag, el vogue, la libertad de expresión, los foros de los que carece la población trans, entre otros temas.


Texto: Évolet Aceves / Pie de Página 

Foto: Cortesía de Siobhan Guerrero 

3 de abril del 2023

Ciudad de México

 

Siobhan Guerrero McManus es una filósofa mexicana, transfeminista y académica de la UNAM. Cursó sus estudios universitarios en Biología, para luego continuar con maestría y doctorado en Filosofía en la misma universidad. Actualmente es co-conductora del programa televisivo Los 41 tropiezos de la heteronorma en TV UNAM, columnista en Generación Universitaria (vertical de El Universal) y recientemente estrenó el podcast Trans utopías en Spotify.

“Siempre me gustó tener microambientes en casa”

—¿Cómo fue que surgió tu interés por introducirte primero en la Biología y posteriormente en la Filosofía?

—Llegué a la Biología quizá por una mezcla de razones: la primera es que mis papás habían estudiado Sociología y Economía, yo quería dedicarme a otra cosa. No quería dedicarme a Ciencias Sociales porque ellos habían hecho eso. La segunda, es que yo nunca jugué ni con muñecas ni con carritos. Yo jugaba con animalitos, coleccionaba muñecos que representaran distintas faunas, del Ártico, del Antártico, de la Sabana Africana. Incluso hubo un momento en la vida donde me dediqué a hacer esculturas de árboles de la Selva Alta, que me gustaba mucho. Siempre hubo algo en la Biología que me pareció apasionante. Siempre me interesó la zoología, la botánica, la paleontología.

Al descubrir Siobhan la literatura de ciencia ficción, afirma haberse sentido encantada, a tal grado de querer algún día escribir este género, “pero no desde la Física, porque casi toda la ciencia ficción clásica estaba escrita desde la Física. Yo quería escribirla desde la Biología”, afirma.

Me gustaba la teoría, el análisis de los relatos, cuestiones discursivas. Y justo por eso y por una serie de controversias que me fui encontrando al interior de la Biología Evolutiva, es que hago una maestría sobre Filosofía de la Ciencia, enfocada en Biología Evolutiva […] Había leído un libro de Luis González de Alba, quien, dentro de todo lo que hacía, hacía también divulgación de la ciencia. El libro me había parecido muy interesante. En retrospectiva, después de 25 años, creo que el libro era muy biologicista. Pero en ese momento dije, wow, yo me quiero dedicar a esto. Y en la carrera escribí un ensayo sobre evolución y homosexualidad humana, que además nadie supo cómo calificarlo porque en ese momento no se hablaba sobre esos temas.

Había leído el libro de Joan Roughgarden: Evolution’s Rainbow, que cambió mi vida. No sólo porque ella sale del clóset como mujer trans, sino también por toda la manera en la que interroga a la Biología. Así entré al doctorado en Filosofía de la Ciencia, a trabajar diversidad sexual.

—¿Recuerdas qué libro de divulgación fue ese que leíste de Luis González de Alba?

—Es un libro que ahí he de tener en mi casa, ya ves que él hizo de todo. Luis hizo divulgación de la ciencia, pero también literatura, crónica, ensayo, fue activista y una figura polémica, porque llegó a tener posiciones misóginas y transmisóginas, incluso llegó en su momento a correr a las Hermanas Vampiro de El Taller, diciendo que el drag era una vergüenza, dio ahí sus razones, pero siempre respeté yo su divulgación porque creía que la ciencia podía ayudar a echar abajo una serie de mitos sobre las diversidades sexuales.

—Hablabas de tu afición por los animales, ¿qué animales te gustaban?, ¿dónde los conseguías?

—Los muñequitos donde se pudiera, en ferias, jugueterías. Y después, como buena bióloga, empecé a tener acuarios. Llegué a tener incluso cuatro acuarios simultáneos en mi casa, cuatro peceras grandes, una de agua salada, una de agua dulce, una más bien un ambiente híbrido, y la que era para plantas. De animales yo tuve desde tortugas de todo tipo, pasando por peces, crustáceos, equinodermos, tuve anémonas, morenas, víboras, ranas, todo lo que se te ocurra.

—Tenías tu propio mundo ahí.

—Sí, pero es muy caro, no me da la vida ni el tiempo ahora para tener eso, pero es una cosa que extraño. Siempre me gustó tener microambientes en casa.

“Viajar en el tiempo y reencontrarme siendo niña»

—Mencionabas que una de las razones por las que te interesaste inicialmente en la Biología fue por la ciencia ficción. ¿A qué autores de ciencia ficción leías?

—Yo creo que fui bastante convencional en mis inicios, cuando tenía 13, 14 años. Hay un momento en la adolescencia donde mucha gente se encuentra con tres grandes figuras de lo que se consideran a veces géneros menores: Lovecraft en el ámbito del terror, Tolkien en la fantasía y Asimov en la ciencia ficción. A pesar de que a Tolkien ya lo conocía, lo leí bien, bien, a esa edad. Leí prácticamente toda la producción literaria de Asimov, que es enorme. Me acuerdo que en un verano, de esos largos del bachillerato, me eché como 20 libros. Nunca había leído tanto. La exploración me llevó a leer a los autores clásicos: Ray Bradbury, Arthur C. Clarke, eventualmente a Julio Verne. Y al principio era una ciencia ficción clásica. Con los años, una de las cosas que me encantó fue el día que me encontré a las escritoras de ciencia ficción, que yo a esas no las leí siendo adolescente. A la primera que me encontré fue a Ursula K. Leguin, que me resultó fascinante porque me pareció una prosa radicalmente distinta, mucho más etnográfica que la de todos los demás. Y recuerdo todavía todo lo que fue leer Cuentos de Terramar.

Con los años me fui encontrando con otras autoras, como Margaret Atwood, Octavia Butler y toda la reflexión de la ciencia ficción mezclada con la memoria de la esclavitud. Ahí descubrí lo que es el afrofuturismo, un descubrimiento espectacular. Luego leí una colección de cuentos del futurismo africano. Me tardé mucho en encontrarme ciencia ficción latinoamericana. Encontré por ahí algunas antologías. El día que descubrí que había un pequeño cuento de Amado Nervo que estaba en una antología de ciencia ficción, me pareció impresionante, yo lo asociaba con un poeta […] La ciencia ficción siempre se ha atrevido a soñar horizontes que quizás en una literatura un poco más realista no.

—En el libro que coordinaste junto a Alba Pons Rabasa, Afecto Cuerpo e Identidad (UNAM, 2018), mencionas en tu ensayo que escribiste un cuento como parte de un concurso de Debate Feminista, “El tatuaje de Simón”. Además de este cuento, ¿has llegado a escribir más narrativa, algo de ciencia ficción tal vez, como te lo proponías cuando te interesaste en la Biología?

—Tengo publicados, si no me falla la memoria, cuatro cuentos. Y tres poemas en este libro que salió hace poquito: Poetas Trans de Abayayala (Pez en el Árbol, 2022). En realidad me interesaría mucho explorar más en la literatura, yo empecé a explorar una escritura más literaria en 1999, a raíz de una cosa un poco triste, y es que a una prima la balacean afuera de una discoteca, en el ’99, me acuerdo mucho, porque el primer cuento que escribí se lo escribí a ella. Y a la postre el cuento lo perdí, cosa que sí lamento mucho porque lo tenía en una computadora que se quemó. Lo tenía yo en una copia, fue el primer cuento de literatura que escribí, en 1999.

De ahí en adelante tengo varios cuentos, pero no publicados. Publicados tengo uno que salió en Lenguaraz, yo creo que hace 15 años, era una especie de fantasía erótica entre Buda y Alá, que tenía justamente una connotación de tratar de imaginar lo que podría ser una erótica interreligiosa. Justo lo escribí en un momento en el que un amigo acababa de convertirse al sufismo, y en un momento particularmente islamófobo. Entonces el cuento también es una exploración de cómo puede haber un cariño y una erótica allí donde tenemos distintas religiones. Otro cuento que podría decir que es lo más cercano que tengo a ciencia ficción, se publicó en una página de internet, se llama ‘Soñar Conmigo’, y es un ejercicio de viajar en el tiempo y reencontrarme siendo niña, y, de alguna manera, de mirarme con los ojos del presente. Eso sería en todo caso lo más cercano.

“El feminismo es muy importante para entender la historia de la diversidad sexual”

“Tengo segunda parte de ‘El tatuaje de Simón’, la primera parte fue en 2008 y la segunda es de 2020. Lo que pasa es que fue un cuento escrito en un momento donde yo tenía muchas preguntas, se ve por un lado mi interés de acercarme al feminismo, y por el otro una especie de renuncia de ‘sin embargo será un espacio al que nunca podré acceder porque esta no es mi vivencia’. La segunda parte la publicó una revista en línea, Plástico, es de alguna manera la historia de ese personaje 15 años después. Y ese no es un cuento de ciencia ficción, sino mucho más fantástico. Le debía yo al personaje ese cuento.

Y sí me parece importante aclarar el contexto, yo me empecé a interesar por el feminismo porque vi que era algo muy importante para entender la historia de la diversidad sexual, discursivamente había tenido mucho impacto sobre la diversidad sexual. Empecé a leer sobre todas las otras ramas de los feminismos y a tratar de leer no sólo sobre teoría queer y posestructuralismo, sino sobre feminismo de la diferencia.

Una vez intenté escribir una novela de fantasía, la escribí y en retrospectiva qué bueno que nada más la escribí y se quedó allí, porque fue un primer acercamiento a la novela, creo que tendría que trabajarla muchísimo, la escribí hace 15 años y ahí está para que algún día me sienta a escribirla bien, a arreglarla».

“Yo no quería performar un personaje”

—Además también haces drag, ¿cómo fue tu acercamiento con el drag y qué es para ti el drag?

—Bueno, yo hacía drag. Me acerqué primero al vogue por razones muy académicas, había leído la parte del libro Bodies that Matter de Judith Butler esa parte que se llama “Gender is Burning” donde hace este análisis de la película de Paris is Burning. En 2015 me enteré de que iba a haber en México el primer ball y me emocioné muchísimo. En ese momento las propias vogueras mexicanas estaban en pañales, no entendían las reglas, nadie entendía bien a bien las categorías y cómo funcionaban. Yo estuve ahí y fue histórico porque estaba viendo algo de lo que siempre había leído.

Allí estaba Zebra, madre en ese entonces de House of Drag y me animé en 2016 con Lea, una amiga, a ir a sus clases, y la experiencia de acercarnos al vogue, sobre todo al estilo vogue femme que es el que hace Zebra, nos cimbró en la subjetividad, fue una experiencia muy poderosa porque encontramos un espacio donde había una celebración de la exploración de género, que la verdad no había vivido en ningún lado.

—Sí porque es ponerlo en el cuerpo, es apropiarte del cuerpo y utilizarlo como herramienta de expresión.

—Claro, y ahí me di cuenta de la rigidez que tenía mi cuerpo, lo que significa la internalización de un esquema de género sobre cómo te mueves y habitas tu cuerpo. Fue una experiencia brutalmente fenomenológica, y Zebra era parte de la comunidad drag, eso me llevó a explorar el drag. Yo nunca di shows, era más bien un drag como entretenimiento personal, de vestirme, maquillarme e ir a eventos drag, a ver concursar a amigas, amigos, amigues, hasta que me di cuenta que en realidad lo que me estaba dando el drag era algo, pero no exactamente lo que yo quería.

Yo no quería performar un personaje, lo que me llevó a una transición de género. Seguí haciendo vogue un rato, pero en algún momento tomé distancia de la comunidad porque tuve una diferencia muy profunda con respecto al lugar que tienen las mujeres trans en la escena ballroom, curiosamente hay una codificación del cuerpo de la mujer trans que todo el tiempo lo distingue del cuerpo de la mujer cis, las categorías lo dicen: una es la categoría women y otra la fem-queen, no importa cómo te veas, eso es una barrera infranqueable en la escena ballroom.

“Transmisoginia y misoginia en el propio ballroom”

“Si Butler hubiera hecho una etnografía, se habría encontrado que más allá de lo que la película te muestra sobre la performatividad en el travestismo, siguen habiendo una serie de reglas institucionales en la comunidad ballroom —y lo digo así, institucionales, porque de alguna manera codifican quién es quién, qué lugar tiene, dónde va, en qué puede participar, regulando a los cuerpos, a los espacios, qué pueden hacer, qué no pueden hacer—, y ahí me di cuenta que había una invalidación tremenda, que tú nunca ibas a poder estar en una categoría de women, y dije caray, no, qué es esto, de ahí la ruptura tan fuerte con el ballroom.

A la postre, se generó una discusión en la comunidad ballroom que llevó a que empezara a examinarse la transmisoginia y la misoginia en el propio ballroom, y hoy la comunidad está en un momento distinto, si bien esa distinción sigue allí, por lo menos hay más conciencia de lo que eso hace. Años después me vine a enterar que, desde los años 90, la Antropología de Género en Estados Unidos ya había documentado que había una parte de las mujeres trans en la escena ballroom que se quejaban mucho de esta regulación. Un enorme espacio lúdico de subversión y transgresión, me terminó mostrando una buena lección: allí donde hay un espacio de entretenimiento, también hay regulaciones de los cuerpos, y hay que volver a mirarlas».

El vogue ha tomado las calles…

—¿Cómo defines el vogue?

—Yo no definiría ni al vogue porque creo que la palabra definición tiene unas connotaciones que no ayudan a entender fenómenos sociales como estos. Yo creo que tenemos que entender esto genealógicamente, porque dar una definición implica dar unas condiciones necesarias y suficientes para que algo merezca ser considerado parte de una categoría. Yo lo definiría en términos genealógicos. Lo que diría es que lo que estamos viendo en el vogue es una danza urbana que claramente tiene un origen en las comunidades, sobre todo negras y latinas del Nueva York de los años 80 y que tiene una serie de antecedentes en los balls de la comunidad negra en lo que fue el Harlem, incluso en los años del renacimiento del Harlem y antes. Y que, por supuesto, está mezclado con formas de música electrónica como el house y también con toda una estética de reapropiar la lógica de la blanquitud y la riqueza que históricamente fue, digamos, la que más excluía y discriminaba a estos cuerpos. Y eso siempre ha generado disputas sobre si esto es un movimiento de alguna manera aspiracional o no.

El vogue tiene una historia política muy interesante, sobre todo en estos últimos tres años en América Latina el vogue se ha salido de las salas de baile, de los antros, de las discos, y ha tomado las calles y se ha vuelto un baile con una potencia política, que quizá ya no tiene en otras partes del mundo. Lo hemos visto en Colombia, en México, tanto en Ciudad de México como en Monterrey, lo vemos incluso ahora en Ecuador y Perú, que se vuelve de pronto un baile para plantarte en la calle y decir yo me muevo distinto, yo me vivo distinto, yo me nombro distinto y aquí estoy.

—Y que incluso se utiliza en protestas públicas, por ejemplo, descentralizando un poco, en Toluca, en el Estado de México, previo a la aprobación de la Ley de Identidad de Género, hubo una protesta con voguing en las calles. Ahí se puede palpar esta resistencia y protesta política por los derechos de las personas trans y no binarias.

—Sí, incluso no había categorías para personas no binarias, y el vogue tuvo que acomodarse. Primero fue un golpe interno descubrir que, por ejemplo, tampoco había categorías para hombres trans, que incluso toda la categoría de women nunca distingue si son mujeres lesbianas, bisexuales, heterosexuales o qué. Y empezó en México un ejercicio de tratar de crear nuevas categorías después de darse cuenta de que las categorías no estaban acomodándose a todo el mundo.

También hay una parte de la comunidad que se queda muy ligada a la escena gringa, que es quizá la más conservadora, pero hay otra que se sale y empieza a bailar en la calle, a bailar en protesta, que no le interesa la competencia ni que le digan si lo hace bien o mal, sino bailarlo en la banqueta, o incluso bailar en frente de la policía. Me parece muy potente ver un cuerpo vogueando en frente de la policía, de los granaderos, porque es una manera de hacer que el cuerpo tenga una enorme agencia y una presencia, es un desafío no violento. Y yo creo que esa es la parte del vogue que a mí hoy me parece más interesante.

Incluso está llevando a que un montón de gente que antes se nombraba desde las identidades, como por ejemplo ser simplemente una persona homosexual, ahora se atrevan a que también su expresión de género se rompa y se desestabilice. La homosexualidad se había ido volviendo tanto en hombres como en mujeres cada vez más una cuestión de la vida privada mental del sujeto […] Gracias a la escena vogue y a otras escenas urbanas, se empieza a transformar el cómo se habitan las sexualidades, poniendo en jaque sus construcciones generalizadas.

“La mejor filosofía se sigue haciendo desde las fricciones de la vida cotidiana”

—Me gustaría que me hablaras sobre tu autoetnografía en YouTube, este ejercicio de introspección y al mismo tiempo de divulgación, a partir de la experiencia propia.

—Yo llegué a la idea de hacer un canal en YouTube porque me había resonado ver a figuras como Victoria Volkova y Ofelia Pastrana. Me encontré con que las narrativas que ellas daban sobre su vida me permitían explicarme la mía, y al principio quise narrar también mi propia transición, pero creo que algo que pasa en las transiciones es que al principio te vuelcas en tu cuerpo, a mirar tu cuerpo, y de repente te das cuenta que lo que está cambiando no sólo es tu cuerpo sino que está cambiando todo lo que te rodea y creo que hubo un quiebre en mi canal muy temprano, cuando empecé a narrar lo que estaba cambiando a mi alrededor, eso no lo estaba compartiendo nadie, el teorizar la vida cotidiana, posicionándome muy claramente en contra de violencias inadmisibles que estaba viendo, que me pasaban a mí y a muchas compañeras, compañeros y compañeres, producto del prejuicio, del estigma, del sesgo y a veces, francamente, producto del desinterés por conocer.Nunca creí que iba a resonar tanto, porque, aunque tenía pocas vistas, de mil, mil 200 personas por video, de repente me veían en todo el mundo, en Europa, América Latina, Estados Unidos.

Esto también hizo que recibiera muchísimas violencias que tuvieron un costo personal muy alto en términos de salud mental y física y por eso dejé de hacer vídeos justo hace más o menos un año. Aparte iba a venir este programa de Los 41 tropiezos de la heteronorma, y ahora el podcast, porque mi canal nunca fue muy visual.

—¿Qué es lo que hace o forma a un filósofo?

—Lo que caracterizaba a la filosofía era un ejercicio de indagación acerca de por qué los presupuestos que tenemos los tomamos como dados, como naturales, de dónde han salido, qué efectos tienen, cómo gobiernan nuestra vida, y ese tipo de preguntas, la inmensa mayoría de las veces, no nacen de una reflexión contemplativa que se lleve a cabo en un cubículo, la filosofía nació de las fricciones de la vida cotidiana, la mejor filosofía se sigue haciendo desde allí, no sólo la filosofía política, sino la metafísica, la epistemología, el preguntarte ¿cómo es que sé que soy trans?, esa es una pregunta epistemológica que nos hacemos un montón de personas. ¿Qué quiere decir ser trans?, es una pregunta metafísica, de alguna manera. ¿Qué derechos tengo?, una pregunta de filosofía política y del derecho.

“Una lectura paranoica”

—¿Cuál es tu opinión con respecto a la cancelación de contratos de la escritora colombiana Carolina Sanín, por parte de la editorial Almadía en México, tras su videocolumna en la que hizo declaraciones con fundamentos transfóbicos?

—El video que ella hace es muy desafortunado. Yo no me considero una teórica de lo queer, yo me considero una transfeminista y filósofa, pero, si hay una parte de la teoría queer que sí reivindico, es la Ecología Queer, en la que se acuñó el término de eco-heteronormatividades, y una de las cosas que los caracteriza es que reinstalan la idea de que ciertas corporalidades y sexualidades son naturales y las demás no. Y que ahora la narrativa es que somos producto de la propia degradación ecológica del mundo. Y yo creo que eso estaba en el corazón del video de Carolina, una lectura eco-heteronormativa de los cuerpos que me parece importante desmontar porque, en efecto, empezamos a encontrarnos de repente con derivas autoritarias y reaccionarias de discursos aparentemente preocupados por el medio ambiente.

Me sorprende cómo escenarios francamente absurdos e improbables, como el que plantea Carolina, se colocan como distopías atemorizantes, y de repente estamos en una situación paradójica donde a la gente le asusta más la posibilidad de que las mujeres trans el día de mañana llevemos a cabo un holocausto de mujeres para extraer sus órganos, una lectura paranoica, y no le preocupa una distopía que es mucho más verosímil, que es la distopía del cambio climático, del caos climático que está ya alcanzando a todo el planeta.

Estrictamente hablando, no es censura, porque no viene de un acto de coerción producto de una estructura del Estado […] Hay preguntas que tenemos que hacernos, sobre si las editoriales tendrían que tener códigos éticos o simplemente tienen que publicar lo que sea, pero yo no creo que sea inherentemente problemático que Almadía haya decidido no publicarle a una autora, porque, si bien, en esos libros no hablan del tema, sí van a conducir a que tenga una visibilidad que usará no sólo para hablar de su trabajo, sino para hablar de algo que no tiene fundamento.

Todos los movimientos sociales muchas veces caen en la tentación de deshumanizar a quien percibe como un enemigo y colocarlo como una amenaza y como un monstruo […] Sí creo que hay discursos que tienen un efecto social pernicioso, y que tienen que ser señalados. Pero tendríamos que tener mucho cuidado en que eso no se traduzca en que las personas que los enarbolan sean convertidas ellas en un blanco de violencia. No deberíamos generar una situación donde sus derechos y su integridad se vean atacados.

“Quienes defienden la libertad de expresión no se dan cuenta de que nosotros no la tenemos”

«[…] Cabe hacer una distinción entre lo que se llama discursos discriminatorios y discursos de odio. Los discriminatorios están protegidos por la libertad de expresión, los discursos de odio no. Un discurso de odio no solamente es un discurso que abiertamente llama a violentar a alguien, esa es una definición muy estrecha. Un discurso de odio es aquel que de manera reiterada y sistemática se ha traducido ya en incidentes que implican la corrosión de los derechos humanos de algún sector.

Conocemos casos de hombres y mujeres trans, de personas no binarias, que han sido agredidas no sólo digital ni verbalmente, sino físicamente. Hay claramente casos documentados de movimientos que abiertamente buscan no sólo impedir el reconocimiento de ciertos derechos, sino derogar derechos que ya existen, yendo incluso en contra de la idea de la progresividad de los derechos humanos […] Dentro del liberalismo filosófico la libertad de expresión está protegida, pero siempre y cuando no implique la amenaza inmediata a los derechos de un colectivo. Cuando eso pasa se ha cruzado una línea, y el colectivo trans está señalando que esa línea ya se cruzó.

No hay los espacios en prensa, no hay los espacios académicos para que esta denuncia se escuche. La ironía es que quienes defienden la libertad de expresión no se dan cuenta de que nosotros no la tenemos, que no tenemos acceso a foros, que no tenemos acceso a prensa y que no sólo no la tenemos, sino que no la tendremos si estos discursos siguen operando. La paradoja es que no podemos evidenciar que ya se cruzó una línea porque los foros donde podríamos evidenciarlos no nos reciben. Las audiencias no nos escuchan por eso».

«Todo el tiempo se nos condiciona el reconocimiento de nuestra dignidad»

—¿Qué música te gusta?

—Soy una persona que no tiene un género musical en la cabeza, soy radicalmente ecléctica, o sea, te podría decir que desde My Chemical Romance, pasando por la ranchera, incluso ranchera medio facha, pasando por rock en español, pop en inglés. Yo no sé si podría decir que hay un género musical que me gusta más. Siempre es una cuestión de encontrarme con canciones que a veces me significan algo, no sé, por muchas razones, como la canción de Coldplay de “The Scientist”, que justo salió cuando yo estaba en la universidad, en la facultad de ciencias, y que siempre significó muchas cosas, por lo que era estudiar ciencia en ese momento, por lo que era la experiencia con mis amigos, por todo eso.

—¿Te gustaría mandar un mensaje a la audiencia?

—Más allá de darte las gracias a ti por la entrevista, yo quisiera que la gente se diera cuenta de que a la gente trans todo el tiempo se nos confronta con una demanda de explicación de por qué existimos, y todo el tiempo se nos condiciona el reconocimiento de nuestra dignidad al dar una respuesta satisfactoria al por qué existimos.

Tenemos que aprender a interrogar el por qué se nos pregunta por qué existimos. Desde qué lugar se considera que se tiene la autoridad para cuestionar la existencia de otro ser humano y para obligarle a tener que dar una explicación de por qué es quien es. Y yo creo que esa pregunta es la pregunta más interesante, que puede revertir toda la lógica de esta confrontación y evidenciar que quienes hacen esa pregunta están presuponiendo, por supuesto, que su forma de ser es la que siempre tiene que estar. Y eso es algo que se hace en contra de la historia, de la diversidad cultural, en contra, incluso, de lo muy distintos que hemos sido los seres humanos.

La filósofa y activista trans Siobhan Guerrero. Foto: Cortesía Siobhan Guerrero (Pie de Página)

Este texto es propiedad de Pie de Página y lo reproducimos como parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Puedes leer el original en este enlace.

 

Analizará Congreso iniciativa que tipifica terapias que forzan conversión sexual

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Amílcar Juárez (Archivo)

15 de marzo del 2023

Chilpancingo

 

Al Congreso del estado llegó una iniciativa para tipificar como delito en el Código Penal del Estado de Guerrero las terapias de conversión, concebidas para cambiar por la fuerza la orientación sexual de una persona.

Con esta iniciativa pretenden que cualquier persona que la realice o promueva sea castigada con cárcel.

De acuerdo con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidad para los Derechos Humanos, el término terapias de conversión abarca intervenciones que tienen por finalidad cambiar la orientación sexual de una persona o su identidad de género.

“Sus promotores afirman que estas terapias pueden transformar a las personas gays, lesbianas o bisexuales en heterosexuales, y a las personas trans o de género diverso/diferente a cisgénero, lo que significa que la identidad de género corresponde al sexo asignado al nacer”.

Durante la sesión de ayer, la Mesa Directiva del Congreso local notificó al pleno que la gobernadora Evelyn Salgado Pineda envió un paquete de iniciativas y adiciones a diversas leyes estatales, una de ellas para tipificar como delito las terapias de conversión.

La Mesa Directiva no dio lectura a la iniciativa, sólo informó que al momento de recibirlas, el pasado 10 de marzo, fueron turnadas a comisiones.

La diputada y secretaria de la Comisión de Justicia, la morenista Beatriz Mojica Morga, dijo en entrevista que todavía desconocía los términos de la iniciativa, porque aún no les hacían llegar el texto de la propuesta.

El activista por los derechos de las poblaciones LGBTI+, Efraín de Jesús Arroyo, dijo que los colectivos desconocen los términos de la propuesta de reforma, pero la consideró importante para sus derechos.

«Realmente nadie del colectivo tenía conocimiento de esta iniciativa, pero nos da mucho gusto que se esté presentando. Vamos a estar pendientes para ver cómo va», mencionó en entrevista.

Expuso que aún cuando de manera pública se desconozcan casos de personas o lugares en los que se realizan terapias de conversión, no es muestra de inexistencia.

«Sí existen, la mayoría de estos casos suceden en las familias conservadores y lo primero que hacen (es) obligarlos a trabajar en un lugar rudo o meterlos a algunas iglesias o alguna religión, donde empiezan estas terapias y a curarlos supuestamente, y es algo triste y lamentable», mencionó de Jesús Arroyo.

En un informe de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos definen tres tipos principales de terapias de conversión.

La primera es la intervención psicoterapéutica, basada en la creencia de que la diversidad sexual o de género tiene su origen en una crianza o experiencia anormal. La segunda son las prácticas médicas, basadas en la teoría que considera que la diversidad sexual o de género es una disfunción biológica inherente. La tercera que son las intervenciones basadas en la fe, que actúan bajo la premisa de que hay algo «intrínsecamente maligno» en la orientación o identidad de género diversas.

Algunos de los abusos de los que tiene registro la ONU van desde los físicos, psicológicos y sexuales, así como la electrocución, la medicación forzada, el aislamiento, el confinamiento, las injurias y la humillación para tratar de obtener la conversión.

Desde hace varios años, a nivel nacional e internacional hay un movimiento para tipificar como delito dichas terapias, incluso la ONU ya emitió una recomendación a nivel internacional para evitar este tipo de tratamientos.

Aspectos de la marcha del orgullo en Chilpancingo ocurrida el pasado  junio del 2022. Foto: Amílcar Juárez (Archivo Amapola)

 

Lamentan poblaciones LGBTI+ el impedimento para casarse en bodas colectivas

Todavía faltan reformas a leyes secundarias en materia de divorcio, la actualización de las actas de matrimonio y capacitación para personal del Registro Civil para los matrimonios igualitarios


Texto: Itzel Urieta
Fotografía: Amílcar Juárez (Archivo) 
15 de febrero del 2023
Chilpancingo

 

Integrantes de las poblaciones LGBTI+ lamentaron que no pudieran participar en las bodas colectivas 2023 organizadas ayer por el gobierno del estado, porque están pendientes las reformas a leyes secundarias en materia de divorcio, la actualización de las actas de matrimonio y capacitación para personal del Registro Civil para los matrimonios igualitarios.

“Después de que aprobaron el matrimonio (entre personas del mismo sexo) teníamos la esperanza de que pudieran participar parejas de la diversidad sexual en las bodas masivas. Desafortunadamente no participaron por falta de compromiso, porque no han agilizado el proceso de leyes”, comentó Efraín de Jesús Arroyo, integrante del colectivo Lgbti+ Orgullo Guerrero.

Hace dos semanas les comentaron que era posible que en las bodas colectivas del 14 de febrero pudieran participar. Los colectivos buscaron por todos los medios institucionales la manera de hacerlo, pero no pudieron.

“Es lamentable, triste y puede que hasta discriminatorio porque no están cumpliendo con los matrimonios igualitarios, aún cuando ya está aprobado por el Congreso”, dijo de Jesús Arroyo.

De acuerdo con el coordinador técnico del Registro Civil del estado, Roberto Barreto Bohórquez, esto se debió a que falta armonizar las leyes secundarias de divorcio.

“No tengo una fecha precisa en este momento (para la realización de matrimonios igualitarios), depende de algunos sectores de armonización”, dijo Barreto Bohórquez en entrevista al término de las bodas colectivas realizadas ayer en el zócalo de Chilpancingo.

En la imagen, el coordinador técnico del Registro Civil del estado, Roberto Barreto Bohórquez, en entrevista al término de las bodas colectivas en Chilpancingo, el 14 de febrero del 2023. Foto: José Miguel Sánchez

El matrimonio igualitario fue aprobado por los diputados locales en octubre de 2022, pero la publicación en el Periódico Oficial del Estado de esta reforma tuvo un retrasó de dos meses.

Desde diciembre del 2022, parejas de las poblaciones LGBTI+ se acercaron al Ayuntamiento de Chilpancingo para contraer matrimonio, pero su solicitud fue negada.

Tal es el caso de Max y Julián, una pareja que desde diciembre del 2022 intenta casarse en Chilpancingo.

Desde la aprobación del matrimonio igualitario en la entidad, Max y Julián vieron la oportunidad de legalizar su relación y acceder a los derechos que el matrimonio otorga. Max es originario de Michoacán, tiene doble nacionalidad, la mexicana y la estadounidense; Julián es de Guerrero.

Una de las principales razones por las que quiere casarse es para que Julián, su pareja, acceda a la doble nacionalidad como él y vivan y trabajen un tiempo en Estados Unidos.

Pero sus planes como pareja los retrasaron porque en Guerrero todavía no tienen garantizado su derecho a un matrimonio. Max quería casarse en febrero, viajar a Estados Unidos en marzo, y pronto comenzar con el trámite de la doble nacionalidad de Julián.

Como no concretaron su unión en Guerrero se casarán en Michoacán.

“La verdad me sentí mal, yo estaba planeando todo aquí. La familia de mi pareja aquí vive, mi idea era hacer todo aquí, pasar un tiempo en Michoacán ya casado y, de ahí, irme a Estados Unidos”, comentó Max.

Ricardo Locia Hernández, activista por los derechos de las poblaciones LGBTI+, expresó a través de su perfil personal en Facebook su molestia e inconformidad por no poder casarse el 14 de febrero.

“Yo quería casarme pero el gobierno de mi estado dice aún no estar preparado. Justifica sus hechos en los tiempos institucionales. Las cosas por su nombre, falta de empatía, violencia, eso es, lo que persiste en el Ejecutivo; debo esperar hasta el mes de octubre para ejercer mi derecho”, se lee en su publicación.

Juan Carlos Salvador López, presidente del colectivo Orgullo Guerrero, comentó que la no agilización de los trámites para las uniones entre personas del mismo sexo es por falta de empatía.

“Creo importante señalar que para nosotros, para mí, la no rapidez en tramitar las reformar a las leyes secundarias, formatos y demás, representa una falta de empatía y compromiso. Celebramos la aprobación del matrimonio el 25 de octubre del 2022, pero el estado aún no permite las uniones y piden que esperamos hasta finales de septiembre del 2023”.

Barreto Bohórquez explicó que el decreto que reforma el Código Civil que permite los matrimonios igualitarios “establece 180 días para armonizar las leyes secundarias antes de proceder a ese tipo de enlaces matrimoniales, y el Congreso local lo aprobó el 25 de octubre del 2022, así que todavía estamos a tiempo”.

También dijo que trabajan junto con la Secretaría General de Gobierno, ayuntamientos, Congreso del Estado y diversos colectivos de las poblaciones LGBTI+ para agilizar el proceso y antes que se cumpla el límite de los 180 las parejas puedan casarse.

“Queremos facilitar la armonía jurisdiccional y legislativa para que los matrimonios igualitarios tengan certeza jurídica”.

De acuerdo con lo informado por el funcionario estatal se necesita modificar los formatos de las actas de matrimonio, los reglamentos, requisitos y documentos especiales.

También mencionó que se capacita a los responsables de las oficinas del Registro Civil en todo el estado para que conozcan las modificaciones y la manera en que trabajarán con los nuevos formatos.

De Jesús Arroyo mencionó que a los colectivos los citaron a una reunión para la próxima semana y exponerles los avances sobre los matrimonios igualitarios.

“Nosotros no perdemos la esperanza de que los matrimonios puedan realizarse lo más pronto posible y antes de los 180 días que marca la ley, y vamos a estar presionado y pendientes de los avances”, agregó.

Aspectos de la marcha estatal de la diversidad sexual, en Chilpancingo, el pasado 18 de junio del 2022. Foto: Amilcar Juárez (Archivo)

Aprueban el matrimonio igualitario en Guerrero

Durante la sesión, los diputados también presentaron una iniciativa para realizar cambios de identidad de género en las actas de nacimiento y un exhorto al gobierno del estado para la Creación del Instituto Estatal para la Atención de las Poblaciones LGBTI+. 


Texto: José Miguel Sánchez 

Fotografía: Óscar Guerrero 

25 de octubre del 2022

Chilpancingo 

 

Esta tarde, los diputados locales aprobaron el matrimonio igualitario en Guerrero por mayoría de votos, y así la entidad se convierte en la número 31, la penúltima del país, la unión legal entre personas del mismo sexo.

Para la aprobación de la iniciativa, los diputados celebraron dos sesiones. En votación definitiva los números quedaron así: 38 votos a favor, seis en contra y dos abstenciones.

En la primera sesión dieron la primera lectura al dictamen, horas más tarde, a las siste de la tarde, los diputados en pleno llamaron a una segunda sesión para otra lectura y la votación.

La diputada Yoloczin Domínguez Serna y el diputado Héctor Agüero García subieron a tribuna a razonar su voto a favor.

La única diputada que lo razonó en contra fue la priísta Julieta Fernández Márquez, quien dijo que el matrimonio igualitario atenta contra la familia tradicional y que afectaría a las futuras generaciones.

«Dicha reforma, por su contenido y alcance, debió haberse sometido a consulta ciudadana y discutirse con mayor profundidad, por el gran impacto que representa hoy y las repercusiones que traerá a futuro», mencionó Fernández Márquez.

Durante su intervención, integrantes de las poblaciones LGBTI+ que acudieron al recinto del Congreso local para ser testigos de la sesión, le dieron la espalda el señal de rechazo por intentar obstaculizar lo que han mencionado es su derecho.

Al término de los razonamientos ocurrió la votación en urna, por lo que se desconoce los diputados que votaron a favor y los que votaron en contra.

Los integrantes de las poblaciones LGBTI+ que estaban presentes, muchos de ellos activistas por el reconocimiento a sus derechos negados, celebraron los resultados.

“¡Más de 20 años y por fin lo logramos!”, se escuchó decir a uno de ellos

La iniciativa fue presentada el pasado 15 de junio por el entonces diputado, y actual dirigente estatal de Morena, Jacinto González Varona y la presidenta de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Yoloczin Dominguéz Serna.

Las reformas al Código Civil del Estado Libre y Soberano de Guerrero Número 358 y al Código Procesal Civil “tienen el propósito de reconocer en la legislación estatal el matrimonio y concubinato para todas las personas sin discriminación alguna”, decía el dictamen que fue leído por el diputado priísta Ricardo Astudillo Calvo, secretario de la Mesa Directiva.

Con estas reformas quedan eliminados los términos hombre y mujer, marido y mujer, los cuales fueron sustituidos por contrayentes, cónyuges o personas casadas.

Con la aprobación de esta iniciativa Guerrero es el estado número 31 en aprobar el matrimonio igualitario, es decir, el penúltimo, sólo faltaría Tamaulipas para que en todo el país sea legal la unión entre dos personas del mismo sexo.

Nueva iniciativa para que la identidad de género quede asentada en actas de nacimiento

Otro de los temas tratados en la sesión fue una iniciativa presentada por la diputada morenista Jessica Ivette Alejo Rayo para que las personas que lo deseen puedan cambiar su género en su acta de nacimiento.

La iniciativa pretende crear un procedimiento administrativo en el Registro Civil, denominado Reconocimiento de identidad de género, para garantizarle a cualquier persona elegir su propia identidad sexual y de género.

La iniciativa se turnó a la Comisión de Justicia para su valoración.

Otro tema relacionado discutido hoy fue la primera lectura de un dictamen de exhorto al gobierno del estado para la creación del Instituto Estatal para la Atención de las Poblaciones LGBTI+, y a los ayuntamientos para establecer una dirección que atienda la demandas de estas poblaciones.

«En Guerrero es difícil reconocerse como parte de la población LGBT+»: Locia Hernández

Texto y fotografía: Itzel Urieta 

Chilpancingo

 

Por la deuda histórica que la entidad guerrerense tiene con la comunidad LGBTI+ «no podemos ser abiertamente quienes somos, ni acceder a ciertos derechos y tenemos que vivir entre la homofobia de algunas personas», señaló Ricardo Alexis Locia Hernández, quien recibirá la Presea al Merito Juvenil 2022 en la categoria de derechos humanos.

Explicó que en un estado como Guerrero es difícil reconocerse como personas de las poblaciones LGBTI+.

Locia Hernández es antropólogo, egresado de la Escuela de Antropología Social de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro) y activista por los derechos de las poblaciones LGBTI+ e integrante del Colectivo Lgbti+ Orgullo Guerrero.

Locia Hernández impartió la ponencia titulada Deuda histórica del estado con las poblaciones LGBTI+ en el Centro Cultural el Zanate Azul, en Chilpancingo, la tarde del jueves.

Ahí afirmó que la reforma al artículo 170 del Código Penal que criminaliza a las personas con VIH es otra deuda del estado.

Reconoció el trabajo de activistas que visibilizaron el tema del VIH.

Locia Hernández tiene VIH y reconoce que recibir este premio le genera cierto miedo al quedar expuesta parte de su vida.

«Hay gente de mi familia que no sabía que tengo VIH, hay desinformación y toca reeducarlos».

Tiene una carga viral baja de VIH y está en tratamiento por lo que el riesgo de transmitir a otra persona es nula.

En relación al matrimonio igualitario, la legislación actual de Guerrero no contempla el matrimonio entre dos personas del mismo sexo, lo que complica a parejas homosexuales compartir derechos sociales como salud y vivienda.

En el tema de los crímenes de odio, mencionó a algunos activistas por los derechos de las poblaciones LGBTI+ asesinados, como Quetzalcoatl Leíja Herrera.

A 20 años de haberse creado el colectivo, reconoce que hay cosas que cambiaron, pero otras que son tabú.

Pidió se brinden más oportunidades en el ámbito académico para realizar trabajos e investigaciones sobre las poblaciones LGBTI+.

Ricardo comenzó su participación en marchas de las poblaciones LGBTI+ a los 17 años.

Además de la deuda histórica, apeló a que se conozca más sobre la historia de los colectivos y su lucha.

El pasado 3 de septiembre del 2022, Ricardo estaba en una reunión con su colectivo cuando se percató que en su perfil de Facebook tenía diversas etiquetas felicitándolo por obtener el Premio al Mérito Juvenil 2022 en materia de Derechos Humanos.

Este premio es otorgado por el gobierno del estado a través de la Secretaría de la Juventud y Niñez de Guerrero a varios jóvenes en diferentes categorías.

«Sé que se tiene que postular, pero la verdad yo no se quién me postuló pero al final lo agradezco».

No quería aceptar el premio porque considera podía verse como una vanidad, comenta. «Al final es una visibilidad, es cambiar el discurso y las narrativas sobre las personas que vivimos con VIH y de las poblaciones LGBT».

Locia Hernández es el primer joven abiertamente homosexual en recibir este premio.

«Este premio significa una gran responsabilidad de saber que puedo ser un referente para las juventudes diversas».

 

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Guerrero en deuda con las poblaciones LGBTI+

En 2011 Guerrero registró el mayor número de crímenes de odio hacia la comunidad LGBTI+ con 22, según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).


Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Amílcar Juárez

Chilpancingo

 

La madrugada del 4 de mayo del 2011, Quetzalcóatl Leija Herrera fue asesinado. Era activista por los derechos de la comunidad LGBTI+ y presidente del Centro de Estudios y Proyectos para el Desarrollo Humano Integral (Ceprodehi).

Desde el Ceprodehi registró 104 asesinatos por homofobia ocurridos del 2007 al 2011 en Guerrero,.

Ese 4 de mayo, Quetzalcóatl fue asesinado a metros del Palacio municipal de Chilpancingo, muy cerca del zócalo, uno de los lugares más transitados de la capital.

Quetzalcóatl fue asesinado a golpes, recibió uno en lado derecho de la cabeza que le desfiguró parte del rostro.

El asesinato de Quetzalcóatl es un crimen de odio que a once años sigue impune.

Crímenes de odio

Ricardo Locia es antropólogo, activista por los derechos de la población LGBTI+ e integrante del Colectivo Lgbti+ Orgullo Guerrero. Considera que un crimen de odio está caracterizado por la saña antes, durante y después del asesinato.

La saña va desde lesiones con traumas en el cuerpo, mutilaciones, asfixia.

“Todo se cristaliza en la cuestión simbólica desde donde se ejerce la violencia, por ejemplo hay mujeres trans a las que les cortan los pechos o si todavía tienen su miembro también se lo cortan”, explica Locia.

En 2011 Guerrero registró el mayor número de crímenes de odio con 22, según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).

El Colectivo Lgbti+ Orgullo Guerrero desde 2017 contabiliza los crímenes de odio, no los hace públicos para resguardar la identidad de las víctimas.

El registro son de casos que rastrean en los medios de comunicación como periódicos y redes sociales, pero no está completo por la falta información pues sólo se conocen los asesinatos ocurridos en Acapulco, Chilpancingo, Iguala y Taxco, las ciudades más grandes de Guerrero.

La Comisión Ciudadana Contra Crímenes de Odio y la Asociación Letra S, registraron el año pasado 78 crímenes de odio en el país, cinco ocurrieron en Guerrero.

«Esta cifra se puede duplicar e incluso triplicar, en el sentido de que no tenemos presencia en la parte de la Montaña, la Tierra Caliente, Costa Grande, Costa Chica, en las comunidades donde no hay medios digitales no podemos saber si hay crímenes de odio”, precisa Locia.

El que no haya un organismo gubernamental que genere una base de datos de estos crímenes complica tener cifras más exactas, dice Locia, además de que no existen los protocolos por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE) para a hacer el levantamiento de un cadáver de un integrante de la población LGBTI+.

En Guerrero, el crímen de odio no está tipificado en el Código Penal, lo que también dificulta que se investiguen de manera adecuada. Es por esto, que muchos casos terminan archivados y en la impunidad.

Locia considera que Guerrero es un lugar inseguro para  la población LGBTI+. Para evitar ser agredido, cuenta, ha tenido que vestirse muy masculino para tratar, dice,  de que no se le vea o no se note que es gay. Está consciente de que esto también es un tipo de violencia.

“Esto ha sido para protegerme, para que yo no sienta los embates complejos que viven y sufren las mujeres trans, las comunidades lesbianas y también otros compañeros homosexuales que tienen una mayor feminidad en su andar o en su vestir, para mí Guerrero no es un lugar seguro”, comenta.

Sin embargo, dice Locia, hay integrantes de la población LGBTI+ que viven en condiciones más difíciles como en comunidades indígenas y afromexicanas porque, asegura, la violencia que sufren va desde la discriminación en espacios de trabajo, la escuela y en el hogar.

Marchar por sus derechos

Junio es conocido como el mes del orgullo gay porque se conmemora la lucha y la visibilización de la población LGBTI+. En Chilpancingo, se realizará la edición 21 de la marcha estatal de la diversidad sexual.

Esta lucha en el estado ha sido constante, el colectivo surgió el 13 de junio del 2001 con el nombre Colectivo Gay Orgullo Guerrero, en 2018 cambió a Colectivo Lgbti+ Orgullo Guerrero.

Esta será la décima marcha de Locia; comenzó a participar a los 17 años y en este tiempo considera que hay un poco de aceptación en la sociedad hacia ellos pero que aún falta conocimiento del tema por parte de las personas.

“Hay personas que van a ver la marcha como un sentido de mofa, para ver como va vestido el jotito, o para ver quienes van. Se ríen de cómo van vestidos”, comenta.

Además de las burlas, piensa que en la poca aceptación  también están los que los aceptan pero mientras no les incomode.

“Está la parte doble moral de hacerlo, pero que no te vea besandote”, comenta.

La apertura de las nuevas generaciones ha sido notoria, ahora son más jóvenes quienes marchan. Cuando empezó a marchar no podía verse agarrado de la mano con sus amigos ni con una pareja, ahora salen de la mano y se besan en escuelas y en lugares públicos.

Salir a marchar para la población LGBTI+ es importante, se tiene una deuda histórica con ellos como la legalización del matrimonio igualitario, la ley de identidad de género, la prohibición de terapias de conversión, la tipificación de los crímenes de odio, la reforma al artículo 170 del Código Penal que criminaliza a las personas con VIH.

El 15 de junio del 2022, diputados de Morena presentaron ante el Congreso de Guerrero una iniciativa para legalizar el matrimonio igualitario, esto representa un paso importante.

“Que se apruebe el matrimonio igualitario sería el pago de una deuda histórica a muchos miembros de la comunidad LGBT que han sido asesinados y que han muerto, que esto siente precedentes para que podamos seguir avanzado con las demás leyes”, dice Locia.

 

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Entre las reformas a estos artículos se pretenden eliminar los términos hombre y mujer, marido y mujer, y ser cambiados por los términos de contrayentes, cónyuges, o personas casadas.


Texto: José Miguel Sánchez 

Fotografía: Especial

Chilpancingo

 

Diputados de Morena presentaron ante el Congreso del Estado la iniciativa de ley para legalizar el matrimonio igualitario.

Los diputados Jacinto González Varona y Yoloczin Domínguez Serna en la sesión de este miércoles presentaron una iniciativa para reformar y derogar artículos del Código Civil del Estado.

“La iniciativa de decreto que hoy se presenta es para garantizar los derechos constitucionales de las parejas del mismo sexo que son objeto de discriminación de crímines de odio y estigmatización”, dijo González Varona durante su intervención en la tribuna del Congreso.

Los artículos del Código Civil que se pretenden  reformar son: el 85, 351, 378, 379, 412, 135, 136, 437,439, 440, 441, 442, 443, 411, 115, 446, 450 bis y 494 bis.

Entre las reformas a estos artículos se pretenden eliminar los términos hombre y mujer, marido y mujer, y ser cambiados por los términos de contrayentes, cónyuges, o personas casadas.

La iniciativa fue turnada a la Comisión de Justicia del Congreso Local la cual determinará si se presenta al pleno para una primera y segunda lectura y posterior votación.

En México el matrimonio igualitario es legal en 26 de 32 estados de la República: Baja California y Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Ciudad de México, Coahuila, Colima, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala, Yucatán, Zacatecas.

En Guerrero colectivos de la población LGBTIQ+ desde hace años han emprendido una lucha para que se legalice el matrimonio igualitario.

Durante la sesión en el pleno del Congreso lo local, miembros del movimiento lésbico gay y transexual, desplegaron mantas en las graderías del recinto legislativo.

 

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Visible registró más de una agresión al día contra la comunidad LGBTTTIQ+ en México

Entre 2018 y 2021, la plataforma Visible registró 864 reportes de violencia y discriminación contra integrantes de la comunidad LGBTTTTIQ+ en el país; estas agresiones sucedieron, en su mayoría, en espacios públicos.

Ciudad de México y Jalisco son los estados con mayor número de agresiones registradas en la plataforma creada por Amicus.


Texto: Luisa Páez / Zona Docs

Fotografía: Christian Cantero

3 de junio de 2022

Chilpancingo

 

Con 34.7 casos reportados al mes, la plataforma Visible evidenció que, entre 2018 y 2021, la comunidad LGBTTTTIQ+ en México fue víctima de 864 agresiones o actos de discriminación; así lo reportaron en su Segundo Informe de Actividades (2020–2021).

Visible es una herramienta digital que permite recabar información sobre incidentes de violencia y discriminación que pueden ser denunciados de manera directa o indirecta por integrantes de la comunidad, ya que también existe la posibilidad de que otras personas que hayan atestiguado estas conductas de odio puedan realizar los reportes.

Esto es importante, pues de acuerdo a los datos de Visible sólo dos terceras partes de las denuncias no las hacen de manera directa quienes forman parte de la diversidad, sino otros personas que consideran lo ocurrido una grave violación a sus derechos humanos. Del total de reportes, sólo 291 fueron generados por las propias víctimas.

En cuanto a estas víctimas, Visible las divide en dos categorías: 1) Víctimas determinadas; es decir, quienes forman parte de la comunidad y recibieron de manera directa alguna agresión o discriminación, y 2) Víctimas indeterminadas; todas aquellas que se ven afectadas por una violencia cometida contra la comunidad diversa. Las primeras representan el 90.2% de los reportes; en tanto, las segundas el 9.8%.

La mayoría de estas víctimas son personas jóvenes de entre 18 a 30 años, con 507 casos reportados. Aquí es importante resaltar que en este grupo etario es donde se cuenta con la mayor parte de autorreportes generados. A medida que aumenta la edad de la víctima, disminuye la cantidad de reportes, lo cual se puede relacionar con el acceso que éstas tienen a internet.

En cuanto a las identidades de género más frecuentes de las víctimas en los reportes registrados son: hombres cis (285 reportes), mujer trans (222) y mujer cis (85). En cuanto a la orientación sexual, en la mayor parte de los casos se identifican como: gays (360 reportes), seguido de lesbianas (81) y bisexuales (52).

¿Dónde se cometen las agresiones y quiénes son los victimarios?

“Estaba con mi novia cuando aún no comenzaba hormonas. Estábamos abrazándonos y nos dimos uno que otro beso. Se nos acercó el guardia y nos dijo que nos retiráramos porque ese era un lugar familiar”, se lee en uno de los reportes que en Visible dejó un hombre trans bisexual de Chihuahua, Chihuahua.

Teniendo en cuenta el lugar y el momento de los incidentes reportados, Visible identificó que las horas de mayor ocurrencia de las agresiones están entre las 11 y 14 horas, siendo el medio día la hora con más incidencias.

Y sobre los lugares donde todo esto ocurre, son los espacios públicos -como el señalado en el testimonio- donde más suceden las agresiones o actos de discriminación contra la comunidad LGBTTTTIQ+. Esto se mantuvo, pese al distanciamiento social a causa de la pandemia por COVID-19.

Después de los espacios públicos, los otros lugares con mayor número de reportes fueron los espacios privados (320 reportes), y espacios digitales como redes sociales y medios de comunicación (192 reportes).

¿En qué estados del país hay más agresiones? Visible señala que la Ciudad de México (167 reportes), Jalisco (111), Estado de México (91), Guanajuato (74) y Veracruz (44) son las entidades con más reportes; sin embargo, al desglosar los datos por ciudades Guadalajara, Jalisco, ocupa el primer lugar con más actos de violencia y discriminación reportados en la plataforma, seguido de León, Guanajuato y Toluca, Estado de México.

Después de Guadalajara, en Jalisco, Zapopan es el otro municipio con mayor número de incidencias; después le siguen: Tlajomulco, Tlaquepaque, Arandas, Puerto Vallarta, Lagos de Moreno.

Cabe aclarar que el hecho de que una entidad tenga un mayor reporte de casos no significa que este sea un lugar más violento para las poblaciones LGBTTTTIQ+, pues la plataforma no es representativa de la situación del país.

“Un vecino intentó arrollar con su motocicleta, además de mencionar que sí tenía temor a morir. No es la primera vez que intenta hacer una situación de ese tipo. Tengo años con esta situación”, reportó un hombre cis gay con expresión de género un poco femenina en Comalcalco, Tabasco.

La mayor parte de los actos reportados fueron cometidos por particulares; mientras que, si se identifica a la persona agresora por subtipo, se tiene que la categoría más frecuente son personas no identificadas y, en segundo lugar, se encuentran servidores públicos.

En cuanto al tipo de agresión con mayor ocurrencia, según los reportes recopilados, son: los insultos verbales, el impedimento de entrada a algún sitio o lugar; la negación de servicios o derechos y los asesinatos.

En los casos de violencia letal, Visible recomienda consultar los diferentes informes de Letra S o del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio, donde se puede tener una visión más realista de la cantidad de casos registrados de este tipo de violencia.

¿Por qué no se reportan más agresiones?

En Visible, 6 de cada 10 reportes que fueron realizados por las propias víctimas no habían sido reportados con anterioridad en ningún otro lugar, debido a que las víctimas no sabían en dónde denunciarlo o, peor aún, ni siquiera sabían que podían hacerlo.

Así mismo, se identificó poco interés en realizar la denuncia frente a la posible falta de consecuencias que pudieran ocurrir después de hacerla o, simplemente, porque existía miedo al denunciar el incidente.

Visible aspira a que, mediante la creación de esta plataforma, se puedan formular y generar políticas y regulaciones efectivas que mejoren la calidad de vida de las personas LGBTTTIQ+ y, así mismo, se amplíen la garantía de sus derechos.

Es, por ello, que en el segundo informe de Visible se pueden encontrar análisis de las diversas políticas públicas que se han creado en el país para prevenir y erradicar las violencias que generan actos de odio contra la comunidad diversa del país, pues la apuesta de AMICUS es analizar cómo es que el Estado busca proteger, o no, los derechos de quienes integran la comunidad diversa.

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Si quieres consultar el 2º Informe de Actividades (2020– 2021) puedes hacerlo aquí: https://secureservercdn.net/45.40.146.38/3b1.e31.myftpupload.com/wp-content/uploads/2022/05/2do-informe-visible-2022_B.pdf

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Si deseas reportar alguna agresión o discriminación pueden hacerlo aquí:

https://visible.lgbt


Este texto es propiedad de ZonaDocs y lo reproducimos como parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Puedes leer el original dando click en este enlace 

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