Siete muertos en enfrentamiento entre policías comunitarios y grupo delictivo

El profesor Mario Zamora, quien militaba en la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación del Estado de Guerrero (CETEG) y que era comandante de las autodefensas de su pueblo, resultó herido en el ataque y murió posteriormente, confirmó Bruno Plácido Valerio


Texto: Amapola Periodismo

Fotografía: Carlos Navarrete

26 de enero del 2022

Chilpancingo

 

Siete muertos y al menos tres heridos fue el saldo de un enfrentamiento a balazos entre aparentes policías comunitarios y un grupo de integrantes del grupo criminal de Los Ardillos en la comunidad de Buenavista de la Salud, Chilpancingo, ubicado a sólo 30 minutos de la capital.

“Los Ardillos nos atacaron, hay cuatro muertos y heridos por parte de nuestros compañeros”, señaló el dirigente de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Bruno Plácido Valerio.

En entrevista, Plácido Valerio dijo que durante el enfrentamiento murió uno de los agresores en Buenavista de la Salud y dos más en la comunidad de Acahuizotla, pero en este último punto el choque fue contra los policías estatales.

Según las versiones de los vecinos de Buenavista de la Salud, que está a la orilla de la carretera federal Chilpancingo- Acapulco, la balacera empezó alrededor de las cinco y media de la tarde.

Plácido Valerio dijo que fue el grupo delictivo de Los Ardillos los que llegaron a la base de los policías comunitarios, supuestas autodefensas, para atacarlos a tiros, y sus compañeros repelieron la agresión.

El grupo que atacó a las autodefensas detuvo un camión torton, le ponchó las llantas y lo atravesó en la vía federal.

Después del enfrentamiento varias camionetas blindadas quedaron en la carretera.

Cuando ocurrió el enfrentamiento las familias se escondieron debajo de las camas y otros se tiraron al piso.

Varias personas enviaron a través del WhatsApp la grabación del tiroteo.

Después de la balacera había un caos en la comunidad por la zozobra a que en cualquier momento pudiera registrarse un nuevo enfrentamiento a balazos pese a la presencia en el lugar de las fuerzas federales y estatales.

Las ambulancias para recoger a los policías heridos no llegaban a la comunidad.

El profesor Mario Zamora, quien militaba en la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación del Estado de Guerrero (CETEG) y que era comandante de las autodefensas de su pueblo, resultó herido en el ataque y murió posteriormente, confirmó Plácido Valerio.

En el choque entre ambos grupos se utilizaron armas de grueso calibre, como AK-47 y AR-15.

Hasta la noche de este miércoles, agentes de la Policía Estatal, Guardia Nacional y Ejército resguardaban la comunidad que está ubicada a 30 minutos de la ciudad de Chilpancingo.

Fiscalía confirma cinco muertos

En un comunicado emitido después de las diez de la noche, el gobierno de Guerrero confirmó a través de la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz que la tarde de este miércoles ocurrieron dos hechos de violencia en Buenavista de la Salud y Acahuizotla, pertenecientes a Chilpancingo, en los que asesinaron a cinco personas y una más resultó lesionada.

“Al atender dicho reporte, un grupo de elementos de la Policía Estatal, al transitar sobre la carretera México-Acapulco, a la altura del crucero de la comunidad de Acahuizotla, tuvieron contacto con tres vehículos en los que se trasladaban civiles armados, quienes al notar la presencia de los agentes iniciaron una agresión armada. En estos hechos perdieron la vida dos civiles armados, quienes vestían equipo táctico y portaban fusiles de alto poder”, se lee en el comunicado.

Líder sindical resulta herido a tiros tras ataque armado en Acapulco

Tras estos hechos, elementos de las fuerzas de seguridad federal y estatal realizaron una movilización por la zona para detener a los responsables de la agresión


Texto: Jesús Guerrero

Fotografía: José Luis de la Cruz / Archivo 

20 de enero del 2022

Chilpancingo

 

La tarde de este jueves un dirigente sindical y dos personas resultaron heridos al ser atacados a balazos por hombres armados en Calzada Pie de la Cuesta en Acapulco, informaron autoridades estatales.

Se trata del secretario general de la Sección 19 del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG), Mario Alonso Quevedo.

Según los reportes oficiales, el líder sindical de los trabajadores del ayuntamiento municipal de Acapulco, viajaba en un automóvil junto con su secretaria Miriam Hernández y un acompañante de nombre Alfredo Memije cuando fueron atacados a tiros en esta avenida de la colonia Miguel Alemán, donde está ubicado el viejo panteón.

Los agresores también se desplazaban en un vehículo y en ese mismo huyeron del lugar.

El dirigente de la Sección 19 del SUSPEG y sus dos acompañantes fueron trasladados a un hospital.

De los tres lesionados, el que presenta más condiciones de salud grave es el líder sindical.

Tras estos hechos, elementos de las fuerzas de seguridad federal y estatal realizaron una movilización por la zona para detener a los responsables de la agresión.

 

Asesinan a cuatro personas en Acapulco

Este jueves cuatro personas fueron asesinadas en Acapulco.

Un hombre fue hallado muerto a golpes en la colonia Vista Hermosa, otro más en la Lázaro Cárdenas, en Ciudad Renacimiento y un más en El Quemado, estos tres últimos fueron asesinados a balazos, señalan los reportes.

Protestan en Casa Guerrero por estudiante desaparecida en la Ciudad de México

Los familiares de la estudiante desaparecida denunciaron que la Fiscalía General de Guerrero se negó a realizar las gestiones de búsqueda bajo el argumento de que el caso no está en su área de jurisdicción


Texto: José Miguel Sánchez

Fotografía: Amílcar Juárez

18 de enero de 2022

Chilpancingo

 

Familiares y amigos de la estudiante Zeltzin Osiris de la Rosa Gómez que desde el pasado 12 de diciembre desapareció en la Ciudad de México protestaron en las calles y terminaron con un mitin afuera de la residencia oficial de Casa Guerrero para exigir a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda su intervención para la búsqueda y presentación con vida de la joven que reside en esta capital del estado.

Mientras la mandataria estatal encabezaba en la sala de la República un acto oficial de la firma de un convenio con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), afuera los manifestantes extendían pancartas y mantas en donde tenían la imagen de Zeltzin Osiris quien estudia en la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) en el municipio de Atizapán de Zaragoza, en el Estado de México.

La protesta empezó con una marcha que partió en el parque Margarita Maza de Juárez, el norte de Chilpancingo.

De acuerdo con Karla Gabriela De la Rosa Gómez, dijo que su hermana Zeltzin salió de Chilpancingo a las 9 de la mañana del 12 de enero a bordo de un autobús de pasajeros Estrella Blanca a la Ciudad de México.

Narró que a las 12 con 30 minutos recibió un mensaje de su hermana Zeltzin de que ya estaba a punto de llegar a la Ciudad de México y que ya había solicitado el servicio de un Uber para transportarse a otra estación de transporte colectivo y llegar a su escuela en Atizapán de Zaragoza.

El viaje de Zeltzin Osiris a su escuela de la UPN fue para realizar unos trámites administrativos y verificar si las clases seguirán siendo en línea o presenciales.

Karla Gabriela contó que a las 12 con 49 minutos su hermana Zeltzin le mandó un mensaje de que estaba esperando el Uber, pero a las 12 con 52 minutos, ya no le contestó los mensajes.

«Estamos muy preocupados de que mi hermana no aparece; ella es bien tranquila y estamos pidiendo a las autoridades que la busquen y regrese con nosotros», dijo en entrevista Karla Gabriela.

Después de que los padres de Zeltzin presentaron la denuncia ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México esta institución ya emitió una ficha de búsqueda, aseguró Karla Gabriela.

“Queremos que nos escuchen, ese es nuestro objetivo, que nos tomen en cuenta, que las autoridades nos apoyen para que Zeltzin pueda aparecer”, comentó.

Durante la marcha pidieron el apoyo a la ciudadanía para que comparta la ficha de búsqueda en redes sociales y aportar a la pronta aparición con vida.

La marcha llegó al inmueble de Casa Guerrero a las 12 del día donde personal de seguridad les impidió la entrada, posteriormente fueron atendidos por el subsecretario de gobierno, Ludwing Marcial Reynoso, quien se comprometió a darles el acompañamiento jurídico.

Durante el mitin, los familiares de la estudiante desaparecida denunciaron que la Fiscalía General de Guerrero se negó a realizar las gestiones de búsqueda bajo el argumento de que el caso no está en su área de jurisdicción.

“Se buscó a la fiscalía para hacer las gestiones pero nos comentaron que no es su jurisdicción porque ya es otro estado pero que iban a realizar unas llamadas y ver si pueden hacer algo”, dijo Karla Gabriela, hermana de la víctima.

Anunciaron que este miércoles se trasladarán a la Ciudad de México para realizar una protesta en la Fiscalía General de Justicia y exigir la búsqueda de Zeltzin Osiris de la Rosa.

 

Guerrero, Veracruz y Zacatecas, las policías más letales: más de 250 muertos en presuntos enfrentamientos

En cuatro años, los estados con menores tasas de civiles muertos en presuntos enfrentamientos con policías son Aguascalientes y Chiapas.


Texto: Animal Político

Fotografía: José Luis de la Cruz / Archivo

10 de enero de 2022

 

El sábado 19 de abril de 2020, policías estatales de Guerrero abatieron a cuatro presuntos sicarios en el poblado de El Naranjo, municipio de Leonardo Bravo. Entre ese día y el domingo se registraron en la zona 13 muertes violentas y dos detenciones tras enfrentamientos entre supuestos grupos criminales y las autoridades, pero la corporación solo se atribuyó el fallecimiento de cuatro personas.

Este fue uno de los 157 choques armados que la policía de Guerrero registró entre 2018 y 2021, uno cada diez días. En ellos murieron 94 supuestos atacantes y 19 uniformados. Esto convierte a Guerrero en uno de los cuerpos más letales de las corporaciones estatales: cada dos semanas desde hace cuatro años, un presunto civil armado perdió la vida en confrontación con los agentes.

Los otros dos estados con mayores índices de muertos en choques entre policías y civiles son Veracruz y Zacatecas. El primero registró 112 muertos desde 2018, pero con 338 enfrentamientos en los que fallecieron 16 uniformados. Es decir, que sus agentes se enfrentaron a presuntos delincuentes una vez cada tres días y provocaron una baja cada nueve. Córdoba aparece como el principal foco rojo del estado, con 18 enfrentamientos en tres años y con sucesos luctuosos como los incidentes de febrero de 2020, cuando sujetos armados atacaron una comisaría y a diversas dotaciones: murieron dos estatales, dos municipales y tres de los presuntos atacantes. Veracruz es el estado en el que mayor número de choques armados se registró entre supuestos integrantes del crimen organizado y policías.

Zacatecas tiene cifras relativamente bajas aunque también significativas. En los últimos tres años se han registrado 140 enfrentamientos en los que murieron 66 presuntos atacantes y 36 policías. Es decir, que se registraron choques armados cada ocho días y cada 16 murió un atacante. Aquí, por el contrario, el número de uniformados muertos por balas atacantes se dispara: cada mes un funcionario estatal perdió la vida en choques con presuntos delincuentes.

Opacidad en Tamaulipas o Baja California

Estas son algunas de las revelaciones de las solicitudes de transparencia efectuadas por  Animal Político, que pidió a los 31 estados de la federación conocer cuántos enfrentamientos armados mantuvieron sus policías desde 2006, cuántos atacantes murieron o resultaron heridos y cuántas bajas sufrió la corporación. Esto permite tener una perspectiva sobre la violencia registrada en los distintos territorios desde que Felipe Calderón declaró, hace 15 años, la denominada “guerra al narcotráfico”. Aunque el primer dato relevante es la opacidad: apenas 15 estados (Aguascalientes, Coahuila, Chiapas, Chihuahua, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas) dijeron disponer de esta información y en la mayoría de los casos estaba limitada a los últimos años.

Otros, como Baja California o Yucatán, se limitaron a no responder. Algunos, como Quintana Roo o Guanajuato, aseguraron no tener datos mientras que en Tamaulipas, la secretaría de Seguridad Ciudadana aseguró no ser “competente” para ofrecer información sobre los enfrentamientos de sus agentes y las bajas causadas por estos. Entre los estados que no respondieron están algunos de los que encabezan las estadísticas de homicidios, como Guanajuato o Baja California, y también otros como Tamaulipas donde la presencia del crimen organizado hace habituales los enfrentamientos y cuyos policías han sido señalados por vulneraciones a los derechos humanos.

De los datos que pudo recabar Animal Político se desprende que entre 2018 y 2021 se registraron 812 enfrentamientos armados en 15 estados de la República, con un saldo de 464 civiles armados muertos y 210 policías. Es decir, que por cada agente fallecido, los uniformados mataron a dos atacantes. Sin embargo, esta cifra no es exacta, ya que hay estados donde la letalidad de los policías es muy elevada, como en el caso de Guerrero, y otros como Sinaloa o Michoacán en los que existe equilibrio entre el número de víctimas provocadas por los atacantes y por los policías.

Entre Guerrero, Veracruz y Zacatecas acumulan 272 muertes de presuntos atacantes, lo que supone más de la mitad de los estados que ofrecieron sus datos. Esta proporción es más baja si nos referimos a los agentes asesinados: 64 de los 210 registrados murieron en estos tres estados.

Coahuila y Michoacán son dos estados con alto número de enfrentamientos y civiles y policías muertos. En el caso del territorio fronterizo fueron 51 presuntos atacantes muertos en 21 choques con 8 policías que perdieron la vida. En este caso, las cifras se incrementan mucho por los 23 muertos que se registraron en el municipio de Villa Unión en diciembre de 2019, cuando un grupo de hombres armados atacó la corporación, matando a cuatro policías, y fueron posteriormente abatidos por policías estatales.

En el caso de Michoacán, las cifras muestran un mayor equilibrio entre las fuerzas estatales y los grupos delictivos. Desde 2018, al menos 34 presuntos agresores fallecieron en 63 choques armados, en los que 26 policías perdieron la vida. En este estado, el enfrentamiento entre el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y sus rivales de Cárteles Unidos capitaliza la violencia. Sin embargo, también se han registrado masacres de policías, como la emboscada en la que 14 oficiales fueron asesinados en El Aguaje, municipio de Aguililla, en octubre de 2019.

Más policías muertos que atacantes en Chihuahua

Chihuahua (24 muertos en 14 enfrentamientos desde 2020, con 36 policías fallecidos) marca una excepción. Se trata de uno de los pocos estados en el que sus cifras dicen que murieron más uniformados que atacantes.

Por detrás aparece Jalisco, con 22 civiles y 11 policías muertos en 44 confrontaciones; San Luis Potosí, con 17 presuntos atacantes y 4 agentes fallecidos en 20 choques; Sonora, con 10 agresores y 14 policías muertos pero sin registro de enfrentamientos y Sinaloa, con 5 civiles y 1 policía muertos en 22 confrontaciones.

Los estados con menores tasas de civiles muertos en choque con las autoridades son Aguascalientes, donde una persona falleció, por diez policías; y Chiapas, con otro civil y otros dos policías muertos desde 2018.

La falta de información proporcionada por las secretarías impide realizar un mapeo más claro sobre muertos y enfrentamientos con las corporaciones. Además, las instituciones tienen a reducir el número de muertes causadas por sus elementos. Por ejemplo, el Ejército llegó a asegurar que en 15 años de la denominada “guerra contra el narco”, sus efectivos únicamente habían matado a 43 personas que eran ajenas a choques armados, aunque una revisión realizada por Animal Político mostró que se incluyó como agresores a víctimas de ejecución extrajudicial.

Marcha Policía Comunitaria de Ayahualtempa para pedir la seguridad de GN y Ejército

Las mujeres y los niños se sumaron para insistir en que las autoridades siguen sin garantizarle la seguridad


Texto: Vania Pigeonutt

Fotografía: Carlos Navarrete

6 de enero del 2022

 

Integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias, Policía Comunitaria de los Pueblos Fundadores (CRAC-PC-PF) de la casa de justicia de Ahuayaltempa, municipio de José Joaquín de Herrera, zona Centro del estado, marcharon junto a habitantes mujeres, hombres y niñas y niños para exigir a las autoridades atención integral a la violencia que viven en su zona, Montaña baja, y que sea la Guardia Nacional quien los resguarde.

Tan sólo en diciembre pasado hubo tres personas desaparecidas en ese territorio nahua que, aseguran los pobladores, está controlado por el grupo criminal local Los Ardillos, que cuentan con el apoyo de la Policía Municipal de Chilapa, un municipio contiguo a esa comunidad, y de la Policía Municipal de José Joaquín de Herrera.

Los pueblos nahuas que forman parte de la CRAC-PC-PF están esparcidos por el territorio que se conoce como Montaña baja: Chilapa, Ahuacuotzingo, José Joaquín de Herrera, y Atlixtac, municipios que en realidad pertenecen a las regiones Centro y Montaña, conocidos en el estado como de mucha violencia. En 2015, sólo en Chilapa ocurrió una escalada de desapariciones ante el ingreso de Los Ardillos a la cabecera municipal, después de replegar a Los Rojos.

Mujeres y hombres, jóvenes y adultos, y niñas y niños de al menos cuatro comunidades, Ayahualtempa, Amatitlán, Caracol y colonia Los Pinos, exigieron con pancartas resguardo por parte de la Guardia Nacional y el Ejército. La gente no puede salir de sus comunidades a la cabecera municipal ni trabajar como choferes del transporte público y otras actividades productivas. Se sienten acorralados y cada vez tienen que ser más creativos para abastecerse de víveres.

“Estamos pidiendo la seguridad a elementos del Ejército mexicano o de la Guardia Nacional. Necesitamos que coloquen campamentos en los cruceros de las comunidades de Tlachimaltepec y Los Postes que están de camino a la cabecera municipal, Hueycantenango, que es donde tenemos problemas desde hace mínimo 10 años”, dijo Luis Morales Rojas, comandante de la CRAC-PC-PF después de la marcha en Ayahulatempa.

Esta vez, a diferencia del 10 de abril del 2021, cuando la CRAC-PC-PF de Ayahualtempa organizó el desfile de 34 niños comunitarios armados, entre ellos una niña, para llamar la atención del gobierno federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador, los niños participaron sin escopetas en la marcha que salió de la cancha del pueblo hacia el módulo de la Policía Estatal, alrededor de las once de la mañana.

Luis Morales Rojas, comandante de la CRAC-PC-PF, oriundo de Ayahualtempa dijo al micrófono: “Dos años que estamos acorralados por el crimen organizado.Ya estamos cansados. Hoy se levantaron las señoras madres de familia, que les duele tanto perder un hijo… ¡Exigimos justicia!”, comentó sobre el acto, él mismo a Amapola. Periodismo transgresor, vía telefónica.

La gente repitió: “¡Fuera la policía municipal!”. A la vez que mujeres y niños se reunieron en torno a la camioneta de donde se observó una manta grande en la que se leía: “Ayahualtempa, municipio José Joaquín Herrera. Consejo tradicional de gobierno náhuatl, CRAC-PC-PF”, seguida de otra donde estaba escrito: “Exigimos la instalación inmediata de la Guardia Nacional en el módulo del municipio porque los policías atemorizan a la ciudadanía de Ayahualtempa”.

Ayahualtempa, es una pequeña comunidad de menos de mil habitantes. Desde el 2020, por un acuerdo entre pobladores que formaban parte de la CRAC-PC-PF, la sede de esta rama del único sistema de seguridad comunitario que tiene una ley que respalda su funcionamiento en el estado, la Ley 701, pasó a esta comunidad. Antes estuvo en Rincón de Chautla, otro pueblo perteneciente a Chilapa, donde comenzaron los entrenamientos de niños y mujeres.

 

Policías comunitarios desaparecidos en la comunidad

El 7 de diciembre desapareció en Hueycantenango, cabecera municipal de José Joaquín de Herrera, el policía comunitario Marcelino Chino Mendoza, de la comunidad de Alcozacán, otro pueblo que pertenece a Chilapa y que en la última división de la CRAC-PC-PF, que ocurrió en 2020, decidieron seguir en el sistema de justicia pero también con el respaldo de la organización Consejo Indígena y Popular de Guerrero-Emiliano Zapata (Cipog-EZ).

El 11 de diciembre, desaparecieron dos ex policías comunitarios: Felipe Tlalxintle Tepexco de la comunidad de Xochitempa y José Juan Reyes Román de Ayahualtempa, municipio de José Joaquín de Herrera. Por este último muchacho de 23 años, pobladores de Ayahualtempa participaron en una búsqueda por varias comunidades aledañas junto a los otros policías comunitarios de Alcozacán, acompañados de la Guardia Nacional y el Ejército, a mediados de diciembre. No tuvieron éxito en encontrarlos.

Morales Rojas hace un recuento: “hace dos años también fueron desaparecidos dos comunitarios, padre e hijo, Fidel Bolaños Rojas y Fidel Bolaños Fernández, de quienes no sabemos nada a la fecha. La familia del muchacho (José Juan) quiere a su muchacho, todos acá pedimos justicia, porque estamos muy abandonados”.

Recuerda que en los diferentes procesos de la CRAC-PC-PF, en esta zona que en 2015 se disputaban, de acuerdo a la Fiscalía General del Estado (FGE), las agrupaciones delictivas Los Rojos y Los Ardillos, siempre han sido las mujeres, varias viudas por los diferentes enfrentamientos ocurridos en la zona, y los niños, los que han participado encabezando estos actos que califica de desesperación ante la inacción del Estado.

En mayo del 2019 se hizo viral un video que fue subido a redes sociales en el que cinco niños y tres niñas, de entre siete y nueve años, marchan como militares y luego de la posición de firmes uno de ellos lee un comunicado.

–Como pueblo no vamos a dejarlos solos. Es nuestra palabra contra la de los sicarios. Nos matan un comunitario y vamos por 10 sicarios… Los niños y niñas que hoy somos sobrevivientes de los ataques sanguinarios seguimos en la lucha, porque sabemos que van a regresar y van a atacar a nuestra policía, –dijo un niño de unos ocho años frente a las cámaras en el video que compartió la misma Policía Comunitaria.

En ese momento, Rincón de Chautla, junto a otras 16 comunidades nahuas que pertenecían CRAC- PC-PF, denunciaban que vivían en medio de una pugna desde hace 13 años, que ahora son 15. En esa última etapa, de diciembre de 2018 a la fecha, de acuerdo a recuentos periodísticos, 20 personas fueron asesinadas y 12 desapariciones forzadas.

A la fecha, dice Morales Rojas, ven que la delincuencia pretende vaciar la zona en coordinación con las autoridades, con énfasis en las municipales.

Llamó a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda a tomar cartas reales sobre el asunto, a atender el llamado de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), organismo que emitió a favor de estas comunidades, la mayoría indígenas, medidas cautelares para que la atención de los diferentes fenómenos, sobre todo, el de homicidio, desaparición y desplazamiento forzado interno.

También advirtió que además del sistema de justicia, activaron su Consejo tradicional de gobierno nahua, donde cuentan con la aprobación ciudadana para llevar a cabo estos actos de exigencia de justicia y atención gubernamental.

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