Protesta Antorcha Campesina en el zócalo de Chilpancingo por falta de agua

Texto y foto: Amilcar Juárez

Martes 30 de abril del 2024

Chilpancingo

 

La organización Antorcha Campesina protestó este martes 30 en el zócalo de Chilpancingo para exigirle a Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (CAPACH) que sumistre agua potable a las colonias periféricas de la ciudad.

En la manifestación, jóvenes en toalla colocaron tinacos vacíos y ropa sucia frente a la sede del ayuntamiento y exhibieron pancartas en las que se leían reclamos como: «No es sequía es negocio familiar», «CAPACH no cumple con el Agua», «Exigimos el reparto justo y equitativo del Agua».

En respuesta, el ayuntamiento capitalino argumentó que las protestas por parte de Antorcha Campesina son porque se le quitó un pago mensual que administraciones pasadas le asignaba.

En la capital, las protestas por falta de agua son una constante en diferentes colonias. La venta de pipas de agua por particulares, se ha saturado y los costos se han elevado incluson hasta los mil 800 pesos.

La Asociación de Piperos de Chilpancingo ha declarado que no existe un lugar donde cargar agua en la ciudad, por lo que para abastecerse hay ir a la comunidad de Acahuizotla, a media hora de la ciudad, lo que repercute en el precio.

Aumentan protestas por agua en Guerrero; en Chilpancingo, la policía repliega a grupo que exige el servicio

Texto: Jesús Guerrero

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

 

En Acapulco y Chilpancingo, habitantes de las colonias populares protestaron en las calles para exigir a las autoridades municipales el abasto de agua para mitigar la oleada de calor.

En Chilpancingo, vecinos de unas seis colonias precaristas, con cubeta en mano, cerraron las laterales del bulevar Vicente Guerrero, pero fueron replegados por la Policía Municipal.

El repliegue contra los habitantes de las colonias Vista Hermosa, Renacimiento, Emiliano Zapata y la Obrera fue encabezado por la secretaria de Seguridad Pública del municipio, Martha Icela Velázquez Adame.

“No tenemos agua desde hace más de dos meses y en estos momentos que hace mucho calor nuestras familias necesitan mucha agua”, dijo una de las vecinas de la colonia Vista Hermosa.

Otra habitante comentó que la actual alcaldesa de Chilpancingo Norma Otilia Hernández vivía en esta colonia y sabe de las carencias que enfrentan las familias. “En las elecciones fue a pedirnos el voto por Morena (Norma Otilia) y ahora ni nos hace caso”, mencionó la señora.

Después del repliegue de los colonos, un funcionario del Ayuntamiento de Chilpancingo se acercaron a ellos para decirles que les llevarían agua a través de pipas, pero siempre y cuando les dieran copia del recibo que especifique que está al corriente con el pago del servicio ante la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (CAPACH).

En Acapulco, vecinos de la colonia Morelos, cerraron la avenida Constituyentes, esquina con Río Balsas y Reforma, para exigir el abasto de agua a la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Acapulco (Capama).

Al sitio donde se realizaba la protesta llegó el encargado de despacho de este organismo, Hugo Lozano Hernández, quien les prometió llevarles agua en pipas.

Los colonos levantaron la protesta.

En las imágenes es captado el momento en que los colonos que pedían agua son replegados por policías municipales de Chilpancingo.

No sólo es el agua, también el drenaje, otro problema de servicios básicos en Chilpancingo

Texto: José Miguel Sánchez

Fotografía: Amílcar Juárez 

Chilpancingo

La falta de agua en los hogares de los chilpancingueños es uno de los problemas más comunes en la ciudad, pero existe otro que pocos voltean a ver y con el que también lidian a diario, el drenaje y las aguas residuales.

Virginia Barrientos Ariza vive en los márgenes de la barranca Pezuapa, a la altura de la colonia Indeco, en este punto la barranca aún está abierta y tiene un cauce natural, metros más abajo está embovedada y ya es el drenaje que, finalmente, desemboca en el río Huacapa.

Aun cuando Virginia vive en un asentamiento regular y muy urbanizado ella no cuenta con conexión a la red de drenaje.

Sus aguas residuales son descargadas directamente al cauce de la barranca y tiene un sistema de fosa séptica, uno de los mayores contaminantes para el medio ambiente, de acuerdo con especialistas.

“Uno aquí vive desde hace varios años y tenemos necesidades y ocupamos agua y sacarla sucia, pero si el gobierno no da opciones tenemos que buscar las nuestras”, dijo.

Muchos drenajes no están conectados a la red

Para el académico, ambientalista y ex secretario de Medio Ambiente de Recursos Naturales de Guerrero, Octavio Klimek Alcaraz, casos como el de Virginia se repiten y son comunes en las 54 barrancas que hay en Chilpancingo.

“El drenaje de las viviendas que están sobre las barrancas no está conectado a la red de drenaje, sino más bien descargan directamente a la barranca”, mencionó en entrevista para Amapola, periodismo transgresor.

Estas 54 barrancas desembocan en el encauzamiento del río Huacapa, que en su momento fue agua cristalina, pero que con el tiempo y el crecimiento urbano se convirtió en una drenaje a cielo abierto que cruza por toda la ciudad. Es lo que oficialmente las autoridades nombraron Encauzamiento Río Huacapa; en todo el borde están asentadas alrededor de 40 colonias.

El encauzamiento del Huacapa tiene siete kilómetros que inician en la colonia de la San Rafael Norte y concluye en el Fraccionamiento La Cinca.

En el 2013, el Huacapa sufrió daños por el huracán Ingrid y la tormenta tropical Manuel, datos oficiales otorgados por un trabajador de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (CAPACH), que pidió se omitiera su nombre, indican que muchas de las ollas de drenaje colapsaron por las lluvias en 2013 y, desde entonces, no recibe un tratamiento adecuado para recibir las descargas de aguas residuales, por lo que más de un 50 por ciento acaba en el río Huacapa.

Las aguas negras corren a cielo abierto por el encauzamiento y provocan malos olores e incluso enfermedades, de acuerdo con vecinos que viven en los márgenes.

Ana, quien tiene su vivienda en la colonia Juan N. Álvarez, mencionó que el río emana olores fétidos que se agudizan todos los abril y mayo por el calor.

“Aunque nosotros quisiéramos hacer algo no podemos, el gobierno es el que tiene la maquinaria y el dinero para desazolvar el río cada temporada”, comentó Ana.

La Microcuenca del Río Huacapa comienza en la comunidad Omiltemi, en la Sierra de Chilpancingo, y termina en Quechultenango, donde el río Azul se convierte en río Omitlán para juntarse con el Papagayo y, finalmente, desembocar en las aguas del Océano Pacífico, en Acapulco.

El río Huacapa recorre tres municipios y cientos de comunidades, pero se contamina en Chilpancingo, principalmente, por ser el drenaje que atraviesa la ciudad.

Chilpancingo vierte 83 por ciento de sus aguas negras al Huacapa

De acuerdo con la tesis académica La Gestión del Saneamiento en la Cuenca del Río Huacapa-Río Azul, que realizó el estudiante del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTG), Armando Catalán Castro, Chilpancingo aporta 83 por ciento de las aguas residuales descargadas en el río Huacapa, el resto lo hacen las comunidades pequeñas como Amojileca y Petaquillas.

Estas aguas sucias van a desembocar al río Azul, ubicado en el municipio de Quechultenango.

De acuerdo con este estudio académico la condición topográfica de Chilpancingo sirvió para que el cauce del Río Huacapa fuera utilizado como receptor natural de aguas residuales que generan los pobladores.

“El río Huacapa presenta serios problemas de contaminación, teniendo en esta zona un foco de infección muy fuerte que afecta principalmente a niños y adultos mayores”, dice la tesis del estudiante Armando Catalán Castro.

Sobre cuanta cantidad de aguas residuales salen de Chilpancingo y cuánta es tratada no hay datos oficiales que los funcionarios quieran compartir.

“Lo hacen porque siempre tienen miedo de que los vayan a echar de cabeza y por eso es muy difícil que suelten ese tipo de información”, mencionó la fuente de CAPACH.

Klimek Alcaráz como secretario tampoco tuvo acceso a dicha información, “porque como dependencia no operamos tan a fondo, esos siempre son datos muy técnicos que manejan las dependencias estatales”.

La Comisión de Agua del Congreso local, que preside la morenista Nora Yanek Velázquez Martínez, dice tampoco ha tenido acceso a dicha información.

Plantas tratadoras

La presidenta del Comité de la Microcuenca del Río Huacapa, Angela Memije Alarcón, informó que cinco de las seis plantas tratadoras de aguas residuales que se ubican en la microcuenca del río Huacapa-río Azul siguen sin funcionar, y la de Chilpancingo, que es la única en activo, opera a una menor capacidad de sus límites.

Para sanear el recorrido que hace el agua existen seis plantas tratadoras para la micro cuenca, ubicadas en los municipios de Chilpancingo, Mochitlán y Quechultenango y están en los pueblos de Jaleaca y Amojileca, en la Sierra; en la zona del valle, Petaquillas y Tepechicotlán; Cozcamila, en Quechultenango, y una en ciudad de Chilpancingo. De las seis plantas, la única que funciona es la de Chilpancingo.

El proyecto de las seis plantas tratadoras era sanear toda el agua de la cuenca desde río arriba con el objetivo de llegar al río Omitlán lo menos contaminada y que en el proceso el agua tratada fuera de ayuda para los agricultores de la zona.

“Tenemos seis plantas de tratamiento, ya existe la infraestructura, lo que le pedimos a las autoridades es que se rehabiliten para lograr sanear el agua”, comentó.

A pesar que la planta tratadora de Chilpancingo es la única en funcionamiento, no trabaja al 100 por ciento debido a la descompostura de algunos equipos necesarios para sanear el agua.

Memije Alarcón solicita desde hace varios años, a los tres niveles de gobierno, que operen las seis plantas tratadoras, lucha que, dice, no abandonará hasta conseguirlo.

Los datos oficiales del Ayuntamiento de Chilpancingo es que la planta tratadora del municipio opera a un 60 por ciento, un dato del que, de acuerdo con Klimek Alcaráz, hay que dudar, porque no existen estudios públicos sobre la situación de la planta.

Posibles soluciones

Para Klimek Alcaraz la solución al tema del drenaje está, en primer lugar, conectar la mayoría de viviendas a la red y, después, instalar micro plantas tratadoras en los desemboques que las barrancas hacen con el río Huacapa.

“De hecho se hizo un estudio con el Instituto Mexicano del Agua y quedó muy claro ese dato de que ecológicamente era mucho más conveniente es tipo de tratamiento (micro plantas), sin embargo en la época de (Zeferino) Torreblanca (2005-2011) se hizo la gran planta tratadora que está en Petaquillas (comunidad de Chilpancingo) y que tiene varios problemas”, mencionó Klimek Alcaráz.

Algunos de los problemas que el académico identifica es el enorme costo con el que debe operar una planta tratadora y, además, no existió un estudio social de beneficios productivos.

“Al final se decidieron por esa planta que no opera correctamente y que es difícil de operar y que, incluso, hay periodos en los que no ha operado”, agregó.

 

Lavaderos públicos de Chilpancingo, por años reunieron a mujeres y niños, y ahora una alternativa para ahorrar agua

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Amílcar Juárez 

Chilpancingo

Graciela Hernández restriega una camisa negra, le pone jabón y la deja sobre el lavadero mientras toma agua con una jícara, que después deja caer sobre la prenda. Cada ocho días acude a lavar a los lavaderos públicos del barrio de Tequicorral, un lugar conocidos como Los Túneles.

Para ella y muchas personas, los lavaderos son una alternativa en esta temporada sequía que el agua es más escasa en Chilpancingo.

Va de la colonia Margarita Viguri para lavar su ropa. “Ahorita vengo, tiene 15 días que no venía, como mis hijos apenas regresaron a la escuela ya se me van a juntar los uniformes”, comentó Graciela.

Frente a Graciela hay otra mujer. Mientras lavan platican de sus hijos, de sus vecinos y de otras cosas de su vida.

Este lavadero tiene una capacidad para que 20 personas laven ropa de manera simultánea, aunque Graciela acepta que por la pandemia del Covid-19 la afluencia de personas en los lavaderos bajó mucho.

“Antes eran espacios para saludarnos entre vecinos, platicar, aquí nos juntábamos todos, pero hoy ya es muy poca la gente que viene”, cuenta.

La historia de este lavadero comienza 36 años antes y está ligado a una mujer de nombre Ofelia Rodríguez Jiménez.

Ofelia se dedicaba a lavar ropa ajena, principalmente la de sus vecinos, y los lavaderos de la barranca Pezuapa fueron su centro de trabajo; día con día iba a lavar ropa.

En ese entonces la barranca Pezuapa era eso, una barranca por la cual bajaba el agua de los cerros del oriente de Chilpancingo.

El hijo de Ofelia, Fabián Ramírez Rodríguez, hoy encargado de los lavaderos, recuerda como era esa barranca hace casi 40 años.

Fue durante la administración del gobernador Alejandro Cervantes Delgado que se creó el parque conocido como Los Túneles, y remodelaron los lavaderos.

Los vecinos del lugar, sabían que Ofelia estaba a diario en los lavaderos, entonces la propusieron como encargada del lugar.

Cervantes Delgado aceptó la propuestas y por 35 años Ofelia fue responsable de los lavaderos; falleció a los de 93 años en 2015, a partir de ahí, su hijo Fabián es el encargado.

“Cuando mi mamá venía a lavar y nos juntábamos muchos niños jugábamos en el pequeño río que había, me acuerdo que a su lado había unos árboles enormes, por lo que recuerdo eran amates, guamúchiles y cazahuates, y hasta había sapos, ranas y algunos peces”, recordó Rodríguez Ramírez.

Fue debajo de esos enormes árboles que construyeron los lavaderos públicos que eran alimentados con el agua de un manantial cercano.

“Jugaba a hacer presas con piedras barcos de papel que iban se los llevaba la corriente”, recuerda Fabián.

Conforme la capital creció, la barranca fue canalizada y embovedada “y se convirtió en el parque que hoy conocemos”.

Historias de lavaderos en la ciudad hay muchas; este tipo de instalaciones son muy comunes, sobre todo en las zonas donde Chilpancingo comenzó a poblarse.

Hay un lavadero público en el barrio de San Mateo, a un costado de la Preparatoria Número 33 de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro), donde también era una barranca.

Existe otro conocido como Las Cuevitas, al oriente de Chilpancingo, donde todavía emana agua. La dinámica es la misma, personas acuden con sus cubetas y bolsas de ropa y pagan por el tiempo que lavarán.

Los lavaderos públicos en la capital son alternativas para las personas que sufren el desabasto de agua en la ciudad, también como una medida para cuidar su agua, prefieran pagar los 15 pesos por estos espacios públicos, que gastar por agua en pipas.

De acuerdo a los datos consultados, las pipas cuestan entre de 300 y 400 pesos la chica (con 1,000 litros), y 700 y 1,000 pesos la grande (con 10,000). Cada tinaco tiene un costo de 120 pesos. Los costos también varían entre más apartadas estén las colonias o asentamientos del centro de la ciudad.

 

Falta de agua en Guerrero, un problema que enfrentan autoridades, dice Congreso

Texto: José Miguel Sánchez

Fotografía: Congreso del Estado

Chilpancingo

La diputada y presidenta de la Comisión de Agua en el Congreso local, Nora Yanek Velázquez Martínez, calificó la situación del desabasto de agua en la capital como una situación «crítica y terrible» que deben atender todas las dependencias gubernamentales.

Ante la falta de agua en la capital de Guerrero, agudizada en esta temporada de estiaje, constantes protestas por parte de colonos para exigir el suministro y una dependencia endeudada e incapaz de garantizar el agua a la población, la diputada compartió lo que hacen desde el Congreso local y lo que cree deben hacer las autoridades en este rubro. Aquí el desarrollo de la entrevista.

–¿Cuál es el origen del problema del agua en la capital?, –se le preguntó.

–Es un asunto de fondo, vemos en su mañanera a la alcaldesa (de Chilpancingo), Norma Otilia (Hernández Martínez), que habla sobre todos los problemas que hay entorno a los pobladores que piden agua y dice que esos son los que no pagan, pero no es un asunto nada más de pagar, porque pagas pero no solamente pagas por el servicio del agua, se paga por drenaje y saneamiento y en realidad debería estar prohibido cobrar.

Sobre el tema de cobrar por el suministro de agua, Velázquez Martínez mencionó que se debe poner sobre la mesa y discutir un servicio de agua gratuito.
El artículo cuarto constitucional establece como un derecho que se tiene que garantizar para todos los mexicanos.
“El Estado garantizará este derecho y la ley definirá las bases, apoyos y modalidades para el acceso y uso equitativo y sustentable de los recursos hídricos», se lee en el artículo cuarto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

En el Pacto Internacional de Derechos Sociales Económicos y Culturales, promovido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), plantea que el derecho al agua significa que los servicios de abastecimiento deben ser asequibles para todos y que nadie debe verse privado del acceso a ellos por no tener la capacidad de pagar.

–¿De quién es la responsabilidad de resolver el tema del agua en la ciudad?

–No es un tema de ni de Norma (Otilia Hernández Martínez) ni de Abelina (Rodríguez, alcaldesa de Acapulco) es un tema muy de fondo que tiene que ver con infraestructura, infraestructura humana y un sistema corrupto, porque el sistema está tan corrupto que se mete donde sea y es un tema que afecta hasta el agua. Todos los ingresos económicos que genera tener y no tener agua, y hasta quienes juegan con el tema de la escasez de agua.

–¿A quién benefician estos problemas?

–¿A quién beneficia? Hasta ahorita a los privados que tienen pipa y pozos concesionados, además se tiene que ver la calidad de esa agua, porque muchos nisiquiera tienen el privilegio de saber de dónde viene el agua que compran.

–¿Desde el Congreso que se hace para enfrentar este problema?

–Ya trabajamos en una nueva Ley de Agua para el estado, pero es muy complicado, porque no sólo es eso, hay que entender la complejidad del problema y saber de dónde viene el agua. En Chilpancingo sus cerros se están deforestando, lo que genera que haya menos agua y, aparte, el crecimiento acelerado de la población.

Ante la gravedad de la situación se tenía prevista una visita del relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre los derechos humanos al agua potable y al saneamiento, Pedro Arrojo Agudo, para finales de abril, pero por temas de agenda se tuvo que reprogramar.

–¿Desde la sociedad qué se puede hacer?

–Es un problema muy grande y desde la sociedad debemos replantearnos cómo convivimos con nuestros desechos, hablando del tema del drenaje, por ejemplo, tiene que ver mucho con que como sociedad todo lo que desechamos y generamos ya no es mío, pero sigue siendo una responsabilidad nuestra, pero también es del Estado de garantizar servicios.

–¿Cuál es el problema, entonces, del agua y el drenaje?

–Es un asunto que rebasa a los ayuntamientos y que es cultural e histórico, nada más de como eran los sistemas de agua y drenaje en Francia durante la edad media nos damos una idea.

Mientras no tengamos una visión completa de Estado poco se podrá hacer, aquí, por ejemplo, intentamos reformar algo y se empantana todo aquí.

–¿Hay complicaciones para la Comisión de Agua en el Congreso?

–Primero es todo un proceso, primero llegan los turnos, hay que dictaminarlos, son procesos lentos, en la Comisión tenemos un turno atorado pero no nos hemos podido reunir, lo hemos intentado en varias veces y no, ya tenemos todo listo y nomás no y no es por falta de voluntad, simplemente no da la vida para que coincidan los tiempos.

 

Este texto es patrocinado por el Congreso del estado de Guerrero 

El agua en Guerrero es vasta, la carencia está en los servicios básicos, revela estudio

Entonces, si la población en ciudades como Chilpancingo tiene menor acceso al agua, es por la falta de infraestructura


Texto y fotografía: José Miguel Sánchez

Chilpancingo

 

A nivel nacional el problema del agua en Guerrero no es considerado un tema prioritario, diversos estudios afirman que en el estado hay agua suficiente y pocas veces en su historia presentó problemas de sequía.

Pero el desabasto de agua en los hogares de los guerrerenses es un problema con el que lidian todos los días, de manera principal en Chilpancingo, donde el agua es suministrada en algunas colonias del centro de la ciudad cada 15 días y en las más alejadas la espera puede durar hasta tres meses o cuatro meses.

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) mencionan que el 62 por ciento del territorio guerrerense cuenta con agua disponible.

Para dimensionar el caso, los estados del norte como Baja California, Baja California Sur, Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas apenas tienen 9 por ciento del agua disponible para su territorio.

Guerrero está dentro de los siete estados donde más de la mitad de su agua es renovable, es decir, que proviene de la temporada de lluvias y no presentan afectaciones por sequía.

Los otros estados en esta condición son Chiapas, Oaxaca, Campeche, Quintana Roo, Yucatán, Veracruz y Tabasco, de acuerdo con el último Censo sobre acceso al agua potable y drenaje publicado en 2020.

El mismo estudio reconoce que en estos estados del sur es donde sus habitantes tienen menos acceso al agua.

Ahí concluyen que el problema de disponibilidad de agua en el país se debe a la falta de servicios básicos, como las tuberías y el drenaje.

“Estos estados tienen menor acceso al vital líquido, pues, no cuentan con los servicios básicos, como es agua entubada dentro de la vivienda”, se lee en el censo.

Las cifras de agua entubada y drenaje es donde se observan las principales diferentes y probablemente el origen del problema.

En Guerrero, como ya se mencionó, 62 por ciento de su territorio cuenta con agua, pero es el penúltimo estado en el que sus habitantes cuentan con servicio de agua entubada, seguido de Oaxaca.

“A nivel nacional, en 1990, el 62 por ciento de las viviendas contaban con servicio de agua entubada, el porcentaje se elevó a 75 por ciento en el año 2000, para 2005 fue de 85 por ciento y en 2010 se ubicó en 89 por ciento. Las entidades con el menor porcentaje de viviendas que cuentan con este servicio son Guerrero y Oaxaca con 72 y 70 por ciento respectivamente”, se lee en el documento del censo.

Caso contrario ocurre en los estados del norte, donde la sequía y falta de agua es un problema recurrente.

En Nuevo León, Tamaulipas, Baja California y Baja California Sur el servicio de agua entubada está garantizado para 98 por ciento de su población, de acuerdo con la información del censo.

Aun cuando en sus estados el agua el insuficiente, el suministro en los hogares de ciudades como Monterrey, Tijuana y Mexicali es diario. “En tanto, las capitales de los estados donde hay agua, los suministros no están garantizados para la población”.

Los datos del INEGI concluyen que el crecimiento demográfico también es un factor determinante para el suministro de agua.

“Debido al crecimiento de la población, la disponibilidad de agua ha disminuido de manera considerable: en 1910 era de 31,000 metros cúbicos por habitante al año; para 2019 disminuyó a 3,586 metros cúbicos anuales por cada mexicano”, exponen en el estudio.

En la edición del día de ayer, la activista por el medio ambiente, Angela Memije Alarcón, atribuyó la falta de agua a un desinterés gubernamental en tres rubros: infraestructura, presupuesto y educación ambiental.


Existe agua suficiente para Chilpancingo, lo que faltan son acciones institucionales

Texto: José Miguel Sánchez

Fotografía: Amílcar Juárez / Archivo

Chilpancingo

Guerrero comenzó el año con 7 por ciento de su territorio seco y 93 por ciento sin sequía, de acuerdo con el último reporte del Monitor de Sequía en México publicado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Aun cuando el panorama parece alentador, la realidad es que los habitantes de Chilpancingo continúan con desabasto de agua en sus hogares.

Los municipios que presentan una sequía moderada son José Azueta, La Unión y Coahuayutla en la Costa Grande; Tlacoachistlahuaca, Xochistlahuaca en la Costa Chica; Zirándaro, Cutzamala de Pinzón y Coyuca de Catalán en la Tierra Caliente.

La sequía moderada es el mínimo nivel de sequía que maneja dicho estudio, por lo que en Guerrero la falta de agua no es catalogada como un problema, caso contrario de los estados de Tamaulipas, Nuevo León y Querétaro que presentan una “sequía excepcional”.

El caso de Chilpancingo está catalogado como anormalmente seco, lo que significa que no hay sequía o falta de agua de manera preocupante.

La estadísticas difundidas por Conagua mencionan que 90 por ciento, casi la tercera parte de la entidad, está “anormalmente seca” o “DO”, que es como se catalogan los tipos de afectaciones.

Aun cuando en Guerrero, de acuerdo con los datos de Conagua, no existe un problema sobre el agua, el desabasto de agua en ciudades como Chilpancingo y Acapulco cada día crece sin que alguna autoridad pueda resolverlo.

En colonias del norte de Chilpancingo como la Azteca, Villas Laurel, PPS desde hace mes y medio la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (CAPACH) no garantiza el abasto de agua, de acuerdo con denuncias de algunos vecinos.

De acuerdo con la activista por el medio ambiente y coordinadora del Comité de Cuenca del Río Huacapa-Río Azul, Ángela Memije Alarcón, el caso de la falta de agua se debe a tres factores principales que impide a los ciudadanos de Chilpancingo el acceso al agua.

El primero es que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) tenga una tarifa especial para los organismos operadores de agua. En el caso de CAPACH, de acuerdo con la última información que han hecho pública desde el organismo, debe a CFE 68 millones de pesos.

El otro caso es la voluntad política y financiera para que operen las seis plantas tratadoras que hay en la cuenca del río Huacapa; sólo opera la de Chilpancingo y no en un 100 por ciento, denunció Memije Alarcón en entrevista telefónica.

“En Chilpancingo tenemos mucha agua, pero hacen falta acciones de todos los niveles de gobierno para que podamos juntos resolver el tema”.

Otro de los problemas que genera el desabasto de agua o que en los centros de captación no haya suficiente agua, según la activista es la falta de estrategias de reforestación.

“No hay campañas verdades de reforestación, se tiene que reforestar Omiltemi que es la cabeza de la cuenca y el tema está olvidado por las autoridades y nosotros como sociedad hemos asumido el papel, pero no es suficiente”.

Actualmente habitantes de la comunidad de Acahuizotla desde el pasado viernes mantienen tomado el sistema de bombeo que está en su comunidad y que abastece de agua a una parte importante de la capital.

El pasado viernes, los pobladores de Acahuizotla tomaron las instalaciones de la planta de bombeo y suspendieron con ello el suministro de agua a la capital, porque la alcaldesa Norma Otilia Hernández Martínez incumplió compromisos que hizo para realizar obras de beneficio social.

Agua suficiente para Chilpancingo hay, de acuerdo con los estudios y análisis de la Conagua, lo que falta son otros esfuerzos institucionales.


Amenazan con cortar suministro de agua a Chilpancingo sino hay solución a trabajadores de Capach

Texto: José Miguel Sánchez

Fotografía: Oscar Guerrero / Archivo

Chilpancingo

 

Trabajadores de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (Capach) que llevan ocho días en paro de labores, amenazaron con suspender el suministro de agua a la ciudad si la alcaldesa, Norma Otilia Hernández Martínez, no soluciona sus demandas.

Los trabajadores de Capach, agremiados a la Sección XXXII del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG), están en paro desde el martes de la semana pasada y exigen el pago de quincenas atrasadas y prima vacacional.

«Si no hay respuesta resolutiva o no se comprometen tenemos que tomar acciones y radicalizarlas si es necesario, si tenemos que suspender los servicios de bombeo de agua a la ciudad, pues lo tenemos que hacer», mencionó el secretario general de la Sección XXXII, Gaudencio Atrisco Campos.

La exigencia de los trabajadores, además de las quincenas atrasadas y la prima vacacional, es el pago retroactivo desde el mes de enero, bono del servidor público, apoyo por defunción, despensas y seguro de vida.

Atrisco Campos explicó que son concientes de la situación económica de Capach por lo que solo piden, en un primer momento y para levantar el paro de labores, el pago total de las quincenas atrasadas y la prima vacacional de este año.

«Para lo demás estamos dispuestos a negociarlo con más tiempo, pero de momento si pedimos una solución real», mencionó Atrisco Campos.

La deuda de Capach a los trabajadores asciende a 10 millones de pesos, pero lo que se necesita para que levanten la huelga son tres millones.

De acuerdo con Atrisco Campos la unica solución que ofrece el Ayuntamiento capitalino es un pago semanal de 300,000 pesos para pagarle a un trabajador al día.

«Somo 194, se van a llevar un año en acabar de pagarnos, y eso no es un planteamiento resolutivo», dijo.

Los trabajadores esperan en las próximas horas una reunión con autoridades municipales para llegar a acuerdos.

El paro de labores se realiza en las oficinas de Capach. El inmueble no está tomado, por lo que si hay labores de personal de confianza.

Deudas a Capach

Otro de los problemas de Capach es que usuarios adeudan más de 165 millones en recibos de agua desde hace más de 25 años, informó el director de la dependencia, Enrique Carbajal Neri.

De acuerdo con Carbajal Neri, desde la semana pasada, el problema de la falta de pagos y prestaciones a los trabajadores aumentó ante la falta de solvencia económica de la paramunicipal.

En suma, son 165 millones 500 mil 711 pesos lo que se acumula en deudas.

Precisó que 20,932 usuarios deben 104 millones 412 mil 697 pesos.

En segundo lugar de esa lista aparecen 453 usuarios que se dedican a la renta de inmuebles, quienes adeudan 11 millones 173 mil 260 pesos.

Entre los deudores también hay oficinas del gobierno estatal, que suman 14 millones 798 mil 265 pesos.

En el listado se encuentran accesorias, pozolerías, cocinas económicas, restaurantes, tortillerías, bancos, escuelas y hospitales.

 

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Familias siguen con las protestas por falta de agua en Chilpancingo y alcaldesa dice que no hay

Texto: José Miguel Sánchez

Fotografía: Oscar Guerrero / Archivo

12 de abril de 2022

Chilpancingo

Mientras que la alcaldesa morenista de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández, dijo que hay graves problemas de abasto de agua para las colonias y barrios, grupos de vecinos de esta ciudad nuevamente protestaron en las calles para exigir el suministro en sus tomas domiciliarias.

La presidenta municipal y el director de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (Capach), Luis Enrique Carbajal Neri, ofrecieron una conferencia de prensa para salir al paso a las críticas que ha hecho la población por la falta de este servicio.

Hernández admitió que debido a la baja captación de agua de los tres principales sistemas de abastecimiento (Omiltemi, Acahuizotla y Mochitlán) será difícil darle el agua a las familias de las 700 colonias de Chilpancingo.

Carbajal Neri informó que el caso más grave es el del sistema de Omiltemi, donde están captando 50 litros por segundo de agua cuando lo normal es de 150 litros. Dijo que la Capach tiene un adeudo histórico con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por 68 millones de pesos, y por esa situación hay cortes de luz por un par de horas de manera constante, lo que a su vez impide un bombeo continuo de agua en la ciudad.

Dijo que la paramunicipal adeudaba 78 millones de pesos a la CFE, pero que en lo que va de esta administración le abonaron 10 millones de pesos y aun así siguen cortándoles el suministro de luz eléctrica a los sistemas de agua de Mochitlán y Acahuizotla.

Otro problema que se enfrenta y que contaron los funcionarios municipales es el taponamiento de las tuberías de la red, porque el agua que se trae de los sistemas de captación de Mochitlán y Acahuizotla tiene muchos minerales. «El sarro que se acumula en las tuberías es lo que provoca que estas se tapen e impidan que corra el agua generándose fugas», dijo Carbajal Neri.

También mencionó que de las 44,000 tomas de servicio de agua, 30 por ciento no paga el recibo de agua a la Capach, lo que le genera un déficit financiero a este organismo paramunicipal.

En la misma conferencia de prensa en el ayuntamiento, el director de Obras Públicas del ayuntamiento, Carlos Alberto Leyva Vázquez, informó que en este 2022 se están invirtiendo 69 millones de pesos para restaurar las tuberías de la red de agua y drenaje de esta ciudad, y otros 16 millones para reparar los sistemas de captación de agua de Mochitlán y Acahuizotla.

En tanto, vecinos de la colonia del PRI protestaron en las oficinas de Capach para exigir que el gobierno que encabeza la alcaldesa Norma Otilia Hernández cumpla con el suministro de agua como  les prometieron las autoridades el pasado 2 de abril, cuando cerraron un puente peatonal y vehicular que está frente a una tienda departamental, al sur de esta ciudad.

De acuerdo con Arturo Brito Castillo, vecino de la colonia del PRI, Capach incumplió el acuerdo de enviar el agua a más tardar el 6 de abril, por lo que decidieron manifestarse en las instalaciones de la paramunicipal.

Funcionarios de Capach que se percataron de la protesta salieron a dialogar con los colonos.

Después de la reunión, uno de los colonos comentó que les prometieron que este martes les caería el agua a sus tomas domiciliarias.

Desde la semana pasada en varios puntos de Chilpancingo han incrementado las protestas de la gente para exigir el suministro del agua. Las autoridades municipales para desactivar las protestas han enviado pipas de agua a colonias y barrios de esta ciudad. Los inconformes se han quejado porque solamente les dan para llenar un tinaco de 500 litros o, a veces, sólo seis u ocho cubetas.

Desde la semana pasada, familias de los barrios de San Mateo, San Antonio, las colonias Alianza Popular, Emiliano Zapata, CNOP, Sección B, San Lucas, Guerrero, Obrera, Vista Hermosa y El Bordo de San Mateo han bloqueado calles en reclamo de agua.

La alcaldesa ha minimizado estas protestas acusando a  funcionarios de la anterior municipal de participar en estas movilizaciones contra su gobierno.

Familias de Chilpancingo gastan en agua seis salarios mínimos al mes

Aumentan las protestas en reclamo de agua; hoy cinco bloqueos simultáneos en la ciudad


Texto: José Miguel Sánchez 

Fotografía: Oscar Guerrero 

7 de abril de 2022

Chilpancingo

 

Como cada temporada de estiaje la captación de agua en los sistemas para municipales se reduce y las familias deben comprarla en pipas, lo que afecta la economía familiar. Sonia Fernández y su familia, habitantes de la colonia Alianza Popular de Chilpancingo, quienes llevan tres meses sin recibir agua potable en sus casas, gastan en promedio 1,000 pesos mensuales en pipas, lo que representa un 35 por ciento del salario mínimo.

“Ya tenemos bien calculada el agua, cada 20 días sin falta llamamos a la pipa de 10,000 litros, que nos cobra 750 pesos”, comentó Sonia. Con esta cantidad se calculó el gasto mensual de agua de esta familia de cinco integrantes.

Por los tres meses transcurridos sin agua potable lleva 3,000 pesos gastados. “Nosotros ya ni marcamos a la pipa, al contrario, ellos ya saben y a los 20 días nos marcan preguntando si ya nos traen el agua”, contó Sonia.

Si tomamos como base el salario mínimo, que es 172 pesos diarios, una persona con esa percepción necesita trabajar cinco días, destinando todo su ingreso, para adquirir una pipa de agua de 10,000 litros.

La familia de Sonia compró una pipa cada 20 días, entonces, su gasto para tener agua fue similar a un 35 por ciento del salario mínimo, aun cuando la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (Capach) cobra a la población por el servicio.

La realidad es que el organismo no cuenta con los recursos para abastecer completamente de agua a la ciudad. A Chilpancingo no entra el agua suficiente para abastecer a las 700 colonias que existen.

Se requieren de 600 a 700 litros de agua por segundo para que el tandeo de agua sea una vez a la semana; sólo ingresan en temporadas buenas, no como en esta de estiaje, 250 litros.

Además de la falta de agua para abastecer a la ciudad, la Capach tiene una deuda de 73 millones de pesos con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), lo que genera un bombeo de agua insuficiente.

El monitor de sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) indica que este año se observaron lluvias por arriba del promedio en Tabasco, Chiapas y la Península de Yucatán, pero no son suficientes para contrarrestar la sequedad del suelo en 15 de 32 estados de la República que “en estos momentos sufren de sequía extremadamente alta”, se lee en el informe de Conagua.

Aun cuando Guerrero no figura en los estados con sequía extrema, la realidad es que la falta de agua obliga a los colonos de Chilpancingo a manifestarse para exigir agua.

El día de hoy ocurrieron cinco bloqueos en distintos puntos de la ciudad para exigir a la Capach el suministro eficiente de agua: dos en el antiguo Libramiento a Tixtla, a la altura del cuartel de la Policía Municipal; dos en el barrio de San Mateo, calle s Corregidora y Humberto Osorio Regino, y otro en la colonia Emilia Zapata, donde es la tercera que protestan.

En el barrio de San Mateo, los vecinos denunciaron que llevan seis meses sin agua potable; por es razón de bloquearon las calles.

A ese punto de la ciudad llegó Arturo Carranza Martinez, del área de atención a usuarios de Capach, y se comprometió a darles dos pipas de agua para minimizar la escasez de agua en el barrio.

Dos horas después de que inició el bloqueo llegaron al barrios las pipas gestionadas por Capach, y fue que los vecinos se retiraron.

De manera simultánea en el Libramiento a Tixtla, vecinos de la colonia CNOP, Paraíso, Atlitenco de Altamira, y Ahuiyuco bloquearon la circulación, y una cuadra más adelante, en la esquina de la calle Heroico Colegio Milita, estaban los vecinos de la Alianza Popular.

En ambos bloqueos, los vecinos pedían lo mismo, el suministro de agua.

Moises Olivares Peña, vecino de la colonia Atlitenco de Altamira, dijo que llevan de tres a seis meses sin agua, por lo que decidieron manifestarse.

Aun con los bloqueos constantes, el ayuntamiento municipal no ha presentado una estrategia o proyecto para dar solución a la problemática del agua.

 

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Día Mundial del Agua. No funcionan cinco plantas tratadoras en Río Huacapa, dice ambientalista

Se necesitan de 500 a 600 litros por segundo para que el tandeo de agua sea por lo menos una vez a la semana, pero las fuentes de captación en buenas temporadas solo logran recolectar 350


Texto: José Miguel Sánchez 

Fotografía: Amílcar Juárez

22 de marzo de 2022 

Chilpancingo  

La activista por el medio ambiente, Ángela Memije Alarcón, denunció que cinco de las seis plantas tratadoras de aguas residuales que se ubican en la micro cuenca del Río Huacapa – Río Azul siguen sin funcionar, y la de Chilpancingo, que es la única en activo, no está operando al cien por ciento.

Explicó que esta micro cuenca comienza en la comunidad Omiltemi, en la Sierra de Chilpancingo, y termina en Quechultenango, donde el Río Azul se convierte en Río Omitlán para juntarse con en el Papagayo y finalmente desembocar en las aguas del Océano Pacífico, en Acapulco.

Para sanear el recorrido que hace el agua existen seis plantas tratadoras para la micro cuenca, las cuales se ubican en Jaleaca, Amojileca, Chilpancingo, Tepechicotlán, Cozcamila y Quechultenango, de las cuales la única que funciona es la de Chilpancingo, dijo Memije Alarcón.

Agregó que el proyecto de las seis plantas tratadoras era sanear toda el agua de la cuenca desde río arriba con el objetivo de llegar al río Omitlán lo menos contaminada y que en el proceso el agua tratada fuera de ayuda para los agricultores de la zona.

“Tenemos seis plantas de tratamiento, ya existe la infraestructua, lo que le pedimos a las autoridades es que se rehabiliten para lograr sanear el agua”, comentó.

A pesar que la planta tratadora de Chilpancingo es la única en funcionamiento, no está trabajando el cien por ciento debido a la descompostura de algunos equipos necesarios para sanear el agua.

Memije Alarcón explicó que eso es una problemática que se debe abordar con todos los niveles de gobierno e hizo un llamado a las autoridades municipales, estatales y federales para, en conjunto, resolver la problemática del agua.

“Se deben gestionar tarifas especiales para que los organismos operadores de agua como Capach no paguen tanto por el servicio de luz, los costos elevados hacen que se bombee menos agua y que las plantas tratadoras no funcionen”, dijo.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) aseguran que en México hay 44 millones de personas que no tienen acceso diario al agua, y ocho millones no cuentan con tuberías que les provean este servicio a sus hogares.

Chilpancingo vive estrés hídrico  

De acuerdo con datos de Capach a Chilpancingo ingresan 250 litros de agua por segundo, lo que es insuficiente para abastecer a toda la ciudad.

Se necesitan de 500 a 600 litros por segundo para que el tandeo de agua sea por lo menos una vez a la semana, pero las fuentes de captación en buenas temporadas solo logran recolectar 350.

La falta de agua en Chilpancingo genera un fenómeno llamado estrés hídrico, y de acuerdo con Memije Alarcón eso es el causante de las protestas y bloqueos de los colonos de Chilpancingo porque la demanda de agua es más alta que la cantidad disponible.

“Nos dan agua cada 20 días o tres meses y tenemos que bañarnos, lavarnos las manos, lavar nuestra ropa, pero ¿cómo vamos hacer todo eso si no hay agua? eso al ama de casa, al estudiante, al padre de familia le causa estrés, porque no sabe cómo le va hacer”, dijo.

Datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) indican que para el año 2025, mil 900 millones de personas vivirán en países o regiones que enfrentan una escasez absoluta de agua, y dos tercios de la población mundial en una situación de estrés hídrico.

La ambientalista que este martes participò en un acto oficial por el Día Mundial del Agua y que se desarrolló en la plaza central de Chilpancingo, planteó que para solucionar el tema del agua es necesario realizar acciones conjuntas entre la autoridades y sociedad.

Es decir, detalló, que haya propuestas que sean apoyadas económicamente desde los tres niveles de gobierno.

 

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Desabasto de agua en Chilpancingo: Emma y la historia de los lavaderos públicos

Texto y fotografía: José Miguel Sánchez

1 de marzo de 2022

Chilpancingo

A las 8 de la mañana Emma Ávila espera que abran los lavaderos públicos de la barranca Pezuapa. A los cinco minutos llega el encargado de los lavaderos, Fabián Ramírez Rodríguez y abre la puerta.

Emma es la única persona que la mañana de hoy fue a lavar cuatro kilos de ropa aproximadamente, la transporta en una bolsa negra y una cubeta de pintura algo envejecida.

Los lavaderos públicos en la capital son alternativas para las personas que sufren el desabasto de agua en la ciudad, como una medida para cuidar su agua, prefieran pagan 15 pesos por lavar en estos espacios públicos, que gastar agua que en muchos casos fue comprada a pipas debido a la falta de agua en la ciudad.

Para Emma, que vive en la colonia los sauces a poco metros de estos lavaderos no se le complica mucho el traslado, y lo hace como una medida para ahorrar agua.

Hay personas que se trasladan de colonias muy alejadas de Chilpancingo para lavar ropa y tienen que pagar traslado en taxi por lo pesado de la ropa.

“Aquí luego llegan señoras que de la Plan de Ayala, de la 1 de Mayo, de la CNOP a lavar su ropa, y muchas de ellas lavan ropa ajena”, cuenta Ramírez Rodríguez.

Ramírez Rodríguez no solo es el encargado de los lavaderos, lo es de todo el andador Pezuapa que conecta la colonia Margarita Viguri con el barrio de Tequicorral.

Y cuenta que los lavaderos de la barranca Pezuapa son de los más económicos de la ciudad, cobran 15 pesos por el tiempo que necesiten, mientras que otros lavaderos las cobran por hora.

Aun así la mañana de hoy solo Emma está lavando su ropa.

“Yo me vengo una vez a la semana y aprovecho para lavar la ropa de toda mi familia, de mi esposo y de mis tres hijos, y si me llevo como unas tres horas para acabar, llegó a las 8 y me voy como a las 12 del día”, cuenta Emma.

Emma lo hace para no gastar el agua que compró, ya que dice que en su colonia no cae agua desde hace un mes.

Este lavadero tiene una capacidad para que 20 personas estén lavando ropa simultáneamente aunque Ramírez Rodríguez acepta que por la pandemia del Covid-19 la afluencia de personas en los lavaderos bajo demasiado, como el día de hoy que solo Emma está lavando su ropa.

“Antes eran espacios para saludarnos entre vecinos, platicar, aquí nos juntábamos todos, pero hoy ya es muy poca la gente que viene”, comenta Ramírez Rodríguez.

Uno de los problemas que genera la falta de gente es que no se junte el dinero para el mantenimiento o para comprar las pipas de agua para llenar los tanques, Ramírez Rodríguez admite que el agua entubada que le debe surtir la Comisión de Agua y Alcantarillado de Chilpancingo (Capach) es muy escasa y no abastase como se merece un servicio de este tipo.

Ramírez Rodríguez aprovechó para contar la historia de estos lavaderos, que en un principio fue administrado por su madre, Ofelia Rodríguez Jiménez, quien para ganar dinero lavaba ropa ajena de sus vecinos.

Por esa razón los lavaderos de la barranca Pazuepa fue su centro de trabajo, día con día iba a lavar ropa.

Fue durante la administración del gobernador Alejandro Cervantes Delgado que se creó el parque conocido como Los Tuneles y se remodelaron los lavaderos.

Los vecinos del lugar, sabiendo que Ofelia estaba a diario en los lavaderos la propusieron como encargada del lugar.

Cervantes Delgado aceptó la propuestas y por 35 años Ofelia fue encargada de los lavaderos, falleció a la edad de 93 años en 2015, a partir de ahí, su hijo es el encargado.

Ramírez Rodríguez contó que hay desatención gubernamental a estos espacios, ya que con los 15 pesos que él cobra por lavar le tiene que dar mantenimiento no solo a los lavaderos, sino a todo el parque Pezuapa, conocido popularmente como Los Tuneles.

“De repente se roban los tinacos de los baños públicos y hay que comprarlos, hacemos la gestión y con trabajos nos lo reponen, piensan que yo me quedo con el dinero”, comentó.

 

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