El agua en Guerrero es vasta, la carencia está en los servicios básicos, revela estudio

Entonces, si la población en ciudades como Chilpancingo tiene menor acceso al agua, es por la falta de infraestructura


Texto y fotografía: José Miguel Sánchez

Chilpancingo

 

A nivel nacional el problema del agua en Guerrero no es considerado un tema prioritario, diversos estudios afirman que en el estado hay agua suficiente y pocas veces en su historia presentó problemas de sequía.

Pero el desabasto de agua en los hogares de los guerrerenses es un problema con el que lidian todos los días, de manera principal en Chilpancingo, donde el agua es suministrada en algunas colonias del centro de la ciudad cada 15 días y en las más alejadas la espera puede durar hasta tres meses o cuatro meses.

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) mencionan que el 62 por ciento del territorio guerrerense cuenta con agua disponible.

Para dimensionar el caso, los estados del norte como Baja California, Baja California Sur, Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas apenas tienen 9 por ciento del agua disponible para su territorio.

Guerrero está dentro de los siete estados donde más de la mitad de su agua es renovable, es decir, que proviene de la temporada de lluvias y no presentan afectaciones por sequía.

Los otros estados en esta condición son Chiapas, Oaxaca, Campeche, Quintana Roo, Yucatán, Veracruz y Tabasco, de acuerdo con el último Censo sobre acceso al agua potable y drenaje publicado en 2020.

El mismo estudio reconoce que en estos estados del sur es donde sus habitantes tienen menos acceso al agua.

Ahí concluyen que el problema de disponibilidad de agua en el país se debe a la falta de servicios básicos, como las tuberías y el drenaje.

“Estos estados tienen menor acceso al vital líquido, pues, no cuentan con los servicios básicos, como es agua entubada dentro de la vivienda”, se lee en el censo.

Las cifras de agua entubada y drenaje es donde se observan las principales diferentes y probablemente el origen del problema.

En Guerrero, como ya se mencionó, 62 por ciento de su territorio cuenta con agua, pero es el penúltimo estado en el que sus habitantes cuentan con servicio de agua entubada, seguido de Oaxaca.

“A nivel nacional, en 1990, el 62 por ciento de las viviendas contaban con servicio de agua entubada, el porcentaje se elevó a 75 por ciento en el año 2000, para 2005 fue de 85 por ciento y en 2010 se ubicó en 89 por ciento. Las entidades con el menor porcentaje de viviendas que cuentan con este servicio son Guerrero y Oaxaca con 72 y 70 por ciento respectivamente”, se lee en el documento del censo.

Caso contrario ocurre en los estados del norte, donde la sequía y falta de agua es un problema recurrente.

En Nuevo León, Tamaulipas, Baja California y Baja California Sur el servicio de agua entubada está garantizado para 98 por ciento de su población, de acuerdo con la información del censo.

Aun cuando en sus estados el agua el insuficiente, el suministro en los hogares de ciudades como Monterrey, Tijuana y Mexicali es diario. “En tanto, las capitales de los estados donde hay agua, los suministros no están garantizados para la población”.

Los datos del INEGI concluyen que el crecimiento demográfico también es un factor determinante para el suministro de agua.

“Debido al crecimiento de la población, la disponibilidad de agua ha disminuido de manera considerable: en 1910 era de 31,000 metros cúbicos por habitante al año; para 2019 disminuyó a 3,586 metros cúbicos anuales por cada mexicano”, exponen en el estudio.

En la edición del día de ayer, la activista por el medio ambiente, Angela Memije Alarcón, atribuyó la falta de agua a un desinterés gubernamental en tres rubros: infraestructura, presupuesto y educación ambiental.


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