Con consignas de justicia, sepultan a tres integrantes del Cipog-EZ asesinados en Chilapa

Texto: Jesús Guerrero

Fotografía: Oscar Guerrero

08 de octubre del 2022

Chilpancingo

 

Familiares y amigos de los tres integrantes del Concejo Indígena y Popular de Guerrero Emiliano Zapata (Cipog-EZ) fueron sepultados, dos de ellos en Alcozacán y el otro en Tula, ambas comunidades del municipio de Chilapa.

Durante el sepelio, los dirigentes del Cipog-EZ exigieron justicia y castigo a los asesinos de Adán Linares Silverio, Moisés Cuapipisteco y Guillermo Hilario Morales.

Adán y Moisés, fueron sepultados en el panteón de Alcozacán y Guillermo Hilario, en su natal Tula.

El pasado sábado 5 de noviembre los tres miembros del Cipog-EZ fueron asesinados a balazos por un grupo de hombres armados cuando viajaban en un automóvil Nissan, tipo Tsuru, en la carretera federal Chilapa-Chilpancingo, a la altura de la comunidad de Xochimilco.

Jesús Plácido Galindo, dirigente del Cipog-EZ, denunció que fueron los integrantes del grupo delictivo de Los Ardillos los que asesinaron a sus tres compañeros. Las mismas autoridades han señalado que este grupo criminal tiene presencia en la región Montaña baja, a la que pertenece Chilapa.

«Nos mataron a tres compañeros, pero eso no es motivo para que nosotros nos quedemos con los brazos cruzados y lo que haremos es resistir aquí», dijo el activista.

 

Dijo que en Guerrero de nada sirve que haya una militarización si las comunidades están a merced de los grupos criminales. «Lo que hacía el anterior gobierno de proteger a los grupos paramilitares hoy lo está haciendo el nuevo gobierno; aquí no hay ningún cambio”.

«Aquí está la Guardia Nacional pero no hace nada para detener a la delincuencia que opera en esta zona», agregó.

En el sepelio de los tres indígenas nahuas estuvieron habitantes de las 18 comunidades donde tiene presencia la Cipog-EZ y la Policía Comunitaria de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias Pueblos Fundadores (CRAC-PF). Las 18 localidades pertenecen a los municipios de Chilapa y José Joaquín Herrera.

En los sepelios no hubo ningún representante del gobierno del estado, aun cuando sigue el resguardo de la Guardia Nacional y Policía Estatal en los accesos de las comunidades.

Linares Silverio, uno de los tres asesinados, fue coordinador de la CRAC-PF, y contaba con medidas cautelares después de que el pasado 17 de marzo de este año, junto con otros de sus compañeros, fueron emboscados a balazos en el crucero de Tlatlaquitepec, en la carretera federal Chilapa-Tlapa. En ese ataque murió un policía comunitario y tres más resultaron heridos.

 

Él fue uno de los que el pasado 21 de octubre le dijeron al presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando los integrantes de esta organización lo interceptaron en la carretera federal Chilapa-Tlapa, en su reciente gira por Guerrero, que las comunidades estaban desamparadas ante la presencia en su región (Montaña baja) del grupo criminal de Los Ardillos.

El ex coordinador de la CRAC-PF le exigió a Obrador medidas de seguridad en las comunidades y la detención de los integrantes del grupo criminal.


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Texto: Jesús Guerrero

Fotografía: Especial

7 de noviembre del 2022

 

Los tres integrantes del Consejo Indígena y Popular del Estado de Guerrero Emiliano Zapata (Cipog-EZ) que fueron asesinados a balazos presuntamente por miembros del grupo criminal de Los Ardillos en Chilapa son velados en la explanada de la iglesia de la comunidad nahua de Alcozacán.

Decenas de mujeres, hombres y niños están fuera de la iglesia para acompañar a los familiares de Adán Linares Silverio, Moisés Cuapipisteco y Guillermo Hilario Morales, las víctimas del ataque, quienes serán sepultados mañana (martes) en el panteón de la comunidad, que también pertenece al municipio de Chilapa.

Esta mañana, los tres cadáveres les fueron entregados a sus familiares en el Servicio Médico Forense (Semefo) en Chilpancingo.

De regreso a su comunidad, los familiares de los tres asesinados y miembros del Cipog-EZ fueron custodiados por elementos de la Guardia Nacional (GN) y la Policía Estatal (PE).

Jesús Plácido Valerio, dirigente de esta organización que también cuenta con su policía comunitaria, dijo que del 2015 a la fecha ya son 48 personas de las comunidades de la Montaña baja asesinadas por el grupo delictivo de Los Ardillos.

Dijo que sus tres compañeros asesinados a tiros en las inmediaciones de la comunidad de Xochimilco, Chilapa, el pasado sábado en la tarde, participaron en la protesta que realizaron a la orilla de la carretera federal Chilpancingo-Tlapa, en donde detuvieron al presidente Andrés Manuel López Obrador para pedirle medidas de seguridad y la detención de los integrantes del grupo grupo criminal.

La presencia de Los Ardillos en Montaña baja no es sólo un señalamiento de este organización, las propias autoridades desde hace años han aceptado que este grupo criminal tiene presencia en la zona, como tampoco es ignorado de manera institucional que están asociados de manera personal al diputado perredista Bernardo Ortega Jiménez, quien es hermano de los líderes, Celso e Iván Ortega Jiménez.

Asesinan a tres dirigentes del CIPOG-EZ, uno de ellos pidió al presidente López Obrador detener a Los Ardillos 

Texto: José Miguel Sánchez 

Fotografía: Óscar Guerrero 

6 de noviembre del 2022

Chilpancingo 

 

Tres de los líderes del Consejo Indígena y Popular de Guerrero – Emiliano Zapata (CIPOG-EZ) que pidieron al presidente Andrés Manuel López Obrador frenar al grupo del crimen organizado conocido como Los Ardillos fueron asesinados.

Adán Linares, uno de los asesinados, estuvo presente en el encuentro con el presidente López Obrador hace quince días que vino a la Montaña y la CIPOG-EZ lo interceptó en Chilapa, momento en que le pidió detener la ola de violencia generada por Celso Ortega Jiménez, presunto líder de Los Ardillos y de su hermano, el diputado local del PRD, Bernardo Ortega Jiménez.

De acuerdo con la información del CIPOG-EZ, alrededor del medio día Adán Linares, Moisés Cuapipistenco y Guillermo Hilario salieron de la comunidad de Alcozacán, municipio de Chilapa, a bordo de un automovil Tsuru color blanco, con dirección a Chilpancingo, a comprar refacciones de auto que les encargó el comisario.

A las dos de la tarde, el Tsuru fue detenido por un policía de Tránsito de Chilapa, y a partir de ahí fueron seguidos por una motocicleta.

Después de las dos de la tarde se perdió comunicación con los tres integrantes del CIPOG-EZ y a las cinco de la tarde fue hallado el Tsuru blanco, a la salida de Chilapa, con los tres cadáveres dentro.

Los otros dos integrantes del CIPOG-EZ asesinados fueron Moisés Cuapipistenco y Guillermo Hilario, quienes se desempeñaban como promotores regionales en las comunidades de Alcozacán y de Tula.

Esta tarde familiares de Adán Linares, Moisés Cuapipistenco y Guillermo Hilario acudieron al Servicio Médico Forense (Semefo) de Chilpancingo a reconocer los cuerpos.

Las familias llegaron en una Urvan escoltados por seis patrullas de la Policía Estatal y Guardia Nacional.

Fuera de las instalaciones del Semefo, Jesús Placido Galindo, representante del CIPOG-EZ, responsabilizó del asesinato de sus tres compañeros al grupo criminal de Los Ardillos «y al gobierno del estado por la incapacidad para garantizar nuestra seguridad».

«El Estado puede desmantelar grupos, si puede desmantelar movimientos sociales, no se cual sea el motivo de su silencio de ellos (el gobierno) de no detener a Los Ardillos, sabemos que el control de los recursos de los municipios beneficia al pago de sicarios, control del ramo 33 y de grupos paramilitares», mencionó Placido Galindo.

Placido Galindo también responsabilizó del crimen a todas las autoridades políticas de la zona «por ser cómplices de Los Ardillos».

«Responsabilizamos a Los Ardillos, a su líder Celso Ortega, al presidente municipal de Chilapa, Aldy Esteban Román, y a sus policías municipales que están coludidos con la delincuencia, al diputado local Bernardo Ortega Jiménez, hermano de Celso y al diputado Jesús García», acusó Placido Galindo.

El automóvil estaba sobre la Carretera Federal Chilpancingo-Chilapa y presentaba impactos de balas, por lo que se cree que fueron interceptados y atacados a balazos.

En la imagen, Jesús Plácido Galindo, representan del CIPOEG-EZ, en una entrevista con reporteros afuera de las instalaciones del SEMEFO en Chilpancingo, Guerrero, este 6 de noviembre del 2022. Foto: Óscar Guerrero

El diputado Bernardo Ortega, quien tiene el control político en Montaña baja y sus hermanos, el terror, se deslinda de ellos

Texto: Amapola Periodismo 

Fotografía: Oscar Guerrero 

23 de octubre del 2022

Chilpancingo 

 

Después de que integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Pueblos Fundadores (CRAC-PF) denunciaron al diputado local Bernardo Ortega Jiménez y al grupo criminal de Los Ardillos como responsables de la violencia en la zona denominada Montaña Baja, el legislador salió a deslindarse de esas acusaciones y de sus hermanos, quienes, según datos oficiales, lideran al grupo criminal.

Esto porque el pasado viernes, durante la gira del presidente Andrés Manuel López Obrador en la región Montaña, los dirigentes de la CRAC-PF, que pertenecen al Consejo Indígena Popular de Guerrero-Emiliano Zapata (CIPOG-EZ), interceptaron la caravana en la que viajaba el mandatario y denunciaron que los líderes del grupo criminal Los Ardillos son Celso Ortega Jiménez y el diputado local Bernardo Ortega Jiménez.

“Muchos de nuestros compañeros bajan a Chilapa a vender sus productos y ya no vuelven y siguen desapareciendo, y nosotros hacemos responsables a Los Ardillos, a Celso Ortega y al diputado Bernardo Ortega”, le dijo uno de los líderes de la CRAC-PF a López Obrador.

De acuerdo con la demanda de la CRAC, Los Ardillos asesinaron en los últimos meses a 40 personas en la zona, por lo que pidieron la intervención del presidente para detenerlos, incluido a sus líderes.

La denuncia contra el diputado perredista Bernardo Ortega Jiménez, quien no es la primera vez que tiene este cargo –es la cuarta ocasión– y otros, como el de presidente municipal de Quechultenago, sede del grupo criminal, de acuerdo con los reportes oficiales, es reiterada, sobre todo porque esa relación le ha permitido tener su poder político en la zona.

El distrito del que es diputado, el 24, comprende los municipios de Mártir de Cuilapan, Quechultenango, Mochitlán y Tixtla, los cuales tienen conexión con la Montaña baja, y lo vuelven en solo un corredor, en el cual tiene presencia el grupo criminal.

El diputado, como lo ha hecho antes, otra vez se deslindó de la relación o vinculación que hacen los integrantes de la CRAC-PF. Lo hizo a través de un comunicado publicado en las redes sociales, en el que escribió que no responde por terceras personas y que “no es delito compartir apellido”.

“Jamás seré responsable de lo que hagan con su vida terceras personas, así sean familiares o amigos. Lamento que por falta de información o por la razón que sea, se use mi nombre en acusaciones sin sustento”.

En la imagen, el diputado local perredista Bernardo Ortega Jiménez junto a la gobenadora Evelyn Salgado Pineda. Foto: Redes

“Como decía yo soy responsable de mis actos y decisiones, no de las otras personas. Y a las pruebas me remito. En México, no es delito compartir un apellido. Cada quien construye el camino de su vida y la mía está dedicada a mi familia, a representar a la gente que más necesita, así ha sido y así seguirá”, son párrafos de su comunicado.

El diputado mencionó que tiene una carrera política de 26 años.

De acuerdo con datos de la Fiscalía General de la República (FGR), Los Ardillos son un grupo derivado de los Beltrán Leyva, el cual se fracturó con la caída de los hermanos, y generó el surgimiento grupos en regiones.

Los Ardillos, según esta información oficial, tiene presencia en la zona Centro y Montaña de Guerrero, en municipios como Chilapa, Mártir de Cuilapan, Zitlala, Tixtla, Quechultenango, Mochitlán y José Joaquín de Herrera.

La mayoría de estos municipios conforman lo que se conoce como Montaña baja, donde varios sectores sociales han denunciado a Los Ardillos como responsables de la violencia en este lugar que, a la vez, determina la situación política y económica.

El coordinador del Colectivo Siempre Vivos, José Díaz Navarro, señala de manera directa a los hermanos Ortega Jiménez de la desaparición de sus hermanos. Este colectivo está integrado por familiares de desaparecidos, creado justo después de la irrupción armada a la cabecera municipal de Chilapa de personas asociadas a Los Ardillos en mayo de 2015.

La información oficial establece que el fundador de este grupo criminal es Celso Ortega Rosas, a quien le apodaban El Ardilla, de ahí el origen del nombre. Él es el padre de Celso e Iván Ortega Jimenez, los líderes actuales del grupo, quienes tienen órdenes de aprehensión.

Celso, Iván y Bernardo Ortega Jiménez son hermanos, pero este último niega vínculos con sus hermanos. En distintas entrevista ha dicho que él no tiene nada que ver con las actividades laborales y delictivas de sus hermanos.

Los Ardillos tienen un historial de acusaciones de asesinatos y delitos, pero las autoridades nunca han actuado contra ellos. Nunca han anunciado alguna operación policiaca especial para capturarlos, como lo han hecho antes con otros grupos. El ex fiscal de Guerrero, Xavier Olea Peláez, anunció en radio a nivel nacional que tenían acorralado al líder Los Rojos en Chilapa, pero nunca ocurrió, porque escapó.

Como parte del contexto de lo que ha ocurrido en Montaña baja, en enero del 2020, un grupo de 20 trabajadores de un grupo musical que se trasladaba a Alcozacán, fueron interceptados e incinerados, de acuerdo con la Fiscalía General del Estado (FGE), por Los Ardillos.

En hechos más recientes, a este grupo criminal les fueron decomisados dos tigres de bengala en el municipio de Quechultenango, pero después del decomiso las fuerzas de seguridad fueron sacadas por la población y no se supo más de los decomisos.

Por su parte, el diputado Ortega Jiménez en tribuna se burla de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa y de muchos discursos de los diputados morenistas.

En la imagen, líderes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Pueblos Fundadores (CRAC-PF) dialogan con el presidente Andrés Manuel López Obrador para exigir que detenga a al grupo criminal Los Ardillos, que lideran los hermanos Ortega Jiménez. Foto: Oscar Guerrero

 

 

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