Tres integrantes de una familia fueron privados de su libertad por un grupo criminal en Chilapa

Se los llevaron cuando colocaba flores en las tumbas de dos de sus familiares asesinados unos días antes


Texto: Jesús Guerrero

Fotografía: Óscar Guerrero 

7 de marzo del 2023

Chilpancingo

 

Durante la protesta que realizaron familiares de desparecidos en la Autopista del Sol para exigir al Congreso local la aprobación de la Ley en Materia de Desaparición de Personas y Desaparición Forzada, el presidente del Colectivo Siempre Vivos, José Díaz Navarro, denunció que el pasado jueves integrantes del grupo criminal de Los Ardillos se llevaron a tres integrantes de una familia en Chilapa.

En entrevista, el activista denunció que el gobierno mexicano no le da el mismo trato a los familiares de desaparecidos de Guerrero que a los estadounidenses, por quienes en menos de 24 horas activaron todos los mecanismos de seguridad y hallaron con vida a dos de los cuatro.

El pasado viernes en Tamaulipas, un grupo armado atacó a balazos una camioneta en la que viajaban cuatro afroamericanos a quienes, presuntamente, confundieron con unos traficantes haitianos; ese mismo día el gobierno de Estados Unidos le exigió al gobierno mexicano la localización de sus connacionales.

“Nosotros somos de la Montaña baja de Guerrero y no somos de Estados Unidos para que el presidente Andrés Manuel López Obrador voltee los ojos hacia acá para ordenar que busquen a nuestros desaparecidos”, dijo Díaz Navarro.

Este mismo martes dos de los cuatro desaparecidos fueron localizados con vida y dos asesinados.

“Nosotros no somos gente de dinero, gente poderosa, no tenemos una embajada que nos proteja y tampoco tenemos un presidente brinde atención a los familiares de las personas desaparecidas o asesinadas”, agregó el activista a quien le desparecieron y asesinaron a dos hermanos.

“Nosotros llevamos años pidiendo una reunión con el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas Rodríguez, para que nos autoricen las búsquedas en Chilapa, pero ni nos atiende”, siguió.

El activista de este colectivo de Chilapa acudió en el 2015 a la Fiscalía General de la República (FGR) a denunciar a los hermanos Iván y Celso Ortega Jiménez, líderes Los Ardillos, un grupo del crimen organizado, porque su asociación criminal tiene relaciones políticas y económicas, de ser los responsables de la desaparición y asesinato de sus hermanos Hugo y Alejandrino en el 2014.

Los líderes de Los Ardillos son hermanos del diputado local Bernardo Ortega Jiménez.

Díaz Navarro dijo que en este 2023 supuestamente hay mil millones de pesos para la Comisión Nacional de Búsqueda, pero al colectivo de Siempre Vivos de Chilapa desde hace tres años no le autorizan una búsqueda por una insuficiencia de recursos.

Dijo que el presidente López Obrador ordenó la búsqueda de los cuatro estadounidenses porque hubo presiones del gobierno de Estados Unidos.

«Seguramente pronto van a detener a los responsables que agredieron a los cuatro estadounidenses”.

Durante el mitin frente al edificio del Congreso local, ubicado al sur de Chilpancingo, el activista denunció que en Guerrero y, en particular, Chilapa siguen las desapariciones de personas.

Contó que el pasado lunes 27 de febrero integrantes de Los Ardillos asesinaron a balazos a la señora Beneranda Hernández Rendón de 70 años y a su nieto, Eduardo Jaimes García, de 18 años. Ambos estaban en su casa cuando fueron atacados a tiros.

Para el jueves 2 de marzo, detalló, cuando otros tres integrantes de esa familia colocaba flores en las tumbas de sus familiares asesinados, unas personas armadas se los llevaron por la fuerza en una camioneta.

La personas privadas de su libertad son Raúl Isidro Jaimes Hernández de 48 años, su hijo Raúl Jaimes García de 18 años, y su hermana Irma Jaimes Hernández.

El presidente de Siempre Vivos informó que acudiría a la Fiscalía General del Estado (FGE) a interponer la denuncia del doble asesinato y de la desaparición de las otras tres personas, todos de una misma familia.

Mencionó que Irma Jaimes Hernández acudió a Chilapa –vive en Chilpancingo– para participar en los funerales de sus familiares asesinados. “Fue a Chilapa la señora Irma y sólo para que se la llevaran”, expresó Díaz Navarro.

El activista acusó al gobierno de proteger al grupo del crimen organizado Los Ardillos, porque lleva años en Chilapa y, según él, su poder es intocable.

 

Asesinan a tres dirigentes del CIPOG-EZ, uno de ellos pidió al presidente López Obrador detener a Los Ardillos 

Texto: José Miguel Sánchez 

Fotografía: Óscar Guerrero 

6 de noviembre del 2022

Chilpancingo 

 

Tres de los líderes del Consejo Indígena y Popular de Guerrero – Emiliano Zapata (CIPOG-EZ) que pidieron al presidente Andrés Manuel López Obrador frenar al grupo del crimen organizado conocido como Los Ardillos fueron asesinados.

Adán Linares, uno de los asesinados, estuvo presente en el encuentro con el presidente López Obrador hace quince días que vino a la Montaña y la CIPOG-EZ lo interceptó en Chilapa, momento en que le pidió detener la ola de violencia generada por Celso Ortega Jiménez, presunto líder de Los Ardillos y de su hermano, el diputado local del PRD, Bernardo Ortega Jiménez.

De acuerdo con la información del CIPOG-EZ, alrededor del medio día Adán Linares, Moisés Cuapipistenco y Guillermo Hilario salieron de la comunidad de Alcozacán, municipio de Chilapa, a bordo de un automovil Tsuru color blanco, con dirección a Chilpancingo, a comprar refacciones de auto que les encargó el comisario.

A las dos de la tarde, el Tsuru fue detenido por un policía de Tránsito de Chilapa, y a partir de ahí fueron seguidos por una motocicleta.

Después de las dos de la tarde se perdió comunicación con los tres integrantes del CIPOG-EZ y a las cinco de la tarde fue hallado el Tsuru blanco, a la salida de Chilapa, con los tres cadáveres dentro.

Los otros dos integrantes del CIPOG-EZ asesinados fueron Moisés Cuapipistenco y Guillermo Hilario, quienes se desempeñaban como promotores regionales en las comunidades de Alcozacán y de Tula.

Esta tarde familiares de Adán Linares, Moisés Cuapipistenco y Guillermo Hilario acudieron al Servicio Médico Forense (Semefo) de Chilpancingo a reconocer los cuerpos.

Las familias llegaron en una Urvan escoltados por seis patrullas de la Policía Estatal y Guardia Nacional.

Fuera de las instalaciones del Semefo, Jesús Placido Galindo, representante del CIPOG-EZ, responsabilizó del asesinato de sus tres compañeros al grupo criminal de Los Ardillos «y al gobierno del estado por la incapacidad para garantizar nuestra seguridad».

«El Estado puede desmantelar grupos, si puede desmantelar movimientos sociales, no se cual sea el motivo de su silencio de ellos (el gobierno) de no detener a Los Ardillos, sabemos que el control de los recursos de los municipios beneficia al pago de sicarios, control del ramo 33 y de grupos paramilitares», mencionó Placido Galindo.

Placido Galindo también responsabilizó del crimen a todas las autoridades políticas de la zona «por ser cómplices de Los Ardillos».

«Responsabilizamos a Los Ardillos, a su líder Celso Ortega, al presidente municipal de Chilapa, Aldy Esteban Román, y a sus policías municipales que están coludidos con la delincuencia, al diputado local Bernardo Ortega Jiménez, hermano de Celso y al diputado Jesús García», acusó Placido Galindo.

El automóvil estaba sobre la Carretera Federal Chilpancingo-Chilapa y presentaba impactos de balas, por lo que se cree que fueron interceptados y atacados a balazos.

En la imagen, Jesús Plácido Galindo, representan del CIPOEG-EZ, en una entrevista con reporteros afuera de las instalaciones del SEMEFO en Chilpancingo, Guerrero, este 6 de noviembre del 2022. Foto: Óscar Guerrero

El diputado Bernardo Ortega, quien tiene el control político en Montaña baja y sus hermanos, el terror, se deslinda de ellos

Texto: Amapola Periodismo 

Fotografía: Oscar Guerrero 

23 de octubre del 2022

Chilpancingo 

 

Después de que integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Pueblos Fundadores (CRAC-PF) denunciaron al diputado local Bernardo Ortega Jiménez y al grupo criminal de Los Ardillos como responsables de la violencia en la zona denominada Montaña Baja, el legislador salió a deslindarse de esas acusaciones y de sus hermanos, quienes, según datos oficiales, lideran al grupo criminal.

Esto porque el pasado viernes, durante la gira del presidente Andrés Manuel López Obrador en la región Montaña, los dirigentes de la CRAC-PF, que pertenecen al Consejo Indígena Popular de Guerrero-Emiliano Zapata (CIPOG-EZ), interceptaron la caravana en la que viajaba el mandatario y denunciaron que los líderes del grupo criminal Los Ardillos son Celso Ortega Jiménez y el diputado local Bernardo Ortega Jiménez.

“Muchos de nuestros compañeros bajan a Chilapa a vender sus productos y ya no vuelven y siguen desapareciendo, y nosotros hacemos responsables a Los Ardillos, a Celso Ortega y al diputado Bernardo Ortega”, le dijo uno de los líderes de la CRAC-PF a López Obrador.

De acuerdo con la demanda de la CRAC, Los Ardillos asesinaron en los últimos meses a 40 personas en la zona, por lo que pidieron la intervención del presidente para detenerlos, incluido a sus líderes.

La denuncia contra el diputado perredista Bernardo Ortega Jiménez, quien no es la primera vez que tiene este cargo –es la cuarta ocasión– y otros, como el de presidente municipal de Quechultenago, sede del grupo criminal, de acuerdo con los reportes oficiales, es reiterada, sobre todo porque esa relación le ha permitido tener su poder político en la zona.

El distrito del que es diputado, el 24, comprende los municipios de Mártir de Cuilapan, Quechultenango, Mochitlán y Tixtla, los cuales tienen conexión con la Montaña baja, y lo vuelven en solo un corredor, en el cual tiene presencia el grupo criminal.

El diputado, como lo ha hecho antes, otra vez se deslindó de la relación o vinculación que hacen los integrantes de la CRAC-PF. Lo hizo a través de un comunicado publicado en las redes sociales, en el que escribió que no responde por terceras personas y que “no es delito compartir apellido”.

“Jamás seré responsable de lo que hagan con su vida terceras personas, así sean familiares o amigos. Lamento que por falta de información o por la razón que sea, se use mi nombre en acusaciones sin sustento”.

En la imagen, el diputado local perredista Bernardo Ortega Jiménez junto a la gobenadora Evelyn Salgado Pineda. Foto: Redes

“Como decía yo soy responsable de mis actos y decisiones, no de las otras personas. Y a las pruebas me remito. En México, no es delito compartir un apellido. Cada quien construye el camino de su vida y la mía está dedicada a mi familia, a representar a la gente que más necesita, así ha sido y así seguirá”, son párrafos de su comunicado.

El diputado mencionó que tiene una carrera política de 26 años.

De acuerdo con datos de la Fiscalía General de la República (FGR), Los Ardillos son un grupo derivado de los Beltrán Leyva, el cual se fracturó con la caída de los hermanos, y generó el surgimiento grupos en regiones.

Los Ardillos, según esta información oficial, tiene presencia en la zona Centro y Montaña de Guerrero, en municipios como Chilapa, Mártir de Cuilapan, Zitlala, Tixtla, Quechultenango, Mochitlán y José Joaquín de Herrera.

La mayoría de estos municipios conforman lo que se conoce como Montaña baja, donde varios sectores sociales han denunciado a Los Ardillos como responsables de la violencia en este lugar que, a la vez, determina la situación política y económica.

El coordinador del Colectivo Siempre Vivos, José Díaz Navarro, señala de manera directa a los hermanos Ortega Jiménez de la desaparición de sus hermanos. Este colectivo está integrado por familiares de desaparecidos, creado justo después de la irrupción armada a la cabecera municipal de Chilapa de personas asociadas a Los Ardillos en mayo de 2015.

La información oficial establece que el fundador de este grupo criminal es Celso Ortega Rosas, a quien le apodaban El Ardilla, de ahí el origen del nombre. Él es el padre de Celso e Iván Ortega Jimenez, los líderes actuales del grupo, quienes tienen órdenes de aprehensión.

Celso, Iván y Bernardo Ortega Jiménez son hermanos, pero este último niega vínculos con sus hermanos. En distintas entrevista ha dicho que él no tiene nada que ver con las actividades laborales y delictivas de sus hermanos.

Los Ardillos tienen un historial de acusaciones de asesinatos y delitos, pero las autoridades nunca han actuado contra ellos. Nunca han anunciado alguna operación policiaca especial para capturarlos, como lo han hecho antes con otros grupos. El ex fiscal de Guerrero, Xavier Olea Peláez, anunció en radio a nivel nacional que tenían acorralado al líder Los Rojos en Chilapa, pero nunca ocurrió, porque escapó.

Como parte del contexto de lo que ha ocurrido en Montaña baja, en enero del 2020, un grupo de 20 trabajadores de un grupo musical que se trasladaba a Alcozacán, fueron interceptados e incinerados, de acuerdo con la Fiscalía General del Estado (FGE), por Los Ardillos.

En hechos más recientes, a este grupo criminal les fueron decomisados dos tigres de bengala en el municipio de Quechultenango, pero después del decomiso las fuerzas de seguridad fueron sacadas por la población y no se supo más de los decomisos.

Por su parte, el diputado Ortega Jiménez en tribuna se burla de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa y de muchos discursos de los diputados morenistas.

En la imagen, líderes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Pueblos Fundadores (CRAC-PF) dialogan con el presidente Andrés Manuel López Obrador para exigir que detenga a al grupo criminal Los Ardillos, que lideran los hermanos Ortega Jiménez. Foto: Oscar Guerrero

 

 

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