Max y Julián: la pareja que no puede casarse en Guerrero

Aunque hace tres meses se aprobó en Guerrero el matrimonio igualitario, la población LGBT tiene que esperar 180 días más para casarse; se tienen que modificar leyes secundarias en materia de registro civil


Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Oscar Guerrero/ Archivo 

Chilpancingo

 

Aunque hace tres meses el Congreso local aprobó el matrimonio igualitario, las parejas de las poblaciones LGBT podrán contraer matrimonio hasta dentro de 180 días.

Max y Julián llevan cinco años de relación. Después de que se aprobó el matrimonio igualitario, vieron la oportunidad de casarse.

Decidieron esperar un tiempo para acudir al Registro Civil y así dar oportunidad a que la dependencia hiciera todos los trámites burocráticos para la celebración de los primeros matrimonios igualitarios.

El matrimonio igualitario se aprobó en el mes de octubre. Julián (pareja de Max) decidió ir en diciembre, dejó pasar dos meses, creyó que ese tiempo era suficiente para que el Registro Civil afinara el proceso de este tipo de matrimonios.

Julián pidió información sobre qué requisitos necesitaría para casarse, pero no tuvo la respuesta que esperaba. Al acercarse al Registro Civil de Chilpancingo le comentaron que aun no podrían efectuar el matrimonio porque no tenían información al respecto, además, algunos trabajadores se rieron de su petición.

Realizaron dos visitas más, en las siguientes, les comentaron que no tenían los formatos y que el personal no estaba capacitado para realizar bodas entre personas del mismo sexo.

Aunque el Congreso local ya había aprobado el matrimonio igualitario, el Poder Ejecutivo aún no emitía el decreto para hacerlo realidad.

Fue hasta el 30 de diciembre que se publicó en el Diario Oficial del Gobierno del Estado de Guerrero el decreto que permite el matrimonio igualitario.

Una vez aprobado y publicado el decreto, Max y Julián intentaron casarse nuevamente, pero otra vez les negaron ese derecho.

El Registro Civil de Chilpancingo argumentó nuevamente que no tenían los formatos y que sus trabajadores no estaban capacitados.

Max y Julián se acercaron a un integrante del Colectivo Lgbti+ Orgullo Guerrero, quien les brindó acompañamiento y apoyo para presionar a las instituciones para que les dieran una explicación del por qué no se podían casar.

Hasta ese momento todas y todos los integrantes de las poblaciones LGBT desconocían que no podían casarse.

El lunes 23 de enero integrantes de colectivos LGBT de diferentes municipios del estado, se reunieron con la subsecretaria de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos, Anacleta López Vega, para solicitar una explicación del porqué todavía no se pueden casar.

La explicación que recibieron fue que se deben modificar leyes secundarias en materia de registro civil.

“Las parejas que pretenden casarse tendrán que esperar 180 días más, porque faltan reformar leyes secundarias para que se pueda aplicar la ley”, explicó Efraín De Jesús Arroyo, vocero estatal de la Red de Jóvenes por los Derechos Sexuales y Reproductivos (Redefine Guerrero), e integrante del Colectivo Lgbti+ Orgullo Guerrero.

Los 180 días se traducen en seis meses en los que el Congreso local tiene que reformar leyes secundarias en materia de registro civil y de divorcio.

Max explicó que le informaron que sí podría casarse pero que su matrimonio no sería válido.

“Me dijeron, se pueden casar pero sería un matrimonio nulo más adelante porque todavía queda ver lo de los códigos para los divorcios”, agregó Max.

La única manera en la que las personas del mismo sexo pueden casarse es a través de un amparo solicitado ante cualquier juzgado de distrito.

El cual es un trámite que lleva hasta ocho meses. En el caso de Max y Julián está descartado, ellos quieren casarse a mediados de febrero porque Max viajará a Estados Unidos, (Max tiene nacionalidad estadounidense) y quiere darle esa nacionalidad a su pareja.

Su idea es irse en marzo ya casado y comenzar el trámite de nacionalidad para que Julián tenga ese derecho al que solo  accederá si se casan.

Esperaban casarse en Chilpancingo, pero no podrán esperar 180 días.

De Jesús Arroyo comentó que no se nota compromiso por parte de las autoridades en agilizar el proceso e incluso recibieron comentarios ofensivos por parte de López Vega.

“Que prisa tienen por casarse los de la comunidad, de todos modos se van a divorciar”, les respondió López Vega en la reunión a los representantes de las poblaciones LGBT.

Además de que les pidieron a ellos que difundieran la información sobre el matrimonio igualitario.

“Eso no nos corresponde a nosotros. Sí, como colectivos podemos compartir esa información pero ellos desde sus páginas oficiales tienen que informar lo que pasa”, expuso De Jesús Arroyo.

Para las poblaciones LGBT esto es un impedimento a sus derechos.

“Estoy seguro de que muchas parejas que se quieren casar ya han esperado mucho tiempo y ahora nos impiden acceder a este derecho”.

Max y Julián se casarán en Michoacán.

Después de la respuesta de las autoridades, Max y Julián decidieron que lo mejor era casarse en otro estado. Se casarán en Michoacán, lugar de donde es originario Max.

“La verdad me sentí mal, yo estaba planeando todo aquí. La familia de mi pareja aquí vive, mi idea era hacer todo aquí pasar un tiempo en Michoacán ya casado y, de ahí, irme a Estados Unidos”, comentó Max.

Para casarse en Michoacán tienen que viajar ocho horas.

La familia de Julián no estará presente en la ceremonia, les es complicado viajar de Chilpancingo a Michoacán por cuestiones laborales.

Aunque Max y Julián no se casarán en Guerrero, Max se siente conforme con que su historia sirva  para que se visibiliza la problemática de los matrimonios igualitarios.

“Siento que todo esto no fue en vano porque habrá más parejas de la comunidad que se van a querer casar después. Se logró todo esto de las reuniones para que le metan mano y ya quedé legal todo esto”.

“Me quedé con las ganas de que fuera aquí en Guerrero, lamentablemente no se pudo”.

 

Registro Civil de Chilpancingo frustra matrimonio LGBTI+

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Oscar Guerrero / Archivo 

Chilpancingo

 

Max y Julián llevan cinco años de relación. Decidieron casarse, pero aun con la legalización del matrimonio igualitario en Guerrero, los registros civiles de los municipios todavía no están listos para acatar dicha determinación.

El matrimonio igualitario fue aprobado el pasado 25 de octubre del 2022, con 28 votos a favor seis en contra y dos abstenciones de los diputados locales. Así Guerrero se convirtió en el 31 estado, es decir, el penúltimo, en legalizarlo en el país.

La intención es mostrar qué tan lista está la estructura institucional.

Max y Julián vieron la oportunidad, por fin, de contraer matrimonio en Guerrero. Decidieron esperar un tiempo después de la aprobación. Para diciembre creyeron que ya sería suficiente.

Al mes y medio de la aprobación, Julián asistió al Registro Civil de Chilpancingo para preguntar los requisitos que necesitaban él y Max.

La respuesta que obtuvo fue inesperada. “Primero le dijeron (a Julián) que no había, que sí estaba la ley pero que todavía no tenían información, y los trabajadores (del Registro Civil) estaban como tipo riéndose”, contó Max. Resulta que la aprobación del decreto que permite los matrimonios entre personas del mismo sexo aún no la habían publicado en el Diario Oficial del Estado de Guerrero.

Ese primer acercamiento fue incómodo, además de que nuca le dieron información; Julián denunció mala atención de parte de trabajadores de Registro Civil de Chilpancingo.

En ese momento, aunque ya estaba aprobado por el Congreso local, el matrimonio igualitario técnicamente era imposible.

El 30 de diciembre lo publicaron y, en teoría, a partir de ese momento cualquier pareja de las poblaciones LGBTI+ que quisiera casarse podría hacerlo.

No fue así, una vez publicado el decreto, Max y Julián regresaron al Registro Civil de Chilpancingo para comenzar con los trámites para su matrimonio, y por segunda ocasión les negaron la posibilidad.

Esta vez les dijeron que aún con la publicación del decreto, el personal no estaba capacitado para realizar estos matrimonios, y seguía sin recibir la circular donde les notificarían que la celebración de matrimonios igualitarios es legal.

Por tercera ocasión, y está vez acompañados por un representante del Colectivo LGBTI+ Orgullo Guerrero, acudieron al Registro Civil de Chilpancingo.

Esta vez, el personal les dijo que aún no tenían los formatos para los matrimonios igualitarios.

“Me comentaron que todavía no tenían los formatos y que los iban a capacitar, que fuera la próxima semana pero no me aseguraron nada”, agregó Max.

Debido a la negativa del Registro Civil por casarlos, Max y Julián tuvieron que cambiar sus planes de casarse pronto.

Max tiene doble nacionalidad, la mexicana y la estadounidense, y su aspiración y necesidad es casarse con Julián, además que responde a una cuestión de derechos.

Max quiere irse a Estados Unidos y a través del matrimonio darle la ciudadanía a Julián para hacer una vida juntos allá.

“Queríamos casarnos en diciembre para comenzar el año (2023) con los trámites necesarios para poder irnos ambos, pero todo cambió y seguimos aquí esperando poder casarnos”, insistió Max.

Aunque el matrimonio igualitario ya es legal en toda la República, Max y Julián quieren casarse en Guerrero, específicamente en Chilpancingo. Max es de Michoacán y Julián de esta ciudad; quiere celebrar su boda con su familia.

“Esperamos que el trato sea igual para todos como las parejas heterosexuales, yo sé que no soy el único que va a desear contraer matrimonio y no es grato que llegues a preguntar y te traten de manera prepotente”.

Los nombres en este texto fueron cambiados a petición del entrevistado porque prefirió guardar su identidad.

Activista de las poblaciones LGBTTT+ recibe reconocimiento al Mérito Juvenil 2022

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Oscar Guerrero 

Chilpancingo

 

La mañana de este miércoles, Ricardo Alexis Locia Hernández recibió de manos de la gobernadora del estado Evelyn Salgado Pineda, el premio al Mérito Juvenil 2022 en la categoría de derechos humanos.

Locia Hernández es antropólogo y activista por los derechos de las poblaciones LGBTTT+.

El acompañamiento a personas que viven con VIH, pláticas a comunidades indígenas y afromexicanas sobre temas LGBTTT+ son parte del activismo que Locia Hernández realiza.

“Este reconocimiento no representa una mezquindad, sino un ejercicio de visibilidad que no debe quedar ahí”, expresó Herndández Locia.

Estos reconocimientos fueron otorgados por la Secretaría de la Juventud y Niñez de Guerrero.

Fue mediante una convocatoria a la que se postularon 112 jóvenes guerrerenses que 10 jóvenes en diferentes categorías fueron seleccionados.

Jessica Maldonado Morales, secretaria de la Juventud y Niñez de Guerrero, felicitó a las y los galardonados y reconoció su labor en diferentes ámbitos.

“Es importante visibilizar lo que las y los jóvenes hacen por sus iguales desde sus municipios”, mencionó Maldonado Morales.

Llamó a que las historias de los jóvenes galardonados sirvan de ejemplo para otros jóvenes e hizo la invitación a que continúen con sus labores desde sus ámbitos.

En el evento estuvo presente el senador de Morena, Félix Salgado Macedonio, padre de la gobernadora, quien felicitó a Salgado Pineda por apoyar a los jóvenes.

“Tener una gobernadora joven como Evelyn es el ejemplo de que todo se puede lograr”, dijo Salgado Macedonio.

Además, sugirió a Salgado Pineda que esta entrega se realice cada mes para motivar y reconocer a las y los jóvenes.

Por su parte, Salgado Pineda felicitó a los galardonados, así como a sus madres y padres.

Reconoció la participación de los jóvenes en la vida política.

“Los jóvenes y las mujeres son el motor de la Cuarta Transformación”, comentó en su discurso.

Aseguró que en su gobierno la mayoría de espacios son ocupados por jóvenes y mujeres. Además de apoyar a las juventudes del estado.

Los galardones entregados fueron: logro académico entregado a Arleth Pamela Silva Hernández, originaria de Acapulco, quien ganó una beca para una estancia de una semana en la NASA por un proyecto para realizar procedimientos oncológicos no invasivos y al vacío.

El mérito de expresiones artísticas y artes populares fue para Ámbar Stephanie Santos Ríos, quien se desempeña como actriz y productora; tuvo participaciones en Netflix, como en Luis Miguel, la serie.

Mérito compromiso social fue para Sergio Daniel Agüero Ramírez. La categoría de derechos humanos fue para Ricardo Locia Hernández.

Protección al ambiente y desarrollo sostenible lo ganó Lizeth Alejandra Helguera Peralta, ingenio emprendedor fue para María de Los Ángeles Arcos González, y discapacidad e integración para Ulises Daniel Díaz Adame.

Ciencia y tecnología lo recibió Dillan Michael Pérez Ramos, aportación a la cultura política y a la democracia fue para Jana Laura Voorting Salazar, y mérito deportivo para Miguel Ángel García Ramos.

Las y los galardonados recibieron una presea, un reconocimiento y un estímulo económico para que continúen con sus labores.

 

«En Guerrero es difícil reconocerse como parte de la población LGBT+»: Locia Hernández

Texto y fotografía: Itzel Urieta 

Chilpancingo

 

Por la deuda histórica que la entidad guerrerense tiene con la comunidad LGBTI+ «no podemos ser abiertamente quienes somos, ni acceder a ciertos derechos y tenemos que vivir entre la homofobia de algunas personas», señaló Ricardo Alexis Locia Hernández, quien recibirá la Presea al Merito Juvenil 2022 en la categoria de derechos humanos.

Explicó que en un estado como Guerrero es difícil reconocerse como personas de las poblaciones LGBTI+.

Locia Hernández es antropólogo, egresado de la Escuela de Antropología Social de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro) y activista por los derechos de las poblaciones LGBTI+ e integrante del Colectivo Lgbti+ Orgullo Guerrero.

Locia Hernández impartió la ponencia titulada Deuda histórica del estado con las poblaciones LGBTI+ en el Centro Cultural el Zanate Azul, en Chilpancingo, la tarde del jueves.

Ahí afirmó que la reforma al artículo 170 del Código Penal que criminaliza a las personas con VIH es otra deuda del estado.

Reconoció el trabajo de activistas que visibilizaron el tema del VIH.

Locia Hernández tiene VIH y reconoce que recibir este premio le genera cierto miedo al quedar expuesta parte de su vida.

«Hay gente de mi familia que no sabía que tengo VIH, hay desinformación y toca reeducarlos».

Tiene una carga viral baja de VIH y está en tratamiento por lo que el riesgo de transmitir a otra persona es nula.

En relación al matrimonio igualitario, la legislación actual de Guerrero no contempla el matrimonio entre dos personas del mismo sexo, lo que complica a parejas homosexuales compartir derechos sociales como salud y vivienda.

En el tema de los crímenes de odio, mencionó a algunos activistas por los derechos de las poblaciones LGBTI+ asesinados, como Quetzalcoatl Leíja Herrera.

A 20 años de haberse creado el colectivo, reconoce que hay cosas que cambiaron, pero otras que son tabú.

Pidió se brinden más oportunidades en el ámbito académico para realizar trabajos e investigaciones sobre las poblaciones LGBTI+.

Ricardo comenzó su participación en marchas de las poblaciones LGBTI+ a los 17 años.

Además de la deuda histórica, apeló a que se conozca más sobre la historia de los colectivos y su lucha.

El pasado 3 de septiembre del 2022, Ricardo estaba en una reunión con su colectivo cuando se percató que en su perfil de Facebook tenía diversas etiquetas felicitándolo por obtener el Premio al Mérito Juvenil 2022 en materia de Derechos Humanos.

Este premio es otorgado por el gobierno del estado a través de la Secretaría de la Juventud y Niñez de Guerrero a varios jóvenes en diferentes categorías.

«Sé que se tiene que postular, pero la verdad yo no se quién me postuló pero al final lo agradezco».

No quería aceptar el premio porque considera podía verse como una vanidad, comenta. «Al final es una visibilidad, es cambiar el discurso y las narrativas sobre las personas que vivimos con VIH y de las poblaciones LGBT».

Locia Hernández es el primer joven abiertamente homosexual en recibir este premio.

«Este premio significa una gran responsabilidad de saber que puedo ser un referente para las juventudes diversas».

 

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Con marcha, la población LGBTI+ exige matrimonio igualitario y alto a crímenes de odio

La edición 21 de la marcha estatal de la diversidad sexual fue nombrada; Todas, todos y todes bajo una misma bandera, a la cual asistieron alrededor de 1000 personas integrantes de las poblaciones LGBT+ y que recorrieron las principales avenidas de Chilpancingo hasta llegar al zócalo capitalino.


Texto: José Miguel Sánchez

Fotografía: Amílcar Juárez

Chilpancingo

 

Integrantes de las poblaciones LGBTI+ marcharon ayer viernes por las principales calles de Chilpancingo para exigir al Congreso Local aprobar el matrimonio igualitario, y el pleno reconocimiento de sus derechos, como lo son la identidad, y justicia para los crímenes de odio que están en la impunidad.

En su edición número 21 la marcha estatal de la diversidad sexual comenzó en las instalaciones del Congreso de Guerrero.

Aquí afuera de la sede del Poder Legislativo, la población LGBTI+ leyó su posicionamiento y exigieron a los legisladores aprobar la iniciativa para legalizar el matrimonio igualitario misma que está en su trámite ante comisiones legislativas.

La iniciativa, que se presentó el pasado 16 de junio, pretende reformar diversos artículos del Código Civil y del Código Procesal del estado para que dos personas del mismo sexo puedan contraer matrimonio.

“Nosotros no queremos fiesta ni que nos case un sacerdote, nosotros solo pedimos tener acceso al derecho de casarnos para tener los beneficios legales que eso conlleva”, mencionó Juan Carlos Salvador López presidente del Colectivo Orgullo Guerrero.

Agregó que la iniciativa cuenta con el respaldo de la mayoría en el Congreso, para que los matrimonios igualitarios sean una realidad.

La edición 21 de la marcha estatal de la diversidad sexual fue nombrada; Todas, todos y todes bajo una misma bandera, a la cual asistieron alrededor de 1000 personas integrantes de las poblaciones LGBT y que recorrieron las principales avenidas de Chilpancingo hasta llegar al zócalo capitalino.

La marcha que inició en el Congreso aproximadamente a las seis de la tarde, con dirección al zócalo de Chilpancingo recorrió las avenidas Lázaro Cárdenas y Juan Álvarez.

Durante el recorrido los y las manifestantes portaron una bandera monumental del arcoíris y diferentes pancartas donde se leía, “Celebra todas las formas de amor”, y “Soy activista de mi propia historia, no más homofobia”.

Los contingentes fueron integrados por representantes de colectivos de Iguala, Zumpango, Taxco, Acapulco, Chilapa, Chilpancingo, Tixtla y Tierra Colorada, además de un contingente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero (CDHEG) encabezados por la presidenta Cecilia Narciso Gaytan.

También marchó el diputado local morenista Jacinto González Varona, impulsor de la iniciativa de matrimonio igualitario, el regidor de Chilpancingo Samir Avila Bonilla que abiertamente se declaró parte de la comunidad LGBT para ser reelecto como regidor a través de una acción afirmativa.

Durante la marcha, se integraron al contingente el grupo de influencers trans conocidas popularmente como Las Pérdidas, y una imitadora de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda vestida con un huipil y un sombrero calentado a quien entre gritos le decían, “Canta la de Como la flor”.

Durante la marcha las y los integrantes de las poblaciones gritaron, cantaron y bailaron al ritmo de música y de porras, además participaron grupos de mujeres trans.

Aunque todo parecía una cuestión festiva y mucha gente salió a las calles a ver la marcha como si fuera un espectáculo.

Además de la aprobación de del matrimonio igualitario, se exige una ley de identidad de género, tipificar el delito de Crimen de odio por razón de orientación sexual, reformas al Código Penal para dejar de criminalizar a los portadores del virus del VIH y justicia para los miembros de la comunidad que fueron asesinados y que están en la impunidad.

Otra de las demandas fue la presentación con vida de Andrés Ayala Silva, mejor conocido como la Sexy Lola, un conocido luchador, desaparecido en Acapulco e hicieron un recuento de miembros de la comunidad ya fallecidos.

“A todos los que nos antecedieron hace 21 años, y que sin ellos nada de esto fuera posible les damos las gracias y los recordamos exigiendo justicia por sus asesinatos”, mencionó Ricardo Locia, miembro del Colectivo Orgullo Guerrero.

La marcha terminó en la Plaza Cívica Primer Congreso de Anáhuac donde participaron algunos oradores y culminó con participaciones artísticas de los asistentes.


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Guerrero en deuda con las poblaciones LGBTI+

En 2011 Guerrero registró el mayor número de crímenes de odio hacia la comunidad LGBTI+ con 22, según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).


Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Amílcar Juárez

Chilpancingo

 

La madrugada del 4 de mayo del 2011, Quetzalcóatl Leija Herrera fue asesinado. Era activista por los derechos de la comunidad LGBTI+ y presidente del Centro de Estudios y Proyectos para el Desarrollo Humano Integral (Ceprodehi).

Desde el Ceprodehi registró 104 asesinatos por homofobia ocurridos del 2007 al 2011 en Guerrero,.

Ese 4 de mayo, Quetzalcóatl fue asesinado a metros del Palacio municipal de Chilpancingo, muy cerca del zócalo, uno de los lugares más transitados de la capital.

Quetzalcóatl fue asesinado a golpes, recibió uno en lado derecho de la cabeza que le desfiguró parte del rostro.

El asesinato de Quetzalcóatl es un crimen de odio que a once años sigue impune.

Crímenes de odio

Ricardo Locia es antropólogo, activista por los derechos de la población LGBTI+ e integrante del Colectivo Lgbti+ Orgullo Guerrero. Considera que un crimen de odio está caracterizado por la saña antes, durante y después del asesinato.

La saña va desde lesiones con traumas en el cuerpo, mutilaciones, asfixia.

“Todo se cristaliza en la cuestión simbólica desde donde se ejerce la violencia, por ejemplo hay mujeres trans a las que les cortan los pechos o si todavía tienen su miembro también se lo cortan”, explica Locia.

En 2011 Guerrero registró el mayor número de crímenes de odio con 22, según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).

El Colectivo Lgbti+ Orgullo Guerrero desde 2017 contabiliza los crímenes de odio, no los hace públicos para resguardar la identidad de las víctimas.

El registro son de casos que rastrean en los medios de comunicación como periódicos y redes sociales, pero no está completo por la falta información pues sólo se conocen los asesinatos ocurridos en Acapulco, Chilpancingo, Iguala y Taxco, las ciudades más grandes de Guerrero.

La Comisión Ciudadana Contra Crímenes de Odio y la Asociación Letra S, registraron el año pasado 78 crímenes de odio en el país, cinco ocurrieron en Guerrero.

«Esta cifra se puede duplicar e incluso triplicar, en el sentido de que no tenemos presencia en la parte de la Montaña, la Tierra Caliente, Costa Grande, Costa Chica, en las comunidades donde no hay medios digitales no podemos saber si hay crímenes de odio”, precisa Locia.

El que no haya un organismo gubernamental que genere una base de datos de estos crímenes complica tener cifras más exactas, dice Locia, además de que no existen los protocolos por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE) para a hacer el levantamiento de un cadáver de un integrante de la población LGBTI+.

En Guerrero, el crímen de odio no está tipificado en el Código Penal, lo que también dificulta que se investiguen de manera adecuada. Es por esto, que muchos casos terminan archivados y en la impunidad.

Locia considera que Guerrero es un lugar inseguro para  la población LGBTI+. Para evitar ser agredido, cuenta, ha tenido que vestirse muy masculino para tratar, dice,  de que no se le vea o no se note que es gay. Está consciente de que esto también es un tipo de violencia.

“Esto ha sido para protegerme, para que yo no sienta los embates complejos que viven y sufren las mujeres trans, las comunidades lesbianas y también otros compañeros homosexuales que tienen una mayor feminidad en su andar o en su vestir, para mí Guerrero no es un lugar seguro”, comenta.

Sin embargo, dice Locia, hay integrantes de la población LGBTI+ que viven en condiciones más difíciles como en comunidades indígenas y afromexicanas porque, asegura, la violencia que sufren va desde la discriminación en espacios de trabajo, la escuela y en el hogar.

Marchar por sus derechos

Junio es conocido como el mes del orgullo gay porque se conmemora la lucha y la visibilización de la población LGBTI+. En Chilpancingo, se realizará la edición 21 de la marcha estatal de la diversidad sexual.

Esta lucha en el estado ha sido constante, el colectivo surgió el 13 de junio del 2001 con el nombre Colectivo Gay Orgullo Guerrero, en 2018 cambió a Colectivo Lgbti+ Orgullo Guerrero.

Esta será la décima marcha de Locia; comenzó a participar a los 17 años y en este tiempo considera que hay un poco de aceptación en la sociedad hacia ellos pero que aún falta conocimiento del tema por parte de las personas.

“Hay personas que van a ver la marcha como un sentido de mofa, para ver como va vestido el jotito, o para ver quienes van. Se ríen de cómo van vestidos”, comenta.

Además de las burlas, piensa que en la poca aceptación  también están los que los aceptan pero mientras no les incomode.

“Está la parte doble moral de hacerlo, pero que no te vea besandote”, comenta.

La apertura de las nuevas generaciones ha sido notoria, ahora son más jóvenes quienes marchan. Cuando empezó a marchar no podía verse agarrado de la mano con sus amigos ni con una pareja, ahora salen de la mano y se besan en escuelas y en lugares públicos.

Salir a marchar para la población LGBTI+ es importante, se tiene una deuda histórica con ellos como la legalización del matrimonio igualitario, la ley de identidad de género, la prohibición de terapias de conversión, la tipificación de los crímenes de odio, la reforma al artículo 170 del Código Penal que criminaliza a las personas con VIH.

El 15 de junio del 2022, diputados de Morena presentaron ante el Congreso de Guerrero una iniciativa para legalizar el matrimonio igualitario, esto representa un paso importante.

“Que se apruebe el matrimonio igualitario sería el pago de una deuda histórica a muchos miembros de la comunidad LGBT que han sido asesinados y que han muerto, que esto siente precedentes para que podamos seguir avanzado con las demás leyes”, dice Locia.

 

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