Adán y María Natividad, quienes tienen menos de 30 años, razón por la que figuran en las estadísticas de la población joven de este país, trabajan en el semáforo de la avenida Rufo Figueroa. Él como tragafuegos, ella en la venta de dulces y chicles.
Sus tres hijos, de ocho, seis y dos años, los acompañan en cada jornada.
Adán y María Natividad trabajan en este semáforo desde hace más de cinco años.
Adán empezó como limpiaparabrisas y después decidió probar como tragafuegos. María Natividad junto con sus tres pequeños, mientras Adán lanza llamaradas calientes, venden sus dulces.
Poco a poco, Adán aprendió a sortear el viento para que este no lo devuelva las llamas y lo queme, o haya algún accidente que afecte a las personas al volante que durante el semáforo en rojo quedan cerca de él.
Esta labor en la que está involucrada toda la familia les permite juntar el dinero pagar la renta de su vivienda, comer y mandar a los dos hijos mayores a la primaria.
Adán y María Natividad son criticados por poner a trabajar a sus tres hijos.
“No nada más ellos trabajan, trabajamos todos. Ellos ahorran su dinero y ya si queremos algo, entre todos lo compramos. Hay gente que piensa que los explotamos y nos beneficiamos nosotros. Si fuera así, nada más los pusiéramos a ellos a trabajar. Pero no. Como ve. Todos trabajamos”, se defiende María Natividad.
Adán, María Natividad y sus tres hijos comienzan su jornada de trabajo alrededor de las cuatro de la tarde. Después de que los dos mayores salen de la primaria, van por ellos, comen y después al semáforo. Concluyen su jornada alrededor de las nueve de la noche.
A pesar de que esta actividad de Adán y María Natividad no califica como un empleo, al trabajar por su cuenta, no entran en las estadísticas de personas desempleadas.
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Empleo del INEGI, Guerrero es una de las cinco entidades con menor desempleo, incluso, en 2023, se posicionó como el estado con menor tasa de desempleo.
Autoridades han colocado a 3,000 guerrerenses en un trabajo, cuando las cifras de desempleo llegaron a 49,607 en primer trimestre de 2020, el periodo más álgido de la crisis sanitaria
Texto: Beatriz García
Fotografía: Oscar Guerrero y Especial
Chilpancingo
Aracely Tecolapa Alejo y Obed Valtierra Pineda cumplirán dos años de emprender el chocolate artesanal Tsqueen Xua Suljaa, después de quedarse sin sus empleos a raíz de la pandemia por la Covid-19. Aun cuando ya retoman sus empleos anteriores, mantendran la producción de este comestible.
Uno de los principales fenómenos visibles durante esta pandemia fue el despido de sus trabajos de miles de personas. En Chilpancingo, fue notorio este suceso y muchas de estás historias fueron documentadas en este medio digital.
En Guerrero, los contagios y las defunciones van a la baja, que mantienen a la entidad en color verde en el semáforo epidemiológico, y las actividades, sobre todo económicas, de a poco vuelven a la normalidad.
De acuerdo con el registro de la evolución de la pandemia que hace la Secretaría de Salud (SSA) del estado a diario, en la entidad hay sólo 15 casos activos por contagio de coronavirus, hasta este sábado, en las últimas 24 horas se registró sólo un nuevo caso y ninguna defunción.
El emprendimiento en pandemia
Tsqueen Xua Suljaa surgió a raíz de la pandemia por la Covid-19. Aracely y Obed, que vievne en Xochistlahuaca, Costa Chica del estado, después de quedarse sin empleo –ella daba clases de náhuatl y él trabajaba en su taller de serigrafía– analizaron qué sabían hacer y qué podían emprender.
Ahora que las actividades económicas en el estado son reactivadas por la baja de contagios y defunciones, es importante conocer cómo va el proyecto de ambos emprendedores. Obed empieza a trabajar en su taller de serigrafía y Aracely decicidó estudiar, y retoman las presentaciones de su trabajo como poeta, aun así no abandonarán la producción de chocolate.
“Ahora que ya se controló lo de la pandemia, ya mucha gente está reanudando en sus trabajos, nosotros si nos estamos acomodando otra vez. El chocolate fue un trabajo que quisimos hacer en ese tiempo, como alternativa, pero sí que le fuimos agarrando cariño, de mi parte, porque yo no sabía, no conocía nada sobre el chocolate”, compartió Aracely pa vía telefónica desde Xochistlahuaca.
Ella es quien está a cargo del proyecto. Continuará con la elaboración del chocolate porque cree que mantiene en funcionamiento una economía más local, próxima a su comunidad. A productores de la región compran la materia prima, como cacao y panela, para elaborarlo.
“Nuestra idea es que este negocio vaya creciendo por la demanda de nuestros clientes, nosotros lo vemos como un ingreso más, y esperamos poco a poco ir mejorando la presentación, la imagen, los sabores que podemos incluir; documentarnos más, o sea tenemos ese compromiso de que el trabajo del chocolate no sólo es hacerlo, va más allá”, destacó la joven.
¿Cuáles fueron los números de desempleo en pademia en Guerrero?
En el tercer trimestre del 2020, periodo en que se contempla el inicio de la pandemia, la cifra de desempleo en el estado fue de 3.3 por ciento, de acuerdo con la Encuesta de Ocupación y Empleo del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
En el tercer trimestre del 2020 había 49,607 desempleados y la Población Económicamente Activa (PEA) era de un millón 514,297 personas. Este periodo fue donde la cifra desempleo fue mayor.
En el cuarto trimestre la tasa de desempleo disminuyó a 2.4 por ciento.
Para el 2021, que es el último registro que INEGI, hizo público la tasa de desempleo, que evolucionó de la siguiente manera: en el primer trimestre del año, la tasa de desempleo descendió a 1.7 por ciento, lo que significa 23,954 desempleados, pero la PEA disminuyó a un millón 415,941.
En el segundo trimestre de ese año siguió a la baja la tasa de desempleo con 1.5 por ciento, pero en el siguiente trimestre subió a 1.6 por ciento y, finalmente, en el cuarto trimestre del 2021 la tasa de desempleo bajó a 1.4 por ciento.
Las cifras de este 2022 se desconocen, pero si las restrcciones sanitarias ya se relajaron, se entiende que el problema es menor.
De 11,000 desempleados en Guerrero, sólo 3,000 han recuperado trabajo
La directora general del Servicio Nacional de Empleo en Guerrero, dependiente de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social del estado, Areli Bailón Vélez, informó que desde octubre pasado que inició la actual administración estatal en la dependencia han atendido a 11,559 desempleados que buscan un trabajo, de los cuales sólo a 3,232 les colocaron en un trabajo formal, porque no todos cumplieron con requisitos solicitados.
Los 11,559 desempleados que registró la dependencia estatal en busca de un trabajo, sólo representa la mitad del número que registró de INEGI en Guerrero, que era de 21,327 desempleados, durante el cuarto trimestre del 2021, que es el último registro que hizo el organismo nacional.
La pandemia afectó a toda la población, expuso, en cuanto al empleo, por ende a su economía, entonces muchas personas empezaron a dedicarse al empleo informal, al autoempleo.
Dijo que desde octubre han realizado 60 eventos presenciales, llamados días por el empleo y ferias del empleo, para reactivar los empleos. Estas actividades estaba canceladas por la pandemia y el elevado número de contagios en el estado.
En estas ferias del empleo, las empresas locales de otros municipios, estados o de otros países piden espacios para ofertar trabajo en Sonora (norte de México), Canadá, Estados Unidos, Alemania, este último país en la actualidad solicita enfermeras.
Aun cuando no tiene una cifra, la funcionaria se dio cuenta que aumentó el número de mujeres que buscan empleo.
“Como la Secretaría del Trabajo y Previsión Social cuidamos que los trabajadores se les beneficie con todos los derechos de ley, como servicio médico, un pago justo, vacaciones, servicio médico, seguro de vida, algunas otras prestaciones. No todas tienen esa posibilidad de ofrecerlos pero si procuramos que todas estas empresas cumplan con lo establecido”, manifestó.
En diciembre de 2021, más de la mitad de personas ocupadas formaban parte del sector informal; del total de personas empleadas, solo el 43.5% contaba con un trabajo formal.
Texto: Animal Político
Fotografía: José Luis de la Cruz
21 de enero 2022
Hasta finales de 2021, un total de 32.2 millones de personas tenía un empleo informal, es decir que no tenían seguridad social ni contrato, lo que representó un 56.5% de la población con trabajo en el país.
Así lo informó la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOEN), del Inegi, para la edición de diciembre, en la que señaló que la informalidad en el último mes del 2021 representó un aumento de 0.8% a comparación del año anterior.
La tasa de ocupación en el sector informal fue de 29.1% para hombres y 30.6% en el caso de las mujeres, lo que significa que las mujeres son quienes más laboraron en este sector.
El Inegi reportó que en diciembre de 2021 hubo 56.9 millones de personas con empleo, cifra que representó un aumento de 4.3 millones de personas, a comparación del mismo mes en 2020 (52.6 millones).
De estas, solo 24.7 millones contaban con un trabajo formal, que es el 43.5% del total, por debajo del 56.5% de la población en el sector informal.
A nivel nacional, la población desocupada –la cual considera a la población que se encuentra sin trabajar, pero que está buscando trabajo– se situó en 2.1 millones de personas.
La ENOEN indicó que en diciembre del año pasado, 14.5% de los desocupados no contaba con estudios completos de secundaria, mientras que aquellos con mayor nivel de instrucción representaron el 85.5%.
Según la edad de los desocupados, el grupo de 25 a 44 años fue donde más se concentró la población desocupada, con un porcentaje de 45.5.
A su interior, las personas subocupadas –es decir, quienes declararon tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas– fueron 5.7 millones, que significa el 10% de la población ocupada y reflejó un decremento de 1.7 millones de personas con relación a diciembre de 2020.
En cuanto a los sectores donde más se reflejó el aumento en la población ocupada, el Inegi señaló a los servicios profesionales, financieros y corporativos, donde laboraron 769 mil personas.
Le siguieron los servicios diversos y los restaurantes, así como los servicios de alojamiento, con aumentos de 747 mil y 721 mil personas, respectivamente.
Por entidad federativa, los estados con mayor tasa de ocupación fueron: Oaxaca, Hidalgo, Guerrero, Nayarit y Baja California.
Este texto es propiedad de Animal Político y lo reproducimos con su autorización