Marchan por asesinato de periodista, exigen justicia

Texto: José Miguel Sánchez y Jesús Guerrero

Fotografía: Oscar Guerrero 

Chilpancingo

 

Con una marcha en las calles de Chilpancingo, periodistas exigen a los gobiernos federal y estatal el esclareciniento y castigo a los asesinos del fundador del diario La Realidad, Fredid Román Román.

Los comunicadores se dirigen hacia las instalaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE), en donde realizarán un mitin.

En las pancartas que llevan los periodistas se leen las exigencias de alto a los asesinatos contra este gremio en Guerrero y en todo el país.

Román Román fue asesinado a balazos ayer lunes en la tarde cuando salía de las oficinas del diario que el fundó ubicado en la calle Prolongación Valerio Trujano, en la colonia Progreso, a dos cuadras de las instalaciones de la 35 Zona Militar, a pocas cuadras del centro de esta capital del estado.

Román Román, quien escribía una columna que publicaba en las redes sociales, se subía a un automóvil Mazda color rojo, cuando fue acribillado a tiros por dos individuos que se desplazaban en una motocicleta en sentido contrario de la calle.

La FGE informó que el pasado 1 de julio en la comunidad de El Ocotito, del municipio de Chilpancingo, el hijo de Román Román fue asesinado a balazos.

El cadáver del periodista fue entregado a sus familiares y es velado en su domicilio en la comunidad de Buenavista de la Salud, del municipio de Chilpancingo y mañana miércoles será sepultado.

En la marcha, los periodistas exigen a la Fiscalía General del Estado realizar su trabajo.

“Ya basta de asesinatos de periodistas, le exigimos al gobierno garantías para ejercer nuestra labor”, dijo en un mitin en la plaza de la Libertad de Expresión, José Luis González, director del semanario No Que No.

El contingente de los manifestantes se dirige a la FGE.

 

 

 

 

 

 

Asesinan a balazos a periodista en Guerrero

Texto: Amapola Periodismo

Fotografía: Oscar Guerrero 

Chilpancingo

 

La tarde de este lunes dos individuos asesinaron a balazos el periodista Fredi Román Román cuando subía a su automóvil estacionado en la calle Prolongación Valerio Trujano ubicada a dos cuadras de las instalaciones de la 35 Zona Militar del Ejército, aquí en Chilpancino.

Román Román, al mediodía de hoy, publicó en las redes sociales su columna La Realidad Escrita, Salió de su domicilio alrededor de las 04:30 de la tarde.

El periodista alcanzó abrir la puerta de su automóvil, un Mazda color rojo, cuando dos individuos armados a bordo de una motoneta que circulaba en sentido contrario llegaron y le dispararon.

Según versiones oficiales, Román Román, recibió seis balazos.

Una ambulancia de la Cruz Roja llegó a este sitio y los paramédicos se percataron que el periodista ya no tenía signos vitales.

El cadáver del periodista quedó en el asiento del piloto y la puerta del vehículo del lado izquierdo quedó abierta.

El asesinato del periodista ocurrió a dos cuadras de las instalaciones de la 35 Zona Militar y cerca del primer cuadro de esta capital del estado.

Personal de la Fiscalía General del Estado (FGE), Policía Investigadora Ministerial (PIM), Policía Estatal y Policía Municipal arribaron al lugar minutos después del asesinato.

Posteriormente llegaron seis elementos del Ejército Mexicano para custodiar la zona.

Una hija del periodista llegó al sitio corriendo pero fue detenida por policías ministeriales y estatales.

La mujer rompió en llanto.

“Como es posible, esto no puede ser”, decía la mujer.

Román Román es originario del municipio de Teloloapan y en noviembre próximo cumpliría 59 años.

El columnista fue director de los periódicos locales Palabra, Expresión Popular, jefe de prensa del PRI estatal y reportero de varios medios impresos de Chilpancingo.

En 1996 durante el gobierno interino de Ángel Aguirre Rivero fue funcionario de la Dirección de Comunicación Social del Gobierno del Estado.

Hoy lunes Román Román escribió su última columna política Realidad Escrita en la que aborda el caso Ayotzinapa.

 

 

 

 

El periodismo es un actor en el conflicto: Xavier Giró

Texto y fotografía: Luis Daniel Nava

1 de agosto de 2022

 

El conflicto revela cosas que no funcionan en la sociedad por lo tanto nuestro relato, como seres humanos antes que periodistas, debe ser a favor de una solución justa y sin violencia, plantea el investigador catalán Xavier Giró.

El periodismo de paz, explica, puede favorecer que los conflictos no evolucionen a un estallido de violencia, que discutan sus causas y posibles soluciones.

“El periodismo se convierte en un actor y hay que asumirlo responsablemente sin panfletos y sin entregarnos ciegamente a ninguna de sus partes”, plantea.

Estos son algunos postulados que ha desarrollado desde hace 30 años como periodista, investigador y profesor Francesc Xavier Giró Martí (Barcelona, 1955).

A propósito de su reciente visita al país, este reportero le preguntó acerca del concepto periodismo de paz en conflictos que instruyó en la Universidad Autónoma de Barcelona y que expuso en el Foro de Periodismo y Construcción de Paz celebrado en la Ciudad de México.

Conflicto desigual

–¿Qué significa “periodismo de paz”?

El periodismo siempre tiene repercusión sobre la sociedad y los conflictos sociales. El conflicto es la materia prima del periodismo.

De él se revelan cosas que no funcionan en la sociedad y eso permite que avance.

Muchos de esos conflictos no son entre partes iguales y empiezan porque la parte con menos poder está explotada, oprimida, marginada.

Nuestro relato como seres humanos antes que periodistas no es neutral, sino que tendrá repercusión a favor de uno o de los otros. A favor de una solución justa e injusta.

Con esa premisa tenemos una obligación moral o política de trabajar para que ese conflicto se solucione de la forma mas justa posible, y para que vaya hacía allá, que no haya violencia.

Si hay violencia en lugar de discutir de los salarios, de la tierra que nos quitan o de la tala de arboles, lo que vamos a discutir es cómo defendernos de la violencia, atacando al otro o pagando con nuestra vida.

Podemos favorecer que los conflictos no evolucionen hacía un estallido de violencia sino que sigan en la lucha, discutir el problema.

El investigador noruego Johan Galtun, citado en el artículo académico de María Isabel Hernández “El periodismo de paz como paradigma de comunicación para el cambio social” (2012), desarrolló el modelo de estudio “el triangulo de las violencias”.

El modelo identifica tres violencias en los conflictos: la física que causa daños visibles (atentados, asesinatos, agresiones, torturas, etcétera); la estructural que impide satisfacer necesidades básicas (desigualdad, racismo, pobreza, esclavitud, etc.) y la cultural relacionada con aspectos simbólicos como religión, cultura, lengua, arte y ciencias.

Para Giró, citado en el mismo estudio, la aplicación del triangulo en conflictos de distintos países y regiones permitió observar una sobre representación de la violencia directa y una escasa atención a las violencias estructural y cultural.

Toma de partido

–¿En ese sentido podría quedar rebasado el periodista neutral, objetivo?

Son dos falacias, dos creencias falsas. Cuando uno dice  ‘Aquí hay tres muertos ‘, no solo está informando el hecho sino el contexto. Aunque no lo escriba hay un contexto de conocimiento.

Es decir ‘Aquí ha pasado esto y no debería haber pasado’. Es una toma de partido.

Cuando hablamos de una vulneración de un derecho humano o un derecho justo, estamos diciendo que ese derecho no se debería haber vulnerado.

El periodismo no es objetivo en la medida en que tomamos partido por una idea, una forma de entender la vida, con los derechos de la gente.

No es neutral, porque tomamos partido a favor de las personas que han visto vulnerado sus derechos.

La filosofía engañosa de la objetividad y la neutralidad tiene dos géneros privilegiados, la noticia y el reportaje.

En la noticia con las seis preguntas (quién, qué, cuándo, dónde, por qué y cómo), el “por qué” implica una explicación más allá de la inmediata.

En el reportaje el esquema canónico del periodismo dice que escucha las fuentes de los dos lados con un trato equilibrado.

Pero no solo tienes que consignar lo que dice uno o el otro, tienes que decir quién miente y quién no, o quién exagera, si son los dos, son los dos. Quién reivindica algo que es justo, implícita o explícitamente.

Sin panfletos

–¿Ese postulado lleva al concepto de periodista transformador? ¿Es consecuencia?

El periodismo es una esfera mas de la vida y no puede rehuir a sus responsabilidades. Tampoco puede esconder la cabeza bajo el ala de la neutralidad y objetividad.

Tenemos que asumir que el periodismo se convierte en un actor en el conflicto. Lo que hace influye y hay que asumirlo en todas sus dimensiones, responsablemente, sin hacer panfletos, sin entregarnos ciegamente a ninguna de las partes.

Estamos en el sentido justo de los conflictos, en contra de las marginaciones, de las opresiones, tenemos que estar ahí.

Es una definición ideológica pero la hace todo mundo. Humildemente reconocemos que la hacemos. Hay gente que no lo hace y es cómplice de la opresión.

Pensar la información

–Hay un campo de trabajo en México por la violación sistemática de los derechos humanos, ¿qué recomienda a los periodistas en estos contextos violentos?

Parte de tu pregunta dice ‘vivimos en un contexto de violación de derechos humanos’. Eso ya implica una posición pero después hay que hacer algo más.

Pensar estratégicamente nuestra información, no somos seres aislados en la sociedad, incidimos en el conflicto y eso va a provocar una reacción.

Cuando denunciamos una vulneración de los derechos también decimos quién lo ha hecho y eso es de facto un ataque a ese grupo o esas personas, a esos intereses, por lo tanto es de esperar que ellos se revuelvan contra nosotros.

No podemos andar denunciando violaciones de derechos humanos sin calcular cuál va a ser la reacción o la repercusión.

Si hemos estudiado bien la situación y prevemos que la publicación de la vulneración de un derecho va a provocar que un pequeño grupo salga a la calle y sea reprimido con una nueva masacre debemos pensar si seguir o esperar.

Esperar el momento para que la protesta sea fuerte y no sea reprimida o que vayamos reuniendo elementos para que nuestra acción de denuncia no caiga en el vacío o en una situación peor.

Tenemos que pensar nuestra política informativa de forma coherente y estratégica para tener los mejores resultados, para luchar contra esa vulneración de derechos.

Foro Periodismo y paz

La entrevista se realizó un día después del Foro Periodismo y Construcción de Paz en México en la capital del país. Xavi Giró aún no sistematizaba los apuntes de los participantes y las charlas con periodistas de regiones.

Aunque lo sabía, dice, acudir al foro le dio una visión más realista de su dimensión.

Plantea que la impunidad de los crímenes de periodistas retroalimenta la existencia de más, pero que ese no es el origen.

La causa está en distintos niveles, en la corrupción que nace del dominio, el  abuso de poder donde nace un conflicto.

Tenemos que trabajar periodísticamente sin dejar de denunciar la impunidad, pero armonizando con la lucha por cambiar la sociedad, por transformarla.

Muchos jóvenes acaban en grupos del crimen por necesidad o forzados. Ellos no se plantean grandes teorías, sino plantean ‘de esto puedo vivir y nadie me da otra alternativa’.

La batalla es bestial pero al menos reconozcámosla, no nos engañemos con batallas puntuales y si es larga armémonos de paciencia. Con nuestro trabajo periodístico vayamos reforzando los elementos de la sociedad que empujan esos cambios.

AMLO defiende a periodistas afines a su gobierno; ‘son tratados como paleros por conservadores’, dice

El presidente López Obrador se solidarizó con los periodistas que defienden el proceso de transformación del país.


Texto: Animal Político

Fotografía:

25 de julio de 2022

 

El presidente Andrés Manuel López Obrador defendió a los periodistas que son afines a su gobierno y al movimiento de Cuarta Transformación; afirmó que los conservadores los tratan como “paleros”.

Luego de que la semana pasada se registrara una confrontación entre la periodista Reyna Ramírez y el youtuber Hans Salazar, el mandatario se solidarizó con los periodistas que defienden el proceso de transformación.

En conferencia de prensa, les pidió que no se preocupen por eso; afirmó que el periodismo sí debe tomar partido.

Recordó que no coincidía con su “gran amigo” Julio Scherer, fundador de Proceso, porque sostenía que el periodismo no tenía que tomar partido, mientras él considera que sí.

“Cuando veo que hablan de que son independientes, me dan desconfianza, puede ser que sean independientes del pueblo y no del poder. Entonces, el hecho de que se asuma una postura y que no siempre se esté de acuerdo y se pueda hacer un cuestionamiento, nosotros no pedimos a nadie que se subordine.

“Lo de Hans a lo mejor lo va a perjudicar, pero creo que es bueno saber que el periodismo, en épocas de transformación, no puede estar a las medias tintas. No hay término medio y estamos viviendo un proceso de transformación”, dijo.

Indicó que en su conferencia matutina todos los periodistas pueden expresarse e incluso lo insultan personas como Héctor Aguilar Camín, los expresidentes y “no pasa absolutamente nada”.

Aseguró que él prefiere que los jóvenes tengan becas a dar publicidad o que lo apoyen a cambio de otorgar contratos.

El jueves la periodista Reyna Ramírez criticó el informe de “Impunidad Cero” de la Secretaría de Seguridad al señalar que solo replica lo que dicen las fiscalías, pidió garantizar la justicia y el respeto a los derechos humanos.

Señaló que ella tomó partido como periodista y lo tomó por la “gente y la sociedad”; Salazar trató de silenciarla ante los cuestionamientos que hacía al mandatario federal, por lo que ella reviró con un “cállate palero”.

asesinados. Organismos internacionales y organizaciones en pro de la libertad de prensa advierten que desde hace años México es el país más peligroso del mundo para ejercer el periodismo, fuera de aquellos donde se desarrollan guerras.

La organización Artículo 19 señaló que el Gobierno de México debe admitir la crisis de violencia e implementar medidas urgentes para proteger la libertad de expresión.

incluso el relator especial para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), Pedro Vaca Villarreal, ha pedido al gobierno mexicano suspender el espacio “Quién es quién de las mentiras”, al considerar que hay una escalada de violencia contra los periodistas en el país.

 

El Mecanismo es una simulación acusa el periodista oaxaqueño Hiram Moreno a quién le quitaron la protección física

El director del portal  Evidencias, Hiram Moreno, ha sufrido en dos ocasiones agresiones físicas, y más de tres veces agresiones y amenazas, y por todas las veces lo ha informado al Mecanismo y a la Defensoría de Oaxaca.

Texto: Diana Manzo /Itsmo Press
Fotografía: Itsmo press
14 de julio de 2022
Salina Cruz, Oaxaca

Frustrado y molesto habla el periodista istmeño, Hiram Moreno, a quién el Mecanismo de Protección para Periodistas y Defensores de Derechos Humanos le quitaron la protección y seguridad física , a pesar de haber denunciado agresiones físicas y amenazas por su actividad reporteril.

Desde su hogar en Salina Cruz, Oaxaca donde ha pensado en dejar su apasionada actividad por el riesgo que corre a su vida, relata que el Mecanismo “todo es apariencia”, y que en realidad no cumplen.

Hiram Moreno relató que cuenta todos los documentos donde el Mecanismo le dictó medidas cautelares desde el 2015, y que consistieron en personal de seguridad, botón de emergencia y también medidas de seguridad para su vivienda y desde el 2019, con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador la junta de gobierno del Mecanismo dictó con base a su análisis de riesgo que ya no requería seguridad privada.

“La junta de gobierno del Mecanismo determinó quitarme la seguridad física, que para mí es primordial, me dejaron únicamente con las medidas del portón metálico, vídeo portero y reja de acero, y eso me deja en la vulnerabilidad”, enfatizó.

Dijo de nada sirve que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emita recomendaciones a instancias federales por la violación a los derechos humanos y la falta de debida diligencia, así como el incumplimiento al deber cuidado en agravio de su colega periodista, Gustavo Sánchez Cabrera, asesinado en junio del 2021, sí el Mecanismo es inoperante.

“El Mecanismo como dependencia lo único que ha hecho bien es gastarse el dinero en foros que no sirven para nada, porque no proponen, únicamente están escuchando lo que ya saben, realmente es una vergüenza”, dijo.

Agregó, qué después de casi seis meses de análisis, el Mecanismo le informó que no podría darle seguridad física , y que habría una coordinación con el gobierno del estado, a lo que el periodista se refiere como algo absurdo y que por supuesto nunca ocurrirá.

“Acá todo es apariencia, simulación, y no lo digo yo, si no lo vemos, cuántos periodistas que tenían protección del estado fueron asesinados, son muchos, y lo peor es que las autoridades siguen siendo omisas e irresponsables”, recalcó.

El pasado 10 de febrero, la noche en que fue asesinado su colega periodista Heber López Vásquez, y después de que la Fiscalía informara de la detención de los dos presuntos responsables del homicidio, Hiram Moreno subió información a su portal, que nuevamente lo pusieron en riesgo, por lo que notificó al Mecanismo y también a la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca.

“Después de qué publique en mi portal que los dos detenidos como presuntos culpables del homicidio de Heber López Vásquez, una camioneta con dos personas llegó a mi casa y tocaron, pero en mi casa hay protección y oprimí el botón de emergencia, eso fue apenas el 10 de febrero, hace 10 días y ahora resulta que el Mecanismo dice que no sabe quién soy, eso es una mentira, me da mucho coraje porque está en juego mi integridad y mi vida”, expresó.

El director del portal  Evidencias ha sufrido en dos ocasiones agresiones físicas, y más de tres veces agresiones y amenazas, y por todas las veces lo ha informado al Mecanismo y a la Defensoría de Oaxaca .

Ante el clima de  violencia  y tensión que asegura cada vez se endurece  en la zona por los megaproyectos que pretenden instalarse en el Istmo de Tehuantepec, y  por el homicidio de su colega Heber, Hiram Moreno hizo un llamado al Mecanismo a ser funcional, redoblar esfuerzos y de “verdad” proteger, pues en lo que va del año han sido asesinados 12  periodistas en México.

“No podemos seguir permitiendo que el Mecanismo siga actuando de forma arbitraria, esto que me dicen que no saben nada de mi, eso es absurdo, porque de donde voy a sacar yo que tengo botón de emergencia, o donde lo voy a comprar, pues no son papás ni palomitas, es una seguridad para mi vida, y que ahora me desconoce”, concluyó.


Este texto es propiedad de Itsmo Press y lo reproducimos cómo parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Puedes leer el original en el siguiente enlace.

«En el país más letal, a los periodistas no los escuchan»: Oscar Martínez

Martínez es director de El Faro, el primer diario digital de América Latina


Texto: Luis Daniel Nava

Fotografía: Kau Sirenio

 

A Oscar Martínez le sorprende que México sea el país más letal para la prensa en el mundo y que a los periodistas nadie los escuche. Es, dice, como si estuvieran en el fondo del mar.

Oscar Martínez (San Salvador, 1983) es jefe de redacción de El Faro y autor de libros como Los migrantes no importan (2010) y Los muertos y el periodista (2021). Recibió los premios de Derechos Humanos de la Universidad José Simeón Cañas, en El Salvador, y el Internacional a la Libertad de Prensa del Comité para la Protección de los Periodistas.

Durante cinco años, Oscar Martínez recorrió el camino de abusos y vejaciones de los migrantes de Centroamérica en el país, desde Chiapas hasta Baja California. Ahí presenció cómo la complicidad entre poderes económicos y políticos con grupos del crimen organizado silenció zonas completas.

A 10 años de esa estadía, a Oscar Martínez le frustra que la situación continúe intacta. En ese tiempo, del 2011 al 2022, en México asesinaron 98 periodistas, entre ellos, 10 mujeres.

La impunidad, considera, es sinónimo de la inacción judicial del Estado mexicano aunado a un discurso incisivo del presidente de México contra el gremio.

El periodista participó el mes pasado en el foro Periodismo y Construcción de Paz en México, celebrado en la capital del país.

Nada cambia

—¿Cómo percibes el periodismo en México y las zonas de silencio creadas en muchas regiones del país?

Lo que más me sorprende y frustra al venir a México a eventos donde hablamos de periodismo, es que siento que nada cambia.

Cuando viví aquí entre 2005 y 2010, y cubrí la región viajando con los migrantes, las quejas eran las mismas y los problemas eran exactamente los mismos.

Las zonas de silencio eran muy parecidas, en Tamaulipas no podías decir nada. Recuerdo estar en Nuevo Laredo: masacraron a seis personas, las dejaron frente a una estación de la policía un domingo. El titular del lunes fue: ‘Cura oficia misa ante 300 feligreses’.

Lo que me parece extraño es que ustedes (los periodistas) están en el fondo del mar y parece que nadie les oye. Siguen matando periodistas, siguen los mismos problemas y sigue sin haber una reacción judicial de parte del Estado que sea eficiente. Lo veo con mucha frustración”.

Cambio de gobierno en 2018

Para el cronista el cambio de gobierno en México no ha detenido las agresiones contra periodistas ni ha abatido la impunidad en más del 90 por ciento de los crímenes.

Definitivamente no ha sido la solución. Este año han asesinado a muchos periodistas mexicanos. La cuota de impunidad ha sido brutal ha disminuido un par de puntos miserables, es decir, la falta de solución a los crímenes de periodistas sigue siendo brutal, abismal.

En lo que va de 2022, de acuerdo con las organizaciones Articulo 19 y Reporteros Sin Fronteras, 12 periodistas fueron asesinados.

Oscar Martínez ve otro elemento, no menos poderoso, contra la labor de los periodistas: el discurso del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y el uso de las conferencias de prensa conocidas para atacar a medios de comunicación.

No creo que sea la respuesta ni discursiva ni real. Es decir, no creo que sea el discurso que necesita un país como México donde matan a periodistas. Ni real, porque no creo que esa reducción en la tasa de impunidad sea suficiente, ni deseable, ni mínimamente plausible.

Me parece que hay una realidad pétrea, no cambia. Aquí están jodidos como han estado jodidos siempre.

Continuar sin corromperse

–¿En esta realidad que observas, qué recomiendas a los periodistas que están en las regiones, cómo seguir con salarios miserables, en un clima adverso de violencia y de estigmatización del gobierno?

Es bien difícil bajo esas circunstancias. Lo que se me ocurre… el oficio de periodista es injusto, nadie viene y te regala nada y eso lo saben muy bien, y lo que te ofrecen son miserias. La única posibilidad mínima que existe de continuar con la carrera honestamente, sin corromperse, es obtener una información que llegue a interesarle a medios que puedan financiarla, que puedan pagarla, tener algo que ofrecer informativamente.

No debería ser así, pero entonces reunan la mejor información que puedan y traten de hacerla trascender con medios que la paguen mejor.

Es diferente llegar ante un editor en la capital del estado y en la capital del país con una idea que llegar con una historia.

Tal vez esa es la puerta para empezar a hacerlo, tal vez esa es la puerta para que algo necesario ocurra.

Que los periodistas locales cuenten lo que ocurre

El escritor pone énfasis en que los periodistas de región sean los que cuenten al país la realidad que se vive en sus regiones y no los que salen de la capital del país, entran a la región y regresan.

Pero para eso hay que tener una enorme historia. Se que es injusto, no es justo exigirle que sino tienes una gran historia te van a seguir pagando una miseria pero es lo que hay, viejo. Al final en este oficio uno se construye solo o a uno lo destruyen entre varios.

Acercarse a las víctimas con honestidad

En Los migrantes que no importan, Martínez entrecruza historias de personajes que en su camino a Estados Unidos no solo se convierten en víctimas, sino que ya eran víctimas de una estructura social y económica que las obligó a huir.

–¿Cómo contar la historia sin estigmatizar, sin revictimizar las personas?

Hay dos cosas básicas en el periodismo para acercarte a historias violentas. La primera hacerlo con honestidad. Le explicas a las personas lo que vas a escribir: que son víctimas de una circunstancia, como también a los victimarios.

Un periodista honesto le dice de forma cruda a las fuentes lo que va hacer y lo que eso puede generar.

Por ejemplo, un periodista que vaya por ahí ofreciendo que le va a salvar la vida a la gente es un mentiroso, quien sea así de mentiroso muy posiblemente va a revictimizar a personas a las que engañó.

Y en segundo lugar, si te vas a acercar a una realidad violenta, es necesario que seas honesto con vos mismo y te hayas preparado.

Es injusto llegar con una señora migrante, por ejemplo, y decirle ‘cuénteme lo que quiera’, ‘¿de qué tren viene?’.

Debes de saber en qué tren viajan, tenés que hacer tu trabajo y prepararte para ganarte mínimamente el derecho de acercarte a esa persona y hacer dos, tres o cuatro preguntas.

Realidades violentas, autoritarias

Una de las partes más complicadas de contar una historia en contextos de violencia, dice Oscar Martínez, es encontrar una fuente que no tenga miedo de hablar, la manera de construir un artículo solo con la fuente off the record y encontrar información oficial donde el gobierno la oculta.

En general hacer periodismo es bien difícil en estas realidades autoritarias, en estas realidades violentas donde a veces el crimen organizado controla a quien querrás.

El editor del primer periódico digital en Latinoamerica anota otra reflexión acerca de trabajar en realidades violentas y regresa al punto de frustración:

A mi me resulta muy difícil el impacto que estas historias profundas y terribles generan en sociedades cínicas como las nuestras. A veces siento que uno construye historias probadas, graves, dramáticas, urgentes y ¡noo paasa nada!, ¡absolutamente nada! Esa decepción posterior a la publicación es algo con lo que se me complica mucho lidiar.

 

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“El periodismo mexicano está aprendiendo a ser resiliente”

El programa de acogida del Ayuntamiento de Barcelona para periodistas mexicanos en riesgo y organizaciones de libertad de expresión finalizaron una visita a Guerrero, el estado que tiene más periodistas desplazados, donde expusieron su preocupación por la falta de planes para un retorno seguro de los reporteros


Texto y foto: Daliri Oropeza Alvarez / Pie de Página

Ciudad de México

 

Integrantes del programa Barcelona protege periodistas, en el que participan la Taula per Mèxic, el Instituto Catalán Internacional por la Paz, y el área de Justicia Global del Ayuntamiento de Barcelona, además de organizaciones mexicanas de libertad de expresión, expusieron su preocupación por la falta de garantías para el retorno seguro de periodistas desplazados.

“Lo que hace Barcelona es una parte pequeñita para proteger a los periodistas; una estancia corta. Pero nos preocupa mucho qué pasa con el retorno a México”, dijo en conferencia de prensa Judit Salas, adjunta de la dirección de la Dirección de Justicia Global y Cooperación Internacional del Ayuntamiento de Barcelona.

Durante una visita de cinco días a México, los catalanes sostuvieron reuniones con titulares de los mecanismos de protección a periodistas del gobierno federal y de la Ciudad de México, y con autoridades de Guerrero, el estado con mayor número de periodistas desplazados por la violencia.

También realizaron el Foro de Periodismo y Paz; donde participaron periodistas de Sinaloa, Sonora, Chihuahua, Guerrero, Estado de México y Tamaulipas, quienes además son integrantes del programa de protección en Barcelona.

Al término de la visita, aseguraron que las autoridades mexicanas mostraron disposición para el diálogo y la colaboración para mejorar las condiciones de los periodistas.

«Es obligado colaborar»

Arturo Landeros, coordinador de Taula per Mèxic y del programa, detalló que fue una visita conciliadora, que incluyó reuniones con Enrique Irazoque, titular del mecanismo federal de protección; Carlos Alberto Villalpando, subdirector de derechos humanos de Guerrero; Lourdes Martínez, titular del mecanismo de Guerrero; y un diálogo con Tobianne Ledesma, titular del mecanismo de la CDMX.

Por su parte, Salas aseguró que la visita y el foro son un punto de inflexión para dar a conocer el programa Barcelona protege periodistas a las autoridades mexicanas y buscar mejores esquemas de colaboración.

“Los mecanismos, federal y en los estados y programas de acogida están peleando por lo mismo: la protección a periodistas. Además, los recursos son escasos, también en Barcelona, por eso es obligado colaborar”.

Judit Salas

Salas remarcó que hubo apertura de las autoridades, en especial en Guerrero. Ahí se reunieron con periodistas desplazados y escucharon las principales problemáticas que enfrentaron con respecto a su retorno.  “Solo si escuchamos sus necesidades se les puede dar protección”, enfatizó Salas.

Actualmente, tanto Justicia Global como Taula per Mèxic ya trabajan con sus copartes en México (como la Red de Periodistas de a Pie, Aluna, Cimac o Artículo 19), sobre los requerimientos para las condiciones de un retorno seguro.

Miriam Ramírez, periodista de Sinaloa que atendió el programa de acogida en Barcelona. Foto: Daliri Oropeza

El programa

Barcelona protege periodistas contempla una estancia temporal en Barcelona a periodistas amenazadas por el ejercicio de su profesión. También da alojamiento, manutención, apoyo psicosocial y sanitario, agenda formativa y de incidencia, explicó Landeros como ejes de acción del programa.

De los 16 periodistas mexicanos que el programa ha acogido desde que comenzó a funcionar en 2017, cinco son del estado de Guerrero.

La Taula per Mèxic tiene como objetivo “la protección y atención integral de personas amenazadas por el ejercicio de su labor como defensores y defensoras de derechos humanos, de tierra y territorio, y medioambientales durante su estancia temporal en Catalunya y al retorno a su país de origen… un espacio de respiro donde, a la vez que se visibiliza e internacionaliza su causa. Se pretende promover y consolidar una red con colectivos e instituciones Catalunya-México”.

“Si bien es cierto que los recursos son imprescindibles para proteger a los periodistas y el gran número de personas, no todo cuesta dinero. Dialogar no tiene porque representar un gasto de recursos. Depende de la voluntad y la coordinación con otros”, reflexionó Salas.

Arturo Landeros, por su parte, hizo énfasis en los seminarios sobre Conflicto y Paz del periodista catalán Xavier Giró.

“Queremos aportar a la construcción de paz a través del periodismo. Puede ser un vehículo para ayudar a desactivar conflictos”, aseguró.

Sin condiciones para regresar

Landeros aseguró que las organizaciones reconocen que hay una crisis con lo que pasa con los periodistas en México. Por ello Barcelona protege periodistas. A 5 años de existencia, ha reforzado la atención psicosocial y de salud dentro de su programa integral.

«El periodismo esta aprendiendo a ser resiliente”, dijo, por su parte, la periodista sinaloense Miriam Ramírez, una de las beneficiarias del programa. Aseguró que no es fácil dejarlo todo para ir a Barcelona. Sin embargo, el programa le sirvió para fortalecer el periodismo que realiza.

“Los periodistas no tendríamos por qué salir del país, dejar de hacer periodismo, desplazarte sin que haya las condiciones para regresar”.

Miriam Ramírez

Explicó también que el Foro Periodismo y Paz fue importante para ella, pues reunió a los 16 periodistas acogidos por el programa y fue significativo verles seguros en el ejercicio de su profesión.

 

Este trabajo fue elaborado por el equipo de Pie de Página y lo reproducimos como parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie.

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Periodistas dialogaron sobre las adversidades que enfrenta el gremio en México en un contexto de violencia e impunidad y acerca posibles alternativas para combatirlas. Y dejaron la pregunta abierta: ¿cómo organizarse, construir redes y acuerdos?

Texto: Kau Sirenio

Fotos: Daliri Oropeza

CIUDAD DE MÉXICO.- En el primer día del foro internacional de periodismo y Construcción de Paz en México sirvió de como una catarsis llena de preguntas acerca del quehacer periodístico. Un diálogo en torno a la vulnerabilidad de periodistas al ejercer su labor, su protección y cómo garantizar la libertad de prensa.

En la reunión a la que acudieron también periodistas desplazados por su trabajo, el coordinador de Programas de acogidas temporales de la Asociación Taula Per Mèxic, Arturo Landeros, destacó que el encuentro -celebrado en el Centro Cultural Bella Época de Fondo de Cultura Económica- se hace en México con el propósito de analizar los avances en el acompañamiento de periodistas desplazados.

Landeros explicó, en entrevista con Pie de Página, que el encuentro servirá para entender el contexto de violencia en que trabajan los periodistas mexicanos:

Vemos avances en el proceso de acompañamiento de los compañeros, comparado a cuando llegan al programa de acogida temporal de Taula Per Mèxic”.

A través de un mensaje vía digital, el representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas Para los Derechos Humanos en México, Guillermo Fernández Maldonado, destacó el incentivo que representa la impunidad para que no se cumplan las leyes y continúen las agresiones hacia periodistas.

El derecho a guardar silencio

Después vendrían las palabras de Daniela Rea, una de las fundadoras de la Red de Periodistas de a Pie e integrante de Pie de Página.

Daniela Rea narró que el proceso del libro La tropa (Random House Mondadori, 2020) del que es coautora, así como el MeToo, condensaron sus dudas, miedos y contradicciones como persona y periodista y pudo articular su derecho a dudar y guardar silencio, más allá de la expectativa que pesa sobre ella en su oficio.

“¿Podemos los periodistas darnos el lujo del silencio, de decir no lo sé? ¿Podemos apelar al silencio cuando nuestro oficio es informar, hablar, lograr, denunciar? ¿Podemos darnos la posibilidad de dudar o tartamudear? ¿Podemos hacerlo sin que sea leído como un gesto de tibieza o de cobardía? ¿Podemos hacerlo cuando en este mundo es urgente plantarse firme y decir ‘no, no, no’… ante tantas violencias contra nuestros compañeros y compañeras?”.

Daniela Rea.

Pero no un silencio mudo, dijo, sino un espacio abierto, como un lugar donde pueden suceder cosas, “un paisaje donde podamos transitar con nuestras contradicciones”.

La periodista propuso hablar desde la incomodidad, la contradicción y la falibilidad que nos habitan como periodistas y desde los términos de las comunidades y su imaginación. Sin intención de domesticar esos relatos para que quepan en el marco de lo nombrable o políticamente correcto.

“Esquivar las disputas polarizantes que buscan imponer una única palabra definitiva”, y pensar la verdad como algo que se encuentra y se va y se vuelve a encontrar.

¿Por qué es tan difícil crear redes de periodistas?

La mesa trabajo Amenazas, agresiones, precariedad e intentos de deslegitimación en el ejercicio periodismo de investigación en México fue coordinada por Miriam Ramírez, becaria del programa de protección en Barcelona y contó con la participación de la directora de Pie de Página, Daniela Pastrana; el coordinador de documentación de Área de Protección de y Defensa de Artículo 19, Pedro Cárdenas; la directora de Comunicación e Información de la Mujer, Cimac, Lucía Lagunes; así como de Clemencia Correa y Jéssica Arellano, de Aluna acompañamiento Psicosocial.

Daniela Pastrana, cofundadora de la Red de Periodistas de a Pie, habló de la precarización y otras condiciones que vulneran al gremio periodístico.

La precarización avanza. Una señal, dijo, es que una década atrás cuando inició la Red, nueve integrantes trabajaban en un medio de los llamados tradicionales y una era freelancer; la proporción ahora es al revés, con sólo una ligada a uno de esos medios.

Pastrana recordó que las personas que ejercen el periodismo enfrentan la impunidad que atraviesa a toda la población mexicana. Pero hay dos condiciones muy particulares de este gremio. Una de ellas es la relación perversa de los dueños de los medios con los distintos poderes (económicos, criminales, gubernamentales). Dueños de medios que paralelamente ejercen otro tipo de poder o tienen acuerdos con sus representantes.

Y así, todo lo que no puede publicar un periodista los pone en vulnerabilidad, destacó.

“No se dan cuenta que están poniendo en enorme vulnerabilidad a sus reporteros y reporteras, que ya después aunque los pongan en la portada de su medio con una esquela cuando los matan pues no ayuda mucho… El chiste es que no lo pusieran en esa vulnerabilidad”.

Daniela Pastrana.

El otro elemento que pone en riesgo al gremio, destacó la periodista, es la falta de organización y tejer redes que permitan luchar contra la vulnerabilidad.

“Tenemos que dejar el tema de la denuncia, estar permanentemente siendo víctimas, sí somos y es muy duro, y sí sigue siendo una situación grave, pero debemos empezar a ver cuál es el camino que vamos hacia delante en este diagnóstico que ya tenemos súper repetido”.

Daniela Pastrana

Pedro Cárdenas de Artículo 19 dijo, destacó el crecimiento constante de las agresiones contra periodistas. “Cada 14 horas una agresión hacia una persona periodista. “Estamos hablando de números francamente escalofriantes que se aúnan al tema de impunidad”

Además, dijo, dos de cada cinco agresiones en contra de periodistas vienen de alguna autoridad del Estado.

En su intervención, Lucía Lagunes de Cimac, remarcó la violencia que se ejerce en contra de las mujeres periodistas y el menosprecio acerca de lo que les sucede.

Lagunes explicó que se trata la violencia contra las mujeres periodistas como si fuera un problema de ellas y no un problema social, de democracia, de libertad de expresión y de justicia.

Es un problema social, político, cultural y de desprotección. ¿Por qué el Mecanismo de Protección tiene apenas el 9 por ciento de mujeres periodistas cuando vemos que en este país hay al menos 23 mujeres periodistas que han sido obligadas a salir de su lugar de origen para salvar la vida y tenemos tres mujeres periodistas exiliadas?”, cuestionó.

«El silencio, el miedo, el exilio son los conflictos que enfrentan los periodistas en México y América Latina», dijo Clemencia Correa, directora de Aluna  y acompañamiento psicosocial.

En la sesión de preguntas y respuestas el exbecario de Taula Per Mèxic, Alí Pacheco señaló que la primera agresión a un periodista empieza en la redacción de los periódicos por la precarización laboral. “Cuando negocian las notas y censuran a los reporteros, ahí está la primera agresión”.

Las palabras que cimbraron a los peristas que se reunieron en el Foro Internacional de Periodismo y Construcción de Paz en México fueron las de la locutora Ñomndaa de Xochistlahuaca Marcela de Jesús:

Toqué temas que lastimaron a las autoridades, porque soy defensora de los derechos humanos. Aprendí a hablar para hacer periodismo radiofónico”.

Luego congeló a todos cuando soltó: “Fui la primera mujer locutora de radio del ex Instituto Nacional Indigenista, era locutora de Radio y Televisión de Guerrero cuando intentaron asesinarme hace cinco años, el día de mi cumpleaños. Pero no me callarán porque tengo muchas ganas de regresar al micrófono y a Guerrero”.

El foro continúa este martes. Es organizado por la Asociación Taula Per Mèxic; Ayuntamiento de Barcelona, España; Instituto Catalán Internacional para la Paz (ICIP); SERAPAZ; Cimac; Artículo 19; Aluna acompañamiento psicosocial; la Red de Periodistas de a Pie; así como el Comité de Protección a Periodistas (CPJ) por su siglas en inglés.

El desplazamiento es una lucha por mantener la palabra y continuar la vida

El informe “El miedo sigue ahí” retrata la vida de periodistas desplazados por la violencia sociopolítica en México. La crudeza del destierro, pero también las formas en las hemos aprendido a nombrar, reconocer y afrontar nuestros miedos y vulnerabilidades


Texto y foto: Daniela Pastrana / Píe de Página

14 de junio de 2022

 

Nombrar el miedo. Reconocerlo y afrontarlo. Politizarlo. Socializarlo. Colectivizarlo. Leerlo, sobre todo, desde su intencionalidad, de la estrategia de causar terror para imponer silencio. Aceptarnos vulnerables. Soltar las culpas. Entender que el desplazamiento es el último recurso para aferrarnos a la vida.
Son palabras y son ideas que crecen y se expanden esta tarde de junio en el auditorio del Instituto Goethe, mientras el foro desgrana testimonios descarnados de periodistas que han tenido que enfrentar el dilema que un viejo cacique instauró hace medio siglo en Guerrero como método contra sus opositores: Entierro o destierro.

«El desplazamiento (de un periodista) es una lucha por mantener la palabra, por mantener la familia y por continuar la vida», dice la antropóloga Jessica Arellano López.

Ella es la investigadora y redactora del informe “El miedo sigue ahí. Periodismo crítico en desplazamiento y resistencia”, que presenta la experiencia de cinco periodistas mexicanos que han vivido desplazamiento interno o exilio a causa de la violencia sociopolítica del país.

Auspiciado por la organización alemana Pan para el Mundo y dirigido por Aluna, Acompañamiento Psicosocial, el informe muestra también cómo “poco a poco”, y a partir de la politización del miedo y de reconocerlo como una herramienta de control social, estos cinco periodistas “se han apropiado de su voz, vuelven a escribir y reconstruyen sus proyectos políticos y de vida”.

Pero no es un camino rápido, ni sencillo, ni exento de dolor. Desde el público, Griselda Triana, periodista desplazada de Sinaloa tras el asesinato de su esposo, Javier Valdez, lo confirma:

«Me encanta que por fin las y los periodistas empiezan a hablar del miedo, del terror de trabajar en lugares y contextos violentos. Reconocerlo es un gran paso para poder sanar en todo lo demás. Estoy convencida de que el desplazamiento es la mejor opción cuando uno quiere salvar su vida. Y que ustedes tengan la oportunidad de haberlo hecho es invaluable. Hay quienes decidieron no hacerlo, como Javier (…) Que ustedes puedan estar aquí hablando y que se puedan plantear un nuevo proyecto de vida es esperanzador”.

Aquí puedes ver la presentación completa del informe:

 

Miedo y afrontamiento

Miedo. Desplazamiento forzado. Periodismo crítico. Son las claves que nos hacen encontrarnos en este foro, dice Arellano, en referencia al título del informe.

El “corazón” del análisis está en el apartado que, a partir en las vivencias de los periodistas entrevistados, narra el proceso que transita un periodista desplazado: de la nostalgia al desarraigo y de ahí a la reconstrucción.

“La violencia, el miedo, los impactos y sus afrontamientos se viven y encarnan de manera distinta en los cuerpos y vidas”, se lee en el informe.

Arellano lo explica así:

«Ser mujer, tener una discapacidad, tener una situación de riesgo (…) Todo va configurando la particularidad de cómo vive el riesgo y cómo afronta el miedo y las amenazas cada periodista. Cada una es también el resultado de sus propias redes, de cariño, afecto, cuidado, pero también sus propias redes políticas”.

Cuenta que hace tres años, en la primera parte de las entrevistas, los periodistas decían que el miedo los había salvado. Sin embargo, durante la investigación descubrieron otros factores: las redes, la familia, su propia fuerza y capacidad de afrontar el desplazamiento.

El miedo sigue ahí. Siempre estará. Quienes cambiaron fueron ellos.

Las negociaciones

Los periodistas, dice Arellano, constantemente están estableciendo negociaciones para poder trabajar.

Ella lo ve “como un campo de batalla” en donde tienen que aprender a negociar con su propio contexto, con su familia, con su vida personal (“hasta dónde está el límite entre lo personal y lo profesional”), con el resto del gremio, con los medios donde trabajan, y también con las amenazas.

“Es como estar haciendo un cálculo perfecto de hasta dónde escribir y hasta dónde ya no, que sí escribir, de qué actor, en qué momento”, dice la investigadora.

El informe también lo destaca:

“Los testimonios presentan un constante hacer entre la búsqueda de justicia social y las negociaciones para mantenerse en vida y en ejercicio profesional”.

En su turno, el abogado español Jesús Peña, representante adjunto en México de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, pone el ojo en la política pública y asegura que “ese capítulo dedicado a las negociaciones es clave para hacer análisis de riesgo”.

El amor a la vida

En todos los casos del informe, irse no fue la primera opción de los periodistas. En todos los casos, fue el último recurso.

“Salir siempre va acompañado de culpa, de humillación, de ‘tener que hacerlo’. Pero en realidad es una lucha por seguir viviendo, es una lucha por mantener la palabra, a la familia y el proyecto de vida”, dice Jessica.

El desplazamiento, como antes la autocensura, también es una forma de afrontar. De decir: “quiero continuar. Y quiero continuar no solo con vida, sino con una vida digna”.

El relato de la periodista Patricia Mayorga, quien tuvo que exiliarse varios años tras el asesinato de Miroslava Breach en Chihuahua, no deja dudas:

«Muchos hemos salido con el duelo en la espalda, por perder amigos, amigas cercanas, porque nos han obligado a huir para vivir. Justo no reconocemos pronto el miedo porque lo que queremos es seguir luchando. Es el gran amor a la vida, que tenemos que permitirnos”.

 

Politizar las emociones

Julio César Caballero es un periodista originario de Chilapa, Guerrero, que también forma parte de la investigación de Aluna. Su testimonio oculta con humor negro algunas de las tramas más abrumadoras que escuchamos durante la presentación del informe:

“He sido esa persona que escribe de todo, pero nunca habían escrito de mí”, cuenta, al referirse a una entrevista que le hizo el periódico El Sur.

“Me leí con los ojos del que me entrevistó y me di mucha tristeza yo solo (…) No me había dado de lo jodido que estaba (…) Soy una persona que está llena de cosas muertas: amigos asesinados, un lugar al que no puedo volver, una familia a la que no puedo abrazar, un oficio que no puedo ejercer (…) Me quiero ver con otros ojos, porque quiero vivir”.

La politización de los afectos y las emociones es uno de los aportes más relevantes del informe, reflexiona por su parte, María Teresa Juárez, periodista radial y consejera de la Red de Periodistas de a Pie: “Si algo sabemos que mueve el miedo son las emociones y los afectos y nuestros miedos más profundos y al politizarlos nombrarlos le damos una categoría epistémica que merece”.

Pero también habla de uno de los temas que ha enarbolado la organización que ha sido punta de lanza en el fortalecimiento del periodismo mexicano: la resignificación y descentralización de la mirada.

“Hay una identificación muy clara entre este periodismo de elite, que no corre esos riesgos y el periodismo local (…) No todos los periodistas están en estos círculos de poder. Al contrario, hoy muchos periodistas están cubriendo la sierra, entornos muy adversos con altos grados de violencia. Y lo están haciendo sin la validación social y sin una corresponsabilidad de los gobiernos y de las empresas”.

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“Matar a periodistas en México sale gratis”: mientras el gremio se reunía para protestar, otras 2 comunicadoras fueron asesinadas

Ayer, mientras reporteros, fotógrafos y camarógrafos se reunían en el Ángel para protestar por la violencia hacia el gremio, corría la noticia del asesinato de otras dos colegas: Yessenia Mollinedo y Johana García.


 

Texto: Manu Ureste / Animal Político 

Fotografía: Amílcar Juárez

10 de mayo de 2022

 

A las 16:00 horas, una hora antes del mitin convocado este lunes en el Ángel de la Independencia para protestar por los continuos ataques a la prensa en México, reporteros, fotógrafos y camarógrafos comenzaron a reunirse en el Paseo de la Reforma. Algunos portaban las ya clásicas mantas, cartulinas y lonas con el lema “No se mata la verdad matando a periodistas”, y otros llevaban en sus manos las fotografías con el rostro de Luis Enrique Ramírez, hasta ese momento el último periodista asesinado en los cinco meses que van de 2022: el noveno.

Pero Luis dejó muy pronto de ser el último comunicador asesinado en México este año.

“¡No mames, no puede ser!”, comenzaron a exclamar algunos reporteros, que tenían la mirada clavada en sus celulares y en las redes sociales. En pleno preparativo de la protesta, la noticia del asesinato de otras dos periodistas se esparció rápidamente entre los comunicadores, que se llevaban las manos a la cara.

“Esto es increíble”, comentaban, mientras a toda prisa alguien iba a una papelería cercana a Paseo de la Reforma para imprimir las fotografías de las últimas dos víctimas de la ola homicida en contra del gremio: Yessenia Mollinedo, de 45 años, directora de la agencia informativa El Veraz, y Johana García, reportera y camarógrafa de apenas 24 años. Ambas fueron asesinadas en Cosoleacaque, Veracruz. De acuerdo con las primeras versiones, hombres armados rafaguearon el vehículo en el que las dos mujeres esperaban en el estacionamiento de una tienda.

Hasta el momento, se desconoce si alguna de las dos periodistas había recibido amenazas. Aunque denunciar esto incluso públicamente tampoco es garantía de seguridad ni de mayor protección, como demostró el caso del propio Luis Enrique Ramírez, quien en una entrevista en 2015 llegó a decir: “Sé que yo soy el siguiente en la lista”. Siete años después, el pasado 5 de mayo, fue encontrado en un camino de terracería a las afueras de Culiacán, con signos de haber sido asesinado de varios golpes en la cabeza. O como lo demuestra el caso emblemático de Lourdes Maldonado, periodista tijuanense asesinada el pasado 25 de enero, a pesar de que, incluso, fuera personalmente a la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador a pedir ayuda por las amenazas que estaba recibiendo.

“Matar periodistas en México sale totalmente gratis”, gritaron en el mitin de ayer los periodistas que, con puño en alto, tomaron la pancarta que rezaba “¡Alto a la violencia y a los asesinatos a periodistas en México!”.

“A mi papá lo asesinaron por la espalda”

“Es muy fácil matar a periodistas —insistió en su turno con el micrófono Griselda Triana, la viuda de Javier Valdez, asesinado en mayo de 2017—, sobre todo en estados violentos, como Veracruz, Guerrero o Michoacán, por citar solo algunos ejemplos. Me siento muy dolida cada vez que matan a un colega, porque pienso en sus familias y en el calvario que están por iniciar en la búsqueda de justicia en este país”.

“Cada vez que nos plantamos en una protesta, lo hacemos con la convicción de que, si no salimos a exigir que sus crímenes sean esclarecidos, el Estado nunca lo hará por su cuenta”, agregó Triana, que durante su intervención criticó al presidente López Obrador y a su gobierno por la falta de protección a periodistas.

“Usted es muy delicado ante cuestionamientos de quienes ejercen su libertad de expresión. Pero con las víctimas, no, por favor. Así que déjeme preguntarle: ¿por qué no se ha evitado el asesinato de periodistas?; ¿por qué se ponen en duda sus llamados de auxilio?; ¿por qué tardan tanto tiempo en otorgarle medidas de seguridad?; ¿por qué siguen sin encontrar a los más de 20 periodistas desaparecidos hace décadas?; ¿por qué todos estos delitos siguen en la impunidad?; ¿por qué no les interesa la justicia para los periodistas asesinados?; ¿por qué reprueba que otros países muestren su preocupación cada vez que en México matan a un periodista?”.

Óscar Takeshi, hijo de Fredy López Arévalo, comunicador asesinado el pasado 28 de octubre en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, tomó el micrófono para hacer un pase de lista de los ahora 11 periodistas asesinados en los apenas cinco meses que van de 2022.

“A mi papá lo asesinaron por la espalda, entre las sombras. Un gatillero se escondió cobardemente y le disparó en la espalda”, denunció el joven, que acusó a las autoridades chiapanecas de haber “evadido su responsabilidad” en la investigación del caso.

Ese otro punto, el de la impunidad en los ataques a la prensa —en México, el 99% de los delitos contra la prensa permanece sin una sentencia—, fue otro de los que más indignación causaron en la manifestación de ayer en la escalinata del Ángel de la Independencia.

“No vemos al gobierno hablando de por qué el Mecanismo de Protección no sirve, ni por qué la Fiscalía Especializada de Delitos contra la Prensa (Feadle) no da resultados y no sirve para nada. Ambos organismos se convirtieron en tumbas de la memoria; en tumbas de casos que no se resuelven; de casos donde nunca se llega hasta los autores materiales”, dijo por su parte el periodista Témoris Grecko.

“Me voy del mecanismo, prefiero cuidarme por mis medios”

Mientras, el también periodista Rodolfo Montes anunció que, tras haber mantenido varias reuniones con autoridades de la Secretaría de Gobernación (Segob) y del Mecanismo Federal de Protección a Periodistas, tomó la decisión de abandonar dicha instancia. “Prefiero cuidarme por mis propios medios antes que estar inscrito en un mecanismo negligente”, aseguró.

“Y a los compañeros y compañeras periodistas, les digo: cuidémonos nosotros mismos, porque el Estado mexicano no lo va a hacer”, agregó.

Ante la incesante oleada de homicidios de periodistas en 2022 —en lo que va de sexenio suman 36, según el recuento de la organización civil Artículo 19—, otra de las preguntas que flotaban en la manifestación de ayer era: “¿Qué se puede hacer para detener esta situación?”. Las respuestas no fueron unánimes. Unos proponían acciones “más contundentes” de protesta para ser escuchados por las autoridades. Otros exigían la dimisión del titular del Mecanismo de Protección de Periodistas. Y otros demandaban una mayor unión del gremio para hacer frente a esta situación.

“Una de las cuestiones que más nos dejan vulnerables, además de la falta de garantías del gobierno, es que los periodistas somos muy poco unidos ante este tipo de situaciones. Estamos demasiado metidos en nuestro trabajo, en investigar, en la cobertura, y muy poco en hacer trabajo de fortalecimiento, en exigir seguridad, en demandar respeto por nuestro trabajo”, señaló en entrevista con Animal Político la periodista Adriana Urrea.

“Hemos exigido muchas veces que paren los ataques, que se nos brinde seguridad, pero en el gobierno solo hay simulación mientras se echan la bolita unos a otros. Y ante esta situación, lo único que podemos hacer los periodistas es no dejar de alzar la voz. No podemos parar de presionar. Y por ello, debemos generar acciones en conjunto, para que nuestras voces sean escuchadas en todo el país”, propuso.

Las periodistas Yessenia Mollinedo y Johana García son asesinadas en Veracruz

El crimen ocurrió en el municipio de Cosoleacaque, al sur del estado. Con ellas, suman 11 periodistas asesinados en México en lo que va del año.


Texto: Animal Político

Fotografía: Amílcar Juárez / Archivo 

9 de mayo del 2022

 

Las periodistas Yessenia Mollinedo y Johana García fueron asesinadas este lunes en Cosoleacaque, Veracruz, informó esta tarde la Fiscalía General del Estado.

Mollinedo era directora del medio El Veraz y García era su camarógrafa. Ambas fueron atacadas mientras estaban en el estacionamiento de una tienda.

La fiscalía estatal informó que ya abrió una investigación sobre estos hechos y aseguró que se seguirán todas las líneas para esclarecer el asesinato.

“La trilogía investigadora, fiscales, peritos y policías ministeriales, llevan a cabo las diligencias que permitan establecer las causas y dar con el o los responsables del mismo”, señaló la institución.

Con el crimen contra ambas periodistas, suman 11 comunicadores asesinados en el país en lo que va de 2022. Apenas la semana pasada fue encontrado en Sinaloa el cuerpo de Luis Enrique Ramírez Ramos, fundador del sitio Fuentes Fidedignas.

La Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz señaló que activó un operativo en la zona.

 

Este texto fue elaborado por el equipo de Animal Político y lo reproducimos con su autorización.

 

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“Yo soy el que sigue”: el periodista Luis Enrique Ramírez Ramos, asesinado en Sinaloa, había denunciado amenazas

El comunicador, cuyo cuerpo fue encontrado en Culiacán, tuvo que huir de Sinaloa en 2011 tras recibir amenazas. Aunque volvió a su estado, siguió sintiéndose en riesgo y ayer se convirtió en el noveno periodista asesinado en México en 2022.


 

Texto: Manu Ureste / Animal Político 

Fotografía: Internet

6 de mayo de 2022

 

“Yo soy el que sigue”. Desde hace casi siete años, el periodista sinaloense Luis Enrique Ramírez Ramos, de 59 años, denunciaba que su vida corría peligro por ejercer su profesión.

“Yo siento el peligro inminente de que soy el que sigue, porque hay un patrón en cuatro asesinatos recientes en el que yo encajo”, dijo en noviembre de 2015 en una entrevista con MVS Radio, luego de que en 2011 huyera de Sinaloa tras recibir amenazas y tuviera que refugiarse temporalmente en la Ciudad de México. Ahí, tuvo el apoyo de la organización Artículo 19, pues en aquel entonces no existía el Mecanismo de Protección a Periodistas de la Secretaría de Gobernación (Segob).

Este jueves, la Fiscalía General de Sinaloa confirmó que su cuerpo fue encontrado a las 10:40 de la mañana al borde de una carretera, en mitad de la maleza crecida junto a un taller, próxima a la colonia El Ranchito, al sur de Culiacán. El periodista tenía varios golpes en la cabeza causados con un objeto contundente, que le provocaron la muerte. Días antes, había sido privado de su libertad en una zona cercana a su domicilio en la colonia Los Pinos de Culiacán, según informó el portal Fuentes Fidedignas, del que Ramírez era fundador.

El periodista sinaloense tenía casi 40 años de trayectoria. Además de fundar Fuentes Fidedignas, colaboró con agencias de noticias y medios como El Debate, donde en la actualidad publicaba una columna de opinión. Además, era autor de dos libros, La muela del juicio y La ingobernable, y fue galardonado por su trabajo periodístico en 14 ocasiones, según publicó ayer El Debate.

En la entrevista que dio para MVS Radio en 2015, aseguró que él no escribía sobre “narco”, como tampoco lo hacía Humberto Millán, periodista sinaloense director del medio digital A Discusión, quien también fue asesinado en 2011, el año en que salió huyendo de su estado para refugiarse en la capital mexicana.

“Yo no escribo del narco; yo no hablo ni mal ni bien del narco. Humberto tampoco y mira, no fue suficiente para seguir haciendo su trabajo y, sobre todo, para conservar su vida”, dijo.

“Y es lo que pasa, Humberto Millán y yo solo escribimos de políticos, y ahora resulta que tampoco vamos a escribir de los políticos. ¿Entonces de qué vamos a escribir los comunicadores sinaloenses?”, cuestionaba Ramírez en esa plática con el periodista Luis Cárdenas, en la que sin entrar en detalles señaló al entonces gobernador Mario López Valdez, a quien calificó de “intolerante a la crítica”.

“Hay una situación de riesgo inminente para quienes incomodamos a los políticos. Esa es la situación”, recalcó el comunicador en 2015, casi siete años antes de que fuera encontrado muerto en una carretera de terracería al sur de la capital de su estado.

No estaba en el mecanismo

Leopoldo Maldonado, director de la oficina en México de la organización defensora de la libertad de expresión Artículo 19, explicó en entrevista que, en efecto, en 2011 se brindó protección al periodista sinaloense luego de que recibió amenazas.

“Cuando aún no existía el mecanismo federal de protección, Artículo 19 gestionó su desplazamiento, su salida de Sinaloa, por amenazas que recibió, al parecer, de grupos políticos, como él mismo denunciaría años después en esa entrevista con MVS”, dijo Maldonado.

“Estuvo bajo refugio durante un mes y medio, aproximadamente. Y ahora, 11 años después, nos enteramos de la trágica noticia de su muerte. Exigimos a las autoridades que hagan una investigación a fondo”, añadió.

El diario estadounidense Los Angeles Times hizo eco ayer de la muerte del periodista, en una nota para la que entrevistó a Francisco Chiquete, reportero en Culiacán.

“Luis Enrique era un periodista muy profesional, muy capaz”, dijo Chiquete, que si bien hizo mención de que el periodista había denunciado amenazas en 2015, en la actualidad señaló desconocer si había recibido nuevos ataques.

El Mecanismo de Protección a Periodistas de la Secretaría de Gobernación dijo a Animal Político que Ramírez no formaba parte de esta instancia, a pesar de las amenazas recibidas años atrás.

“El mismo Luis Enrique apuntó en 2015 hacia los políticos. Aunque ahora, a la distancia, habrá que analizar con mucho cuidado si hubo en todo este tiempo nuevos elementos de riesgo, o si hubo agresiones o amenazas más inmediatas”, consideró Leopoldo Maldonado.

“Lo que nos queda claro es que hace 11 años, cuando no existía ningún mecanismo, Luis Enrique logró sobrevivir a las amenazas. Y ahora que existe un mecanismo… pues no vemos que se haya reducido el riesgo para los periodistas”, apuntó el activista. Agregó que, a pesar de que 2022 aún no llega a la mitad, ya se registraron nueve asesinatos de comunicadores en México, mientras que en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador ya van 34 homicidios de periodistas.

“Este último suceso lo que nos confirma es que estamos ante una de las peores espirales de violencia contra la prensa y los medios de comunicación de la que se tenga registro en México”, recalcó el director de Artículo 19.

La tarde de ayer jueves, la fiscal de Sinaloa, Sara Bruna Quiñónez, prometió que la fiscalía no descartará ninguna línea de investigación en el homicidio.

“Se citará a quien sea necesario para las indagatorias, aunque esto represente llamar a actores de la vida política del estado”, aseguró la fiscal.

El lugar más mortífero para la prensa

Ante la creciente espiral de violencia en contra de periodistas y medios, el pasado 10 de marzo el Parlamento Europeo aprobó por mayoría una resolución para pedir al gobierno de López Obrador que garantice la protección y creación de un entorno seguro para comunicadores y defensores de los derechos humanos.

La Eurocámara destacó: “México es, desde hace mucho tiempo, el lugar más peligroso y mortífero para los periodistas fuera de una zona oficial de guerra”.

Este pronunciamiento desató una respuesta del presidente mexicano, quien descalificó a los eurodiputados llamándoles “borregos” que se oponen a su administración.

“Estos señores legisladores europeos, muy conservadores, con mentalidad colonialista, aprueban una resolución condenando al gobierno de México”, criticó el mandatario en la conferencia de prensa matutina del 11 de marzo.

Posteriormente, en un comunicado oficial, el gobierno mexicano acusó al Parlamento Europeo de tener “manía injerencista disfrazada de buenas intenciones”.

Poco antes de la postura de la Eurocámara, el 23 de febrero pasado, el gobierno de Estados Unidos mostró, a través de Antony Blinken, secretario de Estado, su “preocupación” por las amenazas y agresiones en contra de la prensa en México. Estas mismas declaraciones también fueron descalificadas por el presidente López Obrador, quien dijo que Blinken estaba “mal informado” o actuaba “de mala fe”.

Este texto es propiedad de Animal Político y lo reproducimos con su autorización. Puedes leer el original en este enlace. 

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