Julio César y su destreza para las casitas de navidad

Texto: Itzel Urieta

Foto: Emilia Barrera

22 de diciembre del 2023

Chilpancingo

 

Como cada diciembre desde hace cuatro años, Julio César Alba Díaz coloca afuera de su vivienda su puesto de casitas de madera que cobijan al niño Jesús en los nacimientos que montan los fieles católicos en fechas navideñas.

“Un día por curiosidad y porque había madera y ya de ahí le dijeron que las empezara a vender, y como ya se acercaba diciembre mi papá hizo más, y sí las vendía”, contó Leydi Alba Parra, su hija.

Julio César, de 45 años, vive en la calle Oaxaca del barrio de Tequicorral, en Chilpancingo. Tiene discapacidad auditiva; nunca tuvo un seguimiento médico y por esa razón no desarrolló el habla.

Eso nunca le impidió hacer sus actividades. Aprendió lengua de señas y así se comunica con su esposa, Leticia Parra Salinas, quien también tiene discapacidad auditiva, y su hija Leydi.

Leydi nació sin ningún problema de audición; desde los tres años Julio César le enseñó lenguaje de señas. Ella apoya a su padre durante las ventas de casitas; le traduce cualquier duda de los clientes.

Pero Julio César ve a alguna persona que pasa por su puesto y le hace señas con sus manos para que se acerquen y les da los precios de las casitas de madera, pintadas de diferentes colores.

Son casitas de diferentes tamaños y precios; van desde los 150 a los 300 pesos.

Julio César además hace trabajos personalizados como casas de madera para animales de compañía.

La venta de casitas en esta temporada se convierte para la familia Alba Parra en la principal fuente de ingresos.

Cuando esta temporada concluye, Julio César realiza otros trabajos de carpintería y jardinería.

Leydi es apoyo fundamental para Julio César; lo acompaña a él y a su mamá cuando necesitan apoyo para algún trámite.

Hasta el momento las ventas de Julio César van bien, porque sus vecinos recomiendan su trabajo.

Leydi se siente contenta y orgullosa de ver a su padre desarrollar sus habilidades y tener su propio emprendimiento. Todo lo aprendido por Julio César es por cuenta propia.

“Hay poco apoyo para que las personas con la edad mi papá y niños que tiene esta discapacidad. Ojalá algún día hubiera más apoyo”, dijo Leydi

Uno de los obstáculos a los que Leydi y su familia se enfrentan es la falta de intérpretes en lugares públicos como hospitales, dependencias y escuelas.

Leydi actualmente está enfocada en aprender Lenguaje de Señas Mexicana (LSM) y ser intérprete, para apoyar a sus padres y a más personas.

Julio César venderá sus casitas hasta mañana domingo, que será noche buena.

“Los espero para esta temporada y para la siguiente”, expresó Julio César a través de su hija.

Lisel dio a luz en la puerta del Hospital General por negligencia médica

“Hasta nos dijeron que nosotros tenemos la culpa por no llevar los papeles necesarios, que por eso no nos atendieron luego, como si eso fuera más importante que la salud”


Texto: José Miguel Sánchez

Fotografía: Franyeli García y especial

19 de marzo de 2022

Chilpancingo

 

Lisel Mariano Carreto dio a luz en la entrada del Hospital General Raymundo Abarca Alarcón en Chilpancingo, después de que le negaron atención médica en el área de urgencias.

Al momento de dar a luz la recién nacida cayó al piso y se golpeó la cabeza.

Lisel comenzó la madrugada de hoy con contracciones, por lo que junto con su esposo, Margarito de la Cruz Sánchez, se trasladaron al Hospital de la Madre y el Niño Guerrerense, ubicado al sur de Chilpancingo.

Eran las 6 de la mañana cuando les dijeron que no podían atenderlos, bajo el argumento que aún no estaba en labor de parto. Les pidieron que regresaran en una hora para atenderla, contó De la Cruz Sánchez.

Debido a que Lisel continuó con fuertes dolores de parto, la pareja decidió trasladarse al Hospital General Raymundo Abarca Alarcón, ubicado en Tierras Prietas, al norte de la capital.

Fue en el taxi en el que se trasladaron quien les recomendó llegar al área de urgencias.
Cuando llegaron al área de Urgencias del Hospital General personal de enfermería se negó a ingresar a Lisel, porque consideraron que le faltaba tiempo para que pudiera parir, les dijeron que debía regresar dos horas después.

Cuando la pareja salió del hospital, alrededor de las 8 de la mañana, Lisel no soportó los dolores de parto y finalmente parió a una niña sin alguna asistencia médica, la única ayuda que tuvo fue de personas que estaban fuera del hospital.

Las personas le proporcionaron mantas y algo de ropa para protegerla y a su bebé.

El personal médico del Hospital salió con una camilla para ingresar a Lisel y a su hija al área de urgencias, donde permanecieron en observación.

Vía telefónica, De la Cruz Sánchez, informó que tanto la recién nacida como su madre estaban estables.

Agregó que el personal médico debe tener profesionalismo para atender a los pacientes, pues algunos los culparon a ellos de los hechos por no llevar su documentación completa.

“Hasta nos dijeron que nosotros tenemos la culpa por no llevar los papeles necesarios, que por eso no nos atendieron luego, como si eso fuera más importante que la salud”, dijo.

 

Salud responsabiliza a la propia Lisel de su parto afuera del Hospital

A través de un comunicado, la Secretaría de Salud Guerrero (SSG), informó que nunca le negaron la atención a la paciente y desde que ingresó al área de urgencias tuvo acompañamiento médico.

“La paciente llegó a las 7:30 horas y fue atendida por un médico, quien después de una revisión le solicitó que caminara dentro del hospital para acelerar la dilatación, informándole que era parte del proceso de parto”, se lee en el comunicado.

Fue decisión propia de la paciente, de acuerdo a la dependencia, salir del Hospital para buscar a su esposo, momento en que se dio el nacimiento.

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