No han recibido apoyo a ocho meses de Otis, aseguran damnificados

Texto y foto: Jesús Guerrero

Lunes 24 de junio de 2024
Acapulco

El empresario Enrique Meza Montano, damnificado del huracán Otis evacuado a Guadalajara por padecer una discapacidad, escribió por Facebook a la titular de la Secretaría del Bienestar, Ariadna Montiel Reyes, el 27 de noviembre de 2023, para explicarle su situación, con datos personales, número telefónico e incluso un video que grabó encerrado en el baño de su casa en plena devastación.

Según comenta, le dio mucho gusto que ese mismo día, le contestaron en la cuenta personal de la funcionaria: ¿Me puedes pasar referencias de tu domicilio?

Él respondió de inmediato; y junto con el domicilio, envió todas sus referencias, fotografías y videos de las afectaciones de su vivienda.

En entrevista con Amapola, Periodismo Transgresor, expone: «A mí me dio mucho gusto que me haya contestado Ariadna Montiel, a quien luego le escribí todas mis referencias, de los daños de mi casa y mi negocio».

Este lunes 24 de junio se cumplen ocho meses del huracán Otis, y no ha recibido ningún apoyo del gobierno federal, a pesar de que se registró en tiempo y forma a través de la Línea de Bienestar el 6 de diciembre de 2023, señala Enrique.

«Fui a los módulos de registro los días 11 y 12 de enero y no me aceptaron mi documentación, porque según ya estaba en la lista de los beneficiados. Y el 25 de ese mismo mes, volví a llamar (al Bienestar) y me dijeron que mis datos ya estaban registrados y que se iba a levantar un reporte de que todavía no me habían contactado», detalla.

Menciona que el 23 de febrero, de nuevo llamó por teléfono a la Secretaría del Bienestar, para hacer el reporte de que todavía no lo habían contactado para entregarle los apoyos.

«Ya pasaron ocho meses y todavía no me han censado; y nunca han verificado los daños que sufrí en mi negocio y en mi casa», señala el empresario.

Asegura que durante todo estos meses, muchas familias que nunca fueron censadas para que les entreguen los beneficios, se aglutinaron en una organización denominada «No Censados Acapulco Otis».

El 3 de abril, una comisión representativa de 3,889 personas de diversos puntos de Acapulco que sufrieron pérdidas materiales y, algunos, la muerte de familiares, durante el huracán Otis, y que siguen esperando apoyo, acudieron al palacio nacional, en la Ciudad de México, para entregar un escrito dirigido al presidente Andrés Manuel López Obrador y a la titular del Bienestar, Ariadna Montiel.

Enrique Meza, quien es vocero de «No Censados Acapulco Otis», especifica que en el escrito que ya tiene en sus manos la oficina de la presidencia de la República, le detallan los nombres de las 3,889 familias de Acapulco que se registraron en la línea del Bienestar y en los módulos que se instalaron en distintos puntos del puerto.

«Las familias damnificadas tienen documentación y hasta videos de cómo comprobar los daños que sufrieron en sus viviendas o negocios», afirma Enrique Meza, pero sostiene que ninguno de los 3,889 registrados ha sido censado.

Enrique Meza recuerda que a iniciativa del grupo «No censados Acapulco Otis», se recopiló un número de 6,888 personas, pero solamente 3,889 tienen documentos que avalan su registro ante el Bienestar.

Las familias damnificadas por Otis piden los apoyos del programa de emergencia humanitaria implementado por el gobierno federal, como la reconstrucción de viviendas y entrega de enseres.

La agrupación tiene una cuenta en Facebook en la que cada uno de los afectados narra lo que vivió la noche del huracán, el 24 de octubre de 2023, y las consecuencias que hasta la fecha padecen tanto materiales como emocionales.

«Yo invito a la ciudadanía a que se meta a esta página para que escuche de viva voz a la gente que sigue sin recibir ayuda del gobierno federal», exhorta Enrique Meza.

«Estamos en una situación crítica, ya viene el tiempo de lluvias y no hay pagos para la reconstrucción de la casa y no tenemos ayuda económica ya que la mayoría de la gente es de la tercera edad», escribió en la cuenta grupal, alguien llamado Manuel Rojas.

Luego, él mismo reclama: «¿y dónde está el dicho que primero los pobres?

Sonia Estrada, otra de las damnificadas, escribió el pasado 10 de mayo la experiencia que tuvo con un funcionario de la Secretaría del Bienestar, vía mensaje de texto.

Afirma que esta persona (del Bienestar) le pide que le marque y ella lo hace, pero le contesta una mujer.

«Me contestó una mujer y le dije que me había llegado un mensaje de texto en el que dice que le de mi número (telefónico) y el del folio», escribió Sonia, quien describe la conversación con la persona de el Bienestar que la atendió.
Ella: ¿tiene el folio?

 

Yo: Si

Ella: Démelo

Yo: Sí, a donde se lo llevo, porque por obvias razones vía telefónica no se lo iba a dar. En ese momento me cuelga la llamada.

Sonia Estrada relató que ese mismo día habló vía telefónica con un hombre del Bienestar, quien le dijo que le hablara en un tiempo de 10 minutos, pero ya no se comunicó.

La damnificada por el Otis, mencionó que detectó que el número telefónico del que le marcaron era del estado de Tamaulipas.

Enrique Meza expone que el 4 de abril, la Unidad de Vinculación Interinstitucional de la Secretaría del Bienestar les contestó que derivado de la petición que le hicieron a la oficina de la presidencia, su solicitud les será contestada por la delegación de esta dependencia en Guerrero.

«Es menester mencionar que la nueva política del Bienestar, instruida por el presidente de la República, de fecha 14 de febrero de 2019, establece que todos los apoyos para el bienestar del pueblo se entregarán de manera directa a los beneficiarios, sin intermediarios», se lee en el documento que recibieron los «No Censados Acapulco Otis», por parte de la Secretaría del Bienestar.

«Nosotros lo que estamos pidiendo es que vengan a verificar nuestros datos y nos den nuestros apoyos de manera directa; y no queremos que esos apoyos se les den a uno o a dos personas en representación de todos», advierte Enrique Meza.

Asegura que se habló vía telefónica con un funcionario de la delegación estatal de Bienestar en Guerrero que tampoco dio respuesta.

Las familias damnificadas por Otis que no han recibido el apoyo han realizado movilizaciones, pero el delegado estatal del Bienestar, Iván Hernández Díaz, ha dicho que el grupo de inconformes no son de Acapulco, y como consecuencia no fueron afectados por el huracán.

«Iván Hernández, aparte de que nos denosta de que somos gente de fuera, también miente cuando asegura que ninguna familia damnificada por el Otis quedó fuera de los apoyos», denuncia Enrique Meza.
Reprocha que en su caso, ni como empresario ha recibido un apoyo, y que en estos ocho meses después de Otis ha estado sobreviviendo con muchas dificultades económicas.

Su bar, ubicado en la calle Jesús Carranza, en el zócalo de este puerto, fue saqueado dos días después del Otis, asegura.

Expone que el gobierno federal también lo ha excluido de estos apoyos, pese a que la dirigencia de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios Turísticos (Canaco-Servitur) lo inscribió en la lista de afectados.

Pero hasta este mes de mayo, solamente les estaban entregando estos apoyos a los restauranteros y hoteleros, precisa.

Enrique Meza menciona que desde que nació sufre una displasia ectodérmica y no puede exponerse a altas temperaturas porque le pueden provocar un derrame cerebral.

«Fue por mi enfermedad que fui evacuado poco días después del huracán en un avión hacia la Ciudad de México; y después, mis familiares me fueron a recoger para llevarme a Guadalajara. Y allá me enteré de los apoyos que iba a entregar el gobierno federal a los damnificados», relata el empresario acapulqueño.

Explica que desde que reabrió su negocio, vive en la casa de un familiar en el Fraccionamiento Costa Azul, a donde después de cerrar su establecimiento, a las dos de la madrugada, se va caminando casi hasta el Asta Bandera, en la Costera Miguel Alemán.

«Camino más de dos kilómetros para llegar a ese punto de la (Costera) Miguel Alemán para tomar un taxi colectivo. Y, pues, tengo que hacerlo pese a los riesgos que implica andar solo en la madrugada en estas calles del puerto», lamenta Enrique Meza.

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