Texto: Jesús Guerrero
Fotografía: Redes
Chilpancingo
Un espectacular en una de las principales calles de Zihuatanejo, con la imagen de un empresario asesinado hace dos años y por el que se pide justicia, es el reflejo del clima de inseguridad que viven los habitantes de este destino turístico.
El 24 de junio del 2020, en plena pandemia por el Covid-19, el empresario Ricardo Sotelo Luna fue asesinado a tiros en su negocio.
Han pasado dos años y en Zihuatanejo nada ha cambiado.
Siete meses antes del crimen de Ricardo, su tío Diego Sotelo, fue asesinado a balazos. Tío y sobrino habían protestado en las calles contra la inseguridad.
Por eso en Zihuatanejo levanta la voz. Es otra zona de silencio debido a la complicidad de los grupos económicos y políticos con el crimen organizado.
Tampoco existen medios de comunicación que difundan lo que realmente ocurre en ese destino turístico. Hay denuncias de que los periodistas de la zona están amenazados.
Este miércoles en la mañana, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda encabezó la sesión del Consejo para la Construcción de la Paz en la que informó el despliegue de fuerzas de seguridad federal y estatal en el municipio de Zihuatanejo para restablecer el servicio de transporte que desde el pasado domingo 3 de julio se suspendió por la violencia.
A las pocas horas que el transporte público reactivó el servicio, en una de las calles del centro de Zihuatanejo, hombres armados asesinaron a balazos al chofer de una unidad.
Los hombres armados bajaron a los pasajeros y después mataron al conductor de la Urvan de la ruta Zihuatanejo-Petatlán.
«Con gran dolor anunciamos el cobarde asesinato de uno de nuestros choferes!
Le pedimos a las autoridades competentes que ya paren esta situación de inseguridad!
Es el mensaje que a través de su página electrónica de Facebook escribió la empresa de transporte público Dos Costas.
Esta asociación a la que están aglutinados varios concesionarios de transporte cuenta con más de cien unidades que cubren las rutas de Zihuatanejo a los municipios de Petatlán y La Unión, así como comunidades aledañas.
Transportan a miles de habitantes de estas localidades de la Costa Grande.
Debido a la violencia ya son tres veces que desde hace casi dos meses se ha suspendido el servicio de transporte público en este destino turístico.
El crimen organizado impuso el terror a la ciudadanía y a los sectores económicos de Zihuatanejo con la quema de unidades de transporte, un establecimiento de cervecería y amenazas a los empresarios de la masa y la tortilla.
A principios del mes de junio, los 50 tortillerías cerraron sus establecimientos durante tres días por amenazas de extorsión.
Durante esos tres días se suspendieron las clases en las escuelas y a través de las redes sociales un supuesto grupo criminal exigió a la ciudadanía abstenerse de salir a las calles después de las diez de la noche.
Un empresario que pidió que se omitiera su nombre señaló que los comerciantes de todos los ramos están amenazados.
Señaló que en el caso de los empresarios de los hoteles de Zihuatanejo e Ixtapa, un grupo criminal exige una cuota de entre cinco a diez mil pesos.
«Vamos a cerrar porque ya desde hace 15 días nos están hablando por teléfono que debemos de dar una cuota», dijo esta fuente.
Los empresarios tienen miedo de que si no dan ese dinero les pueden hacer algún daño.
Señaló que mantener abiertos los hoteles implica dos cosas: una aceptar dar la cuota y la otra, no pagarla seguramente serían agredidos e incluso asesinados.
«Esto nunca había ocurrido y es inaudito que las autoridades del gobierno permitan esto a pesar de que saben de la situación tan grave que viven los ciudadanos de Zihuatanejo», dijo el empresario vía telefónica.
Ciudadanos entrevistados también vía telefónica condenaron que el gobierno de la morenista Evelyn Salgado Pineda no haga nada para brindar seguridad a los habitantes de este municipio de la Costa Grande.
«Las veces que ha venido a Zihuatanejo la gobernadora (Evelyn Salgado) es solamente para tomarse la foto y se va en un helicóptero porque no viaja por tierra porque seguramente tiene miedo de toparse con la delincuencia», dijo uno de los entrevistados.
Hace un mes, cuando hubo una serie de hechos delictivos, al extremo de que se impusiera un toque de queda a la ciudadanía, arribaron a Zihuatanejo elementos de la Marina, Ejército, Guardia Nacional y
Policía estatal para resguardar la seguridad.
Pero las fuerzas federales solo estuvieron unos días y se retiraron, reveló el empresario quien exigió que el gobierno detenga a los cabecillas de lo grupos criminales.
Informes de la de la Fiscalía General del Estado informaron que la violencia en Zihuatanejo es generada por dos grupos criminales.
Esa es siempre la versión oficial de los órganos encargados de proporcionar seguridad. Especialistas afirman que son grupos económicos y políticos generan la violencia apoyándose en grupos criminales.
En un comunicado este martes 5 de julio, la FGE informó la detención de tres hombres armados a quienes se les atribuye ser los presuntos responsables del incendio de vehículos en Zihuatanejo y de pertenecer a una célula de un grupo criminal que opera en esa zona.