Mujer recibe 7,500 por granada, morteros y tiros en el canje de armas de fuego al Ejército

Texto: Jesús Guerrero

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

Por la violencia que existe en Chilpancingo, el Ejército instaló un módulo de canje de armas de fuego en el zócalo de la ciudad hasta donde llegó una mujer con una granada, dos morteros y 39 balas.

La mujer que sólo dijo que venía de una comunidad de la Sierra, recibió de un mando del Ejército 7,500 pesos en efectivo por la entrega del armamento.

Causó expectación la llegada de la mujer porque traía una bolsa con la granada, las dos municiones conocidas como morteros y las 39 balas.

Después de sacar el armamento de la bolsa dio sus datos a los oficiales del Ejército. Firmó varios documentos y recibió el dinero.

El programa de la Sedena establece que la persona que canjee sus armas por dinero en efectivo o artículos para el hogar no se les hará ninguna investigación judicial.

Desde este miércoles el Ejército instaló en el zócalo de Chilpancingo el módulo para este canje, y en el primer día nadie llegó a realizar el intercambio.

Este jueves sólo acudió al módulo la mujer con la granada y los demás artículos.

A las tres de la tarde, el grupo de militares levantaron el módulo y se retiraron.

El canje de armas de fuego por parte de la Sedena ocurre en un contexto complicado; desde hace más de un mes se han contabilizado unos 20 hechos de violencia, entre los que destacan asesinatos, privación de la libertad de personas, ataques a bases de transporte público e incendios de más de 10 de estas unidades.

En un mes, choferes de taxis, camionetas Urvan de transporte público y foráneo fueron asesinados a balazos, cuatro de ellos calcinados en el interior de sus unidades.

Durante varios días el transporte público paró el servicio y la semana pasada reanudó después de un despliegue de fuerzas de seguridad federal y estatal en las calles de Chilpancingo.

«Lo único que nos dio el gobierno estatal fue una despensa», dijo el chofer de una combi de la ruta Centro-Mercado-Normal.

En Chilpancingo, la paz en la calles sigue prendida de alfileres.

 

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