Esfuman en Guerrero 600 millones para Escuelas de Tiempo Completo

Esfuman en Guerrero 600 millones para Escuelas de Tiempo Completo

En la escuela Gregorio Torres Quintero, ubicada en la colonia Trinchera en Chilpancingo, lo único que quedó de este programa es un letrero alusivo a este plan.


Texto: Jesús Guerrero

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

 

En Guerrero desde el 2021 el gobierno federal dejó de enviar recursos para mil 382 escuelas que desde hace más de una década estaban en el programa de Escuelas de Tiempo Completo.

En este programa que consistía en alargar el horario académico y de darle alimentación a los niños de educación básica se ejercían 600 millones de pesos cada año.

«Pero esos recursos ya no los hay porque la Federación dejó de enviarlos y el gobierno estatal no lo puede absorber porque no hay presupuesto», señaló el Subsecretario de Educación Básica de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) Ricardo Castillo Peña.

El funcionario estatal dijo que el programa de Escuelas de Tiempo Completo dejó de operar durante la pandemia del Covid-19, o sea en el 2021 pero que en este 2021 pese a que ya empezaron las clases presenciales el gobierno federal tampoco envió recursos.

  «Se requieren 600 millones de pesos para reanudar el programa de escuelas de tiempo completo y eso no está en el presupuesto pero esperamos que en el 2023, si», dijo.

Eran 143 mil los niños de escuelas de preescolar y primaria  beneficiados.

«Se les daba comida caliente a los niños y era un buen programa pero lamentablemente desapareció», afirmó.

Castillo Peña dijo que seguramente esos recursos que se utilizaban para este programa de Escuelas de Tiempo Completo fueron destinados para la compra de las vacunas contra el Covid-19.

Dijo que es posible que haya una petición formal del gobierno estatal a la Federación para que este programa regrese en el próximo ciclo escolar.

Padres de familia piden que regrese programa 

En la escuela Gregorio Torres Quintero, ubicada en la colonia Trinchera de esta ciudad, lo único que quedó de este programa es un letrero alusivo a este plan.

 Este programa que desde el 2008 operaba en esta escuela resolvía algunas de las necesidades de los padres de familia: sus hijos recibían alimentos de manera gratuita además de que tenían más horas de aprendizaje académico.

En febrero de este año la SEP dio a conocer la desaparición de Escuelas de Tiempo Completo, pero después dio marcha atrás en esta decisión.

«A los padres les beneficiaba mucho este programa porque mientras ellos se iban a trabajar al centro de la ciudad aquí dejaban a sus pequeños sin preocuparse de su alimentación y además tenían más horas de clases», señaló la profesora Evangelina Flores.

«A los niños se les daba su sopa, guisado, agua y fruta de temporada y todo este menú alimenticio estaba coordinada por el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán», expresó.

Cuando este programa existía el horario de clases de los niños era de 8 de la mañana a las 15 horas.

Cuenta que la matrícula de la escuela era de más de cien niños pero con la desaparición del programa de Escuelas de Tiempo Completo bajó hasta 81 alumnos.

Desde el pasado 2 de mayo en esta escuela empezaron las clases presenciales con un horario de ocho de la mañana a las 12 con 30 minutos.

A partir de ese día los padres de familia le deben de dar a sus hijos su lounch.

En el patio del edificio escolar siguen abandonados los dos comedores en donde a los niños les servían sus alimentos cuando existía el programa de Tiempo Completo.

«Los niños estaban bien alimentados porque la comida que se les daba tenía muchos nutrientes y eso se reflejaba en su nivel académico», según la directora Evangelina Flores.

La maestra recordó que algunas veces pidieron a las autoridades educativas una explicación del por qué les retiraban del programa y la contestación fue de que ya no era necesario porque no estaban en clases presenciales.

Mencionó que también a los maestros les afectó el retiro del programa de Escuelas de Tiempo Completo porque les daban un pago extra cada cuatro meses por las horas extras de clases que impartían.

«Nosotros en pandemia del coronavirus trabajamos todo el día frente a la computadora dando clases de manera virtual a nuestros alumnos», se quejó la directora.

Recuerda que en alguna ocasión directores y directoras de 80 escuelas de primaria y de preescolar de Chilpancingo, Tixtla y otros municipios cercanos tuvieron una reunión con las autoridades de la Secretaría de Educación Guerrero para pedirles el regreso del programa de Escuelas de Tiempo Completo.

Eso ocurrió durante el 2021 durante el gobierno del priísta Héctor Astudillo Flores.

«Nunca nos dieron una explicación clara y solo nos dijeron que ya no había dinero», externó.

«Yo le hago un llamado a las autoridades que regresen el programa porque al desaparecerlo están afectando a la gente más pobre», dijo.

Silvia Ocampo Romero madre de familia que tiene dos niños estudiando en la escuela «Gregorio Torres Quintero», señaló que el programa de Escuelas de Tiempo Completo no solo les beneficiaba a los estudiantes sino también era un gran apoyo para ellos como padres.

«Aquí nuestros hijos desayunaban y eso era un apoyo muy importante para nosotros porque era una ayuda a nuestra economía», expresó Ocampo.

Dijo que otra cosa importante que tenía este programa es de que los niños tenían más tiempo en clases y aprendían más.

«Ya pasó la pandemia (del Covid-19) pues ahora que el gobierno regrese este programa porque en esta colonia todos somos muy pobres», dijo.

Teófila Díaz dijo que a las madres o padres solteros les beneficia mucho porque aquí dejan en la escuela a sus hijos y no tenían de que preocuparse por darles de comer porque aquí se les daba.

«Que el gobierno regrese sus ojos aquí para vernos y que el programa (Escuelas de Tiempo Completo) lo reactive», pidió la señora que tiene dos niños estudiando en esta escuela.

La colonia Trinchera está ubicada al suroeste de Chilpancingo en donde la mayoría de sus habitantes son migrantes de municipios de la región de la Montaña.

Es una demarcación precarista en donde se carece de una red de drenaje y sus calles están sin pavimentar.

La mayoría de las familias son vendedores ambulantes del centro de la ciudad.

Poco después del 2010, el gobierno construyó el edificio de la escuela después de varios años de lucha que dieron los padres de familia y maestros.

Muchos años los niños recibían clases en galeras.

«Hoy el gobierno que es distinto al PRI nos arrebató este programa (Escuelas de Tiempo Completo) que era algo que nos ayudaba en algo en nuestra economía porque nuestros niños tenían cuando menos algo en el estómago», dijo la señora Teófila Díaz.

 

Te puede interesar: Hipólito, un maestro que ama su profesión

Salir de la versión móvil