Esfuman en Guerrero 600 millones para Escuelas de Tiempo Completo

En la escuela Gregorio Torres Quintero, ubicada en la colonia Trinchera en Chilpancingo, lo único que quedó de este programa es un letrero alusivo a este plan.


Texto: Jesús Guerrero

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

 

En Guerrero desde el 2021 el gobierno federal dejó de enviar recursos para mil 382 escuelas que desde hace más de una década estaban en el programa de Escuelas de Tiempo Completo.

En este programa que consistía en alargar el horario académico y de darle alimentación a los niños de educación básica se ejercían 600 millones de pesos cada año.

«Pero esos recursos ya no los hay porque la Federación dejó de enviarlos y el gobierno estatal no lo puede absorber porque no hay presupuesto», señaló el Subsecretario de Educación Básica de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) Ricardo Castillo Peña.

El funcionario estatal dijo que el programa de Escuelas de Tiempo Completo dejó de operar durante la pandemia del Covid-19, o sea en el 2021 pero que en este 2021 pese a que ya empezaron las clases presenciales el gobierno federal tampoco envió recursos.

  «Se requieren 600 millones de pesos para reanudar el programa de escuelas de tiempo completo y eso no está en el presupuesto pero esperamos que en el 2023, si», dijo.

Eran 143 mil los niños de escuelas de preescolar y primaria  beneficiados.

«Se les daba comida caliente a los niños y era un buen programa pero lamentablemente desapareció», afirmó.

Castillo Peña dijo que seguramente esos recursos que se utilizaban para este programa de Escuelas de Tiempo Completo fueron destinados para la compra de las vacunas contra el Covid-19.

Dijo que es posible que haya una petición formal del gobierno estatal a la Federación para que este programa regrese en el próximo ciclo escolar.

Padres de familia piden que regrese programa 

En la escuela Gregorio Torres Quintero, ubicada en la colonia Trinchera de esta ciudad, lo único que quedó de este programa es un letrero alusivo a este plan.

 Este programa que desde el 2008 operaba en esta escuela resolvía algunas de las necesidades de los padres de familia: sus hijos recibían alimentos de manera gratuita además de que tenían más horas de aprendizaje académico.

En febrero de este año la SEP dio a conocer la desaparición de Escuelas de Tiempo Completo, pero después dio marcha atrás en esta decisión.

«A los padres les beneficiaba mucho este programa porque mientras ellos se iban a trabajar al centro de la ciudad aquí dejaban a sus pequeños sin preocuparse de su alimentación y además tenían más horas de clases», señaló la profesora Evangelina Flores.

«A los niños se les daba su sopa, guisado, agua y fruta de temporada y todo este menú alimenticio estaba coordinada por el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán», expresó.

Cuando este programa existía el horario de clases de los niños era de 8 de la mañana a las 15 horas.

Cuenta que la matrícula de la escuela era de más de cien niños pero con la desaparición del programa de Escuelas de Tiempo Completo bajó hasta 81 alumnos.

Desde el pasado 2 de mayo en esta escuela empezaron las clases presenciales con un horario de ocho de la mañana a las 12 con 30 minutos.

A partir de ese día los padres de familia le deben de dar a sus hijos su lounch.

En el patio del edificio escolar siguen abandonados los dos comedores en donde a los niños les servían sus alimentos cuando existía el programa de Tiempo Completo.

«Los niños estaban bien alimentados porque la comida que se les daba tenía muchos nutrientes y eso se reflejaba en su nivel académico», según la directora Evangelina Flores.

La maestra recordó que algunas veces pidieron a las autoridades educativas una explicación del por qué les retiraban del programa y la contestación fue de que ya no era necesario porque no estaban en clases presenciales.

Mencionó que también a los maestros les afectó el retiro del programa de Escuelas de Tiempo Completo porque les daban un pago extra cada cuatro meses por las horas extras de clases que impartían.

«Nosotros en pandemia del coronavirus trabajamos todo el día frente a la computadora dando clases de manera virtual a nuestros alumnos», se quejó la directora.

Recuerda que en alguna ocasión directores y directoras de 80 escuelas de primaria y de preescolar de Chilpancingo, Tixtla y otros municipios cercanos tuvieron una reunión con las autoridades de la Secretaría de Educación Guerrero para pedirles el regreso del programa de Escuelas de Tiempo Completo.

Eso ocurrió durante el 2021 durante el gobierno del priísta Héctor Astudillo Flores.

«Nunca nos dieron una explicación clara y solo nos dijeron que ya no había dinero», externó.

«Yo le hago un llamado a las autoridades que regresen el programa porque al desaparecerlo están afectando a la gente más pobre», dijo.

Silvia Ocampo Romero madre de familia que tiene dos niños estudiando en la escuela «Gregorio Torres Quintero», señaló que el programa de Escuelas de Tiempo Completo no solo les beneficiaba a los estudiantes sino también era un gran apoyo para ellos como padres.

«Aquí nuestros hijos desayunaban y eso era un apoyo muy importante para nosotros porque era una ayuda a nuestra economía», expresó Ocampo.

Dijo que otra cosa importante que tenía este programa es de que los niños tenían más tiempo en clases y aprendían más.

«Ya pasó la pandemia (del Covid-19) pues ahora que el gobierno regrese este programa porque en esta colonia todos somos muy pobres», dijo.

Teófila Díaz dijo que a las madres o padres solteros les beneficia mucho porque aquí dejan en la escuela a sus hijos y no tenían de que preocuparse por darles de comer porque aquí se les daba.

«Que el gobierno regrese sus ojos aquí para vernos y que el programa (Escuelas de Tiempo Completo) lo reactive», pidió la señora que tiene dos niños estudiando en esta escuela.

La colonia Trinchera está ubicada al suroeste de Chilpancingo en donde la mayoría de sus habitantes son migrantes de municipios de la región de la Montaña.

Es una demarcación precarista en donde se carece de una red de drenaje y sus calles están sin pavimentar.

La mayoría de las familias son vendedores ambulantes del centro de la ciudad.

Poco después del 2010, el gobierno construyó el edificio de la escuela después de varios años de lucha que dieron los padres de familia y maestros.

Muchos años los niños recibían clases en galeras.

«Hoy el gobierno que es distinto al PRI nos arrebató este programa (Escuelas de Tiempo Completo) que era algo que nos ayudaba en algo en nuestra economía porque nuestros niños tenían cuando menos algo en el estómago», dijo la señora Teófila Díaz.

 

Te puede interesar: Hipólito, un maestro que ama su profesión

Acciones de escuelas de tiempo completo requieren incremento presupuestal de 129% para continuar

La titular de la SEP anunció que se trabaja en la modificarán las Reglas de Operación del programa La Escuela Es Nuestra para incorporarle el horario extendido y la alimentación.


Texto: Dalila Sarabia / Animal Político

Fotografía: Amílcar Juárez 

29 de abril de 2022

 

Para que el programa Escuelas de Tiempo Completo no sea cancelado definitivamente y llegue a un mayor número de beneficiarios, se requiere que para el 2023 los diputados aprueben un incremento del 129.5% del presupuesto actual del programa La Escuela Es Nuestra y pase de los casi 14 mil millones aprobados para este año, a 32 mil millones.

Con ello, aseguró la titular de la Secretaría de Educación, Delfina Gómez, se mantendrían los apoyos de alimentación y horario ampliado, y la cobertura pasaría de 27 mil a 113 mil planteles beneficiados.

“Nuestra meta es que a partir de 2023 pasen de 27 mil escuelas a 113 mil planteles beneficiados, así como de 3.6 millones de alumnas y alumnos a casi 9 millones de estudiantes atendidos”, señaló la secretaría durante una reunión que sostuvo esta mañana con la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara de Diputados.

A través de un comunicado, pues la reunión fue privada, la SEP defendió la desaparición de las Escuelas de Tiempo Completo, particularmente para este año, con la presentación de resultados de un estudio elaborado por ellos, en el cual se detectó que casi 20 mil escuelas, es decir, el 73% de las atendidas en el ciclo escolar 2020-2021, no se ubicaban en lugares con altos grados de marginación.

De las 27 mil 67 escuelas atendidas por el programa, agregaron, poco más de la mitad eran rurales, 30% urbanas y 18% indígenas. Solo 14 mil 739 escuelas proporcionaban alimentación a un millón 427 mil niños, lo que significa que el 46% no daba el servicio que suponía el instrumento.

Delfina Gómez insistió sobre el mal manejo de los recursos, ya que se registró mucha intermediación y los beneficios no llegaban a todos y, en algunos casos, no se aplicaban.

Incluso, dio cuenta la SEP, la funcionaria explicó a los legisladores que el personal educativo ha señalado distintas irregularidades como rezago en pagos; descuentos injustificados; entrega incompleta o tardía de alimentos; mal manejo de recursos y sobreprecio en la compra de insumos.

En este contexto es que anunció que se trabaja en la modificarán las Reglas de Operación del programa La Escuela Es Nuestra para incorporarle el horario extendido y la alimentación.

“En tanto se replantea la entrega de los beneficios a través de La Escuela es Nuestra, los planteles del programa anterior son atendidos con los programas sociales de esta administración”, puntualizó la SEP.

Este martes en su conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador, se refirió a las modificaciones en las que se trabaja para que se eliminen los intermediarios y sean los padres de familia quienes reciban directamente los recursos y sean ellos quienes paguen directamente a los profesores.

“Ahora se va a dar más recursos a las sociedades de madres y padres de familia, y ellos van a decidir si quieren pagarles a los maestros y que ellos estén pendientes de que vayan los maestros más tiempo, y lo mismo en el caso de los alimentos”, expuso.

Incluso, reprochó, que el año pasado mientras las escuelas estuvieron cerradas por la emergencia sanitaria por COVID-19, recibieron solicitudes de el presupuesto “y se supone que era para pagar a maestros que estaban más tiempo impartiendo clases o para darle de comer a las niñas y a los niños, y las escuelas estaban cerradas”.

 

Desaparece desde hace un año programa de Escuela de Tiempo Completo en Chilpancingo

Padres de familia de escuela Gregorio Torres, están inconformes por la desaparición de este programa que les facilitaba alimentación a sus hijos


Texto: Beatriz García

Fotografía: Amílcar Juárez

21 de marzo del 2022

Chilpancingo

 

En 2012 el programa de Escuelas de Tiempo Completo llegó a la escuela federal Gregorio Torres Quintero, de la colonia La Trinchera ubicada al este de la capital, en la periferia.

Con la llegada del programa los padres de familia, la mayoría migrantes de la región Montaña, obtuvieron el almuerzo y la comida de sus hijos. El Programa brinda gratuitamente desayunos calientes y la escuela resolvió algunas cuestiones de insumos de limpieza e infraestructura.

Sin embargo, Escuelas de Tiempo Completo terminó para esta comunidad estudiantil desde hace un año, aunque oficialmente desapareció el 28 de febrero pasado.

El 28 de febrero, en el Diario Oficial de la Federación (DOF) las autoridades federales anunciaron que la Secretaría de Educación Pública (SEP) eliminaba el programa de Escuelas de Tiempo Completo
Este programa inició en 2007 en escuelas de educación básica, con 441 de ellas, muchas localizadas en zonas de alta marginación, y con el tiempo aumentó el número de planteles en el programa.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), en 2018 contabilizó 27 mil 063 escuelas dentro de este programa. En Guerrero mil 361 instituciones estaban dentro del programa, de acuerdo con la información que dio recientemente el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Javier San Martín Jaramillo.

La primaria federal Gregorio Torres Quintero, perteneciente a la zona 03 del sector 21, era una de las 1,361 escuelas en Guerrero con el programa, aunque desde hace dos años que inició la pandemia de la Covid-19 los beneficios del programa disminuyeron y hace un año dejó de llegar por completo el recurso económico y las despensas correspondientes, informó la directora, Evangelina Flores Germán.

La escuela tiene aproximadamente 30 años desde su fundación, cuenta con seis aulas, una para cada grado, una biblioteca y una dirección, además de una cancha techada y el comedor hecho con el programa, todo ha sido por gestiones de la directora y los padres de familia durante estos años.

Actualmente hay una matrícula de 81 alumnos, pero hace falta un maestro, porque uno se jubiló y las autoridades educativas no lo han repuesto.

Los niños la mayoría son hijos de migrantes de la Montaña y quienes además suelen irse como jornaleros, y que provoca que la matricula cada año disminuya en la escuela, pues los niños y niñas se van con sus padres, a esto se suma la deserción de 10 alumnos por la pandemia.

En esta escuela asisten alumnos y alumnas no sólo de la colonia, sino de colonias aledañas como San José, Niños Héroes, Linda Vista y La Herradura.

La escuela está ubicada en la parte alta de Chilpancingo, en una falda de un cerro al este de la capital.

Aquí no hay agua entubada, los caminos son estrechos y de terracería, que en temporada de lluvias el transporte público no va, entonces los maestros tienen que caminar para llegar al asentamiento, y los taxistas no quieren ir al lugar por los malos caminos y si van cobran 70 pesos el viaje.

“Yo llegué a esta escuela en el 2010 y como a los dos años gestionamos para que el tiempo completo llegara. Lo teníamos primero por jornada ampliada; es decir, salíamos 2:30 de la tarde, solamente se le pagaba un apoyo a los docentes y llegaba un recurso para la escuela, para algunas necesidades que se pudiera cubrir, porque hay lineamientos, podíamos comprar equipo de cómputo, un poco de material de limpieza, para algunos arreglos de la escuela, pero el recurso era poco”, cuenta la directora.

Dice que los gastos siempre fueron en presencia y decisión de los padres de familia en beneficio de los niños, dinero que comprobaron.

La directora y los maestros gestionaron para que a la escuela llegara el beneficio de alimentos para los alumnos, esto dentro del mismo programa de Escuelas de Tiempo Completo. Al lograr el beneficio la salida de los alumnos se amplió a 3:30 de la tarde, porque ahí desayunaban y comían.

El apoyo adicionado a la escuela fueron recursos económicos para comprar alimentos perecederos como verduras, frutas y carnes, y además llegaban despensas en tres periodos por año como: frijol, pastas, aceite, arroz. Para el funcionamiento de este comedor la dirección contrató a una madre de familia que cumpliera con los requisitos de higiene y buen trato a los alumnos.

La última vez que llegaron los beneficios del programa a la escuela fue durante el primer año de la pandemia, pero sólo llegó para alimentación, ya no para el pago de los maestros que trabajaban horas extras.

Los integrantes del Comité de Participación Social, conformado por padres de familia y maestros repartieron las despensas entre todos los alumnos, pues no había clases presenciales.

La directora informó que desde que dejaron de percibir los beneficios del programa sostuvo diálogos con autoridades educativas al respecto. La única información que tenían es que el recurso económico del programa se acabó. También dialogó con el entonces presidente de la Comisión de Educación del

Congreso local, Ricardo Castillo Peña, pero nunca les solucionó.

La maestra sabe que sí se aprobó el recurso para el programa para este año pero aun así ya no les llegó el beneficio. Aclaró que aunque no había clases presenciales en la escuela los maestros y ella nunca dejaron de laborar, e incluso iban a las casas de los alumnos o se reunían en el plantel para recibir y dejar tareas, además había niños que enviaban tareas o pedían asesoría por la noche y los maestros los atendían.

Se enteró que había escuelas que seguían con los apoyos del programa, pero en el caso de su zona, donde además de su escuela había otras dos con el programa, se los quitaron por completo.

Los maestros de la escuela han buscado acercamiento con autoridades educativas, porque están preocupados, primero porque a los niños se les quitó el apoyo de alimentación.

La alimentación consistió en sopa, guisado, ensalada, agua natural o agua de fruta, atoles y postre.

La directora ha tenido diálogos con el director general de Educación Primaria de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), Nicanor Adame Serrano a indicación del subsecretario de Educación Básica, Ricardo Castillo Peña, para saber qué va a pasar después de que les quitan el programa.

La maestra sabe que el programa lo va a sustituir el programa que impulsa ahora el gobierno federal actual La Escuela es Nuestra, y que espera llegue el beneficio al plantel, que consiste en entregar recursos directamente a los padres de familia pero solo para infraestructura y equipamiento.

En enero comenzaron las clases presenciales en el plantel, pero solo asisten los alumnos tres horas de 8 de la mañana a las 11 de la mañana, y los niños tienen que llegar desayunados y almuerzan cuando salen, en su casa.

La directora no sabe cómo va a funcionar la escuela cuando regresen a clases presenciales con horario normal, cómo va a impactar en los alumnos y sus padres, porque ya no les proporcionarán el almuerzo y comida, ahora las madres y padres les llevaran de almorzar o tendrán que comprar en la escuela.

La maestra recordó un día cuando todavía no llegaba el programa a la escuela, se percataron que había tres alumnos que llevaban tres días sin comer, porque una niña se desmayó.

La directora lamentó que en tres ocasiones se han metido a robar a la escuela y lo que con sacrificio lograron para el plantel como el equipo de cómputo, el ahorro de los niños y los tanques de gas se perdieron por completo.

Los maestros y maestras de la primaria federal están esperanzandos a poder acceder a otros programas o que las autoridades gestionen para mantener los lineamientos de Escuelas de Tiempo Completo, por ahora cumplirán con retomar las clases presenciales y poco a poco intentarán volver a la normalidad.

En gestiones para continuar con el programa: señala secretario de Educación

El secretario de Educación, Marcial Rodríguez Saldaña, se limitó decir que se está en gestión ante el gobierno federal para ver de qué manera se compensa la pérdida del programa en el estado.

“Nosotros estamos a favor de que continúe el programa, se están haciendo las gestiones ante el gobierno federal para que esto ocurra, en otros estados como la Ciudad de México y Puebla van asumir el programa con sus propios recursos porque tiene ingresos propios”, dijo el funcionario vía telefónica.

Recalcó que Guerrero no cuenta con recursos económicos para asumir lo que correspondía al programa, que tendría que ser con apoyo del gobierno federal.

En tanto, el secretario general de la coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (Ceteg),

Héctor Solano Torres, reiteró que desde que se anunció el programa de Escuelas de Tiempo Completo, la organización magisterial lo rechazó para las zonas rurales, porque notaron irregularidades.

Dio que desde ese entonces presentaron de manera alternativa el Proyecto Educativo Guerrerense Altamiranista (PEGA) apegada a las necesidades de las escuelas en Guerrero.

Aunque, ciertamente, dijo, algunos maestros aceptaron el programa, sobre todo en la zona urbanas, porque comentaban que sí les ayudaba.

Insistió que la Ceteg luchará porque PEGA se eche a andar en el estado que beneficiará a las zonas más pobres.

El 7 de marzo el secretario general del SNTE y el secretario de Educación sostuvieron una reunión y Rodríguez Saldaña dijo que buscarán alternativas ante el Congreso local y el gobierno federal para presentar opciones respecto al programa.

El 9 de marzo, dos días después, San Martín Jaramillo y una comisión del Comité Ejecutivo Seccional se reunieron con el presidente de la comisión de Educación, Ciencia y Tecnología del Congreso local, Masedonio Mendoza Basurto, para buscar alternativas y rescatar el programa.

Ante autoridades de la SEP anunciaron que posiblemente se podría rescatar el programa en 11 entidades, entre ellas Guerrero.

 

Te puede interesar: Familias de la Sierra desplazadas por la violencia regresan a su comunidad

La SEP transfiere el presupuesto de Escuelas de Tiempo Completo a un programa que ‘pierde’ 1 de cada 2 pesos

La SEP determinó  que desaparezca Escuelas de Tiempo Completo, un programa con evaluaciones positivas. En su lugar, priorizó a La Escuela es Nuestra, a pesar de que en 2020 no dejó evidencias de que 573 mdp fueran gastados correctamente.


Texto: Nayeli Roldan / Animal Político

Fotografía:

3 de marzo de 2022

 

La administración de Andrés Manuel López Obrador desapareció el programa de Escuelas de Tiempo Completo, que daba alimentos y clases extraescolares en horario ampliado a 3.6 millones de alumnos, para invertir ese presupuesto en su nuevo programa de infraestructura La Escuela es Nuestra, pese a las irregularidades detectadas en su segundo año de operación, como la falta de certeza sobre el destino de uno de cada dos pesos que recibió.

De acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación (ASF), no existen pruebas de que 573 millones de pesos de La Escuela es Nuestra hayan sido gastados para mejorar la infraestructura de los planteles, el objetivo del programa. Esto significa la mitad de los mil 187 millones de pesos del presupuesto auditado en 2020.

En cambio, Escuelas de Tiempo Completo —iniciado en 2006 y que había crecido de manera paulatina en los siguientes 12 años, enfocado sobre todo en las zonas más marginadas del país— consiguió mejorar el rendimiento escolar, según la última revisión del Consejo Nacional de Evaluación de la Política en Desarrollo Social (Coneval), llevada a cabo en 2018.

Sin embargo, desde el inicio de la administración de López Obrador, este programa tuvo un primer recorte de 50% y en 2021 ya no se le asignaron recursos. La SEP argumentó que no desaparecería, pues a través de La Escuela es Nuestra los padres de familia podían seguir contratando servicios de alimentación, pagar a los maestros que dieran clases en el horario ampliado o mejorar la infraestructura de los planteles. Pero a partir de 2022, las reglas de operación advierten que el único objetivo de este programa es la mejora de infraestructura, por lo que no habría posibilidad de tener los servicios de Escuelas de Tiempo Completo.

En La Escuela es Nuestra, programa creado en este sexenio, la SEP entrega dinero directamente a los comités escolares integrados por padres de familia y maestros, y ellos deben contratar a quienes hagan las obras para así evitar “intermediarios”, según el presidente López Obrador.

La decisión de desaparecer Escuelas de Tiempo Completo, con jornada ampliada que además ayudaba a las madres trabajadoras en las tareas de cuidado y a los propios niños en recibir alimentación, se debió —según dijo la secretaria de Educación, Delfina Gómez— a que el presupuesto sería reorientado a la infraestructura escolar a través de La Escuela es Nuestra.

Sin embargo, el programa tiene más irregularidades que beneficios.

En los expedientes de mil 686 planteles beneficiarios en 2020, “no se cuenta con evidencia que demuestre que con los recursos otorgados se llevaron a cabo acciones para mejorar las condiciones de infraestructura y equipamiento de los planteles de acuerdo con sus necesidades, por lo que no se pudo comprobar que estos se hubiesen destinado para cumplir con los objetivos del programa”, advierte la Auditoría en el Informe de Cuenta Pública entregado en febrero.

La raíz de esta irregularidad es la “falta de mecanismos de control, supervisión y seguimiento de los apoyos otorgados”, de acuerdo con la Auditoría.

Entre los casos revisados, por ejemplo, en una escuela de Puebla, la presidenta del Comité Escolar reportó que la tesorera le dijo que “tomó 82 mil pesos para atender necesidades personales sin que a la fecha de la visita de verificación los hubiese devuelto”. En Tlaxcala, la tesorera informó que en noviembre de 2020 sufrió el robo de 64 mil pesos y denunció los hechos ante la Procuraduría General del Estado, por lo que proporcionó copia de la carpeta de investigación.

De otros 23 millones 643 mil pesos, solo existen “comprobantes simplificados, notas simples de venta o de remisión, y listas de raya, sin que, en la mayoría de los casos, se tratara de planteles en los que, por su ubicación geográfica, se tuviera la necesidad de realizar adquisiciones de bienes y contratación de servicios en comercios, negocios o con personas que no cumplan con los elementos de comprobación fiscal, tal como lo establecen los lineamientos de operación del programa vigentes en 2020”, señala la Auditoría.

Otros 9 millones 450 mil pesos se entregaron a 40 beneficiarios del programa, aunque las tarjetas nunca fueron activadas. El dinero no regresó a las arcas públicas ni se destinó a la mejora de infraestructura.

En 49 escuelas, los consejos escolares decidieron hacer obras mayores en los planteles, por lo que contrataron a “profesionales” para que se hicieran cargo de la supervisión de estas a través de una “carta responsiva”. Sin embargo, en realidad no contaban con los conocimientos y la experiencia requeridos.

Esto cobra relevancia, advirtió la Auditoría, porque en Tlaxcala, por ejemplo, la directora y algunos padres de familia de una escuela solicitaron al Instituto Tlaxcalteca de la Infraestructura Física Educativa un dictamen técnico de una obra mayor que se llevó a cabo con los recursos del programa, pero este indicó que “la obra se realizó sin su autorización y sin contar con un estudio de mecánica de suelo, ni con constancias de factibilidad de protección civil, y determinó que la obra era inestable y existía riesgo de caída, por lo que sugería su reestructuración”.

 

Escuelas de Tiempo Completo funcionaba

 

En la revisión al programa realizada por el Coneval en 2018, a 12 años de su creación, se analizaron los resultados obtenidos por los alumnos en la prueba PLANEA respecto de aprendizaje de matemáticas y lengua, y se concluyó que las escuelas integradas al programa lograron disminuir el número de estudiantes en rezago.

Los alumnos de sexto grado de Escuelas de Tiempo Completo “registran una disminución promedio de 3.1 puntos porcentuales en el porcentaje de alumnos correspondientes al nivel I de desempeño en matemáticas y un incremento de 1.6 puntos porcentuales en el nivel IV”, dice la evaluación.

Los mayores beneficios se observan entre las poblaciones más vulnerables, pues, de acuerdo con el análisis, el incremento de la duración de la jornada escolar en un esquema con servicio de alimentación “es una intervención efectiva para mejorar el logro educativo y el nivel de aprendizaje, primordialmente, entre los estudiantes de escuelas primarias en localidades de alta marginación”.

Esto, porque el propio diseño del programa “presupone un mecanismo causal que vincula a la población en situación de vulnerabilidad o en contextos de riesgo social con la necesidad de mayor tiempo de instrucción y alimentación como el medio para incrementar su nivel de logro educativo”.

También, en las escuelas primarias participantes se identificó una disminución significativa en las tasas de repetición y rezago educativo, respectivamente, en el periodo 2007-2017.

Las tasas de abandono presentan un aumento para las escuelas que no cuentan con servicio de alimentación en 2.2 puntos porcentuales, en contraste con la disminución de 1.16 puntos porcentuales en las escuelas que sí cuentan con este servicio. “Esto sugiere que el servicio de alimentación contribuye a disminuir el abandono a nivel secundaria”, dice la revisión.

De hecho, en 2017, la Dirección General de Evaluación de Políticas de la SEP también evaluó el programa y concluyó que “tiene un efecto positivo en el rendimiento académico de los alumnos. La percepción de los directores y los padres de los beneficiados también apoya esta indicación”.

Salir de la versión móvil