Ayelín, crimen de Estado, acusan activistas

Rompen los vidrios de la FGE para reprocharle su omisión 

 


 

Texto: Beatriz García y Jesús Guerrero

Fotografía: José Miguel Sanchez 

21 de octubre del 2020

Chilpancingo

 

«Ayelín, vive, la lucha sigue y sigue», fue una de las principales consignas que gritaron las mujeres a lo largo de una marcha de cinco kilómetros la tarde de este miércoles y que culminó con un mitin afuera de la puerta principal de la Fiscalía General del Estado (FGE) al sur de esta ciudad.

 

En la marcha participaron familiares de la menor asesinada, colectivas feministas y normalistas de Ayotzinapa.

 

El enojo de las mujeres ante la inacción de la autoridad estalló afuera de la FGE. Las colectivas feministas destrozaron los vidrios del módulo de seguridad que está en la entrada de este edificio cuyos accesos fueron cerrados.

 

Decenas de piedras fueron lanzadas por las mujeres contra la marquesina del edificio. Algunos proyectiles dieron en el blanco pero ninguna letra cayó.

 

«Esto fue un crimen de Estado porque la Fiscalía nunca hizo nada para localizar viva a Ayelín y por eso hacemos responsable a este gobierno de lo que le pasó a Ayelín», dijo una de las mujeres que fue la única oradora en el mitin que se realizó afuera del edificio.

 

La cita para la protesta fue a las cuatro de la tarde en la alameda Granados Maldonado, pero la marcha empezó una hora después luego de que se juntó un contingente de más de 300 mujeres la mayoría vestidas de negro y otras de morado.

 

Todas con cubrebocas aunque durante la marcha no respetaron la sana distancia por la euforia que se vivió.

 

La marcha siguió y las consignas se escucharon: “¡Ni una más, ni una más, ni una asesinada más!”, “¡Ayelín escucha, esta es tu lucha!”, “¡Se va a caer, se va a caer, el patriarcado se va a caer!”. Un grupo compacto de mujeres iban encapuchadas y eran las que a lo largo de la marcha se encargaban de parar el tráfico vehicular para dar paso al contingente.

 

 

Este mismo grupo de activistas también realizaban las pintas en los edificios y varias veces tuvieron roces con algunos reporteros que cubrían la protesta.

 

Como si ya tuvieran un plan, las mujeres detenían su marcha en algunos edificios que encontraban a su paso.

 

Primero fue en la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) en donde realizaron pintas y tiraron bolas de plastilina de color rojo contra los cristales del acceso principal.

 

Siguieron en marcha por la misma avenida Benito Juárez y en la calle José Inocente Lugo hicieron otra parada en las oficinas de la Agencia del Ministerio Público del Fuero Común (AMPFC).

 

Aquí las activistas arrancaron una manta de vinil y luego le prendieron fuego en la puerta de este edificio.

 

«Guerrero feminicida», «justicia», «ni una más, ni una asesinada más», eran algunas de las consignas que gritaban las mujeres durante la marcha.

 

Las manifestantes llegaron al parque Unidos por Guerrero. En una de las estatuas las leyendas “México feminicida”, “Ni una más” y “Justicia” quedaron plasmadas.

 

Frente al edificio del Congreso local, pintarrajearon la estatua del ex gobernador José Francisco Ruiz Massieu.

 

Las mujeres continuaron su marcha por la lateral norte sur del boulevard Vicente Guerrero.

 

«Ya vamos llegando y el fiscal está temblando», gritaban cuando ya estaban casi a punto de llegar a la Fiscalía.

 

Las mujeres que iban con cubrebocas, vestidas de negro y otras de morado se instalaron afuera del edificio.

 

Mientras un grupo gritaba consignas, otras mujeres encapuchadas lanzaban piedras hacia adentro del edificio.

 

Una mujer que llevaba un tubo rompió los cristales del módulo de seguridad.

 

La puerta del edificio estaba cerrada y en el estacionamiento había un grupo de agentes ministeriales.

 

A los agentes las mujeres les gritaban: «¡Represores, represores!».

Mientras otro grupo seguía lanzando piedras al edificio.

 

Una de las activistas leyó un pronunciamiento, dirigido al fiscal, Jorge Zuriel de los Santos Barrila, al gobernador Héctor Astudillo Flores y a la presidenta de Tixtla Erika Alcaraz Sosa.

 

«Ayelín, una niña de 13 años fue víctima de feminicidio y su caso es un caso de Estado debido a la omisión y la negligencia de las autoridades que desde un principio no siguieron los protocolos de búsqueda y rastreo y después de que sus familiares encontraron el cuerpo no se les ha dado un acompañamiento jurídico», dijo la activista.

 

Dijo que después de que sus familiares fueron quienes encontraron el cuerpo, las autoridades no les han dado acompañamiento jurídico y psicológico.

 

“No podemos permitir que el caso de Ayelín quede impune como ocurren muchos casos, tampoco que quede en silencio, porque en una realidad como en la que vivimos, en un país tan violento como el que vivimos y en un estado tan violento en el que vivimos, no puede seguir pasando, no podemos permitir más impunidad”, resaltó.

 

Exigió acompañamientos psicológico y jurídico a la familia de Ayelín, castigo inmediato a los responsables de su feminicidio, que el estado reconozca que su asesinato es un feminicidio y debe ser manejado como tal, que los diferentes niveles de gobierno den cuenta de por qué no se actuó con inmediatez, que reconozcan la incapacidad institucional para actuar en este tipo de casos y trabajen en medidas reales, para evitar que sigan ocurriendo.

 

También que las instancias correspondientes se comprometan en brindar una verdadera seguridad a las mujeres.

 

En iguala y Acapulco, colectivas feministas también realizaron protestas exigiendo justicia por la desaparición y asesinato de la niña.

 

En Acapulco, hubo una marcha y mitin en el Asta Bandera. En Iguala, otro grupo de mujeres se instalaron en plantón en el zócalo.

 

 

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