Casi 6,000 niños y niñas de región Montaña abandonan estudios para migrar a campos agrícolas: Tlachinollan

Texto: Beatriz García

Foto: Tlachinollan

18 de junio del 2021

Chilpancingo

Juan, de 28 años, es padre de familia, originario de Loma de Canoa, municipio de Cochoapa el Grande, también es uno de los 15,000 jornaleros de la Montaña alta de Guerrero que migraron en los últimos 15 meses. Juan salió de su comunidad y anduvo por los campos agrícolas en busca de mejores oportunidades de vida a lado de su esposa Gloria y sus cuatro hijos, quienes tuvieron que abandonar la escuela.

 

En los últimos 15 meses, 15,000 jornaleros salieron de la Montaña alta para trabajar en campos agrícolas de Chihuahua, Zacatecas, Aguascalientes y San Luis Potosí, de ellos 5,296 son niños y niñas de entre 1 y 12 años; todos abandonaron la escuela para unirse al trabajo en el campo, según documentó el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan.

 

El día que Juan y su familia salieron de Loma Canoa, de donde son originarios, eran las cuatro de la mañana. La mayor de sus hijos tiene 11 años. Juan estudió hasta el tercer año de primaria y su esposa no curso ningún grado escolar. Ambos hablan el tu´un savi (mixteco, lengua de la lluvia).

 

Juan recordó que cuando estaba pequeño desde ese entonces salía con sus papás a los campos del norte del país para emplearse como jornalero, principalmente a Sinaloa.

 

“Sólo pude estudiar unos meses de cada año, pero mis papás ya no quisieron, decían que iba a perder tiempo, que mejor trabajara con ellos en el corte de jitomate y chile. Antes, las niñas y los niños se les permitían trabajar más en el campo. Le ayudábamos a mis papás a llenar los botes. Más grande como a los 11 años ya me pagaban y desde entonces ando chambeando. Ahorita vamos con mi mujer y mis hijos, pero regresamos en diciembre al pueblo”, relató Juan.

 

Además de la familia de Juan, también viajara a los campos agrícolas sus padres; su madre de 55 años y su padre de 59 años. Antes se enfermaron de gravedad: tuvieron temperatura y gripe, es probable que padecieran la Covid-19.

 

La última vez que salió un grupo de jornaleros de la Montaña de Guerrero a los estados del norte, fue el 17 de junio pasado. Ese día partieron 140 jornaleros y jornaleras.

 

Tal como manifiesta Tlachinollan en un documento que da cuenta de su salida, los jornaleros en realidad partieron “al viacrucis y al camino de la explotación, pensado en cambiar sus condiciones de vida porque en sus comunidades siguen en el olvido por las autoridades estatales y federales”.

 

Así como los hijos de Juan, hay más niñas y niños que tienen que dejar la escuela para apoyar a sus padres en los campos, además porque las y los maestros asignados a los planteles de sus pueblos se ausentan por días y hasta meses; de acuerdo con la organización esto se agudizó a partir de marzo del 2020, cuando inició la contingencia sanitaria por la Covid-19.

 

Tlachinollan tiene documentado que la mayoría de las escuelas que están en las zonas más pobres de la Montaña regularmente las abren cada 15 días. Pero sólo es para que los maestros les lleven material de trabajo a los alumnos

 

Tlachinollan especifica el caso de la comunidad de Arroyo Prieto, también de Cochoapa el Grande, comunidad cercana a Loma Canoa, de donde es originario Juan y su familia: profesoras expusieron al organismo que en ese pueblo hay un rezago educativo de niñas y niños, aun cuando tienen la escuela más “antigua y completa” de la zona.

 

“Los niños ya no saben leer bien, varios ya perdieron sus libros y si bien me va hacen las tareas. Ha sido difícil para ellos a un año con esta pandemia poder adaptarse al ritmo de trabajo que recomienda la Secretaria de Educación Pública (SEP); subimos a dejarles actividades cada 15 días y atender algunas inquietudes con los protocolos que se nos sugieren”, dijo una maestra a Tlachinollan.

 

De acuerdo a la documentación del organismo, un profesor de esa misma comunidad de primer año que atiende de manera oficial atiende a 14 estudiantes expuso que cuando sube a la comunidad sólo llegan a clases seis niños, cree que se debe a la migración a campos agrícolas.

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