María sabe lo que es vivir sin agua potable por 10 años en Chilpancingo

Texto: Beatriz García

Fotografía: José Luis de la Cruz

22 de marzo del 2021

Chilpancingo

 

Desde hace unos 10 años María del Socorro Acevedo comenzó un peregrinar por la falta de agua en el Fraccionamiento Haciendita. Cada gota de agua la tiene que racionar al máximo. Al bañarse y lavar los trastes reúne esa agua para darle otro uso: para la tasa del baño, regar plantas o apaciguar el polvo que se levanta en su casa.

Especialistas que forman parte de la organización Agua para todxs tienen datos, resultado de sus propios estudios, de que en Chilpancingo las familias que viven en la periferia casi nunca reciben agua entubada. Su abasto es través de comprar pipas y garrafones, lo que representa un gasto de hasta un 15 por ciento del presupuesto familiar mensual, porcentaje muy por encima del 3 por ciento que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) considera aceptable.

El caso de María del Socorro, una mujer de unos 50 años, es la misma que la de otros 200 vecinos que este lunes bloquearon la avenida Llano largo y las calles Ampliación Mariscal y Ampliación Mariscal Galeana, al norte de la ciudad, cerca de 10 horas, porque llevan dos meses sin el servicio de agua entubada.

Este lunes fue el Día Mundial del Agua y gran parte de la ciudad vive en medio de una escasez. Porque en Chilpancingo la falta de agua no es privativo de la periferia. Las protestas en la ciudad por el reclamo de agua son tan cotidianas que parecen un elemento más de la ciudad.

 

María del Socorro contó a Amapola. Periodismo transgresor que ella vive en el fraccionamiento desde hace 42 años, y tiene las cuentas claras: desde hace 10 años es más que irregular el servicio. La escasez la atribuye a la sobrepoblación de la capital.

“Si tú ves alrededor ya no ves árboles, ves puras casas”, dice.

Hace más de mes y medio, dijo, recibió la última promesa de las autoridades municipales de que les llegaría puntualmente el agua, y otra vez le incumplieron.

Tampoco es que el servicio les llegara diario a sus casas, cuando es regular es cada 15 días.

“Nos están sobrellevando y nos dicen ya están preparadas las válvulas, en la tarde noche cae agua y no ha llegado. Hasta ahorita por la presión que estamos haciendo ya vinieron a abrir las válvulas, dice el director que ya nos va a empezar a caer agua en una hora. Nosotros no nos vamos a mover hasta que nos caiga el agua y nos caiga de una manera que debe de ser”, contó la vecina ayer por la mañana.

El argumento de personal de la Capach es que no hay luz y que la bomba no sirve.

María del Socorro vive junto con tres familiares adultos y ante la falta de agua, se coopera con una vecina para comprar una pipa de agua de 12,000 litros cada mes. La pipa de agua les cuesta 700 pesos.

Además paga 189 pesos cada mes a la Capach por un servicio con el que no le cumplen.

El personal de la Capach no les cumplió otra vez. Al parecer sólo querían que desbloquearan las calles. Lo hicieron hasta las 7:40 de la tarde, pero se retiraron con la advertencia de regresar este martes a bloquear.

Esta mañana también se sabe que vecinos del barrio de San Mateo bloquearan las calles Canuto Neri y Belizario Domínguez, a la altura de la calle Narciso Mendoza.

 

Agua para todxs

Este mismo lunes académicos y especialistas en el tema del agua, agrupados en la organización Agua para todxs, informaron sobre la escasez de agua en Chilpancingo, a propósito del Día Mundial del Agua.

El catedrático de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro), Alfredo Méndez Bahena, manifestó que la capital tenía una gran cantidad de manantiales, uno de ellos estaba donde ahora está el zoológico, pero se perdieron por la sobrepoblación.

A eso agregó la privatización de los manantiales, donde ahora los dueños de pipas surten el agua para venderla.

“La cuenca de Chilpancingo dispone de agua para abastecer más de 20 veces a la población asentada, pero el pésimo manejo de la cuenca y la estacionalidad de las lluvias dificultan o impiden su aprovechamiento. Una gestión adecuada de la cuenca debería garantizar el abasto a todas las familias de Chilpancingo”, se lee en un comunicado que los integrantes de la organización repartieron.

El especialista explicó que las lluvias caen durante medio año, pero el problema es que no existen estrategias institucionales para retener agua en la cuenca.

“Tenemos un cálculo de cuánta agua podríamos abastecer si tuviéramos un sistema de captación sólo en los edificios públicos: Palacio de Gobierno, tribunales, escuelas, canchas techadas de las colonias”, compartió.

Ese cálculo es parte de una propuesta que presentaron a diputados locales hace dos años, pero nunca tuvieron resonancia.

La propuesta de los integrantes de Agua para todxs es que la población presione para que las autoridades busquen alternativas para otorgarles el servicio de agua.

 

 

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