«Hubo paz» dice obispo emérito sobre el acuerdo que tuvo con líder de un grupo del crimen organizado en Semana Santa en Taxco

Texto: Amapola periodismo

Fotografía: José Luis de la Cruz (Archivo)

9 de abril del 2023

Chilpancingo 

 

El obispo emérito Salvador Rangel Mendoza aseguró que a través de un interlocutor el dirigente de un grupo del crimen organizado le prometió que la Semana Santa en Taxco se realizaría en paz y así se cumplió.

«Ojalá y quiera Dios que esos señores cumplan su promesa y vi que sí», dijo el prelado en entrevista.

Unos días antes de que iniciaran los actos religiosos de Semana Santa, usuarios de las redes sociales denunciaron que miembros del grupo del crimen organizado de la Familia Michoacana (FM) exigían a los dirigentes de la Hermandades que les entregaran la lista de los nombres de los penitentes que iban a realizar el recorrido cargando en el hombro los rollos de varas de zarza.

La Hermandad se le dice a los encargados de las procesiones religiosas.

Los integrantes de la FM pretendían cobrarles a dos mil pesos el rollo de varas de zarza a los penitentes que en número de participantes en las peregrinaciones ronda entre los 300 y 500.

Rangel Mendoza aseguró que las extorsiones a los penitentes por parte de la delincuencia fue solo «un rumor».

«Pero hubo el acuerdo de que las autoridades del ayuntamiento de Taxco pagaron los rollos de varas de zarza a los penitentes», dijo Rangel Mendoza.

El obispo emérito contó que hace días habló con un contacto y le dijo que el hijo del «Rani» (Roberto Carlos Zagal, alías el Pelón y líder de la FM) prometió que la Semana Santa en Taxco se iba a desarrollar con tranquilidad y paz.

Carlos Zagal, «El Pelón», es hijo de José Ranulfo Zagal, alías «El Rani», ex líder de la FM que en el 2020 fue detenido por fuerzas de seguridad federal y estatal y actualmente está en prisión.

«El Rani» le heredó el cargo a su hijo Carlos Zagal quien tiene bajo su control Taxco y los municipios vecinos de Pilcaya y Tetipac realizando todo tipo de acciones delictivas como extorsiones y cobro de piso.

«Antes de que el Rani fuera detenido tuve pláticas con él para plantearle la pacificación de Taxco y otros municipios de esa zona», reveló el obispo emérito.

En el 2015, Rangel Mendoza fue designado por el Vaticano como obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa y desde su llegada ha dado a conocer públicamente los encuentros que ha tenido con líderes de organizaciones del crimen organizado a quienes les ha planteado la pacificación de Guerrero.

En abril del 2022, Rangel fue designado obispo emérito y le entregó el obispado a monseñor Jesús González.

«Yo hablo con esas personas (líderes de las organizaciones criminales) sin ningún compromiso que me beneficie y solo busco que haya paz», afirmó Rangel Mendoza.

Afirmó que después de que se desataron las versiones que se les estaba extorsionando a los penitentes, el gobierno envió a Taxco a elementos del Ejército, Guardia Nacional y Policía estatal para patrullar la ciudad.

Siguen las desapariciones en Taxco

Pese a que días antes de las actividades  religiosas la gobernadora Evelyn Salgado Pineda puso en marcha un operativo especial de seguridad en Taxco, presuntos miembros de la Familia Michoacana secuestraron al profesor Germán García Hernández y Francisco Gabriel Hernández.

La Guardia Nacional y la Policía estatal así como la Comisión Estatal de Búsqueda realizan la búsqueda de los dos desaparecidos.

El 28 de febrero pasado, el servidor de la nación Miguel Huerta Torres, fue secuestrado por una mujer y un hombre armados cuando estaba en una asamblea en la comisaría de la comunidad de Temaxcalapa, del municipio de Taxco.

Aparte de Huerta Torres, hay cuando menos otras diez personas desaparecidas en esa zona rural de Taxco.

Los pobladores que ya constituyeron la Unión de Pueblos, denunciaron que el secuestro del servidor de la nación es el mismo modus operandi de las otras personas que fueron llevadas por la fuerza por integrantes de la FM.

«No hay ninguna búsqueda de nuestro amigo Miguel por parte del gobierno federal y estatal y nosotros no sabemos si bajar la guardia o seguir la lucha porque aquí en Taxco la delincuencia es la que manda y no la autoridad», dijo una persona allegada a Huerta Torres.

El obispo emerito Salvador Rangel Mendoza durante una misa celebrada en Chilapa, el pasado 28 junio del 2020, a su lado el párroco Filiberto Velázquez Florencio, director del Centro de Derechos Humanos de la Víctimas Minerva Bello. Foto: José Luis de la Cruz (Archivo Amapola)

 

 

Los penitentes de San Antonio agradecen y cumplen mandas en Viernes Santo

El grupo de penitentes lo fundaron hace 30 años, tenía 22 integrantes, con los años ha disminuido la participación


Texto: Itzel Urieta
Fotografía: Oscar Guerrero
07 de abril del 2022

Chilpancingo

 

Claudia Yanet Aponte Mateos carga una cruz de unos 40 kilogramos cada Viernes Santo. Forma parte de la hermandad de penitentes del barrio de San Antonio desde hace 12 años, es quien lleva más tiempo en el grupo.

Este Viernes Santo, Claudia acudió al recorrido del viacrucis; cargó su cruz, utilizó una túnica blanca, una corona de espinas e hizo el recorrido descalza.

Para Claudia este es un acto de fe anual para pedir o agradecer por algo.

Comenzó desde los 12 años a participar en las actividades de Semana Santa de la parroquia; inició en las representaciones con el papel de mujer piadosa.

La primera vez que participó como penitente pidió al dios de la religión católica por la salud de una persona cercana a ella. De ahí se sumó todos los años.

Su abuela le inculcó y enseñó sobre la iglesia católica, siempre le dijo que la Semana Santa era la más importante y que debía «guardarse y respetarse».

«El recorrido es cansado por los factores que hay en el medio ambiente. Antes de salir yo me encomiendo a dios, voy rezando, creo mucho en él, yo siento que él me da la fuerza para soportar lo caliente del piso», comenta Claudia.

El grupo de penitentes tiene 30 años de haberse fundado, tenía 22 integrantes pero, de acuerdo con Claudia, ha disminuido la participación.

Los penitentes no sólo participan en Semana Santa, todo el año tienen participaciones en la parroquia. San Antonio es el único barrio que tiene un grupo de penitentes.

«Todos hacemos esto por alguna penitencia o alguna manda que tengamos. Muchos damos gracias, otros por algo que les pasó».

Claudia ya cumplió su manda, pero acude por fe; cada año sale para darle gracias por sus hijas y por su familia. Además, porque le gusta.

En el grupo hay hombres y mujeres, cada quien decide cuánto pesará la cruz que cargarán, también si irán o no descalzos.

«Algunos llevan la cruz menos pesada, pero su penitencia puede ser ir todo el camino descalzos, otros pueden ir con huaraches, pero con más peso en la cruz; cada quien decide».

Cualquier persona puede unirse al grupo de penitentes, sólo hay una condición, aportar y apoyarlo en sus actividades.

«Yo espero seguir hasta que dios me permita y pueda».

Los penitentes del barrio de San Antonio caminan descalzos sobre el asfalto. Foto: Oscar Guerrero.

 


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El viacrucis de Jesús en el barrio de San Antonio volvió a escena

 

 

El viacrucis de Jesús en el barrio de San Antonio volvió a escena

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

Entre las angostas calles del barrio de San Antonio, en Chilpancingo, un hombre con túnica blanca y corona de espinas camina mientras carga en su espalda una enorme cruz de 90 kilos. Es la representación de Jesús, interpretado por Luis González Alvarado.

Unas 500 personas, entre feligreses, devotos católicos y personas que sólo acudieron a mirar, avanza el contigente del viacrucis por las principales calles de San Antonio.

El contigente del viacrucis lo encabeza una figura del Padre Jesús de Petatlán, detrás iba la representación humana de Jesús y los soldados romanos, quienes lo azotaban, después los sumos sacerdotes judíos, María madre de Jesús, y las mujeres piadosas.

Más atrás del contigente caminaron los penitentes: un grupo de hombres y mujeres realizaron su propia penitencia con su cruz; muchos de ellos caminaron descalzos sobre el concreto caliente del mediodía.

Todo esto comenzó en la plazuela del barrio de San Antonio, cerca del centro de Chilpancingo, la cual lucía llena de personas. Niñas, niños, mujeres y hombres adultos acudieron a presenciar la representación de Semana Santa en el barrio.

Esta representación la realizan desde el 2003, por la pandemia de la Covid-19 la pospusieron tres años, este 2023 la retomaron.

Es de las pocas representaciones con personajes reales en la capital, la mayoría de los participantes eran originarios de San Antonio y ensayaron unos cuatro meses, tres horas diarias, para hacerlo.

Jesús, el personaje principal fue interpretado por Luis González Alvarez, él esperó tres años para este momento; obtuvo su papel en el 2020, pero la pandemia pospuso su participación.

El grupo de organización de Semana Santa respetó su papel y le permitieron interpretarlo este año.

Luis se preparó física y espiritualmente para ser Jesús.

De acuerdo con la iglesia católica, Jesús fue condenado a muerte un Viernes Santo, antes de morir crucificado, realizó un recorrido llamado viacrucis, en el que cargó una cruz pesada; fue azotado y maltratado, pero cumplió con lo que dictaba la sagrada escritura.

En la representación escenificaron las últimas horas de Jesús, es decir, los momentos de azotes y torturas a los que fue sometido por los romanos.

A las 10:30 de la mañana, en la plazuela de San Antonio, comenzó el juicio contra Jesús y la flagelación. A las 11:00 horas el recorrido de Jesús (representado por Luis) con la cruz.

La cruz pesa 90 kilográmos aproximadamente. Luis hizo el recorrido con su túnica blanca, huaraches, corona de espinas, y entre golpes y empujones.

El recorrido de dos kilómetros pasó por las calles Heroínas del Sur, Ignacio Allende y Altamirano, regresaron por Heroínas para volver a la plazoleta de San Antonio.

Durante el recorrido los soldados romanos golpeaban a Jesús con látigos de cuero.

Quienes eran los soldados romanos gritaron: «¡Levántate, no eres tú el dios de los judíos!». Después le dieron latigazos en su espalda al intérprete de Jesús.

Como lo dicta la tradición católica, fueron 13 estaciones, cada una dirigida por el párroco de la iglesia.

Algunos momentos importantes de acuerdo con la ilgesia católica representadas por los actores fueron las tres caídas de Jesús, el reencuentro con María (su madre), la ayuda del cirineo a cargar la cruz, la participación de Verónica cuando limpia el rostro de Jesús y el suicidio de Judas.

En total, unas 40 personas participaron en esta representación.

Durante el recorrido, personas del barrio y de las colonias cercanas ofrecieron agua y fruta a los feligreses.

Además de la representación del viacrucis, el grupo de penitentes del barrio también participó en el recorrido. Fueron 22 personas, entre hombres y mujeres, que con una cruz, descalzos, túnica blanca y una corona de espinas, cumplieron alguna manda o agradecieron por algún milagro.

Algunas personas vieron la representación desde los balcones de sus casas y, aun cuando todo era actuación, hubo quien no evitó cerrar los ojos mientras golpeban a Luis (Jesús), o quienes con cara de tristeza lamentaron el momento.

Al regreso a la plaza de San Antonio, a las dos y media de la tarde, ocurrió la crucifixión. En este punto, Luis se notaba cansado.

Para simular esta fase lo amarraron de pies y manos en la cruz de madera que cargó durante todo el viacrucis.

Con ese acto finalizó la representación del Viernes Santo en San Antonio, después del paréntesis de tres años por la pandemia.

Durante el recorrido no hubo incidentes. Estuvieron presentes unos 500 feligreses de Chilpancingo en todas las actividades del Viernes Santo en el barrio de San Antonio.

Elementos de la Marina Armada de México, de la Polícia Estatal, Municipal y Protección Civil acompañaron el recorrido.

La presencia de los elementos de la Marina sorprendió a algunas personas. Estuvieron presentes debido a la operación en conjunto con la Policía Estatal, Policía Municipal y elementos de seguridad federal, por el repunte de la violencia en Chilpancingo.

En el recorrido, el sacerdote de San Antonio que dirigió el viacrucis habló sobre amor al prójimo, el cuidado a los hijos y a la familia.

Los Cristos, representación religiosa de Taxco que atrae a propios y extraños

Texto y fotografía: Carlos Navarrete Romero

 

La noche de este jueves se celebró en Taxco de Alarcón la procesión de Los Cristos, representación religiosa, de las más relevantes en Guerrero, que contó con la participación de feligreses de diferentes comunidades y barrios del municipio, y que una vez más congregó a cientos de turistas locales y extranjeros.

Este acto forma parte de las actividades programadas por la iglesia católica para la conmemoración de Semana Santa. La procesión comenzó a las diez de la noche de ayer, en la iglesia de la Santa Veracruz, y culminó cerca de cinco de la madrugada de este viernes.

Para esta representación salieron a las calles de Taxco más de 60 imágenes de Cristo, provenientes de las diferentes capillas que hay en el municipio, y que fueron acompañadas por grupos de hermandades de penitentes: las ánimas, los cruzados y los flagelados.

Las ánimas son mujeres encapuchadas y vestidas de negro que llevan amarradas en pies y manos gruesas cadenas de metal; gran parte del recorrido lo realizan agachadas y cargando en sus manos un crucifijo.

Los encruzados son hombres encapuchados y con el torso desnudo que cargan en su espalda rollos gruesos de vara de zarsa que pueden pesar hasta 30 kilos.

Parte de la penitencia también implica que los encruzados usen un cabestro, que es un lazo especial para amarrar las varas y que pasa por la boca, provocándoles más dolor e impidiéndoles hablar y unir los labios.

Los flagelados también van encapuchados y con el torso descubierto, pero durante la procesión cargan en sus brazos una pesada cruz de madera. En cada pausa sueltan la cruz, se arrodillan y golpean su espalda con un lazo corto que tiene en la punta pequeños clavos que laceran la piel.

Regresa representación de Semana Santa al barrio de San Antonio, después de tres años de pandemia

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

 

En el tradicional barrio de San Antonio, en Chilpancingo, Luis González Alvarado se prepara para representar uno de los papeles más importantes de su vida: el de Jesús, en la celebración de Semana Santa.

Luis esperó tres años para interpretarlo; obtuvo el papel desde 2020, pero por la pandemia de la Covid-19, la representación religiosa en el barrio fue pospuesta hasta hoy.

El barrio de San Antonio es el único lugar de Chilpancingo donde hacen la representación con personajes reales y en vivo; en otras parroquias e iglesias sólo realizan el recorrido con imágenes de los santos.

Luis es originario del barrio y participa en las actividades de la iglesia católica desde hace 15 años. Inició en la hermandad de los penitentes; ahí lo invitaron a participar con el grupo de Semana Santa de la parroquia, aceptó la invitación y comenzó como apóstol, personaje que hizo por dos años.

Debido a su partición activa en la iglesia y en el grupo de penitentes, la Coordinación de Semana Santa del Barrio de San Antonio le ofreció interpretar a Jesús.

«Me ofrecieron el papel, en su momento yo les dije que íbamos a ver, porque realmente el hacer el papel es algo muy delicado, mucha responsabilidad. Pasando el tiempo, por circunstancias que viví les dije que sí», comenta Luis.

Para interpretar a Jesús, Luis se preparó física y espiritualmente.

Hizo ejercicio, pues, el Viernes Santo, durante el Viacrusis, cargará una cruz que pesa unos 90 kilográmos.

Para prepararse salía a correr y levantaba pesas; su trabajo en una tienda de autoservicio, donde carga cajas de 20 kilográmos, también le ayudó en su proceso de preparación.

Luis también dejó crecer su cabello desde antes que le dieran el papel, cuatro años; después de la representación planea cortárselo y ofrecerlo como manda.

De acuerdo con Carlos Iván López Reyes, coordinador del grupo de Semana Santa, es el primer año que «un Jesús sale con su cabello natural»; en años anteriores utilizaban peluca.

La preparación espiritual consiste en hacer oración, confesarse, acudir a misas y horas santas.

«Me siento nervioso porque no es algo sencillo, vas a representar algo muy especial», agregó Luis.

En esta representación participan unas 40 personas. Los 12 apóstoles de Jesús, la virgen María, los soldados romanos y sumos sacerdotes son algunos de los personajes.

María, la madre de Jesús de acuerdo a la religión católica, será interpretada por María Guadalupe Morales de la Cruz, quien lleva cinco años participando en las representaciones.

El papel de María se lo ofreció la Coordinación al ver su activa participación en la iglesia. Antes María Guadalupe tuvo participaciones pequeñas, como una de las mujeres piadosas que seguían a Jesús.

Al igual que Luis, tuvo una preparación espiritual, oraba, participaba en misas y en horas santas.

«Me siento muy honrada de representar a nuestra madre, sé que es un papel importante que carga mucho peso. Espero poder trasmitir todo lo que nuestra madre sintió», comentó.

Francisco Alonso Nava interpretará a Judas, el discípulo que traicionó a Jesús.

Es el primer año que interpreta a Judas, él siempre representó al Cirineo, el hombre que ayuda a Jesús a cargar la cruz durante el Viacrusis.

«Lamentablemente nuestro compañero que interpretaba a Judas falleció hace un año», dijo Francisco.

Al igual que Luis y María Guadalupe, Francisco se preparó de manera espiritual, además es el vocal de logística del grupo de Semana Santa.

También es el integrantes que lleva más tiempo en las representaciones, 10 años.

Trabajo de organización y logística

Carlos Iván López Reyes, es el coordinador del grupo de Semana Santa del barrio de San Antonio. Antes de este cargo representó a Jesús cuatro años seguidos.

Iván se considera un joven de fe, él comenzó en las represetaciones po que le gustó; nunca tuvo una manda o penitencia específica.

Comentó que la representación de Semana Santa en el barrio comenzó en 2003.

En el 2020, por las restricciones y el confinamiento que generó la pandemia Covid-19, la representación se pospuso tres años. El año pasado sólo hubo imágenes. Esta vez la retomarán.

Desde que terminó la Semana Santa del 2022 comenzaron con los preparativos para este año.

Este es el primer año de Iván como coordinador; también tendrá una participación como soldado romano.

La representación general del Viernes Santo consiste en realizar un recorrido de dos kilómetros por las calles aledañas del barrio de San Antonio, que representan las 13 estaciones por las que pasó Jesús antes de ser crucificado.

Un día antes representan la última cena y el lavatorio de pies.

Con la cuaresma huazontles, mole de pescado y tortas de camarón llegan al menú de los guerrerenses

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

Con la llegada de la cuaresma, tradición católica que plantea ayuno y no comer carnes rojas, el menú de muchas familias cambia al igual que en los restaurantes, fondas o establecimientos de comida, donde ofrecen platillos que ya se hicieron típicos de estas fechas.

La cuaresma es un periodo de 46 días, que va del miércoles de ceniza hasta la víspera del Domingo de Resurrección, periodo en el que algunas iglesias cristianas indican ciertos días de ayuno y penitencias en memoria de los cuarentena que ayunó Jesús en el desierto.

Las penitencias van desde la común, que es no comer carnes rojas, hasta la abstinencia, que los feligreses toman como un sacrificio.

Desde 1866, El Vaticano determinó que el ayuno y las penitencias durante la cuaresma son obligatorios el miércoles de ceniza y todos viernes antes de llegar al Domingo de Resurrección, además del Jueves y Viernes Santo.

La penitencia más común es la de no consumir carnes rojas, por lo que el menú en los hogares o lugares de expendio de comida es diferente.

En Chilpancingo, las cocinas económicas cambian la cecina y la carne de puerco por guisos como los huazontles, el mole verde de pescado y las tortas de camarón.

Uno de los lugares más concurridos y famosos por sus comidas, es el mercado de San Francisco. La fonda Bello Nido, se ubica en el interior de este mercado, desde hace 20 años. En todo este tiempo ha ofrecido un menú especial en Seman Santa.

María Zulema González Barroso, la encargada de la fonda, comenta que en su menú «meten de todo», porque hay personas que aun en esos días consumen carne, pero son más las que piden el menú de Semana Santa.

«Desde el miércoles de ceniza se empienza a vender lo que son las tortas de papa, las tortas de camarón, los chiles rellenos, todo lo que son los mariscos», comenta María Zulema, quien está a cargo del lugar.

De acuerdo a la experiencia de María Zulema, lo que más consumen las personas en esta época son los huazontles, los chiles rellenos, las tortas de camarón y los mariscos.

«El huazontle, las tortas de camarón, la sopa de habas y sopa de lentejas son las únicas comidas que se preparan en esta semana».

El platillo cuesta 60 pesos, acompañado de su guarnición.

Para María Zulema las ventas en esta Semana Santa están un poco bajas, «Tal vez es porque ya se puede salir más, todavía en la pandemia que la gente no podía salir tanto venían a comprar para llevar, ahora la gente ya puede salir y muchos se van a las playas y se van a consumir a otros lados».

«Aquí en el mercado somos como ocho personas que tenemos local de comida, todas la elaboramos con higiene, pero pues, cada quien tiene su sazón».

María Zulema recuerda que desde que su mamá inició con la fonda, también elaboraban este menú.

La cocina económica Doña Lupita, ubicada sobre la avenida Benito Juárez, también tiene los «meros efectivos para enfrentar la cuaresma».

«Ora si que cambiamos el menú porque mucha gente llega y pide comida que no tenga carne y, como dicen, al cliente lo que pida», dice Guadalupe García, quien atiende la cocina económica.

El huazontle es un planta comestible que data de la época prehispánica y en esta época se cocina capeada con huevo y acompañado de una salsa que puede ser verde, roja o mole.

Guadalupe considera que este platillo es su especialidad.

Al ser un alimento del campo y que se da en las hortalizas de pequeños productores de la región, suele ser económico, y es una de las opciones para quienes quieren algo más que pescados y mariscos en estas semanas.

La planta de huazontle son ramas con pequeñas bolitas, que son sus semillas adheridas en las hojas; son primos del amaranto y la quinoa.

Del huazontle se consume todo, las hojas, las ramas y las semillas. El platillo se consume en todo México, es más común en el centro del país, especialmente en Tlaxcala, Estado de México, Guerrero, Morelos y la zona rural de la Ciudad de México.

En otros estados es conocido como cabellera de amaranto o escobitas y se puede cocinar en tortas, pero el plato más conocido es capeado, relleno de queso y aderezado con caldillo de jitomate.

Otros de los platillos más comunes es el mole verde de pescado, más común en las comunidades de la Montaña Baja.

El mole es uno de los platillos más representativos de México, existe una gran diversidad de ellos, el centro y el sur del país es donde se concentran casi todos los tipos de moles.

Uno de los más tradicionales en Guerrero y que se consume en la cuaresma y en Día de Muertos es el mole verde de pescado. Este mole también lo ofrece Guadalupe.

El platillo tradicionalmente se prepara con pescado seco, porque era el único al que tenían acceso las comunidades más alejadas.

El mole se hace a base de la semilla de la calabaza triturada, diversos condimentos, chiles verdes, especias y algunas hierbas aromáticas verdes.

Una vez preparado y cocido el mole, se agrega el pescado seco y se deja hervir durante 15 minutos más.

Otro platillo común para esta temporada son las tortas de camarón, con su característico sabor salado.

En un recorrido que hizo Amapola, periodismo transgresor por el mercado, se constató de que todas las fondas tienen en su menú huazontles, tortas de camarón y chiles rellenos.

La mayoría de las personas prefieren los huazontles, seguido de las tortas de camarón y chiles rellenos.

«A mí me gusta mucho el camarón, pero en tortas no, porque lo siento muy salado y cómo que tierra», comentó Andrés, un comensal de la fonda.

Para las tortas, el camarón se desmenuza y se capea con pan molido y huevo, para después pasar a freír.
Depende del gusto del comensal, pueden ir secas o acompañadas con mole rojo.

Adriana es otra comensal, ella prefiere los huazontles para consumir con su familia durante estos días. «Son muy ricos y son una buena opción para no comer carne, además son de temporada, no se comen diario», comenta.

Estos platillos son una opción para los días de Semana Santa, y ya es común que cada año se consuman en familia.

 

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