Texto: Margena de la O
Foto: Archivo/La Verdad Juárez
Chilpancingo
Martes 28 de enero del 2025
El Centro de Defensa de los Derechos Humanos José María Morelos y Pavón (Centro Morelos) monitorea a los 290 migrantes en Estados Unidos que ha acompañado en todo su proceso desde salieron desplazados de manera forzada por violencia criminal de sus pueblos de la Sierra de la zona Centro de Guerrero y pidieron en asilo político en el país vecino, por el riesgo de que sean deportados por las órdenes ejecutivas del presidente Donald Trump.
La directora del Centro Morelos, Teodomira Rosales Sierra, ha denunciado que el problema es que todos ellos podrían volver a los mismos escenarios de violencia por la que huyeron, porque las cosas no han cambiado en Guerrero.
En noviembre de 2018, unos 1,800 habitantes de la región abandonaron de manera forzada sus casas por el ingreso de personas armadas que los quisieron obligar a permanecer bajos sus órdenes. Después de su desplazamiento a Chichihualco, cabecera municipal de Leonardo Bravo, varios de ellos decidieron emigran a los Estados Unidos por asilo, una posibilidad que brindó el expresidente Joe Baiden.
Aun con su condición de asilo, los migrantes desplazados de sus pueblos por la violencia han permanecido en el país sin fuertes garantías migratorias, lo que les coloca en la misma posición que los migrantes ilegales, en particular ahora ante las acciones endurecidas de Trump contra los migrantes.
Los 290 migrantes están distribuidos en varios lugares de California, Texas, Alabama, Tennessee y otros tantos en Chicago, Illinois, informó la directora del Centro Morelos, quien desde la semana pasada comenzó a hacer contacto con ellos.
Aclaró que hasta el momento no hay deportaciones, pero están vigentes las tres órdenes de deportación que ya recibieron tres integrantes del grupo de desplazados ubicados en Alamaba, como lo informó hace unos días. Comentó que debido a que en muchas zonas de estos lugares ha nevado, por la temporada, las personas evitan salir a la calle y, a su vez, eso impide por ahora sus deportaciones.
Pero de Texas recibió el reporte que hace unos días hubo cacería de migrantes de parte de agentes oficiales, por fortuna, comentó, no les tocó a ninguno de los que salieron desplazados por la violencia de Guerrero o del grupo que acompaña. El asunto, dijo, que el riesgo sigue.
Lo que hace por ahora para ayudar a los desplazados en asilo es vincularse con organizaciones internacionales para crear mecanismos de interlocución ante el gobierno estadounidense.