Con las 113 víctimas de homicidio en mayo, también se sepultó una lucha por los bosques

Texto: Beatriz García

Fotografía: José Luis de la Cruz / Archivo

14 de junio del 2021

Chilpancingo

 

Antes de regresar a Jaleaca de Catalán, municipio de Chilpancingo, el comisario de la localidad, Marco Antonio Arcos Fuentes, pasó a comer a una taquería. Eran las 6:30 de la tarde del 21 de mayo. Hasta ahí llegaron hombres armados y le dispararon; minutos después murió.

 

El comisario, de 45 años, también era defensor de los recursos naturales de su localidad, meses antes lo hizo público.

 

Ahora, él forma parte de los 113 asesinados durante mayo: 98 hombres, 14 mujeres, un a de ellas transgénero. También fue hallada una osamenta.

 

Durante mayo se registraron 22 asesinatos más que en abril. Además de los 114 asesinatos registrados, colectivos de familiares de desaparecidos y asesinados en el estado localizaron 26 restos humanos, que posiblemente corresponden al mismo número de personas.

 

Ese 21 de mayo, Marco Antonio comía en la taquería No que no, en la calle principal de la colonia Omiltemi, al oriente de la capital, un asentamiento que queda de paso rumbo a Jaleaca.

 

Fuera del establecimiento estacionó su camioneta, una Nissan NP300 color gris. Apenas comenzaba a comer cuando al lugar ingresaron hombres armados que sin dar explicación dispararon contra él, según datos que recaudaron policías que llegaron al lugar.

 

El defensor de bosques quedó tirado a un lado de las mesas y sillas, en la entrada de la taquería, no murió al instante, respiraba.

 

Una llamada alertó al número de emergencia 911, entonces llegaron elementos policiacos y de la Cruz Roja para darle los primeros auxilios al comisario, pero ya había muerto.

 

Efectivos policiacos y personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) acordonaron la zona. El cadáver del comisario fue trasladado a las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo), para hacer la necropsia de ley.

 

El cadáver de Marco Antonio fue entregado a sus familias, para velarlo y sepultarlo en la comunidad, donde organizó a la gente para que en febrero pasado protestaran en la capital en reclamo de que les dejaran en paz sus bosques.

 

Sus familiares dijeron que desconocían el motivo por el que lo asesinaron; en la comunidad no tenía problemas con nadie.

 

El 4 de febrero pasado fue la primera vez que el comisario encabezó una protesta masiva en la capital, después de que por 10 años, pobladores de la colonia General Heliodoro Castillo (Chicahuales), municipio de Chilpancingo, talaron los bosques de Jaleaca y con ello perjudicaron los vertederos de agua, como en el caso del Río Papagayo, denunció ese día Arcos Fuentes.

 

Ese mismo día el comisario y los pobladores acusaron a las autoridades ambientales, como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semaren) de ser cómplices del saqueo de sus bosques.

 

Pero las denuncias del defensor de bosques no terminaron el 4 de febrero, siguieron.

 

Quince días después, los pobladores de Jaleaca junto con el comisario retuvieron en la localidad a funcionarios de dependencias ambientales, porque el día que marcharon en Chilpancingo les prometieron frenar la tala, pero no sucedió. Liberaron a los funcionarios.

 

Después, el 27 de febrero, el comisario desde muy temprano hizo pública la irrupción de hombres armados a Jaleaca. Los armados hirieron a una anciana en una mano, golpearon y desarmaron a policías rurales.

 

Ese día Marco Antonio denunció que una semana antes, la policía rural de Jaleaca decidió armarse con armas cortas y escopetas, ante los “atropellos” que estaba viviendo la localidad. El 27 de febrero los hombres armados también llegaron a la casa del comisario, aunque no entraron sí dialogaron con él.

 

La violencia de mayo se concentró en 16 municipios

En mayo la violencia se desató en 16 municipios del estado, donde dejó el saldo de 113 personas asesinadas. El municipio con mayor número de asesinatos fue Acapulco, que acumuló 62.

 

El 15 de mayo es el día que más asesinatos se documentaron en el puerto: cinco. Fueron en hechos distintos. Entre las víctimas está un hombre de quien encontrado su cadáver en la colonia Venustiano Carranza, después una mujer fue asesinada en un palenque de gallos, dos más en la colonia Frontera y en la colonia Progreso, respectivamente, y un abogado que fue herido a balazos días antes murió, quien era del departamento jurídico de la sección 19 del SUSPEG.

 

El resto de los asesinatos durante mayo ocurrieron en: Iguala 18, Chilpancingo seis, y en Chilapa, Tlapa, Copala, Eduardo Neri, La Unión y Taxco tres en cada uno. En Huitzuco, Zihuatanejo y San Miguel Totolapan dos en cada uno. En Coyuca de Benítez, Ometepec, Juan R. Escudero y Azoyú uno en cada uno.

 

 

Dos colectivos de familiares de desaparecidos y asesinados hallan 26 restos óseos

El 15 de mayo, después de 12 días de búsqueda de sus seres queridos en fosas, los integrantes del Colectivo de Familiares de Desaparecidos del Estado de Guerrero y el País hallaron un total de 16 restos óseos, que posiblemente correspondan al mismo número de personas. Por separado, integrantes del Colectivo Siempre Vivos, de Chilapa, ese mismo 15 de mayo, después de tres días de búsqueda en fosas en la Montaña baja, hallaron 10 restos óseos.

 

La representante del Colectivo de Familiares de Desaparecidos, Guadalupe Rodríguez Narciso, el día que finalizó la búsqueda, precisó que los 16 hallazgos se dieron en dos municipios. Quince de ellos se localizaron en cerros y barrancas de Leonardo Bravo y uno más fue hallado en Acapulco.

 

En el caso del Colectivo Siempre Vivos, el dirigente José Díaz Navarro informó que del 13 al 15 de mayo hallaron 10 restos óseos, pero en ese momento no iba un perito especializado para determinar si eran de animales o humanos, pero con la experiencia de los familiares y los cuerpos policiacos que los acompañaron tenían un 80 por ciento de certeza que si eran huesos de personas. Los restos se localizaron en un sitio cerca del bulevar denominado Los Ajos, en la salida de Chilapa, rumbo a Tlapa.

 

Los restos hallados por ambos colectivos fueron trasladados al Servicio Médico Forense (Semefo) para estudiarlos y poder identificarlos. También estos hallazgos podrían ser de víctimas del mes.

 

 

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