Gabriel Vargas, uno de los violinistas del centro de Chilpancingo

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

 

Gabriel Gatica Vargas es originario de Chilpancingo, tiene 34 años. Sale todos los días con su violín, una bocina y su celular a las calles de la ciudad a tocar canciones.

Comenzó sus estudios en la escuela de música Margarito Damián Vargas, pero culminó en la escuela José Ocampo Sevilla una carrera técnica de violinista, ambas ubicada aquí en Chilpancingo.

También toca la guitarra, pero el violín es lo que le apasiona. Es integrante del conjunto de cuerdas de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro)

Antes de dedicarse por completo a la música, Gabriel trabajó en algunas empresas refresqueras como promotor de preventas, fue en ese lapso donde tuvo un accidente, mismo que le dejó daños físicos que le impidió seguir en esos trabajos.

Tuvo una fractura en el húmero izquierdo; tiene una placa con siete tornillos en su hombro. “Por suerte pude tocar todavía. Si no podía volver a tocar me iba a poner muy triste”, comenta.

Gabriel estudió música porque es algo que le gusta, pero no lo veía como una forma de vivir. Ahora es su principal forma de ingreso.

Gabriel sale a tocar en el Centro de Chilpancingo, se instala frente al banco BBVA, a veces en el andador Emiliano Zapata, o pasa a restaurantes o busca eventos privados. En los restaurantes le va un poco mejor.

Gabriel toca las melodías con su violín y la gente pasa lo escucha y dejan una cooperación voluntaria.

“Considero que sí he tenido una buena aceptación con la gente, a veces hay días en los que tienen gastos, como el 14 de febrero que acaba de pasar, pero en general sí me apoyan”.

Su repertorio es variado, toca baladas, rock, música de los 60, boleros y tangos. “Es un poquito variado para todos los gustos”.

Esta actividad le permite tener el sustento económico para los gastos de su casa y de su hijo de siete meses.

“Espero poder seguir en el conjunto de cuerdas de la Universidad, tocar aquí y que más gente me conozca”.