Sigue parada la obra de la biblioteca del Congreso, sin fecha para reanudarla

El Congreso local mantiene en la opacidad la razón de demoler el edificio que, de acuerdo con dictámenes físicos, presentaba por deterioro


Texto: José Miguel Sánchez

Fotografía: Óscar Guerrero 

Chilpancingo

 

El diputado y presidente del Comité de Biblioteca del Congreso local, Adolfo Torales Catalán, informó que la reconstrucción del edificio de la Biblioteca Siervo de la Nación la ven lejana, debido a los procesos burocráticos que hay entre la administración del Poder Legislativo y la Secretaría de Obras Públicas, dependencia del gobierno estatal que lleva la obra.

Entrevistado al término de la sesión de este miércoles, Torales Catalán dijo que el Comité de Biblioteca pidió un informe a la actual presidenta de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Yoloczin Domínguez Serna, para saber la situación actual de la reconstrucción del inmueble.

“Lo que nos respondió (Domínguez Serna) es que está viendo esa situación directamente con la dirección de Obras Públicas del gobierno del estado y que de haber una respuesta favorable nos lo informará”, mencionó.

Al cuestionarle cuándo comenzaría la reconstrucción del inmueble, el diputado dijo que aún no hay fecha, “la verdad va para largo, la vemos lejos si soy sincero”.

A casi un año de que el inmueble de la biblioteca fuera demolido, y seis de que la obra quedara inconclusa, los diputados siguen sin hacer público quién fue el responsable de la demolición del inmueble y sin publicar la razón para hacerlo.

En enero de este año comenzaron la demolición del edificio y, en su momento, los diputados acusaron al entonces presidente de la Jucopo, Alfredo Sánchez Esquivel, de tomar decisiones sin consenso, unilaterales y sin transparencia.

De acuerdo con información de la Secretaría de Obras Públicas, hasta el momento de su demolición habían invertido 10 millones de pesos.

A seis meses de comenzar la demolición, los trabajos de reconstrucción fueron detenidos; actualmente solo están los cimientos de la construcción, donde está estancada agua sucia, basura y hierba que creció en la temporada de lluvias.

Por su parte, el secretario de Prevención de Riesgos y Protección Civil de Guerrero, Roberto Arroyo Matus, informó que la biblioteca presentaba “poco deterioro” y “problemas de humedad”, por lo que se desconocen los motivos de la demolición.

Arroyo Matus informó que existen dos dictámenes sobre la biblioteca emitidos por la administración estatal pasada del priísta Héctor Astudillo Flores, donde menciona que en el edificio “había deterioros, sobre todo debido al paso del tiempo, que estaban provocando algunas filtraciones de humedad, y básicamente era eso”, mencionó el secretario.

Explicó que la decisión de demoler la biblioteca la tuvo que realizar un director responsable de obra, pero que ellos ya son “entes autónomos y privados”.

El contexto de la demolición de la biblioteca genera en el Congreso local, siempre que se aborda en pleno, discusiones entre los diputados.

Durante la sesión del pasado 15 de noviembre, discutieron los morenistas Alfredo Sánchez Esquivel, ex presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) y la actual presidenta del citado órgano, Yoloczin Domínguez Serna.

La demolición de la biblioteca ocurrió durante la administración de Sánchez Esquivel en un marco de opacidad y señalamientos por parte de sus compañeros diputados, por no transparentar la información sobre la obra.

Domínguez Serna aseguró que tiene en su poder un dictamen donde establece que no es necesaria la demolición de la biblioteca y que hubo recursos destinados a la construcción que no se ejecutaron con tal fin.

Por su parte, Sánchez Esquivel catalogó de “ignorante” a Domínguez Serna.

Por las declaraciones de Sánchez Esquivel, diputadas de Morena y el PRI señalaron, en tribuna, de misógino a Sánchez Esquivel.

Hasta el momento, la información sobre la biblioteca es escasa.

Durante la comparecencia de la secretaria de Obras Públicas en el Congreso local, Irene Jiménez Montiel, el pasado 23 de noviembre, priistas y perredistas la cuestionaron por la obra detenida. Ante ese interrogatorio no hubo respuestas claras de Jiménez Montiel.

A la fecha la obra continúa tirada.