En su cuarto año, AMLO despliega a 46% más militares y guardias para contener a migrantes; detenciones llegan a 345 mil

Texto: Manu Ureste / Animal Político

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2 de septiembre del 2022

 

Durante el cuarto año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, entre septiembre de 2021 y junio pasado, el Ejército, la Marina y la Guardia Nacional participaron en operativos de “contención” que derivaron en la detención de 345 mil 584 personas migrantes indocumentadas, una cifra récord que supone casi 200 mil migrantes interceptados más que durante el tercer año del presidente, así como un alza de 126%.

De acuerdo con estadísticas publicadas ayer en el Cuarto Informe presidencial, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) es la dependencia militar más activa en tareas de control migratorio: 256 mil 325 migrantes fueron interceptados, de los cuales 218 mil 402, el 85%, fueron detenidos en algún punto de la frontera sur.

Esta cifra significa que, en el cuarto año de López Obrador, el Ejército participó en operativos que supusieron la detención de 166 mil 610 migrantes más que el año previo, un 184% al alza.

Tanto la Sedena como la Marina y la Guardia Nacional no hablan en el informe de “detenciones” como tal, sino de operaciones “de rescate” en coordinación con elementos del Instituto Nacional de Migración (INM), que por ley son los únicos facultados para detener a personas que transiten por el país sin documentos.

Sin embargo, organizaciones civiles nacionales e internacionales, así como activistas y defensores de migrantes, refieren que en realidad el gobierno mexicano lleva al menos desde 2015 —cuando la administración de Enrique Peña Nieto puso en marcha el Plan Frontera Sur— utilizando a soldados y policías para detener migrantes indocumentados y deportarlos.

En cuanto a la Guardia Nacional, este cuerpo de seguridad participó en la detención de 60 mil 861 migrantes sin documentos, 9 mil 216 más que el año previo. La Marina informó que detuvo a 28 mil 668 migrantes, 160% más que en el tercer año de López Obrador.

En total, las tres instituciones reportaron haber participado en operativos que derivaron en la detención de 345 mil 584 personas migrantes. Este dato no concuerda con lo reportado por el propio INM: para el periodo septiembre 2021-junio 2022, el instituto informó que detuvo a 309 mil 430 migrantes, es decir, 36 mil 154 menos de lo reportado por Ejército, Marina y Guardia Nacional.

Por otra parte, de acuerdo con el Cuarto Informe presidencial, el número de elementos de la Guardia Nacional destinados a tareas de control migratorio casi se cuadruplicó este último año: de 2 mil 386 elementos desplegados por el país la cifra escaló a 9 mil 445 elementos, casi 300% al alza.

El número de soldados del Ejército también aumentó ligeramente en 2.5%: de 13 mil 663 militares pasó a 14 mil 013.

En cuanto a la Marina, se pasó de 16 mil 049 elementos a 23 mil 458, 46% más.

En total, de acuerdo con el Cuarto Informe, en el país hay desplegados 46 mil 916 elementos militares y de la Guardia Nacional en tareas de control migratorio, 14 mil 818 más que en el tercer año presidencial, otro 46% más.

Durante el cuarto año de López Obrador, también aumentó el número de migrantes que solicitaron la condición de refugiado en México: de 68 mil 706 personas que lo pidieron se pasó a 111 mil 964, 73% más.

No obstante, en el informe no se precisó a cuántas de esas personas se les concedió finalmente el refugio, y a cuántas se les denegó o su proceso sigue en trámite.

Son detenciones

Animal Político publicó el pasado 17 de diciembre un reportaje sobre cómo el gobierno de López Obrador militarizó la detención de migrantes, puesto que en el 82% de las capturas habían participado soldados y policías, según datos del Tercer Informe.

En ese entonces, y a preguntas de este medio por transparencia, Sedena, Marina y la Guardia Nacional precisaron en sus respuestas que su tarea se limita a brindar “seguridad perimetral” a los agentes del INM en los operativos de contención, puesto que esta instancia es la única facultada para detener a una persona por transitar sin documentos. Por ello, ninguna de estas corporaciones habló de “detenciones”, sino de “rescates” y operativos humanitarios.

Alberto Xicoténcatl, director de la Casa del Migrante de Saltillo, en Coahuila, aseguró en entrevista para ese reportaje que, en la práctica, los soldados hacen mucho más que establecer un perímetro de seguridad.

“Quien hace la detención, en términos administrativos, es el INM. Pero, en términos prácticos, quienes hacen los operativos para detener migrantes, quienes los persiguen y los suben en las camionetas detenidos son directamente la Guardia Nacional o el Ejército”, aseguró.

En Tenosique, en la frontera sur mexicana con Guatemala, fray Gabriel Romero, director de la Casa del Migrante La 72, también corroboró esta forma de operar.

“El INM y la Guardia Nacional trabajan a la par. La detención formal la hace el instituto, pero el operativo lo hace la Guardia Nacional”, dijo Romero, que detalló que entre Tenosique y Villahermosa, en un trayecto de apenas 200 kilómetros, contabilizaron al menos ocho retenes del INM y la Guardia. “Hablan de rescates, pero es obvio que son detenciones”, enfatizó.

En Tapachula, otra de las principales puertas de entrada de la migración de Centroamérica, el Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova ha documentado sobre el terreno que en los operativos conjuntos la Guardia Nacional emplea “tácticas castrenses” para “encapsular” y detener migrantes.

“Aunque en el papel sea un cuerpo de policía civil, todos sabemos que la Guardia Nacional tiene un corte militar. Y eso lo vemos claramente en las tácticas que utilizan”, expuso Yuriria Salvador, integrante del Fray Matías.

Además, dicho centro señaló que la Guardia Nacional está teniendo un papel muy notorio también en las estaciones y en los centros de detención provisionales, como en Huixtla y Huehuetán, en Chiapas.

“Hemos hecho visitas donde vemos que no hay ni un elemento del INM, que son los que deben tener a cargo a las personas migrantes, sino que está la Guardia Nacional y agentes de seguridad privada”, denunció la activista.

“Es muy visible que la Guardia Nacional se ha convertido en el brazo armado del INM y en el ejecutor de una política migratoria que está basada en la contención y en la detención de las personas migrantes y solicitantes de asilo, y en la militarización del instituto”, subrayó.