Personas con discapacidad exigen reforma para inclusión laboral; iniciativas, frenadas en Congreso y con resistencia de empresas

Organizaciones de personas con discapacidad exigen una reforma que obligue a las empresas a abrirles espacios. En las cámaras del Congreso hay iniciativas en la materia, aunque ninguna ha recibido apoyo para ser aprobada en su totalidad.


Texto: Eréndira Aquino / Animal Político

Fotografía: José Luis de La Cruz / Archivo

Aunque en las leyes vigentes en el país se reconoce que las personas con discapacidad no pueden ser discriminadas en la selección, contratación o tipo de empleo, en la realidad viven situaciones de exclusión y falta de oportunidades, lo que ha llevado a esta población a organizarse con la exigencia que se reformen las normas en la materia para una verdadera inclusión.

Desde 2021, el Movimiento de Personas con Discapacidad ha tomado como una de sus banderas la exigencia de trabajos dignos, ya que, de acuerdo con su fundadora, Martha García, no existe ninguna norma “que regularice el tema de contratación más allá de esperar que las empresas sean buena onda».

“Aun con lo que dice la ley, en muchas empresas existe todavía el sesgo de que no nos contratan por el tema de la discapacidad, o no tienen las condiciones de accesibilidad y los ajustes para que se pueda dar la contratación, y como nada los obliga no lo quieren hacer, el texto de la norma pasa desapercibido», comenta.

Este panorama ha llevado a las personas con discapacidad a articular su movimiento en todos los estados del país, para discutir cuáles son sus principales necesidades y llevar sus exigencias al Poder Legislativo.

¿Qué dice la ley sobre la inclusión laboral de personas con discapacidad?

La Ley Federal del Trabajo vigente establece que los empleos dignos son aquellos en los que “se respeta plenamente la dignidad humana del trabajador y no existe discriminación».

En su artículo 132, apartado XVI Bis, indica que una de las obligaciones de los patrones es “contar, en los centros de trabajo que tengan más de 50 trabajadores, con instalaciones adecuadas para el acceso y desarrollo de actividades de las personas con discapacidad».

El tema también se menciona en la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad, que en su artículo 11 señala que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social deberá diseñar, ejecutar y evaluar políticas públicas para que se incorporen al trabajo “atendiendo sus competencias laborales», y tendrá que instrumentar un programa nacional de empleo para esta población.

Sin embargo, ninguno de estos instrumentos contempla la exigencia a las empresas para incorporar a quienes viven con discapacidad, ni especifica cuáles son los ajustes que los espacios laborales deben contemplar para contratarles, ya que cada tipo de condición requiere de infraestructura distinta.

“No hablan de accesibilidad y ajustes razonables, son definiciones que no aparecen en la Ley del Trabajo; entonces, en los lugares donde presumen que se adaptaron todo mundo hace como que ya con lo que hayan hecho está, que hay ergonomía adecuada, pero no obedecen a la diversidad humana del colectivo», explica Cecilia Guillén, abogada integrante del Movimiento de Personas con Discapacidad.

Es por eso que, a través de la organización de foros y manifestaciones en diferentes estados, las y los integrantes del movimiento buscan ser tomados en cuenta dentro de las discusiones que se encuentran pendientes para ampliar las garantías de empleo de esta población.

Las iniciativas pendientes

En diciembre de 2018, el grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano en el Senado promovió una iniciativa de reforma a la Ley Federal del Trabajo, para que todas las empresas cuenten con instalaciones adecuadas para personas con discapacidad.

La iniciativa propone la adición del Título Quinto Ter a la legislación, para describir y desarrollar las obligaciones de las autoridades y de los patrones en temas de contratación, capacitación, formación y profesionalización.

Establece “la obligación de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social para que en coordinación con las autoridades de las entidades federativas desarrollen programas dirigidos a promover políticas públicas, promover acceso a bolsas de trabajo, fomentar la inclusión laboral, entre otros, de las personas con discapacidad», y enuncia el derecho de estas de “solicitar a sus empleadores los ajustes razonables que requieran».

En adición a la esta propuesta legislativa, en octubre de 2019 la senadora Patricia Mercado presentó un dictamen para que también se contemple la medida de que las empresas con más de 20 trabajadores otorguen, por lo menos, el 5% de sus plazas a personas con discapacidad.

El dictamen fue aprobado por el Senado en febrero de 2022, por lo que fue turnado a la Cámara de Diputados para su discusión, lo que aún no sucede.

Otra reforma a la Ley Federal del Trabajo que se encuentra en pausa fue propuesta por la diputada Yessenia Olua, de Morena, que busca que se establezca en el artículo 7 un apartado Bis, en el que se determine que en toda empresa el patrón deberá emplear mínimo 4% de trabajadores con discapacidad, excepto aquellos establecimientos “que por naturaleza en sus actividades puedan ocasionar un riesgo laboral».

También establece que a los patrones que no cumplan con estas obligaciones, y su plantilla laboral sea de más de 100 trabajadores, se les impondrá una multa equivalente a entre 250 y 2 mil 500 veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA), lo que equivale a entre 25 mil 935 pesos y 259 mil 350 pesos. Sin embargo, esta iniciativa presentada en abril aún no ha sido discutida.

La resistencia al cambio

La senadora Mercado reconoce que las propuestas de hacer obligatoria la contratación de esta población han encontrado resistencia por parte del sector empresarial, que reclama que en poco tiempo le han pedido muchos cambios, como el aumento de vacaciones, el incremento del salario mínimo y el fin de la subcontratación o outsourcing.

“Las organizaciones de personas con discapacidad han estado en comunicación con legisladores, han buscado a los asesores de algunos y han intentado hacer presión sobre esta reforma, pero no ha habido posibilidades. La cuestión es que se necesita que exista voluntad, una voluntad que yo no he visto en la mayoría parlamentaria», comenta en entrevista.

En el caso de los empresarios, en diversas conversaciones le han expresado “que son muchas cosas demasiado rápido, piensan que se les imponen cosas con las acciones afirmativas, y lo que yo les he planteado es que tuvieron 30 años para poner solos las reglas pero no las pusieron; entonces, el Estado tiene que garantizar los derechos humanos, y uno de ellos es el del trabajo».

“También hemos tenido reuniones con ejecutivos encargados de la inclusión en algunas empresas y nos damos cuenta que en realidad estamos de acuerdo en las necesidades, pero la cuestión es que no sucede, no se da la reforma, lo que no significa que vamos a quitar el dedo del renglón», dijo.

La legisladora anunció que buscará impulsarla en el siguiente periodo legislativo, “que no es el último (de la actual Legislatura), pero ya es muy definitivo».

“Hoy tenemos al senador Eduardo Ramírez (de Morena) como presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, quien participó en el parlamento que se hizo sobre derechos laborales, por lo que él ha sido claro con su apoyo a estas propuestas; entonces, bueno, es una coyuntura nueva, buscaremos algún acuerdo para que posiblemente pueda reunirse con su homólogo en Diputados y podamos avanzar con la discusión», agregó.

 

Este texto es propiedad de Animal Político y lo reproducimos con su autorización. Puedes leer el texto original en este enlace.

Edith Nájera y su esfuerzo que la convirtió competidora nacional en atletismo

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

“Me soñé con una prótesis y me soñé con una familia y, dije, lo voy a lograr. Voy a estar bien y voy a tener una familia”, así lo  decretó Edith Nájera Nájera mientras estaba en terapia intensiva después del accidente en motocicleta donde perdió la pierna izquierda.

El 12 de junio de 2015, Edith viajaba con otra persona en motocicleta; se dirigía a su trabajo. A la altura del Congreso local se impactó: “quedé atrapada en la defensa, como ahí me quedé mi pierna izquierda se me fue desgastando en el pavimento”.

Después del accidente la trasladaron al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), el más cercano. Ese mismo día le hicieron la cirugía de la pierna; no pudieron salvársela.

Necesitó otras cirugías y la trasladaron al hospital Vicente Guerrero, en Acapulco, donde estuvo hospitalizada unos cuatro meses.

Edith cree que sus pensamientos –que nombra como sueños– mientras estaba en terapia intensiva la motivaron o ayudaron a no caer en depresión. Adaptarse a su nueva condición no fue fácil, pero contó con el apoyo de su familia, que siempre la hacía valorar que está viva.

En la actualidad Edith usa una prótesis y es mamá de Juan, quien tiene cuatro años.

Consiguió la prótesis en par de meses después de la alta del accidente con gestiones que hizo ante legisladores, y acudió a terapias para adaptarse a ella. Ya sabía qué quería hacer.

Desde antes ella practicaba basquetbol, voleibol y solía correr. Retomó el basquetbol, se apuntó natación, y volvió a correr en pista.

Ingresó al Club de Deporte Adaptado Avispones de Chilpancingo hace un año por invitación de un primo. “Siempre voy a estar eternamente agradecida con él (su primo) por haberme acercado aquí”.

El entrenador del club, Diego Reyna Cortez, le comentó sobre la competencia de los 44 Juegos Nacionales Deportivos en Silla de Ruedas y Amputados Uruapan 2023.

“Mi entrenador Diego me dijo que iba a haber unos juegos nacionales, me preguntó si quería ir y le dije claro que sí, vamos a probar la prótesis porque estaba nueva”. La animó y determinó para competir en la carrera de los 100 metros planos.

Edith entrenó dos meses antes de la competencia. Al llegar a Uruapan vio que había muchas personas en su misma condición lo que terminó por animarla. “A mí me motivó mucho hablar con personas que tienen otras discapacidades y también compiten, uno puede pensar que están limitados, pero no, los límites solamente están en tu cabeza y tú te los pones”.

En el momento de la competencia Edith estaba nerviosa, le sudaban las manos, pero su mirada estaba puesta en la meta.

En ese momento no pensó si las otras competidoras llevaban más o menos años de entrenamiento que ella, estaba concentrada en correr y disfrutar. Uno de sus compañeros le dijo, “es tu primera vez en competencia, disfruta”.

“Corrí y gané. Al último saqué un grito desde dentro, sentí que me liberé”.

Edith logró la medalla de oro en esa competencia, la medalla se la dedicó a ella misma por todo su esfuerzo.

El objetivo de Edith es continuar en el atletismo, participar en más competencias, representar al estado de Guerrero y ganar más medallas.

Ahora se prepara para una competencia de agosto próximo en Ciudad de México; espera traer otras medallas.

“No siempre vamos a estar mal, el sol vuelve a salir. Todo en esta vida tiene un propósito”.

Club de deporte adaptado en Chilpancingo, un espacio que potencia destrezas de personas con discapacidad

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

 

Cerca de la cancha de futbol que está al fondo de la Unidad Deportiva CREA, tres personas practican diferentes tipos de lanzamiento: bala, disco, y clavas, además de atletismo.

En personalidad y edad son diferentes, pero los unen dos razones, una es que tienen una discapacidad y la conexión al deporte. Son Efrén Corona, Marco Antonio Cortés y Edith Nájera, todos integrantes del Club de Deporte Adaptado Avispones de Chilpancingo.

Este club comenzó a funcionar desde hace 25 años; lo fundó Alejandro Hernández Iturio, el actual presidente de la asociación.

Lo fundó a raíz de un accidente donde perdió una de sus piernas, desde entonces utiliza silla de ruedas. Creó primero un club de basquetbol, la disciplina con la que comenzaron.

Diego Reyna Cortez, quien es el entrenador del club, supervisa el entrenamiento de los tres atletas. Él es originario de Chilpancingo, es profesor de educación física, tiene una maestría en Ciencias del Deporte y una certificación como entrenador paralímpico.

Estudió en Morelos, pero la falta de deporte adaptado en Guerrero aumentó su inquietud por contribuir. Desde que Diego se acercó al club, hace seis años, uno de sus objetivos era el implemento de más disciplinas, su intención siempre fue llevar al estado competiciones anuales locales, nacionales e internacionales.

Diego no recibe un sueldo como entrenador del club. Está en gestión de una beca para entrenadores, espera que con los resultados que ha brindado al club, se concrete.

“Me acerco con el presidente Alejandro Hernández Iturio y le cuento mi propuesta, me dice que primero trabajemos con el basquetbol en silla de ruedas y, primero, estuvimos trabajando con ellos. Regresando de la pandemia echamos a andar estos deportes, lo teórico ya lo traía y lo práctico es lo que complementa este conocimiento”, menciona.

Actualmente en el club hay 35 participantes; no todos son constantes, pero el grupo crece. “Lo que ahora queremos es fortalecer otras áreas para que en futuros juegos la delegación del estado sea más grande y haya mejores resultados”.

Una de las disciplinas en las que tienen poca participación es natación, de la que se encarga el entrenador León Castorena Franco.

Aun cuando el club funciona en Chilpancingo desde hace más de 20 años, Diego cree que les falta mejor difusión para que la información llegue hasta las personas con discapacidad y se sumen.

“Anteriormente las redes sociales no estaban tan en auge y una de mis propuestas que hice al presidente del club fue darle difusión en las redes. Sí nos ha ayudado a que lleguen algunos compañeros y a que la gente conozca lo que estamos haciendo”.

Apenas en 2022 abrieron la página de Facebook del club, hasta ahora su única herramienta de difusión.

Una de las dificultades que enfrenta el club es el poco apoyo al deporte adaptado por parte de las instituciones.

Entonces, expuso, es más complicado conseguir el apoyo económico. Han logrado que instituciones como el Instituto del Deporte de Guerrero (INDEG), el DIF estatal, el Ayuntamiento Municipal de Chilpancingo, y legisladores atiendan sus algunas solicitudes, por ejemplo recursos para viajar a competencias.

Para unirse al club no requieren ninguna cuota. Los integrantes actuales todos se conocen; platican, bromean y se dan ánimos entre ellos.

Los entrenamientos ocurren en diferentes lugares de la ciudad. Quienes hacen natación entrenan de lunes a viernes en las albercas recreativas de Mitzumaru y los sábados en el CREA.

Los que hacen atletismo practican en el gimnasio del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y los sábados practican en el CREA. Para el atletismo de pista las prácticas son en el Polideportivo y en el CREA.

“Vamos buscando espacios que nos brindan las unidades deportivas de manera gratuita”.

Además de hallar el área del deporte que más les acomode, para muchos el club es una forma salir de la depresión. Para muchos la discapacidad física es causa de algún accidente, lo que conlleva a un proceso de adaptación.

“Muchos llegan con esa situación de depresión, pero el deporte no sólo ayuda para la salud física, también ayuda a la salud emocional. A que ellos se integren y conozcan a personas que también tienen una discapacidad”.

El Club de Deporte Adaptado Avispones de Chilpancingo, tuvo una participación destacada en los 44 Juegos Nacionales Deportivos en Silla de Ruedas y Amputados Uruapan 2023, lograron medallas.

Edith Nájera se trajo a Chilpancingo de Michoacán la medalla de oro en la disciplina de atletismo, categoría de 100 metros planos. Efrén Corona la medalla de bronce en lanzamiento de clava, categoría F51.

Marco Antonio Cortez un tercer lugar en el ranking nacional de lanzamiento de bala, categoría F56.

Con estos logros Guerrero quedó en el 23 lugar del tablero.

“Si vamos a las diferentes unidades deportivas nos damos cuenta de que no hay deporte adaptado, pero estamos abriendo puertas, picando piedras para ser los precursores, ya están los pioneros, ahora nosotros queremos darle continuidad a esto que es el deporte adaptado en el estado”, dice Diego ya con la mirada puesta.

También un programa de inclusión para el Zoochilpan fue cancelado por ex director

Con este programa, en el zoológico habría un intérprete de Lengua de Señas Mexicana (LSM) que, además, capacitaría al personal del zoológico para que, entre otros cosas, tradujeran al lenguaje de señas los videos y eventos públicos del zoológico a personas sordas. Fuera el único del país inclusivo


Texto: Itzel Urieta y Amapola periodismo

Fotografía: Oscar Guerrero / Archivo

Chilpancingo

 

Otra de las irregularidades cometidas por el ex director del zoológico Zoochilpan, José Rubén Nava Noriega, es la cancelación del Zoológico Inclusivo, un programa pensado para personas sordas o con alguna otra discapacidad, de acuerdo con el informe de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales Guerrero (Semaren).

Con este programa, en el zoológico habría un intérprete de Lengua de Señas Mexicana (LSM) que, además, capacitaría al personal del zoológico para que, entre otros casos, tradujeran al lenguaje de señas los videos y eventos públicos del zoológico a personas sordas.

Esta cancelación fue ubicada en las líneas del mismo informe que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales Guerrero (Semaren) hiciera público sobre el caso del Zoochilpan.

En una conferencia de prensa el 1 de febrero, Nava Noriega explicó que toda la situación del zoológico era “una guerra sucia” en us contra orquestada por el titular de la Semaren, Ángel Almazán Juárez.

Dijo que el secretario tenía a muchos de sus familiares como trabajadores del zoológico, incluido su yerno Fidel Montemayor Zetina, quien era el intérprete del programa Zoológico Inclusivo.

“No sé qué profesión tenga su yerno, sólo sé que sabe eso de lenguaje de señas y por eso tenía un espacio ahí”, comentó Nava Noriega.

En esa conferencia Nava Noriega nunca explicó la razón del por qué ya no continuó con el programa Zoológico Inclusivo que estuvo en funciones unos tres meses.

Tampoco explicó qué hizo con el recurso económico destinado a ese programa.

De acuerdo con Emilia Silva Ramírez, integrante de Movimiento Silente, a través del cual promover la inclusión de personas sordas, son muy importantes estos programas de inclusión.

“Es importante que haya este tipo de programas para tomar en cuenta a las personas sordas o que tienen alguna discapacidad, para romper con esas barreras de lenguaje”.

Respecto al tema, Silva Ramírez agregó que ellos, como movimiento, desconocían el programa, pero “se necesita que esos programas tengan objetivos, que no sólo se hagan por moda. Se requiere de presupuesto y de alguien que les de continuidad”.

Personas sordas denunciaron que la cancelación de este programa es un acto de discriminación y “una violación a los derechos de las personas con discapacidad”.

Mediante un video difundido en redes sociales, Ernesto Escobedo Delgado,  licenciado en lingüística aplicada e investigador dentro de la comunidad sorda sobre política lingüística y la dignidad en el espacio de aprendizaje para los sordos, denunció los hechos.

“Es bien sabido que las personas con discapacidad por años hemos luchado por defender nuestros derechos, por ser escuchados y ser tomados en cuenta, es por eso que, después de tanta lucha, hoy en día existen leyes que nos amparan y nos protegen, lo sucedido en este parque Zoochilpan afecta al bienestar animal y, también, es una violación a nuestros derechos”, mencionó Escobedo Delgado en lenguaje de señas.

También dijo que con la cancelación del programa se perdió una oportunidad para el zoológico Zoochilpan de nivel internacional.

“Pudo haber sido el primer zoológico nacional inclusivo, pudimos haber visto congruencia del gobierno, ya que piensan y actúan verdaderamente en pro de las necesidades, sin embargo, un ex funcionario desechó, canceló y menospreció este gran proyecto de zoológico inclusivo. Este acto refleja discriminación y rechazo a la inclusión”.

 

Movimiento silente, un espacio para la inclusión

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: José Miguel Sanchez

Chilpancingo

 

Jorge Luis Silva Maldonado viajaba en una urvan del servicio público de Chilpancingo. Iba solo. Para bajarse tenía que pedirlo al conductor. No pudo hacerlo porque Jorge tiene discapacidad auditiva. Es sordo.

Jorge se bajó muchas cuadras después del lugar a donde iba.

Jonathan González Silva, primo de Jorge, explicó que el término correcto para dirigirse a estas personas es sordo o sorda, no sordomudos. Las cuerdas bucales de la mayoría de las personas no están dañadas y pueden emitir sonidos, lo que no hacen, es escuchar.

El transporte público en Chilpancingo no es adecuado para personas como él. A través de María Emilia Silva Maldonado, hermana de Jorge y su intérprete, Jorge expresa que en ciudades como la Ciudad de México el transporte público cuenta con un botón especial para que las personas sordas puedan pedir su parada y bajarse en el lugar correcto.

Ésta es solo una de las tantas problemáticas a las que se enfrentan las personas sordas y que no son visibilizadas en el entorno familiar ni social.

Jorge tiene 32 años. Es sordo de nacimiento e hiperoacusico, es decir, puede percibir poco sonido.

Es técnico dental, amante de la pintura y la fotografía. Le gusta ver vídeos en internet e interactuar con sus amigos. Comparte tiempo con su hermana Emilia y su primo Jonathan, con quienes creó y fundó Movimiento silente, aquí en Chilpancingo.

Su carrera de técnico dental le gusta, aunque fue difícil desarrollarse en ese ámbito porque las personas oyentes no le entendían.

Le gusta compartir sus conocimientos sobre Lengua de Señas Mexicana (LSM) con sus amigos sordos.

“Me gustaría enseñarles a todos los niños LSM, creo que es muy importante que ellos aprendan para que sepan defenderse por si les quieren hacer algo, si los quieren robar o abusar de ellos”, comenta Jorge a través de Emilia.

Jorge se considera una persona muy entusiasta y le gusta conocer a gente nueva, convivir con sus amigos y viajar.

“Las personas sordas podemos hacer todo lo que queramos, yo tengo una vida muy normal”.

Siempre tuvo el apoyo de su familia, a pesar de que le tocó vivir momentos de discriminación por ser sordo, eso nunca lo frenó para prepararse profesionalmente.

Cuando era niño tomó terapia de lenguaje, lo que le permitió desarrollar la capacidad de la lectura de labios.

Para Jorge, Emilia y Jonathan son especiales, con ambos comparte momentos agradables.

Movimiento silente

Emilia, Jonathan y Jorge conviven desde que eran niños. Emilia es maestra de inglés y se capacitó en Lengua de Señas Mexicana (LSM). Jonathan es primo de Jorge los tres son muy unidos.

Cuando eran niños su comunicación comenzó de manera intuitiva hasta que Jorge aprendió LSM y le enseñó a Jonathan.

“Casi casi que él (Jorge) nos obligó a toda la familia a aprender LSM, fue como ‘si no aprendes sobre LSM no voy a comunicarme contigo’, comenta Jonathan.

Jonathan recuerda que la familia se reunía los fines de semana y Jorge les enseñaba el abecedario en LSM, así todos aprendieron.

También lo hicieron para no apartar a Jorge del núcleo familiar y se integrará en sus conversaciones y convivios.

Lo que comenzó como algo personal, se convirtió en un movimiento que está creciendo: Movimiento silente.

Al comenzar a platicar con Jorge y su grupo de amigos, conformado en su mayoría por personas sordas, Emilia, Jonathan y Jorge se percataron de que las personas con discapacidad auditiva tenían muchos problemas que no podían visibilizar ni expresar.

Uno de los principales problemas es que la mayoría de ellos no saben el LSM. Jorge tiene un círculo de amigos de aproximadamente 26 personas, ellos también son sordos; de esos 26, solo tres saben LSM y él se los enseñó.

Movimiento silente vio la necesidad de estas personas y comenzaron a trabajar para visibilizar sus demandas, su sentir y brindarles apoyo.

Movimiento silente lleva un año y medio de haberse creado, y uno de sus objetivos es crear una red de apoyo para personas sordas y concientizar a la población en general sobre la importancia del LSM.

Jonathan es abogado y en Movimiento silente apoya a personas sordas que tienen algún problema jurídico, Emilia apoya en ocasiones como intérprete de estas personas.

“En las instituciones no saben LSM y nos piden que nos quedemos a ayudarles porque ellos no les entienden”, comenta Jonathan.

Movimiento silente también da cursos de LSM, Jorge es quien imparte los cursos con ayuda de Emilia, en un principio, eran gratis, ahora solo piden una cuota de recuperación.

Para dar cursos y talleres de Movimiento silente ocupan un espacio familiar ubicado en el Centro de Chilpancingo, también tienen en otros espacios locales como cafés y restaurantes en los que hacen actividades.

Además de enseñarles LSM, Movimiento silente se enfoca en apoyar a las familias de las personas sordas para que aprendan a comunicarse con ellos y sean integrados al núcleo familiar.

En Movimiento silente las personas sordas también tienen apoyo psicológico, en el equipo hay una psicóloga especializada en LSM que apoya a las personas con discapacidad auditiva.

Para ellos, la importancia de aprender LSM es fundamental, y les gustaría que las personas lo vieran como una herramienta de apoyo a las personas sordas para que, en dado caso de que algún día una persona oyente se encuentre a una persona sorda en la calle, la apoyen.

Sector invisibilizado

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México existen 2 millones 300 mil personas con discapacidad auditiva. Es un número mayor al de personas con Síndrome de Down.

Jonathan considera que, muchas veces no son contabilizados de manera correcta porque físicamente no tienen ninguna característica que los distinga, “se ven y se desarrollan como una persona normal”.

Otro de los objetivos de Movimiento silente es visibilizar las dificultades y problemas a los que se enfrenta las personas sordas.

Desde que comenzaron a trabajar con este sector se dieron cuenta de que no existe un padrón en el estado para saber cuántas personas con discapacidad auditiva hay en Chilpancingo.

Ellos asumieron esa tarea y hasta el momento contabilizaron a 20 personas con esta discapacidad en la ciudad. Esta información la han recabado con ayuda de Jorge y sus amigos.

“Al ir al Centro de Rehabilitación Integral Guerrero (CRIG) a preguntar sobre si tenían el dato de cuantas personas sordas hay en Chilpancingo nos dijeron que no, porque muchos de ellos no cuentan con su credencial que los acredita como personas con discapacidad auditiva”, dijo Emilia.

Al conocer a otras personas sordas además de Jorge, Emilia y Jonathan se percataron de que sus problemas son muchos. Además de no saber LSM, la mayoría tampoco sabe leer ni escribir.

“Nos encontramos con que muchos tienen escolaridad hasta nivel preparatoria, pero no saben leer y escribir, entonces uno se pregunta, ¿cómo llegaron a ese punto?”, comenta Emilia.

La depresión también es notoria en este sector. De acuerdo con Jonathan y Emilia, las personas sordas se aislan de su núcleo familiar y de su entorno. Este aislamiento viene de la familia quienes no permiten que interactúen con otras personas. Esto provoca conductas de inseguridad y sentimientos de tristeza y depresión.

Muchos padres y madres de personas con discapacidad auditiva tampoco saben LSM y solo se comunican con sus hijos de manera intuitiva.

La falta de apoyo para estas personas dificulta el aprendizaje de ellos y sus familiares.

“Muchas veces no tienen la solvencia para pagar un curso, y se ven en la posición de, o llevo el sustento a mi casa o me pago un curso de LSM”.

Guerrero es un estado que tiene en rezago a las personas con discapacidad auditiva, además del ámbito educativo también en el ámbito laboral las personas con discapacidad auditiva son afectadas.

Emilia considera que hay personas con discapacidad auditiva que tienen diferentes capacidades y talentos.

Por la falta de aprendizaje y desconocimiento de la ciudadanía sobre el LSM no son contratadas. Emilia pone el ejemplo de que probablemente el jefe de alguna empresa no sepa LSM, por lo que le será complicado comunicarse con una persona sorda, es ahí cuando no son contratados.

Las instituciones gubernamentales tampoco son incluyentes con las personas sordas, no tienen intérpretes en sus oficinas y no están capacitados para atenderlos.

Otra dificultad que enfrentan son los grupos políticos que utilizan a las personas sordas con fines electorales o para llevarlos a campañas, solo para la foto y no les permiten comunicarse con personas.

En el tema de legislación no hay avances en el estado. Existe la Ley Federal de la Cultura del Sordo. Jonathan explica que, los derechos y legislaciones solo están en papel y no se cumplen.

De acuerdo con Jonathan existen los derechos positivos y negativos. “Los derechos negativos son, por ejemplo: el Estado no te puede impedir que tengas acceso a algo. Los derechos positivos son el Estado tiene la obligación de darte algo. El sordo tiene el derecho a una formación académica pero no es obligación del Estado proveerla, entonces están y se ven muy bonitos, pero no hay una obligación del Estado a cumplirlos”.

A nivel estatal no hay legislación para las personas sordas, no están en la Ley Orgánica del Estado ni en alguno de los artículos se habla de las personas sordas como sujetos de derecho.

Movimiento silente en un futuro

Movimiento silente quiere crecer y darse a conocer a nivel estatal para apoyar a más personas sordas.

Hasta el momento, la aceptación de la ciudadanía es buena, la participación en los cursos de LSM es notoria, pero aun hace falta.

Consideran que todos deberían aprender LSM, porque preocuparse por ello, sí que es una actitud y lenguaje incluyente. Les gustaría que más personas oyentes se inscribieran a sus talleres y así generar una cultura de inclusión para las personas sordas en todos los ámbitos, principalmente, en el ámbito laboral para que tengan oportunidades de trabajo.

Buscan que grupos de empresarios se sumen a su causa y contraten a personas sordas en sus empresas.

Uno de sus proyectos es crear La casa del sordo, que sería un centro multidisciplinario en el que, además, de enseñarles a las personas sordas LSM, les darían una preparación integral en el ámbito educativo y psicológico.

Emilia, Jonathan y Jorge comparten la meta de que Jorge tenga su propia escuela en la que él sea el encargado de enseñar LSM. Les gustaría ver a las personas sordas empoderadas.

“Vemos a Movimiento silente luchando por una integración de la comunidad sorda”.

Para Emilia, su slogan Mi voz son tus manos, refleja todo lo que Movimiento silente quiere ser: la voz de quienes no pueden ser escuchados a través de LSM.

 

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