Esta tarde se presentó en el Zoológico Zoochilpan un león africano macho de aproximadamente dos años. Este ejemplar permanecerá bajo el resguardo del zoológico.
De acuerdo con José Rubén Nava Noriega, director del Zoológico, el ejemplar fue entregado a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), por una familia de la Costa Grande que lo tenía bajo su resguardo de manera legal.
“Este animalito nos lo hizo llegar Profepa, ellos se acercaron y querían saber cuál era el lugar ideal para tenerlo. Nos lo donó Profepa a través de una familia de la Costa Grande”, comentó Nava Noriega.
Nava Noriega no especificó en que municipio estaba ni la familia que lo tenía en su poder.
El óeón fue nombrado Michi.
Agregó también que el ejemplar tiene todos los documentos legales y lleva una dieta especial, además de cuidados médicos.
El ejemplar está en buen estado de salud y ahora forma parte del área de felinos del Zoológico Zochilpan
“Los zoológicos ahora son unos organismos que se dedican a la rehabilitación y en el que caso de que puedan liberarse, se liberan. En el caso de este animalito ya estuvo en contacto con humanos por lo que no puede devolverse a la vida silvestre”.
Michi llegó al Zoochilpan el pasado 27 de octubre y hoy fue su presentación.
A la presentación asistió el senador y padre de la gobernadora, Félix Salgado Macedonio, quien junto con Nava Noriega presentaron a Michi al público.
La mañana del jueves fue capturado un ocelote (Leopardus pardalis) en el ejido Platanillo, en la Sierra de Tecpan de Galeana, en el mismo sitio donde hace tres meses capturaron a otro felino de la misma especie.
Efrén Maldonado Téllez, habitante de Palo Solo, del ejido Platanillo, capturó a este ocelote cerca de su casa, en la misma trampa y jaula en la que cayó otro ocelote, el pasado 20 de julio.
Es el segundo ocelote que cae en la trampa que Maldonado Téllez construyó para proteger a sus gallinas de los felinos y depredadores de la zona.
«Atrapé ahora a la novia del primer ocelote», expresó Maldonado Téllez, quien aseguró que este ocelote recién capturado es una hembra.
Hasta el momento se desconoce la situación, características y estado de salud del felino.
La zona donde capturaron a los felinos forma parte de un corredor comunitario que los pobladores del ejido Cordón Grande gestionaron ante instancias federales para la conservación del jaguar; desde el pasado 11 de agosto es un área natural protegida, con la categoría Área Destinada Voluntariamente a la Conservación (ADVC).
Al ser un área natural protegida los habitantes de la zona ahora se dedican a proteger y cuidar la flora y fauna de la zona.
Es por eso que Maldonado Téllez contactó a Guerrero Jaguar -organización dedicada a la conservación de especies en peligro de extinción y que también impulsó el corredor comunitario para la conservación de la biodiversidad- quienes acudirán al llamado de Maldonado Téllez para ver la condiciones del felino.
De acuerdo con Fernando Ruiz Gutiérrez, integrante de Guerrero Jaguar y jefe de departamento de vida silvestre de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semaren), el día de hoy acudirán a la comunidad de Palo Solo a verificar el estado de salud del ocelote.
«Solo nos avisaron que cayó nuevamente en la trampa otro ejemplar diferente de ocelote y vamos a verificar en campo», mencionó Ruiz Gutiérrez.
Ruíz Gutiérrez en compañía de Guerrero Jaguar acudirá al lugar para verificar que el ocelote esté bien y no tengan ninguna fractura, una vez comprobado eso se pretende que el felino sea liberado y regrese a vida silvestre de forma inmediata.
El pasado 20 de julio Maldonado Téllez capturó a un ocelote en el mismo lugar y en la misma trampa.
En ese entonces, Maldonado Téllez contó que aquel ocelote se había comido unas 30 gallinas de su propiedad, por lo que improviso una trampa y una jaula para capturarlo.
La trampa funcionó y logró capturar al ocelote que mató a sus gallinas.
Una vez capturado el ocelote, Maldonado Téllez se contactó con Guerrero Jaguar para valorar la situación del felino.
Debido a las condiciones en las que fue capturado y el tiempo que pasó en la jaula, el ocelote presentó un delicado estado de salud, por lo que se decidió trasladarlo a Chilpancingo para su valoración médica.
En un principio el ocelote estuvo bajo el cuidado del Zoológico Zoochilpan por una fractura que tenía en su pata izquierda, una infección intestinal y varios golpes en la cara y hocico.
Por la situación delicada del felino se pensó, en un primer momento, que se quedaría a resguardo del Zoochilpan. Además se creía que su fractura era grave y no le permitiría adaptarse a la vida silvestre.
Después de 15 días en recuperación y de cuidados especializados en el Zoochilpan el ocelote fue estabilizado y se decidió trasladarlo a Acapulco para una revisión médica y determinar su liberación.
En Acapulco le realizaron los estudios correspondientes y se constató que estaba bien, su fractura era ya vieja y había sanado por si sola, no era impedimento para su desarrollo en vida silvestre.
Finalmente, y después de un pleito entre personal de Semaren y el Zoochilpan sobre el destino del ocelote, el 13 de agosto se liberó en la sierra de Tecpan para su reincorporación en su hábitat.
El pasado 27 de agosto del 2022, Anahí Hernández Domínguez, habitante de la comunidad de Cordón Grande, en la sierra de Tecpan, rescató a un oso hormiguero que fue atacado por unos perros cerca de su casa.
Anahí comentó que escuchó a unos perros ladrar cerca de su domicilio y al acercarse vio que atacaban al oso hormiguero. “Al principio me asusté yo no sabía que animal era, pensábamos que era otro animal. Se ve que los perros como que lo sacaron del monte”.
Después de quitarle el animal a los perros, Anahí se puso en contacto con Guerrero Jaguar, una asociación dedicada a la conservación de la fauna silvestre.
Fueron ellos quienes le dijeron que era un oso hormiguero y le dieron indicaciones de como tratarlo.
Lo primero que hizo fue ponerlo en una caja de madera porque no tenía jaula. Otra recomendación fue no se acercarse porque el oso podía ponerse agresivo por el nivel de estrés que presentaba.
El oso hormiguero no tuvo daños graves, solo estaba lastimado de una pata, pero esa herida no le impedía moverse.
Después de ponerlo en una caja, Anahí avisó al Ejido Forestal de Cordón Grande, quienes se pusieron en contacto con el comisario municipal para la liberación del oso hormiguero.
«El comisario me ayudó para liberarlo, nos dijeron que lo agarráramos de la cola y con cuidado lo pusimos en una costalilla para trasladarlo».
El animal fue liberado fuera del pueblo.
Anahí reconoce que actuó de manera adecuada gracias a los talleres de preservación de fauna silvestre que Guerrero Jaguar imparte en su comunidad.
«Estos talleres nos sirven de mucho porque así uno reconoce cosas que a veces vemos como amenaza».
Anahí compartió que en su comunidad frecuentemente ven animales como serpientes, tejones y zorrillos. Pero nunca habían visto a un oso hormiguero.
Respecto al rescate expresó sentirse contenta de ayudarlo.
«Me siento contenta yo sé que no es mucho, pero poco a poco nos vamos interesando por la fauna de la comunidad».
El oso hormiguero no es una especie en peligro de extinción y el crecimiento poblacional ocasiona que se deje ver en algunas comunidades.
Sus amenazas son la transformación del hábitat, el tráfico ilegal y la cacería. Si se tiene en cuenta que esta especie tiene una baja tasa reproductiva (una cría al año, con cuidado parental prolongado), una alta mortalidad por atropellamientos, sí podría significar extinciones locales a corto plazo.
El ocelote capturado en la sierra de Tecpan, en la Costa Grande del estado y resguardado en el Zoochilpan mejoró su estado de salud informó el personal del Zoológico.
La veterinaria encargada, Yamel Correa, informó que el ocelote está estable y que desde su llagada al parque, el pasado 21 de julio, respondió bien al tratamiento médico y a la alimentación.
«Estamos muy contentos con la recuperación del ocelote porque cuando llegó su estado de salud era muy delicado, afortunadamente ya está estable y se observa una mejoría».
Cuando el ocelote llegó a Chilpancingo, después de un viaje de seis horas enjaulado, presentó sangrado en la nariz y el hocico, daño en los dientes y garras, y heridas en sus costados, señal de que fue agredido y que intentó liberarse de la jaula en la que lo encerraron sus captores además del traslado desde la Sierra de Tecpan a Chilpancingo.
Tambien presentó sangrado en las heces y parásitos intestinales y una fractura en la pierna izquierda de la cual todavía desconocen la magnitud.
Sobre la recuperación de esos padecimientos, Yamel Correa, explicó que a través de una medicación con antibióticos, puestos en su alimentación, los tres primeros días lograron estabilizar al felino.
«Las cicatrices en los parpados y en las cejas ya comenzaron a sanar, y la inflamación en el hocico y la nariz disminuyó considerablemente, lo que me indica que no tiene problemas de coagulación, y ya no presenta parásitos intestinales ni sangrado en las heces», informó.
El personal médico del zoológico está en espera de que cicatrice y le crezca el pelo en las zonas afectadas.
Sobre su fractura en la pierna izquierda ya presentó una mejoría considerable, explicó Yamel Correa.
A su llegada al Zoochilpan, el ocelote cojeaba y ahora, siete días después, ya se sostiene pero aún no tiene firmeza en la pisada.
Por su condición de animal silvestre, el equipo médico del Zoochilpan trata de acercarse lo menos posible, situación por la que aún no le realizan la radiografía para determinar las condiciones de su fractura.
Serán los resultado de esa radiografía lo que determine si el ocelote puede regresar a su vida silvestre o queda a resguardo del Zoochilpan,
«Al no ser un fractura expuesta no se considera de gravedad y quiero darle tiempo a que el proceso traumatológico seda para observar donde está la lesión, si en una articulación o un hueso o un músculo».
Yamel Correa dijo que aún no se determina el tipo de lesión porque no quieren sedar al ocelote para no exponerlo a una situación de estrés, pero consideró que al ser un felino silvestre es muy fuerte y presenta una buena recuperación.
«Al 100 no está, pero con su tratamiento, el reposo y la dieta se ha recuperado muy bien y está bastante estable».
Yamel Correa comentó que la jaula donde está actualmente el Ocelote es amplia y se le acondicionó un espacio oscuro y sin tránsito de personas para reducir los niveles de estrés del felino.
Además sus alimentos y medicinas se le proporcionan a distancia para cuidar al felino de las personas y para observar su comportamiento, por eso mismo aún se desconoce el sexo, pero consideran que es un ocelote joven de dos años.
De acuerdo con datos de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), el ocelote está en la categoría de peligro de extinción.
Entre las causas que lo colocan en esta situación está la pérdida de su hábitat, y la disminución de sus presas.
«La principal amenaza del ocelote es la pérdida y fragmentación de su hábitat, el desarrollo de actividades agrícolas y ganaderas a en sus áreas de distribución y la amenaza de la cacería furtiva sobre la especie y sobre sus presas afecta la disponibilidad de alimento, provocando que este felino se aproxime a las granjas en busca de alimento, ocasionando daños y conflictos con los humanos». Se lee en la ficha técnica del felino proporciona por Profepa.
El ocelote fue capturado por pobladores de Palo Solo, en la Sierra de Tecpan, en la Costa Grande, porque el felino se alimentaba de sus gallinas.
El colectivo Guerrero Jaguar lo rescató y lo trasladó a Chilpancingo debido a las heridas que presentó al tratar de liberarse de la trampa de los pobladores.
El ocelote capturado ayer en la Sierra de Tecpan, y que quedó al resguardo del zoológico Zoochilpan llegó a Chilpancingo en condiciones delicadas de salud. Estará en aislamiento por tres días para monitorear su recuperación, informó personal del parque.
La veterinaria responsable del área médica del Zoochilpan, Yamel Correa, dijo que la condición del felino tiene que ver con que el estrés que le genera su situación actual, porque es un animal silvestre y nocturno.
“Además de la ansiedad que presenta tiene una fractura en el fémur izquierdo, lo cual se confirmará con una radiografía posteriormente, pero primero hay que tranquilizarlo y estabilizarlo”.
Por su captura y las condiciones de su traslado, explicó, el felino tuvo sangrado de la nariz y el hocico, y daño en los dientes y garras, además de heridas en sus costados, señal de que intentó liberarse de la jaula en la que lo encerraron sus captures y por el traslado desde la Sierra de Tecpan a Chilpancingo.
La veterinaria agregó que derivado de una prueba de copro al ocelote supieron que había sangre en sus heces así como parásitos intestinales. “Los parásitos son normales en un animal silvestre, pero el sangrado si puede ser algo grave que se tiene que atender».
El ocelote, según Correa, estará en observación de tres a cuatro días con atención médica y alimentos, y le practicarán estudios para determinar un diagnóstico sobre su salud para saber si está en condiciones de seguir bajo resguardo del Zoochilpan o regresa a su vida silvestre.
“Probablemente me estoy adelantando, pero es probable que se quede en cautiverio porque la vida libre en un animal con algún problema ortopédico no es buena idea, sobre todo porque el ocelote es un animal que necesita trepar, subir, agarrarse, no es tanto que esté en el piso”. La veterinaria anticipó esa evaluación por la afectación que tiene el felino en la pierna izquierda.
Por el aislamiento que debe tener al ocelote alejado de cualquier contacto con otros animales y con los humanos, el personal del Zoochilpan aún desconoce su sexo edad. Lo sabrán hasta que controlen su estrés y sangrado y le practiquen las demás pruebas.
Lluvia Jimenez Rodríguez, subdirectora del Zoochilpan, agregó que el zoológico es un espacio para recibir a animales en situación de riesgo y que está abierta la posibilidad de tener en cautiverio al ocelote.
El ocelote fue rescatado el día de ayer por Guerrero Jaguar –organización dedicada a la conservación de especies en peligro de extinción y que impulsa un corredor en la Sierra para la conservación de la biodiversidad– después que cayó en un trampa que colocaron pobladores de Palo Solo porque cazaba a sus gallinas.
Después del rescate la organización buscó que autorizaran su traslado a Chilpancingo. El viaje de la Sierra de Tecpan a la capital dura más de seis horas.
El ejemplar de esta especie escurridiza tenía varias semanas depredando gallinas de los habitantes de la comunidad Palo Solo, municipio de Tecpan de Galeana
Texto y fotografía: Marlén Castro
Tecpan
A la una treinta de la madrugada, Efrén Maldonado Téllez, en la sierra de Tecpan, escuchó aullidos en su cobertizo y el graznido de sus aves.
En las últimas seis semanas, un felino se había comido unas treinta gallinas de su esposa y había hecho lo mismo en varias casas de Palo Solo, una comunidad del ejido Humedades, en la sierra de Tecpan de Galeana. Con la venta de las aves y de los huevos, las familias completan el gasto mensual.
Cuatro semanas antes, don Efrén compartió con el biólogo Fernando Ruiz Gutiérrez, quien encabeza Guerrero Jaguar –la organización que impulsó la creación de un corredor en la Sierra para la conservación de especies en peligro de extinción– que un animal se comía las gallinas y que lo capturaría.
Las últimas cuatro semanas, don Efrén, quien es mecánico de motos y herrero, trabajó en el diseño de una trampa para el felino. Cuando la jaula de fierro, compuesta de un espacio para meter una gallina para que actuara como cebo, y el otro para la especie que se las comía, estuvo lista, la colocó en el cobertizo.
La jaula y el cebo estuvieron ahí varias noches, sin resultados.
La madrugada del miércoles 20 de julio fue diferente. Esta vez, los aullidos eran señal de que el depredador estaba en problemas. Con precaución, don Efrén salió de su casa. Se encaminó al cobertizo y, con alegría, vio que su jaula funcionó como lo había pensado. En ella había un felino que aullaba con desesperación y se golpeaba contra las rejas del artefacto que lo atrapó. La gallina estaba intacta.
Guerrero Jaguar al rescate
Durante 10 días de cada mes, los biólogos y veterinarios que integran Guerrero Jaguar, están en las comunidades de la Sierra para retirar cámaras y colocarlas en puntos diferentes, como parte del proyecto Sitios Permanentes de Calibración y Monitoreo de la Biodiversidad (Sipecam) de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), institución que evalúa las condiciones de los ecosistemas en México.
Con las cámaras registran a los felinos y mamíferos que habitan en este corredor, en el que Ruiz Gutiérrez trabaja desde el 2013.
La trampa al felino funcionó y, casualmente, los científicos de Guerrero Jaguar estaban en la región de la Sierra para retirar las cámaras, en una jornada que empezó el 18 y terminará el 26 de julio.
Las comunidades de la Sierra son zonas con cobertura deficiente de teléfono y de internet. Para enterarse qué pasa en otras latitudes, la gente compra tarjetas de una o 24 horas. Ruiz Gutiérrez estaba en Platanillo, uno de los tres ejidos que componen el corredor, luego de tres días sin comunicación con el exterior, cuando adquirió su ficha de internet para leer los mensajes acumulados en estos tres días de internamiento en la sierra.
El día anterior, los biólogos estuvieron en el ejido de Humedades, en donde retiraron cinco cámaras, en una de ellas, se captaron imágenes de un puma.
No lejos de ahí, don Efrén, enviaba sus mensajes precisamente a Ruiz Gutiérrez de que el felino había caído esa madrugada y de que fueran por él. Le mandó fotos del animal enjaulado. El biólogo vio que se trataba de un ocelote (Leopardus pardalis), un felino pequeño.
El biólogo creía que el felino que se comía las gallinas en Palo Solo era un jaguarandi (Herpailurus yagouaroundi), porque las fototrampas captaron en esa zona a esta segunda especie. El ocelote aquí no se había dejado ver.
En estos momentos, Ruiz Gutiérrez terminaba una reunión con los ejidatarios de Platanillo con quienes trabaja para que una parte de las 4,000 hectáreas que componen el ejido se declaren Área Destinada Voluntariamente a la Conservación (ADVC), un programa de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) para que la gente participe en la conservación de sus recursos naturales.
Parte del equipo de Guerrero Jaguar, el biólogo Osmar Zamudio Pineda y el veterinario Luis Astudillo Loeza se internaron en la zona boscosa de Platanillo para colocar las cámaras, con ayuda de ejidatarios que los llevaron en cuatrimotos.
Al biólogo todavía le hacían falta varias tareas en Platanillo, ir a Palo Solo, del ejido de Humedades, significaba regresar el camino andado, algo así como ocho kilómetros. La distancia es poca pero las condiciones del camino implicaban por lo menos 40 minutos, de ida y otros 40 de regreso, o más, si las condiciones empeoraban por la lluvia.
Don Efrén fue claro. “Está aquí, vienen por él, o nosotros actuamos porque aquí ya no queremos que ande; se está acabando nuestras gallinas”.
El biólogo aseguró que iría por él. La idea de Ruiz Gutiérrez era rescatarlo y liberarlo en Cordón Grande, con más de 8,000 hectáreas destinadas a la conservación, de 14,000 que tiene el ejido.
Don Efrén pidió que buscara otra opción. “Cordón Grande no está lejos, si lo liberan ahí, se nos regresa”.
Alrededor de las tres y media de la tarde, Ruiz Gutiérrez llegó a Palo Solo. Don Efrén no estaba. Había dejado indicaciones de que le dieran el felino al biólogo. El gatito enjaulado se veía estresado y ya se había sangrado la nariz y la trompa al lanzarse contra la jaula para salir de ahí, además, a ambos lados del cuello, se veían heridas.
El hijo de don Efrén creía que eran heridas de postas. Al parecer, hace un mes, otro vecino le disparó cuando lo encontró comiéndose una de sus gallinas.
Ruiz Gutiérrez consideró que el felino estaba en malas condiciones y si lo liberaba así tenía pocas oportunidades de sobrevivir. Al verlo, consideró que era un gato juvenil, de unos tres años, calculó unos 10 kilos de pesos y unos 60 centímetros de altura.
Tomó la decisión de llevarlo a Chilpancingo y dejarlo en el Zoológico Zoochilpan para tratamiento de las heridas de las postas y de la nariz y hocico. Ruiz Gutiérrez fue franco. El equipo Guerrero Jaguar, lamentó, con todo el camino avanzado en la zona, que no cuenten con un protocolo de actuación para solucionar problemas de este tipo.
“Deberíamos tener a alguien aquí con lo necesario para resolver estas situaciones, por ejemplo, este felino necesita ser dormido para estudiarlo y curarlo, pero no tenemos a alguien capacitado para eso y ni contamos con lo que se necesita para sedarlo y curarlo”.
De hecho, el equipo de Guerrero Jaguar no cuenta con recursos de alguna institución para realizar esta tarea. Recientemente, porque Ruiz Gutiérrez ingresó a trabajar a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semaren) del gobierno estatal es que cuentan con un vehículo institucional para moverse en esta zona agreste. Antes de eso, la organización conseguía recursos para arreglar las dos camionetas para subir a la Sierra y comprar los alimentos del equipo durante los días que dura la misión.
Aunque mover al felino implicaba someterlo a una gran dosis de estrés, Ruiz Gutiérrez decidió subirlo a la batea de la camioneta y llevarlo hasta Chilpancingo, lo que implicaba alrededor de seis horas de viaje.
“El que la gente lo capture en vez de matarlo es un gran avance y esto en resultado del trabajo de sensibilización que hemos hecho. En otro lugar, si lo ven lo matan”, expresó Ruiz Gutiérrez.
Alrededor de las diez de la noche del mismo 20 de julio, el Leopardus pardalis llegó al zoológico Zoochilpan. Estaba, en términos generales, bien. Le tomaron fotos para registrar las condiciones en las que llegaba. Escurría sangre de su nariz, enseñaba sus colmillos y gruñía.