Se registraron 72 homicidios dolosos diario en México durante Semana Santa

El Estado de México y Guanajuato son las entidades que más reportaron homicidios dolosos durante las vacaciones de Semana Santa.


Texto: Animal Político

Fotografía: José Luis de la Cruz (Archivo)

9 de abril del 2023

 

Durante la primera semana de vacaciones de Semana Santa, del 1 al 7 de abril, se registraron 72.2 homicidios dolosos diario en el país

De acuerdo con los informes de Víctimas reportadas por delito de homicidio, que publica diariamente la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), se reportaron 506 homicidios dolosos en los primeros siete días del mes.

El Estado de México y Guanajuato son las entidades que más sumaron víctimas de este delito, la primera entidad registró 60 y la segunda 55 durante dicho periodo.

El 4 de abril es el día que se contabilizaron más homicidios dolosos en el país con 82 delitos; después el 1 de abril con 81; el día 2 fueron 80 y el día 3 fueron 73.

Mientras que para el día 7 de abril se reportaron 67 víctimas; el 6 fueron 65 y el 5 fueron 58.

Esto, a pesar de que el gobierno federal desplegó un total de 8 mil 524 elementos de la Guardia Nacional en diferentes destinos turísticos y carreteras como parte del plan de Semana Santa 2023 para cuidar a los vacacionistas.

El martes, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, detalló que cuatro mil 724 elementos estarían cuidando los diferentes destinos turísticos y tres mil 800 vigilarán las carreteras.

Los principalmente destinos donde están dando atención los uniformados son Mazatlán, Sinaloa; Puerto Vallarta, Jalisco; Acapulco, Guerrero; Veracruz y Tulum y Cancún, Quintana Roo.

Homicidios dolosos en Guanajuato y Edomex

Entre enero y febrero de 2023, Guanajuato ha reportado 511 homicidios dolosos, mientras que el Estado de México contabilizó 484, según las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

En 2022, Guanajuato reconoció 3 mil 260 homicidios dolosos, ubicándose como la entidad con más asesinatos en el país.

Le siguieron Baja California, con 2 mil 728; Estado de México, con 2 mil 604; Michoacán, con 2 mil 423, y Jalisco, con 2 mil 071.

Un hombre fue atacado y herido a balazos a un costado del Libramiento a Tixtla, en Chilpancingo, quien perdió la vida mientras era trasladado a un hospital, el pasado 23 de marzo del 2023. Foto José Luis de la Cruz (Archivo Amapola) Personal de la Fiscalía se encargó de realizar las diligencias en la escena del crimen y en la base de la Cruz Roja donde fue trasladado el cuerpo de la víctima después de perder la vida.

 


Este texto es propiedad de Animal Político y lo reproducimos con su autorización. Puedes leer el original en este enlace.

 

Asesinan a balazos a una trabajadora a dos cuadras del Palacio del Gobierno en Chilpancingo

Texto: Jesús Guerrero

Fotografía: Oscar Guerrero 

4 de marzo del 2023

Chilpancingo 

 

María de la Luz N caminaba en una de las laterales del bulevar Vicente Guerrero, al sur de Chilpancingo. Cuando estaba a unos metros de su centro de trabajo, un individuo armado a bordo de una motocicleta se paró frente a ella y le disparó.

La mujer quedó tendida en el piso y su agresor huyó en su motocicleta y a su víctima la dejó agonizante. «Todos corrimos porque escuchamos varios balazos», dijo una vendedora ambulante de la avenida Ruffo Figueroa, ubicada al sur de esta ciudad.

Un niño de 13 años dijo que él escuchó siete disparos y que el agresor huyó en una motocicleta. La agresión contra la empleada de la empresa de automóviles ocurrió alrededor de las nueve de la mañana, pero casi media hora después llegó una ambulancia de la Cruz Roja y los paramédicos verificaron había fallecido.

«Aquí venía a almorzar y yo le decía Dulcecita», dijo una señora que tiene un puesto de comida a unos 50 metros de distancia de la empresa automotriz donde María de la Luz laboraba.

Poco después del asesinato llegaron dos de sus familiares.

Una agente de la Policía Estatal le decía a una de las familiares de la trabajadora de la empresa automotriz los trámites que tenía que realizar para reclamar el cadáver. «Mire tiene que ir a la Agencia del Ministerio Público a donde tiene que llevar su identificación; eso será rápido y después va ir al Servicio Médico Forense para que identifique el cuerpo y se lo entregarán», le dijo la policía a una señora que notaba triste.

La mujer de avanzada de edad que se identificó como familiar de María de la Luz ni se percató de que al pie de ella pasó la camioneta de Semefo con el cadáver de la trabajadora.

«¿A qué hora se van a llevar el cuerpo?», preguntó la mujer.

«No, ya se lo llevaron», le respondió un señor, quien se identificó como suegro de María de la Luz.

Una muchacha que estuvo cerca del escena del crimen dijo que muchas personas no escucharon con claridad las detonaciones por el ruido de los automóviles que transitaban sobre la Autopista del Sol.

Cientos de automovilistas que pasaban por la vía de cuota vieron el nutrido grupo de elementos del Ejército, Policía Estatal y Policía Ministerial que realizaban las diligencias.

Personas que estaban cerca del lugar del asesinato contaron que aun cuando Palacio de Gobierno está cerca y repleto de policías ningún agente acudió a prestar auxilio a la mujer baleada.

«Estuvo un buen rato agonizando y no llegó la Cruz Roja ni la policía», dijo un joven.

La que sí llegó rápido fue la camioneta del Semefo. Se supo que en la Secretaría de Salud y en la Fiscalía General del Estado (FGE) hay la orden de que cuando ocurre un asesinato durante el día en una vía transitada de la ciudad, deben agilizar el levantamiento del cadáver para evitar el morbo y no obstaculizar el tránsito vehicular.

Este lunes ocurrieron dos asesinatos a tiros en distintos puntos de Chilpancingo, y una sola camioneta del Semefo realizó las diligencias.

María de la Luz tenía entre 35 y 40 años; dejó en la horfandad a dos niños.

«¿Era madre soltera?», se le preguntó a una mujer que la conocía.

«No, tenía esposo», contestó.

Otra de las versiones que contaron en la escena del crimen es que María de la Luz apenas había ascendido a cajera de la empresa y que su futuro laboral era promisorio.

La Asociación Guerrerense contra la Violencia hacia las Mujeres tenía un recuento de 33 mujeres asesinadas en Guerrero en lo que va de este año. María de la Luz, es la número 34.

 

Van tres meses de violencia en calles de Chilpancingo y ninguna autoridad la frena

Texto: José Miguel Sánchez

Fotografía: Óscar Guerrero

31 de marzo del 2023

Chilpancingo

 

La violencia Chilpancingo se ha desatado en los últimos tres meses en Chilpancingo, y queda expuesta en los asesinatos y en la inacción de las autoridades de los tres niveles de gobierno que no han tomado medidas para detenerlo.

La mañana de este viernes en la avenida Benito Juárez, un ex policía municipal de esta capital que iba acompañado de su esposa y tres hijos en un automóvil Chevrolet Cavalier color gris fue asesinado a balazos ante muchos testigos que caminaban por esta vía o iban en sus autos.

Este hecho ocurrió a las 8:45 horas a una cuadra del Ayuntamiento municipal y frente al edificio Vicente Guerrero que alberga oficinas del gobierno del estado.

Pero este no es el único hecho de violencia que se ha registrado en el primer cuadro de Chilpancingo.

El pasado 14 de marzo dos personas fueron asesinadas dentro del billar El Verde, ubicado en la calle Valerio Trujano, a escasos 30 metros del Ayuntamiento.

En dicho crimen, de acuerdo con los reportes policiales, un hombre armado llegó al billar y disparó contra dos hombres que estaban en lugar.

Las autoridades informaron que las víctimas fueron identificadas como Emmanuel N de 45 años y Christopher N de 21 años, quienes fallecieron posteriormente.

Otro asesinato en el primer cuadro de esta capital fue el pasado 24 de febrero, en la avenida Guerrero, cuando un individuo armado entró a una tienda de venta y renta de teléfonos celulares y disparó contra el dueño del establecimiento, quien posteriormente murió cuando era atendido en el Hospital General Raymundo Absrca Alarcón, ubicado al norte de esta ciudad.

La madrugada del 20 de febrero, individuos armados incendiaron 13 locales del mercado Baltasar R. Leyva Mancilla y ese mismo día, casi de manera sincronizada, otro grupo de personas le prendieron fuego a una marisquería, donde murió calcinado el velador de este negocio ubicado al norte de esta ciudad.

Una de las versiones que dieron a conocer los familiares de las víctimas es que integrantes de un grupo del crimen organizado los quería extorsionar y debido a que se negaron actuaron contra ellos.

En esta temporada de violencia en las calles de esta ciudad los últimos tres meses han asesinado a tiros dos trabajadores de combis de transporte público y a un taxista.

Para la alcaldesa morenista, Norma Otilia Hernández Martínez, es la Fiscalía General del Estado (FGE) la que se encarga de realizar las investigaciones sobre los hechos de violencia; rehuyó decir qué tipo de medidas de prevención ha tomado su gobierno para frenar las acciones delictivas.

«Tenemos pocos policías municipales y con esos no podemos», dijo la edil.

Reconoció que en cuando menos cuatro billares ubicados en el primer cuadro de la ciudad, donde han ocurrido tiroteos y asesinatos, se convirtieron en un foco de violencia. Dijo que ya les propuso a los dueños de estos establecimientos su reubicación.

«Estamos dialogando con ellos (los dueños de los billares) para que se reubiquen y en caso de que no quieran les vamos a cancelar su permiso o licencia», advirtió la alcaldesa en entrevista.

Sobre el tema de reducir la violencia en Chilpancingo, Hernández Martínez mencionó que su gobierno cumple con su parte en el tema de la prevención del delito, pero es la FGE la encargada de investigar y resolver los casos.

«Muchas veces quieren tergiversar la información y culpar al Ayuntamiento, pero es la FGE la encargada de resolver y hacer el procedimiento de muchos de estos casos», mencionó Hernández Martínez.

El informe de febrero de este año que presentó el Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública y Protección Ciudadana ubica a Chilpancingo, la capital del estado de Gurrero, dentro de las 50 ciudades del país como las más inseguras. También en este ranking está Acapulco.

Familiares de una de las víctimas asesinadas a balazos en el centro de Chilpancingo se abrazan en la escena del crimen.

 

¿Cuándo pagará García Luna por los desaparecidos?

¿Cómo reparas una familia rota, destruida? ¿Cómo reparas una vida? ¿Cómo reparas un proyecto de vida truncado?, ¿Cómo la destrucción del tejido social? En el juicio de García Luna faltaron las voces de las víctimas.


Texto: Isabel Briseño y Daniela Pastrana / Pie de Página 

Fotos: Isabel Briseño

21 de marzo del 2023

 

CIUDAD DE MÉXICO.- Era el 24 de junio de 2011. En el Alcázar del Castillo de Chapultepec ocurría una inédita reunión entre el entonces presidente, Felipe Calderón, y víctimas de su estrategia de seguridad (él la llamó guerra contra el narco) agrupadas en torno al Movimiento por la Paz.

“Nunca se me olvida”, dice Araceli Rodríguez Nava, casi 13 años después de ese encuentro.

“Estaba sentada frente a (Genaro) García Luna. Él jugaba en su mano una pluma azul, estaba nervioso. Le reclamé frente a quien fue su jefe, que luego de un año y 6 meses, no había querido recibir a las familias de los seis policías y el civil desaparecido en Michoacán”.

El diálogo entre Calderón y las víctimas era transmitido por la televisión. El presidente respondió que la atenderían y días después, Araceli recibió la cita que tantas veces había solicitado con el hombre que durante una década tuvo a su cargo la Secretaría de Seguridad del gobierno federal.

La respuesta del poderoso funcionario, sin embargo, la dejó petrificada. Así recuerda el episodio:

— Echado para atrás, con el codo recargado en el respaldo de la silla y frente a los demás familiares, García Luna me dijo: “Yo te digo a ti, Araceli, que ya dejes de estar buscando culpables donde no los hay. Fíjate que es bien bonito reflexionar sobre la muerte. Deberías de ponerte a analizar, pasar una película de tu vida desde que tenías uso de razón. Reflexiona y piensa 10 minutos, cómo te gustaría morir”.

Araceli, quien llevaba casi dos años tocando todas las puertas de la dependencia para reclamar respuestas sobre la desaparición de su hijo Luis Ángel, no iba a mostrar el miedo que sintió con la amenaza.

—Ni un segundo ingeniero —le respondió la mujer al poderoso funcionario —. Ni un segundo pienso en cómo quiero morir, porque antes de morirme, voy a encontrar a mi hijo, a sus compañeros y verlo a usted tras las rejas.

— ¿Qué le dirías ahora? — le preguntamos a finales de febrero, dos días después de que el exsecretario de seguridad fue declarado culpable de narcotráfico y delincuencia organizada en una Corte de Nueva York

—Eres un criminal, asesino. Estás pagando por delincuencia organizada y tráfico de drogas, pero ¿cuándo vas a pagar por las vidas de tus policías federales?

Un juicio sin víctimas

Araceli es mamá de Luis Ángel León Rodríguez, un policía federal desaparecido el 16 de noviembre de 2009 junto con otros seis policías y un civil (Sergio Santoyo, amigo de Luis Ángel y quien manejó la camioneta particular en la que iban) que fueron enviados de comisión a Ciudad Hidalgo, Michoacán, sin los medios necesarios de seguridad para ir a su destino. En el traslado hacia su comisión fueron emboscados en Zitácuaro Michoacán, en la caseta Lengua de Vaca. Por investigación se sabe que se los llevaron integrantes de la Familia Michoacana.

Durante 13 años, Araceli ha repetido su historia, en una incansable búsqueda de justicia (lo que sea que llene esa palabra) para Luis Ángel. La mujer ha ido rompiendo todas las barreras puestas por la propia Secretaría de Seguridad, que no solo se negó a reconocer la desaparición de sus elementos, sino que los reportó como faltantes al trabajo.

El caso ha sido aceptado por Naciones Unidas y Araceli espera que con eso se siente un precedente para que el Estado se responsabilice por sus trabajadores. En cuanto a los servidores públicos involucrados (los jefes de Luis Ángel) tuvo que ampararse, con el apoyo de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH) y un juez ordenó a la Fiscalía General de la República que los investigue. Peo eso va lento. Hace un año y medio que se abrió el expediente, y la Ministerio Público no ha hecho nada, dice Araceli.

¿Dónde está Luis Ángel? ¿Dónde están sus compañeros? ¿Dónde están los más de 100 mil desaparecidos?

“Muchos de ellos los debe Genaro García Luna”, dice Araceli.

Y sin embargo, en el juicio que se le ha hecho en Estados Unidos al exsecretario de seguridad federal no han hablado esas personas a las que les quebró la vida.

“Las víctimas somos las grandes ausentes de ese juicio”, insiste.

La cadena de mando

Araceli está convencida de que se tiene que investigar toda la cadena de mando, desde Genaro García Luna, quien personalmente presentó al oficial encargado de la comisión (Juan Carlos Ruíz), el excomisionado de seguridad, Facundo Rosas Rosas y a su secretaria Reyna Virruel.

—Ella bajaba la información. ¿A ella quién le dio la instrucción de que se fueran los policías a la comisión? ¿Quién solicitó la presencia de los policías en Ciudad Hidalgo Michoacán?—, pregunta Araceli.

Luego sigue con la lista: el exdirector de la policía, Luis Cárdenas Palomino —actualmente preso por tortura—; Sergio Licona (quien falleció en un accidente); Rafael Avilés, excoordinador de fuerzas federales que ordenó a los policías que se fueran por sus propios medios; su particular, Alejandro Santizo, quien presionó a las familias para que aceptaran la desaparición de los muchachos y que años después fue vinculado a la delincuencia organizada; Pedro Tello Gómez, presidente municipal de Ciudad Hidalgo, quien no dio aviso de que no llegaron; Roberto Cruz Aguilar, director de normatividad del área jurídica de la Policía Federal y quien, el 19 de diciembre de 2009, cuando aparecieron 8 cuerpos calcinados en San Juan del Río, Querétaro, envió una carroza de muerto a los familiares de los policías desaparecidos; el comandante Raymundo Agustín Hernández Guzmán, quien los amenazó de muerte y les dijo que no iban a llegar a su destino.

De cada una de esas personas que, dentro de la Policía Federal, debieron tener información sobre lo ocurrido con su hijo, Araceli tiene un archivo en la memoria. A lo largo de las horas va desempolvando imágenes de la memoria para narrarnos, por enésima ocasión, cómo fue que la institución dirigida por Genaro García Luna no sólo incurrió en omisiones graves en la desaparición de Luis Ángel y sus compañeros, sino que hubo una participación activa de los responsables, antes y después de la desaparición. Por eso el caso fue aceptado en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Araceli Rodríguez dice que a pesar de que no padece hasta el momento ninguna enfermedad crónica, lo que más le preocupa es el tiempo, que no alcance a ver la justicia para su hijo y las demás víctimas. Foto: Isabel Briseño / Pie de Página.

“Tu madre ni el seguro va a cobrar”

El sábado 14 de noviembre de 2009, Luis Ángel le dijo a su madre que iría a recoger el oficio de una comisión. Ella pidió permiso para salir temprano del trabajo y comer con él. Luis Ángel llegó como a las 4 de la tarde; su madre lo notó triste.

—¿Qué pasó, hijo?— preguntó Araceli.

—No sé, me siento raro. Es que, mamá, yo traía mi oficio de la comisión, ya me lo habían dado, fui con mi jefe Raymundo (Agustín Hernández) y le dije: ‘Ya está jefe, me voy el lunes a la comisión con el jefe Juan Carlos’; el jefe Raymundo se volteó y me dijo: ´estás pendejo´. Me quiso arrebatar mi oficio de comisión y le dije: ‘¿qué pasó jefe? Yo le estoy tramitando a mi mamá su casa, ya me dieron las llaves y necesito más dinero para amueblarla, no veo porque se enoja’. Entonces, Raymundo le respondió: ‘bueno, pues yo nomás te advierto una cosa, de mi cuenta corre que no llegas a tu destino y tu madre ni el seguro va a poder cobrar’.

—Eso era una amenaza… ¿qué le dijiste?

—No se me olvida, porque estaba cocinando sopa de fideo. Apagué la estufa y me fui a sacar la copia de su oficio. Eso fue importante porque luego intentaron decir que ellos se habían ido desacatando órdenes y sin los oficios correspondientes, pero no fue así. Y él estuvo así triste, raro, como ausente, pensativo. Luego se fue.

—¿No sospechaste nada? Ara, ¿nunca te contó de las cosas que le mandaban hacer? — preguntamos, con la confianza de haber tenido una conversación de 12 años, sobre la desaparición de su hijo.

—Algo que nunca les he contado es que una vez llegó enojado porque lo habían mandado a cuidar a alguien y era gente del Chapo Guzmán. Hasta ahora que ha salido todo eso en el juicio (la protección del gobierno de Felipe Calderón al cartel de Sinaloa) entiendo más cosas. Pero yo se quién era mi hijo, qué pensaba y cuáles eran sus valores. Sé que no era una persona que hiciera daño. Creía en la institución, pero la institución a la que pertenecía y en la que creyó Luis Ángel fue la misma que le fincó cargos por abandono de trabajo.

Preguntas sin respuestas

Araceli recuerda la llamada telefónica de Roberto Cruz Aguilar González, en los días siguientes de la desaparición de Luis Ángel, cuando le dijo que le estaban levantando una denuncia por abandono de trabajo. Ella colgó el teléfono. En una segunda llamada, el jefe policiaco aceptó que su hijo estaba desaparecido. Las familias ya forzaron a las autoridades a ir a Michoacán a presentar la denuncia.

—El 23 de noviembre nos subieron a las familias en un camión turístico blanco. Sólo iba el abogado Roberto Cruz y Julián Álvarez, no sé si era representante legal o qué. Roberto Cruz iba muy tenso, nervioso. Nos pidió que si llevábamos documentos que dijeran que éramos familiares de policías federales los escondiéramos muy bien para no ponernos en peligro, según ellos, pero nos habían dado unos lunch que decían con letras grandes: “servir y proteger a la ciudadanía, policía federal”. Entonces les dije: “¿Y este plástico no lo tragamos o qué?, dejen de estarnos exponiendo, nadie nos va cuidando.

Luego, Cruz canceló la misión. Fue hasta el día siguiente, 24 de noviembre que Araceli y los demás familiares pudieron presentar la denuncia. Habían pasado siete días de la desaparición de los agentes. Para sorpresa de las familias, los representantes de la Policía Federal declararon que los policías se habían ido desacatando órdenes con armas indistintas. ¿Cómo sabían ellos qué armas llevaban? Es parte de las dudas que nunca se han aclarado.

—No teníamos nada—, recuerda ahora Araceli.

En la madrugada del 7 de diciembre, ella recibió una llamada en su casa de una persona desconocida que le dijo que le quería ayudar. “A Luis lo tiene la familia michoacana secuestrado entre los límites de Morelia y Michoacán (sic)”, dijo el desconocido. También le aseguró que uno de los líderes de la banda era un tal cepillo y que manejaba una camioneta blindada color oro. Luego colgó. En los carteles de búsqueda no aparecía el teléfono particular. ¿Cómo consiguió ese informante el teléfono? Nadie, en 13 años, lo ha podido investigar.

Las familias fueron al centro de mando, donde les dijeron que había aparecido un sobre cerrado.

Araceli no sabía lo que tendría que enfrentar: ese sobre contenía las fotografías de los policías federales, sus credenciales del INE, de policías, licencias de conducir, algunas tarjetas departamentales y seis fotos —la única foto que no estaba era la de Juan Carlos Ruíz—. “No las van a querer ver, son fotos que duelen, pero quien sí sabemos que las va a querer ver es doña Araceli porque ella es muy aguerrida, dénselas para que las vea”, ordenó Rafael Avilés.

Araceli abrió el sobre y la primera foto que miró, fue la de su hijo Luis Ángel seguida por la de su amigo Sergio Santoyo. El impacto de verlos con el miedo desbordado en los ojos y la ropa jalada le cortó la respiración.

Dentro del sobre también había un mensaje, aparentemente firmado por el cártel de los zetas, que decía que los buscaran en la laguna de Tlajomulco.

Después, las familias fueron atendidas por Cárdenas Palomino, Sergio Licona y Maribel Arzate. Ahí, Cárdenas Palomino les dijo: “Sabemos por lo que están pasando, pero créanme, ya estamos buscando a sus familiares desde el momento en que recibimos la alerta, el 13 de noviembre del 2009”. Araceli lo interrumpió y le dijo que en esa fecha, ellos todavía no desaparecían. “Perdón, esos son otros”, respondió el funcionario.

Durante la entrevista otorgada a Pie de Página, los ojos de Araceli, seguían reflejando la tristeza y en otros momentos la rabia que le provocan los 13 años recorridos en la búsqueda de su hijo. Foto: Isabel Briseño / Pie de Página.

 

La verdad sin maquillajes

Sin respuestas y con resultados fabricados, Araceli y las familias decidieron tomar el 20 de diciembre el centro de mando de la Policía Federal. Ahí se quedaron durante 3 meses.

El 13 de febrero del 2010, los familiares fueron citados a una reunión en la que participaron Rafael Avilés, Alejandro Santizo, Roberto Cruz Aguilar, Arturo Cortés (perito de policía Federal), Sergio Licona, entre otros.

Sin más preámbulo, Sergio Licona declaró lo siguiente:

“La verdad sin maquillaje llegó, Araceli. Detuvimos a cuatro líderes de la familia michoacana y ellos declaran que sí tuvieron participación en la desaparición de los compañeros. Confesaron que se los llevaron hacía el cerro la Coyota, que allí los tuvieron entrevistándolos un rato, los hincaron, y como tu hijo pidió clemencia para que no mataran a su amigo y lo dejarán ir; se enoja el líder, conocido como Don Pig y es él quién le da un balazo a tu hijo en la frente con su propia arma. La sangre le salía como chorro de agua por una manguera, pero no sufrió, murió instantáneamente. Balearon a todos, los mataron y después mandan a traer 20 llantas, sosa, ácidos y madera para quemarlos. Refieren que hacen un hoyo como de diámetro. Todas las investigaciones apuntan a que fueron ellos, la delincuencia organizada, les dijo Sergio Licona. ¡Ah! y además los mataron, por no haber pagado 30 pesos en la caseta, porque se presentaron como policías federales para no pagar la caseta¡Por 30 los mataron!”

Araceli recuerda de memoria cada palabra. Las familias lloraban, pero ella intentaba aguantar. “No les des el gusto a estos cabrones de verte llorar”, se repetía.

Las autoridades pretendían que los familiares declararan muertos a los agentes e iniciar un proceso de indemnización. Incluso, les dijeron que Facundo Rosas les pagaría 6 mil 20 pesos supuestamente de su bolsa, para los gastos que ya habían generado. Pero ellos se negaron. Propusieron recibir el dinero de gastos, pero reclamaron que las autoridades firmaran un papel por concepto de salarios caídos de sus hijos. Los funcionarios se negaron.

Araceli advirtió, además, que había algo extraño en la foto que les mostraron de Sergio Santoyo en la reunión del 7 de diciembre: él iba rapado cuando se fue con los muchachos, y en esa foto se le ve poquito cabello. ¿Cómo dicen que los matan el mismo día y en la foto se ve a Sergio con cabello? El perito respondió que “cuando las personas tienen emociones fuertes, el cabello sale”.

Las familias y Araceli levantaron sus cosas de las carpas y se fueron del centro de mando ese 13 de febrero de 2010. Pero antes de terminar la reunión, Araceli les advirtió: “Aquí no termina todo hoy, no vamos a declarar a nuestros hijos muertos. La pesadilla, oíganlo bien, no la tengo yo, la tienen ustedes conmigo mientras que yo viva porque hoy inicia todo”.

Luego salió a respirar. Caminó por las instalaciones y cuando sus pies ya no la sostenían, se hincó en el piso y llorando le reclamó a dios: “¿Por qué te vendaste los ojos para no ver lo que le hicieron a mi hijo?”. Luego hizo una promesa:

“Luis Ángel, si esto, que dicen que te hicieron es verdad, te prometo hijo, que voy hacer retumbar tú nombre en todo el mundo”.

Trece años después, frente a un café que ya hace rato se ha enfriado, Araceli resume ese momento.

—Mis oídos habían escuchado lo más cruel de mi vida

Engaños de todos

Las familias, sin conocimientos, hicieron todo lo que estaba en sus manos para encontrarlos. Metieron escritos y un sinfín de denuncias, ya no sabían qué más hacer. Denunciaron en todos lados, en la Procuraduría General de la República, en el Órgano Interno de Control de la Policía Federal; en la Comisión Nacional de Derechos Humanos; en asuntos internos de la Policía Federal; en la Función Pública.

A mediados de diciembre Araceli recibió en su casa un par de amenazas escritas aparentemente por los zetas.

—Una decía que le parara a mi pedo porque me iban a cortar la lengua— cuenta.

En abril de 2010 fue detenido en la Ciudad de México Hilario Morales El Gato, quien había participado directamente en la muerte de los federales (incluso, se presume que fue quien dio la orden de que los asesinaran).

Fue detenido por otro caso, pero Araceli lo vio en la televisión y de inmediato fue a la Subprocuraduría Especializada para conocer delitos de la Delincuencia Organizada (Seido). Pidió que atrajeran la averiguación de Toluca. Pero el ministerio de la agencia 30 metropolitana, se declaró incompetente.

En mayo de 2010, pidieron a la entonces subprocuradora Marisela Morales atraer el expediente. Araceli también pidió ayuda a Isabel Miranda Wallace, pero ella respondió que no se dedicaba a hacer investigaciones y que para eso estaban las autoridades, que buscara información con los amigos de su hijo.

Araceli Rodríguez es otra mujer, la desaparición de su hijo la llevó a retomar sus estudios. Se convirtió en abogada y ahora estudia una maestría. Foto: Isabel Briseño

Quitarse el odio

Después de los Diálogos por la Paz en el Alcázar del Castillo de Chapultepec, detuvieron a unas personas vinculadas con el caso y Araceli pidió hablar con los detenidos.

—Uno de ellos me dice que ya tenga paz, que no tenga fe en mi corazón, porque sí los habían ejecutado, que él no había estado, pero que sí sabía que los habían ejecutado.

Fue algo muy cruel, recuerda Araceli:

—Él llora y me platica que vendía hamburguesas y que su mamá tenía cáncer por lo que pidió un dinero que ya no pudo pagar, por eso es que lo meten dentro de la misma banda criminal. Me entrevisto con él y me pide perdón. Yo ni siquiera lo insulto ni nada, al contrario. Me quedé analizando y ahí descubrí la diferencia entre el ser y el hacer. Él es un ser humano, pero lo que hizo, se paga con cárcel. Así que le dije: ‘Mientras que yo viva, voy a luchar para que tú no salgas de la cárcel’.

El hombre cumple una condena de 409 años en prisión. Pero entrevistarse con él, cuenta Araceli, le ayudó quitarse el odio del corazón con el que vivía.

—Nunca te recuperas y tienes que hacerte la loca para no morir porque las familias vivimos con miedo—, dice.

Se tiene que investigar en México

—¿Qué pensaste cuando escuchaste: García Luna, culpable, Ara?

—No pensé nada de pronto, me quedé como suspendida en el tiempo, se me vino a la mente su cara, la pluma azul que movía al amenazarme, su forma de sentarse prepotente al hablarme de la muerte. Me senté en el sillón, me puse a reflexionar como él me lo pidió hace años y lo primero que se me vino a la mente fue: en tu conciencia la vida de siete policías y un civil, eres un criminal García Luna. Me dio felicidad, también le dije: ‘con nada vas a pagar lo que a nosotros nos hiciste, lo que le hiciste a esas personas que solo iban a trabajar’. Los hijos de Sergio quedaron en la orfandad, su hija ya es licenciada en Derecho. Frente al televisor le dije: tú criminal, hiciste dos abogadas, la hija de Sergio y a mí. Si sales de la cárcel tu conciencia no te va a dejar vivir. Son reacciones que no tienes como contenerlas y emociones muy encontradas de dolor de frustración, pero también de felicidad porque si bien es cierto, espero y deseo seguir una investigación hacia él por nuestro caso, lo voy a luchar y lo voy a pelear con la Fiscalía General de la República que vayan mínimo a preguntarle ¿quién dio la instrucción? ¿qué pasó con esto? Diario le pido a Dios que no le permita salir a hacer más daño del que ya nos hizo a nosotros, que no se lo permitan, que ni siquiera como testigo, ni siquiera como eso porque es un criminal y va a seguir haciendo daño a la sociedad. También le pido mucho a Dios que a través de esta cadena de investigaciones, la de nosotros también se lleve a cabo, nunca es tarde para una investigación y si las autoridades mexicanas de verdad quieren trabajar lo van a hacer y sí, se debe investigar a los servidores públicos que están involucrados con él.

—¿Crees que se necesitaría un macrojuicio, como los que ha habido en Colombia o Argentina?

—Sí, totalmente. Que se sepa todo el daño que hicieron.

—¿Lo veías venir? ¿Pensaste en algún momento antes que iba a salir culpable en este juicio con lo que estaba pasando, o no?

—Yo sí. Cuando veía su rostro en la tele, en las revistas, en el periódico, siempre muy prepotente el hombre, yo me emparejaba y me paraba frente a él, aunque fueran fotos y en la tele con mi mirada centrada en él, me concentraba y le decía: eres culpable, eres culpable y vas a pagar. Eres culpable y te van a declarar culpable. Mi hija me decía: mamá, es que cuando le ves su cara, tu cara se transforma. Desde lo más profundo de mi ser, pedía que lo declararan culpable.

—¿Qué piensas de Felipe Calderon y su respuesta en un comunicado donde dijo que la sentencia de Genaro Luna, su excolaborador, estaba siendo usada para golpearlo políticamente?

—A mí Margarita Zavala me trató bien. No puedo hablar mal de ella. Pero imagínate como un sólo hombre se sintió dueño de un país, de miles de vidas de víctimas. Se siente mucha impotencia, mucha frustración por todas las infancias que arruinó y por quienes quedaron en orfandad.

—¿Qué sensación te deja que no esté enjuiciado por temas de las víctimas de desaparición?

—Frustración, mucha frustración, pero leí una nota que se la estuve mandando a las familias y dice que van a empezar a ser investigados funcionarios cercanos a Genaro García Luna. Eso me dio la esperanza de irle a exigir a la Fiscalía que tiene una carpeta de investigación por nuestro caso para investigar a los servidores públicos y para que comparezca García Luna en Estados Unidos por nuestro caso y lo voy a lograr, cuándo no sé pero voy a lograrlo. Las familias y yo, estamos con la certeza sin temor a equivocarnos de que en sí, donde está el meollo del asunto en este tema, es entre el comandante inmediato de Luis Ángel y el maestro Roberto Cruz Aguilar, entre ellos dos.


Este texto es propiedad de Pie de Página y lo reproducimos como parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Puedes leer el original en este enlace.

Asesinan a jefe policiaco en Acapulco

En septiembre del 2021, Buenfil denunció al entonces secretario de Seguridad Pública de Acapulco de tener nexos con el crimen organizado


Texto: Jesús Guerrero

Fotografía:  Especial

Chilpancingo

 

Hombres armados asesinaron a balazos al jefe operativo de la policía auxiliar de Acapulco, Samuel Buenfil Espinoza, alrededor de las 11 de la mañana de este martes, a una cuadra de las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública, ubicadas en la colonia Progreso de este puerto.

El jefe policiaco caminaba por la calle Sonora y se dirigía a las instalaciones de la SPP cuando individuos que viajaban en una motocicleta le dispararon.

Buenfil Espinoza quedó tirado en la banqueta.

Tras el ataque contra el jefe policiaco, elementos de la policía estatal, policía municipal, Ejército y Guardia Nacional desplegaron una operación en las calles de esta colonia, donde están las instalaciones regionales de la Fiscalía General del Estado (FGE).

En el inicio del gobierno de Abelina López Rodríguez, el 30 de septiembre del 2021, Buenfil Espinoza fue designado como director de la Policía Municipal pero fue removido de ese cargo por el entonces secretario de Seguridad, Maximiliano Serrano Pérez.

Buenfil acudió ante la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero (CDHEG) para denunciar a Serrano Pérez de tener pactos con el crimen organizado.

En su queja, Buenfil Espinoza aseguró que integrantes del crimen organizado operaban como jefes operativos en la corporación policiaca.

Mencionó que fue destituido por Serrano Pérez luego de que se negó a recibir 50 mil pesos de una persona a cambio de que hiciera nombramientos de comandantes.

Después de su denuncia ante la CEDHEG, Buenfil Espinoza fue designado como director de la policía auxiliar.

En julio del 2022, Serrano Pérez fue destituido como secretario de Seguridad Pública de Acapulco.

 

Matan a taxista hieren a dos más en este puerto

 

Durante la madrugada de este martes, un taxista fue asesinado a balazos y otros dos más resultaron heridos en diferentes hechos registrados en Acapulco.

Un taxista atacado a tiros cuando conducía su unidad en el fraccionamiento de Costa Azul, resultó herido y poco después falleció cuando era atendido en un hospital.


Paola, la niña de los pasteles del centro de Chilpancingo que nunca será cadete

Texto: José Miguel Sánchez 

Fotografía: Oscar Guerrero (Archivo)

5 de enero del 2022

Chilpancingo 

 

La tarde del 29 de diciembre Paola Michelle Jiménez Valadez recorrió, como de costumbre, las calles del centro de Chilpancingo para vender los pasteles que hace su madre. Los vendía en los negocios establecidos en las principales calles de la ciudad para apoyar en los gastos del hogar.

Su madre, entonces, atendía el negocio ambulante de dulces, aguas, refrescos y cigarros que hace años tenía fuera del edificio Vicente Guerrero. Cuando Paola recorría el centro de Chilpancingo su madre atendía el puesto, era una dinámica diaria establecida entre las dos.

Por la mañanas, Paola, de 14 años, estudiaba el tercer grado en la Escuela Secundaria General Antonio I Delgado (ESGAID).

Eran cerca de las cuatro y media de la tarde cuando Paola ingresó al Billar Deportivo Guerrero, ubicado sobre avenida Benito Juárez, a una cuadra del puesto de dulces de su madre. Era común que pasara ahí a vender sus pasteles.

Sólo pasó unos minutos, ya estaba por salir del lugar, pero antes de que lo hiciera dos personas armadas entraron al local e hicieron disparos.

Un reporte oficial sobre los hechos indica que los civiles armados le dispararon a una persona que consumía bebidas alcohólicas en el billar.

Pero esas balas que tenían remitente alcanzaron a Paola, quien bajaba las escaleras para salir del local.

“Me pasó a avisar un chavo de donde yo guardo mi mercancía y me preguntó si la niña andaba vendiendo, le dije que sí y me respondió que fuera a ver porque hubo una balacera y la charola (de los pasteles) estaba tirada”, narra la madre de Paola, Brenda Valadez Espinoza.

Brenda acudió al lugar de los hechos y vio el cuerpo de su hija en el piso. “Traté de moverla para ver si reaccionaba, pero no respondió”.

Después de terminar la secundaria, Paola quería ingresar al Heroico Colegio Militar y ser una cadete.

“Ella (Paola Michelle) siempre quiso ser cadete, cuando veía a los militares se emocionaba y se les acercaba, les preguntaba cómo podía ingresar al Colegio Militar”, dice su madre.

Con la venta de los dulces y pasteles, Paola y su madre se mantenían; tenían el plan de adquirir una computadora para cuando la niña entrara a la preparatoria.

Algunos militares, miembros de la institución a la que Paola quiso pertenecer, resguardaron la escena de su asesinato, porque ocurrió en medio de una operación policiaca conjunta entre Ejército, Guardia Nacional, Marina y Policía Municipal. Se supone que recorren las calles del centro de Chilpancingo, pero no estuvieron para impedir su muerte.

En la imagen, compañeras y compañeros de Paola Michelle realizan un homenaje de cuerpo presente en las instalaciones de la Secundaria Antonio I Delgado, institución de la que era alumna, el pasado 30 de diciembre. Foto: Oscar Guerrero

Las víctimas de diciembre

En diciembre asesinaron en Guerrero a 82 personas, 77 hombres y cinco mujeres. De la cifra general destacan varios asesinatos a jóvenes, como el caso de Paola.

El número de víctimas es resultado de una documentación que realiza Amapola, periodismo transgresor sobre la difusión de estas noticias en distintos medios de comunicación locales.

La cifra correspondiente a todo diciembre es la misma que arrojó el mes anterior. En noviembre también asesinaron 82 personas, la única diferencia fue que fueron ocho mujeres y 72 hombres.

De los 31 días de diciembre, en cuatro no hubo víctimas, pero en otros casos, en un sólo día hubo hasta 12, como ocurrió el 10 de diciembre; el mayor número de víctimas fue en la comunidad del Durazno, municipio de Coyuca de Catalán, en la Sierra de la Tierra Caliente de Guerrero, donde mataron a siete personas, entre ellas un menor de 11 años llamado Elder.

El mayor número de víctimas lo concentran tres municipios: Acapulco con 40, Chilpancingo con 11, Coyuca de Catalán con siete e Iguala con cuatro, juntos suman 62 casos

Los jóvenes en las cifras de muerte

Este mes documentado fue el último de 2022, con una importante evidencia, los niños y jóvenes están en las cifras de asesinatos de manera más constante, marcada y con los mismos patrones de saña que en el caso de los adultos.

En septiembre y octubre fueron documentados casos de mujeres asesinadas con su hijos en brazos o resguardándolos.

Además de los casos de Paola, en Chilpancingo, y Elder, en la Sierra de Coyuca de Catalán, otros tres asesinatos de jóvenes saltan en diciembre.

En Chilpancingo, en el mismo día fueron asesinados tres jóvenes en dos hechos distintos.

El primero fue en el parque Avispa Skate, un espacio creado para el esparcimiento de jóvenes y estudiantes que practican skate, un deporte que se práctica con un monopatín en rampas. La tarde noche del 3 de diciembre asesinaron a Víctor Moisés de 30 años y Édgar de 28. Moisés fue impulsor del skate en Chilpancingo.

Dos horas después de este homicidio colectivo en el parque Skate, un joven de 27 años, originario de la comunidad de Omiltemi, fue asesinado mientras comía con su esposa y su hijo en un marisquería de Chilpancingo.

A un mes de estos hechos no hay ningún detenido por los tres homicidios.

El asesinato de jóvenes, de acuerdo con la antropóloga e integrante del Centro de Estudios sobre Infancias y Juventudes en Guerrero (Ceijgro), Rosa Isela Robles Jiménez, representa un problema para la sociedad y es la evidencia más clara de que no hay oportunidades para ellos.

“Una sociedad como la que experimentamos limita las posibilidades de desarrollo de nuestras juventudes, disminuyendo las oportunidades de crecimiento en muchos aspectos, principalmente profesional y laboral, lo que empuja a que éstas busquen alternativas de sobrevivencia, colocándolos muchas veces en condiciones de elevado riesgo”, mencionó en entrevista.

Los asesinatos dirigidos a los jóvenes, de acuerdo con Robles Jiménez, es la evidencia también de las condiciones de precariedad en las que viven.

“Una sociedad que asesina a sus jóvenes pierde la oportunidad de transformarse, de renovar sus ideas y generar una nueva filosofía que permita desarrollar acciones políticas, sociales, morales, culturales y económicas que vislumbren una nueva y renovada sociedad. Se pierde la oportunidad de crear un mundo mejor”, agregó.

Sobre la avenida Benito Juárez, donde sucedieron los hechos, no hay ninguna cámara de vigilancia.

Elementos del Ejército resguardan el billar donde fue asesinada Paola el pasado 29 de diciembre. Foto: Oscar Guerrero

La vulnerabilidad de Paola

Paola y su madre Brenda siempre fueron comerciantes, al principio tenían un puesto de dulces en el andador Emiliano Zapata, pero fueron desalojados durante la administración del alcalde perredista Antonio Gaspar Beltrán (2018-2021).

De ahí les permitieron colocarse fuera del edificio Vicente Guerrero, a un lado del restaurante de comida rápida Lidanys.

En ese lugar, Paola ayudaba todos los días a descargar la camioneta de insumos. A los meseros también solía ayudarles con algunas charolas para los repartidores.

Cuenta su madre que su hija era muy conocida en el centro de Chilpancingo por su venta de pasteles, y por los dulces.

En el perímetro de su asesinato, en pleno centro de la ciudad, no hubo una cámara de seguridad servible para que concediera al menos un asomo a la justicia.

Asesinan a líder transportista en Acapulco

Texto: Jesús Guerrero

Fotografía: Cromática Agencia Fotográfica y Multimedia (Archivo)

Chilpancingo

 

Un individuo armado asesinó a balazos al presidente de la Confederación Regional de Transportistas del Estado de Guerrero (CRTEG), Raúl Portillo Andraca, cuando estaba en sus oficinas en la colonia Unidos por Guerrero en Acapulco, la tarde de este miércoles.

De acuerdo con las autoridades, alrededor de las 04:20 de la tarde, un hombre irrumpió en las oficinas del líder transportista, ubicadas entre la avenida El Quemado y la calle Aristóteles.

En ese momento ahí estaba Portillo Andraca y el delincuente le disparó varias veces. Momentos después el líder transportista murió.

Personal de la Fiscalía General del Estado (FGE), Guardia Nacional, Ejército y La Marina llegaron al lugar.

El cadáver del líder transportista fue trasladado al Servicio Médico Forense.

Portillo Andraca participó en diversas campañas y con distintos candidatos de partidos políticos.

Para las elecciones a la gubernatura en el 2015, participó en la campaña de la candidata a gobernadora de la coalición PRD-PT, Beatriz Mojica Morga.

En el 2021, Portillo Andraca apoyó al priísta Ricardo Taja Ramírez, quien iba como candidato a la alcaldía de Acapulco.

En la imagen, cintas de seguridad rodean el cadáver de una persona en la colonia Progreso, a una cuadra del cuartel de la Secretaría de Seguridad Publica y de la Fiscalía Regional del puerto de Acapulco, el pasado 18 de noviembre. Foto: Cromática Agencia Fotográfica y Multimedia.

 

Septiembre: más violencia contra mujeres y asesinan a un joven con dos hermanos desaparecidos

Abel (de 19 años) fue asesinado el pasado 29 de agosto; sus hermanos Héctor (28 años) y Martín (26) están desaparecidos desde hace tres años y ocho meses. Abel forma parte del Colectivo de Familiares en Búsqueda María Herrera


Texto: Margena de la O

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

Jessica llegó a Chilpancingo a vivir con una de sus tías a la colonia del PRI cuando salió de Acapulco huyendo de su anterior pareja porque “la golpeaba mucho”, alguna vez le dijo a una de sus vecinas de la colonia CNOP, sección B, ubicada al oriente de la ciudad, donde vivió hasta el sábado 17 de septiembre pasado con su hija y una nueva pareja.

La niña, que la vecina calcula no rebasa ni los tres años, es hija de su ex marido. Por esa violencia que vivió Jessica, y muy probable su hija, supo la misma vecina, que en su momento buscó ayuda en la Secretaría de Mujer (Semujer), pero nunca trascendió su petición, y por esa razón decidió huir de él, pero, al final, al parecer descubrió donde vivía en Chilpancingo.

Entre el 17 y 18 de septiembre, en los medios de comunicación circuló la noticia de que la noche de ese sábado una mujer de 31 años, de nombre Jessica, que vivía en la calle Caritino Maldonado de la colonia CNOP sección B, fue asesinada con arma blanca; la lesionaron del cuello y el tórax. Fue degollada.

El feminicidio de Jessica ocurrió en la casa donde vivía con su pareja y su hija. El agresor intentó quemar el cadáver y el lugar, pero el fuego no se propagó porque, supone la vecina, en el cuarto hay mucha humedad.

Lo que se lee en las noticias del hecho, sustentada en los reportes policiacos y de la Fiscalía General del Estado (FGE) es que el cadáver de la mujer tenía quemaduras, porque él o los agresores incendiaron su habitación. Los familiares o vecinos supieron del crimen porque entraron después de ver que salía humo del cuarto.

En la colonia se sabe que Jessica estaba en casa sólo con su hija. La vecina cree que la pequeña fue testigo del asesinato de su madre, pero desconoce por qué razón su pareja no estaba ahí.

Después de los hechos, la FGE sólo informó que abrió una carpeta de investigación contra quienes resulten responsables por el feminicidio en agravio de Jessica.

La Fiscalía nunca ofreció detalles de quién podría ser el autor del feminicidio, pero la vecina de Jessica, quien la escuchó contar del trato que le daba su ex pareja, ve en ese antecedente un indicio de la razón de su destino.

Jessica es una de las cinco mujeres que asesinaron en Guerrero entre el sábado 17 y el lunes 19 de septiembre. Cuatro de estos asesinatos ocurrieron en Acapulco (tres) y en Chilpancingo (uno) en menos de 24 horas.
Sólo en ese fin de semana ocurrieron la mitad de los asesinatos de mujeres documentados en septiembre, mes en el que asesinaron a 10, y el de Jessica fue el de las circunstancias y características más descarnadas, porque pone en evidencia la saña feminicida, con que las mujeres son castigadas sólo por el hecho de serlo.

Dentro del mismo fin de semana mataron a otras tres mujeres en circunstancias parecidas, hubo hijos presentes en la escena de sus crímenes. Entre la tarde y noche del domingo 18, dos mujeres jóvenes, porque en los reportes policiacos les calcularon unos 18 años, fueron asesinadas a balazos en la colonia La Mica de Acapulco; desde un vehículo les dispararon mientras caminaban sobre la esquina de las calles Cacahuates y Limones. Una de ellas llevaba un bebé de unos siete meses, a quien hirieron, pero se salvó porque los familiares llegaron y lo llevaron a un hospital.

Para la madrugada del lunes 19, es decir unas horas después, mataron en Marquelia a Kelly cuando dormía en su casa. En el reporte policiaco le calcularon unos 18 años. Tenía un hijo de pocos meses de nacido, quien estaba con ella.

A Kelly entraron hasta su casa a matarla.

Las víctimas del mes

En total, en septiembre asesinaron en Guerrero a 104 personas, 94 hombres y 10 mujeres. La mayoría son hombres, pero los crímenes de mujeres son destacados en el bloque anterior por los patrones de saña evidenciados en el contexto.

Este número de víctimas de septiembre es resultado de la documentación que lleva Amapola, periodismo transgresor sobre los asesinatos que son publicados a diario en los medios de comunicación locales. El saldo es mayor en comparación con el mes anterior, donde fueron documentados 92 víctimas de homicidios dolosos, cifra que corresponde a los números del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP); la dependencia difundió que este mes era el de menos homicidios en lo que iba del año.

El mes pasado, la dependencia reportaba una disminución de 36 casos en comparación con el mes de julio, donde documentaron 128 víctimas, pero en septiembre, en referencia al conteo de este medio, las estadísticas tuvieron un nuevo repunte, con 12 casos más. Aun así, en septiembre hay menos casos que en julio.

De los 30 días de septiembre sólo en dos no hubo víctimas, pero en otros casos, en un sólo día hubo hasta nueve víctimas, como ocurrió el 21, en seis hechos distintos asesinaron a ocho hombres y una mujer. En otros tres días diferentes del conteo hubo saldo de ocho víctimas, es decir, que tan sólo en cuatro días del mes, se contabilizaron 33 víctimas.

El mayor número de víctimas lo concentran tres municipios: Acapulco con 49, Iguala con 18, y Chilpancingo con seis. Juntos suman 73 casos, es decir, un 70.1 por ciento de la cifra total de víctimas de septiembre.

Los resultados de este conteo sostienen lo expuesto al principio de septiembre en este medio, acerca de que Acapulco ocupaba el quinto lugar de las 50 ciudades más violentas del país, aún con operaciones policiacas de por medio para disminuir delitos.

Esta coincidencia, el crecimiento del número de homicidios en lugares donde es reforzada la seguridad, apela a reflexionar la violencia de manera diferentes, es decir, sobre quienes la generan. En este reporte, Iguala es la segunda ciudad con más homicidios en Guerrero durante septiembre, aun cuando el alcalde David Gama Pérez informó a principios del mes que seguía en coordinación con el Ejército, la Marina y la Policía Estatal para la seguridad en su municipio, de acuerdo con lo que publicaron algunos medios.

En Iguala está fuera de funciones la Policía Municipal desde el 18 de marzo del 2021 para capacitación y aplicarles exámenes de confianza; es la segunda ocasión que desarman y sacan de funciones a los agentes municipales después de los hechos en que desaparecieron a normalistas de Ayotzinapa (26 de septiembre del 2014), donde se confirmó la participación de miembros de la corporación.

La confirmación de un crimen

Era 1 de septiembre cuando sus hermanos confirmaron que una parte del cadáver de Abel estaba en el Servicio Médico Forense (Semefo) de Chilpancingo, el asunto complicado sería decírselo a su mamá, pero cuando llegaron a casa ya lo sabía, una vecina, que desconocen cómo lo supo, se lo contó.

Abel tenía 19 años, era hijo de Rosario, una mujer de unos 45 años que en total tuvo cinco hijos, pero ahora sólo dos están con ella. Abel fue asesinado y Héctor (de 28 años) y Martín (de 26) están desaparecidos desde hace tres años y ocho meses, es por esa razón que Gema Antúnez Flores, quien coordina el Colectivo de Familiares en Búsqueda María Herrera, conoció a Abel.

El joven formó parte de las actividades de búsqueda del colectivo, con el propósito de localizar a sus hermanos, a quienes se lo llevaron unos hombres que interceptaron el taxi en el que llegaban a su casa. Abel dejó de asistir a las búsquedas para trabajar y aportar para los gastos de su casa. Su madre trabajaba en el aseo de casas.

Lo que sabe Antúnez Flores de caso de Abel es que trabajaba en una tienda de conveniencia cerca de Petaquillas, el pueblo más cercano a la ciudad de Chilpancingo, y que el 29 de agosto salió de su casa, de la que sólo se mencionará que está cerca de una barranca, para ir a trabajar a la tienda, donde se sabe cubrió turnos hasta la noche.

Ella sabe, por lo que le han contado los familiares, que Abel salió de la tienda y se vio con su novia, porque fue ella quien después le hizo saber a la familia que estaban juntos cuando unos hombres de un carro los alcanzaron, los subieron al vehículo y se los llevaron, pero a ella la soltaron.

Los familiares no lo buscaron pronto porque pensaba que andaba con los amigos. Antúnez Flores describe a Abel como un joven tranquilo, quien trabajaba para mantener a su mamá que es diabética.

Cuando la novia avisó a una prima de Abel lo que les pasó y ésta le dijo a su mamá para que le contara a Rosario –la mamá de Abel no conoce a quien era novia de su hijo–, entonces sus otros dos hijos buscaron a Abel en hospitales, barandillas (cárcel municipal) y el Semefo, donde reconocieron un resto del cuerpo de su hermano.

De acuerdo con lo que está documentado en los medios de comunicación, a las 18:30 horas del 30 de agosto, policías municipales y ministeriales confirmaron el hallazgo de la cabeza de un hombre, en la colonia 4 de abril. La abandonaron dentro de una hielera.

Era Abel, pero los hermanos lo supieron hasta que lo reconocieron en el Semefo.

Cuando buscaban a su hermano, una vecina le dijo a Rosario que policías habían hallado una cabeza cercenada y que se trataba de Abel. Algunos medios de comunicación documentaron sin muchos detalles de la víctima y el hallazgo; algunos difundieron algunas imágenes del lugar dónde la localizaron y de los restos, sin que se distingan los rasgos, lo que hace poco probable su reconocimiento.

El énfasis en este apunte es porque Gema Antúnez explicó que la familia, al ampliar la denuncia hace unos días, pidió que en la investigación incluyeran todos estos elementos y llamaran a declarar a todas las personas que tienen información sobre la desaparición y asesinato de Abel.

 

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