Liberan a líder de comunitario de Tixtla después de tres años de encarcelamiento

Texto y fotografía: Santiago Torres

15 de enero de 2021

Chilpancingo

 

Después de tres años, Julio César Coctecón Rendón, integrante de la Policía Comunitaria de Tixtla que pertenecía a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), fue liberado del Centro Regional de Readaptación Social (Cereso) de Chilpancingo, después ser absuelto de los delitos de privación ilegal de la libertad y robo.

 

El 27 de febrero del 2018, cerca de la dos de la tarde, Coctecón Rendón fue detenido por policías ministeriales, acusado de cometer los delitos de la privación ilegal de la libertad y robo en contra de elementos de la Policía Municipal de Tixtla, aun cuando estaba en sus funciones de policía comunitario.

 

Fue liberado este vieres porque no le pudieron sostener esos delitos.

 

 

Su estancia de casi tres años en el penal de Chilpancingo, dijo, lo llevó a reconocer que hay mucha maldad en esta vida. El comunitario es padre de un niño y una niña, y está convencido de que en ellos, los niños, está el futuro y la esperanza de México.

 

Coctecón Rendón agradeció al representante del Comité por la Libertad de los Presos Políticos de Guerrero, Gonzalo Molina, por haber tomado su caso, que alcanzó la absolución por no haber delitos que perseguir.

 

Durante su liberación, estuvo presente el propio Gonzalo Molina, quien es considerado un ex preso político. Ahí comentó que como policía comunitario, Coctecón Rendón estaba facultada para hacer detenciones, por esa razón no había delitos que perseguirle. Pero ambos, Molina y Coctecón, han vivido cárcel por señalamientos y acusaciones dentro de sus funciones de comunitarios.

 

Mencionó que como el caso de Rendón Coctecón, hay otras 59 carpetas de investigación contra presos políticos que, identificó, tienen notables irregularidades, las cuales han llevado a diálogo con el gobierno estatal, en particular con la Fiscalía General del Estado (FGE), para trazar una ruta. Aunque, cree, la consigna institucional es: “a un luchador social hay que pararlo, hay que meterlo a la cárcel para que no siga organizando al pueblo”.

 

Gonzalo Molina aseguró que su paso por la cárcel le permitió conocer más casos de presos políticos, así como entender el proceso que llevan y buscar su liberación.