Texto: Marlén Castro
Foto: Especial
Chilpancingo
Domingo 27 de enero
Thalía Selene Martínez Nava, creadora de Sicarú Tlacuaches, anunció hace una semana que esta temporada dejará de recibir tlacuaches para su recuperación porque se ha quedado sin el espacio en el que llevaba a cabo esta labor desde 2018.
También, al parecer, por problemas de su salud.
“Querida comunidad tlacuachera lamento informarles que tristemente esta temporada no podré aceptar tlacuachitos. Ya no contamos con lugar para resguardo y rehabilitación además de cuestiones personales y de salud”, compartió la defensora de los tlacuaches en la página dedicada a informar sobre la importancia de esta especie e impedir su maltrato.
Thalía Selena inició con Sicarú Tlacuaches Chilpancingo el 6 de septiembre del 2018. Antes de rescatar tlacuaches, refugiaba a perros y gatos, pero cuando tuvo conciencia de que para esa población de animales ya existían diversos refugios y asociaciones que brindan ayuda, decidió hacer algo por los únicos marsupiales mexicanos.
Cuando era pequeña tuvo una experiencia acerca de lo vulnerables que son los tlacuaches y eso lo llevaba en su corazón como un pendiente.
Una mañana escuchó ruidos afuera de su casa, salió y vio que eran unos perros atacando a un pequeño animal. Lo salvó de ellos y lo metió a su casa, pero su mamá, al desconocer todo sobre los tlacuaches le exigió sacarlo. Lo hizo, a pesar suyo, pero se quedó triste. Después salió de nuevo a buscarlo sin resultados. Dejarlo en la calle, herido, a merced de todos los peligros, la dejó mal.
Primero Thalía creó su página en Facebook en la que comenzó a difundir información sobre los tlacuaches y posteriormente recibió a su primer tlacuache para brindarle apoyo.
“Creía que iba a ser fácil, pero no, es toda una responsabilidad cuidarlos, alimentarlos correctamente”, contó Thalía hace un par de años a la reportera de Amapola Periodismo, Itzel Urieta, la primera vez que la entrevistó.
Sicarú Tlacuaches se creó en el patio de la casa de Thalía, espacio que adaptó con plantas, árboles y flores.
Su refugio tomó el nombre del primer tlacuache que recibió. Sicarú era una hembra enferma de emo, mal que les debilita los huesos, los que se salen y les impiden caminar. La rehabilitación de Sicarú fue un éxito. Después de cinco meses de cuidados, se recuperó y fue liberada a la vida silvestre.
En el refugio, Thalía se hacía cargo de todo. De hacer el aseo del espacio y de los animalitos, de alimentarlos, de ponerles tareas para que cuando fueran liberados en la vida silvestre, cuando llegaban en etapas tempranas, supieran sobrevivir.
El pasado 20 de octubre, el trabajo y dedicación de Thalía rindió los mayores frutos. Después de tener en recuperación a varios marsupiales en su refugió, liberaron a 19 ejemplares, 12 machos y siete hembras.
El tlacuache es importante en el medio ambiente porque transporta semillas de un lado a otro; es un servicio ambiental importante a la naturaleza para que crezcan las diversas plantas y árboles en los bosques.
Es el único marsupial que hay entre la fauna mexicana. Su nombre se compone de los vocablos nahuas tla, que significa fuego, cua, mordisquear, y tzin, chico. Su nombre completo se traduce como el pequeño que come fuego.