Iris es una mujer afromexicana y se identifica como tal. Gracias a sus abuelas asumió su identidad como mujer afro.
Texto: Itzel Urieta
Fotografía: Facebook AfroPoderosas
Chilpancingo
Desde que era una niña, Iris Azcucena Zarate Marín lidió con comentarios sobre su color de piel, su cabello rizado, y su lugar de origen, comentarios racistas y clasistas que la hicieron cuestionarse el por qué a las personas de su color se les trataba de forma diferente.
Iris tiene 21 años, es originaria del municipio de Cuajunicuilapa, en la Costa Chica del estado de Guerrero, uno de los municipios con mayor población afromexicana del país. Estudia la licenciatura en ciencias de la comunicación en la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro).
Salir de Cuajuinicuilapa hacia la capital del estado para estudiar una licenciatura, significó para Iris mucho esfuerzo, retos y sacrificios como, dejar su hogar, a su familia y sus amigos. Además de enfrentarse a esas circunstancias, Iris enfrentó el desconocimiento y estigma de muchas personas sobre la comunidad afromexicana.
Iris es una mujer afromexicana y se identifica como tal. Gracias a sus abuelas asumió su identidad como mujer afro. Cuando la gente comenzó a señalarla y a decirle negra, sus abuelas le hicieron saber que ser una mujer negra no era malo. “Mis abuelas me dijeron que ser negra no era malo y que tenía que defender mi color, mis raíces y mis orígenes con mucho orgullo”, comenta Iris.
Enfrentarse a los estigmas de la sociedad
Asumirse como una mujer afromexicana ha sido difícil. Le ha costado luchar contra comentarios racistas y clasistas, además de los estigmas y estereotipos que muchas personas tienen acerca de las mujeres afromexicanas; se les ha cuestionado incluso su vida sexual.
Iris recuerda que cuando recién llegó a Chilpancingo, le dijeron que las mujeres negras eran catalogadas o vistas como objetos sexuales, como mujeres que siempre quieren tener relaciones sexuales y le preguntaban que si eso era cierto.
“La gente y la sociedad nos asocian con que ser negra es malo, creen que las mujeres negras somos buenas para parir y que somos acuerpadas, nos han venido y estigmatizando y cosificando de manera sexual”, comenta Iris.
Iris considera que las mujeres afromexicanas están en desventaja en distintos aspectos; uno, porque la mayoría de ellas se enfrentan al racismo y al clasismo en espacios laborales, escolares y sociales. Algunas personas creen que el racismo y el clasismo en México no existen, es ahí donde Iris ha tratado de sensibilizar y concientizar a las personas sobre el estigma que hay hacia las mujeres afromexicanas.
Iris también es cuestionada sobre su lugar de origen, le han preguntado de manera irónica, qué idioma se habla en Cuajunicuilapa, esto significa para Iris que las personas tienen a su municipio en un concepto erróneo, como que están alejados de la civilización.
«A la gente le hace falta sensibilizar y ser menos clasista,» comenta.
Visibilización de las poblaciones afromexicanas
El 25 de julio fue establecido como el Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente durante el Primer Encuentro de Mujeres Afrolatinas, Afrocaribeñas y de la Diáspora, que se celebró en 1992 en Santo Domingo, en reconocimiento al trabajo que realizan mujeres de ascendencia africana en la lucha contra la discriminación racial, el sexismo, la pobreza y la marginación.
Ser una mujer estudiante afromexicana significa para Iris la oportunidad de mostrar con orgullo sus raíces y su origen, además de una oportunidad que no todas las jóvenes de su comunidad tienen.
Algo que le gustaría a Iris es que las poblaciones afromexicanas dejen de ser invisibilizadas y marginadas. Desde niña ella notó la desigualdad de su comunidad en diferentes ámbitos como, el acceso a servicios de salud y la educación.
Que las niñas y adolescentes afromexicanas tengan acceso a más oportunidades educativas y de información les ayudaría a identificarse con sus raíces.
«Si yo no hubiera tenido ese acceso a la información que tengo ahora, yo me hubiera creído que ser negra era malo y puede haber muchas niñas así, que no tengan acceso a la información y se crean todo lo que dicen de las mujeres afromexicanas».
El racismo y clasismo hacia las poblaciones afromexicanas existe, Iris tuvo experiencias en las que por su color de piel le piden sus identificaciones para cerciorar que es mexicana, cuando viaja le revisan hasta tres veces su equipaje para ver si no llega algo ilícito en sus maletas.
Comentarios como, que tiene que casarse con alguien blanco para mejorar la raza le molestan, y le da impotencia ver que sus derechos no son respetados.
Uno de los logros que Iris celebra es que poco a poco las poblaciones afromexicanas sean vistas y tomadas en cuenta.
El 31 de agosto de 2019 las poblaciones afromexicanas fueron reconocidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos como sujetos de derecho, un logro que Iris reconoce les costó, pues siempre tienen que estar recordando que ellos existen y que están ahí.
«Ya logramos que se no mencione y se nos reconozca, ahora nos falta lograr que se nos respete y se nos dignifique».
Luchar en conjunto por sus derechos
Desde su espacio Iris lucha por conquistar los derechos que le hacen falta a las poblaciones afromexicanas.
Es defensora de los derechos de las niñas, jóvenes y adolescentes afromexicanas, forma parte de la Red Nacional de Juventudes Afromexicanas, también es parte del colectivo Mujeres Afropoderosas y de la Asociación Civil Mano Amiga de la Costa Chica.
Desde estos espacios Iris y otras mujeres afromexicanas luchan para que niñas, jóvenes y adolescentes de la comunidad afromexicana, tengan mejores oportunidades y que les toque vivir en un lugar en el que no tengan que ser discriminadas por su color de piel.
Demostrar que las mujeres afromexicanas tienen las mismas capacidades que otras mujeres y que pueden estar en espacios públicos de toma de decisiones también ha sido parte importante de su lucha, en ocasiones por el hecho de ser mujeres afromexicanas se les niegan oportunidades laborales.
La lucha por mejores condiciones para las mujeres afromexicanas abarca muchos aspectos, la educación sexual es uno de ellos, Iris y sus compañeras afromexicanas luchan para que las niñas, jóvenes y adolescentes afro tengan acceso a la educación sexual que es importante y, consideran, está marginado en sus comunidades.
Si algo tiene claro Iris es que su lucha es colectiva, y que juntas las mujeres afromexicanas pueden lograr grandes cosas, espera que más mujeres se unan a su lucha para que sus voces sean escuchadas.
«Si hay algo que es cierto, es que ninguna lucha se ha ganado de manera individual».
En México, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 1.16 por ciento de la población nacional se identifica como afromexicana.
Las entidades con mayor presencia de población afromexicana son Guerrero con 6.5 por ciento, Oaxaca 4.9 por ciento y Veracruz con 3.3 por ciento.
De acuerdo con Iris, la población afromexicana en el estado puede ser mayor, aun hay personas a las que les cuesta reconocerse como parte de la población afromexicana debido a que asumirse como tal, implica para ellos enfrentarse a situaciones de racismo y discriminación.
«Somos esas semillas que brotaron de la tierra, que el clasismo y racismo no pudo arrancar ni borrar, si estamos aquí es para honrar las memorias de nuestras ancestras».