Fallida estrategia de prevención de matrimonios forzados y prematuros

Texto: José Miguel Sánchez 

Fotografía: Isabel Velázquez 

16 de noviembre del 2022

Chilpancingo 

 

La venta de niñas y los matrimonios forzados continúan en la Montaña de Guerrero, pese a los esfuerzos institucionales y de organismos internacionales por erradicarlos, denunció Elvira García Rodríguez, representante del Colectivo Contra el Abandono y la Discriminación de la Montaña Alta.

La secretaria de Asuntos Indígenas y Afromexicanos de Guerrero, Reyna Mejía Morales, aceptó también que los matrimonios forzados y prematuros en el estado persisten, al mismo tiempo se quejó de que el presupuesto para atender a los pueblos originarios, donde más ocurren estas prácticas, es insuficiente.

En entrevista telefónica, García Rodríguez mencionó que la estrategia presentada por la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, junto con la secretaria de la Mujer, Violeta Pino Girón y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en noviembre del 2021 no abarca todas las comunidades donde «el problema es profundo».

«Para ellas el problema se resuelve con talleres que ya vimos no funcionan, porque estos no se imparten a todas las comunidades», mencionó.

La activista explicó que la mayor parte de la venta de niñas y matrimonios forzados que hay en Guerrero se dan en las comunidades más alejadas de los municipios de Cochoapa el Grande y Metlatónoc, lugares donde no llegan los talleres que imparten las autoridades.

Además mencionó que esos talleres sólo los imparten en las cabeceras municipales y muchas veces son dirigidos a funcionarios.

García Rodríguez dijo que a través del Colectivo Contra el Abandono y la Discriminación realiza sus propios talleres donde hablan con la población y las mujeres menores de edad para concientizarlos a todos sobre la problemática de la venta de niñas.

«Esa parte es donde más agudo es el problema y si hay una reducción es porque nosotros estamos como población tomando cartas en el asunto».

Son 52 comunidades en donde realizan las labores de concientizacion y consideran que los matrimonios sí pueden disminuir, «hablando directamente con las mujeres y las familias».

«Nosotros lo hacemos (los talleres) no porque nos lo digan las autoridades, es porque queremos reflejar interés y cambiar», agregó.

Uno de las demandas que ni las autoridades federales y estatales les resuelven es la instalación de una oficina del gobierno para que mujeres y niñas que sufran violencia denuncien, y tenga un lugar para refugiarse y recibir acompañamiento médico y psicológico.

Dicha petición, aún cuando ya fue planteada a las secretarías de la Mujer estatal y federal y no obtienen respuesta.

«Es difícil cambiar toda está situación cuando aquí no tenemos educación, salud y lo mínimo para la canasta básica».

La estrategia de la gobernadora es atender 19 municipios, mitad de la región Montaña y mitad de la Costa Chica.

La secretaria de Asuntos Indígenas y Afromexicanos de Guerrero comentó que los matrimonios forzados son prácticas que persisten en la región Montaña y los matrimonios prematuros suceden, en su mayoría, en la Costa Chica.

Al intentar saber más qué hace desde la secretaría que encabeza para cambiar la situación, dijo que el presupuesto que manejó la secretaría en este 2022 es de 10 millones de pesos, lo que consideró «insuficiente».

Esos 10 millones fueron los que dejó la administración pasada, del priista Héctor Astudillo Flores, por lo que dijo que en el próximo ejercicio fiscal de 2023, que está por aprobar el Congreso local les autoricen un aumento.

“Quisiéramos hacer mucho, pero el monto del presupuesto para la secretaría es muy raquítico y muy bajo, y no es porque la gobernadora lo halla designado así, es un recurso que ya venía así desde la administración pasada”.

Mejía Morales explicó que los matrimonios forzados y prematuros son diferentes, entonces, los trabajan de manera distinta.

En los matrimonios prematuros se da entre menores de edad de 12, 13 y 14 años, y no precisamente son obligados. «Como gobierno del estado estamos realizando talleres para que la gente tenga la conciencia de que los matrimonios no se deben de dar por usos y costumbres».

Al cuestionarla sobre la necesidad de más programas sociales y políticas púbicas, Mejía Morales consideró que lo principal es impartir talleres entre la población.

«Yo pienso que primeramente debemos sensibilizar a nuestros paisanos, primero es eso, porque si no hay eso difícilmente se puede dar lo demás, entonces por eso primero queremos sensibilizar a nuestros hermanos indígenas».

Agregó que coadyuvan con los tres poderes de gobierno para erradicar los matrimonios forzados, pero hasta el momento, dijo, no hay datos concretos sobre su disminución.

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