Texto: Itzel Urieta
Fotografía: Redes
Chilpancingo
Keiko era un perro de la raza Pastor Alemán, color café. Tenía cuatro años. Fue asesinado ayer por un hombre desconocido que huyó después de dispararle.
El perro acompañaba a uno de sus dueños, un niño de 13 años, a una tienda de autoservicio en Ometepec, en la región de la Costa Chica.
El agresor se acercó a Keiko y el hombre le disparó en tres ocasiones con un arma calibre 38, de acuerdo con lo que han difundido medios locales.
Una de la versiones que contaron los pobladores es que Keiko caminaba junto al menor de 13 años sobre una banqueta, y se topara con un niño de tres años, quien se asuntó al verlo, por lo que el padre mató al perro.
Los dueños de Keiko dijeron que siempre fue un perro tranquilo, que durante sus cuatro años nunca agredió a nadie. “Tuvo una muerte injusta”, mencionaron sus dueños.
Piden un castigo para el responsable que disparó y mató al perro en vía pública, sin que nadie hiciera algo por detenerlo.
La Ley Número 491 de Bienestar Animal del Estado de Guerrero es el marco legal que sanciona el maltrato animal.
De acuerdo con la ley, las personas, físicas o morales tienen la obligación de brindar un trato digno y respetuoso a cualquier animal. Este punto está contemplado en el capítulo décimo, artículo 42.
Las multas van desde los 5,000 a los 170,000 pesos, y de tres a seis años de prisión según el tipo de maltrato animal.
Aunque existe esta Ley, asociaciones protectoras de animales han denunciado que no hay un tabulador para realizar estas multas, así como la falta de consejos de Bienestar Animal en los municipios del estado; sólo siete municipios del estado cuentan con su consejo.
