El chato, ocho años de ser un tránsito sin uniforme

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

 

Javier Durán Castro, mejor conocido como El Chato, es un hombre que se dedica a dar vialidad en las calles con más tráfico de la ciudad. Él tomó la iniciativa ante la falta de tránsitos en las calles.

Además vio una oportunidad para tener un ingreso extra para él y su familia, a la vez que apoya a los automovilistas de la capital.

Un silbato y su voz son las únicas herramientas que ocupa para dar vialidad a los automóviles y ceder el paso a los peatones.

Con mayor frecuencia está en la esquina del Paseo Alejandro Cervantes Delgado esquina con la calle Benito Juárez, frente al mercado que tienen el mismo nombre.

El Chato lleva ocho años de ser un tránsito sin uniforme, tiempo en el que tuvo que luchar para acceder a un apoyo institucional por su actividad.

El ex alcalde Antonio Gaspar Beltrán le ofreció en 2020 ser agente de tránsito, pero por su falta de estudios, no saber leer, reconoció, no pudo aceptar el puesto.

Desde ese entonces comenzó a recibir un apoyo económico de parte del Ayuntamiento capitalino; sólo es un compensación que completa con las cooperaciones que le dan los choferes y peatones.

En 2021, con la llegada de la morenista Norma Otilia Hernández Martínez como alcaldesa de Chilpancingo, le cancelaron al Chato el apoyo y los permisos para dar vialidad.

Insistió ante la nueva administración capitalina y le regresaron la compensación; logró ser de nuevo un tránsito sin uniforme.

En estos últimos años el Chato sufrió dos perdidas importantes, la de su esposa, el 12 de junio de 2020, a causa de un infarto y la de su hijo menor, Chucho, por suicidio, el 13 de abril del 2022.

Pero el Chato continúa con su labor y dice que seguirá, porque le gusta; agradece las muestras de cariño de la gente.

“Aquí recibimos y aceptamos de todo, monedas, agradecimientos y hasta mentadas de madre”, dice el Chato.