La catedral de Chilpancingo, un homenaje a José María Morelos y Pavón

Texto: Itzel Urieta

Fotografía: Angie García/ Archivo 

Chilpancingo

 

En el centro de Chilpancingo hay dos torres blancas que sobresalen de los edificios y árboles más altos del primer cuadro de la ciudad, son las torres de la catedral Santa María de la Asunción,

En este lugar hace 202 años José María Morelos y Pavón llevó a cabo el Primer Congreso de Anáhuac, donde proclamó los Sentimientos de la Nación, que de acuerdo con historiadores fue el primer marco legal de México.

En la iglesia hay varios elementos históricos no religiosos que pasan inadvertidos.

Los elementos que se pueden observar son dos placas conmemorativas del centenario y bicentenario del Primer Congreso de Anáhuac, en las entradas los rostros tallados de José María Morelos y Pavón, Nicolás Bravo y Vicente Guerrero.

La gente camina todos los días y entra a la iglesia sin mirarlos ni poner atención; “No, si no me dices, ni cuenta me doy”, comenta una persona que camina frente a las puertas de la catedral, cuando se le pregunta si ya sabía quiénes estaban grabados en la entrada.

En la tesis titulada, Entre lo patriótico y lo religioso: la catedral de Santa María de la Asunción de Chilpancingo, Guerrero (1813-1977), de Deysi Cristina Hernández Hernández, se hace una cronología del inmueble.

Hernández Hernández relata en su tesis que durante la proclama de Los Sentimientos de la Nación la entonces parroquia estaba en muy malas condiciones, con techo de teja y las paredes en ruinas, a punto de colapsar.

Así permaneció hasta 1869, año en que por órdenes del obispo se invitó a los feligreses a reconstruir el templo. Las personas organizaban rifas y gestionaban donaciones para costear los gastos.

La construcción de la catedral que hoy conocemos duró muchos años. Un par de sismos y la falta de recursos impidieron el avance de la obra.

En 1913, en el centenario del Primer Congreso de Anáhuac, el Congreso local asumió los gastos de construcción y colocaron una placa que todavía está en la fachada, donde se lee: “En este templo se reunió el primer congreso constituyente mexicano el 13 de septiembre de 1813”.

A partir de entonces la iglesia comenzó a llenarse de símbolos patrios.

La Revolución Mexicana y la Guerra Cristera impidieron, de nuevo, el avance de la obra.

En 1949 se celebró un Congreso Eucarístico. De acuerdo con las normas católicas este evento se realiza cuando se inaugura un templo. La iglesia que hoy conocemos por fin estaba terminada.

En el contexto del 153 aniversario del Congreso de Anáhuac, el padre Humberto Osorio, quien era el encargado de la parroquia, gestionó ante el gobierno federal un busto de Morelos, el cual continúa en el jardín lateral.

En 1977 se colocaron las puertas que hoy vemos. En la principal se haya grabado José María Morelos, así como los escudos de México y Chilpancingo. En las entradas laterales, de lado derecho Vicente Guerrero y de lado izquierdo Nicolás Bravo.

Las puertas están hechas de madera y las realizó el escultor José Francisco Ramírez. De acuerdo con Hernández Hernández, los tres personajes y la manera en que están colocados tienen una razón de ser.

“La idea de colocar estos elementos tuvieron la función de recordar a la nación entera al cura José María Morelos y Pavón, razón por la que su efigie fue plasmada en la puerta principal del recinto religioso y, como sus dos brazos en las puertas laterales, a dos héroes, oriundos de la región, que dieron su apoyo incondicional al cura de Carácuaro: Nicolás Bravo y Vicente Guerrero”. Se lee en la tesis de la historiadora.

Dentro del templo también podemos ver elementos históricos combinados con los religiosos. Como en cualquier iglesia católica vemos representado en distintas imágenes las 15 estaciones del Vía Crucis de Jesús.

La primera es una imagen de Jesús condenado a muerte por los romanos y los fariseos, debajo, el primer artículo de los Sentimientos de la Nación; “Que la América es libre independiente”.

 

 

 

 

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