“En 2024 no postularemos candidaturas sin identidad y sentido de pertenencia a Morena”: González Varona

González Varona y su fórmula para impedir la manipulación de Morena desde el poder estatal

El nuevo líder estatal ve a la fracción morenista en el Congreso local extraviada y con miedo de abordar la agenda de la izquierda y a los alcaldes reproduciendo los mismos esquemas de las autoridades municipales anteriores


Texto: Marlén Castro

Fotografía: Oscar Guerrero

Chilpancingo

 

La fórmula que tiene en mente Jacinto González Varona (Atoyac de Álvarez, 1992) para impedir que Morena se convierta en un partido de Estado, al que dirijan desde el poder estatal, es sencilla: la formación política para crear identidad y sentido de pertenencia en la militancia.

González Varona fue elegido presidente estatal de Morena el pasado 4 de septiembre, en Chilpancingo. Aunque asume la dirigencia estatal a los 30 años, los cumplió el pasado 17 de agosto, no es un novato en la política. Cuando Morena nació como partido, en 2015, sumaba una trayectoria de siete años en las bases que dieron origen a ese partido. En 2008 comenzó a participar en la Convención Nacional Democrática (CND), movimiento que nombró a Andrés Manuel López Obrador, presidente legítimo. Entonces, González Varona tenía solamente 16 años.

14 años después de esta experiencia, González Varona dice en una amplia entrevista que con formación política, la militancia de Morena exigirá la revocación de mandato cuando las autoridades desde su posición de poder quieran manosear la vida interna del partido.

El recién nombrado dirigente de Morena en Guerrero tiene una posición crítica con respecto a los logros de Morena en el ámbito estatal. Ve a una fracción morenista en el Congreso local –de la que hasta hace unas semanas formó parte y pidió licencia para buscar la presidencia del partido– extraviada y con miedo de entrarle a la verdadera agenda de izquierda, ve a los alcaldes morenistas de Guerrero reproduciendo los mismos esquemas de las autoridades municipales anteriores, porque no se prepararon para gobernar.

En el gobierno estatal también ve una situación complicada porque una parte de los funcionarios del gabinete que acompañan a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda carecen de identidad y sentido de pertenencia a lo que representa Morena en lo político y social.

¿Cómo impedir que Morena se convierta en partido de Estado?

Yo quiero centrarme en la formación política de las bases para fomentar una cultura de la democracia y las bases hagan valer las leyes. Si nosotros fortalecemos la formación política de las bases vamos a tener militantes y ciudadanos conscientes que le apuesten a la cultura de las consultas, de los plebiscitos, sin importar cuál es el gobierno que se somete a estos referéndums. Por ejemplo, en la elección interna del 30 de julio de Morena (se refiere a la elección de consejeros), salieron a relucir viajas prácticas, viejas mañas del sistema y si los ciudadanos y la militancia fuera consciente y conocedora de los principios básicos de este partido hubieran pedido la revocación de mandato de varios alcaldes que metieron la mano, pero como no hay esa formación política de la ciudadanía y de la militancia hay posibilidades de que los gobiernos de todos los niveles puedan meterle la mano a los partidos, en este caso, a Morena.  

¿Cuál es el aspecto más débil de la militancia de este partido?

El 80 o 90 por ciento de los militantes no conocen los documentos básicos del partido, no saben cómo deben llevarse a los procesos internos, como la elección de consejeros, este desconocimiento de su militancia sobre sus documentos, nos convierte en un partido político manipulado desde el poder.

¿Hace una semana fue elegido un nuevo comité estatal y algunas carteras recayeron en personajes no tan aceptados por esa base militante, se puede conseguir esta meta así como quedó integrado este comité?

Yo creo que sí hay posibilidades, quedaron en este comité estatal compañeros con una trayectoria dentro del movimiento social, como por ejemplo, Abel Bruno (ex alcalde de Malinaltepec y quien quedó en la Secretaría de Asuntos Indígenas) y Jonathan Márquez (Secretaría de Organización).

¿Cuáles son los principales obstáculos para tener un partido lejos del estigma de partido de Estado una vez que se ha llegado al poder?

El principal obstáculo es el arribismo, el oportunismo de ciertos liderazgos políticos, con formación del viejo régimen, quienes, dentro, repiten las mismas prácticas. El reto es que la gente de base pelee estar en la dirigencia para cerrarle el paso a esos liderazgos arribistas, para eso me voy a apoyar en las bases. Me he puesto una fecha próxima para lograr que por lo menos en cada sección electoral tengamos un comité de por lo menos 20 personas, las que serán capacitadas y formadas políticamente para que a la hora de que se vayan a disputar las dirigencias municipales sean estos comités los que tomen la mejor decisión y de ahí salgan los futuros dirigentes.

¿Cuáles consideras que han sido los errores del partido de tipo organizativo que hay que evitar?

Alejarse de su militancia, abandonar el asambleísmo, tomar decisiones de cúpula, abandonar lo que somos, pues. El error más garrafal de Morena fue desaparecer los comités municipales del partido, ahí se perdió la identidad desde abajo porque el primer contacto con el militante es el comité municipal.

¿Cuál fue el error político que se cometió y que de ahora en adelante se tendría que evitar?

El principal error de este tipo fue atraer candidaturas externas sin importar mucho el pasado político de los candidatos; eso hizo que la gente votara por la identificación de un proyecto de identidad nacional pero no por un proyecto de identidad local. Ese error se profundizó y se perdió esa identidad distrital y municipal, tenemos diputados locales y presidentes municipales que no conocen el movimiento, que no atienden los postulados del partido y que no hacen caso ni atienden a la militancia.

¿Faltan dos años para la próxima elección de autoridades y representantes locales en Guerrero, tiene Morena tiempo para reencauzar sus candidaturas?

Para la selección de candidatos en 2024 tenemos que echar a andar el programa que contempla el instituto de formación política: que los candidatos pasen el filtro de la formación dentro del partido, que acrediten cuando menos haber cursado el plan de formación del Instituto. Tengo claro que Morena contempla el 40 por ciento de candidatos externos, eso no se puede evitar, pero si podemos evitar que la mayoría de candidatos sean gente externa y, para esas candidaturas, también vamos a buscar un filtro, hay muchos ejemplos de candidatos que renuncian el día anterior a su militancia y amanecen como candidatos de otro partido, eso no ya no nos puede pasar, dejarlo bien puntual, tienen que tener una trayectoria mínima, como lo hicimos con los consejeros, los consejeros que se eligieron en julio pasado, de acuerdo con la convocatoria, por lo menos no debían haber sido candidatos de otro partido en 2021.

González Varona formó parte de la 63 Legislatura local, en donde solicitó licencia para contender por la dirigencia de su partido. Formó parte de una fracción cuestionada porque varios diputados se reeligieron, a pesar de que uno de los principios de Morena es la no reelección. Entre estos casos, se puede mencionar el de Alfredo Sánchez Esquivel, quien fue el coordinador de Morena y líder de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), recientemente relevado en ese cargo. Sánchez Esquivel, además, fue criticado porque para volver a ocupar un cargo en el Congreso local, usurpó un espacio destinado a la representación de los pueblos originarios.

González Varona habla en esta entrevista del oportunismo de ciertos liderazgos, como lo que más daño ha hecho a este partido. Para llegar a la dirigencia se alió con estos liderazgos, como el que representa la misma gobernadora y su padre Félix Salgado Macedonio, y el de los Mora Eguiluz, en la región de Tierra Caliente, una de ellas, por cierto, Celeste Mora Eguiluz, lo acompañará como secretaria de Formación Política, una de las tareas cruciales para el nuevo dirigente.

¿Cómo está Morena en el Congreso local en sus números y en la calidad de su trabajo legislativo?

En el Congreso, de 28 curules que debíamos haber ganado, hablando de una hegemonía sólo tenemos 15 de mayoría y siete son de representación proporcional. Veo en el Congreso a un Morena endeble en lo local porque hubo distanciamiento de la base con el partido. Cómo te explicas que ganas en lo federal y no ganas en lo local. En la tarea legislativa, la fracción anda extraviada, lejos de su plan de acción, con miedo de entrarle a la verdadera agenda de izquierda, porque tiene diputados que, en su mayoría, no surgen del movimiento y también depende mucho de la dirigencia al interior de la fracción, de donde venga, porque lo que se ve es que le apuestan a las mismas prácticas del régimen pasado para conquistar al electorado.(Esta entrevista se realizó antes del cambio en la coordinación de la bancada) Los diputados están más preocupados en tener presencia en el territorio y llevar paliativos a sus representados, que en llevarles una agenda legislativa, una propuesta de reformas para mejorar sus condiciones de vida, o simplemente que escuchar al pueblo, cuáles son las propuestas de la gente que vive en los lugares que representan. Como diputados no estamos invitando al pueblo a la participación, estamos reproduciendo las prácticas, se está en lo mismo repartiendo dádivas, despensas, duplicando funciones de presidencias municipales, dando la silla de ruedas, la despensa, quien tiene que hacer eso es el DIF, quien inaugura una calle pues el director de obras, no un diputado, pero sale a colación también la falta de formación política de los ciudadanos, quienes siguen exigiendo que se continúe con estas prácticas y los diputados no tienen interés en decirle a los ciudadanos mira mi función es esta: crear, modificar o derogar leyes.

¿Qué pasa en las presidencias municipales, en números y en la forma del gobierno?

En las presidencias municipales tenemos una presencia muy débil, sólo ganamos 15, de 81, completamos 18, pero con aliados. En el quehacer de gobierno lamentablemente quienes llegaron no se prepararon para ser gobierno. Somos políticos y conquistamos pero quien antes de ser candidato se echó un diplomado en cuenta pública y en presupuesto, tienes que conocer de presupuesto, sus fondos y la aplicación de los mismos para hacer una propuesta diferente en el gasto. Llegaron y no sabían ni cuanto personal tenía su ayuntamiento, o cuántos fondos. ¿Qué hicieron? Agarraron al asesor que acaba de dejar al alcalde que salió. ¿Qué pasó ahí? Pues a reproducir lo mismo. Lamento decirlo pero hay alcaldes de Morena que no le cambiaron un solo artículo a la ley de ingresos de la administración saliente. Nomás le cambiaron el nombre del alcalde. No tienen, pues, preparación.

A nivel nacional hay presidencias municipales que sí representaron bien los ideales del movimiento, por ejemplo, Tecaman, Estado de México y, Valladolid, en Yucatán. Se trató de gobierno en donde la gente decidió cómo gastarse su presupuesto.

¿Qué pasa a nivel estatal?

A nivel estatal sí hay una identidad de la gobernadora con el movimiento. La gobernadora tiene bien clara la identidad del movimiento y lo que quiere el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero no es suficiente que sólo la cabeza del Ejecutivo tenga esa identidad, porque en su gabinete no cuenta con suficiente servidor público con el mismo sentido de pertenencia. Tiene 15 secretarios y algunos están repitiendo y no creo que tenga ese sentido de identidad, pero si veo a la gobernadora identificada con Morena.

¿Cómo puede incidir la dirigencia de Morena en una situación que pega mucho a este gobierno y que probablemente tenga un costo político en las próximas elecciones y tiene que ver con la presencia del senador Félix Salgado en el gobierno de su hija y la opinión de que la toma de decisiones no recae en la gobernadora?

Ahí Morena no tenía que meterse, es un tema familiar…

Es público, porque se trata de un tema del poder público estatal…

Es muy complicado opinar, es una decisión personal. En un sentido autocritico y ético diría que no es malo tener acompañamiento de su familia pero que no es sano que se tome el papel de gobernante cuando no eres tú el gobernante, pero queda confinado a un tema personal. El partido no le puede decir que no se meta su familia. Es un tema muy complejo.

La llegada de González Varona a la dirigencia estatal de Morena se concretó por una alianza entre Los Salgado, encabezada por el senador Félix Salgado Macedonio y su hija la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, nuevos en este partido, y los nuñistas, el grupo del que procede el ahora líder estatal, encabezado por César Núñez, militantes desde el origen de Morena.

Como integrante de la 63 Legislatura, González Varona también fue cuestionado ya que el espacio que ocupó pertenecía a las poblaciones LGBT+, quienes consideraron que era una usurpación, desde ahí, su nombramiento como dirigente estatal de Morena también tiene una mancha.

¿Era este un espacio de la comunidad LGBT+, eres integrante de la comunidad LGBT o porqué lo tomaste?

Hubo una mala fe de la dirigencia de Morena y yo tuve que tomar una decisión. Este espacio que finalmente yo ocupé lo querían dar a un integrante que sí era de la comunidad LGBT pero que venía del PRI y Nueva Alianza. Era de nuevo lo mismo, otro espacio puesto en manos de gente que no tiene identidad y sentido de pertenencia hacia el partido, que no iba a representar en el Congreso los principios de Morena y pues era alguien que tampoco venía del trabajo que hemos hecho las bases, tenía la opción de dejar pasar, como otras veces, como le hemos hecho la militancia, de que sean otros los que ocupen los espacios y dije no, nos ha costado y yo no podía permitir que otra vez nos volviera a pasar. Dije que hubo mala fe de la dirigencia porque había dos espacios: el de jóvenes y el de la comunidad LGBT, pero el de jóvenes ya tenían un perfil y yo tenía sólo esta posibilidad en el perfil de la población LGBT, tomé el riesgo y lo asumí. A la distancia creo que el daño por tener a alguien en el Congreso que no tuviera que ver nada con el espíritu de Morena fue menor al daño del cuestionamiento de porque tomé ese espacio, porque además me comprometí con la comunidad a sacar leyes y, esas, ahí quedan.  

 

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