Vázquez Florencio también exigió justicia para los dos sacerdotes jesuitas asesinados en Cerocahui, Chihuahua, el pasado 22 de junio.
Texto: José Miguel Sánchez
Fotografía: Amílcar Juárez
10 de julio de 2022
Chilpancingo
Durante la misa dominical por los enfermos, realizada en el Hospital General Raymundo Abarca Alarcón, el sacerdote Filiberto Vázquez Florencio pidió a las autoridades un alto a la violencia en el estado y en el país
Vázquez Florencio también exigió justicia para los dos sacerdotes jesuitas asesinados en Cerocahui, Chihuahua, el pasado 22 de junio.
Respecto a las críticas que diversos sacerdotes realizaron al presidente, Andrés Manuel López Obrador, sobre su incapacidad de erradicar la violencia Vázquez Florencio durante su sermón dijo que los comentarios no son contra él (López Obrador), ni contra su partido político.
“Es contra un sistema injusto que muchos sectores tratamos de erradicar”.
Durante el sermón también llamó a López Obrador a solucionar el tema de la violencia en Guerrero, porque los casos que atiende en el Centro Minera Bello no disminuyen.
“Reconocemos que el presidente está combatiendo las causas de la violencia, que hay muchos apoyos, pero una beca o un apoyo social no es garantía de que una persona regrese con bien a su casa”.
Recordó que el pasado 8 de julio desapareció un padre de familia con su hijo en la comunidad de Acatepec, en la región Montaña y se acercaron a él para pedirle apoyo, y cuando buscaron al fiscal regional de Tlapa éste contestó que tenía cosas más importantes que atender refiriéndose al secuestro del director del DIF en Tlapa, secuestrado y liberado ese mismo día en una operación conjunta de elementos de la FGE y la Policía Estatal.
El padre y su hijo fueron hallados muertos en un camino rural de Tlapa y trasladados al Servicio Médico Forense (Semefo) de Chilpancingo, en donde les niegan a sus familiares recoger a los cadáveres.
“¿En que momento se hizo más importante un político que el pueblo?”
Vázquez Florencio, integrante del Centro de Derechos Humanos Minerva Bello, durante la misa que realizó en la entrada principal del Hospital General, colocó las fotos de Joaquín César Mora Salazar y Javier Campos Morales, los dos sacerdotes asesinados en Chihuahua.
“Esta misa la dedicamos a nuestros hermanos asesinados que solo cumplían la palabra de Dios”, mencionó
La misa se realizó en el contexto de la Jornada de la Paz, convocada por el episcopado mexicano para exigir al gobierno federal el esclarecimiento del crimen contra los sacerdotes en Chihuahua.
Recordó a los sacerdotes guerrerenses asesinados; Germain Muñoz García, Jhon Sellado y Marco Antonio Crispín, a los que también dedico la misa.