Critican que Ejército no realizara detenciones de grupo criminal en Quechultenango

La CIPOEG-EZ a la cual está agrupada la policía comunitaria de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias Pueblos Originarios (CRAC-PF) ha tenido enfrentamientos con integrantes de este grupo denominado Los Ardillos en comunidades de los municipios de Chilapa y José Joaquín Herrera


 

Texto: Amapola Periodismo

Fotografía:

17 de febrero de 2022

Chilpancingo

 

El Consejo Indígena Popular de Guerrero Emiliano Zapata (CIPOG-EZ) criticó que el Ejército Mexicano no haya podido ser capaz de realizar las detenciones de los operadores del grupo, a quienes consideran, paramilitar, denominado por la Fiscalía General del Estado (FGE), como Los Ardillos en Quechultenango.

En un comunicado que emitió esta organización un día después que pobladores de Quechultenango retuvieron cinco horas a 50 efectivos del Ejército y a 20 agentes ministeriales, señala que no se entiende como entran (los militares) a realizar un operativo y un grupo de 200 personas, los amedrantan y expulsan de la comunidad.

«Tampoco entendemos que se haya suscrito una minuta con gente de Los Ardillos en la que se acordó que se permitirá la realización de operativos militares en Quechultenango acompañados de la policía municipal así como de las guardias comunitarias», señala el CIPOG-EZ.

«Acaso con toda la inteligencia militar no saben que en Quechultenango no hay policía comunitaria sino sicarios al servicio de los Ardillos», dice esta agrupación.

Asegura que está comprobado que las policías municipales trabajan para el crimen organizado igual que muchos presidentes municipales entre ellos el de Quechultenango (Crisóforo García).

La CIPOEG-EZ a la cual está agrupada la policía comunitaria de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias Pueblos Originarios (CRAC-PF) ha tenido enfrentamientos con integrantes de este grupo denominado Los Ardillos en comunidades de los municipios de Chilapa y José Joaquín Herrera.

Señala que bajo amenazas de muerte los pobladores de Quechultenango fueron obligados por los Ardillos a retener a los militares este miércoles.
«Si las fuerzas del estado no logran desarticular a los criminales Ardillos y Rojos, detener a sus cabezas, el escenario de guerra y muerte en nuestras comunidades continuará», advierte el CIPOG-EZ.

Suspende operativos el Ejército en zona de Ardillos

Después de que este miércoles habitantes de Quechultenango retuvieron y expulsaron a 50 militares y agentes ministeriales, el Ejército Mexicano y Guardia Nacional suspendieron el desplieque en esta zona que está dominada por el grupo delictivo de Los Ardillos.

El domingo 13, el Ejército y Guardia Nacional iniciaron los patrullajes entrando por la comunidad de Petaquillas y luego en los municipios de Mochitlán y Quechultenango.

Una de las versiones es de que el despliegue del Ejército y Guardia Nacional a esa zona fue debido a que existe la acusación de que el grupo delictivo que controla esta zona Los Ardillos fueron los que atacaron a los policías comunitarios de la comunidad de Buenavista de la Salud, del municipio de Chilpancingo el pasado 26 de enero.

En saldo de ese enfrentamiento fue de seis muertos, cuatro de los guardias civiles y dos del grupo de Los Ardillos.

Durante el operativo que el Ejército había empezado hace tres días se decomisaron vehículos con reporte de robo y en la cabecera municipal de Quechultenango se detuvo al médico, Jesús Flores.

Durante la retención de los militares, los pobladores enardecidos retuvieron a más de una decena de periodistas. Al corresponsal de La Jornada, Sergio Ocampo Arista, le quitaron su teléfono celular aunque después se lo regresaron.

Cuando los comunicadores estaban retenidos la noche de este miércoles, varios de sus compañeros solicitaron el apoyo de la organización Artículo 19 que intervino ante la Secretaría de Gobernación para que fueran liberados.

«Ya todo bien». «Ya vamos de regreso a Chilpancingo», fueron los mensajes que hicieron a través de whatsapp, algunos de los reporteros cuando salían del poblado junto con el Ejército Mexicano.